9.26 Autobus universitario.

Tras muchos meses sin subir nada, subo este nuevo relato que espero os guste. Cada persona tiene aficiones diferentes, pero los autobuses universitarios son una gran fuente de posibilidades de encontrar zorritas para jugar … comentarios a carlos_javier_gzlez@yahoo.es

Desde mi época universitaria me encantaba ir en el autobús que nos llevaba cada día a la facultad. Nunca fui un buen estudiante y una carrera que casi todos los compañeros terminaron en 5 años a mí me costó 8, pero es que nunca fui un tio demasiado centrado y la vida universitaria me encantaba, sobre todo los autobuses. Sí, ya sé que suena raro pero me excitaba tanto ir en el autobús de la universidad cada mañana, que incluso cuando terminé la carrera y empecé a trabajar cogía ese autobús en cuanto tenía un día de vacaciones. Ahora tengo 40 años y todos los años reservo unos días de vacaciones en Septiembre, coincidiendo con el inicio de las clases en al universidad. Ya no cojo ese autobús como un universitario más, sino que lo cojo de traje y corbata, como si fuese un profesor … pero el objetivo es el mismo que siempre fue: acercarme a las estudiantes de primer año, con 18 añitos recién cumplidos, pegarme a ellas y aprovechando la ropita tan mona que se ponen en el final del verano para los primeros días de universidad, sobarlas … sobarlas como un cerdo. Sí, lo reconozco, nada me pone más que sobar el culo a una universitaria en el autobús … y si veo que no se queja … sobar sus tetas … y en aquellos casos que siguen haciéndose las tontas sobarles el coñito bien sobado. Os sorprendería saber la cantidad de coñitos de 18 años que he conseguido hacer que se corran en ese autobús, con mis dedos bajo sus braguitas en los 20 años que llevo jugando a este juego. Pero lo que pasó este último Septiembre, fue algo especial que quiero compartirlo con vosotros.

Me cogi el día libre en el trabajo el dia del comienzo de las clases de la universidad y fui a coger el abarrotado autobús al campus universitario como de costumbre a la primera parada. En la parada, como tantas otras veces, ya había localizado mi objetivo, una chica sola, bajita y con cara de no haber roto un plato en su vida, de 1,60 de estatura, morena con coleta, ojos verdes, con un cuerpo precioso, culito respingón y tetitas redonditas y pequeñas. Vestía unos leggins blancos super ajustados y una camiseta negra también muy ajustada con una cazadora cortita por encima. Los minutos de espera en la parada me pusieron ya cachondo perdido y en cuanto llegó al autobús medio lleno y sin sitio para sentarse me coloqué de pie pegadito a ella por detrás … y en cuanto el autobús arrancó mi mano empezó a juguetear. Primero fueron unos toquecitos “descuidados” con mi mano cuando el autobús cogía alguna curva y en seguida mi mano se posó bien abierta y empezó a sobar ese culito … bufff que maravilla, durito, pequeñito … con los leggins podía notar perfectamente su forma y supuse llevaría tanga, porque no se notaba marca alguna de la goma de unas braguitas.

La chica no decía nada, solo consultaba su móvil de manera obsesiva y yo me había vuelto un auténtico experto, tras años de práctica en acorralar en una esquina a las que se dejaban meter mano y eso ese lo que hice. En las distintas paradas iba subiendo más gente y yo la iba desplazando hasta que la chica terminó en un esquina y yo cole la mano bajo sus leggins para coger ese culito al natural … joder … no llevaba ni tanga, ¡nada! y aunque se la veía avergonzada y ruborizada no decía nada mientras mi mano magreaba su culo bajo la ropa.

-          “Hola guapa, ¿como te llamas?”, la susurre al oído con voz claramente excitada por la situación.

-          “Ca … Ca … Carla”, respondio levantando un breve instante la mirada del suelo.

-          “Muy bien Carlita y supongo que hoy será tu primer día, ¿verdad?”.

Carla asintió sin responder nada.

-          “Ya me lo imaginaba yo, no podía ser de otra manera. ¿Y que carrera empiezas Carlita?”.

-          “ADE, empiezo ADE”, respondió sin levantar la mirada del suelo.

-          “Vaya, ADE, qué casualidad. Seré profesor tuyo este año. No sé si me conoces, pero soy el vice-rector y por si no lo sabes, soy la persona con quien hay que llevarse bien … muy bien para conseguir aprobar el curso a la primera y me parece que no has empezado muy bien Carlita”.

-          “No … no … no le conocía. En … en … encatada”, respondió totalmente sobrepasada por la situación.

-          “Las putitas como tú, que empiezan el curso viniendo así vestidas lo suelen tener muy muy mal conmigo Carlita. ¿Lo sabias?”.

Le estrujaba el culo como un cerdo mientras la hablaba al oído. La sensación de dominación sobre la chica, la posibilidad de que nos pillasen rodeados de conversaciones de universitarios en el autobús … me excitaba increíblemente. En el fondo, ella estaba sobrepasada por la situación, pero mis años de experiencia sobando culitos universitarios me decían que cuando una chica no quiere, sabe hacértelo notar claramente y no era el caso de Carla.

-          “Y cuéntame Carla, vienes animada a la Universidad en tu primer día”, le dije con una normalidad que me calentaba muchísimo mientras mi mano sobaba su culito desnudo bajo su ropa.

-          “Bu … bu … bueno, si supongo que si”.

-          “Supongo que habrás cumplido ya los 18 años, ¿verdad?”.

-          “Sí, sí … los cumpli el mes pasado”

-          “Pero aquí se viene a estudiar, ¿ya lo sabes, no?. Eso de venir marcando y sin ropita interior … no esta nada bien. Ya no eres tan niña y sabes que las hormonas son las hormonas”.

-          “Es que … es que … no … no volverá a pasar, se lo prometo”, me respondió levantando del suelo los ojos y aguantándome la mirada unos breves momentos.

-          “Ya, ya … claro, pero es que vas a distraer a todos los chicos … y como te decía aquí se viene a estudiar. Imagínate que te saco a la pizarra asi vestida … todos los chicos no podrán evitar mirarte el culito marcado en los leggins … más aún, al no llevar ni un tanguita se te marcaran los pelitos del coñito por delante y los chicos se pondrán cachondos mirándote sin atenderme. ¿Es que es eso lo que quieres?”

-          “No … yo … yo … no es que … además me he depilado para que no se marquen”, me dijo levantando un momento la cabeza y poniéndose roja como un tomate.

-          “¿Ah si? … vaya vaya … o sea que te has depilado, con lo que en lugar de marcar los pelitos marcaras directamente la rajita … a mi me encantan las chicas como tu bien depiladitas”, y mientras dije eso, saqué la mano de su culo y la colé por delante de la chica, en una postura un tanto incómoda y forzada que corría demasiado riesgo de ser pillado por alguien, pero no pude resistirme. “Mmmhhh Carlita … que coñito mas suave tienes, que maravilla chica”

Al notar mi mano por delante, Carla se puso realmente nerviosa mirando a todos los lados del autobús, abriendo los ojos redondos como platos, suponiendo que todos la estaban mirando y dándose cuenta de cómo la estaba sobando … pero no era así, cada cual iba a lo suyo y las distintas cuadrillas de chicos y chicas charlaban animados y reían en su primer día tras las vacaciones.

-          “Lo tienes precioso, ¡eh! … realmente precioso … pero … pero ¿Qué tenemos aquí?”, dije acariciando su pequeño clítoris, “¡si estas mojadita! … Carla, Carlita es una niña mala y resulta que se moja, manchando los leggins porque no se ha puesto braguitas”.

-          “Ba … ba … basta por favor. Estoy muerta de vergüenza. Pare, por favor”, me dijo volviendo a mantenerme unos segundos la mirada mientras mis dedos acariciaban con toda la suavidad del mundo su clítoris.

-          “Que maravilla de coñito tienes chica … como os gusta a las zorritas como tu depilaros enteritas para parecer nenas y como os gusta marcar la rajita para que un tio como yo os la sobe asi, ¿verdad?”.

-          “Ba … basta por favor se lo digo, basta”, dijo Carla sujetándome la mano con una de sus manos pero realmente sin hacer demasiada fuerza para que yo entendiese claramente que debía sacar la mano de entre sus piernas”

Mi postura era un tanto poco natural y podía levantar sospechas, estropeando todo mi plan o sea que dejé su delicioso coñito, volviendo a meter la mano por detrás para coger sus culito … pero esta vez no pude aguantarme a dar un pasito más. Metí la mano entre sus nalgas y mientras la susurraba al oído, colé el dedo índice dentro de su culito … entero, casi hasta el fondo. No sé si la cogió por sorpresa o no, pero el dedo entró sin problema en ese culito que me estaba poniendo loco. Carla me miró unos segundos fijamente mientras la metia el dedo por el culo muy muy despacito, gozando del momento de notar ese culito abriéndose para mi. Carla abrió la boca como a punto de gritar … pero sin decir una sola palabra … un simple “Aauuu” muy bajito que nadie en el bus pudo escuchar … “¿ Que … que haces … es … estas loco?”.

-          “Con esta ropita que llevas, guapa, inclumples las normas de la facultad en cuanto a vestimenta. ¿Lo sabias?.

-          “No, no lo sabia … lo siento. Es que … durante todo el colegio iba en uniforme y la verdad es que no sabía que ponerme el primer dia. Lo siento de verdad. Me voy a casa a cambiar …”

-          “¿A cambiar?. No, no hace falta. Como es el primer dia, estaréis varios en al misma situación y simplemente, al llegar, teneis que venir a una sala de reuniones para que os recordemos las normas … luego os incorporais a vuestra clase con normalidad”.

Carla asintió sin levantar la cabeza del suelo mientras mi mano magreaba su culo mientras mi dedo seguía clavado hasta el fondo y se movía muy despacito follándoselo y humillándola, para hacer que se sintiese completamente en mis manos. Así seguimos, sin dirigirnos una sola palabra más los últimos 10 minutos del trayecto hasta llegar al campus universitario, momento en el cual saqué mi mano de debajo de la ropa de la chica.

-          “Colócate bien la ropa Carla” dije mirándola con deseo “y súbete bien esos leggins, que se te claven en el coñito para que todos puedan ver que los estás mojando”.

Carla se quedó completamente sobrepasada por la situación, mirándome asustada … hasta que obedeció y se subió los leggins un poco más, haciendo que sus labios vaginales se clavasen el la costura y dejando ver una marquita húmeda exactamente ahí.

-          “Muy bien Carlita. Te quiero ver en la sala de profesores en menos de 5 minutos. Sala número 122 en la primera planta. Tengo que darte las normas de conducta y vestimenta para evitar que esto se repita y tenemos que revisarlas antes de que empiecen las clases … tenemos poco tiempo”.

La sala 122 era una sala de reuniones antigua, en desuso desde hacía años, pequeña, polvorienta y aislada de las aulas y despachos de profesores, con unas sillas y una mesa antigua, cuya llave había conseguido hacía unos años gracias a la ayuda de un amigo que trabajaba en la limpieza. Tarde o temprano la reformarían pero hasta entonces , no la usaba nadie y me servía para mis perversiones perfectamente, a la vez que hacía pensar a quien pedía que fuese allí que efectivamente yo era un profesor de la universidad.

Cada año, en mis juegos pedía a alguna alumna que fuese a dicha sala y unas veces funcionaba y otras no … este año con Carla estaba especialmente excitado y fui todo el camino soñando con que efectivamente hubiese picado el anzuelo y se presentase en 5 minutos … y así fue. Un par de minutos después de llegar yo apareció Carla, con sus leggins blancos bien subidos marcando con toda claridad su rajita y la cazadora completamente cerrada, no dejando ver ese top negro tan sexy y tan apretado que yo había visto desde el primer momento.

-          “Hola Carla, gracias por venir. Quítate la cazadora por favor y déjala en la silla”..

-          “Ho … hola. No … no hace falta, estoy bien así”, respondio la chica.

-          “No me has entendido ni has empezado bien el curso ni nada … no te he preguntado si quieres quitarte la cazadora, te he dicho que te ¡quites la cazadora y la dejes en la silla guapa!”.

Carla dudo unos segundos sin saber qué hacer, mirándome, mirando a la silla, mirando al suelo … hasta que finalmente se quitó la cazadora, quedándose vestida únicamente con el top de licra y los leggins, marcando absolutamente todo. Sus pechos no eran especialmente grandes, pero sí que eran considerables para la altura de la chica y desde luego eran absolutamente redonditos y firmes.

-          “Muy bien Carlita. Estas muy pero que muy guapa asi. ¿lo sabes verdad?. Sobre todo para salir el fin de semana a hacer botellón con unos amigos y dejar que todos te follen cuando has bebido unos cubalibres de vodka. El problema es que estamos en una universidad y aquí se viene a estudiar, no a follar … ni a calentar a nadie marcando el coñito, el culo y los pezoncitos como tu haces”

Carla se ruborizó completamente escuchando lo que la decía y eso me excitaba aún más. No se atrevía a responder y se quedaba ahí, en medio de la habitación con esa ropa que marcaba absolutamente todo en su cuerpo.

-          “ Es que … es que la cazadora no pensaba quitármela en todo el día”, respondió finalmente tras un tenso silencio en que la miraba de arriba abajo sin cortarme absolutamente nada.

-          “Ya claro … vistes como una zorrita, te dejas sobar como una zorrita … me falta saber si también sabes portarte como una zorrita, porque estas apunto de tener tu primer suspenso antes incluso de empezar las clases … y eso no está bien para una niña buena como tú. Tu primera tarea de hoy es limpiar una cosita que has dejado sucia”.

-          “¿Qué … qué, como?”, dijo descolocada y levantando un poquito al mirada del suelo.

-          “Miralo, este dedo es el que te ha follado el culito hace unos minutos y está sucio. Eres una chica mala Carla y lo tienes que limpiar”, dije apoyando mi mano en el centro de la mesa y extendiendo el dedo hacia el techo. “ Ven aquí, reclínate sobre la mesa y me lo limpias … con la boquita guapa. Chupalo con cariño bien chupadito hasta que yo considere que está limpio”.

-          “¡¡¡¿¿¿Queeeeee???!!! … no pienso hacerlo. ¿¿Esta usted loco o qué??”, dijo tras unos segundos de silencio con los ojos tan abiertos como platos.

-          “Tu veras guapa, si no lo haces date por expulsada por mala conducta 2 semanas y da mi asignatura por suspendida hasta que se acaben las convocatorias … no pienso repetirlo. Reclinate aquí a mi lado sobre la mesa y chupa. Estoy seguro que con esa boquita que tienes sabes chupar de maravilla y mi dedo no es precisamente lo mas gordo que has chupado”.

Era el momento clave, yo lo sabía, si conseguía que se humillase y comenzase a chupar … iba a ser mia … haría de ella lo que quisiese … y esperé. Esperé unos segundos que parecían horas en los que su cabeza posiblemente iria a toda velocidad dudando (si, no, si, no, si, no … SI). Finalmente se acercó a mi, con los ojos húmedos por la ganas de llorar por la humillación, se recostó sobre la mesa quedando apoyada de puntillas en el suelo para poder llegar hasta mi mano y empezó a chuparlo. Me puso loco ver como se lo metía en la boca, como su lengua lo recorría, como succionaba y trataba de limpiar mi dedo.

Mi polla para ese instante estaba ya tan dura que me dolía bajo la ropa … pero era un momento de tal excitación sexual que tenía que alargarlo. La sumisión de Carla me estaba volviendo loco y jamás había estado tan excitado como en aquel momento.

-          “Muy bien Carlita … asi me gusta. Quiero ver mi dedo dentro de tu boquita limpiándolo bien hasta que yo te diga que es suficiente. Una putita como tu tiene que ser tratada como se merece … ¿a que si?” y con la otra mano, aprovechando su postura, bajé los leggins hasta medio muslo dejando su culito desnudo al alcance de mi otra mano. Así estas mas guapa preciosa y además te mereces unos buenos azotes por putita … plaaaas … plaaaas”.

Mientras ella seguía chupándome el dedo, mirándome a veces de reojo, pero principalmente con la mirada fija en al mesa comencé a azotar su culito desnudo. Un culito pequeño, super redondo, firme, suave … perfecto para azotar.

-          “Pero qué culo tienes zorra … y como te gusta que te lo soben. ¿A que si?”

Mientras seguía chupando mi dedo tal y como yo le había pedido, decía que no con la cabeza y daba un respingo precioso con cada azote que recibia.

-          “Te lo voy a dejar rojito como se merece una putita como tu. ¿Asi te gusta? … plaaas …. Plaaaas …. Plaaaas”.

Entre azote y azote mi mano magreaba su culito desnudo, colándose entre sus piernas hasta acariciar suavemente su clítoris, que estaba aún mas mojado que antes, hasta que tras un par de docenas de buenos azotes bajé completamente sus leggins hasta sus pies, sacándoselos completamente dejándola desnuda de cintura para abajo.

-          “Así estarás más cómoda putita, sin que te molesten esos leggins de zorra que te habías puesto hoy. Sube una rodilla a la mesa”, la dije dándola dos golpecitos en una pierna haciendo que la subiese encima de la mesa, quedando por tanto su entrepierna completamente accesible a mi mano. “Que coñito tienes madre mia … y que zorra estás hecha … cómo te estas mojando con el jueguecito puta …. Plaaaaas”, le di un buen azote en el coñito que la hizo dar un respingo, dejando de mamar mi dedo.

-          “Por favor … ya vale, dijo con los ojos llorosos y mirándome. ¿Puedo irme ya por favor?

-          “¿¿Irte??. Yo diré cuando puedas irte. Mi dedo no es lo único que has manchado hoy y esa boquita tiene que seguir trabajando …. Plaaaas”, dije dando otro buen azote en su coñito abierto, dejando la mano para sobarselo bien sobadito muy muy despacito.

-          “Auuuu … basta porfa, basta ya”, me dijo poniéndose las dos manos en el coñito para protegerse a la vez que dejaba de mamarme el dedo.

-          “Tranquila … solo es una lección para niñas zorritas como tú”, dije acariciándola el pelo suavemente con una mano mientras con la otra mano me quitaba la corbata, con la que en unos segundos até las manos de Carla a la espalda. “Asi estas mucho mas guapa Carlita y así me dejarás sobarte mejor este coñito tan rico …. Plaaaas” otro buen azote entre las piernas haciendo que diese otro delicioso gritito de dolor. “Ven aquí acerca esa cabecita a mi … tienes ahora que chupar otra cosita que esta manchada por tu culpa”, la dije riendo a la vez que me sacaba la polla dura como una roca por la bragueta del pantalón. “Ves, has hecho que me moje y me manche por estar tan buena y dejarte sobar como te estás dejando. Toma tonta, abre la boquita y empieza a chupar como se la chupas al noviete ese que seguro que tienes los fines de semana”.

-          “No, yo … yo no … no lo he hecho nunca … yo … mmmhhhhgggggg” pollón en la boca de Carla, que sumisamente la dejó abierta para que fuese hoy quien me follase esos deliciosos labios.

-          “Muy bien Carlita, asi me gusta … creo que estas haciendo merecimientos para una notaza. Muy bien cariño, chupala bien y verás lo cariñoso que es tu profe contigo”, y mientras con una mano sujetaba la cabeza de la chica para follarme su boquita sumisa con la otra acariciaba el completamente empapado coñito alternando movimientos cariñosos despacito con movimientos rápidos en su clítoris. “Muy bien Carlita, abre bien la boca cariño tienes que comértela enterita aunque sea grande. Así vas a sacar sobresaliente seguro, vamos, saca la lengua para que entre bien dentro”.

Sin esperar a ver si lo intentaba ella sola, mis movimientos se fueron haciendo más profundos sujetándola bien fuerte la cabeza haciendo que al de unos pocos minutos de mamada, mi polla se estuviese hundiendo completamente hasta los huevos en su garganta. Babeaba como loca, sus ojos estaban llorosos y tenía continuas arcadas … pero se dejaba hacer y eso me ponía cachondo perdido mientras me follaba esa boquita haciéndola sufrir de manera deliciosa.

-          “MMMhhh putita … muy bien … asi me encanta. Digas lo que digas, no tendras novio, pero que has comido pollas ya … estoy seguro. Seguro que en ese cole tan formal del que vienes y cuando llevabas uniforme ya se la has comido a mas de un profesor para subir nota … mmmhhh sigue tonta, que boquita tienes, madre mia.

Su respiración se iba agitando con la situación, seguía rogando que parase, pero a la vez no hacía un solo movimiento para levantarse o irse de la sala. Ni siquiera cuando la saqué la polla y se la restregué por la cara dejándola completamente pringada de babas … deliciosamente pringada, que fue el momento en que sus espasmos y sus gestos no pudieron ocultar que estaba teniendo un orgasmo. Se había corrido, queriendo o no, no lo sé, pero se había corrido la muy putita mientras la hacía lo que yo quería.

-          “Eres una cerdita Carla … ahora que me la has lubricado bien y ya te has corrido vamos a probar ese culito tuyo que tan rico me ha parecido cuando te lo he follado con un dedito en el bus”.

-          “¡¡¿¿Queeee??!!, no por favor, no … eso no, por favor no”, dijo intentando levantarse pero sin conseguirlo, ya que una mano mia en su espalda la mantuvo exactamente en la misma posición, de puntillas en el suelo con el pecho sobre la mesa y el culito en pompa.

Me coloqué detrás de ella y coloqué mi polla, dura como una roca y totalmente pringada de sus babas, a la entrada de su culito. Un culito precioso, rosita y que parecía imposible pudiese dejar entrar un dedo o sea que mucho menos un pollón como aquel. Se revolvía intentando levantarse, pero me era muy sencillo prácticamente con una sola mano en su espalda mantenerla contra la mesa completamente a mi disposición.

-          “No, por favor, por ahí no por favor. Por ahí no, se lo ruego. Se la sigo mamando si quiere, pero por el culo no por favor” empezó a rogar sin para, con ojitos de miedo al mirar el tamaño de mi polla. “Me duele mucho por ahí, por favor, no, ¡¡¡noooooooooooo!!! …”.

Se mordió el labio de abajo para no gritar más fuerte aun cuando notó mi polla comenzando a entrar en su agujerito trasero y hundiéndose milímetro a milímetro dentro de ese perfecto culito que me tenía loco de cachondo.

-          “Mmmhhh Carlita … que apretadita estás cariño. Me encanta este culito”, la dije una vez media polla se hundía entre las nalgas de la chica. “Lo tienes bien estrechito zorrita, pero como me la has chupado tan bien, fíjate como se te cuela dentro con todas las babitas tuyas lubricándola”, dije empujando lentamente un poco más hasta clavar ya casi toda mi polla en su culito.

-          “Noo, por favor, basta, me duele mucho … basta por favor …” sollozaba la chica al notarse sodomizada poquito a poco.

-          “Tranquila tonta … te da vergüenza reconocerlo, pero lo estás deseando … ¿o te crees que no veo como tienes el coñito de mojado?. Ya te has corrido con mis caricias y ahora vas a volver a correrte como os correis todas las putitas … con una buena polla dándoos por el culo”, dije empezando a mover mis caderas en un mete y saca lento pero muy intenso y profundo. “Asi mejor, ¿verdad tonta? … esto es lo que te gusta a ti … notar un buen pollón dándote por culo sin poder moverte”.

-          “Cabrón me duele … cerdo cabron”, dijo mirándome con cara de rabia con los ojos llenos de lágrimas al escuchar lo que la decía.

-          “¿Cerdo cabrón me llamas? … pero que zorrita eres … ven aquí”, cogiendo con mis dos manos sus caderas empecé a follarme ese culito como un auténtico bestia. Sin compasión ya, metiéndola hasta golpear sus nalgas con mis caderas y sacándola casi por completo a la mayor velocidad que podía hacerlo.

La follada del culito de Carla hacia que sus pies se levantasen del suelo cuando empujaba a tope y que mis huevos golpeasen su coñito cuando mi polla se hundia completamente en ese culito perfecto de la chica. Mientras la daba por el culito sin compasión alguna la quité el top, para dejarla completamente desnudita y le iba azotando bien fuerte las nalgas para arrancar un delicioso gritito con cada azote.

-          “No grites mucho cerdita … no vaya a ser que algún compañero se quiera apuntar a follarte y en lugar de una polla tengas que jugar con dos o tres pollas” … la dije sonriendo y disfrutando de la situación enculandola y azotándola bien fuerte.

-          “¡Cerdo joderr… mas … mas despaciooo … me … me haces dañooo …. Lo tenia vi… virgen … joderrrr!”, me dice Carla bajito para que nadie la oiga.

-          “Ummm … ¿ah si?, ¿de verdad tenias este culazo virgen? … pues a partir de hoy ya le vas a poder dejar a ese noviete tuyo follartelo … te lo voy a dejar bien bien abiertito zorrita” y le doy los dos azotes mas fuerte que puedo en el culo dejando bien marcados mis dedos en las dos nalgas.

-          “¡¡AAAuuuu!! … me … me haces daño si me azotas asii joderrrr” me dice con ojitos de nena buena.

-          “Con el culito tan tragón y tan estrechito que tienes … igual consgues hasta sacar buenas notas en tu primer año zorrita. Ven aquí … dame ahora esa boquita”.

Sacando mi polla de su culito y cogiéndola por el pelo como en una coleta acerco su carita a mi polla diciendola que abra esa boquita de puta que tiene. Duda unos segundos pero finalmente la abre y se la meto hasta el fondo de la boquita sin importarme las arcadas que le dan.

-          “Pero si es que sois unas putitas todas … coméis pollas como una verdadera actriz porno joder” … y empiezo a follarme su boquita entre grandes arcadas metiendo y sacándosela entera hasta apretar tanto que mis huevos me duelen contra su barbilla. “¿Te gusta comer una buena polla salida de tu culito cerdita? … ummmmm … me encanta verte asi”.

Me folle su boquita hasta hacer que se babease entera .. totalmente pringada de sus babas la carita, que le salían incluso por su nariz cuando le metia la polla hasta dentro y le daba una arcada. Verla asi me puso tan cachondo que ya sí que no pude evitar correrme y por supuesto lo hice en su garganta. Lo mas profundo que pude metérsela, apretando mis huevos contra su barbilla y sujetando su cabeza totalmente clavada mi polla en su boca … mi corrida fue brutal he izo que le diera la tos casi al momento forzando a salir parte de la corrida mezclada con sus babas por su nariz y por la comisura de los labios. No se la saque de la boca hasta que termine de correrme y cuando se la saque trataba de respirar y recuperar el aire que no había podido tener con mi polla en su garganta … ufff … me encantaba verla asi … toda pringada, desnudita y totalmente sumisa … con una mano sujetándose el culo dolorido por mi enculada de hacía unos minutos.

Bueno guapa… puedes vestirte … creo que ya puedes volver a tu clase. Toma estas son las normas de vestimenta de la facultad … y le di una fotocopia con el logo de la universidad hablando sobre las normas de vestimenta (algo copiado de algun sitio de internet sin utilidad alguna).

-          “Espero que mañana vengas ya acorde a las normas … quiero comprobarlo o sea que 20 minutos antes de empezar las clases quiero que vengas a esta sala de reuniones un momento … será una comprobación rutinaria porque seguro que cumples todo … a que si?”, le dije mientras me guardaba la polla en el pantalón y ella se colocaba los leggins y el top. “Ademas mañana tengo clase con vosotros … o sea que te sacare a la pizarra … trata de venir discretita y no vestida como una autentica zorrita” … y la di un buen azote en el culazo mientras salia apresurada para llegar a su primera clase que ya había empezado hacía 15 minutos.

Dudé si volvería al día siguiente … incluso pense´que podría venir con alguien y meterme en algun apuro … pero el riesgo bien valia la pena … a la mañana siguiente allí estaría en esa destartalada sala de reuniones esperandola. ¿Aparecerá Carla?.

Espero os haya gustado … comentarios a carlos_javier_gzlez@yahoo.es