A 100 por hora

Es una fantasía erótica con tendencia masoquista por amor y dedicación a un hombre, que después se vá, dejándome a merced de mi destino. Pero mi destino ya estaba prefijado y al final caigo en las mejores manos, para acometer una nueva vida. Es una fantasía imaginaria, es verdad... pero podría haberme sucedido... e incluso, es mas que probable que le haya sucedido a alguna. Un beso y comenten algo, ya que me gustan las críticas (a ser posibles, constructivas). Sandra Raquel.

"A 100 por hora"

Se cumplía el segundo aniversario junto a Jorge. Aún seguíamos de novios y sin ideas por el momento de unirnos definitivamente.

Vivía con él desde unos días después de conocernos. Mi familia residía muy lejos, lo que permitía una independencia total.

A mis 23 años podía disfrutar de la vida, como así lo hacía. Además junto a Jorge, había experimentado lo que tantas veces había imaginado en mis fantasías más secretas y morbosas. Estaba viviendo un poco el mundo del BDSM, aunque de un modo un poco light aún.

Jorge no estaba preparado para esos menesteres y me hacía cosas raras de vez en cuando para hacerme sentir bien.

Vivíamos en un pequeño chalet pareado, de su propiedad. Y lo había acondicionado en una parte para la sala de juegos.

El trabajaba en un par de negocios suyos.....era 10 años mayor que yo, pero cada vez que podía y yo no tenía clases, nos juntábamos para hacer cosas raras, además de sexo.

Por entonces, estaba tomando las píldoras V4, que daban garantías para 4 meses como anticonceptivo. Aún así y tras consultar a ginecólogos, se podía tomar una cada mes, dando mayor seguridad.

A Jorge le gustaba irse de acampadas por ahí con sus amigos y viajar en moto, aunque a mí solo me llevaba algunas veces.

Habíamos recorrido toda España en moto, acampando con mas gente y hasta en albergues y hostales.

En una acampada, en el verano anterior, me había presentado a todos sus amigos de acampada. Era la única chica del grupo y ya en esa ocasión, me hacía estar desnuda junto a él, ante las miradas de los demás. Incluso una mañana me llevó hasta el centro de acampada y me dejó atada y desnuda, mientras se iba a bañar.

Quienes me veían así, se acercaban a mí para conversar y algunos mas osados, para acariciarme.

Pero no sucedía nada y pronto tomé confianza con ese tipo de exposición y sobre todo con algunos de sus amigos.

Eso había sucedido en el verano. Ahora en pleno invierno las cosas eran distintas, aunque algunos de sus amigos aparecían por casa y yo les atendía como mejor podía, aunque bastante decentita.

Me metían mano cada vez que estaba cerca, sin que Jorge se enfadase. A veces, le hacían reir mis intentos de evitar las caricias de ellos, entre cervezas y risas.

Ahora ya estábamos en Enero. Y nuestras salidas eran menores. Aún así cada fin de semana salíamos con la moto a dar una vuelta y comer en algún lugar recomendado.

Esta mañana Jorge había llegado a medio día a casa y después de darme un fuerte y apasionado beso, me había dicho :

Sandra, uno de mis amigos me ha hablado de un lugar en donde aprender las cosas que te gustan. Iremos después de comer. No está muy lejos. Te parece?.

Jo, claro que sí, Jorge. Me encantará acompañarte. He preparado unas habas con jamón y después pollo asado. Espero que te guste.

Claro que sí, preciosa mía. Por cierto, que tal en tu clase de hoy?.

Un aburrimiento total. Pero bueno no di muestras del mismo. Y hasta pasado mañana no hay clase. Los profes se han puesto en huelga.

Entonces mejor, tenemos hoy y mañana para nosotros dos, solitos. Bueno voy a lavarme un poco, ve poniendo la mesa, cielo.

Y mientras él se aseaba, coloqué los platos, servilletas y cubiertos, completamente desnuda, tal y como a él le agradaba que lo hiciese.

Cuando salió del aseo, me vio aún colocando el cestito del pan y algunos detalles más.

Se acercó por detrás de mí y me abrazó, cogiéndome las tetas y oprimiéndolas, mientras yo seguía colocando todo, aunque un poco acalorada, la verdad.

Una mesa digna de un Amo. Te das cuenta Sandra, que eres como mi esclava?.

Sí, mi amado amor y Amo. Me encanta ser tu esclava y agradarte en cada instante de mi vida.

Ummmm, así me gusta. Bueno trae la comida y comamos. Sigues estando preciosa, amor.

Me sonrojé un poco, pero me retiré para traer el vino y los vasos. Y después la comida en una fuente.

Comimos uno frente al otro, yo desnuda y el sólo con la bata.

Sandra, me gusta verte desnuda, amor. De verdad no te importa estar así?.

No te preocupes mi amor, a mí me agrada lo que te agrade a ti. Y me gusta estar desnuda para ti.

Muy bien, gracias, mi amor.

Comimos tranquilamente, contándonos cosas y hasta riendo de tonterías entre nosotros dos. Llevábamos dos años y todo era una maravilla.

A mí, me agradaba que él me golpeara con el cinto, con algunas cuerdas.....también que me atase y muchas más cosas.....y él siempre intentaba complacerme. A veces me tiraba una semana marcada, pero eso me daba igual....me sentía feliz junto a él.

Jorge y ya tienes cita para ir a ver esa escuela?.

Sí, lo solicité esta mañana y me han dado hora para las 5. Aún tenemos mas de 2 horas y llegaremos en unos 30 minutos.

Vale amor. Bueno, si quieres échate un ratito de siesta, mientras meto los cacharros al lava.

Ok amor, pero después ven a tumbarte a mi ladito.

Asentí sonriendo y fui a recoger un poco la cocina, poniéndome las zapatillas, para evitar acatarrarme. Y en cuanto todo estuvo dispuesto y yo aseada, me metí junto a él, sintiendo el calor de su cuerpo.

No me dormí y cuando eran casi las 4, le desperté suavemente. Se despejó muy rápidamente y tras pellizcarme los pezones se levantó para darse una ducha rápida.

Apareció como nuevo y yo ya estaba en la habitación, con el tanga puesto y colocándome un suéter de algodón. Mis pantalones, las botas y la cazadora estaban preparadas a los pies de la cama.

Sandra, buena idea así no pasarás frío en la moto.

Le sonreí y le miré mientras él se vestía, casi igual que yo, pero con ropa de hombre, claro.

Me puse las botas y después el pantalón con cremallera al cierre sobre las botas. Y después cogí la cazadora, en la que metí mi documentación, pañuelitos, una tanga de reserva y algunos chicles.

Ya estoy preparada Jorge.

Y yo también, amor. Bueno, llevo todo de todo. Nos vamos.

Cogimos los guantes y los cascos y mientras yo cerraba la puerta de casa y abría la del jardín, Jorge sacaba la moto.

Una vez que cerré la puerta del jardín, ya con mi cabello dentro de mi cazadora y con la cremallera hasta arriba, me puse el casco ajustándolo, la minimochila muy apretada a mi espalda y los guantes. Cerré las cremalleras y subí detrás de él.

Salió despacio de la urbanización, como siempre lo hacía y al enfilar la carretera, me pegué contra él para evitar la fuerza del viento, ya que era cuando aceleraba a lo burro.

Me sentía como unida en un bloque junto a él, mientras pasábamos algunos vehículos. Nunca me había sentido nerviosa o asustada de la forma de manejar Jorge aquel cacharro de dos ruedas.

Llegamos al lugar indicado en menos de 30 minutos y dejamos la moto en una parte reservada al efecto.

Nos despojamos de los cascos y los guantes y subimos unas escalerillas. Al llegar a la puerta, Jorge pulsó el timbre, mientras me miraba sonriente. Yo le sonreí y apreté su mano como solía hacerlo para decirle que adelante, que le amaba.

Se abrió la puerta y una chica joven apareció en el umbral de la misma. Jorge se identificó y tras saludarnos, nos invitó a pasar. Cerró la puerta y la seguimos por un largo pasillo, hasta llegar a una sala en donde debíamos esperar.

Una vez en la sala, la chica nos volvió a sonreir y cerrando la puerta, nos dejó bien acomodados.

Ni dos minutos habían pasado cuando se abrió una nueva puerta en el fondo y apareció un hombre de edad madura y andar elegante. Se acercó hasta nosotros, que ya nos habíamos levantado y tras presentarse, nos indicó que nos pusiéramos cómodos. También nos preguntó si deseábamos tomar algo, pero le respondimos que nó.

Muy bien, por su petición de esta mañana, he traido algunos folletos y un dossier informativo, que pasaré a explicarle.

Muy bien, agradecido, Señor.

Y esta preciosa criatura es su mujer, quizás?.

Pues no, pero como si lo fuera.

Muy bien, entonces vea las posibilidades. La tarifa del curso básico es muy ajustada, además de que Ud se lleva todo el material, que es nuevo y exclusivo en su aprendizaje, Señor.

Si, mucho material debe ser, en efecto....porque 5.000 euros, no es una ganga la verdad.

Entienda señor mío, que los materiales ya casi alcanzan la mitad de la tarifa. Además está la modelo que servirá para sus prácticas, más el monitor y el tiempo de la sala. Si hace números, verá que es muy ajustado.

No sé, es demasiado para mí......pensé en unas cifras mucho menores.

Señor mío, permítame decirle, que si Ud aporta la modelo para sus prácticas, la tarifa baja mucho.

Ah!!!!, se puede eso?.

Claro que sí, aquí no vendemos nuestro producto cerrado, nos adaptamos al cliente, claro está.

Y por cuánto podría salir, aportando yo a esa modelo?.

Pues lo tiene en esta otra columna, señor mío.....en torno a unos 3.000 euros.

Vaya esa cifra ya está mucho mejor, aunque se me hace aún un poco larga.

Señor, permítame preguntar......Es esta dulce señorita que le acompaña, la que será su modelo?.

Bueno....verá.......si, podría ser ella, porqué lo pregunta?.

Me quedé un poco pálida al saberme involucrada en aquel lío...y daba golpecitos con mi mano en su brazo, para que no dijera cosas raras. Pero Jorge ya sólo atendía a lo que aquel hombre, muy educado, le decía.

Verá señor mío, su modelo aparentemente es preciosa. Si me lo permite, le diré que si ella y Ud lo desean, ella misma podría sufragar casi la totalidad de los gastos suyos.

A ver, a qué se está refiriendo?.

Es sencillo. Si su modelo, acepta servirnos durante 5 fines de semana, completos, claro..pues que el precio final, le podría salir por unos 500 euros.

Esa si es una buena cifra, sí.

Pero claro, para poderle ofertar eso deberíamos inspeccionar a la modelo antes de firmar el contrato.

Inspeccionar en que sentido?.

Nada extraordinario, señor mío. Sólo que los gerentes del lugar dieran su visto bueno, a este trámite. Evidentemente, deberíamos verla desnuda y en ciertas posturas, a solas. Pero nada físico, señor mío.

La verdad es que me tienta, esa última proposición.

Mire, señor mío. Soy solamente un comercial de esta casa. Si lo prefieren, se llevan esta información y tranquilamente lo piensan y vuelven mañana.

Oiga, vivimos a mas de 100 km., podría ser pasado mañana?.

Imposible. Solo tenemos un monitor libre y podría ser que para mañana estuviera ya ocupado. Aunque el curso completo dura 5 semanas de lunes a jueves, incluídos ambos, a razón de 2 horas diarias. Pero quizás si se deciden, se pudiese guardar una plaza para el siguiente curso.

Yo seguía dándole en el brazo y hasta apretando mi bota contra la suya.

Señor mío, si lo desean.....pueden pensarlo aquí mismo. Si desean tomar lo que les apetezca, sólo tienen que pulsar este timbre. Y este otro si desean darme una respuesta en uno u otro sentido.

Pues muchas gracias, se lo agradezco. Lo analizaremos aquí. Y ahora sí nos vendrían bien unas cocacolas, gracias.

Muy bien, ahora mismo se las traerán. Y descuiden en esta estancia no entrará nadie más. Siéntanse en su casa.

Me sentía acalorada y un poco disgustada, porque sabía que Jorge hacía números ya conmigo, como modelo.

Sandra, fíjate que maravilla y solo 5 semanas.....si tu ayudaras, no tendríamos que sacar de tu cuenta,

Es que prefiero sacar de mi cuenta Jorge.

Vale, tienes los 5.000 euros?.

Pues nó.

Bien y los 2.500 que serían la mitad?.

Jo, es que acabo de hacer un pago fuerte, amor....hasta finales de mes no tendré algo más, hasta que reciba la trasferencia de mis padres y dudo que consiguiese llegar a reunir 2.000 euros.

Pues así estamos cielo. Me has estado animando todos estos días. Lo hago por ti...por los dos. Bueno, le avisaré y le diré que no podemos por el momento.

En ese instante se abría la puerta y entraba una camarera, muy guapa y con un modelito muy sensual y nos dejaba las bebidas y los canapés.

Nos sonrió y tras dejarlo todo en la mesita se retiró, cerrando la puerta tras de sí.

Jorge y sirviendo yo, solamente como modelo.....no podrías hacer frente tu solo?.

Pues no, mi amor. El lunes pagamos las nóminas y tengo lo justito para pasar estos días...aunque dentro de unos días tendremos dinero.

Jo, que rabia, amor.

Da igual, fue una ilusión, Sandra.....tomaremos esto y avisaré a este hombre.

Me eché hacia atrás aturdida, mientras bebía sorbitos de la coca. Le miré de reojo y le veía que seguía mirando cosas y haciendo números. Dejarle así me daba una pena terrible, cuando yo había sido quien le estaba animando cada día.

Pero someterme a esas cosas, lejos de él, me espantaba. Pero qué hacer para animarle?. No tenía ni idea. Además, si decía yo que sí, aún deberían comprobarme si daba o no la talla. Jo, que lío más grande.

Jorge y si ellos admitiesen plazos?.

Es verdad cielo, no hemos preguntado eso.....le avisaré.

Jorge pulsó el botón y a los pocos minutos, apareció el mismo hombre agradable.

Y bien, en que puedo servirle, señor mío?.

Nos pilla en una situación monetaria extraña, pero deseaba preguntarle...admitirían el pago a plazos?.

Señor mío, siento decirle que es norma en esta casa, recibir dinero en efectivo y de una sola vez y antes de comenzar el curso. Lo siento señor.

Bueno, en ese caso.......mmpppfhhhh.....

Le tapé la boca y pregunté yo.

Señor, si yo decidiera además de ser la modelo, quedarme con Uds, que prueba debería pasar ahora?.

Sandra, déjate de bobadas......ya lo hablamos.

Qué prueba debería pasar ahora, señor?.

Señorita, es algo intranscendente. Evidentemente, sería contemplada desnuda y observarla en algunos aparatos, pero cosa de una hora, a lo más.

Muy bien, pruébenme entonces. Si valgo hablaremos señor.

Sandra, esto no está bien cielo. Déjalo.

Jorge, mi amor, tranquilo. Déjame ir y que me digan que opinan de mí, como modelo.

Se hundió, sin atreverse a protestar y yo me puse en pie, dejando la cazadora junto al casco y los guantes. Mi suéter de tirantes y corto, mostrando mi ombligo, hicieron que aquel hombre me mirase con mas atención.

Señorita, si hace el favor de seguirme la conduciré hasta el lugar. Señor mío, tranquilícese, no la sucederá nada de nada. Y pida lo que desee señor.

Caminé detrás de él, por un largo corredor, hasta que llegamos a una puerta de madera maciza. Abrió la pesada puerta y un pequeño vestíbulo con unos sillones y una TV separaban de otra puerta, del mismo tipo.

Señorita, ya la están esperando. Abra esa puerta y entre. Se cerrará sola nada mas entrar Ud. Y tranquilícese, no la sucederá nada especial, salvo que miren su cuerpo. Al salir, yo estaré aquí y la llevaré junto a su compañero.

Gracias señor, es Ud muy amable.

Me acerqué a la otra puerta y la abrí. Entré despacio, sin ver a alguien. Estaba todo un poco oscuro. Caminé unos pasos y ví luz a mi derecha. Llegué hasta una puerta abierta del todo y vi a cuatro hombres. Unos sentados y otros de pie, tomando alguna bebida.

Cuando uno de ellos, reparó en mi presencia, dijo :

Adelante, por favor. Acérquese sin temor.

Uno de los que estaban sentados, tenía un perro enorme sentado a su izquierda que le ví, según entraba. Pero el animal sólo alzó las orejas vigilándome.

Llegué hasta el centro de la sala y sentí la fuerte luz que me iluminaba.

Muy bien, Señorita Sandra, según nos consta. Le explicaré un poco por encima. Primero, antes de aceptar a alguien, debemos comprobar si sirve o no, para lo que necesitan nuestros clientes. Imagino que estará de acuerdo con eso, verdad?.

Sí, imagino que es como inspeccionar la mercancía, o algo así, verdad?.

Jajajajajajaja....pues sí, algo por el estilo, aunque menos aparatoso. Bien antes de dar un siguiente paso, vemos el primero. No somos de la clase de mirones que acostumbran. Lo primero será contemplar sus tetas. Si nos gustan de forma y caída, la tocaremos un poco, para ver su consistencia. Si nos sigue gustando, entonces la contemplaremos desnuda. Hasta aquí, alguna objeción, Señorita?.

Ninguna, señor.

Muy bien, entonces si es tan amable despójese de ese suéter, por favor.

Me quité el suéter, quedando desnuda de cintura para arriba. Sentí las miradas clavas en mis tetas, pero me mantuve tranquila.

Por favor, ponga sus manos tras la cabeza y salte unas cuantas veces.

Lo hice, y salté repetidas veces, haciendo que mis tetas se movieran en cada caída del salto.

Muy bien, ahora cimbree las tetas horizontalmente, varias veces hasta que le indique.

También lo hice y giré mi cuerpo a cada lado con movimientos secos, para que mis tetas se desplazasen lateralmente, hasta que el portavoz, me hizo un gesto de detenerme.

Algunas manos toquetearon mis costados y las mismas tetas, pellizcando ligeramente los pezones, que se inflamaron rápidamente.

Estupendo, lo que vemos de su cuerpo es un 10 para nosotros. Ahora, si que deseamos verla desnuda completamente, salvo que prefiera irse, señorita.

Me bajé el pantalón, tras abrir las cremalleras de los tobillos y me lo quité. A continuación me quité las botas, para terminar bajándome el tanguita y sacarlo por mis pies.

Una apariencia muy apetecible, ciertamente. Señorita, permite que la probemos en diversas posturas?.

Si, lo permito, señor.

Muy bien, quiero verla en el potro, en las espalderas, en la pilastra, en el cepo y en la cruz.

Al escuchar todas esas cosas, mas que sentir temor, sentí excitación, aunque deseaba que ellos no se diesen cuenta.

Me dejé llevar por dos de ellos hasta el potro, tumbarme bocarriba y atarme manos y pies, bien expuesta.

Me miraban todos ellos, algunos me tocaban en mi sexo, separando mis labios y mirándolos con detalle. Otro, pasaba sus manos por encima de mis tetas. Todo eran ojos y manos en mi cuerpo.

Tensadla hasta que avise, pero muy despacito. Señorita, cuando sienta dolor, me lo avisa.

Asentí, sin sentirme nana mal así en ese aparato, aunque si sentía un poco de vergüenza de que estuvieran viéndome tan desnuda y expuesta.

Comenzaron a tensar mi cuerpo. Sentí que mis costillas se alzaban, pero no podía verlas bien y seguí dejándome tensar, hasta que ya muy estirada solté un ay....y entonces se aflojó la tensión, para ir disminuyendo poco a poco.

Muy bien, ahora veremos tus nalgas estirada y colgando de las manos. Perdona que te tutee, pero se hace más fácil. Té molesta?.

No señor, me parece bien.

Adelante pués.

Y así pasé por la espaldera en donde me colgaron de las muñecas de cara a la misma, mientras toqueteaban mis nalgas y muslos.

Después de eso, me desataron para probar la pilastra. Estuve un par de minutos, atada con las manos por delante y un poco mas con las manos a la espalda.

En el cepo, me observaron a su gusto, durante casi 5 minutos. Hablaban entre ellos, pero sin tocarme.

Terminé en la cruz ante ellos, ante movimientos positivos de asentimiento por parte de los cuatro.

Cuando fui bajada de la cruz, me dejaron descansar un poco y el portavoz, dijo :

Sandra, por nosotros eres aceptada con toda nuestra ilusión. Ahora sólo decides tu. Vístete y sal al pequeño hall, en donde te espera el hombre que te acompañó hasta aquí. Si decides aceptarlo, después de hablarlo con tu pareja, ya se les comentará a ambos. Muchas gracias, Señorita....es Ud una linda princesa.

Esas palabras me llenaron mucho y me vestí delante de ellos, sin dar mucha importancia a que me vieran hacerlo.

Saludé con mi cabeza y ojos y salí al cuartito, en donde encontré a aquel hombre agradable.

Y juntos, caminamos por el largo corredor hasta llegar a la sala en donde estaba Jorge.

Nada más verme se avalanzó sobre mí y abrazándome, me besó.

Qué tal estás amor?.

Muy bien Jorge, muy bien. escuchemos las condiciones. Pero no me importaría colaborar en mi parte de gastos.

Jo, de verdad?.

Sí, mi amor. Pero habrá que saber las condiciones.

Veamos cuáles son amor. Por favor señor, si fuera tan amable de exponer esas condiciones para mi chica, nos sentiríamos mucho mejor.

En efecto, hay que conocerlas, para poder decidir. Aquí no se ocultan cosas, señor mío. Siéntense tranquilamente y déjenme exponerles, principalmente hacia ella, pero que ya supongo de decisión conjunta.

Muy bien, proceda.

Aquí les hago entrega de un pliego de condiciones de ella y de Ud. Pero les anticipo, resumidamente, que se trata de que su mujer, digámoslo así, acepta el tratamiento de esta casa durante 5 fines de semana consecutivos. Si por algún motivo, se viera afectado en el tiempo, por alguna enfermedad, se pactaría un nuevo acuerdo. Pero la claúsula principal, es de 5 semanas consecutivas.....entiéndanse como Sábado y Domingo, durante 5 semanas consecutivas. Está claro este punto?.

Si ese punto está muy claro.....o sea, que a mi chica la atan al patio durante el cuarto fin de semana y después de ponerse malita, comienza la cuenta de nuevo. Entendí bien, señor?.

Pues sí, la verdad es que es un poco sorprendente, porque no haya respuesta para esa pregunta, señor mío. Si me disculpara unos minutos, intentaría indagar que solución podría tener.

Puede hacerlo señor, Ud nos parece honorable.

Muchas gracias señor mío y señorita, intentaré tardar lo menos posible, discúlpenme.

Cuando aquel hombre amable y sincero desapareció, Jorge me llenó de besos y abrazándose a mí, me dijo :

Amor, deberíamos salir a escape de aquí. Todo esto no me gusta nada.

Jorge, oigamos lo que puedan decir y lo hablamos esta noche en la cama. Hace unas horas no deseaba saber nada de esto, pero he visto lo que hay y no creo que sea muy malo. Además podemos decir, que después de las tres primeras sesiones, decidiremos.......si lo quieren bien.....y si nó, que se anote esa cláusula dentro del mismo contrato. Y si tengo que trabajar de modos extraños, sé que tus amigos nos ayudarían a encontrar algo temporal, no?.

Si, hagámoslo así. Y es verdad que mis amigos nos podrían ayudar, pero prefiero que ellos no sepan nada de nuestro modo de vida, amor.

El hombre volvió de improviso y nos encontró con la mano de Jorge en mis tetas, levantado mi suéter. Aún así los tres parecimos seres muy evolucionados, porque nadie se dio por afectado, ofendido o sorprendido.

Bien, he estado hablando sobre la cuestión citada y realmente no tiene sentido, así que se ha preparado un nuevo documento, en donde se excluye esa cláusula. Serían 5 semanas completas, entendiendo por completas desde las 00.00 horas del Sábado a las 00.00 horas del Lunes. Y como observación......la siguiente. Si la firmante se pusiera enferma a lo largo del Sábado, se daría como no completa, aunque la completase. Mientras que si es en Domingo, se daría por completa.

Ese punto aclarado, pero quien lleva a casa a mi chica después de terminada su actividad?.

Ese punto está recogido en el apartado D, señor mío. Esta casa se preocupa de sus clientes, pero también de sus calaboradores, señor. Depositaríamos a su compañera o esposa en la puerta de su casa, custodiada u guarnecida hasta que pudiese entrar y estar en su ámbito, señor mío.

Bien esa parte es muy interesante es verdad.

Jorge, tranquilo, pregúntale eso.

Muy bien cielo, así lo hago. Señor, nos parece bien a priori estas recomendaciones y el nuevo enfoque del documento. Pero desearía saber si es posible antes de decidir, aceptado el contrato de mi educación, observar durante al menos 3 días la evolución en esta casa.

Pues mire, señor mío. Esa misma pregunta me la hicieron no hace demasiado tiempo y me dejaron aturdido. Pero ya sé la respuesta, claro. Por supuesto que se puede hacer eso, señor mío. De hecho hay 4 días de clases y si el interesado decide utilizar otra fórmula en la primera semana, sin problema alguno, salvo variación en los costes, por supuesto.

Muy bien, entonces lo estudiaremos. Pero podríamos concertar ya mis clases con modelo aportada, no?.

Pues sí, se podría firmar ese primer contrato. Rellenen estos papeles. Estaré aquí por si necesitan alguna aclaración, salvo que prefieran que salga de esta sala.

No, quédese, por favor. Mi chica y yo no tenemos problemas de gentes.

Me acerqué a Jorge que miraba el documento y rellenaba casillas a toda velocidad. Yo me dejaba llevar, porque él era mi amor. terminó de completar los dos documentos, mostrándome las partes en las que quedaba reflejado el objeto, que era yo misma.

Y se lo entregó a quien teníamos delante. Lo revisó y asintió sin mirarnos.

Muy bien, esta parte está perfectamente cumplimentada. Se acordará la cantidad final el miércoles o jueves. Ahora necesitamos una fianza inicial.

Que cantidad?.

Es simbólica, bastarán con 100 euros.

Muy bien, Sandra.....saca 100 euros.

Sí amor.

Busqué en el monedero que llevaba en la mochila y saque los 100 euros solicitados. Los abonó Jorge y el documento se firmó.

Muy bien, el curso comenzará el próximo Lunes. Será de 6 a 8 de la tarde, les parece bien?.

Es una hora perfecta. Aquí estaremos. Y nos llevamos estos papeles para estudiarlos bien.

Muy bien, les deseo una feliz estancia junto a nosotros y buen viaje, señor y señorita.

Salimos de aquella casa enorme y ya con los trajes de carretera puestos, nos lanzamos regreso a casa.

Según pilotaba Jorge, me di cuenta de que iba pansando en mas cosas de las que debía, así que le rocé un poco con mis manos y enseguida sentí el efecto de seguridad y control.

Llegamos a casa en poco más de media hora. Mientras él dejaba la moto en el garaje, yo me desnudaba del todo, quedándome solo con el tanga.

Cuando subió Jorge, que ya venía medio desnudo......porque nos habíamos dejado la calefacción puesta, se terminó de quitar la ropa y con su polla inflamada me llamó, para ver las páginas ilustradas de lo que podría aguardarme.

Me senté a su lado y dejé que él fuera mostrando cada tipo de tratamiento posible.

Sandra, esto es una pasada. No deberías hacerlo amor. Ya buscaremos dinero entre los amigos.

Jorge, no digas nada, salvo que fuera necesario. Por el momento miremos lo que sucede. Sabes que aguanto bastante, aunque estas fotos, la verdad es que asustan.

Sandra, si......es que te pueden latiguear ellos y los invitados.

Bueno, cuando comencemos el Lunes, nos iremos fijando en como funciona aquello. Si hay que pedir ayuda, el primero sería Lorenzo, es el que está mas forrado de pasta.

Lorenzo?......pero si os lleváis a matar entre los dos. Si supiese que tienes algo que ver, te pediría él su propia sesión. Es un cabrón, aunque sea mi amigo.

Lo sé, lo sabemos los dos y hasta posiblemente él, pero es una opción. Además si nos lo saltásemos, quizás después no quisiera ayudarnos.

Sí, eso es verdad. Bueno lo apuntaré como primero en mi lista. Y después a quién acudir?.

Los de la panda andan pegados todo el mes. Sólo se me ocurre uno, pero me da pánico estar con él.

Mauricio, eliminado. Si necesitamos dinero asaltamos un banco y ya está.

Jajajaja....que burro eres amor.

Si que soy burro, mejor dicho mira que burro estoy. Ni te va a entrar por el coño amor.

Le hice tumbarse y a caballo sobre él, dejé que su polla se apuntalase en mi vagina y me dejé caer lenta y suavemente, mientras él se sentía feliz y seguía mirando los folletos.

Bueno, ya tenemos todo, mi vida.......jo que puta eres zorra mía. Cabálgame con amor.

Y me apresté a agradarlo con mi forma de cabalgarlo......hasta que se corrió entre grandes gritos, pellizcos y apretones en mis tetas.

Que puta eres mi amor.....te quiero, mi vida. Ay, me han entrado ganas de azotarte......trae el cable.

Me separé de él sonriente y fui mojadita hasta el cuarto trastero y busqué el látigo que habíamos fabricado entre los dos con cables eléctricos. Ya lo había probado varias veces y dolía muchísimo, además de dejar marcas más duraderas. Pero me apetecía que me azotase con eso ahora.

Volví al salón y ya estaba él en pie, desnudo y con su polla aún rezumante de esperma.

Jorge, estás guapísimo. Aquí está nuestro juguetito, pero antes de usarlo, átame amor.

Sandra eres incorregible. La verdad es que estoy muy excitado con lo de la escuela ésa. Está bien, te ataré. Además me encanta verte atada y desnuda, eres exquisita mi amor.

Me dejé atar con las manos por encima de la cabeza, mientras le sonreía agradecida. Jorge se separó un poco de mí y asestó el primer latigazo, surcando mi espalda y haciendo que me contrajera de la sensación de los cables, cruzándome la espalda. Sentí fuego, pero le miré sonriente animándolo.

Me soltaba el tercer latigazo, haciéndome retorcerme de dolor, cuando el teléfono comenzó a sonar. Se separó de mí y cogió el inalámbrico quedándose cerquita de mí.

Sí, dígame.

Buenas noches señor mío. Soy el comercial que les atendió esta tarde.

Ah, muy bien, dígame.

Pues que analizando un poco sus necesidades y dado que su modelo ha sido muy bien valorada, pues que tengo una oferta que quizás le agrade bastante, señor mío.

Muy bien, dígame de que vá.

Es muy simple y a la vez ideal, si me permite la libertad. Le podrían salir las clases gratuitas totalmente, además de recibir todo el material utilizado, por supuesto.

Vaya!!!, ésa es una buena noticia, aunque imagino que habrá algo más, verdad?.

Pues sí, pero no mucho más, señor mío. Todo consistiría en que su modelo pasara esas 5 semanas en nuestra escuela, como interna. Déjeme explicarle, antes de decir Ud algo, por favor.

Muy bien, le dejo hablar.

Su modelo estaría bajo nuestra custodia durante toda la semana, salvo en las horas que Ud la visitara y tuviera sus clases. Además estarían juntos hasta las 23.00 horas de cada día, excluyendo lógicamente los Viernes, Sábados y Domingos. Pero por otra parte, Ud no tendría que traerla a esta escuela cada día. Además la cena íntima entre los dos sería a costa de esta institución, señor mío........Pero aún hay más. Si lo deseara, podrían ir a recogerle a la dirección que especificase para así no tener que conducir tantos km.

La verdad suena a música celestial, pero me preocupa un aspecto, señor. Qué harían con ella en todo el tiempo libre?.

Eso es casi lo mejor de todo, señor mío. Sería tratada como una doncella, un poco especial, es verdad. Pero con bastante buen trato. Ella sería expuesta para contemplación de los residentes......y en los fines de semana, sólo para nuestra gente VIP, señor mío.

La verdad es que no sé que decirle ahora, la verdad. Podría ponerme en contacto con Ud de algún modo?.

Sí, claro que sí, encantado. A este número hasta las 23.00 horas y a mi móvil que tiene en el contrato, a partir de esa hora.

Muy bien, pues le diré algo. Gracias por llamar, lo estudiaré.

Gracias Ud, señor mío. No dude en llamarme sea la hora que sea. Un saludo.

Observé como Jorge colgaba el teléfono, distraído....como si no me viera.

Amor, dame un latigazo más, me estoy enfriando.

Y recibí un trallazo frontal que me hizo comerme mis gritos de dolor, pero cuando pude hablar, le dije :

Qué te han contado, Jorge?.

Espera que te desato y te cuento todo.

No es necesario que me desates amor.......me gusta estar así para ti.

Bueno, pues me ha llamado el comercial que vimos esta tarde. Y que nos puede salir gratis todo el aprendizaje. Ya imaginarás que tú eres la protagonista de esta novela negra, verdad?.

Bueno, me pareció entender algo en ese sentido, por lo que decías. Cuéntamelo amor.

Pues que si pasaras todo ese tiempo como interna en aquella casa, me saldría gratis todo el aprendizaje, además de los materiales.

Y qué me podría suceder a mí?.....Y porqué dicen eso ahora?.

Pues, parece ser que resultaste muy agradable para ellos. Y lo que te sucedería sería bastante light, según dice él. Nos podríamos ver desde las 16.00 hasta las 23.00 horas, todos los días de Lunes a Jueves. Con cena íntima incluída. Y además pondrían un chofer a mi servicio.

Pues la verdad es que si que es tentadora la oferta. Dame otro latigazo, amor.

Me asestó un nuevo latigazo, haciéndome retorcer de la escocedura. Pero me recompuse rápidamente.

Sandra, no podrá ser. Están tus estudios. Un mes abandonados, será demasiado tiempo.

Jorge, sabes que estoy con 2 asignaturas por libre. Esa parte la podemos obviar. Además piénsalo así, amor........Nos libramos de Lorenzo y los demás. Mantienes tu dinero para otras cosas nuestras. Te evitas tenerme que llevar todos los días. Y además, aprendes lo que me gusta que aprendas. Visto así es una buena idea. Además, si lo quieres ver desde el lado de cifras.....yo pagaría así tu aprendizaje, no?.

Sandra, eres una puta maravillosa........uummmmm.

Y me cruzó los muslos con dos latigazos cruzados, haciéndome gritar de dolor.

Jorge, llámale........y dile que sí........qué más dá?. Solo estaré un poco más de tiempo expuesta. Ya lo iba a estar, no?.

Si, eso es verdad. Pero aún dudo.

Jorge, abrázame y bésame.

Se acercó hasta mí y abrazándome, me besó apasionadamente. Al retirarse le dije :

Llama Jorge. Sé que podemos soportarlo.

Vale amor, pero dame tiempo. Si ya estás decidida, lo haré. Hay tiempo de sobra, amor. Pero, aún se me ocurre pensar en otro tipo de problemas. Sé que serás azotada con alguna frecuencia. Vale, lo asumimos los dos. Pero y el sexo?. Porque es probable que lo haya, no te parece?.

Si, es verdad. Tanto tiempo allí y desnuda, alguien querrá follarme en algún momento. Aquí pone que hay seguridad total en todos los aspectos.

Sí, aquí lo pone, pero no especifica bien.

Podríamos intentar que añadiesen una cláusula por daños de tipo infecciosos o físicos permanentes.

Sí, esa es una muy buena idea amor. Pero quizás después dijesen que nosotros éramos los afectados y todo se quedaría para nosotros dos, amor.

Bueno, llama a ese hombre y dile, que necesitamos esa cláusula de revisión y que nosotros dos pasaremos las pruebas necesarias el mismo Lunes. Si te dice que eso no puede ser, pues se acabó......llamamos a Lorenzo y que sea lo que el mas allá, quiera.

Venga, intentemos esa posibilidad, amor.

Jorge se sentó y marcó el número de teléfono registrado, dejando el manos libres conectado.

Oh, buenas noches señor mío, en qué puedo ayudarle?.

Verá, estamos dispuestos a aceptar la última oferta, pero tenemos unas dudas que nos afectan grandemente.

Dígame Ud, intentaré resolverlas, señor mío.

Es muy simple, se trata del tema de enfermedades contraídas por mi chica...la modelo, ya sabe.......y también las que me pudiese transmitir a mí, claro.

Señor mío, una pregunta muy acertada y afortunada. Le quitaré ese peso de su mente, señor mío. Es una norma inicial de nuestra institución, preservar a todos y todas de cierto tipos de contagios y daños físicos irreversibles. Claro que ambos deberán dejarse someter a unas pruebas médicas en nuestra escuela, señor mío. Y existe un seguro de 100.000 euros si alguno de nuestros invitados o invitadas se viesen afectados. La misma cifra para las modelos, aunque en el caso de internas, la cifra se triplica, señor mío.

Vaya, eso despeja muchas dudas. Y eso constará en algún lugar señor?.

Evidentemente en el contrato de ambos. En cada uno de ellos se tipificará adecuadamente la magnitud de la cobertura, señor mío. Aún así, debo decirle que nuestra gente VIP también ha pasado esas pruebas y que se hace cada semana, señor mío. Pero aún así los chequeos con tecnología avanzada para nuestras residentes es de 2 veces por semana.

En ese caso, me gustaría saber que tenemos que hacer, para aceptar la última oferta, señor.

Es muy sencillo, podrían pasar el fin de semana allí y además de visitar las instalaciones y de residir, hasta que desearan Uds, o bien hasta el mismo Lunes, dejando ya ingresada a la Señorita. Y se podrían firmar entonces los contratos de pareja e individuales. O bien, se pueden pasar por mi Suitte en el hotel, en donde estaré desde mañana hasta el Viernes.

Muy bien, le confirmaré la cita mañana si le parece bien?.

Perfectamente, encantado y un saludo cordial.

Cuando colgó el teléfono, Jorge me miró como preguntando si se nos escapaba algo. Le sonreí y le envié un beso desde mis ataduras.

Jorge, a ti no te gustaría ver las instalaciones, estoy segura....le darías muchas vueltas cada noche y cada mañana. Mejor será concertarlo en el hotel, no te parece?.

Si, creo que tienes razón. Me apetece saber cómo vas a estar, pero me dá pánico saberlo.

Amor, sabes que tus clases hubiesen salido a 100 euros por hora?. Y ahora es gratis......jijijjijiji.......bueno con un poquitín de mi parte, claro.

Es verdad, jajajajajajajaja......una buena observación, amor. Bueno, te desataré y prepararemos algo de cena. Después nos toca una peli porno, muy fuertecita, que veremos en la cama.

Vale, amor. Te adoro.

Ya lo sé, puta mía. Sueño ya con irte a visitar cada día a esa escuela. Pero ahora sueño con verte a mi lado. Desnudita y recién marcada. Venga a prepararme algo de cenar, pero suavecito...entendido?.

Sí mi amor.

Y una vez desatada correteé hasta la cocina y abrí el frigo, para sacar un poco de embutido. Preparé una ensalada suave y algunos embutidos, algo de queso y la fruta. Y lo fui llevando a la mesa, que Jorge ya había dispuesto, desnudo como estaba.

Sólo falta el vino, los vasos y los cubiertos, amor. Ya mismo regreso.

Volví con lo que faltaba y me senté a su ladito, porque sabía que querría hacerme cosas en las tetitas y quizás en más lugares de mi cuerpo.

La cena iba tranquila y muy armoniosa entre los dos. Yo me dejaba dar de comer por él, dejándole hacer a su antojo. En el postre me dejó pringosa del todo, pero después me lo lamió, para sentirse satisfecho. Observé que su polla estaba rígida y pivotante.

Sandra, ves como estoy?.

Lo veo, amor...estás que vas a explotar. Te acaricio con la boca o me follas directamente?.

Casi mejor que te follo. Creo que voy a derramar en segundos. Bendita escuela, como me está poniendo!!!!.

Sonreí, ofreciéndole mi culo, apoyando mis tetas sobre la mesa, llena de restos de la cena. Y se clavó en mi ano, tras apuntalar en una sola embestida.

Me sentí radiante de notarle feliz y ansioso de sexo. Y en contra de lo que parecía inminente, me folló a buen ritmo durante cinco minutos, que me volvieron loquita de placer. Cuando se descargó, yo me corría al tiempo, mientras me manchaba todo el cuerpo con los restos de la cena.

Bueno, Sandra, me has dejado de maravilla, pero límpiame bien la polla y después ve a ducharte.

Cuando se separó de mis nalgas, me arrodillé delante de él y con mi boca sorbí los restos de flujos acumulados, tragando todo y después lamiendo su polla hasta dejarlo limpita totalmente.

Después me puse en pie y sin besarle, le sonreí para ir al baño y darme una ducha, así como lavarme la boca.

Cuando terminé de mi aseo, me fui directamente a la habitación. Y le ví ya en la cama y con el vídeo preparado. Me hizo un hueco a su lado y conectó la película.

Era violenta a mas no poder y las corridas casi se salían a chorros por la pantalla. El me mantenía abrazada y hurgando en mis tetitas, como siempre le gustaba hacerme.

Cuando terminó la película, se levantó para lavarse la boca y volvió cuando me estaba quedando ya medio dormida. Me apretujé contra su cuerpo, pegando mis tetitas ardientes y vientre a su espalda.

Al día siguiente llamó al hombre ese para confirmar que firmaríamos. Y me despertó, haciéndome levantar para ir a firmar los papeles.

Pensé que era tardísimo, pero solo eran las 10 de la mañana. Aún así salí a escape de la cama y tras darme una ducha rápida y lavarme la boca, salí al salón. Y ya estaba vestido.

Me puse mi ropa de sport, pero presentable y me enfundé en el abrigo, cogí la bufanda y los guantes....y salimos los dos. Fuimos en el coche, ya que el hotel tenía parking.

Vimos a aquel hombre, siempre tan atento y tan amable.....y firmamos todo, comprobándolo Jorge todo, casi con lupa.

Cuando salimos de allí nos sentimos mejor y nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad como dos enamorados más.

Comimos en un restaurante de un amigo suyo, a donde íbamos algunas veces.

Y así pasamos la tarde, hablando y riendo......sin pensar en nada más.

Los días pasaron rápidamente y llegó la noche del Domingo. Casi no hablábamos y nos acostamos desnudos, besándonos y nerviosos. Ni siquiera hicimos sexo.

El Lunes, amanecí sola, porque él se había ido a sus negocios. Pasé la mañana lo mas distraída que pude, poniéndome hasta una peli de sado que tenía Jorge.

Bueno, preparé la comida y algunas cosas para llevarme a mi nueva residencia.

Cuando llegó Jorge, me encontró desnuda y me sonrió. Se acercó hasta mí y abrazándome muy fuertemente, me besó.

Bueno en unas horas, vienen a recogernos, amor.....muy nerviosa?.

Un poquito, si que lo estoy. Pero decidida....será una experiencia más, verdad?.

Comamos entonces. Además no se te notan ya las marcas de la otra noche y estás deliciosa.

Gracias amor. La primera sesión será nuestra. Tu primera clase, amor.

Sí, casi estoy más nervioso que tu misma, cielo.

Cuando terminábamos de comer, sonó el timbre de la puerta exterior. Jorge contestó y tras saber quien era abrió la verja del jardín con el mando a distancia y un coche grande entró.

Se bajó un hombre, al tiempo que salía Jorge a saludarle. Parecía indicarle que yo no estaba preparada y que entrase en la casa.

Y entraron los dos, tomando Jorge el chaquetón de cuero y dejándolo sobre una silla en el hall.

Terminé de asearme y me vestí con ropas ligeras, pero sin olvidarme de mis tangas y cosas de aseo personal.

Bajé a los pocos minutos y saludé al chófer que venía a recogernos. 15 minutos mas tarde salíamos de la casa, dejando todo bien cerrado.

El viaje fue bastante corto, no llegó a una hora de recorrido. Al llegar de nuevo ante aquella especie de mansión fortaleza, me sentí un poco rara, pero no dije nada y tomando mi bolsa personal, les seguí hasta la entrada lateral.

Nada mas abrirse la puerta en donde nos recibió una chica rubia, muy guapa, joven y con ropas muy vaporosas, el chófer se despidió diciendo que sería el encargado de llevarle de nuevo a su casa, en cuanto él decidiese.

Y entramos Jorge y yo, cerrándose sola la puerta.

A mí, me indicaron que aguardara en una salita, a que alguien me recibiera. Y allí me quedé sola, sin saber que estaría haciendo Jorge en esos momentos.

A los pocos minutos, se abrió una puerta y entró un hombre alto y vestido de cuero, que me sobresaltó.

Sandra?.

Sí, soy yo.

Desnúdate del todo y deja todo depositado en esta caja. Después, sígueme.

Le obedecí sin decir una sola palabra, depositando mis ropas y anillos dentro de la caja, que estaba preparada para toda clase de objetos.

Quedé desnuda ante él, pero no me sentí incómoda y me acerqué hasta él, para seguirle a donde deseara llevarme.

Caminé detrás de él, sin que me dijera cosa alguna. Al pasar por un espejo en la pared de mi izquierda, aprecié el contraste de ese enorme y apuesto ser que me precedía, vestido totalmente de cuero, contra mi desnudez más absoluta.

Me hizo entrar en una sala muy iluminada, en la que había 2 hombres, al parecer eran los médicos de aquella casa.

Me trataron bastante bien, aunque sus manos se posaron demasiadas veces en mi desnudez. Me extrajeron sangre y me hicieron un reconocimiento completo, desde medicina general hasta de ginecología.

Cuando una hora después salía de aquella estancia, solo faltaban los análisis clínicos. Me encontré ante el hombre que me había llevado hasta allí y caminé detrás de él, contemplándome en algunos otros espejos.

No tenía tiempo de apreciarme y seguí tras él, hasta que llegamos a una puerta que me recordaba la de unos días antes, cuando me visualizaron y analizaron los Señores de la Escuela.

Al abrirse, me encontré ante un grupo de personas, todos hombres que me miraban de un modo mordaz e insolente.

Aún así, me mantuve en calma y aguardé a que alguien me indicase lo que deseaban de mí o lo que debía hacer.

Sandra, mantén los brazos elevados y las piernas separadas, cuando estés ante nosotros. Un incumplimiento a partir de ahora será tratado de un modo un poco más que palabras, entendido?.

Si, entendido.

Si...Señor, así deberás decirlo, Sandra.

Sí, Señor.

Muy bien, ahora pasemos a otras cosas. Sabes que estás aquí por tu propia voluntad, verdad?.

Si, si Señor, soy consciente de ello, Señor.

Vaya!!!, aprendes muy rápidamente, me agrada totalmente. Pues bien aquí vivirás una vida un poco bastante distinta de la que has conocido. Dentro de una hora estarás con tu amor. Persona que es muy grata para nosotros. Y que tu también lo eres, aunque te tratemos de otro modo, Sandra. Alguna objeción, pregunta o duda, Sandra?.

No, Señor. Gracias por sus palabras Señor. Sé porqué estoy aquí Señor y asumo mi destino elegido voluntariamente, Señor.

Sandra, acabas de alucinar a todo el comité. Si te digo que nos sentimos orgullosos de tenerte a nuestro lado, lo más probable es que me quede corto. Tienes un cuerpo especialmente preparado para este mundo y nosotros intentaremos que quienes te puedan tener, gocen hasta los límites más impensables, Sandra.........Pero tranquila, cuidaremos de ti y de tu cuerpo.

Gracias Señor, me siento halagada ante Uds, Señor.

Sandra, es tu primer día, tu presentación......aún no ha habido contacto y verás que tienes a un montón de socios admirados por tu forma de ser y comportarte, sobre todo estando desnuda ante nosotros. Sientes algún tipo de temor o miedo?.

Sí, sí Señor. Tengo un poco de miedo y me siento un poco abrumada, Señor.

Sandra, en pocos minutos estarás con tu pareja. Serás su modelo junto al Monitor, que está entre nosotros. Fíjate bien en ellos, porque uno será el instructor de tu amor. Y sé que serás capaz de superar con creces las cosas que vayan sucediendo. Trataremos a tu amor, con mejor grado que a cualquier otro y te lo garantizo yo, Señor Principal de la Orden.

Gracias, Señor, me siento agradecida de sus palabras. Intentaré Señor ser fiel y adaptarme a este nuevo modo de vida.

Sé que lo lograrás Sandra. Ahora designa a uno de estos 12 socios, que será el monitor de tu amor y a la vez tu guardián y verdugo en ocasiones. Tómate tu tiempo....pero todos son similares. Y los otros 11 restantes te respetarán totalmente, doy fé personal de ello.

Miré a los 12, uno tras otro, sin saber por quien decidirme, pero al barrer mi mirada por segunda vez, un rostro iluminó mi cara y le elegí, señalándome con mi mirada, pues mantenía mis manos en alto.

Muy bien, Sandra. A quien has elegido se llama Mario, será tu guardián y verdugo, pero será el monitor y tutor de tu amor.

Gracias Señor. Me agradan los demás Señor, pero algo en mi mente le seleccionó a él, Señor.

Sandra, los 13 miembros de este comité.....espero que no te moleste este número especial.

Señor, con mis respetos, el número 13 es mi favorito.

Entonces, quizás hasta el destino te haya llegado a estar con este comité que te admira. Mario, hazte cargo de ella. Gracias Sandra, esta noche nos veremos en privado.

Mario me cogió los brazos y los bajó sobre mi cuerpo, para después sacarme de la presencia de todo el resto del comité.

Una vez a solas, me dijo :

Gracias por elegirme, porque los 13, incluído el Presidente nos enamoramos de tu forma de ser. Pero soy el elegido y te enseñaré muchas cosas, pero cuando esté con tu marido o amor, le enseñaré todo lo que sé con toda mi ilusión.

Señor, gracias a Ud.

Vas a vivir experiencias extrañas y algunas dolorosas, sé que eres consciente de ello, pero además vas a conocer un montón de secretos que pocos y pocas conocen.

Señor, me siento insignificante ante Uds, Señor...pero intentaré adaptarme.

Te adaptarás Sandra, yo me encargaré de ello. Pero sabes que hay otros seres VIP que te tratarán a su modo y de ellos no podré responder yo, aunque siempre estaré presente, para protegerte.

Gracias Señor Mario.

Sandra, es la hora. Ya han anunciado a tu marido como aparecerás, para que no se asuste o sorprenda excesivamente. Llevarás una capa abierta por delante y una capucha que con la sombra, ocultará tu rostro. llevarás las manos atadas por delante, mediante pulseras. También llevarás pulseras en tus tobillos.

Asentí y me dejé poner las pulseras, ante el nuevo mundo al que me enfrentaba. Y mis pensamientos en Jorge, que estaría loquito por verme, del modo que fuere. Me dejé poner la capa y la capucha, mientras Mario unía la capa en el collar de mi cuello. Me sentía una esclava, pero me sentía bien y feliz de hacer algo por mi amor, que a la vez hasta el momento me agradaba, aunque sabía que todo no sería nada agradable.

Y bajamos unas escaleras para llegar a un largo corredor.....y de allí hasta una puerta marcada como "J".

Nada más abrirse la puerta, vi a Jorge mirándome un poco sorprendido, ya que solo debía distinguir parte de mi cuerpo, quedando mi cara oculta por la capucha.

Pero al llegar junto a él, Mario retiró la capucha hacia atrás mostrando mi rostro y cabellos, al tiempo que Jorge sonreía agradablemente.

Aquí tiene a su modelo seleccionada Jorge. Con ella le enseñaré el manejo de estos objetos.

Muy bien, cuando lo desee Mario. Mejor si nos tuteamos ya, le parece?.

Me parece muy adecuado Jorge. A la modelo habrá que llamarla cerda o puta, o cosas peores si lo deseas.

Me parece bien por el momento cualquiera de ambas palabras. De momento la llamaré puta. Prepárala para la primera lección, Mario.

Mario, me quitó la capa y quedé desnuda ante ellos dos. Luego me engarzó las manos a una cadenilla que pivotaba desde el techo, quedando expuesta hacia el cristal y de espaldas a ellos dos.

Jorge, primero analicemos el cuerpo de la puta, aunque sé que ya lo conoces, algunas indicaciones sobre sus partes más blandas y delicadas te vendrá bien conocerlas. Observo que aún tiene restos de alguna pequeña sesión, de fusta quizás?.

No, con un látigo artesanal con 2 cables eléctricos.

Eso habrá que intentar que no suceda de nuevo. Son señales que duran mucho tiempo y hacen poco efecto, aún siendo dolorosas, hay objetos mejores.

Jorge, apreciarás los laterales de sus tetas, de piel muy fina y sensible. Se puede azotar esa zona para producir dolor muy agudo, al igual que en los pezones. Pero hay zonas mejores para producir sensaciones aniquiladoras en un cuerpo como éste. Por cierto, los análisis estarán dispuestos al término de esta clase. Y ahora a lo nuestro, nos centraremos en su parte alta del cuerpo. Para mejor definirla, desde su cadera hasta sus hombros. dejaremos el pubis y los muslos, para después.

Muy bien, sigue Mario.

Y así fue contando cosas sobre mi cuerpo y modos de azotar con cada uno de los objetos preparados para aquella primera sesión, mientras él lo hacía gráficamente sobre mi cuerpo, aunque sin aplicarle fuerza o rigurosidad.

En las tetas incidiremos más adelante, de momento nos quedaremos con sus costados, muy sensibles al látigo, por cierto. Sus nalgas, vientre y espalda.

Mario, sé que ella, siente los efectos de los golpes en sus costados. Pero y en sus axilas?.

Las veremos en el conjunto de sus tetas. Hay algo que desearía precisar, antes. La puta, bajará cada tarde sin marcas visibles, pero es nuestra idea contemplarla marcada, salvo que algún cliente VIP la desee sin marcas. Por tu parte habría algún reparo?.

Ninguno, Mario. Sigue contando.

Y siguió indicando formas de manejar aquellos látigos seleccionados. Después de variados tipos de toques, dijo :

Bueno Jorge, te toca probar a ti sobre esta puta, si lo deseas, evidentemente.

Sí, por supuesto. Necesito saber si aprendo convenientemente. Espero, Mario, que me supervises en todo.

Así lo haré. Es mi tarea. Adelante, pero intenta descargar sin fuerza, porque aunque sea la puta adjudicada, su cuerpo sufre y podría desfallecer.

Sí, eso está claro. Los daré lo mejor que pueda y cuidando de a quien se los estoy dando.

No es eso exactamente, pero mejor corregiremos sobre la marcha. Toda tuya.

Apreté los dientes, imaginando las penas que iba a pasar en unos segundos. Pero no dí muestras de miedo o espanto ante ellos.

Y los azotes comenzaron a llover sobre mi espalda. Al principio muy fuertes y sin colocación. Cuando ya resoplaba y mis primeros quejidos afloraban de mi garganta, Jorge conseguía dominar un poco la técnica y los siguientes solo hacían acentuar las sensaciones de los precedentes.

Unos minutos después, se detenía, mientras mis tetas se convulsionaban por los jadeos y la respiración entrecortada. Mis gemidos eran mínimos, pero aún así suficientemente audibles.

Jorge, ves el estado de sudoración de la puta, verdad?.

Si, se aprecia totalmente. Su piel esta muy brillante.

Ese es el punto. A partir de aquí es cuando comienzan los tormentos. Es como si fuera un calentamiento previo del cuerpo de la puta. Para ser este el primer día, te has portado muy satisfactoriamente. Pero debemos explorar el pubis y los muslos de la puta. Lo mejor para que lo veas mas claramente, será ponerla cabeza abajo. Piernas separadas y así te podré contar mejor las partes más delicadas y específicas para golpear.

Muy bien, te ayudo?.

No, estas cosas solo pueden hacerla los monitores.

Fui desatada de mis ataduras al techo, sabiendo lo que me esperaba....pero no puse resistencia alguna, ni cuando fui tumbada en el suelo, ni cuando las pulseras en mis tobillos, tiraban para seguir a la cadena que ascendía hasta el techo. Quedé colgada con mi cabeza a la altura de las rodillas de Jorge.

Sentirse en esa posición, expuesta sexualmente y además indefensa, era algo para sentirse muy violenta.

Muy bien, ya tenemos a nuestra cerda, dispuesta para la segunda parte. No es muy conveniente esta postura, al menos de un tiempo prolongado. Pero esta puta hará un esfuerzo especial, para ti.

Vale, me gusta verla así.

Si, realmente esta puta es maravillosa en cada zona de su cuerpo. Fíjate bien en los labios de la vagina. Se abren del todo en cuanto está excitada y es entonces cuando existe el riesgo de hacerla un daño fuerte. Algunos Amos y Amas, excitan a sus esclavas así......y cuando consiguen el punto, les azotan la vagina sin piedad. Es una locura. Procura recordar esto así.....si sus labios vaginales están abiertos, mejor no atentar contra esa zona.

Ah, eso no lo sabía. Sigue, Mario.

El vientre y pubis, pueden ser azotados sin cuidado, pero son partes blandas y también hay que tener reservas y atención. Los muslos, las caras internas son muy sensibles, muy indicadas para producir fuertes temblores en la puta. También es una zona limitada, claro. En cuanto al ombligo y más concretamente a sus nalgas, aquí el castigo se puede ampliar bastante.

Vaya, pues si que es sensible una mujer.

No te lo tomes a risa, Jorge.......el cuerpo de estas putas, disponen de zonas ideales para el tratamiento del látigo, pero otras están más preparadas para las caricias, por su suave y fina piel. Si deseas mortificar a una puta así, en sus muslos, hazlo en las caras externas, o bien en las anteriores. Lo demás sería más peligroso para su integridad. Sin embargo, los roces aleatorios en sus partes más sensibles, son ideales para hacer gemir y retorcerse a estas putas. Ya lo practicaremos más adelante.

Muy bien Mario, estoy aprendiendo cosas que desconocía en esa profundidad de detalle.

Sigamos con nuestra puta. Verás que en esta posición invertida, respira mas agitadamente, verdad?.

Sí, sus tetas se mueven menos, pero sus costillas dicen claramente que está jadeando.

Así es. Al estar invertidas la respiración es mas pesada, ya que enviar el oxígeno hasta el pulmón, conlleva un gran esfuerzo, ya que su sangre se agolpa en su cabeza. Pero pueden aguantar unas horas así, aunque un poco idas al final. También sirve como castigo. A qué dan ganas de latiguearla el coño?.

Pues sí, la verdad es que apetece meterlas las mechas del látigo en esa cuevita abierta.

Si, es verdad. Aquí la prudencia debe dominar completamente, porque los azotes en esa zona ahora, serían terroríficos para la puta. Hay otros elementos que pueden angustiarla más y que no son dañinos. Vistas así, se las puede torturar anímicamente. Me explico. Puedes someterla a un trato de placer, que se corta en cuanto dejas de dárselo. Así la puedes tener un par de horas, si es de mucho aguante....pero lo recomendable es que no pase de una hora en total.

Mario, perdona que te lo pregunte...pero como aprendiste tanto sobre como sienten las mujeres y esclavas o putas?.

No hay problema Jorge. Soy médico...mejor dicho fui médico. Aprendí muchas cosas y me especialicé en algunas materias relacionadas con lo que me ocupa últimamente.

Gracias, era una curiosidad. Lo cual me agrada, ya que esta puta, que además es mi chica y además es mi amor, sé que está en buenas manos.

Estaría igual de bien en manos de cualquiera de nosotros. Todos fuimos médicos en especialidades similares.

Vaya, no diré nada de esto, por supuesto. Y ahora con qué seguimos?.

Pues ahora, creo que es el momento oportuno para dar por finalizada esta primera clase. Descolgaré a tu chica y la haré entrar en reacción, para que esté bien y completa para el tiempo que queda hasta el cierre de las internas.

Me sentía bien, con lo que escuchaba a Mario. Y......Jorge estaba colosal. Había dicho palabras de amor totales. Y me sentía una puta, pero la más enamorada de su chico.

Cuando fui descolgada y tras algunas caricias de Mario, para regenerar mi circulación en todo el cuerpo, quedé desnuda y muy excitada ante Jorge.

Mario pidió excusas y nos dejó a solas.

Miré a Jorge y supe que ansiaba besarme y le entregué mis labios preñados de amor hacia él.

Nos besamos lenta y apasionadamente.....mientras nuestros sentidos recogían toda la fuerza de nuestro amor.

Jorge se retiró de mis labios con mucha suavidad y me contempló desnuda. Me dejé mirar desnuda y con ligeras marcas en mi cuerpo, producidas por él. Y sentí que él era mi amor auténtico y total......y que lloraba por dentro. Acerqué mis labios de nuevo a los suyos y nos fundimos en un beso largo y cálido.

Por mi mente surgieron recuerdos y sensaciones, ya medio olvidadas, junto a él.

Estar con él era mi ilusión y mi vida. Me sentía feliz de saberme parte de alguien, aunque debiera pasar un largo periodo de tiempo alejada de él, pero mi alma vibraba de verdad.

Después del beso, nos descubrimos lágrimas en los ojos mutuamente...y poco después llorábamos juntos. Lamió mis lágrimas y yo las suyas......y nos reímos, para volver a llorar desconsoladamente y abrazarnos como si fuera el fin del mundo.

Cuando nos serenamos lo suficiente, pero sin dejar de estar abrazados nos dijimos nuestras palabras dulces impregnadas de un amor total y vivo. Y sin palabras nos prometimos el futuro, juntos.

Minutos después aparecía Mario, que llamó antes de acceder a la sala. Traía unos cuantos papeles, pero al ver nuestros ojos inyectados, dijo :

Perdonad, volveré mas tarde.

No Mario, pasa y dinos. Disculpa nuestras pequeñas debilidades.

Jorge, lo que observo en ti, así como lo que ya la escuela ha detectado y comprobado en tu modelo.....que narices!!!....en tu chica, en tu amor....no es nada corriente. No quitará nada del programa para las internas, pero deseo que sepas que cuidaré de ella, ahora con mas ahínco y dedicación. Esto es algo personal, Jorge........y Sandra. Lo prometo por mi honor.

Mario.....simplemente gracias. Amo a esta puta, mas que he amado algo en mi vida.

Jorge, se te nota a quinientas leguas......Es una broma...jajajajajaja.

Yo también reí, sin darme cuenta de mi desnudez y de mi situación. Pero esas palabras por parte de ambos, me hacían feliz y me daban confianza total en mi estancia y además en mi amor.

Mario, muéstranos eso que traes, antes de que me ponga a llorar de nuevo como un niño pequeño.........jajajajaja.

Jajajaja....si.....será lo mejor, Jorge. Se trata de vuestras pruebas clínicas y recogidas como anexos en este documento con copias para cada uno de vosotros dos, pero que te llevarás tu.

Jorge contempló los documentos y firmó el suyo, pasándome el mío para que lo firmara, mientras decía :

Mario, fue un acierto encontrar este lugar.......fue una suerte tener un amor como el de mi chica.........pero fue una enorme suerte que seas tu quien guarde a mi pequeña.

Jorge, dentro de mis atribuciones, ten por seguro que cuidaré de tu chica.

Le miré y asentí dentro de mi mente, de que ello sería así....mientras mis párpados se cerraban en señal de asentimiento y confianza.

Jorge, bueno esta parte esta cumplimentada ya. Hasta las 11 de la noche, hora del cierre de las internas, disponéis de 3 horas. Avisad cuando deseéis la cena y si deseas que ella esté vestida, para traerla un vestido adecuado, aunque nada de fiesta, la verdad.

Mario, gracias.....estaremos libres en esta sala?.

Totalmente, esta sala la controlo yo en los accesos. Pero disponéis de una habitación más tranquila en la que podréis cenar y hasta salir y entrar de la misma y que da al exterior.

En ese caso, casi preferiríamos esa habitación.

Muy bien, pondré la capa a Sandra y os llevaré a la habitación seleccionada por la escuela, pero que ya he visto y que es muy adecuada a vosotros, si me disculpáis por mi atrevimiento.

Mario......gracias.......ojalá después de esto podamos vernos alguna vez en lugares más apacibles.

Me sentía tan tontita, que pensé que aquello solo lo estaba pensando yo misma. Pero era real y Mario, mi verdugo y Guardián nos llevaba hacia un lugar en donde podríamos estar a solas durante 3 horas seguidas.......Bueno, casi 3 horas.

Nos dejó en una de las suittes, mas o menos, de aquella escuela. Era una habitación acogedora y con una mesa y sillas muy cómodas. Música agradable a seleccionar y la posibilidad de salir al jardín desde la misma.

Bueno os dejo bien instalados y cómodos, al menos eso deseo. Jorge, antes de las 10 de la noche pincha el timbre, para que os sirvan la cena.....porque a las 11 ella será llevada a otro lugar, como el resto de internas......y no hay dilataciones, pues son las normas.

Entendido, Mario.......y Gracias.

Cuando nos quedamos a solas, Jorge me quitó la capa y acarició todo mi cuerpo, sintiéndome la mujer más feliz del universo. Le observaba contemplar todo mi cuerpo, con mucho detenimiento y admiración. Es cómo si desde esta tarde hubiese aprendido una nuevo modo de mirarme, que me agradaba hasta un punto indecible.

Sandra, que poco tiempo nos queda ya. Que rápido pasa todo cuando todo es bueno, verdad mi amor?.

Sí, mi vida.................es cierto. Llevamos media tarde aquí y parece que acabáramos de encontrarnos. Me da pena de que se acabe nuestro tiempo por hoy....pero mañana volveremos a estar juntos, mi amor.

Es verdad.....y cuando estos días atrás iba al trabajo, hasta que llegaba a casa nos veíamos menos horas en total. Pero dejarte aquí, me hace ponerme triste.

Amor mío, no pienses en eso. Sabes que es el mejor modo de conseguir todo lo que siempre ansié para ti y que tu quisiste hacer para mí. Además, ahora piensa en la parte positiva, mi amor.......alguna vez te habías sentido unido a mí de este modo, como lo desde hace una hora?.

Sinceramente, nunca me sentí como esta tarde junto a ti y eso que me enamoré de ti, perdidamente y con todo mi amor. Pero es verdad que nunca había sentido lo de esta tarde.

Lo ves, amor?. Eso es lo que nos hace ser especiales, mi vida. Mañana será distinto y mejor a la vez. Déjame aquí para que florezca un nuevo día de amor, mi cielo.

Sandra, lo haces todo fácil, pero me sentiré preocupado por ti.

Jorge, sabes que hay alguien que cuidará de mí y que parece ser honorable y maravilloso.

Si, es cierto.....Mario es una muy buena persona, amor mío. Pero seguro que él también te azotará.

Jorge, ojalá solo fuese azotada por él. Me azotarán más personas de esta escuela, que se conocen como invitados VIP, pero eso no hará cambiar nada en mí, amor. Debes estar tranquilo. Mañana te contaré todo y verás como no es tan malo esto. No lo sé, pero imagino que no será malo, mi vida.

Confiaré en Morgana una vez más, para que no te suceda nada malo, amor.

Uuuummmm, gracias mi cielo.......ella cuidará de ti y de mí. Ahora piensa en si quieres cenar, aunque yo no tengo apetito.....pero tú debes cenar algo, amor.

Cenaremos los dos, algo ligero y después haremos un sexo de amor, mi vida.

Y Jorge oprimió el botón y pidió la carta de la cena.

A los pocos minutos, la puerta se abrió y entró una doncella o camarera, vestida con muy poca ropa, que nos entregó una lista de los menús posibles. Se apartó para dejárnoslo elegir. La miré y admiré su belleza. Desnuda casi completamente, con sus tetitas libres, pero con el mismo collar que yo, aunque libre de marcas de látigo.

Jorge eligió por los dos y la muchacha se retiró tras anotarlo. Entonces le dije :

Me imaginas en ese tipo de servicios, amor?.

Si, la verdad es que nada más verla, te imaginé a ti.

La cena fue servida por otras dos camareras, algo mas vestidas, pero con sus tetas desnudas. Nos sirvieron y se alejaron.

Cuando nos quedamos solos, Jorge repartió lo que había pedido. Y cenamos, algo desganados los dos, aunque lo suficiente para mantenernos bien.

Sabes Sandra?. Iba a hacerte sexo....pero quizás sería mejor dejarlo para mañana, estoy un poco caído.

Lo entiendo amor. Deseas que te lo haga con la boca?.

Me encantaría, pero creo que al final sería peor. Jo, es que estoy malito, mi vida.

Jorge, debes pensar que es un viaje hasta casa......una ducha caliente, una infusión con miel y a dormir para poder ir mañana a la oficina. Además, mañana es cuando traían ese encargo importante, verdad?.

Hostis!!!, es verdad, se me había olvidado. Gracias amorcito. Bueno, casi será mejor que me vaya......no te parece?. Estar aquí media hora más, me va a poner atacado de los nervios. Mañana te veré por la tarde. Cuídate cielo y procura disfrutar lo que te suceda, vale?.

Jorge, sabes que todo estará bien. Así que tranquilo....que tienes mucha tarea mañana en tu despacho. Venga amor, te acompañaré hasta donde me dejen ir.

Vale cielo, me gusta verte desnuda y algo marcada. Venga acompáñame hasta donde te dejen, sí.

Y nos levantamos y ya en la puerta, nos encontramos a Mario, al que Jorge le expuso lo que deseaba, diciendo.

Mario, sé que está en buenas manos. Pero me gustaría despedirme de ella en el lugar en donde ya no pueda traspasar ella libremente.

Jorge, ha sido un placer conocerte. Por ser el primer día, podrá acompañarte hasta el garaje, pero con las pulseras sujetas en su espalda. Y hace bastante frío, la verdad. La capa solo la cubriría la espalda. Que lo decida ella, por ser el primer día.

Señor, me gustaría aún así, despedirle en el garaje, Señor.

Muy bien, así será. Sandra, dame tus manos para anclártelas.

Me dejé engarzar las muñecas y que me pusiese la capa anclada a mi collar. Después me colocó la capucha y las chanclas y les acompañé por un largo corredor, para después tomar unas escaleras que iban hasta el garaje. Sentía mi piel erizada de frío, pero no rechisté.

Llegué hasta el coche que llevaría a Jorge a su casa, a nuestra casa. Me besó, mientras me frotaba las tetas y la espalda y después se metió en el coche. Mario, me mantenía sujeta del collar, mediante una cadena, mientras el coche se alejaba y desaparecía por la rampa.

Sandra, subamos o cogerás frío. Además por ser tu primera noche tendremos una fiesta en tu honor.

No respondí y me dejé llevar por sus tirones de la cadena, hasta que llegamos a una zona más cálida. En momento alguno me hablaba, pero si me hacía avanzar con tirones fuertes. Me sentía un poco desconcertada, pero no le decía nada.

Entramos en una estancia en donde algunos hombres preparaban algunos aparatos. No había visto a una sola chica al margen de las camareras y las doncellas.

Después de esa estancia, un largo corredor. Lleno de jaulas, pero habitadas por mujeres, totalmente desnudas y la mayor parte de ellas marcadas por los látigos.

Tampoco nos detuvimos en aquel lugar y avanzando por el corredor, llegamos a otra estancia, en donde también habían aparatos, siendo preparados por chicas tan desnudas como las de las jaulas.

Mario, me detuvo en aquel punto y me dijo :

Elige un aparato de estos. Es tu tormento de bienvenida.

Le miré muy asustada, pero sus apretones en mis pezones, me hicieron soltar unas lágrimas silenciosas y miré los aparatos.

Debería decidir entre Potro, Rueda o Cruz.

Pero me sentía muy afectada con aquel cambio tan brusco y no sabía que decidir.

Sandra, o decides ya o decidirán ellos. Todos llevan implícitos, azotes y algunas barbaridades más. Elige, puta.

Puedo preguntar Señor?.

No, solo elige un aparato para esta madrugada, cerda.

La cruz, Señor.

Muy bien serás crucificada. Ahora camina puta, los miembros del consejo están aguardándote.

Me sentí fatal. Y lloré mientras caminaba abrumada a su lado. Su mano izquierda tiraba de la cadena, mientras con la derecha a veces me pellizcaba fuertemente alguno de los pezones.

Y llegamos hasta donde estaban el resto de los miembros de aquella orden o secta.

Aquí está la nueva puta, hermanos. Y ha elegido la cruz.

Escuché risas y alborozos, mientras me hundía en la desesperación más brutal.

Muy bien hermano Mario, despójala de la capa y que se quede de rodillas ante mí. Me gustará verla sufrir, ante la hermandad. Hermanos Todos, cual debería ser el castigo para esta puta en su primer día?.

Escuchaba comentarios que no identificaba, susurros y miradas que me producían terror.

La hermandad ha decidido ya cual será el castigo de esta novicia, antes de ser crucificada?.

La hermandad ha decidido Maestre.

Decid pues, el deseo de nuestra hermandad.

Maestre, la hermandad reclama el derecho de violar y azotar individualmente a esta puta y cerda novicia, Maestre.

Si la hermandad, así lo decide, así deberá ser. Nuestra puta y cerda huésped, será azotada en esta sala, antes de cenar. Después de la cena o durante la misma, podrá ser violada por cualquiera de los hermanos de la orden. Al amanecer, portará la cruz de troncos cruzados hasta el lugar seleccionado y allí cavará el hoyo correspondiente para enclavar el tronco de la cruz, para después ser crucificada e izada y quedar así en la intemperie, hasta la hora de comer.

Me sentí terriblemente abrumada, ya que no esperaba semejante trato por parte de quienes me habían parecido seres muy nobles. Y mientras estaba arrodillada y con esos pensamientos crueles y odiosos, varias manos me hicieron levantar para llevarme hasta unos metros mas atrás en donde me indicaron dos pivotes cilíndricos en donde debería colocar mis pies desnudos.

Muy bien, Sandra. Verás un cambio drástico en nuestro proceder. Eres solo una puta y una cerda sumisa, que será sobradamente violada y torturada por nuestra hermandad y por algunos miembros VIP. Te contaré algunos detalles más, puta. Esos pies no deberán moverse de esos cilindros que los soportan. Si un pie se separase, tu coño será azotado hasta que vuelvas a situarlo convenientemente. Y el mínimo serán dos azotes directos en tu vagina. Has entendido esto, puta?.

Sí, sí Señor.

Muy bien, puta. Esto es solo una fiesta de bienvenida y por tanto de un trato especial y aunque lo veas cruel, no lo es comparado con lo que te aguarda en esta casa. Pero además dominaremos tu voluntad, mediante hipnosis y cuando llegue la hora de la clase con tu amor, solo recordarás cosas agradables, aunque algunos azotes también y algo creíble, que te mantenemos desnuda y expuesta a miradas y toqueteos. Verás que no tienes escape, aún siendo casi libre, puta.

Esas palabras me hicieron mucho mas daño, mientras mi cuerpo tomaba un pequeño temblor, aunque mantuve bien mis pies en esos dos cilindros, que me mantenían las piernas muy separadas.

Hermanos, proceded a enganchar las manos de la puta, a la cadena que pivota sobre su cabeza y que comience la fiesta. Sólo deseo solicitar un trato exquisito para esta puta. Que cada hermano la aseste dos series completas.

Mis manos, fueron separadas de mi espalda y elevadas por encima de mi cabeza, juntas...hasta que engarzaron las pulseras a la cadena. Me tensaron ligeramente y me dejaron así a merced de sus miradas libidinosas, mientras algunos de ellos sacaban sus pollas de sus pantalones de látex y se armaban de látigos largos de cuero.

Me sentía horrorizada, sin saber a donde mirar, ya que ante mí estaban todos los miembros de la orden. Miraba los látigos finos y encerados que cada uno portaba en su mano derecha y me sentía un poco excitada, pero a la vez asustada.

Hermanos, el verdugo de esta puta, será el último en actuar con el látigo y además quien la aseste los latigazos de castigo, si fueran necesarios.

El látigo de castigo estaba formado por 4 cordones muy finos de cuero, con nudos alternos. Uno de los hermanos se situó a mi espalda y me preparé para recibir las primeras caricias de los látigos, que se enrollarían en mi cuerpo, soltando el trallazo.

Sabía que debía estar fuerte para recibir los mas de 130 latigazos en mi cuerpo, pero lo que me importunaba más por el momento era tener que mantener las piernas separadas y además que mis pies no se moviesen de las plataformas cilíndricas, sobre las que reposaban.

El látigo comenzó a surcar mi cuerpo..una...dos...tres....cuatro.....y cinco veces, entre mis tetas y los muslos. Sentía el efecto de los azotes que hacían que me picaran las partes tocadas. Pero estaba entera y podía soportar mucho más, sin que aún hubiera soltado más que un resoplido. La segunda serie, me produjo sensaciones más agudas, pero me mantuve quieta, a pesar que me había cruzado las tetas completamente y las mechas me habían alcanzado en el último latigazo, la misma vagina.

El siguiente hermano se levantó de delante de mí, al tiempo que llegaba quien acaba de azotarme. Se situó a mi espalda y comenzó a latiguearme al azar, incidiendo en mis muslos, la mayor parte de las veces. La primera serie, la soporté solo lanzando pequeños quejidos y algunos resoplidos.

Llevaba mal ver las sonrisas de aquellos seres con mi sufrimiento. Intentaba no darles ese placer, pero sabía que me harían rabiar y llorar durante mucho tiempo, mientras ellos se divertían azotándome o viendo como era azotada.

La segunda serie, me hizo girar mi cabeza y apretar mis dientes, cuando la mecha del látigo mordía mis tetas, pero no solté un solo gemido. Mi cuerpo comenzaba a sudorarse de la tensión.

Cuando mi azotador, regresaba junto a sus hermanos, el nuevo se cruzaba ante él a la altura de mi cabeza y le escuché susurrarle....."esta puta, va a llorar, ahora".

Y sin previo aviso, comenzó a cruzar mi muslo derecho con su látigo que se enroscaba en el mismo, una y otra vez. Cuando terminó la primera serie, mi cuerpo jadeaba ya enloquecidamente. Y sin más comenzó a azotar mi otro muslo.

Sentía que me ardían de sensaciones, mis dos muslos. Mis pies sudaban como el resto de mi cuerpo y sentía ya las primeras contracciones en todo mi cuerpo. Pero no lloré y mantuve mi cara alta cuando el hermano relevaba ya al siguiente.

Tuve la suerte de que el nuevo relevo, le gustara mas mi cuerpo que mis muslos y así fue descargando sus latigazos desde mis tetas hasta mis caderas. No me atrevía a mirar mi cuerpo, porque eso me derrotaría y mi vista se quedaba fija ante el Maestre. Cuando terminó su segunda serie, con latigazos muy crudos en mi vientre, el Maestre anunció :

Hermanos, hagamos un primer descanso para que la puta asimile mejor el dolor que porta. La verdad es que es fuerte y me gusta su orgullo. Tomemos un refrigerio, antes de seguir. Y contemplemos a esta puta más de cerca, pero sin tocarla. Deberá ser respetada, menos por los látigos.

Mientras yo resoplaba y me retorcía lo mas disimuladamente que podía, ellos se acercaban a cm de mi cuerpo y me miraban totalmente. Algunos hablaban de mi cuerpo como ideal para este trato......otros lo veían más preparado para ser follado.

Unos minutos después, supe que seguirían conmigo. Sabía que ya no podría soportar una nueva serie sin llorar, gritar y removerme. Pero me mantuve lo más calmada posible, casi retando sus miradas. Sudaba copiosamente del esfuerzo que hacía para mantenerme entera, pero sabía que ellos sabrían mi estado de ansiedad y la necesidad de quedar tranquila.

Sigamos hermanos. La puta está preparada para todo, démosla gusto.

Me dispuse a recibir las nuevas descargas, sin confiar ya demasiado en mi misma, pero intentaría no mover mis pies, que ya me dolían del esfuerzo que hacía en las plataformas.

Cuando el quinto de los hermanos de la orden, se situó detrás de mí, me preparé para sentir su descarga maléfica sobre mí ya dolorido cuerpo. Comencé a sudar de nuevo, sin poder controlarlo.

Y el primer latigazo me dejó sin respiración, al aprisionar mi cintura en una mordedura violenta. Resoplé de dolor y angustia, mientras me miraban sonrientes y con algunos gestos que me hacían más difícil mi concentración.

Los nuevos latigazos caían en distintas partes de mi cuerpo, pero no en mis muslos que estaban para dispararse al primer impacto. Las lágrimas ya rodaban por mi sudoroso rostro cayendo vertiginosas sobre mis tetas muy cruzadas ya en varias ocasiones, mientras las miradas de ellos junto a sus risotadas me hacían ir rindiéndome.

Cuando completó las dos series de 5 latigazos, sentía mi cuerpo en ebullición y casi no lograba controlar parte alguna de mi cuerpo. Hizo el relevo con el sexto hermano y deseé desvanecerme, para no tener que soportar ese suplicio atroz.

Cuando el látigo incidió de nuevo en mí, hice ya amagos muy visibles de mover mis piernas, que me dolían extremadamente de la tensión. Ya mis primeros lamentos afloraban en mi boca, para alegría de los presentes.

Pero cuando el látigo, flageló mis nalgas y muslos, me creí morir y ya descontroladamente, lancé un desgarrador grito....mientras todo mi cuerpo se encontraba entre convulsiones salvajes.

Me retorcía entre lamentos y alaridos, que ya no sabía dominar y mis lágrimas arreciaban sobre mis tetas completamente marcadas. Aún así y entre temblores espantosos, logré mantener los pies en aquellas plataformas infernales.

En cuanto se hizo el relevo, supe que ya no podría más, Lloraba mirando al Maestre por si se apiadara de mí. Pero él en cambio pidió que siguiera la sesión y además preparó a mi verdugo, para que se preparara a azotarme la vagina con su látigo de nudos.

Los siguientes azotes, todos ellos en mis nalgas y muslos, me hicieron creer que mi vida terminaría allí y mis piernas se movieron sin control alguno, siendo incapaz de sujetar mis pies en las plataformas.

Cuando las dos series se hubieron cumplido, yo colgaba ya de mis muñecas con mis pies fuera de las plataformas.

Veamos, esta puta está muy débil ya. Será azotada en la vagina de un modo especial, pero la verdad ha soportado magníficamente este castigo. Ahora ya no sentiría el efecto como al principio. La dejaremos retorcerse con sus escozores y dolores durante unos minutos, si os parece adecuado hermanos.

Asintieron todos y me sentí más tranquila, aunque desconocía los tormentos que debería soportar después.

Propongo hermanos que cenemos en esta misma sala, para poder apreciar a esta puta, como sufre en su tormento interior. La noche es muy larga y aún habrá tiempo para más cosas que nos satisfagan.

Volvieron a asentir todos, mientras yo intentaba adaptar mi ritmo respiratorio. Pero no lograba serenarme lo suficiente, al permanecer colgada aún de mis muñecas.

Sin embargo poco a poco me fui serenando y hasta coger consciencia de lo que me estaba sucediendo. Mi cuerpo me dolía y escocía de un modo atroz, pero no me sentía disgustada con ellos, que se divertían con mi sufrimiento.

Algunas veces, me removía en mi desnudez...por picores y escozores muy severos, pero nada salía de mi boca.

Estimados hermanos, compartamos estos alimentos en presencia de esta puta, que aún no ha sido totalmente bautizada por la hermandad.

Un coro de voces de la totalidad de la hermandad, dijeron palabras ininteligibles para mí. Pero al menos, me dejaban tranquila y ya había conseguido afianzar mis pies en las dos plataformas. Aunque aún respiraba entrecortadamente, me sentía mas calmada. El Maestre se fijó en mi actitud y comentó :

Hermanos, admiremos la fuerza de nuestra puta sumisa. Fijaos que ella misma ha vuelto a la situación de partida. Me agrada su modo de ser. Quizás después de la cena, la haga ser como ella desea ser, pero por ahora hermanos, disfrutemos de la cena.

Les miraba sin orgullo, pues aún mi cuerpo estaba empapado en sudor y mis lágrimas se secaban en mis ojos, pero no me sentía mal de estar desnuda y azotada brutalmente ante ellos, aunque temía cuando se terminase la cena. Aún faltaban 5 hermanos y el Maestre, para azotarme. Y además Mario, que debería flagelar mis partes más sensibles y tiernas.

Les observaba cenar, como si yo no estuviese, aunque algunas veces me miraban pero sin que pareciera afectarles mi desnudez y mis marcas corporales.

Cuando la cena terminó, el Maestre, primero en levantarse se acercó hasta mí y acariciando las marcas de mi cuerpo, principalmente de mis tetas, me dijo :

Sandra, admites ser nuestra puta, verdad?.

Sí, sí Señor.

Muy bien. Sabes que estás en casi la mitad de la fase de tu tormento, verdad?.

Sí Señor, soy consciente de ello, Señor.

Muy bien, después de una buena cena, lo mejor recrearse con cosas agradables. Estás de acuerdo, puta?.

Sí.......Señor.

Pues nuestra cosa agradable eres tu, puta. Así que seguiremos azotándote durante un buen rato. Pero.........ya que eres alguien muy especial, para la hermandad, dilataremos el tiempo de los castigos. Porque aún tenemos días para eso. La hermandad te hará sentir lo que siempre has ansiado, aunque de un modo bastante más fuerte, puta mía.

Sí.......Señor, aunque no entiendo eso Señor.

No hace falta que lo entiendas puta. Ya lo vivirás. Hermanos creo que podremos aplazar los tormentos, para mañana y días sucesivos. Esta puta debería ir ya a la cruz. Y ya sabéis que no irá sin alicientes corporales verdad?. Será crucificada en el lugar indicado. La temperatura es soportable y además es posible que llueva. Puta!!, alguna objeción?.

No....no Señor.

Muy bien, que sufra el castigo de la cruz. Desatadla y llevadla hasta la sala que contiene su cruz. La transportará hasta el río. Los látigos deben animarla en todo instante. Mario, quedas al mando de la expedición.

No entendía muy bien de que se trataba, aunque imaginé que sería llevar la cruz desde la casa hasta el río, que no sabía a que distancia quedaba. Una vez allí, estaba segura que me harían cosas y después me crucificarían. Pero me dejé hacer, ya que mis fuerzas habían vuelto a mi ser.

Fui desatada, sintiendo fuertes calambres en mis brazos, según eran ancladas mis pulseras a la espalda, pero no hice el más mínimo gesto, ni exclamé.

Era una puta y era llevada a mi segunda parte de tormento. Ya lo había asumido antes de la sesión de los latigazos y debía soportar todo lo que me hiciesen, porque mi amor Jorge debería verme mañana y deseaba estar entera para él.

Al pasar junto al Maestre, me detuvo, asiendo mis tetas con brusquedad, para decirme :

Sandra, me gusta como eres. Tenemos muchos días especiales. Vivirás un infierno especial, diseñado por mí......y me lo agradecerás cada noche en mi suitte. Pero ahora, sufrirás otros tormentos distintos, que sabemos te gustan. Una cruz te espera un poco más abajo y después un camino diabólico hasta el río. Piensa en mí, según sufras ese tormento, me agradará.

Ni siquiera le miré y menos aún, le contesté. Y me dejé llevar a empujones por donde Mario deseaba.

Descendí numerosos tramos de escaleras, sintiendo dolor en mi cuerpo, por los continuos latigazos que aplicaban a mí muy ya deteriorado cuerpo, pero que a ellos no parecía importarles.

Y llegué hasta el último sótano, en donde había una especie de carpintería, en aquellos momentos vacía de personal. Había una enorme cruz hecha con dos troncos cruzados de madera de encina. Y esa fue la indicada para portar a mi nuevo destino.

Intenté levantar la cruz, pero fue imposible y entre dos de los hermanos de la Orden, la izaron dejándola sobre mi hombro derecho.

Pesaba demasiado para mis fuerzas, pero me hice mas fuerte y pude soportar su carga. Tenía que abrazarla con las dos manos, para evitar que en su oscilación cayera al suelo. Así mis tetas quedaban desprotegidas, pero eso ya me daba igual.

Saqué aquella cruz de aquel sótano, por la rampa, a base de pequeños latigazos y enfilé el camino que se me iba trazando sobre la marcha. La primera gran prueba fue caminar por un campo de cardos muy altos, que rozaban mis tetas y vagina....además de mis muslos, sin que pudiese evitarlos.

Me sentía fatal y mis temblores aumentaban sin que supiese controlarlos por medio alguno. Además los latigazos eran más frecuentes en mi cuerpo y casi solo tenía fuerzas para caminar arrastrando sobre mi hombro herido, aquella rugosa cruz en la cual pasaría todo el amanecer. Los troncos no eran muy gruesos, pero cruzados pesaban bastante y estaba un poco debilitada por los azotes previos.

El camino descendente, me ayudó a caminar de un modo más ligero. También recibía menos latigazos en aquel tramo, aunque Mario me asestaba latigazos cada dos por tres.

Una vez en el llano y después de sentir mi cuerpo punzado por los cardos, me sentía ya un poco mas cansada con un fuerte dolor en mi hombro derecho. Pero seguí caminando, rodeada de hermanos de la orden, mientras portaba la cruz que sería mi aparato para toda la madrugada.

Volvieron a arreciar los latigazos, sin que apenas soltase un grito. Ya sentía el sonido del río y la humedad refrescaba un poco mi mente. La temperatura era bastante agradable, aunque no cálida.

Y llegamos a otra vereda descendente, que se estrechaba y desde donde ya podía apreciar la vega en la que seguramente sería crucificada. Veía las luces de las antorchas y a varios individuos, posiblemente el resto de hermanos de la orden.

A base de nuevos latigazos, llegué a ese lugar. Y sentí un poco de miedo al verme en la noche, rodeada de hombres. Me dirigí hasta el lugar en donde me indicaban.

Y al final solté la cruz, sintiendo un alivio total al dejar de soportar aquel peso horrible.

Me tendieron un pico y una pala y me ordenaron hacer un hoyo de un metro de profundidad. La tierra era muy blanda y pude cavar con cierta comodidad, porque fuerzas apenas me quedaban.

Una vez que el hoyo estuvo preparado y que el ejercicio me había hecho circular la sangre por todo el cuerpo y reactivar mi temperatura, observé que la cruz era colocada en aquel agujero y que después la calzaban con piedras y gran parte de la arena que yo había sacado.

Y miré hacia la cruz, desde la misma base de la misma. Veía demasiado elevado el tronco cruzado en donde estaría sujeta por las muñecas. Y no sabía como podrían elevarme y atarme a la misma. Lo descubrí en ese momento, pues escuché el sonido de un motor y un todo terreno se acercaba hasta donde estaba yo.

Se detuvo a un metro de mi cuerpo, tembloroso y marcado por los látigos. Y me indicaron que subiese al techo del mismo. Lo hice sin esperar a que los látigos volvieran a animarme, aunque ayudada por manos que palpaban mis nalgas descaradamente.

Una vez en el techo del vehículo, entre dos de los hermanos sujetaron mis manos al tronco cruzado, mientras mantenía mis piernas flexionadas. Me dejaron muy tensada de brazos.

Les veía descender del vehículo, para pocos según después este último arrancar y separarse de la cruz, sintiendo que mis piernas caían y quedaba colgada por las muñecas. Sentí un fuerte tirón en ambos brazos. Alguien me separo los pies y los llevó detrás del tronco central, mientras un par de los hermanos clavaban una madera de unos 30 cm al tronco.

Después de eso, quien me sujetaba los pies, los liberó y me los hicieron poner sobre esa tabla cruzada, que una vez apoyados los pies, me permitían estar mucho menos tensa.

Acto seguido, ataron mis tobillos al tronco de la cruz. Quedando ya crucificada totalmente.

Me sentía muy impotente en aquella cruz, en la intemperie, aunque rodeada de varios de ellos con sus antorchas flameantes. Desde mi posición, podía ya apreciar como la noche se iba alejando ya. Una tenue luz se vislumbraba en el horizonte, pero mi cuerpo machacado por la furia de los azotes, con escoceduras, dolores y picores diversos, me hacía más penosa la situación.

Durante 3 horas me mantuve atada de aquella forma, mientras mi cuerpo era calentado solo por los latigazos que me asestaban. Mi cansancio era ya demasiado fuerte y mi cabeza colgaba mas de una vez, sólo recuperada por los cueros que cruzaban mi desnudez.

Pero mi cansancio me vencía cada vez con mayor intensidad. Y, o bien ya no me azotaban, o ya no sentía los efectos de los mismos.

Casi no sentí, cuando fui bajada de la cruz. Escuchaba voces y sentía manos, pero no era consciente de lo que me hacían. Cuando sentí la consciencia volver hasta mí, estaba ya dentro de aquella casa y el sol estaba en lo alto. Recordé no haber sentido esa lluvia, aunque mi cuerpo y brazos me dolían demasiado.

Me alegro Sandra, de que ya estés recuperada. Como verás hace un día magnífico. Y he decidido que camines a mi lado durante un rato. Eso te hará sentirte mejor.

Asentí, aún demasiado confusa, pero andar no me vendría nada mal. Y aguardé a que él me indicase el momento.

Salí al exterior, cuando él cogiéndome de los cabellos me sacó al exterior. Hacía sol pero la temperatura era mas bien fresca. Aún así agradecí salir de aquella cloaca en la que me iban degenerando poco a poco.

Sandra, quiero que camines mas erguida, mostrando esas tetas que tienes y ese vientre recto. Iremos hasta las ruinas y allí te contaré algunas cosas.

Asentí de nuevo, elevando mis pechos y caminando como si estuviese orgullosa de mi misma...que la verdad no me sentía con ganas de esas cosas. Aún así, me mantuve lo mas erguida posible, escuchando todas las bestialidades y otras groserías que salían de su boca.

Una vez en las ruinas, me dejó sentarme en una roca aplanada y calentada por los rayos del sol, sintiéndome mas confortada.

Sandra, túmbate sobre la piedra y mírame fijamente, debo contarte algo muy especial.

Lo hice sin saber porque debía tumbarme para que me contase ese algo tan especial, pero mi mente no era capaz de analizar mucho esa mañana.

Durante unos minutos estuvo contándome gran cantidad de cosas, que me parecían intranscendentes, Yo asentía o contestaba con mi propia voz. Al terminó de ese tiempo, hizo que me incorporara y que le siguiese atendiendo sentada.

Sandra, acabas de ser hipnotizada por mi poder. Eres consciente de ello?.

No, Señor. Bueno al menos no sé si lo soy Señor.

Probaremos entonces, Sandra. Le levantarás y caminarás hasta esa encina. Después rozarás tus pezones sobre la corteza. Aunque te duela, seguirás rasqueteando los dos pezones hasta que te diga que pares.

Esas palabras me llenaron de temor, pero me levanté de la roca y me fui hacia la encina indicada y rasqueteé mis pezones sobre el rugoso tronco, sintiendo fuego en mis pechos.

Muy bien Sandra, creo que es suficiente. Ahora deseo fumar. Enciende un cigarrillo para mí.

Cogí de su bolsillo el paquete. Saqué un cigarrillo y lo encendí, dándoselo a continuación. Después guardé el paquete y el mechero en su bolsillo.

Un buen detalle, puta. Ahora deseo que mi cenicero sea tu coño, así que abrémelo para que pueda descargar la ceniza.

Sin saber porque lo hacía y a pesar del temor que me producía, me acosté sobre la piedra y separando mis muslos, abrí mi vagina con los dedos, quedándome así para lo que él deseara hacer en la misma.

Me descargó ceniza muy caliente, que me hizo palidecer, pero mantuve abierto mi sexo ante él.

Muy bien me agrada tu disposición. Ahora ofréceme una de tus tetas, para que la chamusque un poco. Me gusta quemar las tetas a mis putas.

Y aún sabiendo el dolor que me provocaría, con mis manos le ofrecí mi pecho izquierdo, sin levantarme de la roca.

Acercó la punta del cigarro, quemándome en varios puntos de la aureola, sin que yo me apartara, aunque mis lamentos y lágrimas daban muestras de mi sufrimiento.

Muy bien, ya no deseo fumar más. Ofréceme tu ombligo para apagarlo, puta.

Me arqueé y aguardé entre temblores que él apagase el cigarro en el lugar elegido.

Y lo pagó lenta y pausadamente, haciéndome vibrar de dolor y sensaciones horribles, pero sin retirar mi ombligo masacrado de él.

Me doy por satisfecho. Ahora ya sabes que me perteneces en todo y para todo. Ahora te seguiré preparando para mucho tiempo, Potenciaré las sensaciones de tus dolores, pero además solo contarás cosas intranscendentes de tu situación con nosotros. Haré que te sientas muy mal ante cualquiera de nosotros, pero en cambio con tu amorcito, te sentirás digna y orgullosa de él. Y nunca nos rechazarás, a pesar de que sufras y más fuertemente que antes de conocernos.

Asentí, sin saber porqué asentía. Me sentía llena de rigores muy fuertes en mi cuerpo, pero no podía revelarme ante aquella ignominia.

Caminemos de regreso, puta. Por cierto, ve cogiendo matas de cardos, porque serán tu lecho de descanso hasta la hora de comer. Mételos en esta malla que llevarás a la espalda. Entendido?.

Asentí y cuando él me indicaba que me detuviese para coger alguno, lo hacía y los metía en la malla para después ponerla a mi espalda, sintiéndome fatal de esa carga tan punzante.

Así recogí un montón de cardos silvestres de todos los tipos, haciendo un bulto de un metro de diámetro y llevándolo hasta la mansión, caminando junto al Maestre.

Entramos en la mansión y el Maestre me hizo depositarlos mata a mata sobre el potro. Sentía las punzadas en mis dedos, pero a pesar de mi dolor y sensaciones horribles, no decía nada en contra de lo que se me ordenaba.

Cuando el potro estuvo cubierto con todas las matas de cardos que había portado en mi vuelta, el Maestre dijo :

Ahora Sandra, subirás al potro y te dejarás caer de bruces sobre semejante colchón. Sentirás un infierno en tu interior, pero me apetece verte sufrir. Después serás anclada y follada.

Miré aquel colchón del infierno y mi cuerpo se sintió enfermo ante tanta depravación, pero mis pies caminaban hacia ese destino horrible.

Me subí al potro y me dejé caer muy lentamente, de bruces sobre el mismo, sintiendo como mil horrores se adueñaban de mi ser. A continuación fui reajustada, atada y tensada. Y dispuesta para ser violada sobre aquel colchón lacerante. Mis dolores y sensaciones horribles se multiplicaban a cada instante.

Algunos de los hermanos se subió al potro y provisto de guantes y ropa anti espino, me aplastó literalmente sobre aquel colchón punzante y me folló en el ano, hasta que se corrió dentro de mí. Me sentía tan ferozmente tratada que casi no podía gritar del tormento continuo al que estaba sometida.

Cuando se separó de mi cuerpo, sentí las huellas del dolor mezclándose con el escozor y picores en todo mi cuerpo.

Muy bien hermanos, se está haciendo tarde y esta puta aún debe comer, La tendremos durante 5 semanas, así que lo tomaremos con tranquilidad. Pero antes bajará al Doctor para sanearla convenientemente. Mario, encárgate tu ya de ella.

Así, lo haré Maestre.

Y sin que alguien más hiciese intento contra mí, Mario me desató y me sacó a rastras del potro, sintiéndome morir de punzadas violentas, hasta terminar por salir del potro. Ni siquiera quise ver mi cuerpo, en el que notaba aún púas clavadas en mis tetas, vientre y muslos.

Antes de que Mario me llevase al Doctor, el Maestre se acercó hasta mí y dijo :

Sandra, te ha gustado ese colchón?.

No le respondí y giré mi rostro para no mirarle, pero algo dentro de mí, me hizo volver los ojos hacia él. Aún así no le respondí, pero mis restos de lágrimas lo decían bastante claro.

Sandra, sé que estás dolida. Pero esto es sólo una parte de lo que te espera en esta casa. Ahora te llevarán para adecentarte convenientemente.

Y Mario, tomándome de los cabellos me hizo separarme del Maestre y me condujo hasta las salas de consulta de los doctores.

Una vez que llegamos, abrió la puerta sin llamar. Había otra chica, completamente desnuda y agitándose desesperadamente, entre sus amarres de piernas y brazos separados. Me quedé impresionada por verla debatirse de aquel modo y gritar así.

Veía su cuerpo mojado con algo de color amarillento, aunque muy diluido.

Hola Doctor, te traigo a una puta para que la apliques el quitamanchas.

Pasa Mario. Ahora mismo no puede ser, pero me vendrá bien para mover unos muebles mientras. Cuál es tu nombre, puta?.

Sandra, doctor.

Muy bien Sandra, la verdad es que estás hecha una penita, pero servirás.

Bueno Doctor, te la dejo entonces. Bajaré dentro de una hora, será tiempo suficiente?.

Sí, estará bien en ese tiempo esta puta, está terminando ya.

Y me quedé a solas con él, mientras la chica seguía retorciéndose como una poseída y vociferando alocadamente.

Veamos Sandra. Hay que llevar estas sillas y esas mesitas a la sala que ves allí al fondo. Procura darte prisa.

Miré las sillas y las mesitas y cargando una a una fui hasta su nueva ubicación. Cuando ya llevaba una de las mesitas, que pesaba muchísimo, me dijo :

No tardes mucho, que tengo que ponerte el quita manchas, Sandra.

No sabía lo que era eso. La chica que se retorcía estaba calmada pero respiraba aún entrecortadamente.

Cuando regresé de llevar la mesita, el doctor me indicó que ocupase el lugar de la anterior chica, que ya no estaba en la sala.

El doctor me sujetó las pulseras y las tobilleras, manteniéndome abierta de brazos y piernas. Luego me tensó y se fue a por un cubo, que tenía una brocha dentro.

Le observé como removía el líquido amarillento y ya supe lo que había sucedido con la chica precedente. Pero de todos modos debería pasarlo casi todos los días.

Me serené lo mas que pude y dejé que el doctor impregnase todo mi cuerpo con la brocha, notando la frialdad del líquido en mi cuerpo. Y después de estar cubierta del todo y de que él hubiese guardado el cubo, se acercó y me dijo :

Sandra, en unos minutos sentirás picores....un poco fuertes, la verdad. Pero que dejarán sin marcas. Si quieres gritar, lo haces. Pero parece ser que alguien te esperará en una sala dentro unas horas y deberás estar guapa para él. Así que sé fuerte y sopórtalo. Estarás aquí todos los días. Ahora me iré a por un refresco y leeré el periódico a tu lado.

Me quedé a solas y comencé a sentir terribles picores por todo el cuerpo. Comencé a jadear y resoplar. Pero los picores aumentaban cuando él regresaba. Me sentía fatal, como si mil agujitas perforasen mi piel sensibilizada.

Ya he vuelto. Vaya parece que estás en plena crisis. Me gusta veros sufrir así. Confío en que podré leer tranquilamente las noticias.

Bajé el tono de mis resoplidos, pero me removía salvajemente. Deseaba gritar y gritar y rascarme todas las partes de mi cuerpo......y debía estar callada, mientras mis brazos y piernas estaban abiertos.

Jajajajaja, lo que dice aquí, Sandra. Que tontos son......Jajajajajaja.

Contuve la respiración, creyendo que me contaría algo y resoplé largo y profundo cuando ya no me podía contener más.

El doctor se levantó de su sillón y acercándose a mí, contempló mi cuerpo. Luego mirándome a los ojos, mientras me debatía como una posesa, me dijo :

Sandra, esto va de maravilla. Dentro de unos 10 minutos no sentirás nada de picores. Después te daré una agüita y quedarás como nueva.

Y sin más, se sentó de nuevo para seguir leyendo. Mientras sorbía el refresco y me torturaba ante la sequedad de mi boca.

Pasaron los minutos y los picores se fueron aplacando poco a poco, hasta que desaparecieron de repente. Y comencé a sentir una sensación mucho más agradable y refrescante. Se levantó y se fijó en mí, haciendo gestos de asentimiento.

Sandra, esto está muy bien ya. Iré a por la pistola de agua y te dejaré limpita de restos. Hay una rejilla bajo tus pies. Pero después deberás pasar la fregona tu misma, para adecentarlo.

Se acercó con una pistola y adaptó la boca, a agua pulverizada, pero sin mucha presión. Y me comenzó a mojar todo el cuerpo. El agua estaba helada y me hacía temblar, mientras se reía entre mis nuevos temblores.

Bueno estás limpita del todo. Imagino que os bañarán arriba. Ahora, te secarás tu misma y después fregarás todo esto. Aprovecha para mirarte en el espejo.

Cuando me desató, caminé temblorosa a por la toalla que me ofrecía y me puse delante de un espejo enorme que había en la sala, viéndole a él más alejado detrás de mí. Terminé de secarme, incluyendo el pelo y mis partes más íntimas y me contemplé en el espejo. Y me vi desnuda y sin una sola marca. Además mis dolores habían desaparecido.

Lo ves putita?. Ya te lo decía yo. Estás ahora preciosa y además mejor.

Asentí, aún maravillada de verme libre de marcas y sin dolores. Me giré hacia él y aguardé que me permitiese recoger todo aquello con la fregona.

Venga limpia esto un poco que tu verdugo no tardará en regresar a por su puta. Pero recuerda......se pasa mal, pero te quedas bien. Mañana estarás de nuevo aquí, así que tomátelo con filosofía, Sandra.

Terminaba de fregar el suelo, cuando apareció Mario, sonriendo al verme sin una sola marca en mi cuerpo.

Vaya mi puta, está virgen. Un detalle Doctor. Me la llevo que son las horas de los baños y las comidas.

Sin problemas Mario. Esta puta se ha portado excepcionalmente bien.

Si, es algo especial, es cierto. Lo siento un poco más por ella.

Qué se va a hacer!!!!....Será su destino...jajajajajajaja. Adiós, Mario.

Y en cuanto Mario, engarzó mis muñecas en la espalda salimos de las salas del servicio médico y llegamos hasta los lavaderos. Habían ya más de una docena de chicas desnudas como yo....que chapoteaban en el agua. Algunas riendo y otras más serias.

Me soltó las pulseras y me empujó al enorme pilón en donde éramos lavadas con cepillos de raíces, aunque no frotaban muy fuerte. Pero el agua estaba deliciosa. Y pronto, me sentí salpicada por algunas que reían entre sí y me metí en su juego......y fueron mis momentos mejores, hasta que una mano me atrapó del pelo y comenzó a cepillarme todo el cuerpo, con agua y gel a chorros.

Me sentí morir con los restregones, después me aclararon en un chorro de agua muy fría, hasta quedar limpita y temblando de frío. Después una doncella me recibió en una enorme toalla y allí me dejó que se me pasase la temblequera.

Permanecí envuelta en la toalla hasta que uno de los verdugos de guardia, dijo :

Vamos putas, terminad de secaros que es la hora de la comida.

Al oir esas palabras, sentí un hambre atroz, ya que desde la tarde anterior, junto a Jorge no había vuelto a probar bocado alguno.

Me terminé de secar y me levanté colocándome en una fila detrás de mis compañeras. Se engarzaron nuestras pulseras por delante y juntas y de las mismas a la parte trasera del collar de la que nos precedía.

La primera, llevaba sus pulseras unidas en su espalda. Y así comenzó la marcha por un largo corredor, hasta llegar a una estancia enorme. En el centro había una larga mesa y banquetas sin respaldo. Y alrededor, aunque alejados estaban los verdugos y otros invitados o allegados.

Nos desengancharon las pulseras y nos sentamos cada una en la banqueta indicada. Yo quedé a la derecha de todas. Sabía que por detrás los hombres nos miraban en nuestras desnudeces. Pero también a veces, se paraban delante de algunas de nosotras.

La comida comenzó a servirse por la compañera del extremo izquierdo en la mesa.

El primer plato era invariablemente, verduras cocinadas de algún modo. Y el segundo plato, unos días era a base de carne y otros de pescado.

Dimos cuenta del primer plato en pocos minutos, aunque teníamos todo el tiempo del mundo para comer. La hora de la comida era a la 1 de la tarde y hasta las 3 de la tarde, que era cuando comían el Maestre y los verdugos, nadie nos metía prisa y tampoco se nos molestaba.

Sin tener en cuenta por molestar, que se quedasen frente a alguna de nosotras, o sentados enfrente al otro lado de la mesa.

Todas las comidas eran deliciosas y acompañadas por pan y unos vinos deliciosos y sin demasiado control.

Después de los platos de comida, venían los postres. Frutas naturales y tarta o pasteles. Y para bajarlo todo bien, unas infusiones de menta.

Ese Martes comía casi con ansiedad y uno de los verdugos, que se había sentado frente a mí, para deleitarse viéndome comer, me animó a que lo hiciese mas despacio, que tenía tiempo y me sentaría mejor.

Me sentía un poco incómoda, pero me acostumbré y se lo agradecí con mis ojos.

Después de la comida, todas quedábamos libres hasta las 5 de la tarde, ya que las clases comenzaban a las 6. Pero había cada día una, que debía estar presente en las comidas de ellos. A veces la misma era solicitada varios días seguidos. Lo que me sucedió a mí la primera semana.

Una vez tomamos la infusión todas se fueron, menos yo que quedé retenida por las manos de un verdugo, que al levantarme, me hicieron volver a sentar en la banqueta. Me quedé muy desconcertada y hasta sentí que me fuesen a golpear de nuevo.

Unos minutos después, otras manos tomándome de debajo de las axilas y sobándome bien las tetas, me hizo levantarme y acompañarle, sin que cesara de restregarme sus manos. Y llegué ante una mesa semicircular. En el centro de esa enorme media circunferencia, pude observar las dos pequeñas plataformas cilíndricas y a una indicación puse un pié en cada una, aguardando a nuevas órdenes.

El primero en aparecer fue el Maestre, que pasó sus manos por mis hombros, tetas y nalgas, sonriendo al verme y después rodeando la semicircular mesa, se sentó frente a mí. Contemplándome con cierta sonrisa en sus labios. Con gestos de sus dedos, intuí que debía abrir los labios de mi vagina. Lo hice un poco avergonzada y vi su sonrisa de asentimiento.

Comenzaron a llegar los demás verdugos, sentándose Mario a la derecha del Maestre. Cuando todos estuvieron sentados, el Maestre me indicó con sus gestos que permaneciese con los brazos en cruz y así permanecí durante todo el tiempo del primer plato. Después, en el plato segundo me indicó las manos en la nuca.

Todos me miraban y comentaban cosas acerca de mi cuerpo. En los postres debí mantener las manos apuntando hacia el techo.

Las copas, cafés e infusiones eran tomadas en los enormes sillones de toda la sala y yo debía servirles lo que pidiesen, pero nadie osaba poner una mano sobre mi cuerpo, aunque si que les encantaba verme las tetas colgando cuando servía el licor o llevaba alguna infusión o café. También sabía que les encantaba mirar mi sexo un poco excitado ante tantas miradas libidinosas.

Después de largos minutos atendiéndoles, se fueron levantando uno tras otro y Mario, se levantó a su vez para tras colocarme las manos detrás de la espalda, sacarme de aquella sala.

Por el camino comprendí que debía de estar cerca la hora de las clases. En el corredor, Mario me colocó una capa y tras ponerme la cadenilla de la que me llevaría, me colocó la capucha y comenzamos el camino hacia la sala establecida para mí.

Mario me llevaba de la cadenilla, mientras la capa se me abría al caminar. Pero ya me sentía eufórica por poder volver a ver de nuevo a Jorge, que estaría nerviosito de aguardarme.

Y llegamos hasta la puerta de la sala. Sentía mi corazón palpitar con mucha fuerza. Y nada mas entrar, me sentí feliz. Jorge estaba allí aguardándome y más guapo que nunca.

Hola Jorge, buenas tardes. Aquí traigo a nuestra puta, que imagino ansiosa de ser tratada un día más por ti.

Hola Mario, encantado de que la traigas.

Mario me quitó la capucha, pero aunque por dentro estaba loca de alegría, mi expresión no reflejaba del todo la misma. Luego me quitó la capa y pasando sus manos por mis tetas y vientre, dijo :

Como podrás comprobar Jorge, limpita y sedosa para tu clase.

En efecto una piel maravillosa y deliciosa para aprender.

Muy bien, Jorge. Hoy aprenderás a preparar o calentar a una esclava o sumisa, antes de darla una sesión. Ves esta fina fusta?. Es muy elástica. La primera medida a tomar, será que la esclava se sienta sofocada y desconcertada. Esta puta, nos servirá para explicarlo mejor. Primero, hay que asestarla un firme latigazo en el vientre, lo que hará que se sienta sin aire. Después, se elige la parte delantera de los muslos y antes de que la puta se recupere, se la da un firme latigazo en los muslos. Entendido, hasta aquí?.

Perfectamente, Mario.

Muy bien lo comprobaremos. El latigazo debe ser firme y decidido. Solo debe dejar un fino trazo rojizo.

Y no sería más efectivo uno en las tetas y otro en las nalgas?.

No, las tetas y las nalgas son para las sesiones. Hay lugares más sencillos y que producen efectos muy buenos. Ahora tu imitarás lo que yo haga. La puta no gritará, aunque seguramente resoplará y hasta se encorvará. Como saber si no está haciendo teatro?. Muy sencillo, si ves una fina raya rojiza después del latigazo, no estará haciendo teatro, Jorge.

Entendido Mario, ya tengo una fusta como la tuya, la verdad es que es muy flexible.

Bien, harás lo mismo que yo, pero intenta no cruzar mi marca, ok?.

Mario me lanzó un fustazo en el vientre que me hizo cerrar los ojos de la sensación. Y antes de que los abriese, caía un nuevo fustazo 2 cm mas abajo, haciéndome sentir que se me quemaba el vientre. Abrí los ojos desesperada, al tiempo que mis muslos ardían tras un nuevo fustazo de Mario. Y mientras me agachaba para aplacar aquel fuego, una nueva marca de acoplaba en mis muslos, sintiéndome un fuego que me subía sin poder soportarlo.

Mis jadeos habían comenzado, pero mis resoplidos eran fuertes. Mario me cogió del pelo y tiró de mi cabeza hacia atrás, mientras le decía a Jorge que me azotara de nuevo el vientre.

Escuché el siseo de la fusta y como mi cuerpo ardía de nuevo. Intenté moverme y bajar mi cabeza, pero Mario la sujetaba fuertemente. Y le decía que me diera otro en los muslos.

Jorge, volvió a hacerme morir de sensaciones, sin que pudiese removerme, pero si juntando mis piernas e intentando aplacar ese fuego.

Como verás Jorge, solo tienes que apreciar sus tetas como suben y bajan, además de su piel que se está perlando en sudor. De sus lágrimas nunca te fíes. Y ahora esta puta está preparada para la clase. La ataremos las manos separadas pero por encima de la cabeza y la dejaremos que juegue con sus muslos y sensaciones, pero sólo hasta que tú lo desees. Rabiará más veces, después.

Muy bien, me encanta verla así. Y es verdad que sus tetas moviéndose así, hacen más encantadora la sesión.

Bien, está puta esta ya atada. Admiremos como resopla y jadea. A las putas les pone frenéticas que las vean sufrir, sin que hagas nada. Es ideal no rozarlas siquiera. Sólo admirarlas unos segundos. Sólo cuando parece que comienzan a serenarse, se puede comenzar con la sesión. La idea es no dejar adaptarse a nada de lo que se las hace. Si se las azotase de modo seguido, se adaptarían al dolor. De este modo, estará sufriendo todo el rato, al no poder controlar su estado.

Es muy interesante lo que me cuentas Jorge.

Bueno, creo que nuestra puta necesita ya guerra. Hoy probaremos a azotar las nalgas y las caderas. Deseas algún látigo en particular?.

No podría ser con la fusta?.

La fusta ya ves lo que marca, Jorge...pero nuestra puta sabe soportarlo bien y después la dejamos como nueva. Lo que tu digas.

Entonces con la fusta, Mario.

Muy bien, será con la fusta. No deberás golpear de forma cruzada, siempre mejor en rayas paralelas, así evitas que los cruces, puedan provocar heriditas. Y no comiences muy fuerte. Es mejor ir notando como la puta, va sufriendo y subiendo su nivel de angustia. Comienza siempre en las nalgas y después alternas caderas y nalgas. De vez en cuando, si te sientes muy provocado un fuerte fustazo en sus caderas es mano de santo.

Me sentí morir de las cosas que escuchaba decir. Aun temblaba de los fustazos anteriores y ahora seguirían con esa fusta del demonio. Me preparé para recibir descargas y aunque intentaba relajarme, sentía el cuerpo agarrotado.

Y Jorge, lanzó su primer trallazo a mis nalgas, haciéndome moverme un poco y soltar un ingenuo ay.

En los siguientes azotes, mi cuerpo se removía ya con mayores ansiedades y mis tetas ya no cesaban de subir y bajar para intentar respirar y serenarme del tremendo dolor.

Jorge parecía divertirse y me azotaba con ganas, cada vez que Mario, le hacía un gesto. Me sentía fatal y cruzaba y a veces alzaba mis piernas como intentando aplacar ese fuego en la parte trasera de mi cuerpo.

Te gusta verla retorcerse así, Jorge?.

Si, la verdad es que me encanta verla brincar y mover las piernas, mientras no llega a tocarse las partes que yo utilizo.....jajajajajaja.

Entonces seguirá desatada de los tobillos. Continúa, Jorge. Esta puta está a punto de gritar como una cerda.

Y Jorge continuó latigueando mis caderas y nalgas, mientras mis lamentos iban subiendo más y más de volumen y mis gritos y resoplidos largos se confundían unos con otros.

Cuando comencé a gritar, detuvieron la sesión, para contemplarme las caras que ponía, mientras jadeaba, resoplaba y algunos grititos se me escapaban. En mis piernas casi no tenía fuerzas para sujetarme y ya casi colgaba de las muñecas.

Se pone muy interesante esta puta, es verdad.

Ya te lo decía antes, Jorge. Así es como se consiguen los mejores efectos.

Ya apenas les escuchaba, atareada en mis mil sensaciones de fuego y terrible dolor que recorría mi sudoroso cuerpo, al tiempo que mis lágrimas corrían vertiginosas por mis tetas, para gotear en el suelo. Sentía hilillos de mis babas desprenderse de las comisuras de mi boca, para bajar por mi cuerpo de un modo mas lento que las lágrimas.

Fíjate Mario como babea. Me encanta verla así.

Sí, la verdad es que se ponen muy interesantes, estas putas. Creo que ya que está un poco desasistida. Será mejor izarla de las muñecas para proseguir con nuestra tarea, salvo que prefieras otra cosa, Jorge.

No, me parece bien. Es mejor seguir manejándola así. Aunque como se las vuelve en sí?.

Bueno eso es simple, amigo mío. Además de las sales, se pueden utilizar los electrodos, que las anima bastante por cierto. Pero esta puta, aún puede soportar mucho rigor. No te fíes de la apariencia. Ya sabes lo del teatro que te dije que le echan. Y como sus nalgas y caderas, ya están bien compensadas. Quizás deberías volver a calentarla, como te enseñé.

Ah, es verdad. Donde me recomiendas, Mario?.

Es mejor que vayas descubriendo por ti mismo sus partes más sensibles.

Me sentía muy tensa al estar colgada de las muñecas. Les escuchaba hablar, pero no decía nada, porque sabía que sería peor. Dónde me pegaría Jorge?.

Escuché el siseo de la fusta y una especie de calambrazo en la parte trasera de mis nalgas, haciéndome aullar entre la sorpresa y el dolor. Y me removí toda entera, enroscando mis piernas entre las risas de ellos dos.

Lo ves, Jorge. Era puro teatro. Está fresquita como una lechuga, aunque un poco marcada, la verdad. Sigue descubriendo esas partes de esta encantadora puta.

Mientras me retorcía sin saber que me haría a continuación. Pero antes de serenarme del latigazo anterior, mi costado derecho, sentía la quemazón de un nuevo fustazo, que me dejaba sin aire un segundo, para después exclamar de dolor y girar hacia él, colgando de mis muñecas.

Y estando en pleno giro y frente a él, con su sonrisa perversa, me asestó un fuerte golpe en el vientre y otro seguido más en el costado izquierdo.

Me descompuse de semejante trato de dolor y grité echando mi cabeza hacia atrás, mientras volvía de mi medio giro a la posición de partida. Sentía un escozor terrible en todo mi cuerpo, pero sobre todo por los 4 últimos latigazos.

Jorge el tiempo se nos está terminando. Dejaré que termines de hacerla enloquecer de dolor.

Se situó frente a mí y pasó la fina fusta mortificantemente sobre mis pezones. Pensé que me iría a azotar los mismos y creí volverme loca de terror. Pero se limitaba a frotar mis pezones, para descargar después la fusta en mi vientre o costados.

Mis lágrimas que habían comenzado a caer tras el tercer latigazo, ahora mostraban surcos húmedos por mi cuerpo lacerado.

Cuando Mario anunció el final de la clase, Jorge me descargó la fusta sobre el pubis con tanta fuerza que apenas solté gemido alguno.

Mientras Mario y Jorge, limpiaban el material, me quedé colgando de las muñecas, sufriendo la sesión de hoy con una virulencia que desconocía hasta el momento.

Pocos minutos después, era bajada y desatada, manteniendo mis manos ancladas a la espalda. Luego, Mario me colocó la capa y la capucha y así salimos hasta otras habitaciones, una de ellas reservada para Jorge y para mí.

Cuando estuvimos a solas, Jorge me quitó la capucha y secándome las lágrimas, me apretó con él y me besó tierna y suavemente, hasta que conseguí aplacar todos los efectos nocivos de semejante tratamiento. Después, me quitó la capa y desancló mis muñecas, permitiendo abrazarle y besarle, aunque con lágrimas en mis ojos aún.

Jorge, pulsó el botón para solicitar la cena. Y una doncella entró a los pocos segundos, desnuda del todo, salvo con un delantalito sobre su pubis y unas chanclas muy sonoras. Tomó nota de lo que encargaba Jorge, sin mirarme una sola vez a mí. Después de anotarlo, le saludó y se fue.

Bueno amor mío, que tal ayer y esta mañana?. Se portaron mal contigo?.

Más serenada, aunque aún algo rabiosa por los efectos de la reciente flagelación, dije :

Jorge, parece otra cosa, pero la verdad es que se está mejor que en las clases. Todos me tratan bastante bien, aunque creo que soy más una puta que otra cosa. Pero, aunque aún no tengo juicio para hacer, hasta el momento bien.

Vaya, me alegra saber eso. Estás enfadada por los latigazos que te he dado yo, esta tarde?.

Claro que no, mi amor. Pero me hiciste mucho daño. Y aún me escuece todo el cuerpo.

Sandra, la verdad es que verte desnudita me excita sobremanera. Ni yo mismo aún, soy capaz de saber porque te azoté tan fuerte. Me perdonas?.

Jo, claro que sí, tonto.

Y me acerqué a él y le besé en los labios, mientras me dejaba acariciar los pezones con sus manos.

Nos retiramos del beso, cuando la puerta se abrió, dando entrada a un par de camareras que traían lo solicitado por Jorge. Y en cuanto se retiraron, dejándolo todo en una mesita con ruedas, Jorge comentó :

Esto tiene muy buena pinta. Comamos amor, que después tendremos tiempo aún de amarnos locamente.

La cena fue tranquila. Hablábamos poco, pero nuestras sonrisas cómplices hacían que la cena fuese mágica.

Después de cenar con tranquilidad, Jorge me hizo levantar de la silla y me llevó hasta la ventana que daba acceso al jardín. Al estar iluminado se veía todo precioso. Y pude ver aún la cruz en la que había estado yo la noche anterior, pero no hice comentario alguno.

Pero Jorge, también se fijó en la cruz, susurrándome al oído, lo preciosa que estaría crucificada en la misma, mientras pasaba sus manos por mis tetas y axilas.

Yo sonreía, dejándome hacer, sin decirle nada de nada.

Amor, cuando sea la hora qué tareas son las que tienes?.

Pues no lo sé con seguridad. Seguramente, deberé estar presente durante la cena de ellos.

Desnuda?.

Sí, claro. Aquí todas las modelos estamos desnudas casi todo el día, amor.

Pero te atarán?. Te harán cosas?.

No creo que me aten, ni que me hagan nada. Es que les gusta vernos desnudas en todo momento, pero especialmente cuando comen y cenan.

Bueno, la verdad es que a mí me gustaría lo mismo. Es lo normal. Si no fuese así, me sentiría un poco escamado. Y para curarte, que hicieron?.

Pues eso lo hacen los doctores. Aplican un líquido por las marcas, que pica que no veas. Nos atan claro, así que imagínate si pica el cabrón del líquido ese. Pero después se siente un frescor total y hasta calma los dolores.

Bueno, algún día a lo mejor me hacen una demostración contigo.

Ni lo sueñes, amor. Te estarías riendo de mí, durante días seguidos.

Jajajajaja....tantos gestos raros hacéis?.......jajajajajaja. Habría que veros.

Es que pica mas que un latigazo, amor. Es de verdad. Pero se hace por tenernos libre de marcas, pero sobre todo por tenernos sanas.

Bueno, aún así....ya veré si puedo convencer a Mario, para que me deje ver como te retuerces y se te curan las marcas recién dejadas por mí.

Espero que no te deje verlo, pero si tienes que verme......bueno, pues peor para ti. Sé que después te estarías burlando de mí a cada instante. Pero eres mi amor, así que tampoco me niego a que me veas así.

Sabes, se lo preguntaré a Mario. Así sabré si hay posibilidades o no.

Le iba a replicar, cuando ya me había soltado y abría la puerta. Mario entró y me miró un segundo, al tiempo que cerraba la puerta y Jorge le decía :

Mario, tu crees que habría posibilidad de ver a esta puta curarse con ese líquido?.

Bueno, debería de consultarlo, aunque si estás dispuesto a perder una hora, creo que no habría inconveniente. Pero, mejor lo pregunto y te lo cuento cuando te vayas a despedir. Ya queda poco más de una hora.

Gracias Mario, me encantará saberlo.

Mario se fue, cerrando la puerta y Jorge volvió a mi lado. Me abrazó de nuevo y yo le dejé que me palpara. Ansiaba que me follara y que me hiciese suya, pero él parecía no tener en cuenta el poco tiempo de que disponíamos.

Al final, le cogí de la mano y lo llevé hasta la cama. Me tumbé bocarriba y abriendo mis piernas, le invité sensualmente a que me hiciese suya.

Y nada mas echarse sobre mí y apuntalar su polla en mi vagina ardiente, me enrosqué con las piernas en sus caderas y sentí la penetración mas deseada.

Jorge aceleró el ritmo, haciéndome vibrar con cada entrada y salida y cuando ya sentía su polla dura como una barra de hierro, se separó de mí y me hizo poner boca abajo, para colarse en mi ano sin pausa alguna. Sentí que su polla se colaba en mi ano y que surcaba mi recto, separando mis caderas.

El placer que sentía me hacía vibrar de locura, amor y placer. Después de muchas acometidas a cual más salvaje ya, se tensó y su polla manó la esperma adorada en continuas ráfagas, hasta que al final se cayó rendido sobre mi espalda.

Dejé que serenase su respiración y separándome de él, puse mi boca en su pene ya más fláccido y lengüeteé para animarle un poco más y apurar su descarga de semen en mi boca.

Cuando terminé de extraer sus semillas lechosas, me quedé a su lado, jadeando a su ritmo, como sabía que le encantaba. Y me abrazó y besó mis labios aún impregnados de restos de nuestros cuerpos.

Una luz naranja, que hasta ahora no había visto, osciló en la sala. Y supe que el tiempo con Jorge, terminaba ya por hoy. Me abracé a él y le besé. El me correspondió, pero al final tuvo que tomar la iniciativa y separarse de mí.

En ese instante entraba Mario. Con un gesto me indicó que me incorporase y fuera hacia él. Obedecí y me dejé anclar las pulseras a la espalda y que me colocara la capa, mientras le decía a Jorge :

Lo he consultado y se podría hacer el Jueves. Es el último día en que la verás de esta semana, así que si deseas perder una hora de tu clase, la dirección de este centro lo permitiría. Y sería en la misma sala de la clase. Que te parece esta noticia, Jorge?.

Vaya, es una buena idea. Pues que sea el Jueves, entonces.

Perderás una hora de clase, pero ganarás en que la tendrás limpita de marcas al empezar y al terminar, lo que por otra parte será también algo distinto, verdad?.

En efecto, me encantará así...Gracias Mario.

Fue un placer ayudarte, Jorge. Bueno, como verás queda menos de un minuto ya. Y a las 11 de la noche nuestra puta, deberá dejarte de ver. Mejor que nos vayamos despidiendo ya.

Por supuesto, Mario.

Jorge se acercó a mí y me besó en los labios y en la frente. Se dio media vuelta y salió de la habitación. Mario salió con él, pero entró en menos de 30 segundos y acercándose a mí, me colocó la cadena al cuello y la capucha, para salir de aquella habitación a un largo corredor, que ya conocía.

Caminaba con paso vivo detrás de él, sin saber que me sucedería esta noche. Me sentía feliz de haber estado con mi amor, pero también nerviosa de lo que me pudiese aguardar. Y necesitaba dormir un poco, pero me dejaría hacer mientras tuviese fuerzas.

Antes de llegar al Comedor en donde cenaban ellos, nos cruzamos con el Maestre que se interesó por cómo había ido la clase de hoy. Y Mario le dijo :

Maestre, hoy la puta ha sido acribillada por su amor en las nalgas y caderas. Aunque aún está bastante libre en muslos, espalda y toda su parte anterior.

Estupendo, llévala al comedor y colócala en las plataformas. Y atadas sus manos por encima de su cabeza. Estaré enseguida allí.

Así lo haré, Maestre.

Y caminamos de nuevo a paso aún mas vivo hasta la entrada del comedor, que estaba aún desierto. Me despojó de la capa y me llevó hasta las dos plataformas que había ocupado en la comida. Soltó mis pulseras y yo elevé mis brazos sin orden alguna, para ser anclada en la cadena que pendía sobre mi cabeza.

Y una vez ancladas mis manos, tensó la cadena, hasta que mi cuerpo quedó más rígido mostrando mis costillas. Y así quedé durante minutos, hasta que el Maestre, primero en entrar al comedor, se acercó a mí y comprobó cada una de mis marcas en caderas y nalgas. Después frente a mí, pasó sus dedos por mis pezones y axilas y sonrió satisfecho.

Yo procuraba mantener mi mirada al frente y baja ante él, pero podía apreciar sus sonrisas de aceptación. Me levantó el mentón y me preguntó :

Tienes sueño, Sandra?.

Un poco, Señor.

Será breve tu estancia aquí, a pesar de estar de guardia. Pero espero que nos agrades con tu presencia mientras cenamos.

Asentí, sin mirarle a los ojos y seguí permaneciendo estirada pero tranquila.

A los pocos minutos, los Hermanos fueron llegando y al verme tan marcada por detrás se acercaban por delante y se sorprendían de verme tan virginal de marcas.

Algunos toqueteos, con más de un pellizco en pezones y vulva, fueron sus mejores saludos.

Cuando todos estuvieron sentados, el Maestre tomó la palabra, para decir :

Hermanos, esta puta aquí presente nos acompañará durante la cena, pero he decidido que a pesar de ser la puta de guardia, esta noche duerma y descanse. Sé de vuestra necesidad de someter a las putas de guardia, hacedlo durante las dos horas de cena, porque lo que he dicho se ha de cumplir.

Sentí un silencio casi total entre los Hermanos, aunque a mí no me dejaba nada tranquila las palabras del Maestre. Durante dos largas horas podrían hacer con mi cuerpo lo que les apeteciera.

La cena se comenzó a servir, sin que alguno de los Hermanos aún, hubiesen hecho algo contra mi cuerpo. Sentía el olor del primer plato y casi me sentía en la necesidad de volver a cenar.

Entre el primero y segundo plato, dos Hermanos se levantaron con un látigo en la mano cada uno. Y supe que entonces sería maltratada.

Vaya, con esta puta. Está casi virginal por delante. Que tetas más ricas tienes, puta.

Déjate de hacerla cumplidos y dime donde te gustaría que la dejáramos de ser virginal, hermano.

Sus tetas me apasionan. Tan firmes, tan suaves y tan sencillas. En fín, quiero machacarla las tetas con este látigo.

Sean sus tetas, pues. Tu por delante y yo desde atrás. Comencemos.

Y sin más palabras, los cueros surcaron el aire como en un baile, uno tras otro, incidiendo en mis tetitas que sufrían los golpes brutales de aquellos bárbaros. Mi rostro tranquilo, enseguida se transformó en una mueca de agudos dolores, mientras mis tetas eran sacudidas brutalmente por los cueros que danzaban ante mí.

Daba aullidos y gritos, mientras mis piernas bailaban del terror y el dolor de mis senos magullados salvajemente.

Cuando se detuvieron, lloraba y rabiaba entre enormes estertores de todo mi cuerpo, colgando de mis muñecas y mis ojos cerrados por el dolor y las horribles sensaciones en esa parte de mi cuerpo.

El Maestre se acercó a mí y apreciando el estado en el que me encontraba, se volvió hacia los Hermanos de la Orden y dijo :

Estimados Hermanos, esta puta está muy herida y hay que conservarla. No se le aplicarán mas tormentos en el día de hoy. Mario, al terminar la cena la llevarás al Doctor, para que la haga una cura total, incluída la de sueño. También, he decidido que la sea cortado el cabello, para que no estorbe. El Doctor sabrá lo que hay que hacer.

Así lo haré, Maestre.

Y la cena continuó, sin que alguien mas agrediera contra mi cuerpo, terriblemente dolorido y masacrado por las sesiones del día.

Al término de la cena, Mario se levantó y me liberó de mis ataduras. Tuvo que sujetarme, hasta que fui consciente de poder sujetarme por mi misma. A continuación me ancló las pulseras en la espalda y poniéndome la capa y la cadena, me llevó por el largo corredor.

Daba traspiés constantemente y hasta a veces que quedaba arrodillada, sin fuerzas para sujetarme, mientras las sensaciones en mi cuerpo eran aún intempestivas.

Mario, sabía esperar a que me recompusiera lo suficiente para seguir. Algo que de algún modo le agradecí y que mi mente recordó durante muchos días después.

Cuando llegamos hasta la clínica, que era un lugar sagrado, abrió la puerta y entramos. El Doctor estaba presente y al ver en el estado en que se encontraba la puta que le era llevada, supo actuar sin pausa, diciendo :

Mario, parece que la que traes está bastante fatal. Quítala la capa y déjame verla bien.

Me quitó la capucha y la capa y el Doctor, dijo :

Cielos......está hecha una piltrafa. Y es mi chica preferida. Me encargaré de ella personalmente. Dile al Maestre que queda bajo mi protección hasta mi alta.

Doc, el Maestre solicita que la cures de sus heridas. También de que la realices una cura de sueño. Y por último que la cortes el cabello al tipo de modelo 2.

Muy bien, entonces así se hará. Dile al Maestre, que queda en mi jurisdición hasta que la dé el alta, mañana. Se quedará en estos aposentos hasta que decida que está perfectamente.

Así se lo diré Doc. Buenas noches.

Y se fue dejándome junto al doctor. El silencio en aquel lugar era tan inexistente, que mi cabeza parecía estallar. El doctor, analizó mi cuerpo machacado y al final sonrió, diciéndome :

Sandra, solo tienes dolor y terror. Ahora tomaremos unas infusiones, juntos y después hablaremos tranquilamente. No te preocupes de nada más. Hasta mañana a la hora de tu baño, estarás en esta especie de protección, llamada clínica. Y además, el Maestre no tiene autoridad sobre mí, así que estate tranquila preciosa criatura.

Sus palabras fueron mi ánimo y comencé a sentirme más alegre, aunque aún no lo demostrase físicamente.

El doctor preparó unas infusiones, después de dejarme tumbada en una camilla y tapada con una tenue sábana hasta el nacimiento de mis tetas. Le veía hacer y lo que me acababa de hacer era suficiente para tenerlo dentro de mi alma.

Al poco se acercó a mí con una bandeja y dos tazas grandes de infusión. Y descubriéndome me dijo :

Sandra, toma cualquiera de las dos tazas de infusión. Yo tomaré la que tu no elijas.

Tomé aún en mis temblorosas manos la más cercana a mí. El doctor me ayudó a tomar unos sorbos. Y los dí con ansiedad, pero al pronto me sentí mejor y ayudada por él, bajé de la camilla y me senté en una butaca frente a él. Ambos tomábamos una infusión, de no sabía qué, pero que me hacía sentirme mas animada.

Muy bien Sandra, tómala despacito. Eres muy guapa y apetecible y eso hace que aquí tengas el acercamiento que sienten por su parte los Hermanos. Junto a mí, estás protegida.....pero eso sólo será hasta que salgas de aquí. Aún así, esta mañana ya me prendé de ti y supe que estabas de guardia, así que ante el Maestre, pedí tu custodia nocturna. Todo esto te parecerá muy raro, pero al margen de que me excitas muy positivamente, pienso y estoy seguro que eres esa hembra soñada por muchos seres mortales. Bebe tranquila, preciosa mía y nada temas de este viejo que te dice estas tonterías.

Le sonreí, separando mi taza de los labios. Y supe que ese Doctor, sería ya siempre mi aliado.....pero yo le demostraría que podría confiar en mí.

Terminé la infusión, al tiempo que me sentía del todo bien, aunque mi cuerpo aun me dolía y sentía algunos escozores. Pero estar ante un ser como él, era una bendición de mi Dios, para regalarme algo muy importante.

Sandra, observo que estás mas animada. Debo cortar tu melena. Te importa que se haya decidido esto?.

No, doctor. Si deben cortarse mis cabellos, que sean cortados Señor.

AAAAAhhhhh.....no me llames Señor. Odio esa palabra. Llámame doctor a secas, aunque me encantaría que me llamases a solas, Borja. Ese es mi nombre y solo reservado a los muy cercanos dentro de aquí. Pero tú para mí, aunque no seas muy cercana aún, me agradaría que me llamases así en la intimidad, que espero poder tener junto a ti durante estos próximos 40 días. Por intimidad, no me refiero a que follemos o podamos follar. Me refiero a como estamos ahora, mi preciosa Sandra.

Gracias doctor...........gracias Borja. Me siento en deuda con Ud, pero prometo ser alguien entrañable para Ud en la medida que se me permita.

Sandra, ya lo eres preciosa mía. Respeto a tu pareja......tranquila. Sólo que cuidaré de ti lo mejor que pueda.....pero has de saber que ver vuestros cuerpos castigados, me aportan una serie de sensaciones internas muy agradables.

Borja, me siento honrada y honorable de que Ud piense así de mí, doctor.

Muy bien, comenzamos una nueva etapa. Observo que estás más tranquila y yo más frenético y excitado. Cortaremos tus cabellos. Pero lo haré muy bien. Soy un artista y te dejaré un pelo cortito, pero fácil de agarrar por tu pareja. Quitaremos tu collar y lo sustituiremos por una barra cepo, así podré ver mejor el efecto.

Asentí y me dejé quitar el collar, para después dejarme aprisionar por esa barra que sujetaba mi cuello y muñecas.

Muy bien Sandra. Me gusta veros desnudas y marcadas, pero a ti mas aún.

No hice comentario, pues no tenía sentido. Me senté en la banqueta indicada por él y me ví ante un enorme espejo, estando él detrás de mi cuerpo, preparado para cortar mis cabellos.

Pude observar cada tijeretazo y como mis cabellos cortados caían sobre mi espalda o tetas. Pero me mantuve quieta y dejé que hiciese su trabajo.

Cuando terminó, me ví guapa ya antes de que me quitase los pelos sueltos de mis tetas y vientre.

Ya estás terminada, Sandra. No ha quedado nada mal verdad?.

No, nada mal doctor........es más, parezco mas estilizada aún, no le parece?.

Si, la verdad es que será un poco tu perdición, preciosa mía. Casi a mí me dan ganas de hacerte diabluras, así que calcula a los hermanos de la Orden.

Borja, puedo solicitar algo........con todo mi respeto hacia Ud?.

Claro que puedes hacerlo, pequeña mía. Dilo ya, Sandra.

Doctor, me gustaría agradarle con mi boca o con mi cuerpo, si Ud lo desea.

Ay chiquilla, si tu supieras......claro que me agradaría, pero antes barrerás esta sala y después fregarás toda la clínica. Después me sentiré muy complacido de tus caricias.

Me quitó el cepo, después de eliminar cabellos sueltos míos de mis tetas, que me escocían con el cepillo. Cuando me vi libre, cogí la escoba que me indicaba él y barrí los rastros de mi cabello, recién cortado.

En cuento terminé de barrer y tirarlo a la basura, me acerqué a él y me arrodillé entre sus piernas. El me dejó hacer pero mientras le desabrochaba la bragueta, me dijo :

Sandra, después fregarás el suelo. Más tarde entrarás en la sala y te untaré con el líquido reparador. Ahora, por favor, alíviame de esta tensión preciosa putita.

Y una vez extraje su polla, que era larga y ancha, la metí en mi boca para mamarla y acariciarla como mejor podía. Mi lengua la acariciaba en toda su extensión, ayudada por mis labios que lubricaban su glande enorme. Era una polla tan grande que no podía con ella dentro de la boca.

Pero cuando mis ojos le miraban a él, sentía que le estaba gustando y acometía con mas energías para darle el mayor placer posible. Su polla estaba ya muy dura y mi boca apenas cubría un cuarto de la misma, pero seguía lamiéndola sin descanso y ayudándome de las manos en una masturbación plena y total.

Sigue mi pequeña putita, me está encantando todo cuanto me haces, amor.

Esas palabras me reanimaron mas de lo que hubiese podido imaginar y seguí con mis lengüetadas y caricias por toda su polla.....dejaba caer mis babas sobre la misma y con mis manos la masturbaba sin descanso, mientras mi lengua seguía su proceso de absorción y también de caricias suaves y profundas.

Sandra, te tragarás mi lechada?.

Le miré con mis ojos y asentí con los mismos, cuando le comencé a sentir mas excitado y tembloroso. Me agarró de los cabellos cortos y me apretó la cabeza contra su polla, que iba a escupir su esperma en segundos.

Noté el agarrotamiento de sus músculos y dejé que se descargara en mi boca.

Durante 3 minutos, estuvo descargando semen en mi boca, que me encantaba tragar, sin darle descanso a mi boca y mi lengua.

Cuando terminó que estar rígido, limpié con mucha suavidad la polla, sorbiendo los pequeños regueros internos de su esperma....hasta dejarle limpio y relajado.

Jamás había bebido tanta cantidad de esperma en una sola vez......pero me sentía feliz de verle a él, relajado y con esa sonrisa especial que produce un orgasmo total y auténtico.

Me retiré de su polla, secándola entre mis tetas, aún magulladas, pero que ya me molestaban menos. Entonces él, tomándome de los cabellos me izó hacia su cara y me besó en la boca, para después decirme :

Sandra, gracias. Has sido la primera y única mujer que me ha dado placer.

Me sentí un poco sonrojada, aunque deseé que él no me lo notase, como pareció ser. Me miró con unos ojos que me hicieron sentir un afecto muy grande y después dejó que apoyase mi cabeza sobre su bata y camisa, desabrochadas. Y así me mantuvo durante unos interminables 3 minutos.

Bueno zanganilla, hay que fregar todo esto. Pero antes, te voy a enseñar un látigo nuevo que acabo de recibir esta mañana. Y aunque me avergüenza decirlo, me gustaría probarlo en tu cuerpo, antes de sanearlo con el líquido. Pero sólo si tu lo aceptas.

Doctor, claro que sí. Un poco más de marcas no importan, cuando no quedará rastro de alguna.

Sandra, las marcas se irán....es verdad. Pero es tu dolor......piénsalo bien, porque no tienes ninguna obligación ante mí.

Borja, Doctor......llegué esta noche aquí y Ud lo primero que hizo fue ofrecerme buen trato y después esa infusión. Me dio su apoyo y generosidad y creo que lo mínimo es agradarle en la forma que sea, Doctor.

Ay pequeña Sandra. Me haces enloquecer con tu cuerpo, tu mirada y tus palabras. Jamás me había sentido tan bien, pequeña.

Doctor, voy a fregar la clínica. Actúe sobre mí, mientras. O hágalo después. Me siento más complacida ante Ud de lo que pueda pensar, Doctor.

Muy bien pequeña, veamos que tal se te dá esto de fregar. Sígueme!!!.

Y le seguí encantada hasta el cuarto en donde se guardaban toda clase de objetos. Y ví látigos de todas las formas y tamaños. Y él me anunció que mi tarea de la mañana sería limpiar esos objetos de cuero y colocarlos.

Me indicó el cubo y la fregona. Lo tomé en mis manos y me fui hasta el lavadero, para llenarlo de agua caliente. Y sentí la primera descarga de ese látigo nuevo. Me quedé un poco parada, pero fueron unos segundos, porque aunque me cayó un nuevo azote, seguí con mi llenado del cubo.

Volqué un poco de detergente y cogí la fregona en una mano y el cubo en la otra.

Al salir, me descargó las seis tiras de cuero en cuadradillo sobre mis costillas, un poco por debajo de mis tetas. Contuve la respiración y avancé con el pesado cubo, mientras él me azotaba indistintamente en espalda o vientre.

Me sentía arder, porque esas tiras de cuadradillo me producían sensaciones muy fuertes y aunque solo jadeaba, las sensaciones eran rigurosas y terribles.

Y llegado a mi punto de comienzo, comencé a pasar la fregona entre latigazos cada vez más intensos, que me descontrolaban. La espalda ya me la tenía muy trillada y ahora se dedicaba a mis muslos. Pero esta parte de mi cuerpo me hacía saltar y no me dejaba hacer mi pesada tarea.

Sigue fregando putita, me encanta tu baile erótico.

Pero casi no era capaz de meter la fregona en el cubo y aún con miedo le miré y le dije :

Doctor, no podré seguir así. Si desea azotarme, soy suya....pero me es imposible cumplir con esta tarea así, doctor.

Lo entiendo. Dejaremos la fregona para mañana. Te gusta el sabor de estas caricias?.

Doctor, así no me centro en nada. Si lo desea áteme o cuélgueme y azóteme después. Así podré decirle algo, doctor.

No es necesario, criatura. Parece que es muy pegajoso este látigo. Y mañana te lo haré probar. Ahora ve a la sala de las curas y prepárate para ser atada y rociada con el líquido. Espero que te portes como la primera vez.

Asentí y dejando el cubo y la fregona a un lado, para que no estorbase y me fui a la sala en donde debería ser atada y después brocheada con el líquido.

El doctor apareció a los pocos minutos. Me miró y después sonriendo, me dijo :

Sandra, vas a probar mi nuevo sistema para curas. Pensaba inaugurarlo el próximo Lunes, que pero tú eres bastante especial para que seas la primera.

Me sentí un poco extrañada por su comentario y más por su sonrisa retorcida, pero aguardé paciente a que él me descubriera su nuevo sistema.

Sandra, que es lo que ves ante ti?.

Pues una pared, Doctor.

Fíjate bien, ahora........y verás que maravilla encierra.

Permanecí atenta. Y él abriendo un panel de la pared, que dejó caer, me permitió ver unos agujeros en los que bien podrían entrar el cuello y las muñecas, como en un cepo. Le miré interrogante....y él se rió mas agudamente y me dijo :

Este es mi nuevo modelo para el curetaje de vuestros cuerpos lastimados. Al otro lado hay una habitación separada de ésta. Así que estaréis separadas entre dos habitaciones independientes. Y lo vas a probar tu solita, a estas horas de la madrugada.

Me sentí un poco preocupada, por tener que meter mi cabeza por ese agujero que daba acceso al otro lugar distinto del que estaba.

Sandra, ahora estarás sola, pero iré a verte la carita. Las demás veces, estarás acompañada por otras putas.

Asentí y observé como del panel recién abierto, extraía una barra separadora y que me colocaba entre las tobilleras, dejándolo sujeto y anclado en las mismas. Me dejaba hacer sin pedir explicaciones, pues ya sabía que mis manos y cabeza entrarían por esas aberturas y quedarían al otro lado.

Muy bien, Sandra. Ahora un poco de líquido por todo tu cuerpito marcado y después a mi nueva idea de aparato de curas.

Me aplicó el líquido, mediante la brocha, pasándolo por todo mis cuerpo, incluida mi vagina y ano. Imaginaba que me haría rabiar más aún, pero esas partes estaban también marcadas por los latigazos de la tarde.

Ya está. Ahora mete tu cabeza y manos por los agujeros correspondientes, para que ajuste el cepo. Después ya no oirás nada, pero iré a verte en unos pocos minutos.

Y metí mi cabeza y mis manos por los agujeros correspondientes. Al sentirme cerrar por la parte superior del cepo me sentí excluída del resto de mi cuerpo, en una sala iluminada, pero completamente vacía.

Ya no le escuchaba nada de nada y tampoco le sentía, siquiera, tocarme. Y así permanecí interminables minutos.

Desde hacía ya muchos las sensaciones odiosas de los picores extremos eran soportadas como mejor podía. Desconocía si al otro lado había alguien o estaba sola y abandonada a mis sufrimientos.

Estar allí sola y ante sensaciones terribles se me hacía eterno y descorazonador.

No sabía cuanto tiempo llevaba, entre espasmos y picores muy agudos, cuando el doctor apareció a mi izquierda. Se acercó a mí y mientras jadeaba, acarició mi cara.

Sandra, parece que estás muy sofocada. También un poco solita. Vengo a hacerte compañía y darte entretenimiento. Abre la boca, así te sentirás mejor.

Y mirando la enorme polla que acaba de aparecer ante mi cara, abrí la boca, sin mirarle y sabedora de lo que deseaba de mí. Y se acopló en la parte que pudo dentro de la misma.

A pesar de mis angustias, me sentí con algo que hacer, además de mis palpitaciones y temblores. Y lamí la polla como mejor pude, aunque el doctor se encargó de follarme directamente en la boca, clavándola en mi garganta.

Y no sabía si por el tiempo o por tener esa polla enorme en la boca, los picores se fueron haciendo más y más suaves y la polla ya muy inflamada y palpitante, anunciaba su lechada inminente.

Se derramó en el cielo de mi boca, debiendo tragar su semen espeso y cálido, sin que fuese capaz de degustarlo en mis labios.

Cuando su polla se relajó un poco, pude pasar mi lengua por toda la misma y sorber los flujos retenidos. Entonces ya estaba sin sensaciones molestas y me encantaba saborear sus flujos viscosos.

Dejé su polla limpia y casi seca. Me sonrió y se separó de mí, dejando que lamiera mis labios. Pocos segundos después sentía su roce por mi cuerpo. Quitando la barra separadora, con lo que pude juntar mis piernas y moverlas. Después levantó la parte superior del cepo, liberando mi cabeza y manos.

Cuando estuve liberada, estaba congestionada, pero él acarició mis cabellos y mi cara, con suaves roces y me dijo :

Ya ha terminado esto, Sandra. Ve a ducharte y a hacer tus necesidades, además de asearte la boca. Yo mismo te secaré el pelo antes de que te vayas a la cama.

Al escuchar cama, me sentí de maravilla. Fui al baño y descargué mi cuerpo. Luego me duché, lavando mi pelo cortito. Terminé en pocos minutos y sequé todo mi cuerpo. También un poco mis cabellos y tras mirarme al espejo, me contemplé muy sugerente con esa melena corta, que destapaba mucho más mi desnudez.

Salí del aseo y me acerqué ante el doctor. Nada mas verme, silbó. No supe como interpretarlo y me dejé hacer. Me hizo sentar en una banqueta, en donde me secó el pelo en unos pocos minutos.

Bueno ahora te llevaré a mi habitación. Busca una cama para acostarte y espérame.

Me dejó en su habitación, cerrando la puerta. Busqué una cama y solo había una enorme, pero era la de él. Cuando regresaba con un par de infusiones y al verme aún levantada, me dijo :

Sandra, sabes lo que es una cama, verdad?.

Si, claro que lo sé, Doctor.

Bien, entonces cual es el problema?.

Doctor, en esta habitación no hay otra cama.

Pero hay una cama?....Sí o nó?.

Sí, Doctor.....pero solo la suya.

Pues venga....hala........a la cama que haya.......jo estas chicas simples.......acuéstate ya, tonta.

Me quedé impresionada. Sabía que me indicaba su propia cama. Pero me parecía tan inaudito, que no sabía si lo estaba soñando. Me acosté en esa cama limpia. Muy asustada, temerosa y temblorosa. Pero el doctor, una vez me vio dentro de la misma, me ofreció la tercera infusión del día.

Tómatela despacito, Sandra. Voy a por la inyección y dormirás 5 horas plácidamente. No pienses en más cosas. Sólo bebe despacito.

Le hice caso y cuando iba por media jarra de infusión, entró con una hipodérmica.

Su semblante me dio tranquilidad y espero a que terminara con la infusión, que me hacía sentirme muy bien. Una vez dejé la jarrita.....me indicó que le mostrara la nalga izquierda y me inyectó, sin que notada absolutamente nada.

Ya está, Sandra. Quédate a ese lado para no espachurrarte.

Va a dormir junto a mí, Doctor?.

Pues sí.....realmente era mi idea, sí. Algún problema?.

Extendí mis brazos por encima de mi cabeza y dije :

Gracias Doctor, puede atarme cuando lo desee.

Vaya!!!.....Acaso duermes mejor encadenada, Sandra?.

No, Doctor, pero estoy en su lecho, Doctor.

Sí y además se ve magnífico con la decoración de esta noche. Anda, mete tus bracitos dentro y disfruta.....volveré en unos minutos. Duerme tranquila y no pienses en nada, déjate llevar.

A cada instante me sentía mas extraña. No era normal ser tratada así. Además sólo me conocía del día anterior. Bueno, que había jugado con su polla en mi boca un par de veces. Pero algo no encajaba.

Estaba quedándome ya dormida, cuando sentí que se metía en la cama. Desnudo completamente y oliendo muy agradablemente. Acurrucó mi cabecita sobre su fuerte tórax y me quedé dormida, sin más.

Cuando desperté, él seguía aún durmiendo.....con ligeros ronquidos, pero que me producían paz y sosiego. Yo estaba abrazada a él y me sentí hasta que le pudiese estar molestando. Pero cuando intenté moverme, su respiración cambió y sus manos se abrazaron a mi cuerpo desnudo y permanecí pegada contra su piel.

Me sentí extraña, pero al tiempo maravillosamente bien. Y permanecí con parte de mi cuerpo sobre el suyo y mi cara apoyada sobre su tórax, hasta que despertó.

La primera noción de su despertar, fue la mano que reposaba sobre mi brazo izquierdo, ascendió en un roce suave hasta mi hombro y de ahí a la parte izquierda de mi cara.

Buenos días Sandra.

Me ahuequé un poco y mirándole, le dije buenos días y besé su cuerpo. Me apretó contra él y me sentí feliz totalmente. Jamás había sentido tanta ternura y sensación como ese despertar ante él.

Sandra, has dormido bien?.

Intenté incorporarme, aunque él no me lo permitió y desde mi posición le dije :

Sí, Doctor.......He dormido maravillosa y felizmente, Borja.

Me encanta saberlo. Hoy será un día distinto, pero es mucho más que probable que pases mas noches junto a mí. Te molestaría eso?.

Jo, lo más mínino Doctor. Me encantaría dormir siempre junto a Ud.

Vaya. Estarás deseando ver a tu amor, verdad?.

Pues........si, Doctor.......es así....es verdad.

Muy loable por tu parte, pequeña. No te preocupes por mí, ya soy mayorcito, pero si hubiese conocido a una mujer como tú.....jajajajaja, hoy no te conocería, salvo que tu hubieses sido esa mujer......y entonces sobraría el resto del mundo.

Me apreté más contra él, agradeciendo las palabras más bellas que me habían dicho en toda mi vida.

Bueno ángel mío, deberemos levantarnos y hacer cosas, es un poco tarde ya.

Me separé de él, con el mayor disgusto, pero sabía que mi mundo era otro y que debía comportarme como lo que era y no con lo que soñaba.

Entra al baño y aséate. Después te tomarás esta nueva infusión. Te dará fuerzas para lo que suceda durante todo el día.

Fui al baño a orinar y enjuagar mi boca con la mezcla que el doctor tenía preparada. Me miré ante el espejo y me ví radiante.

Volví en unos minutos para tomarme la infusión ya preparada. La terminé y sin pedirle permiso, le besé en los labios.

Le dejé tan sorprendido que no reaccionó, pero cuando me separé de él, su sonrisa era la más bella sonrisa que hubiese contemplado. El doctor, se acercó y acariciando muy suavemente mis pezones, me besó tenue y cálidamente en los labios y en cada uno de mis pezones, para decir después :

Sandra, si algún día nuestros caminos se cruzan, déjame intentar enamorarte. Bueno, son cosas de un viejo doctor. No me hagas caso.

Borja......ya estoy enamorada de Ud. Si mi camino pasa sólo próximo al suyo, saltaré, Doctor.

Gracias mi preciosa criatura. Ahora termina de fregar esto, porque no hay tiempo para más. En media hora vendrán los Verdugos con putas a curar. Y deberás ayudarme a brochearlas y hasta colocarlas.

Me levanté reconfortada y nueva totalmente. Y me fui hacia donde se había quedado la fregona horas atrás. Vacié el cubo y lo llené de nuevo con agua caliente, echándole un chorrito de detergente anti-deslizante.

Y comencé a fregar todo el suelo, con mucha elasticidad y haciéndolo bien, hasta dejarlo limpio y casi seco, según iba pasando la fregona.

En 20 minutos, todas las salas estaban limpias y olían muy agradablemente. Y tiré el agua sucia y dejé todo en su sitio. Cuando regresaba de dejar el cubo el doctor se cruzó conmigo y procurando no pisar lo que aún estaba húmedo, me sonrió y apretando mi pezón izquierdo me hizo acompañarle, para terminar de colocar los tableros de los cepos de pared.

Bueno esto ya está. Ha quedado perfecto. Para 12 putitas. Y todas vuestras cabecitas en este cuarto, que mantendré iluminado en esas sesiones. Están a punto de llegar las putas. Me ayudarás a impregnarlas los líquidos por todo el cuerpo y después colocarlas en los cepos. Tu te encargarás de la brocha y las barras separadoras. Te gustaría estar con ellas hoy?.

Lo haré Doctor, pero estar con ellas, sin estar azotada, quizás les parezca a ellas que tengo privilegios extraños, Doctor.

Tenemos aún unos 15 minutos, quizás más. Sólo si deseas probar el cepo de nuevo pero en compañía de las demás putas, con darte unos cuantos azotes....listo!.

No lo sé, Doctor. Pero la verdad es que anoche se debió de quedar con ganas de probar su látigo de cuero de cuadradillos, verdad?.

Bueno, para eso no hay prisa, pero la verdad es que si me quedé con ganas, es verdad.

Pues entonces azóteme ahora, Doctor.....así tendré que probar mi compañía junto a ellas.

Muy bien. Lo haré aquí mismo. Levanta las manos en la nuca, no te ataré. Y aunque te daré bastante fuerte, para que se vean marcas, en cuanto aparezca la primera de tus compañeras, te quedarás tal cual estés.

Asentí y colocando las manos detrás de mi cabeza, aguardé hasta que él volvió con el látigo de cuadradillos en su mano derecha.

Comenzó a latiguear mi espalda con precisión y algo de fuerza. Sentía los cueros clavarse en mi piel y aunque no deseaba exclamar, los rigores me atenazaban y comencé a jadear y hasta mover mi cuerpo, mientras las mordeduras del cuero quemaban mis carnes desnudas.

Las tiras se clavaban en mi espalda con mucha frecuencia, sintiendo sensaciones muy fuertes, dolorosas y nada placenteras después del sexto latigazo. Pero mis costados, nalgas y muslos eran tratados con rigor y me hacía desplazarme y a veces hasta saltar de mi posición.

No deseaba gritar, pero ya nada podía contenerme. Mis lágrimas habían saltado de mis párpados a los pocos azotes......y me sentía abrumada y terriblemente acosada.

Tampoco deseaba que él me viese llorar, aunque imaginaba que ya lo sabría. Y soporté como pude los mas de 30 latigazos repartidos por mi cuerpo ya tembloroso y convulso. Al poco se colocó delante de mí, para flagelar mis tetas, mientras yo le miraba con mis ojos inundados. Aún así, me las marcó repetidas veces, para terminar en una serie más cruel sobre mi vientre y muslos, pues ya llegaban mis otras compañeras.

Muy bien, estás bastante marcadita y además se te verá como muy dolorida. Así que ahora, colócate de rodillas y brazos en cruz, delante de la puerta. Así verán el grado de tratamiento ante cualquiera.

Le obedecí y me arrodillé ante la puerta, aún en jadeos y estertores terribles de la voracidad de la flagelación, recién recibida.

Me serenaba ya un tanto, aunque mis tetas subían y bajaban algo descontroladas, cuando la puerta se abrió y un verdugo traía a 4 compañeras. Todas venían sudadas y marcadas por los látigos desde la tarde anterior.

El verdugo, se quedó mirándome durante unos instantes y me hizo sentir mas humillada aún, pero mantuve mis brazos en cruz y seguí respirando a mi ritmo.

El doctor se encargó de que las nuevas fuesen atadas con las manos sobre la cabeza, mientras llegaban las demás. Sabía que todas mis compañeras me veían respirar entrecortadamente, pero mi vista casi siempre en el suelo, me hacía sentir un poco más libre. Y en cuanto el verdugo se fue, me sentí mas relajada.

Sentía un poco acalambrados mis brazos, pero ya mi respiración era menos voluble y podía adecuar mejor el control de mi cuerpo, que me ardía de los recientes latigazos.

A los pocos minutos, apareció otro verdugo con las otras 7 putas restantes. También se fijó en mi cuerpo y en mi desnudez, pero abrevió dejando al doctor a las chicas.

Tan sudorosas como las primeras y muy azotadas. Algunas parecían aún titilar del dolor de los cueros. Y en cuanto quedaron atadas como las 4 anteriores y el verdugo desapareció, el doctor, anunció :

Bueno aquí están las 12 putas residentes. Y habrá que adecentaros para las clases de esta tarde. Sandra, ponte en pie y me ayudarás a colocar a tus compañeras en los lugares que ya sabes.

Me sentí mirada por todas, pero me levanté y me apresuré a abrir el primer panel, dando vista al primer cepo. Seleccioné a la primera que había llegado y colocándola la barra entre las tobilleras, la desaté y la hice caminar hasta cerca del panel abierto.

Me miró un poco asustada, pero no se resistió. Cogí el cubo y empapando la brocha, la restregué por todo el cuerpo, dejándose hacer ella en todo instante. Y después la hice doblar por la cintura, hasta que su cabeza y manos quedaron al otro lado, en donde estaba ya el doctor.

Bajé el panel superior del cepo y puse el pasador, quedando colocada la primera.

Cuando fui a por la siguiente, todas me miraban algo aterrorizadas. Aunque creo que mi mirada las aplacó un poco y se dejaron llevar sin la más leve resistencia.

Cuando coloqué a la segunda, tuve que pasar a la sala para que el doctor me diera más líquido. Y me sentí horrorizada de escuchar los gritos y lamentos de la primera que había colocado. Desde fuera de la habitación no se escuchaba nada.

Ví el rostro contraído de la que acababa de colocar y acaricié su cara, cuando ya comenzaba a sentir los efectos del líquido.

El doctor salió conmigo y puso la mezcla apropiada, cuando ya tenía a la tercera allí mismo. Le apliqué el líquido y se dejó poner dócilmente en aquel cepo extraño.

Cuando terminé con la última de las 11, entré en la sala y el doctor se había puesto auriculares, para no escuchar los lamentos y gritos desgarrados de todas mis compañeras. Me acerqué y tocando su brazo, le indiqué que sólo faltaba yo.

Salió conmigo y el silencio fue una bendición, aunque sabía que sería por poco, pues mi cabeza estaría junto a la de ellas y que gritaría como una más, en cuanto estuviese ante ellas.

Yo misma me puse la barra separadora y mantuve mis brazos en alto, mientras el doctor impregnaba todo mi cuerpo. Y en cuanto terminó, caminé con pasos extraños hasta mi panel ya abierto. Metí la cabeza y las manos, sintiéndome abrumada por los jadeos y algunos gritos descarnados. Sentí que el panel superior me aislaba del mundo exterior y me dejé llevar por aquella vorágine de gemidos y lamentos, cuando el líquido ya comenzaba a quemarme.

Permanecí junto a mis compañeras, rabiando con aquella sustancia que nos hacía enloquecer de picores. Cuando las últimas estábamos en pleno apogeo, me dí cuenta que las primeras ya se serenaban y nos miraban con los ojos rojos por las lágrimas. mientras nosotras rabiábamos sin poder soportar aquel picor extremo.

El doctor, ni siquiera pasó a vernos. Pero pocos minutos mas tarde, nuestros picores desaparecían y poco a poco nos fuimos calmando hasta sentirnos bastante agradablemente, aunque la postura no era muy cómoda.

En minutos, pudimos ver como los cepos de las que teníamos frente a nosotras iban siendo retirados y sus cabezas y manos desaparecían de nuestra visión.

Fui la última en ser sacada de aquello y cuando me uní a las demás, ya estaban preparadas para el lavadero. Pero las ví ya más animadas y como si nada de hacía minutos hubiese sucedido.

Fui enganchada a la cuerda de esclavas y caminamos hasta el lavadero. Algunas de nosotras con ganas de ver a su pareja en la sala preparada. Aunque sólo pensar en comer, ya nos ponía los rostros alegres y perdíamos todo el rubor.

Llegamos hasta el enorme pilón y una vez desenganchadas, nos lanzamos todas al agua caliente, en donde jugueteamos ante las miradas de los verdugos de guardia.

Nos dejaron estar dentro del agua, con nuestros juegos y risas, casi media hora. Después se metieron dos de los verdugos dentro del agua y a base de cepillo y gel, nos fueron aseando una a una, pasándonos después por el chorro de agua helada que nos dejaba tiesitas y tiritando de frío.

Pero algunas doncellas nos aguardaban en el borde con enormes toallas en donde nos envolvían hasta que nos secábamos y se nos pasaba la tiritona.

Una vez, secas, sabíamos que se aproximaba la comida.

En el comedor, en ese día no tuve a nadie delante y supe que no estaría de guardia en la comida de los verdugos con el Maestre.

La comida fue tranquila y reposada. Cuando se dio por finalizada, las que estábamos libres nos fuimos a asear las manos, la boca y hacer las necesidades correspondientes, para después poder pasear, leer o ver la tele en un recinto, exclusivamente de mujeres.

Yo me quedé en el jardín, paseando a veces y reposando otras, mientras los rayos del sol me bañaban con su magia cálida, pensando en las dos horas largas que aún faltaban para encontrar a mi amor.

Me sentía feliz e ilusionada por aquel momento en donde volvería a verle, pero mis pensamientos también derivaban hacia Borja. Era un ser distinto, alguien que me hacía sentir bien con él, aunque me tratase de aquellos modos.

También, me sentía extraña al pensar así, pero no me parecía que fueran deshonestos mis pensamientos. Y seguí pensando en el doctor, que iba alternando con Jorge.

Como carecía de reloj, regresé a las instalaciones, para comprobar la hora en la que me encontraba. Y al darme cuenta, ví que faltaban menos de 20 minutos para la cita y me apresuré a ir al centro en donde me aguardaría mi verdugo.

Llegué algo acalorada, pero me serené al ver que él aún no había aparecido.

Tras unos minutos, apareció ante mí y me dejé unir las pulseras en la espalda, sin que él dijese palabra alguna. Después colocó mi capa y sujeto la cadena a mi collar.

Una vez me hubo puesto la capucha, tiró un par de veces de la cadena y supe que ya era el momento de caminar hacia la sesión del día. Aún así, me sentía llena de estímulos por verle una vez más, aunque me tuviese que mortificar el cuerpo.

Caminé por el largo corredor, sin oponer la más leve resistencia, siguiendo sus pasos. Y llegamos hasta la sala 12, que era la asignada a mí. Y entramos en la misma, mientras mi corazón palpitaba de ansiedad. Con mi capucha no veía hacia los lados de mi posición.

Un silencio sospechoso sentía en mi interior. Y aunque mi verdugo soltó la cadena, me mantuve en la posición, esperando que Jorge me viera.

Pero unos segundos después, mi mundo se hundía. Mi verdugo, me hacía dar media vuelta sacándome de aquella sala ansiada y soñada por mí durante mas de 15 horas.

Mi mente sintió una convulsión brutal, pero caminé ya animada por tirones de la cadena de mi verdugo. Qué habría sucedido?. Necesitaba saber de Jorge, pero ni me atrevía a preguntar que había sucedido.

Y recorriendo corredores desconocidos, llegamos ante el Maestre. Mi verdugo habló algo junto a él. Observé que se quedaba mi verdugo desconcertado, por la expresión de su cara. Y enseguida escuché del Maestre :

Llévala a la construcción. Trabajos forzados hasta la hora de la cena nuestra. Su amor, no desea acudir hoy. Mañana, acudirá para ver los efectos del líquido. No me parece muy sensato, la verdad, pero es solamente mi opinión.

Me sentía tan triste y apagada, que mis piernas me sujetaban, porque estaba desnuda y ante dos seres superiores. Mi mundo y mi vida se derruían. Nadie me podría consolar de lo que había escuchado de boca del Maestre.

Y me dejé llevar, con pasos inseguros hasta el sótano más profundo......y después un enorme y largo corredor....hasta llegar a una enorme puerta de madera maciza.

Nada más entrar y a pesar de que la capucha no me dejaba fijarme en los laterales, sentí un mundo terrible a donde era conducida.

Pude observar como mi verdugo hablaba con otro, semidesnudo y con un látigo en su mano, mientras escuchaba los jadeos y gemidos, acompañados por descargas de látigos, sobre algunas chicas marcadas y en trabajos pesados y terribles.

Y antes de que me diese cuenta, mi capucha fue quitada de mi cabeza y me ví ante ese verdugo amenazante. Y enseguida, escuché a Mario, mi verdugo, decir :

Esta es la puta, hazla trabajar sin descanso y con trato rígido. La recogeré antes de la cena de los hermanos.

Y tras quitarme la capa y quedar desnuda ante aquel ser y cuantos podían apreciarme, se fue. No miré su alejamiento, porque mi estado no me permitía captar esos aconteceres.

Sin mediar palabra alguna, recibí un par de latigazos cruzados sobre mis tetas, que me hicieron volver en mí, encogerme ligeramente.

Puta, nada de quejas y menos esos gestos. Estás aquí para trabajar fuerte y asistida por los látigos. Pobre de ti como se te ocurra revelarte o negarte a algo.

Le miré aterrorizada y me dejé llevar a empujones, hasta un mástil libre que hacía mover algo, que nunca supe para que servía. Me soltó las pulseras y las ancló a dos puntos en el mástil, haciéndome ayudar a otras tres chicas que empujaban también el mismo, mientras nos flagelaban la carne.

El trabajo era agobiante, aunque yo lloraba más que por el rigor de los latigazos que caían sobre todas las partes traseras de mi cuerpo, por saber lo que ya sabía y me entristecía de mi amor.

El tiempo pasaba muy lentamente, con azotes continuos en mi espalda.....y algunos más en las nalgas que ya me ardían y en los muslos.

Las chicas que estaban en los otros mástiles, fueron relevadas para que pudiesen cenar algo y descansar, pero yo seguí sufriendo todo el peso de aquellos seres, que mortificaban mi cuerpo sin dejarme ya pensar en algo. Casi vivía aterrorizada cada medio giro, porque allí me encontraba ante un verdugo que me latigueaba sin piedad.

Las fuerzas se me iban, cuando recibí el refuerzo de otras tres chicas que hicieron algo menos penoso mi esfuerzo, aunque los látigos seguían mordiendo mi piel.

No supe que hora era, cuando me desengancharon de aquel mástil. Tampoco estaba nada cuerda ya......y mis piernas se doblaban al rato de estar en pié.

Y fui conducida hasta las dependencias del doctor.

En cuanto me vió se hizo cargo de mí y me llevó a la camilla, dejándome bocabajo y aguardando a que me reanimara.

Pocos minutos después, o quizás segundos se acercó a mí y acarició mis cortos cabellos. Abrí los ojos y le miré. Y él me ayudó a incorporarme, aún sintiendo fuego en mis partes traseras.

Bueno putita, de nuevo juntos. Y al parecer muy caidita, verdad?. Mira, cenaremos ahora los dos sólos y así hablamos. Si no quieres cenar, no cenaremos.

Asentí con mi cabeza y él me ayudó a incorporarme del todo y reanimarme. En pocos minutos, aunque muy dolorida ya podía caminar. Se acercó a mí con una jeringuilla y la metió en una de mis tetas, sin que hiciese el menor gesto de rechazarla.

Me ayudó a pasear por la sala, hasta que me comencé a sentir mucho mejor. Y en cuanto él se percató.....me dijo :

Sandra. Ya estás recuperada, aunque tus dolores están ahí. Me ayudas a preparar la mesa y la cena, para los dos?.

Le miré y asentí, mientras me sentía salvada de nuevo por él. No me atreví a besarle, como era mi deseo. Porque mi estado de ánimo no siendo negativo, no era bueno.

La mesa, casi la puse yo sola y con los cubiertos uno al lado del otro, según él me indicaba. Después de colocada, entré en su cocina en donde ya estaba él....y aspiré el aroma de un guiso que me hacía enloquecer. Me acerqué hasta él y aguardé a que me ordenase algo.

Pero sólo hacía que terminar de preparar aquel guiso que ya imaginaba en mi cuerpo. Me miró y me dijo :

Eres mi putita. Eres mi niña. Algunos sádicos te atarían ahora y no te darían de cenar. Yo soy más noble, al menos intento serlo. Cenaremos juntos, sin tiempo. Y deseo verte cenar tranquila y feliz a mi lado. Serás capaz?.

Y asentí, como una tonta.

Le ayudé a llevar el pan y las bebidas, mientras él llevaba aquel cocinado que me hacía enloquecer, colocándolo en el medio de la mesa.

Me hizo sentar y después lo hizo él. Y me sirvió un maravilloso plato de estofado.

Después sirvió vino en mi copa y en la suya, para terminar sirviéndose él, otro plato del mismo guiso.

Le miré, mientras ya masticaba y sus ojos me llenaron nuevamente de amor, pero él dándose cuenta, me asestó una especie de bofetada en las tetas.....y me indicó que cenase feliz, pero sin agradecimientos.

Jamás había cenado tan feliz en mi vida. Repetimos los dos, 3 veces de la olla.

Después de esa deliciosa cena, se levantó para quitar la olla y trajo frutas de varios tipos. Y ahí si me exigió que se la pelase, pero él ya me tenía recostada sobre su cuerpo y me sonreía y me acariciaba mi rostro.

Fueron unas horas de mucha magia de amor, que nunca olvidaría.

Después de los postres, unos sorbos de hierbas aromáticas. Para pasados unos minutos, siguiendo yo recostada sobre su cuerpo, hacerme levantar y salir al jardín. La noche era maravillosa y cálida, pero me puso una bata sobre los hombros y unas chanclas.

Y caminamos por el jardín, que esa zona era privada y exclusiva para él, durante mas de media hora. Apenas hablamos algo, pero me sentí llena de amor.

Me hizo volver, al notar que yo sentía un poco de fresco en mi cuerpo, abrigando mi cuerpo y pasando sus manos por algunas partes de mi cuerpo, hasta que reaccioné.

Al entrar en el salón me sentí mejor y más aliviada. Me quitó la bata y las chanclas. Iba a pensar que quizás me iba a azotar por delante, cuando simplemente me llevó hasta su habitación y me dijo :

Aséate y acuéstate, pero no te duches. Prepararé unas infusiones mientras.

Y se fue dejándome completamente alucinada. Entré al aseo y descargué lo innecesario de mi cuerpo. Y me aseé en el bidé, para después lavarme los dientes.

Una vez limpia y sequita, salí del aseo y me dirigí a su cama. Tenía sábanas limpias que olían de maravilla. Me metí en un lado, sintiendo el roce de la ropa en mis carnes mortificadas.

Llegó a los pocos minutos y me ofreció a elegir entre dos tazas. Le sonreí y me sentí tan llena de su magia y de su amor, que cogí una de las tazas y bebí ante él, sintiendo vida y fuerza dentro de mi cuerpo.

Cuando terminamos la infusión, se desnudó delante de mí, dejando colocada bien toda su ropa y se acostó por el lado libre.

Ver su cuerpo desnudo, me hacía sentir cosas raras, pero me agradaba mas aún sentirle desnudo cerca de mí.

Pasó un brazo, con mucha suavidad por debajo de mi cuello y me hizo quedar casi sobre su cuerpo. Me susurró palabras agradables y sus caricias en mis cabellos, me amodorraron hasta que quedé dormida.

Cuando desperté, mi cuerpo seguía sobre el suyo. Intenté mover mi cabeza, pero él me la mantuvo aún apoyada sobre su plexo solar, ya bastante más sudoroso de mantenerme, durante todas las horas que había dormido sobre él.

Unos minutos después me liberaba de su abrazo y me dejaba mirarle. Y mis ojos llenos de gratituz le dieron todo, antes de que mis primeras palabras brotaran, pero ya con sus labios pegados a los míos.

Y me sentí un ser, una persona y la más feliz criatura de todo el universo.

Cuando despegó sus labios de los míos, nuestras miradas hablaron sin palabra alguna. Y volví a acurrucarme sobre su cuerpo, sintiendo sus latidos mezclarse con los míos. Y sintiéndome unida a él, de un modo que no hubiera sabido comprender en mis años anteriores de vida.

Y después de unos minutos, su voz llegó suave y clara a mis oídos....

Sandra, nunca más volverás a estar con ellos o en las sesiones, si me dices que me aceptas. Sólo eso y cubriré la deuda de él......y serás mi esposa y para siempre. Y yo dejaría esto, que no me agrada. Dímelo, mi amor...ten compasión de este pobre mortal, que está enamorado del ser más bello que en su vida conoció.

Me quedé un poco bloqueada y mi respiración se hizo mas fuerte, pero al poco se serenó y conseguí pensar. Rememoré muchos acontecimientos, nuevos y antiguos.

Mi mente giraba como un calidoscopio, pero mis sentimientos estaban firmes.

Pensé en Jorge.....curiosamente, su persona.....se oscurecía en mi mente...al tiempo que aparecía Borja. Intentaba separar a ambos, pero no era capaz. Borja siempre permanecía visible ante mí.

También pensé en las consecuencias de todo. Yo había elegido aquella opción por y para Jorge. Al parecer, en nuestro tercer día el ya no deseaba estar......y el cuarto, correspondiente al Jueves, solo estaría por ver como mi cuerpo se curaba. Ante esto no había dudas, pero cómo dejar todo mi mundo para irme con el doctor, al que conocía de 3 días. Aunque me hubiese dado todo el amor......cómo renunciar a todo?.

Sigue pensándolo, pequeña mía. No te apures por el tiempo. Sigue pensándolo, que tu amor te protegerá siempre......antes y después.

Esas palabras eran como una especie de morfina. Me hacían sentir bien....y lo que me sorprendía más, no me producían miedo, sino seguridad y amor......un tipo de amor no conocido por mí.

Al final subí mi cabeza y aunque mis ojos ya daban la respuesta, me uní a sus labios para besarle del modo más total y dejarme llevar por mi amor.......por mi nuevo amor.......por mi nueva vida........por y para él.

Y le dije, susurrando y pegándome a su cuerpo.......:

Te acepto, Borja........te acepto en todo y para lo que decidas hacer de mi vida, porque sé que eres el ser que mi vida siempre soñó encontrar. Soy tuya, mi amor.

Sandra, rezaba para que así fuera.........porque te he dado muy poco de mí y tu tenías un vínculo mas fuerte que dos noches de cuidados y amor contigo. Ahora me siento el ser más gratificado del orbe. Nunca te arrepentirás mi precioso amor. Jamás dejaré de hacerte sentir la mujer más espléndida y perfecta de la Tierra.

Y simplemente, me apreté contra él y me dejé llevar, para sentir todo el calor de su cuerpo, que ya sería mío para siempre.

Minutos después, se levantaba de la cama y llamaba a alguien.......supuse que sería al Maestre, diciéndole que cumpliría el contrato, pero que yo quedaría al margen y que él pagaría todas las costas.

Y se acostó de nuevo junto a mí, rodeándome suavemente con sus brazos. Yo le obligué a rodar sobre mí, quedando tumbada bocarriba y abrí mis piernas para que mi amor me penetrase en nuestra primera unión....de amor total.

Y me poseyó con toda la delicadeza y fuerza que mi cuerpo reclamaba en cada instante, hasta hacerme sentir un orgasmo encadenado, mientras él se corría en mi ardiente vagina, ya siempre para él.

Después de descansar unos cuantos minutos, mientras nuestras bocas se unían y se decían cosas....y cuando nuestras miradas decían lo más de lo más, me hizo levantar y me dijo :

Sandra, hay que quitarte estas marcas. Lo soportarás?.

Claro que sí, mi amor. Soy tuya y además enamorada de mi doctor.

Y me ató en X delante de él y me aplicó aquel líquido, quedándose sentado frente a mí, para animarme a soportar aquel suplicio, que no sabía si sería el último, aunque esperaba que no lo fuese.........pero de serlo, sólo por él.

Me debatí como una loca, por muchos esfuerzos que hacía por intentar soportar aquello, pero al final sus caricias en mi rostro descompuesto, fueron las más gratas sensaciones hasta quedar tranquila y reconfortada.

Después me desató para llevarme a la ducha......y él mismo me aseó, hasta dejarme limpia y agradecida. Me puso una bata y me dio las chanclas y salimos al salón, al tiempo que aparecía el Maestre. Al vernos, sonrió....y dijo :

Doctor, me alegro de esta combinación. Quizás Sandra, no me perdone en su vida, pero me alegro por ella. Lo que hice ayer tarde, fue por evitarla pensar en sereno......lo mejor un trato duro. Aún así, te pido disculpas Sandra.

No supe ni responder, al margen de que mis ojos se llenaron de lágrimas y mi voz se ahogó, pero Borja si habló y dijo :

Maestre, gracias por tu visita y por tus palabras. Y mi inmediata esposa no tiene nada que perdonarte. Actuaste bien........aunque pudiese haber seres que no lo entendieran, pero ella si lo hizo.

Gracias Doctor, os deseo lo mejor y os doy mi bendición. Que esta pareja viva eternamente feliz y en la armonía total. Y Sandra, que tu primera hija, porque será hembra.........que lleve tu nombre. Eso la salvará de todos los peligros del mundo. Y que tu segunda hija que también será hembra, que lleve tu segundo nombre, porque así estará protegida por ti. Y nacerá una tercera criatura. Será varón y llevará el nombre de su padre. Y él será quien te de cobijo cuando seas anciana. Sandra es mi deseo........y deseo que sea así.

Al escuchar esas palabras, mis ojos se aflojaron y lloré y lloré, sin que alguno de ellos supieran consolarme. Pero viendo que el Maestre se iba, aún llorando me arrojé a sus brazos y le besé. Después volví junto a mi amor, acurrucándome en su abrazo salvador.

Una hora después dejaba de llorar y me sentía ya bien del todo. Ayudé a limpiar toda la sala y antes de que bajaran las chicas, me envió a una parte privada de la clínica....en donde le aguardé durante unas horas.

Todo fue pasando......y un buen día, nos presentamos los dos, ante mis padres, que ya estaban informados por mí desde hacía tiempo......y les anunciamos nuestro compromiso.

Y Borja, fue aceptado como un hijo....aún siendo de mucha mas edad que yo, pero se sintieron muy felices de vernos llenos de amor y unidos.

______Gracias mundo......por dejarme ser_______

Final de "A 100 por hora"