90 minutos...5ª parte

Me besó diciendo: ¡Joder, solo esa mamada ya vale tu precio!

90 MINUTOS…5ª PARTE

90 minutos duró el desayuno en el 2º piso, con Marc a mi lado y enfrente Tony con Troy muy sonrientes.


Soy Román y me encuentro sentado con Tony, Troy y Marc desayunando de forma algo vergonzosa, surtidos de quesos, tostadas, mermeladas, frutas variadas de temporada y un magnifico café capuchino muy cremoso, estamos hablando de banalidades y poco a poco van apareciendo unos chicos algo más jóvenes que nosotros tres, sonrientes saludan  diciendo: ¡Buenos días papá! Y besan los labios de Tony y Troy, se preparan sus cafés y toman algo de fruta y se quedan apoyados en la encimera, uno de ellos mira en nuestra dirección y dice: ¡Marc, estás muy atractivo, muy luminoso! Otro de los chicos añadió: ¡Supongo que has tenido una buena noche, algo movidita! Todos sonrieron clavando sus ojos sobre mí. Yo mirando a Tony pregunté: ¿Son vuestros, todos? Troy dijo: ¡Los cuatro aquí presentes y otro más en el piso de abajo, pero en breve se unirá un sexto, que también está en el piso inferior!

Uno tras otro se presentaron y contaron su vida hasta ése momento, mi rostro demostraba mi desencanto y euforia, cuando contaban sus pesares y recompensas, con todas sus vivencias deseaba conocer a la Sra. Encarna, su profesora, amiga y abuela, sin serlo, también a las hermanas de Troy que limpiaban los dos pisos, cocinando para todos, al terminar yo tenía los ojos enrojecidos a punto de soltar lágrimas, de dolor, pena y alegría. Uno de ellos les dijo: ¡Ya se ha lanzado en la red sobre Waldeck y hoy aparece en todos los periódicos nacionales e internacionales! Troy añadió: ¡Perfecto! ¿Habéis hablado con los italianos? El joven dijo: ¡Sí ya tienen todos los datos y siguen el rastro! Yo ignoraba de qué hablaban, Marc se disculpó diciendo que iba a ducharse y vestirse, los chicos fueron desfilando marchándose después, entonces dije: ¡Tengo que ver y hablar con mis hijos! Tony y Troy se miraron y después a mí, Tony dijo: ¡Espero que no te sobresaltes por lo que veas! Me vestí con la misma ropa de la noche anterior y los seguí bajando al piso inferior con suma rapidez, Troy abrió con su llave y entramos, el piso estaba casi en penumbra, Troy levantó las persianas del salón dejando que el sol inundara el piso, fuimos a una de las puerta y Tony la abrió suavemente.

Sobre la gran cama dos cuerpos desnudos durmiendo, reconocí el armonioso cuerpo de Nico, estaba de costado con su brazo sobre la espalda del otro chico, que boca abajo tenía su cara hacia Nico, reconocí al otro joven, era Pol compañero de mi otro hijo Miguel (Mike), entonces me fije que la verga de Nico descansaba endurecida sobre la cadera de Pol, mientras que su pierna doblada lo hacía sobre la pierna también del chaval, mi corazón latía con fuerza, cerré la puerta también con suavidad, al levantar los ojos me encontré con la mirada de Tony, se encogió de hombros y pasó delante de mí hacía otra habitación, allí acotados y desnudos se encontraban dos jóvenes compañeros de Pol y Mike dormían abrazados. Finalmente me indicó la otra habitación, la abrí y la cama estaba revuelta, había un joven desconocido durmiendo plácidamente, la puerta del baño estaba entornada llegándome el leve sonido del correr del agua, el sonido me produjo ganas de orinar, abrí la puerta y entré dentro.

En la ducha había alguien, el agua caliente llenaba la ducha con su vapor, fui a la taza del WC y oriné, miraba mi verga mientras lo hacía, lentamente subí la mirada fijándome en el espejo sobre el lavamanos, veía el reflejo de la ducha y un perfecto cuerpo de espaldas apoyándose contra el cristal de la mampara, se notaba cada una de sus partes apoyándose en el cristal, una ancha y esplendida espalda musculosa, una cintura estrecha, poderosas piernas, un culo pequeño y muy apetitoso, que se apretaba con fuerza sobre el cristal. Terminé de orinar y me giré tras lavarme las manos.

Miré la ducha de nuevo, el armonioso cuerpo ahora estaba de frente con sus brazos apoyados contra el cristal, lo mismo que su cuerpo, su verga bien visible y erecta se frotaba contra el cristal, sus gemidos eran amortiguados por el ruido del agua de la ducha, si por detrás era magnifico por delante era espectacular y esa inmensa verga frotándose constantemente contra el cristal, su cara de lado apretándose contra la mampara soltaba gemidos también era muy hermosa, entonces noté que había alguien más dentro con él, con el vapor apenas lo distinguía pero veía, que le chupaba el cuello y buscaba la boca del joven sus brazos estaban sobre los de él y por los movimientos se notaba que lo estaba penetrando, con cada embiste el joven gemía aplastándose más contra el cristal frotando su verga sobre el mismo, los movimientos del chico de detrás se aceleraban y en un momento al acercar su cara al transparente cristal vi que era Miguel (Mike) que penetraba una y otra vez al otro joven, me tuve que poner la polla bien, ya que me había empalmado ante la excitante visión, tenía que salir, pero mis pies seguían anclados se negaban a moverse, casi en ése instante la gran verga comenzó a soltar semen sobre el cristal mientras su boca devoraba la de Mike y sus gemidos eran algo más sonoros, algo acalorado salí, miré el cuerpo durmiente sobre la cama, también era perfecto, me reuní con Tony y Troy sentándome en el sofá, Troy se puso detrás de mí y alargando su mano la puso sobre mi entrepierna diciendo: ¡Te has puesto tan cachondo, que vas a reventar el pantalón! Troy besó mi cuello y dije: ¡Claro, como vosotros tenéis éste fabuloso harén, yo he sido vuestra obra de caridad!

Tony se acuclilló entre mis piernas acariciando mis muslos por encima del pantalón diciendo: ¡Primero, nunca hemos hecho obra de caridad contigo simplemente nos apetecía, queríamos hacerte sentir bien, olvidar el estrés, el trabajo, la puta de mi hermana y que te sintieras libre otra vez como cuando éramos niños!¡ Segundo, el harén, que tú dices que tenemos, nunca hemos estado con ellos de forma sexual, simplemente los hemos criado de forma distinta, pero ellos y solamente ellos deciden con quien se acuestan, creo que de momento lo hacen entre ellos! Yo algo compungido les pedí perdón a los dos por mis precipitadas palabras. Troy acercó su boca sobre la mía devorándola mientras notaba las manos de Tony abriéndome el pantalón sacando mi verga fuera, aparté un poco la cara mirándoles dije: ¡Me gusta Marc y no quiero hacerle daño! Cerca de la entrada del salón se oyó decir: ¿Alguien ha dicho mi nombre? Y entró el joven aludido me besó la boca y también la de Troy y poniéndose tras éste le bajó el pantalón sacándoselo enterró su boca en el culo de Troy. Tony enderezó su cuerpo besándome y comenzó a sacarme los pantalones y camiseta, fue deslizando su boca por todo mi falo mojándolo profusamente y mientras se desnudaba totalmente subiéndose al sofá de rodillas y sujetando mi verga se la fue metiendo en su culo gimiendo, mientras trotaba sobre mi polla besaba a Troy, que apoyado sobre el respaldo con las piernas separadas era penetrado por Marc, yo besaba a placer las tetillas de Tony y lamía su cuello uniéndome de vez en cuando a sus besos con Troy.

Pasado un buen rato, Marc se sentó a mi lado en el sofá nos besamos y Tony levantándose de mi polla se cambió sentándose sobre la de Marc gimiendo de nuevo, por su lado Troy se sentó sobre mi verga mientras con sus fuertes manos sujetaba mi nuca apretándola contra sus poderosos pectorales, que yo succionaba con fervor, notaba su corazón muy acelerado casi tanto como el mío, separé sus nalgas con mis manos clavándose más mi verga, los dos gemíamos, yo notaba su dura polla babeando mi cuerpo, de vez en cuando él movía su culo en rotación acomodando más mi verga dentro suyo dándonos mayor placer, alargó su brazo sujetando la nuca de Tony, se fundieron en un largo y prolongado beso mientras la polla de Troy soltaba trallazos de semen sobre mi cuerpo apretando su ano y provocando que yo terminara soltando el mío dentro de su culo gimiendo, los dedos de mi mano estaban entrecruzados con los de Marc, debió notar mi final, porque mirándome a los ojos gimió de forma más sonora, Tony se acababa de masturbar sobre él mojándole también el cuerpo.

Estábamos reposando cuando se oyó una voz: ¿No tenéis vuestro piso para hacerlo? Era la voz siempre sonriente de Nico, creo que no me veía por la altura del respaldo del sofá, Troy respondió: ¿Y tú no puedes ponerte algo encima para cubrir tu erección? Nico se percató en ése momento de su desnudez y se cubrió con sus manos que apenas lo tapaban, el chico dijo: ¡Perdón! Y salió disparado a su habitación para ponerse algo, en el salón hubo algunas risas divertidas, usamos una camiseta para limpiarnos los cuatro y nos vestimos de nuevo, pero Tony sin su camiseta, entonces apareció de nuevo Nico totalmente vestido y al verme saltó sobre mí diciendo: ¡Papá, papá, que alegría de tenerte aquí! Y besó mi mejilla con cariño, yo lo abracé y al separarnos dije: ¡Pareces todo un buen mozo! Se fue corriendo gritando: ¡Mike, Mike, papá está aquí! Y entró en la habitación de su hermano despertándolo, instantes más tarde aparecía algo azorado Miguel, lentamente se acercó a mí abrazándome y yo lo mismo, al separar su cara me dio un beso, pero en los labios y se sonrojó, yo alboroté su pelo diciéndole: ¡Mike, estás más fuerte y más guapo, aunque Nico también lo es! Al separar nuestros cuerpos me fijé que solamente llevaba unos vaqueros puestos y la cinturilla quedaba casi a la mitad de sus caderas dejando ver parte de su vello púbico algo recortado, antes siempre tan delgado, ahora su pecho tenía un poco de forma, realmente estaba muy guapo, siempre se comparaba con Nico y él siempre perdía con diferencia, ahora ya no, me sentía orgulloso de él y lo abracé de nuevo.

Nos sentamos y les dije sin tapujos, que su madre y yo nos habíamos separado definitivamente, ella se quedaría a vivir en Suiza por su trabajo y yo estaría con ellos, podrían hablar con su madre esa tarde vía Skype, mis hijos se miraron y los dos se tiraron sobre mí de nuevo diciendo: ¡Lo sentimos! Yo les dije, que no era culpa suya, era la vida tan ajetreada que nos había terminado por separar, ellos aceptaron mi explicación. Troy antes pensativo dijo: ¡Sí continuáis en la casa podríamos quitar la separación entre las dos y hacer una piscina para todos! Nico puso una cara de asombro y le dijo algo a su hermano mayor, yo le dije: ¡Nico, es de mala educación cuchichear delante de todos y antes que digas algo más te diré, que sí, hace unos instantes teníamos sexo los cuatro! Nico y Mike se sonrojaron, añadí: ¡No solo vosotros os divertís, nosotros también tenemos el mismo derecho a relajarnos! Mike dijo: ¡Perdona papá, no queríamos hacerte enfadar! Sonreí ante la dulzura de su voz solté: ¡No estoy enfadado, os quiero demasiado par eso! Marc a mi lado besó mis labios susurrando: ¡Eres un padre genial, ojalá el mío hubiera sido igual! Marc continuó hablando, como para sí mismo.


Nací en 1995 el día de la festividad de San José, el 19 de Marzo, tengo 22 años, mi nombre es Marcos Salazar Gil-Bernabé, me engendraron y viví mis primeros años en una ciudad cercana al centro de España, mi padre era sumamente muy estricto y junto a mi madre muy devotos a la Iglesia, nunca se perdían una misa, ni rosario, mi madre era ama de casa y mi padre se dedicaba a la política, era concejal, tengo un hermano 5 años menor Carlos Hugo y compartíamos habitación, cuando él no podía dormir me pedía que le contara algún cuento y siempre eran sacados de sus comics con sus héroes favoritos y yo me lo inventaba todo manteniendo su interés.

Había cumplido 10 años y faltaba unos días para la Semana Santa, vino una ola de calor y me acosté sin la parte superior del pijama, mi hermano se coló en mi cama para el cuento, su cuerpo de costado pegado al mío y su brazo se apoyaba sobre mi pecho, en mi mano el comic y le contaba una historia del personaje en susurros, de pronto se abrió la puerta apareciendo mi madre y con cara de espanto llamó a mi padre, éste muy severo obligó a Carlos Hugo, que volviera a su cama, más tarde oí una bronca entre nuestros padres. Mi padre me despertó muy temprano obligándome a ponerme ropa de abrigo y coger mi mochila preparada por mi madre y subimos al coche, sin mediar palabra alguna, yo veía pasar los letreros en dirección norte, paramos en un área de servicio y él sacó unos emparedados y un refresco para desayunar, siempre dentro del coche, de un termo se sirvió café y me dijo: ¡No vas a destruir, lo que tantos años me ha costado construir para el bien de nuestra familia y en ella no hay espacio para un “bujarrón”, un “sodomita” o un “maricón”, estos dejan de pertenecer a nuestra familia! ¿Me has entendido Marcos? Yo solamente dije: ¡Sí, padre, pero yo solamente le contaba un…! Y me atizó una bofetada, que me hizo silenciar. Él añadió de forma rotunda: ¡Hoy te harás un hombre y cazarás un venado! Y continuamos la marcha, me quedé algo dormido cuando finalmente el coche paró.

Estábamos en una zona muy boscosa con un claro entre los árboles, el suelo cubierto de nieve, mi padre me ordenó cruzar ése claro del bosque y esperarlo en el otro lado, que él iba a aparcar bien el coche, comencé a andar clavando mis pies en la nieve, se oía el ulular del viento entre los árboles, al llegar al otro extremo me paré a descansar y esperar a mi padre, pasaba el tiempo y él no aparecía, mis huellas estaban desapareciendo por el viento sobre la nieve, yo miraba la hora con impaciencia y llamaba de vez en cuando: ¡Padre, padre! La luz del día finalizaba y yo acurrucado junto a un árbol tiritando de frío atento a cada sonido, miré mi reloj habían pasado más de cuatro horas y anochecía, yo estaba acongojado, un ruido me hizo dar la vuelta y anduve a lo lejos se intensificaba ese sonido comenzó a nevar, a lo lejos vi una especie de grieta y fui para allá, era una cueva, no muy grande, entré gritando, a cubierto de la nevada y acurrucado me quedé dormido tiritando. Estaba dormido cuando un ruido me despertó y una cosa peluda se abalanzó sobre mí, yo grité mientras peleaba, entonces se bajó la capucha y dijo: ¡Menos mal que estas a salvo chiquillo! Era de Salvamento, pero debido al mal tiempo, no podíamos salir, sacó un saco de dormir, me ordenó desnudarme y él hizo lo mismo entramos en el saco de dormir, yo tiritaba muchísimo, el hombre con mucho vello en el pecho, me apretaba junto a él frotándome la espalda para evitar la hipotermia según me dijo, mi cuerpo fue calentándose al punto, que mi verga se endureció al contacto del hombre, él me miró diciendo: ¡No te preocupes, es normal, intenta dormir un poco! Y entre sus seguros brazos crucé al sueño de Morfeo, al alba nos despertó y nos vestimos, unas horas después estaba con mi padre en el hospital recibiendo el alta, no había lesiones.

En el hospital mi padre hizo varias llamadas y enfurruñado partimos de nuevo, con el calor del coche me volví a dormir, finalmente mi padre sacudiéndome me sacó del coche y entramos tras un gran portalón, allí un monje tomó un maletín de piel que mi padre le entregó dejando mi mochila junto a mí, sin decir nada más mi padre se fue. El monje pasó sus huesudas manos sobre mis hombros ordenándome que lo siguiera y entramos en el recinto, luego a un despacho, el anciano monje parecía salido de la Biblia, allí escribió en un registro murmurando: ¡Marcos Bernabé, ése es tu nombre a partir de ahora! Siguió diciendo: ¡Aquí, estudiarás, rezaras y aprenderás a comportarte bien, ayudaras en todo lo que te ordenen, esta Orden es de los Benedictinos y siempre estamos en silencio, salvo cuando algún superior te pregunte algo, recuerda esto siempre en silencio, para rezar y trabajar! Hizo sonar una campanilla y apareció otro monje algo más joven, me llevó a una celda con un estrecho camastro diciendo, que como no había celdas libres hoy dormiría en su cama, tras una frugal cena y unos rezos todos los monjes se fueron retirando a sus celdas, yo con el Padre Ambrosio.

Mis cosas estaban fuera de la mochila, me dijo que me acostara desnudo totalmente, entré en la cama y él hizo lo mismo, con el camastro tan estrecho, mi cuerpo siempre quedaba pegado al suyo, cada vez notaba más la dureza de su pene, entonces me preguntó: ¿Has rezado antes de acostarte? Yo respondí, negativamente entonces  incorporándose me hizo arrodillar sobre la cama, él se puso tras de mí, yo notaba su dura verga rozándome el trasero, me dijo que abriera la boca y de golpe enterró un juego de mis calcetines dentro mientras que su mano apretaba mi espalda hacía abajo apoyando la cabeza sobre la almohada, su mano atenazaba mi nuca y noté un fuerte dolor cuando su miembro traspasó mi culo, lloraba de dolor, pero él continuaba entrando sin remedio pese a moverme, su cuerpo robusto me aprisionaba inclinado sobre mi espalda mientras movía una y otra vez su verga dentro de mí.

Levantó mi cuerpo secándome las lágrimas diciendo: ¡Shsss, shsss, ya ha pasado lo peor! Giró mi cara sacándome los calcetines de la boca y juntó sus labios resecos sobre los míos metiéndome la lengua, su pelvis continuaba moviéndose a sus anchas dentro de mi culo mientras una de sus manos me masturbaba frenéticamente, tuve la sensación que mi culo se llenaba del  líquido de su verga mientras que de la mía también brotaba un viscoso líquido manchando las sábanas junto a gotas de sangre de mi ano. Esa noche apenas pude dormir, acostados de lado me penetró dos veces más.

Durante 6 años fui pasando de camastro en camastro, habían unos veinte pero solamente me usaban unos quince monjes, cuando terminaba el último, vuelta al principio, los monjes más jóvenes eran los más feroces y depravados, uno era el hermano Lucas, que me fustigaba mientras me penetraba azotándome la espalda con unas tiras de cuero, recordándome todos mis pecados y dejándome señales, a veces me ataba las muñecas a los barrotes de la alta ventana me daba latigazos mientras chupaba mi polla, las señales tardaban días en desaparecer, también mordía con fuerza mis tetillas dejándolas doloridas. Yo estudiaba, ayudaba en el huerto, el invernadero y en la cocina, también servía las comidas, el hermano Claudio era el cocinero y siempre me trató bien, por lo menos en la cocina podíamos hablar, algunas ocasiones los más jóvenes me acorralaban en el huerto o el invernadero y tenía que darles placer, de una forma u otra, con la boca o poniendo el culo, si mis padres temían que antes de llegar fuera homosexual, ahora lo habían conseguido de pleno.

Una vez cada 15 días venía un furgón cargado de comida para llenar las despensas, ya había cumplido los 16 años, encontré unas ropas en un desván, algo grandes para mí, pero me las puse colándome en el furgón y rezando para que no descubrieran mi marcha, querían retenerme para tomar los hábitos. El furgón partió sin problemas, hizo una parada en un bar cerca de la entrada a la ciudad y yo aproveché bajándome.

Pregunté a varias personas y me dijeron que me encontraba cerca del aeropuerto de León y de la Escuela Básica Aérea, en La Virgen del Camino me indicaron la forma de llegar, hora y media más tarde estaba allí en el aeropuerto, en un cartón de la basura escribí: Ayuda para ir a las playas del Levante. Pasaban las horas y vi a una mujer algo mayor cargada con dos maletas con ruedas y me ofrecí a ayudarla, me lo agradeció, yo llevaba el cartón bajo el brazo y ella al verlo dijo: ¡Lastima, yo voy a Barcelona y mi nieto ha preferido quedarse a jugar con sus amigos, que acompañarme y me sobra un billete, tendré que cambiarlo! Yo con cara suplicante dije: ¡Señora, si acepta mi compañía a cambio del billete le llevo el equipaje donde usted me diga, estoy deseando ver el mar! Ella me miró diciendo: ¡Me llamo Manuela, pero mis amigos me llaman Ela, encantada de conocerte…! Respondí: ¡Me llamo Marcos, Sra. Manuela! Y subimos al avión aterrizando en Barcelona horas después, charlamos bastante en el avión y me inventé una historia algo más convincente, era huérfano y querían meterme a monje, en parte había algo de verdad, aunque ella no se lo creyera del todo, viví en su casa 3 años, le ayudaba con las compras, arreglaba las cosas de la casa, incluso me enseñó a cocinar, íbamos de compras, paseábamos por el parque y la playa, hablábamos mucho, me rectificaba cuando metía la pata con algunas palabras, parecía la abuela que nunca conocí, me vistió de forma impecable y ambos éramos casi felices, pero ella se estaba apagando lentamente. Un día fuimos al banco y sacó dinero, al volver a la casa me enseñó donde lo guardaba, era para mí cuando ella falleciera, dos meses y medio después llamé a su médico y también a su hija.

Ella junto a su marido e hijos cayeron como una tromba, tanto Ela como su médico les dijeron que yo era su enfermero, tras despedirme de Ela con lágrimas en los ojos me fui, así lo decidió ella, esa noche falleció, dormí en un motel y asistí al entierro algo apartado, cuando se vació el cementerio, me acerqué y recé por Ela, mi verdadera madre en vida. Comenzaba una nueva vida, busqué trabajo, pero no encontraba nada, Ela me había regalado un móvil y dejaba mi número en todos los sitios, un noche paseaba por el lateral de las Ramblas cuando un coche disminuyó la velocidad, el conductor había bajado la ventanilla del lado del acompañante e inclinando un poco su cuerpo dijo: ¿Cuánto cobras? Yo dije: ¿Perdón? Y una cara atractiva y sonriente repitió: ¿Qué cuanto cobras? Yo por decir algo dije: ¡100 Euros! El conductor añadió: ¡Debes hacer virguerías por ése precio, venga sube! Me preguntó el nombre y le dije llamarme Marc, como me llamaba Ela, mientras conducía me miraba de vez en cuando siempre sonriente y soltó: ¿Siempre eres tan serio? No sé porque me hizo gracia y sonreí a lo que él añadió: ¡Eso está mucho mejor!

Circuló a gran velocidad yendo a las afueras montaña arriba y en un recodo aparcó el coche, quedando de forma discreta ante la presencia de otros coches, era la primera vez que me iba a prostituir por dinero, el agradable conductor apretó su cuerpo al mío abrazándome buscando mis labios, la pasión de éste me contagió y mis besos fueron profundos y sinceros, mi mano comenzó de forma acariciante por su pecho musculoso, me estaba excitando solamente tocándolo, abrí su pantalón y separando mi boca de la suya besé su pezón lamiéndolo y mi cabeza fue descendiendo hasta su pubis, mi mano dentro del pantalón sacó su dura verga y ¡Por Dios, que hermosura! Y comencé a lamer su capullo tirando de la piel hacia abajo y tragándomela con suma lentitud, mi cabeza subía y bajaba de forma continua pero inexorablemente, sus manos  una acariciaba mi cabello mientras le chupaba la polla y la otra se deslizaba por detrás de mi espalda y dentro de mi pantalón, con sus dedos acariciantes frotaba mi ano, desabroché mi pantalón dejándole más espacio para que su mano entrara bien en mi trasero, notaba su corazón acelerado y sus gemidos denotaban su disfrute, me gustaba chupar esa polla, era regia, un aroma muy viril, cimbreante y potente cerré mis labios apretándolos en la mamada, detuvo mi cabeza levantándome la cara me besó diciendo: ¡Joder, solo esa mamada ya vale tu precio! Lentamente mientras lo besaba me bajé el pantalón junto al bóxer, saqué mis zapatillas y las prendas, subí mi camiseta pasándola por detrás de mi cabeza  quedándose sobre mis hombros, le fui bajando los pantalones a él hasta el suelo del coche, puse una pierna a cada lado de sus muslos frente a él quedando arrodillado y apoyando mi espalda sobre el volante fui descendiendo sobre su verga, que fue forzando mi entrada con un ligero dolor y placer al mismo tiempo, separé mis nalgas clavándome su polla hasta el fondo, los dos gemimos, levanté ligeramente mi culo dejándole tomar la iniciativa, sus manos sujetaban mis muslos por las ingles mientras me clavaba una y otra vez su polla tan dura y apetitosa mientras que su boca devoraba una tras otra mis tetillas, incliné mi cara sobre él y devoró mis labios con ferocidad gimiendo, entonces supe, que eso era hacer el amor, y llegó el éxtasis para ambos, manché su plano vientre con mi semen mientras él derramaba el suyo dentro de mí, gemíamos el uno en la boca del otro, notaba mi ano ardiendo apretando su verga hasta vaciarla.

Instantes después me incorporé pasando de nuevo a mi asiento y poniéndome la ropa, él hizo lo mismo los dos en silencio, arrancó el coche y volvimos al centro, me preguntó dónde quería ir y le di la dirección del motel, antes me entregó dos billetes de 50 euros, los doble poniéndolos en el bolsillo trasero, cuando paró me dijo: ¡No seas tan confiado, soy policía y podría haberte detenido por prostitución, pero me has caído bien, ve con cuidado! Bajé del coche despidiéndome de él, antes de entrar dijo: ¡Mi nombre es Troy! Los dos billetes doblados los dejé en el asiento y luego en mi habitación me percaté, que mi móvil debía haber caído de mi pantalón y seguramente estaría dentro del coche.

Al día siguiente por la mañana llamaron a mi puerta, era Troy sonriendo, me entregó el móvil enseñándome también los dos billetes, que yo rechacé, entonces me invitó a desayunar, hablamos largamente presentándome a Tony como su pareja, Troy se tenía que marchar y me quedé con Tony, que me invitó a la casa de ambos, pero antes de ir le conté lo ocurrido la noche anterior, Tony dijo, que ya lo sabía por boca de Troy, que no se ocultaban nada, Tony me cayó bien desde un principio, al llegar a su casa me fue desnudando, luego yo a él, me condujo al dormitorio y tuvimos sexo.

Su boca no descansaba nunca, lamía todo mi cuerpo y yo le hacía lo mismo, nos chupamos las pollas mutuamente en un perfecto 69 llenándolas con el semen del otro, mientras descansábamos dijo: ¡Ya me lo advirtió Troy, tu boca causa estragos, yo habría pagado el doble de lo que le pediste! Y nos besamos fundiéndonos en uno solo, Tony me puso boca abajo y me clavó su verga, los dos estábamos excitados de nuevo, entonces apareció Troy que se quitaba la ropa uniéndose a nosotros, se tumbó a mi lado besándome los labios con ardor mientras acariciaba el cuerpo de Tony, la follada de Tony me daba placer, pero cuando Troy se puso detrás de él clavando su ariete en su culo la polla de Tony pareció crecer en tamaño e intensidad, sudábamos pero tal placer era insuperable. Se deshizo el trio para cambiar, ahora Troy de rodillas con el cuerpo erguido, a su espalda Tony entrando en su culo y finalmente yo penetrando a Tony, era mi primera penetración, nuestras manos acariciaban el resto de los cuerpos, todos queríamos terminar soltando semen, pero nadie quería ser el primero y se fue alargando más y mejor, cambiamos de posición, Troy boca arriba, con las piernas separadas, yo entre ellas enterré mi verga, mi segunda penetración y a mi espalda Tony, que de un certero empujón se clavó dentro de mí, eso era sexo, lujuria y desenfreno, yo para no terminar pensaba en los latigazos del padre Lucas y el dolor de los golpes, pero me sentía a punto de estallar y se lo dije a Troy, hizo que saliera de su culo.

Entonces me hizo sentar sobre su polla inclinó mi cuerpo sobre su pecho y la polla de Tony comenzó también a entrar dentro de mi apretado culo uniéndose a la de Troy, tal doble invasión era dolorosa y placentera, mi pecho reposando sobre el de Troy y sobre mi espalda el pecho de Tony, ambos movían sus pollas constantemente entrando con autoridad dentro de mí, los tres jadeábamos y tras besarnos los tres mi polla estalló soltando mi semen sobre el cuerpo de Troy y uno a uno fueron vaciándose dentro de mí gimiendo, tras esa ardua batalla Tony dijo: ¡Ahora los tres estamos unidos por un vínculo muy especial, la amistad! Lentamente Tony sacó su verga y después Troy, éste me hizo sentarme sobre su cara y fue metiendo su lengua buscando el semen de ambos dentro de mí, Tony lamió mi semen sobre el cuerpo de Troy y juntos se lo limpiamos sin quedar rastro.

Desde ese día trabajo en sus locales ya sea en Barcelona o en la costa, creo que soy una persona de confianza y estoy feliz por haberlos conocido.


Troy hizo un gesto en su móvil y lo dejó sobre la mesa, Román preguntó: ¿No te has puesto en contacto con tu hermano y padres?  Marc dijo, que lo había intentado pero ya no vivían en el mismo lugar, se habían trasladado a Valdemoro, por la prensa y televisión había averiguado que su padre estaba implicado en casos de corrupción, prevaricación, blanqueo de capitales y más cosas, de su hermano Carlos Hugo ni rastro en las redes sociales. En ese momento aparecieron Jordan y Vadim, vestidos y recién desayunados, el primero dijo: ¿Nos hemos perdido alguna cosa? Troy se levantó cruzando su brazo tras el cuello de Jordan riendo respondió: ¡No quieras ser tan chafardero, que luego eres un cotilla! Vadim carraspeó riéndose y dijo: ¡Tenemos que hacer la conexión! Tony miró a Jordan preguntándole: ¿Estás preparado? ¡Será un poco duro, pero creo que lo debes hacer, por ti y por ellos! Fuimos todos al tercer piso, Román se quedó pasmado ante tanta pantalla y portátiles, Vadim ocupó su sitio frente al portátil y envió un wasap por el móvil instantes después recibió contestación y preparó todo vía Skype, Jordan se puso frente a la cámara y todos guardamos silencio, la conexión era con su hermana y sus padres en Polonia.

En la gran pantalla veíamos al matrimonio y su hija muy expectantes, Jordan carraspeó y comenzó a hablar en polaco lentamente diciéndoles: Buenas me llamo Jordan y soy íntimo amigo de su hijo, como uña y carne, él falleció en mis brazos de forma fulminante, pero nunca ha dejado de amarles y quererles, aquí se hizo un funeral en su memoria enterrando sus cenizas, siempre hablaba del amor que sentían por él y él también hablaba de todos con ternura y cariño, dentro de unos días les haré llegar un paquete con sus cosas.

Por las caras del hombre, la mujer y la joven caían lágrimas, lo mismo le pasaba a Jordan, le hicieron preguntas: Si lo había pasado mal todos esos años, si había comido lo suficiente, si lo habían maltratado para vengarse por no poder ofrecer más dinero y otras preguntas más, Jordan las fue respondiendo una a una con los ojos arrasados en lágrimas, cuando no dijeron nada más él añadió que estarían en contacto vía wasap, se despidió dándoles el pésame y muchos abrazos reconfortantes, luego finalizó la conexión, Jordan estalló en sollozos cubriéndose el rostro, Troy y Tony lo llevaron a nuestro piso yo fui tras ellos, entramos en nuestro dormitorio se tumbó y yo con él intentando consolarle.

Dos semanas más tarde en todos los medios aparecieron varias noticias, una sobre unos hermanos italianos muy ricos, que habían sido tiroteados el salir de su mansión se suponía, que tenían trato con la mafia italiana. La otra era una extensa redada hecha por la Europol conjuntamente con el servicio secreto italiano, que al unísono habían desmontado una red de trata de armas, droga y prostitución de menores, liberando a decenas de chicos y chicas retenidos contra su voluntad, durante la redada habían habido disparos siendo alcanzados algunos guardaespaldas y Yoram el jefe de la banda resultó muy malherido, muriendo horas después en el hospital, en las noticias dijeron que también habían participado los servicios secretos de varios países más.

En un pueblo de Polonia ya había llegado un grueso sobre acolchado y un cheque con un importe de 300.000 euros, unas fotos de Waldeck solo algo antiguas, otras en grupo siempre sonriente y feliz las fotos de los últimos años, pero había una con su aspecto actual, junto a una carta escrita por él, para que usaran el dinero con mesura y para los estudios de su hermana, se despedía de ellos con mucho amor. Lo que ignoraban era la procedencia del dinero, les aseguraba que era legal y había trabajado por ello, el dinero era de la venta de los diamantes del tanga olvidado.

Todo parecía ir bien, Tony tenía a Troy, Román tenía a Marc, Nico estaba con Pol, Rubén con Mario, los chicos del tercer piso estaban juntos y yo tenía a Waldeck-ahora Jordan- y de vez en cuando se nos unía Vadim.


En su habitación, de un barrio acomodado de Madrid, un joven de 17 años y medio, escuchaba en su móvil una larga confesión, su cara demudada y por su cara resbalaban lágrimas de forma continua…