A jugar...
Estoy agotado y casi no puedo respirar, me encuentro boca arriba y mis brazos están atenazados por los brazos del otro, lo mismo ocurre con mis piernas
A JUGAR…
Estoy agotado y casi no puedo respirar, me encuentro boca arriba y mis brazos están atenazados por los brazos del otro, lo mismo ocurre con mis piernas, él bajo mi espalda me sujeta con tenacidad y sus piernas cruzan las mías por delante sobre mis muslos no dejándome moverme apenas, noto contra mis nalgas el abultamiento de su entrepierna y eso me excita, intento en varias ocasiones zafarme de su presión y en un instante me deshago de mi oponente tumbándolo al suelo mientras pongo mis rodillas sobre sus brazos obligándole a tocar con sus omoplatos la lona mientras levanta una y otra vez su cabeza para intentar derribarme lo que provoca que me roce los genitales ya excitados, así ha finalizado la pelea de hoy, no siempre acaba así. Sudorosos y jadeando nos levantamos para ir al vestuario.
Me bajo los tirantes del maillot de lycra y Ramón, mi oponente hoy en la lucha pasa por detrás palmeándome la nalga riéndose ¡Buen culo! con la toalla al hombro y ya desnudo hacia las duchas, yo más lentamente me desnudo intentando que mi erección disminuya ligeramente, el joven de unos treinta y pocos no se le puede denominar hermoso, cabello negro oscuros ojos, labios sensuales y unas pestañas larguísimas que realzan el rostro es como yo del montón, pero desnudo tiene un cuerpo atlético y con fuerza pese a ser delgado, es muy amable, divertido y dicharachero nos reímos mucho a veces, pese a la separación de su mujer bastante reciente y haciéndose cargo de su único hijo de unos 10 años menor que yo, bastante conflictivo, según me cuenta. Ramón sabe que soy gay, nunca lo he ocultado a nadie desde mi regreso de EEUU y a veces me gasta bromas que yo corroboro con las mías, él se mete con mi trasero y yo con su polla para luego terminar con risas, también vienen compañeros de él al gimnasio para desahogarse en la lucha libre.
Ramón debe estar vistiéndose, en la gran ducha comunitaria estoy solo, abro el grifo dejando que el agua me resbale por todo el cuerpo algo dolorido apoyando mis manos estiradas sobre las baldosas, ya ha pasado casi un año de mi regreso al país, el agua resbalando por mi cara ocultan las lágrimas que se deslizan de mis ojos doloridos, siento la caricia de una mano sobre mi hombro, me doy la vuelta encontrándome a Ramón secándose, me mira a los ojos e intenta sonreír, se da cuenta y se disculpa, yo riendo lo abrazo metiéndolo de nuevo bajo la ducha, tiene una fuerte erección y pregunto: ¿Cuándo fue la última vez? Se sonroja soltando un aullido ¡Ahuuuu! Dejo su espalda apoyada contra la pared y paso mi mano sobre sus ojos diciéndole: ¡Piensa en alguien que te excite, pero no mires! Ramón cerró sus ojos y agachándome frente a él comencé a masturbarlo lentamente, luego mi lengua se fue paseando por su verga de arriba abajo, mis labios capturaron su cabezona verga y le hice una mamada, sus brazos laxos apretaban las baldosas, pero al poco se posaban sobre mi largo cabello como si fueran pájaros en reposo, jadeaba, mis dedos acariciaban sus genitales y al poco el dedo índice frotaba su ano, lo mojé en mi boca para seguir abriendo camino y finalmente entró en su santuario tan cerrado, apreté el dedo varias veces dentro y su polla comenzó a palpitar soltando una gran cantidad de semen que yo dejaba resbalar por la comisura de mis labios, sus gemidos eran audibles pero estábamos solos, deslicé mi dedo fuera de su ano mientras terminaba de succionarle bien la polla.
Me incorporé con una erección de caballo para darme cuenta que él no había cerrado los ojos todo el rato, se agachó pero se lo impedí diciéndole: ¡No tienes obligación para hacerlo! Frente a mí me abrazó apoyando su rostro en mi hombro mientras yo me masturbaba, la calidez de su cuerpo me enardecía y su fuerte respiración agitaba la mía, cuando estaba a punto se deslizó hacia abajo mientras mi polla soltaba semen mojándole totalmente el rostro con mi viscosidad, puso su mano sobre la mía mientras yo terminaba de acariciar mi verga paseándola sobre su cara, una vez de pie recogí mi semen llevándomelo a mis labios, Ramón sacó su lengua para saborear ése extraño sabor en su boca, cuando menos lo esperaba apoyó sus labios sobre los míos livianamente al poco nos separábamos para ducharnos de nuevo en silencio y dije: ¡Vas a tener pesadillas con esto! A lo que Ramón soltó: ¡Bueno que vengan y así repito! Nos reímos ambos.
Mientras nos vestíamos soltó: ¡Tengo más confianza en ti, que en mis propios compañeros de hace muchos años, me escuchas cuando te cuento algo, difieres conmigo en algunos temas, pero nunca te burlas de mí y mi situación además dices lo que piensas me guste o no! Entonces siguió diciendo: ¡Me gustaría que mi hijo aprendiera inglés correctamente, es un poco vago y zoquete! ¿Si pudieras tener algo de tiempo para enseñarle…? Yo le miré a los ojos diciéndole: ¡Sabes que soy gay, que pasaría si tu hijo por darte por culo me acusara de abusar de él siendo menor! ¡Yo ya tengo 25, una empresa que me funciona muy bien, con un montón de trabajadores a mi cargo! ¿Qué pasaría si ocurriera lo que dije antes, todo se derrumbaría? ¡Tan solo por el capricho de un niño malcriado! La pesadumbre en su rostro me encogió el corazón y solté: ¡Una hora, tres días por semana, pero contigo delante o una cámara que lo grabe todo y que él no sepa nada de mí! Ramón soltó con fuerte abrazo: ¡Jordan eres un cielo, gracias por ayudarme y no creo que sea fácil!
Noto entre mis dedos el tacto viscoso de semen y me despierto, el sueño ha provocado que me corriera sobre mi cuerpo ¡Maldita sea!
El hijo de Ramón se llama Ángel, es como los chicos de hoy en día, chulito, pasota, farfullero, mentiroso, egoísta, solamente se preocupan de ellos sin importarles los demás, son consentidos y tienen todos los caprichos que desean, si no lo consiguen de la familia se las ingenian para conseguirlo y no siempre de forma lícita. Así fue como conocí al joven en una cena informal a la que fui invitado por Ramón para conocer a su vástago. Iba a ser difícil lidiar con Ángel tras su comportamiento durante la cena y después dejándonos solos sin despedirse metiéndose en su habitación, según él para hacer los deberes, según Ramón para chatear por el portátil o el móvil, nosotros lavamos los platos y recogimos la mesa, luego hablamos un rato en voz baja, de pronto me suelta: ¡Sabes que cuando luchamos el roce de tu cuerpo me excita! Yo respondí: ¿No creerás que te provoco? ¡O tal vez porque te doy más caña que tus compañeros! Ramón dijo: ¡Tú y yo nos batimos duramente, para ellos es un simple pasatiempo deportivo y nosotros a veces tenemos que tener cuidado para no lastimarnos! Yo solté: ¿No serás homologo? Puso su brazo por mis hombros apretándome la nuca me acercó a él y besó mi boca metiéndome la lengua dentro para soltarme instantes después ¡Te vale esta demostración! Entonces puse mi mano sujetando su cinturón del pantalón recostándole el cuerpo en el sofá y devoré su boca, él jadeaba, yo también por el rabillo del ojo vi un leve movimiento en el pasillo y al poco la voz de Ángel diciendo: ¿Padre cuando comenzamos las clases de inglés? No sentamos bien cuando apareció el joven soltando: ¡Me gustaría aprobarlo con sobresaliente! La mirada sobre mí era algo maliciosa y había algo más que no supe discernir, yo era consciente que nos había visto. Para disimular miré las fotos del estante junto al televisor y me di cuenta que Ramón vestía uniforme del Cuerpo de Policía Nacional había una foto suya, acababa de agredir bucalmente a un funcionario del Estado.
Me puse de pie saludando a Ramón y a su hijo Ángel, disculpándome por tener que retirarme y salí de su casa con rapidez. Media hora más tarde, ya en mi casa, Ramón me llamó al móvil se disculpó y yo también, quedamos en vernos en el gimnasio al día siguiente.
Hemos tenido una lucha encarnizada e incluso han asistido alguno de sus compañeros y como sucedía últimamente ambos terminábamos ligeramente empalmados, uno de sus amigos le puso la toalla sobre los hombros mientras Ramón se retiraba al vestuario, el amigo en cuestión se acercó a mí soltando: ¡Sé el juego que llevas con él te aconsejo que lo dejes en paz, él no es para ti! Por vez primera me fijé en el joven que me hablaba, él si era hermoso y apuesto, habíamos luchado en alguna ocasión y continuó diciendo: ¡Conozco a Ramón desde pequeño y no quiero que nadie le haga sufrir más! Miré a sus ojos y supe de inmediato que el desconocido estaba enamorado de Ramón. Al día siguiente Ramón no apareció a la hora habitual y me encontré frente a frente con su amigo, me dijo llamarse Mario, me pidió que lucháramos los dos recalcando que con la misma intensidad que con Ramón y tras prepararnos comenzó la lucha, me embromaba cuando estábamos casi pegados: ¡Para gustarte los hombres luchas con fuerza y no eres una muñequita! Yo respondí jadeante: ¡Lo mismo digo de ti, sin salir del armario tampoco lo aparentas! Hice una finta ante su ataque y cayó sobre la lona, nuestros brazos luchaban entre sí y las piernas intentando zafarse del oponente, hubo un momento que lo tenía boca arriba con una pierna levantada y yo entre medio de su cuerpo doblándole la pierna y nuestros genitales se frotaban tuve una erección y Mario también, atrapó mi cuerpo sobre el suyo apretándome los brazos y mirándole a los ojos le dije: ¿Por qué no se lo dices? Se zafó de mí soltando: ¡Decirle qué! Otra llave más y continué: ¡Dile la verdad, si solamente hablar de Ramón te empalmas! Sudoroso añadió: ¡Si me rechaza perderé su amistad! Me hizo una treta que no era deportiva en la lucha apretándome la garganta con su brazo doblado, con apenas un hilillo de voz dije: ¡Bésalo, así se lo demuestras! ¡Y si sigues así llegará otro u otra con menos escrúpulos y lo apartará de tu lado! La presión sobre mi cuello terminó, me froté el cuello y bajando mi mano sobre su abultada entrepierna la acaricié sobre el maillot, gimió y me levanté del suelo en el mismo instante que yo ayudaba a Mario a levantarse entró Ramón listo para luchar.
Pasé por su lado frotándome el hombro y dije: ¡Creo que he caído mal tendrás que luchar con Mario, yo me retiro por hoy y mañana le doy clases a tu hijo Ángel! Las semanas siguientes apenas nos veíamos yo con la excusa de las clases de inglés iba a otra hora, pero hablábamos bastante por el móvil.
ÁNGEL
Cómo dije antes el joven era chulito, era una monada y él lo sabía aprovechándose de ello, ya desde el primer día me estuvo presionando preguntándome algunas palabras en inglés que él decía desconocer, pero era mentira descubrí que dominaba el idioma correctamente, lo único que no lo practicaba y fallaba en la construcción de las frases.
El primer día me preguntaba palabras como: ¡Semen, follar, pene, chuparla, penetrar, morrear, comer el culo! Todo ello era para embromarme, entonces decidí hablarle solamente en inglés y él tenía que responder de igual forma. Así fue como le preguntaba sobre la música que le gustaba, las discotecas donde iba, los sitios que frecuentaba con sus amigos, los botellones del fin de semana, lo que consumía, con quien salía y poco a poco se fue defendiendo tomando soltura en el idioma, pero siempre una de sus manos se encontraba bajo la mesa y por el movimiento del brazo masturbándose, me miraba a los ojos y en algún momento decía que yo era hermoso, me reía y se lo hacía repetir en inglés, en ocasiones se levantaba para ir a la cocina a beber algo y notaba una erección dentro de su amplio pantalón que mostraba parte de sus calzoncillos, su eterno monopatín siempre cerca o sobre la mesa y hacía correr las ruedas, pasadas unas semanas vestía muy ajustado con pantalones pitillo con cortes deshilachados en la prenda marcando un bonito culo y un buen abultamiento frontal, lentamente se abrió a mí. Una tarde le comencé a soltar las mismas palabras que él me había preguntado el primer día en unas frases y Ángel me respondía, hasta que se dio cuenta de las palabras echándose a reír a carcajadas ¡Me has pillado!
Metí mi mano en mi mochila y saqué una caja dejándola sobre la mesa y acercándola a él dije: ¡Para tu seguridad, no creo que tenga que decirte para que sirven! Aparté mi mano dejando a la vista una caja de preservativos, sonrió socarronamente y miró la caja soltando: ¿Cómo sabías el tamaño? Respondí: ¡Soy gato viejo! Ángel dijo: ¡No eres viejo debes tener 5 o 6 años más que yo! Entonces yo solté una carcajada añadiendo: ¡Te llevo casi 10 años! ¡El tamaño se sabe viéndote la nariz, los dedos de las manos y sobre todo cuando te levantas de la mesa empalmado! Sonrió de nuevo: ¡Me has vuelto a pillar! ¿No se lo dirás a mi padre? Yo miré alrededor diciendo en voz baja: ¡Siempre y cuando no nos haya puesto una cámara para vernos o escucharnos y si lo ha puesto sería para que no me violaras! Y nos reímos a gusto durante un rato imaginando la escena y él añadía alguna cosa más y nos tronchábamos de la risa y así nos encontró su padre Ramón, casi llorando de tanta risa. Ángel se retiró sonriendo todavía y me quedé con Ramón a solas y le comenté: ¡Tú hijo es listo, solamente le faltaba alguien con quien hablar en inglés y corregirle un poco!
Ramón estaba serio, parecía no haber escuchado lo que yo dije y pregunté: ¿Ramón te pasa algo conmigo? ¿Estas enfadado por no luchar contigo? Ramón dijo: ¡No, no es nada de eso! Y se quedó mudo de nuevo, yo fui recogiendo mis cosas y de pronto dijo: ¡Mario me ha besado! Yo quitándole importancia dije: ¡Es tu amigo y los amigos también se besan! Pero él añadió: ¡Su beso era de pasión, sus brazos apretaban mi cuerpo contra el suyo y notaba su polla dura frotándose contra la mía y yo me deshacía entre sus brazos notando crecer mi verga también, su lengua en mi boca me devoraba y yo la suya, cómo hicimos nosotros semanas atrás, pero terminé corriéndome dentro del maillot de tanto placer y él igual! Luego me pidió disculpas y se fue deprisa.
Yo serio hablé diciendo: ¡Mario y tú os conocéis desde pequeños, tenéis una gran amistad, habéis crecido juntos y ahora trabajáis de igual manera, te conoce más que tú mismo, te ha visto en los buenos y malos momentos, te ha querido demostrar que le importas mucho o tal vez no le salen las palabras adecuadas para decirte que te quiere y su pronta retirada posiblemente es a causa de una posible decepción por tu parte hacia él! Ramón dijo: ¡Pero si yo siempre lo he querido, incluso fue mi padrino de boda, yo esperaba que en aquel momento la paralizase, pero no ocurrió y pensé que solamente seríamos amigos de por vida, no me atreví a confesarle mi amor por él para no recibir un guantazo o una negativa vergonzosa! Le dije que me diera su móvil y ya en mis manos marqué el de Mario y dije: ¡Hola guapo, sí le estoy chupando la polla a Ramón! Y le pasé el móvil a Ramón que estaba abochornado y éste oyó como sonaba el distante móvil de Mario ¡Tuuu, tuuu,tuuu! Ramón viendo que le había tomado el pelo dijo: ¿Y qué le digo? Yo añadí: ¡Te amo! ¡Y si quieres colgar lo haces pero él sabrá lo que tú sientes por él! Y descolgaron el otro móvil y oí decir a Ramón: ¡Mario, te quiero…! Y continuaron hablando mientras yo me escabullía de la casa.
Ahora sabía la zona que frecuentaba Ángel con su eterno monopatín, era una zona arbolada con varias pistas y paseos para hacer deporte o simplemente pasear, a lo lejos me detuve a mirarlo se le daba bien el skate, hablaba con otros jóvenes de su edad y continuaban riendo y practicando, poco después pasó cerca un hombre algo de unos 50 o 60 años que lo miró y continuó andando entrando en unos lavabos públicos algo más apartados, pocos segundos después entraba Ángel en el mismo lugar y más tarde entré yo, no había nadie a la vista, pero se oían gruñidos de satisfacción, yo iba vestido en traje ya que había salido de mi oficina me puse frente al espejo y vi al hombre salir de uno de los privados, ésa persona se lavó las manos y pasó su mano por la boca susurrando: ¡Su boca vale los 20 euros! Y me puse a mear frente al urinario, en la pared lateral había un orificio y dos dedos se posaron en él desde el interior del privado, yo nunca he presumido de verga, más o menos mide unos 18 cts. y es gruesa, en eso los dos dedos se separan estirados dando a entender la cantidad a pagar, tomo un billete y con mi pluma marco una señal , lo doblo y lo paso a través del agujero, el billete desaparece rápido, acerco mi verga y una mano la toma acariciándola suavemente y al poco unos labios la mojan para luego ser engullida por su boca ¡Y menuda mamada! Su boca me engulle una y otra vez mientras que sus dedos me acarician los huevos y mi semen le llena la cara, sujeta mi polla paseándola sobre mi semen en su rostro. Oigo que se pone de pie y pongo mis dedos en el orificio haciéndole la señal de acercarse y casi cerca tomo su verga llevándomela a los labios, la humedezco con mi lengua y golpeo mi ligera barba con ella para meterla dentro de mi boca ansiosa, como ya suponía era una polla hermosa larga y gruesa cubierta y apartándole la piel succioné esa hermosura y lentamente fue entrando hasta el fondo de mi boca, se oyó un fuerte gemido y continué con la labor, el joven del otro lado empujaba la polla contra mi boca a través del tabique, que lo recibía con agrado y más gemidos mi lengua la volteaba sin parar, mojándola por completo, ahora mi mano lo masturbaba mientras mi lengua y labios acariciaban su capullo y estalló llenándome la boca con su semen, oí el murmullo de su voz soltando: ¡Dios, Dios! Escupí el semen en el urinario, me lave la boca con agua y salí, instantes después salía Ángel, fue con sus amigos y yo me marché.
Fui a mi casa me duché y me cambié de ropa, ahora iba a casa de Ramón para darle clase de inglés a Ángel, cuando él abrió la puerta iba vestido de igual forma que en el parque y sonreía de una manera algo extraña, ya dentro y sentados a la mesa hablábamos en inglés, pero continuaba con una sonrisa algo bobalicona y entonces me relató sus encuentros sexuales en el parque admitiendo cobrar por esos actos, pero admitía que eran para sus gastos personales también reconocía sentirse excitado ante el poder sexual de otros hombres y calló de repente y pregunté: ¿Y…? Entonces dijo: ¡Hoy ha sido distinto! Continuó: ¡Bueno al principio cómo siempre el hombre mayor me hace una señal y voy a los urinarios, me la chupa, luego yo a él, se corre y se va después de entregarme el dinero! Pero hoy en el otro lado del privado había un hombre trajeado meando en el urinario y a través del agujero vi su verga y me excite al instante, hice lo de siempre para llamar su atención mostrándole mis dos dedos para saber mi precio y tras un instante me entregó su billete doblado, le chupé la polla ¡Y me supo a gloria, era grande, sabrosa y gruesa, me gustó mucho sus huevos estaban llenos y tardó bastante en correrse cómo siempre aparté mi boca y mojó toda mi cara con su semen yo súper excitado me masturbaba, pensaba que tras terminar se iría pero me hizo señal de acercarme al agujero y chupó mi polla, me succionaba cómo si fuera su última vida, era tan placentero que alguien quisiera que disfrutara que me corrí en su boca sin darme tiempo para avisarle, siguió chupándola mientras la frotaba contra su ligera barba mojándola con mi semen hasta no dejar ni una gota de semen, al salir del privado ya no estaba, pero yo me sentía satisfecho por vez primera en muchos años.
Si me preguntas como empezó todo, te diré: Una tarde vi a mi padre masturbarse en la ducha a través de la mampara de cristal y me excité, en otra ocasión poco antes de separarse mis padres vi a mi madre chupándole la polla hasta que terminó con la boca llena de semen. Le pregunté a Ángel: ¿Y no sientes algo por algún amigo especial de tu edad o solamente son amigos con derecho a roce? Me sonrió soltando: ¡Sí tras los días de botellón hemos follado, pero siempre viene a mi mente la imagen de mi padre penetrándome! Y le dije: ¡Te voy a contar una historia real!
Tengo unos amigos que se criaron juntos desde pequeños siempre se defendían uno al otro, eran inseparables, crecieron y con el tiempo uno se echó novia, el otro fue el padrino de boda y el de su primer hijo siguiendo soltero, años después tras la separación del matrimonio, se interpuso otro joven entre ellos y el joven amigo soltero saltó declarándole su amor definitivo alejándole del nuevo intruso, habían pasado casi unos 32 años juntos hasta reconocer que ambos se amaban desde siempre.
Ángel se quedó mudo y asombrado diciendo: ¿Por qué no se lo dijeron antes? Yo serio añadí: ¡Tú no habrías nacido! Callé y tras unos instantes pensando dijo: ¡Mario y mi padre están enamorados, pero el tercero en discordia no lo pillo! Respondí: ¡Yo soy el tercero en discordia! Se incorporó de la mesa golpeándome el hombro soltando: ¡Cabrón me has engañado, nos has engañado a todos! Yo dije: ¡Siento que opines de esta forma! Me levanté de la mesa acercándome al joven Ángel y poniendo mis manos en su rostro le besé los labios, mi lengua entraba en su boca succionándola con ganas, mi verga se endureció, tomé mis cosas saliendo de la casa y sobre la mesa dejé su portátil abierto en una página de wrestling (lucha libre) gay.
Soy Ángel y estoy alucinado, el beso tan intenso de Jordan me ha producido una erección inmediata, su boca me recordaba a la mamada de unas horas antes en los lavabos públicos y casi parecía notar el aroma de su semen sobre mi rostro, tomé mi cartera de loneta buscando los dos billetes de 20, olí uno y después el otro en éste parecía percibir un ligero olor al perfume que Jordan usaba o simplemente era mi imaginación desdoblé el billete y allí estaba su nombre escrito en letras pequeña acaricié mi verga por encima del pantalón fijándome en la pantalla del portátil y fui mirando uno tras otro los videos sexuales de lucha libre y comencé a masturbarme como un loco, veía el rostro de mi padre, el de Mario y también el de Jordan, mi mano completamente mojada de saliva agitaba mi polla con fuerza como si me la chuparan y la otra mano me tocaba los huevos frotando mi ano con los dedos, la corrida fue tan fuerte y placentera que tarde bastante en recuperar el aliento, sin dejar de pensar en ellos tres.
Todavía era temprano y fui al gimnasio tras cambiarme estuve un rato golpeando con fuerza el saco de boxeo con saña, me quité el sudor con una ligera ducha tirándome a la piscina poco después, no había mirado si había mucha gente a esa hora mis pensamientos iban por otros derroteros ¡Y ahora aparecen mis primos de nuevo tras tantos años! ¡Maldita sea y malditos recuerdos! Son primos por parte de madre y hace 10 años que no tenemos contacto, por azar mi empresa ha absorbido una en quiebra de la cual ellos eran trabajadores y socios. Doy brazadas largas y potentes pensando en todo éste lío llegando al borde de la piscina se zambullen dos personas junto a mí. Era en la zona que menos cubre y me pongo de pie, de repente unos brazos tiran de los míos hacía atrás sujetándome las muñecas con una sola mano rozándome el trasero del bañador, enfrente aparece Ramón sonriendo y aprieta su cuerpo al mío y supuse que detrás de mí estaba Mario sujetándome las manos, Ramón dijo: ¡Jordan considérate detenido! ¡Nos dabas una paliza en el saco de boxeo! Y la voz de Mario añadió: ¡Por intromisión al honor y todo lo que confieses puede ser usado en tu contra! Yo intentaba soltar mis manos presas de las suyas y lo único que conseguí fue notar una fuerte erección dentro de su bañador y lo mismo ocurría delante con Ramón estaba empalmado.
Yo dije: ¡No salgo del agua sin estar esposado, podría escaparme! Y mis manos apretaban la dura verga de Mario, daba un paso adelante y Ramón hacía atrás hasta quedar atrapado contra la pared de la piscina, apreté mi cuerpo sobre el suyo frotando mi polla contra la suya y gimió apoyando su barbilla sobre mi hombro y Mario lo besaba, al poco Ramón se sentó fuera en el borde de la piscina y yo bajé su pequeño bañador dejando al descubierto la verga dura que enloquecía en sus sueños a Ángel, la cogí con mi mano y la comencé a chupar mientras mi mano subía y bajaba lo mismo que mi cabeza, sus manos sobre mi largo cabello la apretaban suavemente sobre su verga, Mario por su lado deshizo el lazo de mi bañador deslizándolo por debajo del trasero y al poco notaba como primero sus dedos y luego su polla se frotaba contra mi raja y al poco me penetraba de forma contundente suspirando en mi oído, yo gemía con la boca ocupada ante la entrada de su polla, pero realmente estaba disfrutando mucho, con su mano derecha me masturbaba y la izquierda junto a las manos de Ramón apretaban mi cabeza para chupar y tragarme más la polla del último, la enculada que recibía era espectacular y continuaba gimiendo provocándoles a ambos y sentí como Mario llenaba mi culo con sus fuertes sacudidas de semen, su mano sobre mi cabeza apretaba mi hombro y me mordía sobre él, Yo metí mi mano entre las piernas de Ramón acariciándole el ano y su verga estalló dentro de mi boca salpicándome hasta la campanilla con sus fuertes trallazos de semen que fui tragando.
Tras un breve respiro dije: ¡Podrían habernos visto! Y Mario mostró unas llaves soltando: ¡No queda nadie más que nosotros y tenemos que cerrar después! Salimos del agua, me quité el bañador y ellos hicieron lo mismo, tumbé a Ramón y tomando su verga aún dura me la fui metiendo en el culo, era un gran placer para mí estar clavado en ella, Mario de rodillas junto a su amigo Ramón metía bruscamente su polla dentro de la boca de éste levantándole la cabeza y forzándole a tragársela, yo tan excitado me corrí sobre el vientre de Ramón pero seguía trotando sobre su verga hasta notar como se derramaba dentro de mí y su amigo Mario terminó en su boca, segundos después ambos se arrodillaron a chuparme la polla, sus bocas la recorrían de un lado a otro luego sus lengua y bocas se alternaban para darme placer, sus manos no paraban de acariciar mi cuerpo, la sensación de dominio era tan placentera que apenas pude disfrutarla ya que el placer llegó y tras avisarles comencé a gemir soltando mi semen sobre ellos, luego fuimos a las duchas ya era tarde y Ramón tenía varios mensajes de su hijo Ángel en el móvil y yo también, luego nos despedimos.
Estaba tan excitado que fui a un parque donde solía haber “cruising” (Encuentros sexuales), pensando en lo ocurrido en la piscina me vino a la memoria Ángel y a quien me encuentro entre los matorrales, al mencionado Ángel tumbado con dos jovencitos más, se reían, se revolcaban con los pantalones medio bajados y sus pollas erguidas listas para la batalla, realmente tiene un culo perfecto para follarlo, está sobre uno de sus amigos mostrando su material, pero gira el rostro y parece reconocerme pese a la oscuridad, se levanta arreglándose el pantalón y me sigue, pone su mano sombre mi hombro y dice: ¡Jordan! Simplemente al oír su voz me he excitado de nuevo, solté: ¡Tus amigos te esperan! Él sonríe diciendo: ¡Sólo jugábamos para calentar el ambiente a la espera de un “caballito blanco” que nos pagara la juerga de hoy! Yo respondí: ¡No quiero que pierdas tu oportunidad de ése “caballito blanco”! Se puso frente a mí apretando su cuerpo al mío soltando: ¡Tú eres mi príncipe montado en ése caballo blanco y no deseo nada más!
Lo arrastré hasta un espacio cubierto le bajé los pantalones volteé su cuerpo y lo follé, él gemía diciendo mi nombre, poco a poco recobré el sentimiento que tenía por él, lo acuné contra mí mientras lo penetraba con rudeza, le acariciaba el cuerpo, pellizcándole las tetillas, Ángel solamente murmuraba: ¡Dios llévame contigo en éste momento tan placentero! Di vuelta a su cuerpo sentándolo frente a mí con mi polla clavada en él con sus piernas cruzadas a mi alrededor se abrazó a mi cuerpo besándome, la boca, el cuello, los hombros para luego devorar mis labios, nos fundimos en uno solo y terminé llenándole el culo con mi semen, cuando notó mis sacudidas su verga inflamada con el roce con mi cuerpo estalló mojándome con su semen. Nos tumbamos sobre el suelo de hierba quedando yo bajo su cuerpo boca arriba, su lengua, labios y boca no dejaban de atormentarme, su lengua me producía excitación llegando al paroxismo, separé instintivamente mis piernas y sujetando su polla la coloqué en su sitio, me penetró con rotundidad ¡Que placer tan grande! Sus manos no dejaban de acariciar todo mi cuerpo intentando memorizarlo, yo gemía constantemente soltando: ¡Ohhh, ohhh, ohhh! Y Ángel empujaba una y otra vez dentro de mí, mis piernas lo abrazaban apretándolo más sobre mi cuerpo y él también gemía llamándome, su polla salía y entraba de nuevo clavándose profundamente y su ardor sexual fue igual a su final, sentí unos potentes trallazos dentro de mí inundando mi culo, con una potencia infernal, su jadeo y el mío era sonoro, cerca nuestro había mirones que se masturbaban observando la follada. Ángel se quería separar pero estaba atenazado por mis piernas y le dije: ¡Ángel, no soy uno de tus clientes! Pareció relajarse y se dejó llevar balanceé su cuerpo, su boca atacó de nuevo la mía y lentamente deshice el nudo del abrazo quedando uno junto al otro besándonos.
Tras un breve respiro dije: ¡Creo que tú padre no tardará en regresar a casa! Fue decir esto y vestirse a toda leche, miró la hora y echando a correr desapareció de allí.
Estuve alejado de todos ellos más de una semana, tenía bastantes líos con la nueva adquisición de la empresa en quiebra, habían dos opciones o desmontarla y venderla por separado o bien reactivarla bajo un férreo control, eso me hacía dudar en cada entrevista que tuve todos esos días. Mis primos no me reconocieron, yo no era la misma persona que ellos habían conocido 10 años atrás y no hice nada por demostrarles quien era, ellos me tuvieron bajo su mando, ahora yo les mandaba y si no les gustaba ¡Puerta! Una de mis empresas es Asesor financiero, compro y vendo empresas, tengo buen ojo en las adquisiciones y me respaldan los bancos, que sacan buen rendimiento en todas mis operaciones, he tenido una reunión por separado con cada uno de mis primos averiguando sus proyectos de la empresa, sé de buena tinta que están casados y tienen descendencia pero viven por encima de sus posibilidades, cada uno alega que es por el bien de la familia, pero cuando los junté en otra reunión apenas se miraban a la cara parecían enemistados entre ellos. Y esa noche soñé con ellos años atrás riendo los tres juntos y disfrutando nuestra adolescencia. Y terminé por masturbarme, ahora estaban aún más atractivos que antes, más hombres, más sensuales y apetitosos.
Me reuní con ellos de nuevo, primero con el hermano mayor Alfonso , en otros tiempos Sito, pregunté por su enemistad y dijo que era debido a un problema familiar algo remoto, siguió con su relato: Mi padre tenía una hermana casada y mis tíos tenían un hijo al que todos llamábamos Gordi, porque era orondo como un barrilete y con gafas, creo que tenía mi edad, pero en el colegio le había salvado de más de una trifulca con chicos que se metían con él, siempre trotaba a mi lado y eso molestaba a mi hermano un año menor que nosotros, también nos reíamos de él en su cara pero se lo tomaba a bien, porque luego jugábamos y no había pasado nada, pero un verano pasó algo, que cambió todo, mis tíos se divorciaron y el padre se llevó a Gordi con él, nunca más tuvimos respuesta de ellos, luego al morir los abuelos su herencia sirvió para montar la empresa, pero una tercera parte era para Gordi y a pesar de todo les hemos fallado a todos. Le pregunté inocentemente: ¿Qué ocurrió ése verano? Alfonso bajó su rostro mirando al suelo y soltó: ¡Tuve relaciones con Gordi en el lago! Mi hermano lo vio sangrando piernas abajo y me culpó de que se hubieran marchado por ello.
Más tarde con Raúl su hermano, un año más joven dijo lo mismo, pero en referencia al verano contó: ¡Gordi era entrañable y le quería mucho, pocos días antes de ir al lago tuve la final del torneo de futbol y Gordi vino conmigo, también compartimos cama! ¡Me gustaba oírle reír se contagiaba uno con su risa, siempre fue tierno y adorable, pero al verlo sangrar se me revolvió el estómago y me discutí con mi hermano Sito, poco después nuestro tío se lo llevaba creo que a otro país, pero nunca más nos hemos puesto en contacto con él!
Los reuní de nuevo para decirles que si estaban dispuestos para reflotar la empresa los apoyaría siempre bajo mi supervisión en todo, ya que ahora su empresa era mía en su totalidad, como prueba de fe les obligué a confesarse frente a mí para que no se llevaran mal en perjuicio de la empresa, Alfonso le dijo a su hermano: ¡Cuando viste a Gordi sangrar, no fui yo , se hizo un corte bajo la nalga con un guijarro del lago y antes que yo le lavara la herida te vio y salió huyendo escurriéndole sangre por la pierna, nunca dejaste que te lo contara y me echaste la culpa de todo!¡Sí tuve sexo con él, lo mismo que tú ya que me lo comentó y dijo que siempre nos amaría a los dos!
Para zanjar la discusión dije: ¡En el despacho de vuestro abuelo encontré una carta de unos días después de ése verano, estaba abierta y muy escondida! Abrí el cajón mostrando la carta de correo postal aéreo, saqué la misiva algo gastada y leí:
Queridos hermanos, así os considero más que primos, tanto Raúl como tú Sito, me habéis demostrado amarme hasta lo indecible, soy consciente que ni soy un adonis y tengo mis defectos como todo el mundo, pero me habéis demostrado quererme y amado, por eso estaré siempre agradecido, os merecéis lo mejor y mi deseo es que os améis mutuamente tal como hicisteis conmigo, tal vez con el tiempo me olvidéis y no me guardéis rencor, para mí ha sido un golpe muy fuerte y repentino el separarme de vosotros mis “hermanos” pero en la vida hay cosas que no tienen remedio, pero como dirían los tres mosqueteros ¡Todos para uno! Y yo añado: ¡Todos para mí! Os quiero a los dos, espero tener noticias vuestras pronto. Besos de vuestro Gordi.
Tras leer la misiva los dos hermanos se abrazaron disculpándose uno al otro con los ojos acuosos a punto de estallar, finalmente habían hecho las paces yo estaba satisfecho, les invité a ellos dos a una cena en mi casa para dentro de dos semanas pero ellos solos, ya sabía que sus respectivos matrimonios habían resultado un fiasco, igual que la quiebra de la empresa.
Continuará.