A la prima se le arrima

Jamàs pense que pudiera suceder... pero, la verdad no me arrepiento.

Las mujeres de mi vida – Tong-po

Relato no. 24

Nunca digas, de esta agua no beberé

Leyendo los relatos de esta página, sobre todo los de "Amor Filial" me llaman la atención pero aunque se que se dan estos casos jamás pensé que me llegara a pasar a mi, yo decía que no podría hacerlo con alguna de mis tías, primas, hermanas, en fin cualquiera de ellas, pero pasó y bueno aunque tengo un poco de sentimiento de culpa la verdad es que fue una experiencia fantástica.

Por motivos de trabajo tuve que ir a un poblado al sur de México y como el pueblo de donde es mi familia se encontraba a escasos 40 minutos del sitio me quede en casa de mis tíos, después de saludarlos a ellos a mis primos cuatro hombres y tres mujeres me quedé anonadado con mi prima Mirna, que a sus 30 añitos se ve preciosa, mis otras primas lo son pero..., platicamos de la familia y luego mis primos se fueron a sus respectivas casas, solo quedamos mis tíos, la prima Mirna y yo.

Retrocediendo un poco, cuando tendría yo unos 17 o 18 fui también de vacaciones y en esa ocasión ella era una niña flaquita que apenas empezaba a desarrollar busto aunque ya mostraba que tendría unas buenas nalgas y aunque en esa ocasión la vi pasar de una recamara al baño y la vi solo en pantaletitas blancas y tapándose con una toalla el busto, no sentí excitación alguna, sino hasta hoy.

Bueno, después de arreglar el asunto al que iba, mis tíos me ofrecieron quedarme unos días más, a lo que accedí a estas alturas tampoco había pensado que podría pasar algo, pero como dicen, "la mujer fuego, el hombre estopa, llega el diablo y sopla" y vaya que sopló, como en la ocasión anterior vi pasar a mi prima del mismo cuarto al baño sólo en pantaletitas blancas y también con una toalla tapándose apenas sus bien formados senos, esta vez la pantaleta mostraba unas nalgas preciosas, grandes y redondas, esta vez si sentí una erección involuntaria yo creo que era costumbre de ella hacerlo así, trate de calmarme y quitármela de la mente pero esa noche la soñé totalmente desnuda y viniendo hacía mi, desperté y decidí que al día siguiente tendría que irme, de solo pensarlo era una locura.

A la mañana siguiente me levante y bañe, al salir a la cocina allí estaba mi prima recién bañada también y llevaba puesto un vestido blanco con flores de colores, entallado al torso y la parte de la falda volada a la rodilla, se podían admirar plenamente sus senos redondos y sus piernas velluditas, le pregunte por los tíos, me dijo que habían ido a otro poblado y que llegarían por la tarde, así que ella me atendería.

Desayunamos y continuamos charlas sin ningún tema específico hasta que... sentados en la salita de jardín uno frente al otro me platicó del hombre que hubiera sido su esposo y que antes de casarse ella había perdido su virginidad y después el tipo huyo y no se volvió a saber más de él. Así que ella al contármelo hizo también el comentario que desde entonces (ocho años) no había probado las mieles del amor, no que pasó, simplemente la atraje hacía a mi y le di un beso en la boca, ella reaccionó abrazándome y así amarrados en un beso comencé a acariciarle el cuerpo, mis manos iban de sus senos a sus nalgas y ha su pepita por sobre el vestido, saque sus senos del entallado vestido y comencé a chuparlos, sus senos coronados en un pezoncito color miel se bamboleaban a cada masajeada y pronto alce la falda de su vestido y mientras besaba sus senos amasaba sus ricas nalgas con ambas manos, ella solo se remitía a gemir y a revolverme el cabello diciendo: "así, así" suavemente.

Deslicé mi mano a su pepita y tocándola por encima de la tanguita blanca puede percatarme que estaba totalmente mojada, mientras la besaba metía mis dedos por los bordes de su tanguita hasta colarlos dentro de su rajadita acariciando su clítoris hasta hacerla llegar en un orgasmo ruidoso y abrazándose a mi levantaba una pierna como queriendo correr fue entonces que la recosté sobre el silloncito y sólo haciendo a un lado el triangulito de su tanga saque mi miembro ya erecto y lo coloque en la entrada de amor de mi prima empujando y sintiendo la calidez y suavidad de ese hoyito casi virgen, vaya que si apretaba Mirna sentía como estrangulaba mi herramienta sexual y la deslicé lenta pero sin chistar hasta el fondo haciendo que ella emitiera un sonido gutural de placer y comencé a bombear lentamente primero y luego acelerando a un ritmo que pensé que le rompería el útero la pelambrera de mi prima era hermosa cabellos rizaditos y negros que rozaban mi pubis haciéndome cosquillas, la imagen de mi prima recostada en el sillón con la falda enrollada a la cintura, abierta de piernas y ensartada por mi, me enloqueció y la bombeaba cada vez mas fuerte y más fuerte hasta hacerla decir: - ¡ya primo, ya!, y ambos descargamos nuestros orgasmos abrazándonos mientras yo mordía sus pezones y empujaba y empujaba mi palo hasta el fondo escupiendo hasta la última gota se semen, vaya delicia de mujer.

Después ella comenzó a llorar y yo trataba de consolarla diciendo que nos había traicionado la pasión que nos habíamos dejado llevar, en fin yo también me sentía mal, pasaron un par de horas y cuando ya habíamos llegado a la idea de que no perjudicábamos a nadie y si nos beneficiamos, bueno, pues, lo hicimos una vez más esta vez la cogí desde atrás mirando sus hermosas nalgas rebotar en mi vientre y aunque no pude acceder a su anito, fue una cogida maravillosa.

La verdad es que aunque aún me embarga la angustia de que le di su merecido a la prima y creo todavía que no está nada bien, espero que mi próxima visita mi prima Mirna. me deje atenderla como o tenderla con mayor pasión y entrega.

Me despido esta ocasión diciendo la frase que se dice por aca ... " a la prima se le arrima"... adios.