A jugar...-6

¡Deseo que me folles como buen semental que eres, pero me gusta sodomizarte entregándote a mí en rendición con fuerte placer para

A JUGAR…- 6

En los bares gay donde vamos Marcelo y yo, veo a muchos “moscones” revoloteando a su alrededor, Marcelo parece disfrutar siendo el centro de atención, se deja querer, realmente estoy algo celoso por los manoseos que recibe, cosa que parece divertirle tras descubrir su nueva sexualidad y no quiero que él se dé cuenta de ello ya que tal vez más tarde terminaremos juntos en la cama revolcándonos como gatos en celo. Por supuesto yo también recibo atenciones, soy Ángel y estamos en una discoteca-bar estoy medio sentado en un taburete en la barra con una pierna doblada y la otra el pie sobre el suelo bastante separadas entre ellas, enfrente tengo a mi colega de toda la vida Peter con su novia Lucía, siento su entrepierna frotarse contra mi rodilla con su mano plana sobre mi muslo hablando con su chica y a mi espalda está  Pedro Juan, PJ ( pero le llamo “Rabbit” no solamente por su pelo de color zanahoria sino también en su rápido final y la facilidad de recuperarse de nuevo, de lo primero a mejorado mucho ya tiene más aguante) también con su chica Isabel, sus dedos sobre mi hombro junto al cuello juegan con mi cabello y su otra mano aprieta el cuerpo de la muchacha contra él y escucho su voz sonriente diciéndole: ¡Me gusta verte besando a tus amigos, me pone a cien! ¡Bésalo está imponente! Yo que escucho las conversaciones de ambas parejas giro la cabeza y los labios de Rabbit  se posan sobre los míos y su lengua invade mi boca, yo respondo acariciando su nuca girando mi brazo, él toma la mano de su novia y la pone sobre mi verga encerrada en el pantalón y que está creciendo y la frota con su mano casi al momento otra mano se pone con la de ella frotando mi verga que está a tope y los labios de Peter se unen a los nuestros, la voz cercana de las chicas decían: ¡Sería digno de verlos follados por esa tranca!

Rabbit se apartó del beso a tres y yo degusté a gusto la boca de Peter mi más antiguo amigo-desde párvulos- y por encima de su rostro vislumbre la cara de Marcelo ligeramente ceñudo, se giró hacia uno de los jóvenes que tenía delante y le morreó instantes después desaparecía de mi vista junto con tres chicos yendo a la zona de los lavabos.

Las chicas fueron a bailar a la pista y yo fui hacia la salida pasando por delante de los lavabos y el cuarto oscuro, entré en éste y una mano se apoyó sobre mi hombro, me giré y detrás de mí estaban Peter y Rabbit, entonces en un rincón vi a Marcelo con los ojos cerrados el pantalón bajado hasta las rodillas dos de los jóvenes se peleaban chupándole la polla agachados, el tercero le sujetaba la camiseta sobre el pectoral chupándole la tetilla mientras un hombre algo mayor le comía el culo el joven gemía entre chupada y chupada al poco el hombre lo penetró con rudeza y el joven gimió profundamente ente la primera intrusión pasando luego a resoplar con los embistes en su culo. Me puse al lado de Marcelo cogiendo con mis dedos su barbilla girándole el rostro y besé sus labios, pero él apartó el rostro al no verme en la oscuridad, pero forcé de nuevo su rostro con mí mano metiéndole la lengua dentro de su boca su respiración se apaciguó y me susurró: ¡Has tardado mucho en socorrerme! Yo miré su dura polla soltando: ¡Creo que no se queja tanto como tú y a estos chicos déjales un grato regalo se lo han ganado! Rabbit dijo en mi oído: ¡Te cabe toda esa polla en la boca! Yo respondí: ¡Sí y en otro sitio también! Les abrí los pantalones a Rabbit y a Peter acariciándoles las vergas bastante crecidas apretaron sus cuerpos contra el mío suspirando y oí el gemido de Marcelo soltando su semen sobre las bocas de los chicos agachados. Marcelo se abrochaba el pantalón apartándose de los chicos y al dejar su lugar vacío puse a Rabbit y Peter frente a los mismos chicos  diciéndoles: ¡Hay dos bocas ansiosas que alimentar! Esos chicos estaban de pie con el torso inclinado chupando las pollas de mis colegas mientras otros jóvenes les acariciaban las nalgas metiendo sus dedos en el culo, me retiré empalmado detrás de Marcelo y fuimos a su apartamento, que allí pasaba más tiempo que en casa con mi padre Ramón.

Ya en el apartamento me descalcé como siempre Marcelo hizo lo mismo y entonces me empujó sobre la cama vestido tumbándose sobre mí, su boca buscaba la mía y yo me hacía de rogar apartando mi cara, pero mi cuerpo lo deseaba, como siempre separé mis piernas cruzándolas sobre su trasero vestido atrayéndolo más sobre mi cuerpo, la lucha por besarme era feroz finalmente sujetó mis manos mirándome con sus ojos celestes y sonreí sus labios descendieron sobre los míos de forma voraz ¡Dios que placer! Mis talones espoleaban sus nalgas apretando más su entrepierna contra la mía, su mano se escurrió entre nuestros cuerpos abriéndome el pantalón segundos después me los quitaba soltándolos al suelo no paraba de mirarme cariñosamente y su cuerpo fue descendiendo sobre el mío, subió mi camiseta chupándome la tetilla su lengua continuó bajando provocándome cosquillas en el ombligo y finalmente se detuvo frente a mi dura verga, la miró y paseó su lengua a lo largo del tronco duro, gemí y mi polla saltó, ahora sus labios capturaron mi capullo gemí de nuevo mientras mi verga cimbreaba de forma constante, paseó su lengua de nuevo a lo largo para tragarse parte de mi polla con su boca, sus manos atenazaban las mías, yo movía mi pelvis con cada chupada, era una tortura de placer y yo seguía gimiendo, su boca se tragaba cada vez más y más mi polla hasta finalmente topar con mi vello púbico atragantándose pero no cejaba ante ése esfuerzo.

Puso sus manos bajo mis lumbares levantándome el culo hasta quedar en vertical abriéndome las piernas enterró su lengua en mi ano sus dedos entraban con su lengua dilatándome, era el paroxismo del placer, mi verga goteaba mojándome el pecho con ése líquido transparente gelatinoso, bajó mi trasero lamiéndome los genitales con soltura como si lo hubiera hecho infinidad de veces, me miró y tiré de él tumbándolo sobre mí, mis manos entraron dentro de su todavía pantalón  por detrás aprisionando cada una de sus nalgas con ellas, deslicé mi cuerpo fuera del suyo poniéndome detrás de él y bajándole el pantalón hasta medio muslo junto con el slip y enterré mi boca entre sus nalgas separándolas con mis manos y mi lengua hizo estragos en su ano lo mismo que mis dedos que lo frotaban de forma constante, Marcelo con el rostro apoyado en la cama y el trasero medio levantado gemía, ahora sus manos separaban sus nalgas mientras mis dedos invadían su ano  mientras dejaba mi saliva sobre ésa zona, a Marcelo le gustaba que como la vez primera le forzara hasta rendirse a mí, mojé mi polla con saliva y la enterré dentro de él, se quejó y gimió al instante  notando el cimbreo de mi verga dentro de su culo dijo en voz baja: ¡Por favor no hagas eso que me voy a correr de golpe!, saqué mi verga sacándole el pantalón dejando su cuerpo con la camiseta boca arriba, levanto sus piernas y me clavo dentro de él de nuevo apoyando sus pies sobre mi pecho quedando sus dedos cerca de mi barbilla, mientras lo penetro lentamente chupo los dedos gordos de sus pies metiéndolos en mi boca y gime, no paro, estoy en la gloria entrando dentro suyo, alargo un brazo metiendo mis dedos dentro de su boca mientras doy severas estocadas y chupa mis dedos con fervor, inclino más mi cuerpo sobre el suyo  clavándome profundamente y beso su boca con pasión pasándole mi saliva que él atrapa golosamente, mis golpes arrecían cada vez más y más, separo sus piernas sacando mi polla de su culo a tiempo para estallar sobre su cuerpo llenándolo con mi corrida, meto mi verga de nuevo dentro de él y continuo follándole mientras mi mano masturba su pollón con suavidad, mi mano arriba y abajo consiguen que su polla estalle saltando el semen sobre su cuerpo junto al mío mientras gime y respira atropelladamente, mi mano junta sobre su cuerpo, el semen de ambos  esparciéndolos por todo su cuerpo y retiro mi verga de su culo, segundos después mi lengua recupera todo líquido de su cuerpo para terminar saboreando su gran polla y finalmente devoro su ano vorazmente y gime de nuevo.

JORDAN Y SANDRO

Jordan ha invitado a su gemelo Sandro a un restaurante de calidad, se encuentran en una mesa redonda en una esquina algo discreta están sentados uno al lado del otro en un banco rinconero acolchado. Se acerca un camarero y dice: ¡Mi nombre es Javier y seré su camarero durante la velada! Entrega las cartas y al poco pedimos, Jordan le cuenta toda su vida desde su niñez, Sandro asiente de vez en cuando y pregunta otras cosas, más tarde es el turno de Sandro y también se lo cuenta todo sin omitir detalle, también le hace alguna pregunta. Han servido el primer plato y ahora van por el segundo, el camarero Javier muy solicito con ambos, Sandro deja sus cubiertos encima del plato y mirando a su idéntico gemelo dice: ¡Sabes Jordan, te debo una! El aludido le mira extrañado soltando: ¡No me debes nada, joder, me salvaste la vida! La mano de Sandro bajo la mesa abre la cremallera del elegante pantalón de Jordan sacándole la polla fuera de la prenda y comienza a masturbarlo lentamente mientras dice: ¡Tú lo hiciste por mí en el hospital y te noto muy estresado! Su mano no pierde el movimiento masturbándole a conciencia, Jordan gimotea en voz baja soltando ¡’Para, para! Pero la dureza de su polla no decía lo mismo, Sandro hurgó en el bolsillo de su americana y al poco se pasó algo de una mano a la otra en segundos la polla de Jordan estaba cubierta con un condón mientras Sandro murmuraba: ¡No quiero que manches tu elegante traje, aunque me gustaría agacharme, lamerte las pelotas comerme todo tú badajo hasta el momento final, pero en éste lugar tan fino se notaría demasiado! Y la polla estalló soltando su semen dentro del preservativo, el postre y el café estaban en la mesa, Sandro tomó su brebaje oscuro dejándolo sobre el asiento entre ambos y fue dejando resbalar del preservativo todo el semen de Jordan, éste se guardó la verga abrochándose de nuevo el pantalón, Sandro removió su café con la nata recién ordeñada de su gemelo llevándoselo a los labios y soltó: ¡Es de primera!

Luego hablaron de las empresas y otros detalles, Jordan aseguró que Diego deseaba seguir aquí en lugar de regresar a EEUU para estar junto a Sandro y éste propuso hacer unos torneos de varias modalidades entre Policías y Bomberos además de incluir otros cuerpos sin ánimo de lucro, en beneficio de investigaciones científicas y fines benéficos, ahora solamente quedaba organizarlo y Bali sería el idóneo para ello. Javier el camarero, vestido con pantalón negro al igual que su camisa y un delantal color burdeos atado a la cintura, se acercó dejando la cuenta, Jordan sacando su Visa Platino la puso sobre la bandejita de la cuenta, Javier dijo: ¡La casa les invita a una copa o un chupito de lo que más les apetezca! Jordan miró al camarero viéndolo por primera vez  de arriba abajo y pidió Orujo de hierbas para los dos gemelos, al darse la vuelta Jordan se mordió el labio inferior diciendo: ¡Tiene un culo apetitoso, fuertes piernas y me encanta su forma de andar, tan varonil, pero es una lástima que sea un “osito”! Sandro miró a su hermano soltando: ¿Desde cuándo te has vuelto tan remilgado? ¡Si un tío está bueno sea “oso” o lampiño está bueno y si se pusiera a tiro seguro que te lo cepillabas o él a ti, nunca se sabe! El camarero trajo los vasos y el licor llenándolos al poco volvía con dos cafés que depositaba sobre la mesa diciendo: ¡Estos van por mi cuenta! ¿Los quieren solos o con Crema? Retiró ligeramente su delantal mostrando su verga de unos 20 centímetros ligeramente empalmada, Jordan dijo: ¡De momento solos, la crema mejor en otra ocasión! Javier dejó su delantal cubriendo esa hermosura de verga, a punto de salir Jordan dejó una generosa propina al camarero  que se la entregó mientras se dirigían a la salida y el dedo de Jordan rozó los dedos de Javier el amable camarero. En la calle Jordan dijo: ¡Voy a entrar otra vez y pedirle otro chupito! Sandro riendo resopló: ¡Y eso que no te gustan los “ositos”! ¡Jajaja! Y de esa manera fueron al edificio de la empresa.

Soy Sandro han pasados algunas semanas desde la comida en el restaurante, estoy en mi estudio de la empresa trabajando en un diseño de una lancha con alta velocidad y me lleva de cabeza, es bastante tarde, cierro los ojos y me estremezco ante una amenaza, veo un hombre fornido con barba poblada, apenas veo el resto de su rostro, su mano con guante de látex azul sobre mi boca inclinando mi cabeza hacia atrás forzándola sobre la suya y en su otra mano enguantada de azul una navaja de barbero y yo luchando por frenar esa mano que se acerca cada vez más a mi garganta, la visión ha finalizado, temo lo peor y entonces pienso en Jordan, dejo todo como está y salgo corriendo, tomo el ascensor subiendo al ático de Jordan y Bali recordando que éste último está de viaje por unos días, abro con la copia de la llave que me dio Jordan, silencio total de pronto solamente oigo suspiros entrecortados, me acerco al salón y lo primero que ven mis ojos una navaja de barbero cerrada sobre la mesita de centro, mi vista se dirige al sofá fijándose en un hombre de pie sobre el largo asiento con las piernas separadas, corpulento y algo velludo con su cabeza inclinada hacia atrás tocando la pared mostrando una poblada barba y sus manos con guantes de látex azul separan sus nalgas y debajo sentado entre sus piernas veo a Jordan con la cara enterrada en el culo del extraño que suspira, veo una verga de unos 20 cms. babeando sobre la barbilla de mi hermano, están tan excitados que no me han oído entrar y la polla de Jordan palpita sobre su plano y bien formado vientre, viendo que no hay peligro me entretengo admirando ambos cuerpos tan distintos, con un leve movimiento de rostro reconozco al de barba creo recordar que se llama Javi el camarero del restaurante, debe andar por los cuarenta y pocos un cuerpo robusto amplio pectoral pezones grandes el vello recortado, bajando su cintura se estrecha, su abdomen ligeramente abultado sin ser fofo, sus piernas que ahora están medio dobladas se ven fuertes con el vello en ellas y visto de lado un culo de infarto, rotundo, hasta la cicatriz de la cadera favorece el conjunto de éste hombre, se le podría llamar un buen “semental”.

Fijándome en el cuerpo de mi hermano me doy cuenta que no lleva la barba arreglada, va totalmente rasurado y su verga palpita necesitada de asistencia, casi como sonámbulo me saco la ropa dejándola en un rincón, me pongo entre las piernas de Jordan, que sigue disfrutando con la comida de culo y sus manos están ocupadas, mi mano coge su polla y me inclino ante ése falo tan atrayente, mi lengua y boca saben que hacer están bien enseñadas y lamen el tronco en toda su longitud para después voltear la lengua hacia arriba chupando su cabezón, está caliente y dura eso me excita más, poco a poco me voy tragando ése sable, de pronto una gota salpica mi mejilla, doy unas mamadas más y levanto mi cuerpo erguido frente a la verga de Javi, el camarero, mi boca captura esa suculenta presencia que se inflama tomando un grosor considerable y una dureza potente, ahora sus manos de látex azul se posan suavemente sobre mi cabeza siguiendo el ritmo de mi mamada, mi verga frota de forma constante la de mi hermano Jordan, mi boca recibe golosa toda esa polla saboreando su poder. Lentamente Javi  desliza su cuerpo hacia abajo apoyando su espalda sobre el pecho de Jordan hasta quedar sentado sobre él, gira su cara y se besan largamente yo con las dos pollas frente a mí me dedico a lamerlas y chuparlas, levanto las piernas del camarero enterrando mi lengua en su ano ligeramente abierto y palpitante con la ayuda de mis dedos que entran para dilatarlo sin dañarlo, mi hermano Jordan levanta sus piernas dejando su culo a la vista y beso su ano paseando mi lengua insistentemente y el ano tiembla ,me incorporo clavando mi polla dentro de Jordan que gime entre los labios de Javi mientras le acaricia su verga y huevos.

La mano  con látex azul mete sus dedos en mi boca y los chupo como si fuera una buena verga poco después esos dedos húmedos frotan su propio ano invadiendo su interior y Javi ronronea entre gemidos, la polla de Jordan golpea ése ano y los huevos intentando penetrarlo, saqué mi verga del culo de Jordan cosa que él aprovecho poniendo al camarero Javi a cuatro sobre el asiento del gran sofá y él detrás lo penetró rotundamente ambos gimieron, uno ligeramente dolorido, el otro de puro placer mientras le bombeaba el culo sus dos medios globos se movían de forma excitante, se escuchaba sus  ¡Ayyy, Ayyy! Constantes y los ¡Ohhh, que bueno, Ohhh! De Jordan sonidos mezclados con aroma apuro sexo.

Me puse frente a la cara de Javi frotando mi verga sobre sus labios, que rechazó apartando un poco el rostro, no forcé a chuparla sin embargo puse mi cabeza bajo su cuerpo y chupé su verga bien dura con ganas, después me colé a cuatro como él debajo de su cuerpo gateando hacia atrás hasta quedar pegado contra  su verga, la tomé guiándola a mi ano y recule con fuerza apretando mi culo contra su pelvis y se le escapó ¡Huauu! Yo movía mi culo adelante y atrás, Javi el barbudo camarero incorporó su pecho y sus manos azules sujetaron mis caderas apretando su polla profundamente dentro de mí, ahora él se movía entre nosotros me clavaba mientras recibía los estoques de Jordan, el tacto de esos guantes azules me excitaban poco después esas manos levantaban mi cuerpo  quedando pegado al suyo, una mano sobre mi pecho del corazón y la otra cruzando el brazo por encima del hombro  apretaba mi boca como una garra inclinándome hacia atrás la cara entonces a modo de “flashback” recordé la navaja en la otra mano, pero esa mano estaba ocupada apretándome la tetilla y la de la boca fue bajando hasta el cuello y me besó con intensidad soltándome saliva de su boca ¡Por Dios estaba a punto de correrme sin apenas tocarme! Sentí los gemidos de Jordan que se derramaba dentro de Javier y la mano de la tetilla bajó apretándome el cuerpo contra el suyo hasta cogerme la polla y me masturbó con fuerza, me faltaba aliento y él se movía dentro de mi culo en círculo entrando de nuevo y comenzó a descargarse dentro de mí con mucha intensidad y yo también estallé ante la presión de su mano masturbándome que no dejaba de moverla, notaba dentro de mí que él seguía soltando semen, debía llevar días sin correrse, al finalizar estábamos los tres agotados.

Nos duchamos y nos vestimos, Jordan puso unas copas y brindamos luego Javier nos dijo: ¡Sabéis es más agradable esto, que a través de Internet o Grindr! Continuó hablando: Hace tiempo que un niñato pelirrojo me agobia a mensajes subidos de tono y siempre lo rechazo, pero él insiste y hace un par de días, veo un mensaje suyo, lo iba a borrar pero me di cuenta que era con otro tono distinto y lo abrí, era su padre que me daba las gracias por no haber transigido en las temeridades de su hijo, solicitándome encarecidamente encontrarnos para hablar de  su vástago, me ponía la dirección y el número de su móvil. ¿No es de locos? ¡Rechazo al hijo y tengo una cita con el padre! Miró su móvil enseñándome la dirección y me atraganté con mi bebida, tras secarme la boca dije: ¡Te caerá bien, Markus es legal, buen tío! Y Jordan dijo: ¿Markus el padre de Rabbit? Yo asentí Jordan añadió: ¡Rabbit es un “salido” creo que tendría sexo hasta con una escoba ya llevara falda o pantalón! Yo miré a Javi y dije: ¿Si quieres te acompaño? Él negó con la cabeza: ¡Ya quedaré un día para ése encuentro!

JAVI

En el trabajo voy como sonámbulo, tras tantos años saliendo con chicas y algunos encuentros sexuales con chicos menos problemáticos que ellas, la tarde-noche con Jordan, todo fuego y pasión, luego con Sandro todo ternura y placer, todo había empezado con la broma de mostrarles mi verga bajo el delantal ya que había presenciado la masturbación que Sandro le hizo a Jordan bajo la mesa del restaurante, días después Jordan me invitaba a su ático donde apareció su gemelo Sandro. Solamente recuerdo otro tiempo atrás que tuve plenitud total y de eso han pasado casi 30 años.

Ahora tengo 44 años y es mi día de fiesta, me encuentro frente a la dirección del padre de Rabbit, una casa de dos plantas muy bien cuidada, toco el timbre y me abren la puerta, estoy algo nervioso no sé qué esperar de esta reunión, en el interior una voz melodiosa me indica que me ponga cómodo que no tardará en reunirse conmigo y la voz insiste: ¡Sí te apetece en el frigorífico hay vino blanco! Dejé mi chaqueta en una silla mientras admiraba el elegante salón con la cocina abierta a la estancia todo tan pulcro en tonos blancos, grises y azul cobalto, los largos sofás de piel blanca con alegres cojines que le daban un encanto especial, de pronto a mis espaldas escucho unos paso que se detienen, nervioso me doy la vuelta, ¡Por Dios, que hombre tan hermoso, tan extraño! Mi corazón palpita desaforadamente, viste de blanco tanto sus pantalones de algodón como su camisa medio abrochada, en su amplio pecho aparece vello rojizo lo mismo que su larga y ondulada melena  atada en la nuca con una goma, sobre su rostro guedejas rizadas se escapan remarcando su ligera barba del mismo tono azafranado, clava su verde mirada sobre la mía y dice: ¡Me gusta lo que veo! Me quedo sin palabras, casi pierdo el habla y sin pensarlo respondo: ¡Veo lo que me gusta! Y mi mente regresa 30 años atrás, noto sus manos sobre mi pecho, mi corazón desbocado y pongo mis manos sobre su pectoral apartando la camisa abierta, el fino vello es acariciante y su corazón late con fuerza intensa y de mis labios se me escapa un nombre: ¡Zan! Él junta su cuerpo contra el mío diciendo: ¡Javi!  Los 30 años desaparecen por arte de magia y nos abrazamos mientras nos besamos con ternura, su mano ahora aprieta mi nuca forzando más el beso tan intenso que mi verga se empina al instante notando la dureza de Zan contra mi cuerpo, tras separar nuestros labios me comienza a desnudar, yo a él también mientras subimos la elegante y magnifica escalera dejando sobre los peldaños  toda nuestra ropa desmayada incluido el calzado, ya desnudos toma mi mano subiendo al piso superior, la visión de toda su espalda y nalgas me excita un montón, apenas reconozco al joven de 14, en aquella época era delgado como una tabla, sin formas en su cuerpo como una tabla.

Entramos en un amplio dormitorio y me empuja sobre la cama quedando boca arriba y él se tumba sobre mí, ahora soy yo quien aprieta su nuca contra mi cara  mientras devoro sus labios y boca, noto su erección frotarse contra la mía, sus latidos están tan desbocados como los míos, miro sus ojos y cruzo mis piernas sobre su trasero apretando más su cuerpo  sobre el mío, mi mente divaga y pienso ¡Mi sitio siempre fue ahí, entre sus brazos! Me siento protegido y eso que soy más corpulento que él, pero me inspira confianza, sus manos me acarician el velludo cuerpo mientras se desliza hacia abajo, se me eriza la piel ante el placer que me da finalmente su boca captura mi polla sujetándola con su mano,  chupa y chupa haciendo que los dedos de mis pies se encojan de gusto, cada vez se traga un poco más mi verga.

Acaricio su brazo atrayendo su cuerpo a la inversa del mío y se pone dejándome su verga frente a mi boca, la sujeto con mi mano cerrando los ojos y chupo esa hermosura de 23 centímetros, recordando el miedo que sentí la primera vez que la tuve en la boca, al principio parecía similar en tamaño y grosor a la mía pero después fue creciendo más y más costándome meterla en mi boca, ahora consciente aprecio su vigor entre mis dedos y mi boca la chupa sin descanso, Zan  juega con la mía recuerda paseando su lengua sobre el frenillo es donde me retuerzo de gusto y así lo hace tras tantos años, sus manos juegan con mis bolas y de vez en cuando su lengua se desliza sobre mi ano para luego frotarlo con sus dedos, respiro profundamente tragándome lo máximo su polla y gime, lo repito una y otra vez, una de sus manos me detiene, no quiere terminar rápido y cambio de posición dejándole tendido boca arriba, de rodillas a cada lado de su estrecha cintura pongo su verga rozándome la raja del culo y con el cuerpo erguido admiro a Zan, me atrajo de joven y ahora está de muerte, sus verdes ojos me miran y sonríe, beso sus labios mientras mojo mis dedos con nuestra saliva y los paso sobre mi ojete, cojo su verga dirigiéndola a la entrada y voy forzando mi ano, duele pero no dejo de meterla levanto mi cuerpo y me siento sobre ella deslizando mi culo lentamente hasta el fondo mordiéndome los labios ante el dolor, estoy bien empalado, muevo mi cuerpo y segundos después el dolor desaparece, me inclino sobre él y lo beso de nuevo, ahora él tiene libertad de movimientos y me folla, sus manos me acarician y me sigue follando mi corazón a punto de estallar, sus piernas y pelvis suben y bajan clavando su estaca profundamente, me abraza y gira nuestros cuerpo quedando yo debajo suyo y él entre mis piernas y se clava de nuevo separando mis nalgas ¡Ohhh, Ohhh, Ohhh!, mi verga gotea incesantemente sobre mi vientre y no puedo apartar mis ojos de Zan, me da la sensación de tener su tranca golpeando mi esternón con cada empuje, acaricio su rostro y con su mirada ahora vidriosa le resbala  una lágrima, pero sus movimientos siguen al mismo ritmo.

Gira mi cuerpo colocándome a cuatro entrado de nuevo dentro de mí sujetando mis caderas empuja cada vez con más ganas, ahora sus brazos cruzan mi pecho mientras me abraza por detrás gimiendo y siento como se derrama dentro de mí, sin apartarse voltea mi cuerpo de nuevo dejándome boca arriba y me masturba con fuerza inclinando su cuerpo lamiendo mi capullo al instante mi polla estalla mientras él abre su boca para recibir mi semen, se relamió los labios tumbándose sobre mi cuerpo con su verga dentro de mí.

Estoy feliz y satisfecho tanto que apenas noto el peso de su cuerpo sobre el mío, su rostro está pegado al mío mientras sus manos me acarician y pregunta: ¿Recuerdas el primer beso? Sonreí tocando los rizos de cabello sobre su cara respondiendo: ¡Por supuesto que lo recuerdo todo, nunca he olvidado aquellos días! Y sigo hablando: Estaba jugando al futbol con los demás chicos y tú sentado en una grada dibujabas y un balón te dio en plena cara, tu nariz comenzó a sangrar, yo que estaba próximo me acerqué y sacándome la camiseta te limpie la sangre que salía de la nariz llevándote a la enfermería del instituto, la enfermera no estaba y me quedé contigo limpiándote la nariz, no lloraste simplemente me sonreías te pregunté si dolía y dijiste que un poco, yo recordé el estribillo de mi madre ¡Sana, sana, culito de rana, si no sanas hoy, sanarás mañana! Acerqué mis labios a tu nariz para besar la herida pero moviste la cara encontrándonos con los labios pegados y tu lengua mojó mis labios, nos separamos al instante para pegarnos de nuevo explorando nuestras bocas. Nos separamos a tiempo al escuchar a la enfermera que llegaba. Aún conservo esa camiseta manchada con la sangre de Zan.

Mientras yo hablaba mis manos sobre sus nalgas las separaban y el dedo corazón frotaba rotando su ano, Zan apoyado sobre mi pecho ronroneaba moviendo su trasero y yo continué hablando: Aún recuerdo los primeros días cuando nuestros dedos se rozaban al cruzarnos en los pasillos y los besos robados a escondidas en el lavabo hasta descubrir el desván sobre el garaje del autobús del instituto donde nos encontrábamos tres o cuatro veces por semana.

Zan levantó su cara diciendo: ¡Ahí fue nuestro cielo y me poseíste por vez primera y luego algunas más, aprendimos a besarnos, acariciarnos y mamarnos! Yo continué: ¡Fuiste valiente cuando te penetraba aguantando el dolor, simplemente para darme placer, yo en cambio fui cobarde al quejarme de dolor cuando comenzaste a penetrarme y lo dejaste de lado! Zan añadió: ¡Tú eras popular, jefe en el equipo de futbol, las chicas bebían por ti, pero yo te tenía esos felices momentos! Añadí: ¡Pero todo terminó cuando el bedel y el director del instituto, creyendo que habían animales en el desván, nos sorprendieron en el orgasmo final mientras te follaba! ¡Luego la humillación pública y la expulsión del centro además de los conflictos familiares…!

Zan me miró preguntando: ¿Sabes realmente mi nombre verdadero? Miré su rostro sonriendo dije: ¡Te llamas Marcos Kendall, ahora te haces llamar Markus y para mí siempre has sido y serás Zan, porque tu cabello siempre me hacía sonreír al pensar en una zanahoria y yo el conejo que se la comería, aunque entre tus piernas no tienes una zanahoria más bien un gran y jugoso pepino! Mis dedos seguían jugando con su ano que se aflojaba pero su polla dentro de mí engordaba de nuevo y comenzó a empujarla dentro de mi culo apretando mis muslos contra mi pecho comenzó a follarme de nuevo a los pocos minutos pasó mi pierna por delante de él quedándome de medio lado y él detrás arremetiéndome con su polla mientras que su mano masturbaba la mía con vigor, le pedí que terminara en mi boca, cuando creyó llegado el momento me dejó tumbado en la cama y de pie apoyando su rostro y manos sobre el gran espejo que servía de cabecera enterraba su pollón en mi boca que apenas podía respirar pero estaba buena y a punto tan mojada, tan dura, tan potente y sabrosa, yo apretaba mis labios sobre ella succionándola y de pronto comenzó a derramarse de nuevo llenando mi boca con su semen en bastante cantidad, me acaricié mi verga estallando sobre mi vientre ligeramente velludo gimiendo de igual forma que él momentos antes.

Recogí con los dedos mi corrida llevándola a mi boca mezclándola con la de Zan, ahora mis manos sobre sus muslos le obligué a agachar su cuerpo y de rodillas frente al espejo puso su culo sobre mi rostro, levanté mi cara enterrándola entre sus nalgas lamiendo su ano, al poco él movía su culo sobre mi lengua mientras mis dedos y lengua chupaban, lamían y abrían lentamente ese lindo y rosado agujero que comenzaba a palpitar, me puse de rodillas detrás de Zan besé su nuca, su cuello apretando mi cuerpo sobre su espalda, mi verga estaba dura de nuevo estiró sus brazos sobre el gran espejo y yo puse mis brazos sobre los suyos entrelazando los dedos de nuestras manos extendidas, me dijo: ¡Me gusta notar tu barba entre mis nalgas me enciende! Inclinó su cabeza hacia atrás y capturé sus labios con los míos, ése beso era de pura lujuria, yo frotaba mi polla sobre la taja del culo provocándole más aún y él se movía listo para recibirme, lentamente fui entrando dentro de él estaba caliente, yo gemí, él también gimió, sus dedos apretaban los míos mientras yo continuaba entrando en su ser, entonces Zan empujó su culo contra mí clavándose de golpe toda mi polla ¡Ayyyy!, en voz baja susurró: ¡Cuánto la echaba de menos! Cruce nuestros brazos por delante de su cuerpo mientras me sentaba sobre mis talones arrastrando su cuerpo clavado en mi estaca, nuestras bocas no se cansaban de besarse lo mismo nuestros labios y lenguas, yo levantaba mi cuerpo apretando el suyo contra el espejo para luego volver a sentarme en mis talones y así comenzó ése dulce baile sexual, Zan arqueó su cuerpo apoyando su rostro en el espejo dejándome el culo atrás y mis manos una sobre su hombro la otra en su cadera lo follé con fuerza mientras besaba su espalda, le comía el cuello y saboreaba su oreja, en la habitación simplemente se oían nuestros gemidos ¡Ahhhh!¡Ohhh! Su gran polla golpeaba el espejo con mis embestidas cada vez más seguidas, de pronto abracé su cuerpo mientras yo soltaba: ¡Zan te quiero! Y me derramaba dentro de él como si fuera mi última agonía, en ése instante el gimió mientras frotaba su verga contra el espejo soltando su semen sobre la plateada imagen de ambos abrazados, giró su cara y besé de nuevo esa boca tan preciada, así abrazados  nos deslizamos sobre la cama.

Entonces le conté todo respecto a mi vida desde nuestra separación forzosa 30 años atrás, le hablé del cambio de colegio de mis ligues con chicas, mis correrías con otras e incluso hablé de mis exnovias y Zan preguntó: ¿Y chicos? Comenté que tenía amigos, pero nada de sexo con ellos y solamente una cita con un joven cuando tenía 21 y no fue demasiado bien, además de algunos encuentros con caricias, besos y mamadas, pero nada más, finalmente le conté sobre los gemelos Jordan  y Sandro, Zan sonrió soltando: ¡Sabes cuando conocí a Jordan pesaba 140 kilos con corta edad junto a su inseparable Bali! Dije haber visto la foto colgada de esa época en su ático pero a Bali no lo conocía en persona, añadí: ¡Jordan es como un encantador de serpientes, te atrae, te hipnotiza hasta caer en su red! Zan añadió: ¡Es hermoso, inteligente, bromista, muy carismático y Bali es la horma de su zapato! Dije: ¡Respecto a Sandro, es dulce, muy sensual, siendo idénticos parece otro distinto, también es hermoso, enigmático y parece leerte la mente! Zan soltó una carcajada diciendo: ¡Enigmático…sí tal vez es la mejor expresión para definirlo! ¿Viste la cicatriz en su costado? Asentí y continuó: ¡Se interpuso entre un cuchillo y la espalda de Jordan, pero el asaltante creía que Jordan era Sandro! ¡Sandro lleva 15 años ocultándose de su hermano gemelo Jordan bajo diferentes camuflajes, defendiendo y cuidando  de él, cubriéndole las espaldas, incluso de sí mismo! ¡Por lo que me has contado no has conocido a Diego, el mayor equilibrio que tiene Sandro! Yo pregunté: ¿Cómo sabes tanto de ellos?

Zan relató: Tras la expulsión mis padres me enviaron con mi abuelo a California, a La Jolla, un pueblo tocando el mar, estudiaba cerca de allí, pero mi piel no soportaba tanto sol y fui a una farmacia donde me vendieron un producto específico para mi piel y conocí a Samantha, tras 4 años de salir juntos nos casamos, ella había estudiado biología y química, le ofrecieron un trabajo en unos laboratorios farmacéuticos y viajaba bastante, yo terminé Bellas Artes e hice alguna exposición sin pena ni gloria, cuando yo tenía 30 y Samantha 26 tuvimos un hijo, Pedro Juan(Rabbit) cuando el niño tenía 1 año ella solicitó el divorcio, estaba harta de viajar tanto por trabajo, lo cierto es que se fue sola dejándome al niño conmigo, ya tenía nuevo novio era un potente financiero, algo mayor y forrado de pasta, ella no necesitaba más. Yo dije: ¡Lo siento! Entre el abuelo y yo criamos al niño, mi abuelo tenía una empresa de barcos que se alquilaban, yo le ayudaba reparándolos y pintándolos, algunos años después un hombre español compró la empresa del abuelo, al año siguiente me abuelo fallecía y nos mudamos a otra zona de California, allí trabajaba como pintor de casas y ayudaba en organizaciones benéficas, allí conocí a Jordan y Bali, tan orondos los dos como la foto que viste-que por cierto la hice yo- Luego durante un año fueron a un programa para perder peso que salía por TV durante un año no los vimos, al reaparecer eran dos jóvenes muy apuestos y se desvivían el uno por el otro.

Unos días después me pareció ver a Jordan con otro joven que no era Bali que intentaba detenerlo pero él se zafaba sin mirarle a la cara finalmente entró en un local XXX cosa bastante extraña y el otro se quedó fuera compungido sollozando, me acerqué y pregunté por Jordan me miró con unos inmensos ojos celestes acuosos que resaltaban su belleza sobre su piel broncínea y me señaló el local, simplemente oí que decía: ¡Su padre a muerto! Y entré en el local miré por los pasillos de revistas, de libros, de juguetes sexuales, entonces vi que se abría una puerta saliendo dos hombres, para cruzar esa puerta tuve que pagar y pude entrar, todo era sórdido y lúgubre, muchos pasillos con cabinas con un camastro con colchón de plástico, una pantalla de TV y sendos agujeros en las paredes, algunas vacías otras ocupadas y del joven ni rastro, finalmente en un recodo una gran sala bastante oscura sonaban quejidos y ruidos de cadenas, allí me encontré al joven tumbado sobre unas tiras de cuero sujetas al techo, su ropa estaba por el suelo, sus piernas colgaban y entre ellas un hombre corpulento vestido  de látex lo penetraba con rudeza, los ojos del chico eran vidriosos, cada una de sus manos masturbaban la polla de otro hombre mientras que su boca recibía estocadas de otra verga dejando un reguero de babas, otro hombre detrás de su cabeza restregaba su verga contra el cabello juvenil mientras balanceaba la hamaca colgante, la mano de otro hombre masturbaba la verga del chico y otro la lamía. Recogí su ropa mirando y fui apartando uno a uno aquellos hombres que se cebaban sobre el joven mojándolo con sus corridas lo abracé diciendo en voz alta ¡Es mi hijo! Se apartaron y me lo llevé de ése sitio tan siniestro, ya en uno de los pasillos le ayudé a vestirse, él estaba en estado catatónico y no reconocí a Jordan por ningún sitio, al salir fuera me encontré con su compañero me dijo llamarse Diego, se abrazó al joven y dijo: ¡Sandro lo siento pero te quiero! Ése otro nombre me cogió por sorpresa, pregunté: ¿Tenéis donde pasar la noche? Diego me respondió que sí, pero que volver con Sandro a la casa vacía de su padre no le sentaría bien a Sandro. Ya en mi casa avisé a un médico amigo mío explicándole lo  ocurrido, vino le dio unos sedantes y quedó dormido en mi ancha cama, más tarde Diego me contó la vida oscura que había llevado Sandro averiguando que su hermano era su primo y los que creía eran sus padres eran en realidad sus tíos y había visto por vez primera a su verdadero padre, de alguna  manera se culpó de todo el embrollo enloqueciendo hasta sentirse nuevamente humillado y maltratado por eso entró en aquel local.

Sandro y Diego durmieron juntos en la gran cama y yo en el sofá durante tres días estuvo descansando solamente le despertábamos para comer, mi cabeza hervía pensando en todo, al cuarto día me despertó un leve crujido, me incorporé encontrándome a Sandro revisando mis cuadros apilados en el suelo en un rincón uno detrás del otro, pregunté; ¿Te encuentras bien Sandro? Él no respondió simplemente dijo: ¿Estás preparando una exposición? Sonreí acercándome a él comentando: ¡No, simplemente están acumulando polvo! Y Sandro añadió: ¡Me gustan mucho, si les pones precio, te los compro todos! La forma de hablarme era sincera sin engaños estaba serio, yo dije: ¡Mi nombre es Marcos! Con parsimonia soltó: ¡No, creo que ahora serás Markus! ¡Firmas tus cuadros MK! Dos meses después los tenía colgados en una  importante Galería de Arte y mis cinco primeros cuadros con un letrero de” Vendidos” y fue un éxito el resto de cuadros a precios desorbitados se vendieron con rapidez, también conocí a su verdadero padre, no sé cómo lo hizo Sandro pero poco después le ayudaba en algunos diseños…

Soy Javi y mientras  Markus (Zan) hablaba yo tumbado entre sus piernas degustaba su polla metiéndome uno a uno sus huevos en la boca dejando resbalar saliva bajo ellos mojándole el ano que frotaba con mis dedos  zampándome con glotonería su gran polla, él hablaba y gemía, mis dedos lo penetraban, miraba sus ojos verdes y sus labios  mientras me tragaba su verga hasta lo más profundo, su cuerpo se arqueaba de gusto su mano acariciaba mi cabeza, cuando dejó de hablar suspirando fuerte me puse de pie fuera de la cama poniendo mis manos en sus muslos lo deslicé hasta el borde de la cama y separándole las piernas lo penetré sin miramientos, gimió y lo follé con ganas gimiendo también, me dijo: ¡Termina dentro de mi boca! Y llegado el momento saqué mi polla de su culo y mientras él se sentaba en el borde de la cama le ofrecí mi polla que se tragó con avidez sujetándola con su mano y finalmente derramé mi simiente dentro de su boca que chupaba y chupaba con ahínco ¡Wow! Mis dedos acariciaban su azafranada cabellera susurrándole: ¿Y ahora, que haremos? Zan se puso de pie frente a mí lamiéndose el labio y me besó colocándose detrás mío, mojó sus dedos en su boca pasándolos entre mis nalgas, levantó mi pierna dejándola sobre la cama y comenzó a penetrarme con dulzura diciendo: ¡Hace años me gustabas y me excitabas, ahora me excitas más y me gustas más todavía! ¡Deseo que me folles como buen semental que eres, pero me gusta sodomizarte entregándote a mí en rendición con fuerte placer para ambos!

Sus manos sobre mis tetillas cuando me penetraba con su gran tronco dentro de mí y soltó: ¡Dejas tu trabajo y te vienes a vivir conmigo, yo te mantendré…ocupado! Notaba su dureza temblar dentro de mí y eso me excitaba junto a sus palabras que no esperaba oír, me taladraba el culo con contundencia tal que mi verga recuperó fuerza de nuevo y se bamboleaba con los empujones que yo recibía, sus dedos pellizcaron mis tetillas y no resistí al gemir sonoramente mientras mi verga escupía semen sobre el suelo de la habitación, su polla había tocado mi próstata provocándome otro final al tiempo que Zan cruzaba desde atrás sus brazos sobre mi pecho abrazándome y apretando su polla con fuerza mientras que sus labios devoraban mi cuello y notaba como derramaba su semen dentro de mí, al terminar de eyacular dijo: ¡Me excitas tanto que deseo follarte una y otra vez! Y con su tranca dentro caímos sobre la cama él sobre mi espalda moviéndose dentro de mi culo follándome de nuevo y nuestras bocas se saboreaban de nuevo.

Y la puerta de la habitación se abrió de pronto,  PJ (Rabbit) llevaba nuestra ropa, que habíamos dejado por las escaleras, entre sus brazos, la soltó en el suelo y salió corriendo…

Continuará.