A Jorge le gustan los juquetes 2
Aquel maletín rojo contenía muchas sorpresas y Jorge tenía ganas de experimentar conmigo.
... Siento haber interrupido mi relato anterior. Para aquellos que quieran conocerme y les guste los preliminares que lea mi anterior relato. Continuaré por donde lo dejé...
Como iba diciendo Jorge me tienía agarrado de las gomas de los slips a la altura de las caderas y tiraba de ellos hacia arriba. El slip blanco se me metió entre las nalgas y mientras el tiraba con fuerza hacia arriba notaba la presión en mi ojete y como quedaba atrapada mi polla morcillona y testículos. Tiraba con tal fuerza que me levantó del suelo mientras seguía besandome y metiendome su lengua hasta la campanilla. Al levantarme del suelo intenté librarme de esa presión abrazandome a sus caderas con mis piernas y sujetandome con mis brazos a su cuello. Ahora su torso desnudo tocaba el mio. Notaba sus pezones rozando me pecho y el siguió besandome pero esta vez posó sus manos en mis nalgas apretando y abriendolas:
Que culito más duro tienes Raul- Me dijo. Ahora veremos lo limpio que lo traes.
Con una de sus manos apartó el calzoncillo metido entre mis nalgas y con uno de los dedos fue acariciando mi ojete en introduciendo el dedo poco a poco. Sentí su dedo seco como se metía poco a poco y urgaba en el interior. Mi polla estaba que explotaba en el interior de mi slip y pegado a su estomago y no podía evitar restregarme.
Baja. - Dijo mientras sacaba el dedo. Se quedó mirandolo y me lo dió a chupar.
Parece que estás limpio pero me gusta realizar la prueba del algodón. Ahora me vas a seguir al baño y seguirás en silencio. Harás lo que yo te diga. Entendido?.
Si Jorge
Mira Raul, tu slip está mojado por delante. Me bajó los slips y yo tenía la punta de mi polla babeando. El rebaño con sus dedos la punta de mi polla y el glande recogiendo todo mi liquido viscoso y lo acercó a mi boca para que lo chupara.
Me agarró fuerte por la nuca con una mano y me dirigió hasta el aseo. Por el camino los slips se me terminaron de salir por los pies. Me metió en el plato de ducha y me dijo que me pusiera de espaldas contra la pared. Yo le daba la espalda y no podía ver lo que hacía. En los azulejos podía ver que se reflejaba algo pero era borroso. Vi como agarraba de encima del water un maletín rojo. Lo abrió y sacó lo que parecia un enéma y un dildo pequeño, como si fuera un chupete. Llenó el enéma de agua templada y:
- Agachate y apoyate en los grifos.
yo obedecí. Imaginaba lo que iba hacer pero estaba tranquilo. Suelo venir limpio para estas citas. Era la primera vez que me hacían esto y la situación me parecia muy morbosa. Supongo que para el también. Mojó sus dedos y me los metió por el culo. Me hizo lamer y escupir el largo del enéma y luego me lo introdujo hasta el fondo. Presiono el deposito y empecé a notar como mis entrañas se llenaban de agua. Cogió el pequeño dildo y me lo metio en el culo a modo de tapón. Me giró dandome un azotazo y:
Aguanta lo que puedas.
Vengo limpio Jorge.
Que te calles joder - Dijo mientras me daba una palmotada a mi polla dura. - Eso merece un castigo.
Abrio de golpe el agua de la ducha fría y con el de mano empezó a rociarme todo el cuerpo. La impresión fue enorme y la ereccíon se fue a tomar por saco. Se me encogieron las pelotas y sin embargo, él parecía estar mas empalmado bajo el pantalón del pijama.
Cogió una esponja y jabón y empezón a frotarme todo el cuerpo. Dos duchas en menos de una hora pensé yo. Lo veía disfrutar pasandome la esponja por todas las partes de mi cuerpo. Y sin esperarlo agarrró la anilla del dildo que tenía introducido en mi culo. El agua empezó a salir de mi ojete como si mease. No hubo sorpresas.
- Así que era verdad. Vienes muy limio. Asi me gustan las Putas. Secate.
Mientras lo hacía Jorge volvió a abrir aquella maleta roja. El me tapaba y seguía sin ver lo que traía ahí. Sacó lo que parecía un corpiño de piel. me lo puso en la cintura y empezó a atarmelo por la espalda. Era de piel natural, negro y me quedaba por encima del pubis y la cadera en la parte de abajo y arriba no llegaba a taparme el pecho.
Me hacia una cintura más fina y acentuaba el pecho. Pero sobre todo y en mi caso, me hacía más nalgón y de muslos más anchos y musculosos. Volvió al maletín y cojio unos anillos de silicona. Eran dos unidos. Agarró de mi polla que volvía a estar morcillona y metió uno de los anillos hasta la base de mi verga. El otro anillo unido lo abrió y metió poco a poco mis gordos huevos para también llevarlo al inicio de mi escroto. Para cuando termino ya tenia mis 17 cm al máximo y las venas se empezaban a marcar. El me miró de arriba a abajo.
Ahora estas guapo y limpio putón. Ven vamos a la cama tumbate. Yo le obedecí y ví como se quitaba el pantalón del pijama. Por fín pude ver su polla. Era de unos 14 cm. Muy gorda y venosa, circuncidada, del mismo diametro tanto su glande como la base del pene. Me fijé que también llevaba un anillo puesto y que eso le hacía tener aún mas hinchadas sus venas. Sus pelotas eran grandes pero pegadas. Como los tigres diría mi padre. En el pubis tenía vello, corto y rizado. El resto lo tenía depilado. Las piernas eran musculosas y velludas así como sus gluteos. Se veía muy masculino.
Date la vuelta y pon la cabeza en la orilla de la cama. Deja que tu cabeza caiga levente.
Así Jorge.
Si. Y ahora abre la boca.
Acercó su polla a mi boca y empezó a jugar por encima. Parecía que me pintaba los labios con la punta de su pene. Yo empecé a lamerlo y chupar su glande. Poco a poco fue introduciendo su polla en mi boca y sacandola. No entera. Era gorda y tenía que abrir bien. Cuando no me lo esperaba empujó introduciendola toda hasta el fondo quedando sus pelotas sobre mis ojos y tocando la punta de su verga mi campanilla. Quedó así unos segundos provocandome arcadas. Casi no podía respirar. Al tiempo, el empezó a golpearme mi polla y mis pelotas. Ante el ahogo y los golpes yo me empecé a mover e intente separarlo pero era pesado. Finalmente se retiro.
No me gusta que pelees Raul.
Me ahogaba- dije con la cara roja y congestionada de haber tragado toda su polla.
La chupas bien pero ... haber como se porta tu culito. Date la vuelta y ponte como un perrito a la orilla de la cama
Mientras obedecía el se dirigió a la maleta y sacó lo que parecía un rosario de pelotas de pinpón. Eran negras y de silicona. Sacó un tubo de vaselina y untó mi ojete con su dedo. Al pricipio lo hacia con uno, luego con dos y luego metío tres dedos retorciendolos en mi interior. Yo gemía con su jueguecito.
- A ver cuantas pelotitas te entran de estas.
Empezó metiendo una. Estaba lo suficientemente lubricado y dilatado y esas pelotas no parecían más grandes que la punta de su polla.
Dos, tres, cuatro, cinco, seis ...- Iba contando y en la septima ya notaba como mis entrañas se empezaban a llenar. Tenía que presionar hacia dentro más.
No empujes hacia fuera cabrón. Se que te caben más. Ocho, nueve y diez. Joder! Que puta maquina. Date la vuelta y sientate en la cama. Que no se te salga ni una puta bola.
Yo me sente y notaba bajo mi culo la presión.
- Ahora chupame la polla como si no hubiera un mañana.
Se la empecé a chupar toda de arriba a abajo. Igual las pelotas. Notaba su polla chorreando liquido preseminal. Me agarraba la cabeza y me daba fuertes embestidas. No tenía tanto problema en tragarla toda y más lo tenía en abrir la boca por lo gorda que era. Yo me agarraba a sus nalgas y no paraban de caer mis babas por toda su polla.
- Tumbate hacía arriba y cuidado de que se te salgan las bolas del culo.
Sentado era fácil aguantarlas pero al tumbarme tuve que apretar bien el culo y dejar las piernas estiradas y juntas. Jorde se untó las manos de vaselina y me agarró la polla. Empezó a masajearme el glande con fuerza. Yo gemí fuerte. Joder mi polla estaba super hinchada y sensible al tener los anillos puestos. Ya no era placer, era dolor ante la sensibilidad que tenía. Me masturbaba y me frotaba el glande y no podía parar de gemir y patalear. No me estaba dando cuenta pero las bolas se estaban saliendo del culo y eso no contribuía a aliviar tanta excitación. Jorge se dio cuenta de que se me salían las bolas del culo y cuando ya iba por la quinta tiró fuerte y sacó las cinco restantes de un solo golpe. Yo grité y el paró. Pensaba que me había sacado las tripas y tenía la punta de mi polla roja como un tomate de tando frotamiento.
- Eres muy gritón y eso no me gusta. Nos van a oir los de la habitación de al lado. Ya no vas a gritar más Raul
Se levantó y se fue al maletin rojo. Que sacará ahroa me pregunté. Un bozal con una bola roja. Me recordo a la que le pusieron al negro de Pulp Fiction. Me lo engancho a la cabeza y metio la bola en mi boca. Anillos, corset, bozal... que más podía llevar. Me dió la vuelta en la cama boca abajo. Separó mis piernas lo más que pudo mi flexibilidad. Acercó el maletín rojo a la cama y se sentó junto a él. Sacó un consolador con forma de pene. No era mas grande que su polla o la mia. Puso vaselina en lal punta y lo metió en mi ano de un solo golpe. No costó que entrara pero la brusquedad me hizo gemir a través de la bola de mi boca. Lo puso en modo vibrador y lo empezó a sacar y meter suavemente. Hizo levantarme para poder cogerme la polla y dejarla cologada hacía abajo entre mis piernas. Así, mientras metía el consolador y lo sacaba vibrando con una mano, con la otra acariciama mi polla, glande y frenillo.
Joder como te chorrea la polla de liquido preseminal Raul. Estas poniendo perdida la cama y el verte me tiene loco.
Cogío otro consolador, esta vez era mas grande. Mediría unos 19 cm y mas gorda. Mi culo se cerró al principio pero fue introduciendolo esta vez poco a poco. Lo puso en modo vibrador y me hizo sentarme sobre el en la orilla de la cama.
- Chupamela otra vez. Chupa mientras te vibra ese consolador hasta el fondo de tu culo.
Supongo que él ya no aguantaba más y queria mojar su verga en mi ano. Me tumbó y me levantó las piernas dejando mis pies a la altura de sus hombros. Me sacó el consolador y metió su polla rapido y fuerte. Notaba el grosor de su polla pero estaba muy dilatado. Empezó a follarme suabe y se dejo caer sobre mí. Mis piernas abrazaban sus caderas y espalda. Levantaba mi pelvis para que él pudiera follarme mejor. Las embestidas cada vez fueron mas fuerte y el me decía al oido. No sabes lo que te espera hijo de puta.
- Date la vuelta y ponte a la orilla de la cama como un perrito. - Dijo mientras se levantaba e iba otra vez al maletión rojo.
Le hice caso. Frente a la otra orilla de la cama estaban los armarios todo forrado de espejos. Me ví con el bozal babeante y el corpiño. Jorge de pie, me parecía mas grande y musculoso que al principio. Estaba sudando. Su cara era de vicioso. Cogió del maletín rojo lo que parecía un consolador de silicona transpamente. Era largo y muy gordo. Vi a traves de los espejo como introducia su polla en ese consolador hueco. Entendí que eso aumentaba el largo de su polla que pasaba de 14cm a 19 cm. Pero lo que más temía elra el grosor. Era casi como su muñeca. Me suste un poco. Se lo ajusto en su polla perfectamente y lo untó de vaselina.
Preparaté!
Con cuidado intente decir yo con esa bola mientras me caía la saliba
Qué?- Me dijo mientras acercaba la punta a mi ano.
No me hagas daño.
Que dices cabrón ´- Iba empujando.
Joder despació me duele.
No te oigo Puton. - Seguía empujando.
Aaaaaa Jodeeeeer!- Gritaba mientras intentaba hacer fuerza hacia fuera por abrir mi culo todo lo posible
Ves como entra. Ya esta toda.
Se quedo parado dentro. Yo tenia la cara congestionada, los ojos llorosos el esfuerzo, y mi polla a penas seguia empalmada más por la ayuda de los anillos. Mis pelotas sentian pegadas las suyas. No me había fijado pero el corset llevaba unas tiras en los laterales para agarrar. Eso es lo que hizo él. Se agarró a las tiras del corset y empezó a marcar el ritmo de la follada. Eran lentas pero sacaba gran parte de su polla, bueno, de su polla y el aplique de silicona que se había puesto. Cuando lo sacaba del todo abria mi culo con los dedos de sus manos y disfrutaba viendo mi agujero abierto y latiendo. Volvia a meter todo de un solo golpe y a follarme con fuerza pengando mi culo a su pelvis en cada embestida. Yo cada vez disfrutaba más gimiendo y babeando como una perra. Asi estuvo largo tiempo. La excitación y la presión en mi prostata hizo que pasara lo que nunca me había ocurrido. Correrme.
- Joder Raul. Te esta corriendo. Estas llenando la cama de leche cabrón. Cuanta sale
El paró y saco su polla con el aplique de silicona. Me quitó el bozal.
- Comete esa leche que mira como me has puesto la cama.
Lamí toda la cama.
El se tumbo boca arriba.
- Sube sobre mi y cabalga.
Yo estaba reventado y mareado. Una vez corrido se te quitan las ganas de seguir. Joder estaba extasiado.
- Ni se te ocurra relajarte me toca a mi. - Me dijo mientras me daba un bofeton en la cara. Me apretó el mentón y me llevo su boca a la suya escupendome en la cara.
Me subi sobre el y meti su polla en mi culo. Sentado sobre él empecé hacer circulos con mi culo. El se dejaba hacer. Le acariciaba el pecho y le lamía los pezones. Una mano me la llebaba a la espalda para acercarla a sus pelotas y acariciarselas mientras subía y bajaba. Levante mi pelvis y el empezó a subir y bajar la suya para llevar el ritmo. Cada vez iba mas rápido y a veces su polla entraba y salia entera. Aquello empezó como una ametralladora. El sudaba y me follaba como un loco. Joder con el cincuentón pensaba yo.
De repente me empujo. De la fuerza me tiro fuera de la cama:
- Acercate, acerca tu boca rápido.
El estaba de rodillas a la orilla de la cama y yo en el suelo de rodillas. Metio su polla entera en mi boca y me la folló corriendose. Notaba la leche caliente salir a borbotones y el empujando hasta el fondo con fuerza.
- Raul te has portado. Duchate y vete sin decir nada. Ya hablaremos por la aplicación de móvil.