A la salida de clases de la universidad
Me encotraba sentada en las bancas de la universidad y me excitaba rememorando los encuentros de mi amiga Abenell con Mariana.
A la salida de clases de la Universidad
Terminaba mis clases en la universidad, encendí mi teléfono y entró un mensaje de texto, era mi amiga Abenell que me invitaba a conversar un rato. Días antes habíamos conversado sobre la excitación que sentía cuando estaba cerca de su amiga Mariana.
Mariana es una mujer de piel canela, morena, 18 años de edad, contextura mediana, cabello lacio, de grandes pechos, que eran la obsesión de Abenell. Ella, Abby, es una mujer de piel blanca, cabello negro, teñido a rubio, de pechos medianos pero con un increíble culo y unas hermosas nalgas, grandes y deseables. Mariana hacía meses tenía un enamorado por lo que se mostraba reacia a cualquier tipo de relación, ni siquiera su experiencia lésbica que tuvo con su amiga Rita la hacían desistir de su enamoramiento con Alberto.
Según me contaba Abenell, recordando sentada en las bancas de la universidad, situadas fuera de las aulas en un ambiente para socializar, se mostraba muy cariñosa en las conversaciones llegó a mostrarse a Mariana con pequeñas ropas, una minifalda y un brasier para provocar miradas en su amiga. En los días siguientes en una de sus conversaciones sostenidas vía chat, mostrándose cariñosa en demasía, contándole sus experiencias bisexuales y mostrando interés en ella y en sus hermosos pechos, a lo que Mariana se sintió halagada. Esa noche vestía un short de jean, una blusa roja suelta y debajo ropa interior blanca e hizo algo fuera de lo común, se atrevió a hacerle un striptease a su amiga; puso una música electrónica de fondo, empezó a contonear su cuerpo al ritmo de la canción, después de unos segundos de baile se quitó la blusita quedando en brasier, luego le dio la espalda a la cámara se inclinó hacia adelante mostrando sus hermosas nalgas y quitándose el short, así se quedó en brasier y tanguita, cuyo hilillo se le metía en la raja con un pequeño triángulo por delante. Mientras el ritmo de la canción proseguía,, se fue despojando de sus demás ropa quedando totalmente desnuda ante la cámara para su amiga Mariana, se acercó a la cámara puso su pie derecho sobre la silla mientras el otro permanecía en el piso quedando su coño ante la cámara para frotárselo con dos dedos de arriba hacia abajo, luego con dos dedos de su mano izquierda se frotaba el clítoris y un dedo de su mano derecha se lo introducía en el coño, masturbándose para su admirada amiga. Se sentó en la silla luego, alejándose un poco de la cámara, abriéndose de piernas, metiéndose dos dedos al coño con su mano derecha y con la otra se acariciaba las tetas y se jalaba los pezones hacia adelante. Se sacaba los dedos de rato en rato y con la punta de la lengua se los lamía lentamente. Del otro lado de la cámara Mariana se mordía los labios y de vez en cuando se los remojaba con su lengua, sus manos acariciaban sus tetas por encima de sus ropas y no perdía detalle mientras Abenell se masturbaba para ella, había logrado excitarla, los pensamientos y deseos de Mariana estaban en el cuerpo de Abenell. El primer paso estaba dado, tenía su atención.
Los días siguientes eran conversaciones encendidas sobre los deseos de Abenell de posar su lengua en sus pezones y morderlos, meter sus dedos en su coño y frotar sus nalgas con gran deseo, juntar sus cuerpos y unir su respiración con la unión de sus labios. Mariana le estaba tomando cariño a Abenell, a tal punto que terminó su relación con su chico Alberto por su insistencia a tener sexo, ella aún era virgen. Cinco días después de su encuentro sexual en el chat, nuevamente Abenell incentivó a Mariana con un audio relato erótico para motivar su lujuria, el alcohol que tenía en su cuerpo luego de una fiesta que había tenido aumentaron su lívido sexual. Mariana, se mostraba dispuesta a seguir en sus calentamientos sexuales. Ahora Abenell lucía un tanguita rosado, del mismo color que su brasier, del cual se despojó rápidamente, bailando frente a la cámara desnuda para su amiga, mostrando uno de sus mejores atributos frente a la cámara, sus nalgas, meneándolas de derecha a izquierda, luego se puso de pie con una mano en su coño y la otra en sus tetas mientras seguía moviéndose al ritmo de la música. Luego tomó un consolador pequeño de unos 20 centímetros, introduciéndoselo a la mitad, se lo metía y se lo sacaba, su mano libre se frotaba el culo y de vez en cuando subía a sus tetas. El audio relato, el alcohol y el baile cargado de erotismo, excitaron a Mariana, quien se despojó de su blusa y de su brasier mostrando para Abby sus apetitosos pechos, éstos llamaron la atención de Abenell, Mariana seguía, se despojó de su pantalón jean, de su calazón blanco quedando desnuda también como Abenell, frotando sus dedos en su coño, tal excitación provocó que los flujos de Mariana irrigaran sus dedos, lo que la llevó a sentarse en la silla abierta de piernas mostrando su coño con una pequeña mata de pelos ante los ojos de Abenell quien también exhibía su coño depilado ante ella. Los siguientes días, surgían expresiones de amor y deseo que de cariño entre ellas en espera del encuentro que animaría sus deseos sexuales.
Fue un viernes por la tarde, primer viernes de este nuevo año, en una pequeña plaza piurana, según me contaba Abenell, ambas estaban deseosas de tenerse. Al encontrarse se tomaron de las manos y Mariana apretó fuertemente una de las manos de Abenell como presagiando el momento, caminaron junto a un restaurante cercano y beber algo de licor para darse más ánimos, yendo hacia un hotel cercano.
Ya en el hotel, ambas se abrazaron y se dieron un gran beso, abriendo la boca lo más que pudieron para introducirse la lengua la una a la otra, jugueteando, después se quitaron las ropas para darse un buen baño para calmar los calores de su cuerpo. En el baño, siguieron sus tocamientos de sus tetas a su coño, de vez en cuando unas firmes caricias en sus nalgas; de Abenell me encantaba su sabroso culo y de Mariana sus apetitosas tetas. La salida del baño fue muy ceremoniosa con los cuerpos a medio secar, dirigiéndose a la cama, rápidamente Abenell se sentó al medio de la cama con las piernas abiertas, Mariana fue hacia ella y Abenell empezó a besarle sus tetas por los lados de sus pezones, luego juntó sus labios a sus pezones jalándolos hacia su boca como mordiéndolo con los labios. Mariana se afanaba en el coño de Abenell tocándoselo y acariciándoselo con ganas, frotándolo con sus manos y sus dedos, introduciéndoselos en la profundidad de su coño, sintiendo las paredes de su coño entre sus dedos. Luego Mariana, se bajó hasta su coño para chupar y masajear el clítoris de Abenell mientras introducía uno de sus dedos en su coño, Abby se abría más de piernas y tomaba de la cabeza a Mariana. Tomó un consolador pequeño para introducirlo en el coño de Abenell mientras sus labios seguían mordiendo y lamiendo su clítoris.
Luego Abenell se montó encima de Mariana y empezó a lamerle el coño al tiempo que ponía el suyo en la boca de su amante, ambas bocas lamían sus coños, las lenguas jugueteaban en los clítoris y sus dedos entraban y salían de sus coños, era un 69 maravilloso, trenzando sus cuerpos con sus brazos, girándose quedando Abenell debajo de Mariana sujetando su cuerpo, pegándolo al de ella con su boca dentro del coño de ella. La excitación estaba en el punto máximo del placer, la lengua de Abenell hurgaba en el clítoris de Mariana con dos de sus dedos metidos en el coño de su amante, Mariana trataba de girar pero estaba bien sujeta por los brazos de Abby que no se detuvo ni se separó de ella ni por un segundo, luego con las puntas de sus dedos metidas en el coño de Mariana, los fijó ahí deteniendo la salida de flujos y con la parte final de sus dedos donde la mano empieza empezó a agitarlos de derecha a izquierda velozmente provocando una salida de flujos mientras con la otra mano frota con intensidad su clítoris y la corrida es descomunal que regó la cara y los pechos de Abenell que se ahogaba en el coño de ella. Mariana y Abenell se echaron en la cama quedando de costado juntando sus cuerpos besándose como agradeciéndose por el placer dado, acariciando suavemente sus cuerpos, las manos de Mariana iban hacia las nalgas de Abenell y las manos de Abenell en la espalda de Mariana juntando más sus cuerpos para que sus tetas se pegaran a las suyas.
Estaba en la tranquilidad de las bancas de la universidad y recreaba esta excitante sesión de sexo que Abenell me contaba a través del chat, ella culminó su carrera de administración por lo que algunos ciclos llegué a conocerla personalmente, a sus 25 años se veía más hermosa que a sus 18. Las imágenes de sexo entre ella y Mariana hicieron que me tocara, cerraba mis piernas para frotarlas la una a la otra, mis pezones rompían la blusa que llevaba y destacaban de mis pechos. Me dirigí rápidamente al baño, con los ojos brillantes de deseo, me quité el pantalón y mi calzoncito, me abrí de piernas en la taza del baño, con una mano sostenida a la pared y con dos dedos de la otra metidos en mi coño mirando hacia la pared cuando sentí unas manos en mis nalgas, era Francisco, mi profesor, que llevaba varios minutos viéndome masturbar, lo que le produjo excitación pues se le notaba por el bulto de su entrepierna. Sin moverme de mi lado, seguí masturbándome sintiendo un dedo en mi culo y después la penetración, me la metió con ganas y yo con mis dedos en mi coño y una verga detrás de mí, entrando y saliendo de mi culo, para calmar mi deseo. Estando de pie un poco inclinada hacia adelante sostenida con una mano alcancé mi clímax y mi satisfacción con la corrida de mi coño sintiendo como una verga fláccida se salía de mi culo. Pero no todo tenía que ser así de rápido, así que lo hice arrodillarse para que me coma el coño y sentir su lengua dentro de mí. Él tenía sus manos sujetas a mis nalgas con su boca pegada a mi coño y yo con mis manos sujetando su cabeza. Luego de este placentero sexo oral, Francisco terminó por quitarse sus pantalones y sus calzoncillos para sentarse en la taza del baño con las piernas ligeramente abiertas y yo me trepé en él cabalgándolo, metiendo su verga lentamente en mi coño mientras lo montaba, él me cogía de las nalgas para darme más impulso en mis subidas y bajadas con mis pies apoyados en el piso del baño apretándome a él rodeando mis brazos por debajo de sus hombros. Luego de un rato me salí de él para chupársela y lamérsela para terminar saboreando su rica leche mientras me acariciaba el cabello con delicadeza.
Los encuentros sexuales entre Abenell y Mariana relatados por la misma Abby a mí, lograron encenderme y terminar teniendo sexo en el baño de la universidad con mi profesor. Mis deseos sexuales por Abenell y Mariana se hacían intensos, el culo de Abby y las tetas de Mariana, sin duda me excitaban y mi mente recreaba encuentros sexuales y ellas sabían que las deseaba.