A bordo
Aventuras de un muchacho guardacostas en una nave con dos osos.
Presto servicio en la policía marítima. Incautamos un cargamento no permitido de una nave en las inmediaciones a nuestra base de operaciones. El juez interviniente ordenó que la nave permaneciera anclada en las vecindades del puerto, sin amarrar en el mismo.
El capitán del barco dejó dos de sus hombres en el barco y mi prefecto me asignó para que evitara cualquier novedad que se intentara con la dichosa carga.
-Usted Chávez se queda aquí, que no abran los precintos de los contenedores. Dormirá acá y racionará también. Es orden del juez federal. Se lo relevará en una semana. Esté atento.-
El jefe ordenó y se fue en la lancha, yo con poca experiencia sabía que me dejaría de muestra y ojalá se acuerden de relevarme.
Los dos marineros se acercaron mi, muy amistosos, me dieron la mano.
-Chávez le conviene esa cabina de la que tiene vista del contenedor, le daremos comida y bebida, aquí abunda todo. Tanto Tadeo como yo, me llamo Nicola, sabemos cocinar.
Lo único que le faltará en esta nave son mujeres, la empresa no permite que las traigamos a bordo. Pero de chupar y comer no se quejará.-
Verifique el precinto, recorrí las cubiertas y finalmente se hizo la hora de la cena.
Me fui al comedor donde Tadeo un cuarentón bien morrudo, vestido con un desgastado pantalón corto que dejaba ver sus bien formadas y velludas piernas se sentó a la mesa, haciéndome seña de que me sentara frente a el.
-Un gusto conocerlo Chávez, en cuanto el arroz con pollo esté listo, Nicola lo avisará, en tanto tomemos unos vinos, ¿le agrada tinto o blanco?.-
Tadeo se paró y fue a la heladera, saco una botella de blanco y con la mirada me interrogó, asentí desde mi sitio, manoteo dos vasos y se vino a sentar.
Estábamos degustando el tercer vaso, cuando por la ventanita avisa Nicola que pongamos la mesa, que ya llega la olla. Una vasija redonda de metal con forma de barriga, con cuello y boca anchos y con una o dos asas, la cual sirve para cocer los alimentos, llenamos nuestros platos, exquisita comida, el vino mejor, ya que cambiamos a tinto, pues Nicola gusta de el.
Nicola también cuarentón, velludo como Tadeo, luce también pantalón corto, no usan ya remera, lo que permite ver sus torsos de osos. Rostros de machos bien machos, cabellos negros al igual que sus ojos.
Resumiendo dos osos velludos, con aspecto de machos activos. Ni una traza de femineidad en ellos. Yo a mis 20 añitos con orientación sexual dudosa, no hice mas que admirar a mis viriles compañeros.
-Si quiere vaya a dormir usted Chávez, nosotros aseamos la cocina y nos tiraremos a descansar también, nos hemos pasado mas de un litro cada uno, podrá ver en todo momento el contenedor desde su cabina.-
-Gracias, buenas noches.-
Me fui a mi cabina, desde donde veía el objeto de mi presencia en el barco.
Me dormí como dos horas, cuando me desperté con ganas de orinar, y muy transpirado, deambule por los pasillos buscando el baño. Maldije por no haberme anoticiado antes. Ya estaba meando hacia el río, cuando vi luz en una cabina.
Curioso me dirigí a la luz, me asomé a ver el interior, y
sorpresa
Los osos estaban teniendo sexo entre ellos. Desnudos, solo cubiertos por su abundante vello. Nicola lo puso a Tadeo en cuatro patas y le metió pija sin etapas, de una se la entró, escuche que Tadeo pedía mas pija.
-Vamos Nicola, meteme pija, que estoy deseoso.-
-Sos una puta yegua, siempre pedís mas, ojalá me cogiera al pendejo de la prefectura, está rebién el pibe.-
-Seré puta, pero es el único culo que tenés, hacerme gozar, que después te la meto a vos, Chávez está bueno para montarlo, deseo cogerlo mas que a vos.-
Risas y siguieron en lo suyo. Estaba yo en calzoncillos, de modo que mi verga salió de la bragueta, dura, me pajié un rato y me metí el dedo en el culo, con lo que regué el piso de leche. A duras penas no me les ofrecí, pero soy casi virgen de culo, solo me cogieron dos veces y me quedó gustando. Dilato fácil por lo que no era miedo al dolor lo que me inhibía.
Ya en el camastro, con la pija al palo me dormí.
Me desperté a las 08:00 A. M. y me vestí de uniforme. Fui a la cocina donde ambos ya estaba tomando café y galletas.
-Buen día ¿habrá algo para mí?.-
-Lo que guste Chávez, ¿que quiere que le demos? Mate cocido tomamos ahora.-
-Si, está bien.-
-¿Solo o con leche?.-
-De momento sin leche, gracias.-
Me miró bien Nicola, parándose a para servirme mate cocido.
-Hace mucho calor, donde habría un pantalón corto, no traje con mi equipo, no sabía que quedaría aquí.-
Nicola me alcanzó la taza y el azúcar, pensó un rato.
-Los nuestros le van grades, hay mallas de baño, salvo que ande en bolas otra cosa no hay.-
Bebí el mate, ellos me observaban y me alcanzaron las galletas.
-Quiere mermelada y manteca, tenemos en la heladera, nosotros solo comemos galleta, caso contrario engordaríamos con la inactividad.-
Pensé que si a las 02:00 A. M. estaban aun cogiendo y era la primera parte de la sesión, esa gimnasia los debe mantener en forma.
Nicola me indicó que lo siguiera. Así lo hice, me llevó a un cuarto donde había mallas de todo tipo y color.
-Elija Chávez ¿lo dejo solo para que se pruebe?.-
Rápidamente me decidí a pedirle que se quedara, de paso me ve y se calienta mas, con suerte me coge, me dije algo caliente ante el giro de los acontecimientos.
-Quédese Nicola, usted con su experiencia me dirá cual me calza mejor ¿sí?.-
Me quité las pesadas botas, para ello me apoyé en Nicola, cuando me bajé el pantalón, me miraba con avidez, yo gozando de su deseo, mi verga al palo.
-Para ese culito y semejante verga, casi te diría que te pusieras una de las nuestras. Chávez cuantos centímetros de pija tenés.-
-Sacá la tuya y las medimos, no se cuantos centímetros tengo, ¿vos sabes?.-
Nicola se quitó el calzado y el pantaloncito, no usa bóxer ni slip, con lo que sus 18 centímetros salieron disparados. Arrimé mi verga a la suya, paralelas eran iguales de longitud, solo que la de el es mas ... gruesa y venosa.
Mi culo sería bien cogido por esa verga, me propuse calentarlo.
-Nicola, de largo, iguales, a ver tu culo hombre.-
Se giró y se agachó, un culo que ya había yo visto cuando lo cogía a Tadeo.
Muy velludo para mi gusto, pero de todos modos me excitó, nunca vi un oso desnudo y que me ofreciera el culo. Mi pija pedía conocerlo en su interior y de allí que se lo acaricié.
-Te gusta mi trasero Chávez?.-
-Lo que me gusta es tu hoyo Nico, tenés con que lubricarte, porque te voy a coger.-
Tomó del suelo su pantaloncito, en el bolsillo buscó un pomito de gel que me alcanzó. En tanto Nicola buscaba, me excité mas aun al verlo agachado con sus muslos de oso, me comería mi primer oso. Pues el que me dé el gel significa que consiente en la sodomiazación.
Me unté el dedo, se lo metí y dos mas le recorrí la tripa sin resistencia de los esfínteres, me lubriqué la pija.
-¿Estas libre de HIV y de Hepatitis B?. Tengo apenas 20 años, no querría contagiarme.-
-Solo tenemos sexo entre Tadeo y yo, nadie mas entró en este circulo de sexo, nos controlamos periódicamente por orden de la empresa. Cogeme tranquilo pibe.-
Nico se aguantó en la pared y le entré a dar sin asco, me deleité pajeandolo y tocándole el hirsuto pecho, de pezones duros como piedra, el gozoso admitió todo.
-No me pajees mas Chávez, si querés que te la meta ya.-
-A mi me gusta bañarme antes, soy adicto al lame culo, si me chupas el ano me cogés Nico, sino no.-
Me apretó la pija dentro de su recto, con lo que lo embestí mas ligero y parejito hasta que le llené el culo de leche. Sentí que mi mano era humedecida por su semen. Acabamos juntos.
-¿Te gustó Nico?, ahora dame la mallita que cubra menos, así lo excito a Tadeo.-
Me puse casi un hilo dental, si venía mi jefe oiríamos la lancha, entre que amarren la lancha y suban me uniformo y aquí no pasó nada.
-Si que cogés bien. No acabas enseguida y hacés gozar a tu pareja. Sos buen macho Chávez.-
-Nico, llevame al baño que me ducho, me chupan el culo y me coge Tadeo, en tanto vos te calentás y me la das después ¿si?.-
Entré a la ducha, Nico me miraba con la verga ya lista. Se desnudó y me ayudó a asearme el ano, como me calenté, me llevó a su cabina y fui suyo, de ese oso espléndido que me hizo gozar y sufrir, esa verga gorda me dejó casi extenuado, que cuando se asomó Tadeo, le pedí un poco de franela antes de que me cogiera el.
Me recorrieron el cuerpo con sus labios, me lamieron hasta el mas recóndito sitio, por supuesto que se disputaban mi ojete, precioso según ellos. Y en verdad que lo es.
-Chávez sos un machito, pero tenés mejor culo que las hembras.-
Me decían, yo les pedí que me trataran como a una hembra, que me besaran, me acariciaran, de modo que ellos me hicieron gozar totalmente, mi cuerpo fue de los dos osos. Si no pudimos hacer que mi ano recibiera las dos pijas jutas fue porque ellos temían fisurarme.
Pasé una semana a lo príncipe, que digo, a lo princesa.