A jugar...-4
¡A las puertas de la muerte y estás cachondo! Entonces una débil voz dijo: ¡Mmmm! ¡Es por la sonda que llevo!
A JUGAR…-4
Soy Jordan y tengo entre mis brazos el cuerpo herido de Sandro, sus gafas de concha están en el suelo tras guardarlas en mi bolsillo paso una de mis manos sobre su rostro viendo que dejo un rastro de su sangre, miro su cara pensando ¿Quién eres, que me llamas hermano? ¡Y tu rostro me recuerda a veces el mío! Escucho el ulular de sirenas que ya vienen y animo a Sandro a no dejarse arrastrar al sueño eterno, a mi lado mis amigos policías Ramón y Mario tienen sujeto al llamado Roco que desplomado solloza diciendo: ¡Se ha tirado encima, solamente quería asustarle pero me confundí! ¡Oh, mi niño, no me dejes sólo!
Apareció una patrulla que se lo llevaron y con ellos se fueron mis amigos y en la ambulancia junto a Sandro subí al vehículo, Bali y Ángel fueron al ático a esperar resultados o alguna llamada, los enfermeros de la ambulancia dijeron que el herido había perdido mucha sangre, los enfermeros me preguntaron por su grupo sanguíneo, yo dije desconocerlo, pero dije el mío AB con Rh Negativo dijeron que tal vez podría ser donante en el hospital. Ya en Urgencias preguntaron de nuevo y di mi nombre quedándome en la sala de espera, algo más tarde apareció el médico de guardia haciéndome preguntas de nuevo, algunas no pude responder por ignorancia simplemente dije que yo era su jefe en el trabajo, luego comentó que teníamos el mismo grupo sanguíneo y si quería donar sangre para la transfusión, yo acepté, Sandro se había interpuesto entre mi espalda y el cuchillo, acompañé al doctor tumbándome sobre una camilla en una habitación cerca de Sandro y comenzaron a sacarme dos bolsas de sangre, al tiempo que miraban una y otra vez donde se encontraba el cuerpo de Sandro y los doctores intentando detener la hemorragia, para finalizar cosiendo la herida. Otro de los médicos dijo: ¡Si no fuera por el pelo y la barba tan descuidada se parecen mucho entre ustedes! Luego lo llevaron a la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) Dejé mi número de móvil por si ocurría alguna cosa y me entregaron sus pertenencias, en su cartera miré su dirección y tomando las llaves fui a su domicilio.
Era un bloque de apartamentos de alquiler económico, yo sabía que su trabajo estaba muy bien pagado, casi 5000 euros al mes con un total de 15 pagas, por eso me extrañaba el lugar elegido para vivir, tras cruzar el umbral de su apartamento quedaba todo a la vista, cocina americana con una barra para desayunar, un espacioso salón comedor con un sofá cama, una pantalla colgada y en un rincón una mesa de dibujo con bocetos y un montón de dibujos amontonados sobre una estantería abarrotada de libros y utensilios de su trabajo como diseñador industrial aeronáutico, hojeé los bocetos para mi sorpresa eran para otra empresa distinta a la mía, pero me llamó la atención un papel, era unos extractos bancarios donde tenía acumulados hasta casi 3 millones de euros, me puse de mal humor pero mirando inquisitivamente me percaté que el año anterior había sacado 10 millones para transferirlos a una nueva cuenta y era la de nuestra nueva empresa al traerla a España, ahora recordaba que al hacer ése movimiento en Bolsa perdimos muchos enteros y hubo un reflote debido al apoyo económico por ése importe de un desconocido anónimo y la empresa se relanzó de nuevo a tope en Bolsa. Pensé ¿Quién eres Sandro?
Continué mirando el salón y me quedé de piedra, colgados en la pared unos cuadros con varias fotos, miraba y mis ojos no daban crédito a lo que veía, dos bebes en sus cunas en el hospital, en otra mi padre Alejandro conmigo en brazos, una más mía y de Bali con 16 años y pesando 140 Kg. cada uno, una más con un hombre junto a un joven delgaducho en bañador, que me recordaba a mí sin sobrepeso, recordé al hombre era el cuñado de mamá, tío Daniel y en la foto escrito decía: Sandro, siempre estaré contigo. Papá. Y finalmente otra de mi padre Alejandro con un fornido joven en bañador y mi padre lo miraba con adoración, el joven con un cuerpo atlético, un minúsculo bañador dejando entrever una buena verga encerrada dentro, y me excité mirando esa foto, reconocí nuestra casa al fondo y parte de nuestra piscina en Los Ángeles (EEUU).
Comencé a registrar los cajones con sumo cuidado y finalmente encontré una caja con algunas fotos y un lápiz USB, la mayoría eran de Sandro y un joven mexicano al que reconocí, ahora estaba al frente de mi empresa en América, es Diego Guzmán, se les ve jóvenes felices, ahora en la playa solos o junto a una pareja algo mayor bastante atractivos tanto el chico cómo la chica rubia que siempre aparece a su lado, en otras en casa junto a mi padre en la piscina y bastantes en una habitación con dos camas. Llamé por el móvil a Ramón para hacerle unas preguntas respecto a solicitar un análisis de ADN de Sandro para compararlo con el mío, poco después me devolvió la llamada asegurándome que el juez de guardia consentía en ello, se lo agradecí. Puse el televisor en marcha conectando el USB y apareció tío Daniel hablando a Sandro, finalizaba comentando a Sandro que ya sabría qué hacer con sus cenizas, lo paré recordando algunas cosas del fallecimiento de mi padre, me insistía que sus cenizas fueran mezcladas con los de ésa otra urna comentando: ¡Fui cobarde al no reconocer mis sentimientos tan ocultos, ahora estaremos juntos de nuevo! Y ahora descubrí sobre ellos dos. Di al play del lápiz apareciendo otra carpeta y eran videos porno bajados de la web.
Eran jóvenes turnándose mientras uno con los ojos tapados chupaba una verga para luego ser penetrado por la misma y su boca recibía otra verga, así se turnaban una buena mamada para luego ser empitonado por ella en el culo y cada uno terminaba dejando su semen sobre el trasero, la espalda o las nalgas, luego otro video con el mismo joven recibiendo una y otra vez pollas a doquier tanto en su boca como en su culo, pero esta vez eran algo mayores ya que tenías vello en el cuerpo y el joven lleva un antifaz negro y está chupando una polla muy gorda que apenas le entra en la boca y una mano aprieta su cabeza sobre ella obligándole a tragar más, me excito y abro mi pantalón masturbándome, desabrocho mi camisa y me acaricio el pecho y estoy a punto cuando en la pantalla al joven le salta la goma del antifaz y un potente chorro de semen inunda su rostro, es un conocido rostro muy jovencísimo de Sandro y mi polla explota sobre mi pecho mojándome de semen y una mano le pone otro antifaz diciendo: ¡Mi niño, la cara cubierta y ahora traga esa inmensa polla de nuevo! Y aprieta su cabeza contra la polla chorreante sonriendo, es el llamado Roco, nuestro asaltante, apago el televisor y guardo el lápiz USB en el bolsillo, busqué un pijama pero no encontré ninguno, eché un rápido vistazo dejando todo en su sitio y cerré la puerta.
Llamé al hospital y dijeron que seguía en la UCI, grave pero algo más estable y fui a mi ático, mientras bajaba en el ascensor metí mi mano en el bolsillo sacando las gafas de concha, me las puse y no tenían dioptrías y en el otro bolsillo encontré una foto de Sandro con Diego en bañador, no me había dado cuenta de haberla puesto ahí. En mi piso Ángel y Bali me atosigaron a preguntas que fui respondiendo una tras otra sobre Sandro, Bali estaba preocupado y preguntó: ¿La puñalada iba dirigida a ti? Yo tranquilamente dije: ¡Creo que el asaltante me confundió con Sandro! Bali y Ángel dijeron al mismo tiempo ¡Imposible! Saqué las gafas mostrándolas mientras les contaba lo descubierto al respecto y luego tomé la foto enseñándola y se quedaron de piedra, Bali soltó: ¡Es igual que tú a su edad! Añadió: ¡Bueno tras perder todos esos kilos que nos sobraban! Miró la foto más atentamente y el joven Ángel soltó: ¡Están buenorros los dos! Y comencé a desnudar primero a Bali y después a Ángel, luego yo me deshice de la ropa algo ensangrentada y allí mismo sobre el mullido sofá disfrutamos juntos los tres.
Bali sentado y yo de rodillas en el suelo entre sus piernas saboreaba su polla con un placer inaudito, con mi trasero en pompa Ángel me comía el culo dándome placer, me gustaba mucho sentir su lengua con el piercing frotándome el ano, Bali cambio de postura poniendo sus piernas sobre el respaldo del sofá, su espalda sobre el asiento dejando su cabeza colgando para recibir mi polla dentro de su boca entrando profundamente mientras yo seguía disfrutando de igual forma de la suya, Ángel levantó su cuerpo sujetándose la polla y me golpeó las nalgas con ella para luego forzar mi entrada, cuando me penetró solté un largo gemido, que casi me hace correr de gusto, sus manos en mis caderas me empujaban contra la boca de Bali y la mano de éste sobre mi nuca apretaba mi cabeza sobre su polla tragándomela entera para regocijo de ambos, Ángel empujaba su pelvis continuamente y yo recibiendo sus estocadas besaba y lamía mi espalda mientras que sus uñas pintadas de negro arañaban mis costados causándome una delicia placentera, arreció la penetración y al poco noté como se derramaba dentro de mí y mientras él me llenaba yo descargaba mi verga dentro de la ansiosa boca de Bali, segundos después lo hacía él en la mía.
Besé a ambos y entré en la ducha al poco me vestía de nuevo para ir al hospital sin contarles nada de lo descubierto, los besé con intensidad y me fui.
En la Uci me senté por un breve momento junto a la camilla de Sandro, le habían rasurado la barba y realmente nos parecíamos mucho, puse mi mano sobre la suya me gustaban sus dedos y la parte superior de la mano con algunas venas marcadas crucé mis dedos con los suyos mientras le susurraba: ¿Por qué no me dijiste nada? ¡Todo habría sido distinto! ¡Siempre quise tener un hermano…! Y comencé a relatarle mi infancia con mis primos y mi sobrepeso incluido todo lo ocurrido con Bali desde que nos conocimos, nuestra rivalidad, la pérdida de peso juntos y los negocios. Acariciaba su mano y antebrazo, como si fuera un imán pasé mi mano bajo la sábana que lo cubría y me encontré acariciando con mis dedos su vello púbico al poco mi mano descendió agarrándole la verga que es potente, larga y gruesa, sonreí murmurando: ¡A las puertas de la muerte y estás cachondo! Entonces una débil voz dijo: ¡Mmmm! ¡Es por la sonda que llevo metida! Sandro cerró los ojos diciendo: ¡Muchas veces soñé que tu mano agarraba mi polla y terminaba masturbándome con tu contacto! Yo dije: ¡Tienes que recuperarte y ya hablaremos de todo tendremos tiempo! Saqué mi mano d debajo de la sábana y levantándome besé sus labios, entonces preguntó: ¿Y Roco? Respondí: ¡Está detenido y encontré el USB! Con rostro compungido dijo: ¡No lo uses contra él, por favor! Era una súplica y asentí con la cabeza y salí del recinto.
Fui cada día a visitarlo y tres días después ya estaba fuera de peligro en una habitación para él solo. Empezaba a tener mejor aspecto y pregunté: ¿Por qué no me dijiste nada? ¡Además estuviste con nuestro padre, podríamos haber estado juntos todo ése tiempo! Sandro me miró diciendo: ¡Tú estabas entonces con ése programa perdiendo peso con Bali apareciendo en televisión, le dije a nuestro padre que no quería robarte su amor por ti y así él nos tendría a los dos sin celos de por medio! El día que le entregué la urna con las cenizas de mi padre, besó la urna y la dejó sobre la repisa pidiéndome que vigilara por ti, estaba muy orgulloso de tus logros pero temía que fueras impetuoso en algún momento y pudieras arruinarte de un plumazo, así el tiempo que tú estabas fuera yo convivía con él llegando a conocerle bien y me amó cómo un padre a su hijo y yo a él, pero solamente lo tuve dos años en mi vida, fue duro perderlo lo mismo que sentiste tú al fallecer él. El dolor en su rostro indicaba que así lo sentía y callamos los dos brevemente.
Roco salió en libertad con cargos, pero unas semanas más tarde lo encontraron muerto por sobredosis, Sandro lloró pese a todo el sufrimiento que le había infligido desde muy niño, lo amó. Tuvo visitas de todos nuestros amigos, los policías Ramón y Mario, de Ángel y Bali, recibió unas llamadas de Mauri y su mujer Claudia desde California, pero no quiso que avisara a Diego en ningún momento, yo intentaba averiguar la razón pero no le sonsacaba nada, era una tumba. Cuando estaba el joven Ángel hablaban y hablaban murmullando, el jovencito asentía sonriendo y le pasaba la mano por el fuerte brazo resiguiendo el tatuaje sobre el bíceps, una tarde Ángel sentado en un lado de la cama mientras ambos reían cuando yo entré, les saludé a ambos y del bolsillo saqué dos aros de plata que me habían entregado en la UCI, al mostrarlos dijo: ¡Yo ahora no puedo ponérmelos necesitaría que me ayudaras! Deslizó la sábana mostrando su pecho musculoso mientras decía: ¡Uno en cada lado! Ángel tomó uno y yo el otro inclinándonos sobre su pecho, el jovencito se mojó los dedos con saliva tironeando la tetilla y lo puso, yo hice lo mismo, aunque me costó algo más acertar el cierre, en breve le darían el alta. Nos despedimos y mientras bajábamos en el ascensor pregunté a Ángel: ¿Qué os lleváis entre vosotros dos, tan en secreto? Ángel respondió: ¡No es secreto, Sandro quiere que aprenda idiomas, dice que me necesita para la empresa, además pretende que estudie Empresariales! Yo con algo de sorna dije: ¡Ja, Sandro está loco, tú estudiar idiomas y Empresariales, no te veo en ello! Y solté una carcajada, Ángel pareció ofendido y soltó: ¡Quiere que aprenda coreano y árabe, ya tiene los profesores, en cuanto a las Empresariales mi padre y Mario son licenciados en ello y me pueden ayudar! Me puse serio de golpe soltando: ¡El muy cabrón metido en el hospital y se mueve más que el labio de un conejo! Entonces Ángel soltó una carcajada mientras salíamos del ascensor comentando: ¡Sandro tiene un pecho musculoso, lo mismo que los brazos! ¿Por qué se vestía de esa forma, con ése cuerpazo? Respondí: ¡Ya lo sabremos pronto!
Dos días más tarde le daban el alta después de casi un mes, se quedaría unos días en nuestro ático, abrí la puerta de su habitación, encontrándomelo sentado en el lateral de la cama y un enfermero le rodeaba el cuerpo mientras devoraba su boca, los brazos de Sandro correspondían al enfermero acariciándolo y su boca correspondía al intenso morreo, cerré de nuevo la puerta y fui a coger un café de la máquina, tras bebérmelo regresé a ver a Sandro, para mi sorpresa Sandro estaba de pie frente a uno de los médicos estaban murmurando abrazados, Sandro me vio apartándose del médico, que se despidió de él diciendo: ¡Ya estaremos en contacto para la cena! Sandro respondió: ¡Será un placer conocer a tu familia! Al pasar por mi lado vi que el doctor llevaba una carpeta con algo parecido a un dibujo, miré a Sandro que se encogió de hombros y dije: ¿Has terminado de tirarte a todo el hospital? Sandro sonrió a modo de burla respondiendo: ¡Menos a las enfermeras!
Le entregué ropa mía para que se vistiera, se dio la vuelta pudoroso, el cielo se estaba encapotando y él se vestía mirando al ventanal sonreía de forma alegre, al volverse era casi mi propio reflejo, también sonreí al verle, finalmente nos fuimos del hospital. Le mostré su habitación en nuestro ático puse unas copas de vino frío y nos sentamos, estuvimos hablando de nuestro padre y de Daniel su padre adoptivo, Sandro se levantó en silencio mirando tras la gran cristalera el panorama, me acerqué por detrás pegando mi cuerpo a su espalda puse mis brazos por encima de sus hombros y cruzándolos sobre su pectoral cada mano se posó sobre sus turgentes pechos, duros y bien formados, en cada tetilla un aro de plata, Sandro puso sus manos sobre las mías y yo incliné mi cabeza besándole el cuello, mi verga creció y susurré:¡Déjame amarte cómo un hermano, siempre deseé tener uno y lo tenía, tan cerca, tan lejos,,,! Sandro se dio la vuelta quedando pegados nuestros cuerpos, me abrazó haciendo una ligera mueca de dolor, pero me abrazó buscando mis labios que se encontraron hambrientos, su lengua entraba en mi boca saqueándola y la mía hacía lo mismo pasamos una eternidad saboreándonos mientras nuestros cuerpos se encendían frotándose uno contra el otro, nos quitamos las camisas mutuamente mientras andábamos con nuestras bocas unidas y al topar mi trasero con la mesa del comedor me abrió el pantalón dejándolo caer y me sentó sobre la mesa, él se inclinó entre mis piernas y agachando su cabeza comenzó a lamerme todo el tronco y compartía sus labios con ligeras mamadas a mi glande, su dientes superiores rascaban el suave glande dándome escalofríos de placer haciéndome gemir, Sandro se moja el dedo índice y lo frota sobre mi ano entrándolo lentamente dentro de mí, mi espalda resbala sobre la mesa apoyándome sobre los codos y arqueó la espalda al mismo tiempo que empujo la pelvis hacia arriba enterrando mi verga en su boca que no cesa en la mamada.
Ése dedo maravilloso me provocaba espasmos al tocar mi próstata que unido a su boca mamadora me hicieron soltar en largo gemido mientras mi polla soltaba semen y más semen que Sandro se iba tragando succionándome la polla con la misma ansia que un ternero en la ubre de su madre. Lentamente Sandro se levantó sacando su dedo de mi culo, se abrió el pantalón dejándolo caer y sujetándose la polla me la fue enterrando dentro ¡Oh Dios que dura estaba y cómo se abría paso!, Puso sus manos sobre mis muslos cerca de las ingles y entonces empujó con fuerza clavándose hasta el fondo, noté como su polla derramaba su semen dentro de mí con fuerza mientras sus labios chupaban mi tetilla al instante sujetándome con fuerza las caderas me folló de forma contundente cortándome el aliento, sus ojos no se apartaban de los míos y eso me enardecía mucho más y a él le ocurría lo mismo, su ritmo se aceleraba gimiendo ambos y volvió a derramar su semen dentro de mí exhalando un fuerte gemido, luego de respirar profundamente sacó su verga de mi culo.
Me levanté de la mesa dejándome caer en el sofá con mi polla tiesa, Sandro se acercó arrodillándose en el asiento del sofá y cogiendo mi polla se la clavó en su culo, gimió levantando un poco su cuerpo dejándome espacio para moverme y lo fui penetrando, mientras su cuerpo vendado de cintura hasta debajo del pecho, arqueaba su cuerpo de placer con cada empujón que le daba, finalmente terminé soltando mi semen dentro de su culo, por su rostro se deslizó una lágrima que yo sequé con un dedo llevándomelo a los labios, se quedó sentado conmigo dentro un buen rato mientras sus manos me acariciaban y sus labios envolvían los míos invadiendo mi boca con su lengua, así estuvimos mucho tiempo.
SANDRO
Me encuentro durmiendo en la habitación de invitados de Jordan y Bali, muy relajado tras ingerir una pastilla para el dolor de mis costillas, en mi mente resuenan las palabras del médico ¡Has tenido suerte, una costilla desvió el largo cuchillo y aparte de la hemorragia no sufrió daño el pulmón por los pelos! Me remuevo entre las sábanas rememorando la primera noche en ése ático, han pasado unos días después que Bali nos sorprendió en el sofá tras haber disfrutado teniendo sexo Jordan y yo, Jordan me folló de forma increíble derramándose dentro mío y después nos besamos intensamente, así nos pilló Bali, que dijo: ¡Yo vengo con hambre! Se desnudó uniéndose a nuestros besos, al poco nos puso a los dos de rodillas sobre el asiento del sofá apoyándonos en el respaldo y me penetró con fuerza, para luego hacer lo mismo a Jordan, su polla nos taladraba primero a uno y luego al otro con contundencia mientras los dedos de su mano penetraban al otro, su polla y sus dedos eran sabios con ellos dentro nos hacía gozar, nuestras bocas se unían mientras gozábamos de esa eterna follada.
Bali sujetaba mis hombros cerca del cuello mientras me penetraba y sus pulgares acariciaban mi nuca provocándome placer de bienestar, mi polla endurecida goteaba sobre el sofá con líquido pre seminal, Jordan se coló entre mis brazos colocándose frente a mí, pasó sus piernas por encima de mis muslos y tomando mi verga se la encajó dentro suyo, le di un cojín para la espalda y su rostro igual al mío estaba delante de mí, Bali tiró de mi cabello mientras enterraba su boca sobre la yugular de mi cuello, su lengua se paseaba y luego me chupaba esa zona con frenesí y yo gemía moviendo mi culo adelante y atrás entonces Jordan se abrazó a mi cuerpo lamiendo y chupando desde la barbilla hasta el hueco de la clavícula, parecían sincronizarse chupándome el cuello, uno el lateral y el otro sobre la nuez, me daban un enorme placer mientras yo movía mi cuerpo follando a Jordan y Bali follándome, el gusto tan fuerte me hizo gemir soltando: ¡Lo siento no puedo aguantar más! ¡Me corrooo! Y mi polla se descargó dentro de Jordan apretando mi ano noté que Bali gemía y llenaba mi culo con su semen, entonces me percaté que Jordan se había corrido sobre su cuerpo al mismo tiempo que nosotros, sacó mi polla de su culo poniéndose de pie sobre el asiento del sofá y aproveché para lamer su semen del pecho la boca de Bali se unió a la mía lamiéndole el pecho recogiendo su semen, luego juntamos nuestras bocas degustando un plácido beso.
Siento mi polla golpearme el plano vientre y noto un cosquilleo sobre mi corazón, la cálida mano de Ángel reposa sobre mi tetilla de ése lado, giro mi rostro y admiro su candidez durmiente, pienso ¡Es tan joven, tiene toda la vida por delante! Se remueve en la cama bajando su mano a mi entrepierna, la mano ahora reposa sobre mi polla que palpita, lleva dos noches colándose en mi cama simplemente hablamos hasta que el sueño nos vence a pesar de estar desnudos no hemos tenido sexo y no será por falta de ganas de hacerlo por ambas partes, pero disfruta hablando conmigo, su aspecto es entre angelical y chulesco, pero es muy inteligente aunque lo disimula. Veo que Ángel alarga su brazo a la mesita tomando el bote de lubricante, aparta la sábana de su lado y frota su dura polla con el gel acuoso lubricante y comienza a masturbarse lentamente, me mira y tomo de su mano el gel mojando mi polla también yo había apartado el resto de la sábana, tras besar sus labios me puse de pie sobre la cama, levanté sus piernas dejándolas dobladas sobre su cuerpo me di la vuelta quedando de espaldas a él tomando su dura verga y me fui agachando hasta tenerla cerca de mi ano, mi culo fue descendiendo mientras su polla entraba dentro de mí, mi cuerpo subía y bajaba sobre su buena y dura verga, me costaba respirar esa dureza me daba un placer enorme, mis huevos chocaban contra los suyos y él gemía entre dientes, pasé primero una pierna sobre su cuerpo y luego la otra quedándome mirándole con su verga clavada dentro, puse mis rodillas a cada lado suyo dejándole espacio para penetrarme a su antojo, pero Ángel me abrazó con cuidado girando nuestros cuerpos dejándome la espalda sobre la cama y él clavado entre mis piernas dobladas ahora me penetraba una y otra vez, entraba sin llegar al fondo y luego se clavaba con un seco golpe haciéndome gemir cada vez con más fuerza, Ángel gimió profundamente y noté como su verga inundaba mi culo con su semen, cuando su respiración se apaciguo la sacó de mi culo.
Ángel se tumbó sobre la cama rendido boca abajo yo me puse sobre su espalda frotando mi cuerpo sobre el suyo tan apetitoso, mis manos sobre las suyas entrecruzando nuestros dedos y le susurraba: ¿Eres dominante o sumiso, activo o pasivo, dante o tomante? ¿O eres sadomasoquista? Ángel repitió esto último lentamente y mientras yo frotaba mi cuerpo sobre su espalda con una fuerte erección dije: ¡Te has enamorado de Jordan y también de Bali! Continué: ¡Lo que hay entre ellos es especial solamente los años de entendimiento entre ellos lleva a ése amor tan intenso! Ángel giró su rostro diciéndome: ¡Fóllame y déjate de tantas preguntas! Yo insistí para embromarle con las mismas preguntas frotando mi caliente polla acariciando su lindo agujero y mientras respondía empujé con fuerza clavándome profundamente dentro de él cortándole la respiración mientras él soltaba un profundo suspiro ¡Ahhhhh! Y yo gemía moviendo mis caderas abriéndole el ano con mi verga, Ángel levanto su cabeza estirando el cuello y yo me incliné besando, lamiendo y chupándole ése cuello tan terso, él giró el rostro fundiéndonos en un beso intenso, su trasero subía apretándose contra mi verga separé mis dedos de los suyos bajando mis manos por delante de sus caderas apretando sus ingles y al poco tomaba su polla entre mi mano, mis huevos golpeaban contra los suyos, su verga estaba dura mi otra mano hizo que levantara más el culo quedando de rodillas mientras lo masturbaba, sus manos ahora libres las dobló hacia atrás acariciando mi nuca para que no dejase de besarle, los gemidos de gusto terminaban en nuestras bocas, yo gemía él también me dolía la zona de las costillas que seguían con el vendaje pero eso no me importaba ante el placer que sentía, me podía estar desangrando que no hubiera parado, me encanta sentirlo gemir entre mis labios y sus movimientos de culo con cada empujón de mi polla, deseo que me posea de nuevo con esa polla tan gorda y larga nada despreciable, tal vez bastante parecida a la mía pero 10 años más joven, esa lengua con el piercing causaba estragos durante la mamada lo mismo con sus apasionados besos, el jovencito se entregaba al 100 por 100 en todo momento y eso me excitaba recordándome mi infancia lujuriosa y con cada empujón que propinaba a Ángel con mi polla me llevaba al paroxismo pronto para el orgasmo, giré el joven cuerpo quedando entre sus piernas clavándome de nuevo dentro de él, mis manos sobre sus muslos apretando su cuerpo contra el mío, Ángel irguió su cuerpo besándome la tetilla tironeando mi aro con su lengua y el placer llegó de forma inesperada al palmear mis nalgas con fuerza y ¡Oh Jesús! Mi polla comenzó a soltar el semen retenido con suma fuerza de forma incansable mientras palpitaba en su culo, por todo mi cuerpo me llegaba esa sensación que me vaciaba dentro de él y en ése preciso momento la verga del joven comenzó a salpicar por todos lados mojándonos con su semen mientras él suspiraba con fuerza y gemía.
Me recosté en la cama a su lado con gesto de dolor en las costillas, me preguntó si me encontraba bien, muy solicito le respondí que solamente había sido leve el dolor y preguntó: ¿Quién es Diego? Añadió: ¡Se te ha escapado dos veces ése nombre, una cuando yo me corría dentro de ti y ahora al verme explotar la verga sobre mi cuerpo! Y le conté todo lo relativo a Diego, mi compañero, mi amigo, mi amante y mi amor, incluso hablé de la separación al regresar él a México para formar una familia. Entonces Ángel saltó cruzando mi cuerpo diciendo: ¡Voy a orinar, no resisto más! Y yo fui tras él al baño casi empujando al jovencito metiéndole en la ducha conmigo, ya dentro me puse de espaldas a él masturbando un poco su verga y metiéndola dentro de mi culo, tomé su mano derecha llevándola a mi verga y él puso la otra por debajo de mi axila acariciándome el pecho y comencé a orinar entre sus dedos, notaba sus labios sobre mi hombro y su verga comenzó a palpitar para luego soltar su potente chorro de orina llenándome el interior deslizándose el caliente líquido por mis muslos su voz me llegó como un susurro diciendo: ¡Me gusta tener tu polla entre mis dedos, notar como aumenta de tamaño y grosor! Notaba como su verga se retiraba para embestir de nuevo mi ano aumentando de volumen como hizo la mía y dije: ¡La tuya no se queda atrás, ya está lista de nuevo! Apoyé mi brazo doblado sobre las baldosas y mi frente sobre ése brazo y comenzó a follarme de nuevo, era un gran placer notar como entraba y salía de mi culo, una de sus manos separaba mi nalga y la otra me masturbaba con fuerza, su boca mordisqueaba mi cuello y luego me comía la oreja metiéndome la lengua dentro, de pronto soltó un juramento y sacó su polla de mi culo soltando su semen sobre la entrada de mi ano frotando su buena herramienta sobre el semen que derramaba al soltar su última gota me la clavó de nuevo dando un par de empujones, al poco estaba agachado frente a mi verga masturbándome con la boca abierta y su lengua acariciaba mi glande hasta conseguir su recompensa la totalidad de mi semen que se tragó junto con mi polla hasta el fondo de su garganta. Se incorporó y nos dimos un morreo, luego una ducha rápida y de nuevo en la cama.
Dentro de unas horas regresaba a mi apartamento tras el percance y Ángel se había ofrecido a acompañarme. De camino al apartamento paramos en una peluquería cercana donde siempre me arreglaban la barba anteriormente, casi no me reconocieron sin ella pero sí mi voz, me saludaron y hablamos de todo un poco, les presenté a mi nuevo colaborador, cosa que pareció gustar al joven Ángel ese trato, cuando me tocó el turno le dije al peluquero amigo: ¡Quiero cambio de imagen, fuera barba, cambio de pelo arreglado! Y él añadió: ¡Unas mechas claras te sentarían de fábula! Yo añadí riendo: ¡Mientras no me dejes como una “reinona”, lo que tú creas aconsejable! Y todos reímos incluso Ángel que apartaba su timidez frente a estos desconocidos para él, uno de los propietarios me hizo preguntas y yo respondí con naturalidad ante mi desaparición de esos meses y le señalé a mi joven acompañante diciéndole: ¿No crees que tendría que llevar otro aspecto? El aludido afirmó que estaría mejor con el pelo más moderno, tomando el brazo de Ángel lo llevó a lavar la cabeza y después en el asiento justo a mi lado comenzó la transformación del joven, mientras me hacían mechas y rasuraban totalmente la barba miraba el reflejo de Ángel en el espejo que parecía divertirse mucho con hacer algo inusual para él y parecía satisfecho con lo que veía hasta que nuestras miradas convergieron en el espejo, abrió los ojos y la boca al mismo tiempo soltando un fuerte ¡Uhauu!¡Eres otra persona, estas genial! Yo mirando su nueva imagen respondí: ¡Con este corte de pelo, que te favorece mucho pareces algo más sensato, más hombre, más maduro! Y cambiando de tema pregunté: ¿Has pensado en lo que sugerí respecto a los idiomas? Ángel asintió con la cabeza añadiendo: ¿Pero por qué esos dos idiomas, coreano y árabe? Yo respondí sinceramente: ¡Necesitamos alguien de confianza que domine ambos idiomas ya que haremos tratos empresariales con algunos países que lo hablan! Con el look nuevo fuimos de compras y satisfechos nos encaminamos a mi apartamento.
Llamé desde mi móvil a mi madre adoptiva para darle el pésame por Roco, pero histérica me increpó culpándome por lo ocurrido a su hijo y yo estallé soltándole todo lo ocurrido con “su precioso hijito” abusando de mí y vendiéndome a sus amigotes, agotado por mi estallido repetí: ¡Lo siento, le quise muchísimo! Y colgué la llamada, respiré profundamente y Ángel me miró y dije: ¡Capítulo cerrado!
Cerca del apartamento pasamos frente a una pista de baloncesto algo destartalada al pie de los mismos, allí solía jugar con otros habitantes del edificio, a medida que nos acercábamos Ángel me golpeaba con el codo diciéndome: ¡Están buenorros los que juegan en la cancha, como sean todos iguales me instalo aquí contigo! Yo sin mirar a la cancha dije: ¡Si tienes que estudiar esos idiomas pasarás muchas horas en mi apartamento! Él saltó entusiasmado: ¡Me encanta eso y es mejor la forma que me tratas como si fuera adulto! ¡Jordan y mi padre me ven como un niño todavía! Yo respondí: ¡Pero Jordan se ofreció para mejorar tu inglés y eso no lo hace habitualmente! Entonces miré hacia la cancha y casi se me paralizó el corazón ¡Ahí estaba él jugando con mi amigo coreano Hank y Samir mi vecino árabe con otro joven que no conocía! Al pararme junto al enrejado de la valla Hank y Samir me saludaron con la mano y él se dio la vuelta mirándome a los ojos con intensidad, mis dedos se crisparon sobre la valla metálica, mi corazón latía con fuerza y él soltó la pelota acercándose corriendo hasta quedar frente a mí, cruzó sus dedos sobre los míos en la valla y mis piernas temblaban, todo yo temblaba, solté un largo suspiro dije: ¡Diego!
Detrás de Diego se acercaba un esbelto joven tan parecido a él pero con menos años, entonces dijo: ¡Te presento a mi hermano menor Marcelo, al que llamo Mar! Miré al joven a los ojos y eran de un color celeste clarísimo que resaltaban con el tono de su piel broncínea y el blanco perlado de su dentadura realmente era hermoso y Ángel golpeaba mi brazo mientras babeaba mirando al joven, finalmente lo presenté doblando mi brazo por detrás de su nuca atrayéndolo dije: ¡Éste es, Ángel… mi nuevo becario! El coreano Hank y Samir se acercaron abrazándome sin apretar demasiado mi cuerpo, volví a presentarle a Ángel ya que ellos le darían clases de sus idiomas nativos.
Con la pelota bajo el brazo fuimos todos en dirección de los apartamentos.
Continuará.