A la fuerza

¿Te excita la autoridad?

A LA FUERZA

Me costó encontrar los pantalones adecuados. Al final en una tienda de hípica encontré unos color verde oscuro, y unas botas que eran idénticas a las que buscaba. En una tienda de dudosa reputación en el rastro, encontré, la camisa y la chaqueta idóneas, con todo ello y las esposas que hace tiempo tengo y mi linterna de buceo (bastante larga y robusta) tenía todo lo que necesitaba para mi disfraz. Esa noche íbamos a salir de copas, ella me notaba inquieto, juguetón… y le gustaba verme así, sabía que esa noche de una u otra manera iba a resultar excitante. Para acompañar la velada, se vistió con un top de vuelo precioso, una minifalda muy sexy, las medias que sabe que me pierden y para mi sorpresa posterior, nada de ropa interior. Me las ingenié para pasar por una zona muy poco transitada que previamente había comprobado que era ideal para mi plan. Paré el coche y le dije; -Esta noche toca sorpresa, así que conduce hasta la rotonda desde la que te he dicho que había unas vistas preciosas y luego vuelve aquí- Lo que para ella no fue una sorpresa, fue que le dijera eso, sabía perfectamente mi afición por sorprender y crear situaciones morbosas. Así que sonrió, me besó y sin preguntar, se marcho conduciendo. Yo había dejado entre unos matorrales escondida una mochila con mi disfraz de motorista de la guardia civil. Me cambie rápidamente y me adelante dos calles para interceptarla por sorpresa. Cuando ví aparecer el coche, me puse en medio de la calle y comencé a hacerle señas con la linterna para que detuviera el coche. Cuando lo hizo me acerqué y alumbrando su cara le pedí la documentación con voz seria e inquisidora. Ella al reconocerme y verme así disfrazado se echó a reír, y con voz muy firme e inquisidora le increpé; - Señorita, si se toma esto a guasa lo único que va a conseguir es empeorar su situación- En ese momento ella se me quedo mirando y entro de lleno en el juego. - Disculpe agente, me he puesto algo nerviosa.- (ya estábamos jugando los dos). Ella hizo ver que no encontraba la documentación en la guantera, lo cual me dio pie para hacerla bajar del coche justificando un registro rutinario. Protestó, la llame al orden. La protestas y las llamadas acabaron en una discusión a la que puse fin cogiéndola con fuerza, apoyándola contra el coche y esposándola. - Ahora, si que te voy a registrar, me lo has puesto a huevo, lo mismo es hasta lo que buscabas ¿no? Le dije al oído con voz lasciva. Mientras yo recorría su cuerpo, ella se revolvía, aun más cuando amasé sus senos con vicio. Ella se revolvía mientras decía; - no por favor, no por favor….- En ese momento metí mi mano por debajo de su falda, hasta encontrarme directamente con toda su excitación mojando mi mano - ¿no? ¿Como que no? Claro que si… ¿Donde vas tu sin braguitas? Ya se lo que tu quieres… yendo por ahí sin braguitas, a ver si te para alguien y te levanta la faldita ¿verdad? Yo te voy a dar lo que tú quieres…. Le hablaba al oído, con vicio, con voz lasciva, mientras acariciaba su clítoris y mi mano se empapaba en ella…. Ella se seguía revelando, y mojándome cada vez mas…. Hasta que me desabroché los pantalones y la penetré de golpe. Ella gimió, gimió fuerte en el primer envite y continuo gimiendo mientras intentaba decir no, mientras intentaba decir; - Mi chico anda por aquí cerca…. No…. No por favor…..- - ¿No? ¿Si no quieres como estas tan mojadita? Como puedes gemir así de placer y negarlo, ¿lo estabas deseando verdad? La tumbe en el capo del coche y volví a penetrarla fuerte.Mientras interpretábamos cada uno nuestro papel, seguimos excitándonos con los comentarios de uno y otro. Estallamos en un orgasmo con el que gemimos los dos como si no estuviéramos en la calle, creo que no nos vio nadie, pero eso es solo una suposición Cuando dejamos de jadear, la tumbe en el asiento de atrás del coche y me fui. Me cambie de nuevo a pocos metros del coche, pero sin perderlo de vista. Cuando volví ella aun estaba tumbada, disfrutando no se si del orgasmo aun, o de la fantasía vivida. La bese en la frente y le dije; - ¡Cielo!!! ¿Donde estabas? ¿Que ha pasado? ¿Estas bien? En ocasiones nos hemos excitado una barbaridad recordándolo.