A mi especial manera
Una sujerencia para los hombres. Una propuesta para las mujeres.
A MI ESPECIAL MANERA
Voy a pasar a recogerte (bueno eso lo hare mas tarde) voy a pasar por ti para llevarte a cenar, luego a bailar; dandote un beso fugaz y rozando mmi cuerpo a tuyo de vez en cuando para dejarte sentir el rigor de mi pierna, anhelando el momento de estar entre las tuyas.
Al salir, si tu quieres, un poco a tono por las copas ingeridas debido al calor, entre canción y canción; abrazandote te abrire la puerta de mi coche, para dirigirnos a un lugar mas intimo. A cada cambio de velocidad, disimuladamente mi mano rozara tu pierna, hasta llegar a nuestro destino. Después de que nos hayan cerrado la cochera, te subire cargando en brazos hasta la habitación, donde te depositare en la cama y prendere la televisión en un canal del playboy.
Te dare un beso frances y te apretare hasta dejarte sin aliento, luego, poco a poco, te recostare sobre el edredón de seda, mientras una de mis manos, aprieta uno de tus pechos y la otra empieza a urgar debajo de tu falda. Pronto esta mano se topara con una prenda pequeñita y fina, que poca resistencia opondra, para que mi dedo medio se filtre hasta tus ya humedos labios mayores.
Tus ojos, y tus manos desabotonándome la camisa, me invitaran a quitarte la blusa y el sostén, quedando al descubierto ese par de bellos senos, a los que tanto he deseado besar. Inmediatamente mi lengua se fundira con tus pezones, provocando una reaccion erecta en ellos, como igual, en mi ya ansioso pene.
Haremos una pequeña pero significativa pausa para observarnos; tu, bajandote la falda coquetamente y retirando tus zapatillas al momento de morderte el labio; y al mismo tiempo, yo, quitándome el cinturón y pantalón, botando los zapatos, no se donde.
La media luz dejara caer una tenue sombra sobre tu moldeada figura recostada en la cama. Voy a acostarme junto a ti para llenar de besos y caricias todos los rincones de tu piel.; tus labios, tu cuello, tus pechos, tu ombligo. Y mis dedos, mientras tus caderas se levantan para dejar resbalar tu ultima prenda, se ocuparan de ello hasta retirarla de tus pies.
Pronto quedare frente a ese monte de venus depiladoy liso, a tu vulva. A tus labios, mayor y menor, a tu orificio vaginal; pero lo que mas me atraera a ti, sera ese pequeño botoncito rosado llamado clítoris. Con la punta de mi lengua jugare con el de arriba abajo. Lo chupare y lo mordere despacito con mis labios y ya veraz lo que empezara a provocar en ti. Mi lengua se introducira en tu vagina, bañándose entre todo el lubricante que has empezado a derramar, y no se retirara de ahí, hasta haberte provocado un orgasmo que te dejara preparada para lo que sigue.
Si tu lo deseas, dejare quitarme el boxer, para que mi miembro quede a la altura de tu cara. Y si tambien lo quieres, estare a tu disposición para que tus labios se deslicen en mi pene, enseñándome que tu tambien eres una experta para el sexo oral. No puedo predecir como lo haras, pero se que con tu manera muy particular de utilizar esos bellos labios en la parte mas vulnerable de mi cuerpo, no tardaras en sentir una oleada de esperma caliente en tu garganta.
Te recostare otra vez sobre la cama; besandote y colocándome entre tus piernas, acercare la punta de mi glande a tu clítoris, para darle un suave masaje; y mi boca se fundira con uno de tus pechos, lamiéndote tu pezón erecto; con tus manos apretando mis nalgas, provocando penetrarte lento, pero de un solo golpe.
Una corriente electrica recorriendo nuestros cuerpos desnudos bajo las sabanas, representara el contacto caliente que tanto habiamos deseado y dara principio a un vaiven de mis caderas sobre ti. Metiendo y sacando mi verga de tu cuerpo a diferentes velocidades y desde distintas posiciones: De misionero, desde atrás (de perrito), de lado, sentados, parados y por supuesto, que dejare que cabalgues sobre mi, para que antes de llegar al final; exhaustos y sudados, regresemos a la posición inicial (mi favorita). Acostada bocarriba, me incare frente a ti, para volver a introducirme entre tu cuerpo, ahora si muy lentamente y con el pulgar de una mano te acariciare el clítoris, ya que con la otra hare lo mismo con uno de tus pezones. Poco a poco mis movimientos tomaran lentos fuerza, descansare tus lindas piernas en miss hombros, apoyare mis manos en los costados de tu cuerpo y con mas fuerza y velocidad; mirando tu bello rostro con los ojos cerrados y de tu linda boca oyendo excitantes gemidos; dejare caer todo el peso de mi cuerpo sobre el tuyo, derramando y llenandote por dentro, de mis chorros de caliente liquido blanco, llamado esperma.
Una vez pasada la tormenta, sintiendo el peso de mi cabeza sobre mi hombro, te dire lo que siempre has deseado escuchar de mi boca, tu me diras lo mismo y pronto exhaustos pero satisfechos, nos quedaremos dormidos, abrazandonos en un momento qu para los dos significara la eternidad.
10-01-05.