A la salida del trabajo

Una compañera que me calentaba, recibe su merecido a la salida del trabajo

En el trabajo hay una compañera que me calentaba mucho. Yo pasaba de ella, precisamente por eso, pero la muy cabrona, tiene a todos los hombres de la empresa rendidos a sus pies. Incluso el jefe.

La muy guarra, no hace nada en el trabajo, esta todo el día, café va, cigarro viene, habla o zorrea con uno, zorrea con el otro, vamos que solo le falta que el jefe le ponga el piso, si ya no lo tiene.

La chica tendrá unos 30 años, es guapita de cara, ojos azules, y pelo largo por debajo de los hombros. No tiene mucho culo, es delgada y tiene pocas curvas, además de un pecho pequeño, pero supongo que debe chuparla o follar como una coneja, si en el trabajo el jefe la tiene puesta.

Todo se inicio, el día que la tonta creo que se dio cuenta que la ignoraba, ni babeaba por ella, ni la seguía con la mirada. Supongo que se propuso como reto, calentarme.

  • hola Juan.

  • hola Vanesa, dime qué quieres?

  • nada, no puedo hablar contigo- me dijo haciendo un mohín con los labio, como disgustada por mi pregunta. Como dije, se nota que no está acostumbrada a que la ignoren.

  • ok, pero tengo mucho lio, si puede ser rapidito me vendría bien.

  • bueno un rapidito, no es mi estilo pero no me importa- insinuó poniendo cara de picara.

Como trabajo en una habitación cerrada en la que solo estoy yo, me permití el lujo de seguirle la broma, pero decidí subir la apuesta, para ver hasta donde llegaba ella.

  • si, a mi no me va los de 15 minutos y  ya está-

verdad? hay hombres que no aguantan ni 5 minutos y ya está, eso es frustrante, para alguien tan caliente como yo. esto lo dijo pasándose las manos costados desde los pechos, hasta las caderas y parando en estas.

Yo que sabia a donde quería ir, le dije.

  • hay mujeres que no aguanta dos horas

-¿dos horas?, exagerado, no será para tanto- me dijo y no te la curiosidad en su cara.

  • Vanesa, tengo trabajo, dije yo, dándole a entender que había hablado demasiado.

Ella se fue, me costó echarla, pero conseguí que se interesara y se picara de curiosidad.

A lo largo del día, volvió varias veces, intentando iniciar la conversación donde la dejamos, ya más descarada, insinuando si yo aguantaba más de 15 minutos. Yo siempre le decía que tenía trabajo y que me dejara.

Al final del día, cuando todos íbamos hacia los coches, ella me dice que si podemos hablar algo, a lo que le digo que quiere?

  • es verdad que puedes aguantar dos horas haciendo el amor?

Yo para intrigarla más.

  • Depende de lo que entiendas por hacer el amor? y también lo que te hayas metido entre las piernas. - Había echado el anzuelo y pico.

Ella abre mucho los ojos y empieza a  decir, que siente curiosidad y que si quiere que quedemos esta noche y que le explique o enseñe a ver si todo es mentira o verdad.

Me acerco a ella, dejándole mi cara tan cerca, que la podía haber besado sin problemas, mientras la atraía hacia a mí con el brazo izquierdo en su espalda y la mano derecha le agarra el culo.

  • Esto es sencillo, debes seguir unas reglas, harás todo lo que diga y no rechistaras. - se lo dije con voz calma y casi susurrándoselo. - si haces eso disfrutaras mucho.

Ella abrió los ojos y luego se sorprendió cuando metió mi mano derecha entre sus piernas debajo de su falta, y acariciaba su vagina sobre sus bragas.

Ella intento alejarse pero le di un morreo, mientras seguía jugando con sus bragas e intentaba con un dedo apartar la braga y alcanzar su coño.

Estaba algo húmeda, por lo que supuso que todo era postureo y estaba muy cachonda.

Como la quería dejar caliente, le dije que esta noche no podía ser, pero que podía catar el materia si quería, pero que fuera rápida, que tenía prisa.

Enseguida se agacho y me abrió la bragueta y me saco la polla, tengo una buena herramienta de 24 cm. Abrió la boca de asombro y yo le dije,  cogiéndole la boca, que chupara, que tenía prisa.

Intento indignarse.

  • si te vas ahora, no quedaremos, tú decides.

Se lo pensó y empezó a chupar, estábamos en un parking, no había muchos, coches, nos metimos en el mío, y en el asiento trasero, empezó a mamármela.

Intentaba con todas sus fuerzas, exprimirme, pero como no era mi primera mamada, me aguantaba bien, para que no me corriera, además no le cabía toda mi  polla, en su boquita de piñón.

Ella se lo tomó como algo personal, ya que no me corría y empezó con la mano a meneármela, luego siguen con las dos, ya que con una no me la abarcaba, intento masajearme los huevos, pero tampoco me corría, al final desistió, diciendo que le dolía la boca.

Yo me rei y le dije, que si ero era todo, con la polla a tope .

  • me dejas así?

  • si quieres me puedes follar-

ok, pero me correré rápido, que tengo prisa- le dije mirando el reloj.

Me salí fuera, le dije que se pusiera a cuatro patas en el sillón de atrás, con la falda levantada y ya sin bragas, me subí los pantalones, me puse por fuera, y con la polla por fuera la agarre por las caderas, fui bajándola, hasta que se la puse en la puerta de su coño.

Fui jugando con la punta de mi nabo, mientras, ella intentaba empujar, para metérsela, pero como yo la tenia agarrada por las caderas, y ella era muy delgada la podía casi levantar en peso.

  • métemela ya, que no aguanto.- me decía.

  • pues debes aguantar-

Poco a poco, fui m rozándole, los labios, con la cabeza de mi polla, y cuando se los pase y le cree la ansiedad, porque la follara, se la metí de golpe.

El grito que dio, fue entre susto y suspiro.

Luego empecé a bombear, con un mete saca lento al principio y rápido después, según su respiración aumentaba.

Su coño, estaba ardiente y parecía que tenía el grifo abierto, porque chorreaba por los muslos. Despues de varias embestidas, dio un grito y se derrumbo, o eso intento, porque no la deje, le mantuve las caderas en algo, y seguí follandomela hasta que tuvo un segundo orgasmo, después de unos 15 minutos y posiblemente 3 orgasmos, le dije, que si ya estaba rendida.

Ella ni me contestaba, estaba como ida y solo me la follaba, por lo que decidí, correrme, le di mucho mas fuerte metiéndosela hasta el fondo, con mis pelotos golpeando atrás y adelante.

Ella intento poner su mano en mi estomago para que no la metiera tan hasta el fondo, pero entre que no tenía fuerzas y soy más fuerte que ella, termine de correrme dentro de ella.

Vanessa, seguía como ida, mientras yo me vertía dentro de ella.

Me aparte, y vi como con el culo al aire, de su conejo, salía mi corrida y caía sobre el suelo del parking.

Ella después de un rato se paso un pañuelo por sus labios e intento salir, pero yo estaba en la puerta con la polla todavía morcillona y llega de mi corrida y sus jugos.

  • aparta, déjame salir-

  • primero debes limpiar lo que has manchado- le dije poniéndole la polla en la cara.

Se resistio un poco, pero como no me apartaba, empezó a chuparme la polla y luego a lamerla.

Cuando la dejo humeda, pero limpia, me aparte.

  • Eres  un cabron- me dijo.

Se fue hacia su coche y yo me quede mirando, hasta que arranco.