A mi mujer ideal
Oda a la fantasía más perfecta.
He deseado tus besos desde esa vez que te vi... mujer de perfectos pechos y silueta de sirena.
Desde que contemplé tu suave piel de marfil me he dado cuenta que tenerte junto a mi era lo que más anhelaba.
Que belleza, que sutil encanto de mariposa; eres bella, eres preciosa, eres una diosa que flota sobre mis deseos, mis más profundas fantacías y por sobre mis paciones.
Cómo no tenerte junto a mí, cómo no deleitarme con tu cuerpo, cómo no disfrutar de tu aliento recorriendo mi viril persona... cómo no hacerlo, me pregunto; cómo no hacerlo, es lo que me invade desde hace tiempo.
Tu voz, oh tu voz... como no hablar de ella, si es la paz en persona, es la delicadeza en sí misma... es ella la que me llena, es ella la que me conforta... es ella y tus ojos de tierra húmeda los que día a día van socabando en mis fantasías más secretas, en mis fantasías más obscuros... en mis fantasías.
Mujer... tu, que a diario me llenas de alegría, mostrando tu cuerpo perfecto... déjame llegar a ti y probar el nectar que ofreces, déjame llegar a ti y deleitarme con tu aroma...
Por favor, deja de ser ese vacío, deja de ser ese oculto deseo y se mía...
Pero cómo serlo, si no eres más que un sueño, no eres más que eso... y es así que no te tengo... y es así.