A flor de piel
¡¡¡Por el amor!!! Uno de los retos más importantes y difíciles de la vida. Una vida sin amor es un largo camino fúnebre hacia la muerte. Mi abuela decía: Sin amor no hay paraíso. Afortunadamente amo y soy amada.
Desde que nos conocemos con mi marido, cada experimento sexual fue en pareja, nunca con terceros, hasta ese día, el 19 de agosto de 2004. Acabo de pasar una semana de vacaciones maravillosa con mi amiga Lena, sin Stone que no pudo cogerlas en esta época del año. Conocí a Lena en un taller de imagen personal, estudiando estilismo. Ella tiene 28 años, Yo 35, intentamos vernos al menos dos veces al año, es mi amiga más, más querida. Ella vive en Mallorca y yo, con mi marido, en Alicante. Lena es muy hermosa, con un pelo largo rubio platino, una preciosa cara de muñeca con ojos color miel en forma de almendras, pequeños labios carnosos y una nariz celestial, marca de todas las mujeres de su familia. Tiene un cuerpo fino de mi misma altura, delicado y extremamente femenino. Es muy activa y dinámica, como Yo. Revolucionamos el ambiente cada vez que nos juntamos, tenemos una conexión muy peculiar, una corriente de alegría explosiva en cada encuentro.
Hemos navegado cerca de Ibiza en el yate de su padre, Dani, que me considera como su hija. Es un hombre atractivo, elegante y encantador. Hoy es 19 de agosto, esta noche vamos a celebrar los 65 años de Dani. Estaremos en alta mar, con 30 o 40 invitados elegidos para felicitar a este gran hombre, ex relaciones públicas del Club Mediterráneo para Asia y América Latina. Hoy jubilado, viaja y vive sobre su barco, un Ultimat 170. Un lujoso catamarán con una tripulación seleccionada con Pablito al mando, un excepcional skipper ex piloto profesional. El mar corre en sus venas, es andaluz y capitán del Ultimat hace dos años. El encargado de la cocina es Pierre, un chef Francés, amigo intimo de Dani, experto en cocina meridional y ex sumiller del *”Bulli”. Y para completar el equipo, el ama de casa del barco, Liliana, la estrella rusa, nacida en Moscú en 1963. Es una belleza nórdica, cautivante y poderosa, segura de su seducción pero distante y fría en su labor, ella se encarga de las recepciones y del mantenimiento interior del barco.
Stone ha llegado por la mañana a Ibiza, viene a pasar la noche con nosotros y mañana volveré con él a Alicante.
Por la tarde hemos ido de tiendas con Lena, hemos tenido la misma corazonada por un mini vestido blanco, extremadamente sexi y exageradamente provocador. Me avergüenzo de verme en el espejo de los probadores de la tienda Gucci, en el centro de Eivissa, la sombra de mis pezones y mis nalgas se clarean bajo la fina tela. Susurro a Lena con ojos de gato en pena:
-Cariño, voy a elegir otro vestido, no puedo vestirme así esta noche
-¡Tututu! Mira lo que te digo, estos vestidos son preciosos, nos quedan fenomenal ¿Nos hacen más deseables? ¿Y qué?
-¡Madre mía! No sé, Stone puede sentirse molesto
-¡Calla! Va a verte más guapa que nunca, estará orgulloso de su mujer, ¿Está tan celoso?
-¡No creo! Pero…
-¡Pero nada! Se acerca y me ronronea a la oreja besándome el lóbulo -¡Vamos a gozar…*mon chérie!
Lena paga los dos vestidos, idénticos. Viendo mi incomodidad, me hace prometer ponerme el mío esta noche. Son dos vestidos de seda fina, cortos, que dejan adivinar el nacimiento de nuestras finas piernas bronceadas. El escote provocador consigue tapar nuestros pezones y poco más, un simple nudo en el cuello deja la espalda totalmente desnuda.
Son las dos de la mañana, el grupo de músicos contratado por Dani no nos ha dejado descansar, ¡¡¡Ufff!!! Estamos todos en el punto de felicidad que nos da la mezcla de alcohol, música, baile y calor. Mi vergüenza de los primeros minutos, cuando nos hemos presentado ante los invitados se ha evaporado con las primeras copas. Viendo las miradas, no hay duda, estamos muy sexys. Ahora tocan **Hotel California, vamos a descansar un poco. Dani pasa con una copa de champán, sin dudas sobre mi sed me la ofrece. Agradecida la bebo de un trago, se ríe, me coge de una forma natural de mano y bailamos...
-Tsumi, eres una bellísima mujer, me murmura al oído, fue un placer disfrutar de tu compañía toda esta semana. Te he observado bañarte y tomar el sol con Lena, tienes un cuerpo perfecto y senos de ensueño.
Le corto sorprendida:
-¿Cómo?
Él sigue:
-Voy a pedirte algo, de antemano te pido disculpas, pero hoy es mi cumpleaños, he bebido más que de costumbre, no sé muy bien lo que hago, pero tengo ganas de hacerlo.
Nos miramos fijamente, estoy inquieta, a la expectativa el ceño fruncido
Sin desviar la mirada me dice con certeza:
-Permíteme acariciar tus senos, que sea solo por un par de segundos, seria para mí el mejor regalo de cumpleaños
Me sonrojo y le contesto ofendida:
-¡Pero qué dices! ¡Estás loco! Eres el padre de Lena, soy como tu hija, haré como si no hubiera oído nada, efectivamente no estás en tu estado normal
Sin alterarse me contesta con su voz grave y sensual:
-Pero cariño no soy tu padre, solo un hombre que tiene en sus brazos una mujer bellísima y muy excitante
-¡Creo que te has pasado con el champán! Protesto desconcertada. Imagina que alguien te ve acariciarme, y mi marido está aquí, quítate eso de la cabeza…”Porqué busco excusas en lugar de plantarlo ahora mismo” ¡No lo sé!
Rozándome la oreja con sus labios me susurra:
-Lo lamento mucho, pero creo que tu marido tiene otras preocupaciones por el momento
Su aliento caliente me da un escalofrió, me siento “ko”, como si su proposición inesperada me había dejado en blanco, sin capacidad de reaccionar. Consigo articular:
-¿Qué quieres decir?
No contesta a mi pregunta pero sigue:
-Mira a tu alrededor, todas las parejas están bastante ocupadas. Mientras habla, sus manos se deslizan encima de mis costillas. Un ligero estremecimiento recorre mi cuerpo. Sus dos pulgares se acercan hacia mis senos, con mucha delicadeza rodean mis aréolas, no lo impido, me quedo petrificada, las dos manos quietas sobre sus hombros. Descubro, con sorpresa, que las manos suaves de Dani me excitan, mi piel vibra bajo sus caricias. Este hombre es un experto, me acaricia con tanto respeto y dulzura que mi excitación va creciendo hasta que el volcán que tengo entre las piernas, ardiendo, deja escapar una lava caliente.
-¡Ya! Dani, creo que has disfrutado de tu regalo, ¡Por favor retira tus manos!
Una vez más se acerca a mi oreja y me susurra:
-Si te molestan, si de verdad quieres que pares, pídemelo otra vez. No hay que tener miedo del placer, se trata de pasar un buen rato. Si te gusta, al menos un poco, déjame disfrutar más. Tus senos tan delicados, son caramelos para mis dedos, déjame hasta el fin de esta canción.
Ahora me pellizca los pezones, balbuceo:
-¡¡¡Heuuuu!!! Creo que no está bien lo que hacemos…
Se aparta un par de centímetros, está mirando sus dedos bajo la tela a la altura de mis senos, su voz tiembla:
-¿Te molesta mucho?
Farfullo ahogándome evitando su mirada:
-¡¡¡Mmmm!!! Al contrario es agradable, -¡¡¡Pfff!!! De…hecho…estoy…muy excitada
Respiro profundamente para intentar calmar mis latidos totalmente descontrolados y le susurro con una mueca torcida de labios:
-Pero por desgracia no tengo bragas, (4 horas antes, cuando he salido del cuarto de baño arreglada, Stone ha silbado de admiración y me ha violado, arrancando las únicas bragas que podía ponerme con este vestido), se me mojan las piernas y no puedo seguir así
Me contesta con una sonrisa picara, su mano derecha coge el pañuelo blanco que adorna el bolsillo de su chaqueta y se prepara a pasarlo entre mis piernas.
-¿Pero qué haces? Me exclamo, parando su brazo con la mano dando una mirada circular, avergonzada y arrepentida de haber gritado
Él me responde con la cortesía que lo caracteriza:
-Por favor, cariño, confía en mí, solo quiero secar tu entrepierna
Es tan natural y dulce que suelto su mano, la cual, suavemente, sube rozando mi piel con el pañuelo, hasta acabar secando mi sexo calado. Luego retira su mano, lleva el pañuelo hasta su nariz para olerlo y me murmura:
-¡Mmmm! Precioso perfume, lo que acaba de pasar quedará en secreto entre nosotros, me has ofrecido un regalo maravilloso, muchísimas gracias. Tienes un cuerpo angelical y a pesar de nuestra diferencia de edad soñare tenerlo desnudo en mis brazos. Ahora no voy a aprovechar el estado en el cual estas, creo que todos nos hemos pasado bebiendo…y añade besando el dorso de mi mano como un gesto pasado de moda, pero tan delicioso, -Que sepas que conmigo tienes un hombre agradecido para el resto de su vida.
Se da la vuelta y me deja conmocionada, intentando recoger el control de mis actos. Estoy muy sorprendida por mi reacción, me he dejado acariciar por el padre de Lena y estoy excesivamente excitada. La piel temblando, me voy aturdida a buscar a Stone, necesito follar. No es una palabra que suelo usar, pero en el presente es la adecuada. No lo veo en la sala de baile, puede que haya salido a tomar el aire y fumar, yo también necesito un cigarro. Subo a cubierta, la noche es caliente y oscura. Acercándome a la proa del barco, oigo susurros que no dejan duda sobre lo que está pasando. Normalmente me daría la vuelta ignorando la movida, pero con el subidón de adrenalina que corre por mis venas voy a ser indiscreta y me acerco un poco más…
¡Hala, hala! ¡Vaya sorpresa! Encuentro a la guapa mulata, modelo de alta costura, también amiga de Lena, en pelotas, apoyada sobre un baúl, ofreciendo su bonito culo a mi marido que se lo folla con una energía desmesurada. Llegando frente a él nuestras miradas se desafían, sin una palabra me doy la vuelta y me voy corriendo. Lo oigo llamarme:
-¡Espera cariño! ¡Déjame explicarte, por favor espera!
Bajo la escalera, paso por la sala de baile, sé que me está persiguiendo, quiero ir hasta mi camarote y encerrarme sola, no tengo ganas de discutir ahora, estoy un poco mareada por el alcohol, la libido a flor de piel. Refunfuño para mi sola “Si le doy la oportunidad de explicarse, me dejaría convencer por sus argumentos y no me da la gana”. Paso por delante de la barra, veo a nuestro anfitrión en conversación con una pareja, cambio de idea, me acerco sin pensármelo, lo cojo por la manga:
-¡Ven! ¡Tengo que hablarte!
No le dejo tiempo de despedirse, lo llevo corriendo hasta mi camarote, abro la puerta con el mando a distancia y la dejo cerrarse tras nosotros. Al instante Stone llega a la puerta y me suplica abrirla. Dani, muy sorprendido por la situación me dice:
-¿Qué pasa Tsumi, porqué no abres la puerta?
Sin contestar, me llevo las manos al cuello y tiro sobre una punta del nudo que mantiene mi vestido. Este, ligero como una pluma cae al suelo, dejándome como Eva, totalmente desnuda. Dani se queda hipnotizado, al borde del infarto. Cojo su mano izquierda, me la pongo encima del sexo recién depilado, con una delicada “rayita” de vello en medio. Le ronroneo besuqueandole el lóbulo de la oreja:
-O cumples tu sueño… ¿Te recuerdas? ¡Abrazar mi cuerpo! O abres la puerta y jamás tendrás otra oportunidad
Se queda mirando su mano tapando esta pequeña preciosidad húmeda. Levanta la mirada hasta mi busto, la parte posterior de su mano libre roza mis tetas, mi hombro, da la vuelta, noto su palma bajar por mi espalda, sigue muy despacio rozando mi raja, mi orificio anal, lo rodea un par de segundos, estoy tiritando, palpa mis nalgas, me empuja hacia él, su boca me mordisquea un pezón, su lengua lo envuelve, gimo, estoy como un volcán en erupción, me siento como una joya preciosa, frágil, vulnerable, deseable. El también tiembla, jadea, su mano aprieta mi culo, mi teta izquierda desaparece casi entera en su boca. Me saborea como si mi pezón fuera un dulce, me siento así entre sus brazos…
Fuera, Stone, está destrozado. Me suplica, quiere explicarse, me grita que me quiere, que le deje entrar. Estoy magníficamente mareada, voy a dejarlo esperar un poco más, me dejo caer encima de la cama atrayendo a Dani. Se pone de rodillas en medio de mis piernas abiertas, su soplo caliente me hace oscilar, lo miro lamer mi clítoris, pellizcarlo con los labios, su lengua se abre paso buscando mi profundidad más ardiente, la siento hurgarme por todos los rincones. Sus manos palpan mis nalgas, mis hormonas se vuelven locas, me estremezco, jadeo, con las piernas lo empujo hacia mí y grito, un grito de deleitación que salé de mis entrañas. Aprieto su cabeza, una avalancha de flujo descarga en mi vagina y en su boca en un sinfín de contracciones. Estoy agotada pero quiero más, sé que mis gritos se oyen desde fuera. Aún temblando cojo el mando y abro la puerta, Stone entra y se queda paralizado delante la escena que le ofrecemos. Los brazos tensos apoyados con las manos sobre la cama, el pecho alto, lo desafío con la mirada. Dani que no se ha enterado de la entrada de Stone sigue haciendo bailar mi culo dentro sus palmas degustando un postre de lujo, totalmente abandonado a su fantasía.
-Ven, digo a Stone, impidiendo a Dani, que ya se entera de lo que pasa que se retire, encerrándolo con las piernas. Stone se acerca como un autómata, le ordeno:
-¡Desnúdate!
-¿Cómo? Me contesta sorprendido frunciendo el ceño
-¡Hazlo y túmbate aquí! Le digo, enseñándole la cama con la palma de la mano
El pobre está descompuesto, parece “un yonki shooté a la cocaína”, se desnuda y se tumba encima de la cama. Tiene una enorme erección. Me doy la vuelta dejando a Dani de rodillas y voy a penetrarme sobre el pene erecto de Stone. El hombre de mi vida me mira como un gato en pena, me implora:
-Por favor… ¡Ya! Tu venganza es terrible, sufro bastante, que se vaya ahora
La mirada clavada en sus ojos alarmados le pregunto:
-¿Has disfrutado follándote a esa modelo?
-¡Noooo! Estábamos borrachos, lo lamento mucho
-¡Ahhh! Entonces lo siento por ti, porque yo, estoy disfrutando como nunca y ahora no es por venganza, es por puro placer. Te aseguro que quiero más, le murmullo con una sonrisa perversa, moviendo mi cadera para sentirle rozarme por dentro.
Giro la cabeza, pido a Dani que se acerque, lo hace despacio, un poco incomodo. Este hombre mayor es muy sexy con su traje de lino blanco, elegante y refinado, es todo un caballero. Le quito la chaqueta, arranco de un golpe todos los botones de su camiseta y deshago su cinturón, está quieto, no se mueve un 1 cm. Stone intenta decir algo, le muerdo la boca para que se calle, abro la bragueta de Dani, dejo caer su pantalón, le bajo su bóxer, me encuentro cara a cara con su miembro erecto, más bien pequeño pero muy tentador. Lo introduzco entre mis labios, lo lamo desde la raíz hasta la punta del glande donde recojo un poco de su miel con la lengua, delante de la mirada angustiada de Stone. Muy digno, Dani me mira chuparlo, jadeando. Es la primera vez que me encuentro en esta situación, lo deleito muchísimo y me excita sentirle gozar. Cojo un condón y un tubo de vaselina sobre la cómoda pegada a la cama. Recubro el pene humedecido por mi saliva con el condón y aprieto el tubo de vaselina en las manos de Dani. Me inclino hacia Stone, le abrazo, muy excitada y tensa. De repente siento caricias de vaselina sobre mi culo, empreñando mi rayita y orificio anal, es impresionante, emocionante, híper estimulante. Lamo y beso la cara aterrorizada de Stone. Detrás, los dedos abren un camino para el pene que ahora toca mi ano totalmente dilatado. Me muero por sentirlo penetrarme, empujo mi culo hacia él, pero se queda rozándome, está jugando conmigo. Siente mi excitación, es una tortura y un placer inhumano. De repente mi cuerpo se paraliza, detengo mi respiración, siento el miembro penetrarme muy despacio y susurrando a la oreja de Stone, le pregunto:
-¿Lo sientes, cariño? ¡Por favor dímelo! ¿Lo sientes?
Los ojos humedecidos, está a punto de llorar, me contesta gimiendo:
-¡Sí! Lo siento entrar en ti
-¡Joder! No puedo verlo así, tengo remordimientos, voy a pedirle a Dani que se vaya. Estoy a punto de poner fin al suplicio de Stone cuando de repente introduce su lengua entre mis labios moviendo su bajo vientre, empujando su erección hacia dentro, jadea. Eso me reconforta, no hay marcha atrás. Con mucha exquisitez y refinamiento, Dani infiltra su erección en mí hasta que sus testículos rozan mis nalgas, despaciosamente se mueve con un movimiento de péndulo. Levanto medio cuerpo, disfruto despacio de los dos penes empalmados. Me siento aprisionada, esperando el veredicto final con gran expectación. Cojo las manos de Dani, las pongo sobre mis tetas, Stone se corta un par de segundos viendo los dedos maduros rozar mis pezones, para mi es indescriptible, lloro de felicidad. Ahora controlo yo la cadencia de mis 2 amantes, quiero que lleguemos juntos al orgasmo, y sé que no va a tardar, estamos los tres delirando. Yo estoy lista, siento los dos penes hinchados, también listos para explotar, doy más movimiento, me siguen uno por delante, el otro por atrás, estamos ardiendo, empapados de sudor, empezamos a jadear fuertemente. Ahora Stone da el ritmo agarrándome por las nalgas, Dani encera mis tetas, los dos me dan con mucho vigor, cada falo entra y sale cada vez con más intensidad, estoy en medio de un tsunami erótico, miles de carretillas disparadas avivan todos mis centros nerviosos, tengo espasmos, me ahogo, cuatro manos me enceran, estoy en el clímax, no puedo más, me abandono, ellos esperaban este momento, nos corremos los tres juntos en un último asalto de gritos y abrazos salvajes.
Nos quedamos un par de minutos jadeando, los dos penes en mí perdiendo vigor. Estoy pegada al pecho de Stone, Dani de pie detrás de mi acaricia mis nalgas.
Fue excepcional, Dani se va desnudo hacia su camarote, Stone y yo, sin decir una palabra, nos duchamos y volvemos juntos con los huéspedes
-¿Dónde estabais? Nos pregunta Lena con un ***misil de champán y tres copas en las manos
-¡Mmmm…! Del camarote farfullo finalmente
-¡Heeey! No podíais esperar, jajaja, pero eso es bueno… ¡Vamos! Brindamos por Papa
Pobrecita no puede imaginar lo que acaba de pasar, me siento avergonzada
Mucho más tarde, en la cama, sin ninguna alusión a lo ocurrido con Dani, cojo la mano de Stone y me duermo.
*El “Bulli” fue considerado como el mejor restaurante del mundo en los años 2002, 2006, 2007, 2008, 2009
** Cariño…en francés en el texto
***Es el título de la canción del álbum homónimo de la banda estadounidense de rock Eagles, de comienzos del año 1977
****1 litro