A little death

High by the bar.

Daniel

Esa noche discutimos como ya era habitual desde hace semanas, y la verdad admito que la razón por la que nos habíamos peleado era un tanto insulsa pero como ya era usual en nosotros este tipo de conflictos cualquier cosa propiciaba que él y yo quedáramos solo de una manera y esa era discutiendo y cerrando la conversación con un simple suspiro de frustración.

Allí me encontraba yo, tendido en mi cama buscando la mejor excusa para dormir y finalmente pensar claramente cuando estuviera presente la luz del día, pero como usualmente mi mente juega conmigo a su antojo pues me tuvo en vela hasta casi las 5:30 de la madrugada lo cual era una patada en las bolas considerando que tenía clase a primera hora, siendo más específico a las puñeteras 7 am.

Así que utilizando el mínimo raciocinio que quedaba en mi cabeza decidí seguir despierto hasta que en verdad me tocara levantar el trasero de la cama, y que pienso en ello y en seguida mis ojos entienden que ya que no podemos dormir lo cual ellos interpretan como un momento esplendido para tomar una siesta y se empiezan a cerrar, si no es porque mi celular vibra en ese instante, me duermo y a tomar por culo la clase.

La luz de mi celular me ciega por un momento y entonces veo que es un whatsapp y sin más lo abro, no es de un número que tenga en mi agenda y considerando la hora esto ya parece algo acosador. Pero no, Dios sabe cómo hubiese querido que fuera un simple acosador y x; el mensaje era muy simple, un video, y pues se estarán preguntando qué tiene de maravilloso un video a las casi 6 de la mañana de un viernes, y yo también me preguntaba lo mismo y ni lo iba a abrir pero ustedes bien saben qué hace la curiosidad en un ser como yo.

La cosa va muy sencilla y no lo voy a poner como me hubiese gustado verle, y si digo verle porque el que aparecía allí en ese video era nada más y nada menos la persona a la que quería ver con todas mis ganas hoy para decirle que dejáramos las tonterías y/o niñerías a un lado y ser felices de una buena vez, Andrew muy a gusto con un niñato ve tú a saber de dónde salió ese maromo algo alto, rubio y guapete se podría decir pero que no pasaba de 18 años cuando mucho. Este estaba sentado encima de las piernas de Andrew mordiéndole el lóbulo de su oreja derecha y tomando pequeños sorbos de un trago que al parecer era whisky viendo como Andrew le sonríe con esa puta sonrisa que me encanta, o debería decir encantaba? El video concluye sin más, y yo no sé si llorar, golpear algo,  o saltar por la ventana y sentir como la adrenalina corre por mis venas, muchos diran que menuda tontería por la que me he puesto como si me fuera dar un ataque al corazón pero el video no parece ser antiguo ni mucho menos y a Andrew no se le ve drogado ni sometido a tener a ese chico en sus piernas, para mí ya estaba muy claro.

Bueno, que te digo empezamos algo fuerte no? Pero no tengo porqué mentir, mi relación con Andrew era una montaña rusa de emociones y quiero relatarlas porque siento la necesidad de compartir un poco de drama de mi vida así que les contextualizaré un poco.

Andrew es mi novio de hace 2 años, físicamente debo decir que no me quejaba en absoluto, 1,87 m, rubio oscuro, ojos grisáceos (Siendo honesto por más que le mire a los ojos no hallo el color exacto para describirlo así que lo dejaré en gris/azulado), es casi tan pálido como yo, sus cejas le dan mucha armonía a su rostro, por otro lado tiene una mandíbula casi tan filosa como su lengua, unos labios bastante deseables con el grosor perfecto, su nariz perfilada y bueno la sonrisa ni te cuento. Su cuerpo es jodidamente deseable y no, no me anden mirando de esa forma de que si describí un adoniz, las cosas son como son y obviamente al ser mi novio le veo muy guapo pero es que no miento cuando les digo que desde que le conozco ha tenido una anatomía musculada, sin llegar al extremo aunque varias veces me ha manifestado su deseo por estar muchísimo más (inflado?, está bien no es un término apropiado) pero en fin ustedes entenderán, el caso es que para mi así ya esta mucho más que bien y se lo he hecho saber.

De su actitud, joder, posesivo, caprichoso, demandante, agresivo, pero que también es tierno, protector, (Bueno, ultra protector), seguro de si mismo  y con alto sentido de pertenencia. Honestamente su carácter es lo mejor de los dos mundos (No si, Hannah Montana) pero así es.

Mi descripción será bastante escueta, 1,78 m, pálido a más no poder porque sería traslucido, ojos entre verde y azul pero más verde que otra cosa, nariz no sé, normal supongo, y debo confesar que siempre me han acomplejado mis labios pues son algo gruesos y me hacen sentir poco seguro pero en fin, mis pomulos marcados que hacen que mi familia me pregunte acerca de mi alimentación bastante a menudo, y es que no podía engordar o poner de otra forma mi cara de verdad no se me daba, continuando, cabello castaño claro y pues apenas a principio de año había incursionado en el mundo del “fitness” entonces poco a poco veía algo de definición, mi parte favorita de mi cuerpo diría que es mi espalda, no sabría decir porque, simplemente se me hace una parte sensual del cuerpo humano.

Mientras me levantaba para irme a duchar para ir a la Facultad pues estudio Medicina pues quiero especializarme en Psiquiatría.  Allí le conocí de hecho, Andrew está en sus últimos años de Medicina pues quiere ser Cirujano estético, la primera vez que le vi tenía su bata blanca y estaba bastante apurado, de hecho paso corriendo a mi lado con algunos de sus compañeros y no solo yo quedé algo perturbado con su presencia, recuerdo que lo primero que vino a mi mente fue el típico pensamiento de “Creo que me acabo de enfermar” la verdad todos los que allí estábamos presentes para la inducción de la carrera como tal comentábamos que habíamos escogido muy bien al parecer entre risas . Entrando en el baño, me repetía cientos de veces que no debía derramar una sola lagrima pues una parte de mí, una muy grande sabía que riesgos corría al estar con él, pero eran inútiles mis intentos de valentía pues hace mucho rato que mis lágrimas  corrían como riachuelos por mis mejillas, sentía como me privaba lentamente de aire, sentía esa presión característica en el pecho cuando sabes que algo está muy mal, mis manos temblaban así que solo las empuñé hasta hacerme daño. Esa mañana no fui a clase, valla mierda de viernes.

Andrew

Odiaba pelearme con Daniel, pero sin embargo a esto se reducía mi paciencia y es que esa parte posesiva y dominante de mi parte no solo sobresalía cuando teníamos sexo, al principio la controlaba y la mantenía alejada lo más que podía excepto cuando teníamos relaciones y aun así conteniéndome a veces llegaba a hacerle daño y es que es algo que no me es humanamente posible eliminar de mi ser y a esto mismo se debían la mayoría de peleas que teníamos últimamente y es que como no si me enfermaba de una manera exorbitante tener que ver a Daniel con su “compañero de estudios” así le denominaba el, pero que para mis ojos no pasaba desapercibido el deseo que manifestaba su dichoso compañero con solo ver hablar a Daniel y lo sé no porque sea un celoso empedernido, o bueno si; pero aparte de eso lo sé porque así me habían mirado a mi muchos años, y no niego que era un beneficio saber que podrias conseguir todo aquello que quisieras con tan solo una insinuación pero eso estaba bien para mi pues puedo decir que muy pocas veces fallé en lograr mi cometido y salir bien librado, pero Daniel es diferente, muy inocente, muy vulnerable y a los ojos de ese tipejo no dudo que estas cualidades se veían más que atractivas; lo que el ignoraba era el hecho de Daniel era Mío y que a mí no me gusta compartir ni por equivocación.

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Bueno chic@s, este es mi primer relato y  está un poco corto porque es una sencilla contextualizacion de los personajes en la cual describo someramente sus actitudes y ese tipo de cosas, si les gustaría leer la continuación de la historia les agradecería que me lo hicieran saber, también si tienen sugerencias o comentarios serán muy bien recibidos! Muchas gracias por leer c: