A mi esposa

Dedicado a mi esposa y a todas las mujeres casads que recuerdan a quel día...

A mi esposa

Te vi en aquel lugar oscuro pero iluminado por luces mil colores.

Entre tanta multitud tu rostro destacaba bañado por una luz, la cual no pude resistirme y mi mirada en ti se centro,

Dejando por unos instantes que el tiempo se detuviera.

Que la música que estaba sonando enmudeciera.

Que el gentío desapareciera.

Quedando tan solo tu y yo en un universo a parte.

Té moroso me acerque y te pedí para bailar.

Tu me contestaste no.

En aquel momento sentí morirme.

Cuando me recobre pensé será que no es para mi tanta belleza a sí que cabizbajo me aleje y me resigne.

Seria que el destino me deparaba una mujer diferente, o que quizás mi destino seria la soledad.

Iba pasando el tiempo y la fui olvidando, aun que en momentos venia a mí mente aquel rostro que me havia turbado.

Mis amigos, cuando veían que pensaba en ti me decían venga deja ya que existen mas, pero en mi cabeza sola estaba tu rostro.

El tiempo paso y conseguí olvidarte.

A sí que, una por aquí, otra por halla, iba pasando el tiempo.

Hundía mi amigo me comento oye que el mes que viene se casa mi hermana y estas invitado nos lo pasaremos alo grande con las chicas que abran ya que la mayoría están solteras y ya sabes que el champán las convierte en fieras.

Llego el día señalado y a la a pasarlo en grande, pero ajeno a los caprichos de la vida, comentábamos mira esa esta como un tren, pues anda que esa con la mini quita el hipo.

De repente, por la puerta de la iglesia entro aquella, que el tiempo había conseguido que olvidara.

Vaya hombre, le comente a mi amigo, solo faltaba eso ya se me a estropeado el día.

Lo que mi amigo me comento, si lo siento se me había olvidado comentártelo, que es la vecina del novio y estaba invitada, pero tu, ni caso, que mira que joyas hay por acá a sí que a divertirte.

Pero el destino aun me deparaba otro capricho, para poner a prueba mis nervios.

Llegamos al restaurante y a la, al lado mío sentada en la mesa estaba ella.

Pero bueno, como buen caballero le di conversación y no la ignore, participando todos los que en aquella mesa concurríamos de la fiesta y del jolgorio.

Poco a poco, sea por el efecto del alcohol fuimos entablando conversación y cogiendo confianza.

A lo que ella a provecho para comentarme oye llevo tiempo pensando en ti desde el día que me pediste para bailar.

Ya te había dado por perdido, pero me comentaron que vendrías a la boda por lo cual acepte ir para verte.

Yo le comente que anduve mucho tiempo pensando en ella y que me costo mucho olvidarla.

Poco a poco, fuimos intimando aun que un poco recelosos por miedo a que ella o yo rechazáramos lo que era bastante obvió estaba surgiendo entre ambos.

Los demás habíamos decidido ir a unas ferias, que había en una ciudad para divertirnos, así que le propuse si querría a acompañarme, y ella me contesto que si pero que debería consultarlo con sus padres, que también estaban en la boda.

A lo que le comente, no te preocupes iremos todos a pedirles permiso.

Una vez obtenido el permiso nos dispusimos a abandonar la fiesta y dirigirnos a las ferias, repartiéndonos por parejas en los coches por supuesto ella me toco a mí.

En el camino a las ferias, fuimos dándonos cuenta que nos, estábamos enamorando uno del otro con bastante fuerza.

Una vez en la feria, disfrutando como locos de las atracciones sin mas nos besamos en un beso que nunca olvidare, en el cual creo que tuve un orgasmo que recorrió todo mi cuerpo haciéndolo palpitar.

Paso el tiempo y fuimos afianzando nuestro amor.

Un día, ya no pudimos aguantar mas y decidimos entregarnos uno al otro haciendo el amor y gozando del como dos verdaderos enamorados lo cual lo recuerdo aun en día como algo extraordinario, pues fue como la comunión de nuestros sentimientos pasados alo material para darle forma.

Hoy en día estamos felizmente casados y fruto de nuestro amor tres hijos han fructificado los cuales aun nos han unido mas en nuestro amor.

Solo me queda agradecerle que la primera vez que la vi me rechaza, pues quizás si me hubiese dicho que si a la primera no hubiera tenido lugar algo tan hermoso como paso.

Gracias por ser mi esposa y esa mujer tan maravillosa a la cual proceso todo mi amor.

fin

Energi.