A Carla le gusta jugar
Cuando en una reunión de amigos se presenta una mujer que es adicta al sexo y lo disfruta de gran modo.
A CARLA LE GUSTA JUGAR
Cuando en una reunión de amigos se presenta una mujer que es adicta al sexo y lo disfruta de gran modo
Mi nombre es Gabriel y esta es una historia real que sucedió hace ya unos años. Una tarde de domingo nos reunimos en el departamento de Tony junto con Pablo, Mariano y Guillermo. Todo hasta el momento eran juegos y bromas mientras bebíamos unas cervezas y jugábamos a las cartas, una simple reunión de amigos en la que nada distinto pasaría, solo distraernos y pasarla bien.
Cuando las cervezas se terminaron junto a Mariano y Guillermo fuimos hasta un almacén cercano a comprar algunas botellas más y algo para comer. Al regreso al departamento nos encontramos con una chica que nos preguntó si podíamos convidarle un cigarrillo a lo que accedí dejándole dos, su aspecto era de unos 24 años de pelo rubio corto rizado, algo rellenita pero no excedida en peso y vestía un jean y un suéter holgado pero que a pesar de eso marcaban sus grandes pechos.
Nos pusimos a charlas con ella y nos contó que estaba de paso en esta ciudad y que no tenía conocidos y que en ese momento nada tenía que hacer, casi una clara insinuación para que la invitáramos al departamento. Su actitud no era de una chica normal, algo había en ella que nos indicaba que era muy suelta y sin tapujos.
Los tres nos miramos con complicidad y sin decir palabra accedimos a llevarla al departamento de Tony. Al entrar, el dueño de casa nos miró desorientado al igual que Pablo y les dijimos que era una chica que solo quería un poco de amistad.
- No me miren así, no voy a robarles nada ni a molestarlos, y si así fuera me voy y listo- , dijo Carla que así se presentó.
Comenzamos a beber y a contar cuentos algo subidos de tono como para probar como esta chica recién agregada al grupo podría tomarlo, sumándose algunos relatos que nos dejaron con la boca abierta por lo descriptivos que eran de situaciones vividas por ella relacionadas con el sexo opuesto. Se descubrió como una verdadera ninfómana y eso hizo que nos calentáramos como quinceañeros.
Entre cervezas y cervezas la miré a Carla y tomándola de la cintura la senté en mis faldas sin que ella se opusiera, es más, bromeó diciendo: - Al final Gabriel es el que menos miedo me tiene-.
Al pasar los minutos y entre cuentos y bromas entre todos comencé a acariciar la espalda de Carla por debajo del suéter pero por encima de una remera que llevaba y fue entonces cuando ella comenzó a lamerme con la punta de su lengua el lóbulo de una de mis orejas lo que hizo que me excitara y provocara en mi una erección.
Esto hizo que aventurara más y recorriera con mis manos sus senos por debajo del suéter notándolos grandes y duros, mientras los demás miraban esa situación paralizados.
- Te gustan, pero porqué no me sacás el corpiño así los tocás mejor-
Hice caso al pedido y noté una piel suave y de pezones prominentes y duros lo que marcaba en ella su excitación y delante de mis amigos levanté su ropa y comencé a chuparlos, a devorarlos. Recorría con mi boca sus senos, los besaba y chupaba casi con desesperación y mordía cada uno de los pezones mientras ella acariciaba mi nuca.
Fue entonces que Tony también tomó la iniciativa y se sumó sacándole el suéter y la remera para besar su espalda y su cuello y luego compartimos sus pechos mientras Pablo, Mariano y Guillermo miraban la acción.
- Chicos me están calentando mucho, porqué no nos ponemos más cómodos-
Al decir eso comenzó a bajar sus pantalones mientras nosotros hacíamos lo propio con nuestras ropas que dando los tres desnudos en el comedor del departamento mientras recorríamos con nuestras manos cada centímetro del cuerpo de Carla, nuestra nueva amiga.
Carla decidió entonces agarrar mi pija para lamerla suavemente desde los huevos hasta el glande mientras Tony besaba sus nalgas y masajeaba sus labios vaginales para introducirle sus dedos en el interior exclamando lo húmeda que ya se encontraba.
Las caricias de Tony hicieron que Carla se mostrara más decidida y casi se tragó todo mi pene que con gran maestría lo chupaba con un frenesí indescriptible. Envolvía mi pene con su lengua y lo masturbaba desde su punta hasta la base notando como mi glande llegaba a su garganta sin que se ahogara, una verdadera maestra en esa acción.
Chicos porqué no vamos a la habitación que les quiero mostrar lo que les puedo hacer, pero primero denme un yogurt-
¿Un yogurt?- Preguntó Pablo sorprendido.
Si rápido por favor, les quiero demostrar que rico es- .
Guillermo fue a la heladera y trajo el pote que le entregó a Carla mientras nos tomó
de la mano y nos llevó hacia la habitación. En la cama nos hizo arrodillar juntos, juntó nuestras pijas, abrió el pote y volcó su contenido en nuestros sexos erguidos. Luego como una posesa chupó los penes embadurnados mostrando una expresión de gusto indescriptible mamando las dos pijas sin parar hasta que no quedara una sola gota de yogurt. En la puerta de la habitación Pablo, Guillermo y Mariano miraban estupefactos sin emitir palabras.
Luego de lamer bien las pijas se recostó en la cama y prácticamente me tiré encima de ella. Tomé el yogurt y derramé parte de su contenido en su vulva y procedía a lamerle cada rincón. Separé con la punta de mi lengua sus labios vaginales y sobé su inflamado clítoris logrando que ella gimiera de placer, mientras mi amigo Tony acercaba su pija a la boca para que se lo chupara.
Con mi lengua en su concha y la pija de Tony en su boca, Carla no paraba de retorcerse de placer.
- Así quiero que jueguen conmigo hagan lo que quieran- gritaba Carla mientras los otros tres espectadores bromeaban y se tocaban desde la puerta.
Cuando ya del yogurt nada quedaba en su concha la puse boca abajo a Carla y con mi pene recorrí sus dos agujeros mientras ella seguía mamándole la pija a Tony. Muy despacio se la introduje en su concha pero al notar que su ingreso era fácil decidí clavársela hasta el fondo de una sola vez.
- Papito eso me encanta dame más-
Comencé con un mete saca primero lento ya que quería sentir bien todo el recorrido, pero luego fui acelerando hasta sentir que mis huevos golpeaban su concha. Me aferré a su hermoso, grande y blanco culo al que golpeaba con mis manos abiertas.
Fue entonces que Carla se levantó y le dijo a Tony que se la metiera mientras me sacaba la pija de su concha. Se acomodó encima de mi amigo y cabalgó por unos instantes hasta que se detuvo y subiendo su culo me dijo que se la metiera por el ano.
Escupí su trasero e introduje un dedo para que dilatara, pero noté que no había mucha necesidad ya que lo tenía bastante distendido por sus prácticas anteriores. Metí un segundo dedo para abrir bien el camino e hice círculos para dar paso a mi pene erguido hambriento de ano.
Apoyé mi cabeza tratando de aferrarme con las manos al culo de Carla que buscaba con sus movimientos sentir el placer de Tony en su concha y con mis dedos abrí sus nalgas bien para introducir la cabeza de mi pija. Bien despacio se lo fui metiendo hasta que detuve mi marcha para que pudiera aflorarse mejor y acomodarse a mi tamaño. Una vez que lo aceptó con gusto lo metí hasta el fondo logrando que Carla lanzara una puteada de placer.
- Cogeme bien por el culo hijo de puta-
Eso hizo que me calentara más aún y metiera y sacara casi con violencia mientras lograba un compás entre el mete y saca de Tony y así los tres armamos una trilogía perfecta donde los movimientos llevaban una armonía para el placer pleno.
Tony primero fue el que exclamó que llegaría a su orgasmo pero Carla con total maestría paró en seco los movimientos y acarició a mi amigo que se encontraba debajo de ella para que no llegara aún. Al decir verdad no faltaba mucho para que yo también llegara. Luego de ese momento, Carla comenzó a moverse logrando su orgasmo que fue muy prolongado.
Se incorporó y sacó nuestras pijas de sus cavidades y nos obligó a tirarnos en la cama. Juntó nuestras pijas y se las metió juntas en la boca haciendo una mamada a dúo increíble logrando que no pudiera más y mi eyaculación inundara su garganta pero sin soltar las dos pijas hizo que momentos después Tony también descargara su semen para tragárselos por completo, y luego lamiendo las pijas hasta no dejar una sola gota.
- Gracias chicos por el placer que me dieron-
Nos incorporamos nos vestimos y Carla se corrió al baño a darse una ducha. Al poco tiempo salió y ya vestida y repuesta del ajetreo no saludó con un beso en la boca a los cinco prometiendo una pronta vista para más placer.