90 minutos...

Nos tumbamos de costado para dormir unas horas, ya eran las 6 de la madrugada, creo que habían pasado 90 minutos de sexo, sujeté la verga de Waldeck enterrándola dentro de mi ano,

90 MINUTOS…

90 minutos es lo que dura una buena peli porno en Internet.


Estoy con la espalda apoyada en el cabecero de la cama, con los cascos puestos y mirando atentamente la pantalla de mi portátil, la parte del resto de mi cuerpo está cubierto por la sabana, llevo puesto solamente un bóxer, miro rápidamente a la otra cama y veo a mi hermano durmiendo de costado plácidamente, tiene dos años menos que yo, pero no nos parecemos mucho, yo soy delgado como un palo y él algo más bien formado para su edad, pero sumamente tímido. Muevo el dedo sobre el teclado desplazando y busco otra cosa, el porno de parejas me aburre y no me pone cachondo, lo mismo me ocurre últimamente con Sara, la chica del cole con la que salgo, a pesar de manosearnos y besarnos ni me empalmo, solo espero llegar para conectarme y mirar porno, pero cada vez más me gusta el porno gay, con ése me empalmo al momento y mi verga se endurece hasta casi reventar el bóxer, después acabo pajeándome hasta terminar. Mientras estoy masturbándome miro la bonita cara de mi hermano y entonces mi mano se llena de semen mientras me muerdo el labio para evitar mis gemidos. Me limpio con papel de cocina a modo de servilletas mientras suspiro lentamente, espero que nuestros tíos, que duermen al otro lado de la pared no lo hayan oído.

Y susurro- nuestros tíos- realmente Tony sí es nuestro tío sanguíneo, pero está casado con el atractivo Troy, por lo tanto ambos son tíos nuestros, todo el verano pasamos las vacaciones en su casa mientras nuestros padres se van de viaje y descansan del trabajo y de nosotros a pesar que ambos son visitadores médicos, debido a sus constantes viajecitos apenas nos ven y nosotros pasamos muchas horas en casa de nuestros tíos aunque a veces nos dejan solos algunos días, su casa linda con la nuestra y ellos tienen un bar musical.

Ahora recuerdo, cuando empezó a gustarme el porno gay, antes disfrutaba frotándome con Sara mientras nos besábamos, incluso cuando me chupaba la polla y yo la calentaba con mi boca saboreando todo su cuerpo, mis dedos le producían orgasmos incontrolados, un día mientras me chupaba la polla con insistencia metió uno de sus dedos en mi culo penetrándome con él, ése día casi la ahogo con tanto esperma llenándole la boca. Esa noche entré de forma sigilosa en casa de mis tíos y cuando iba al dormitorio que comparto con mi hermano Nicolás pasé por delante del cuarto de baño, la luz estaba abierta al igual que la puerta y mirando al interior los vi. Mi tío Tony con sus brazos extendidos apoyando las manos sobre la pared de baldosas, una de sus piernas dentro de la bañera y la otra doblada apoyando su pie en el borde de la bañera, detrás de él Troy empujaba su gran polla dentro del culo de Tony mientras sus manos le acariciaban el pecho y el cuerpo por todos lados, su boca besaba la nuca , el cuello y le mordisqueaba los hombros, ambos gemían quedamente, realmente la visión de esos dos cuerpos follando me excitó, yo continué mirando bastante rato hasta que Troy sacó su verga tras unos buenos empujones,  soltando su semen sobre el trasero de Tony mientras que su mano le masturbaba con furia, solamente vislumbré las salpicaduras del semen sobre las baldosas de la pared, Tony se dio la vuelta y mientras acariciaba a Troy se besaban de una manera casi feroz, mi verga tan dura ante esos besos ardientes comenzó a soltar semen dentro de mí bóxer y entonces me escabullí a nuestro cuarto, me desnudé rápidamente acostándome desnudo, más tarde limpié mi corrida. Por cierto mi nombre es Miguel (Mike) y tengo 16 años.

Miro a mi hermano, que duerme de costado y veo toda su espalda desnuda mi vista la resigue desde la nuca hacía abajo y de pronto veo que no lleva ningún calzoncillo, la sábana apenas le cubre la mitad del trasero y esa visión me vuelve a excitar, casi sin darme cuenta-como un sonámbulo- me cuelo en su cama poniéndome de costado detrás de su espalda, él debe haber notado mi presencia ya que deja un poco más de espacio para que yo me acomode pero yo vuelvo a acercarme a su cuerpo y pongo una mano sobre su brazo que descansa sobre la cama acariciándole, debe notar el palpitar de mi polla contra su culo, entonces mueve la pierna que estaba encima de la otra y la dobla como un cuatro, la raja de su culo está frente a mí como dispuesta, levanto la mano cogiendo saliva de mi boca en bastante cantidad y la paso por mi verga mojándola completamente, sujeto mi verga y la dirijo a su ano froto una y otra vez mi capullo sobre su rosado agujero mientras ejerzo algo de presión, pasado un buen rato mi capullo se desliza dentro ligeramente, su culo prieto me causa estremecimiento de placer, empujo un poco más y poco a poco mi polla va entrando y ¡Oh Dios, me estoy corriendo sin terminar de penetrarlo hasta el fondo! Retiro mi verga y sale parte de mi semen, ahora froto mi fluido sobre su ano algo dilatado y vuelvo a penetrarlo de nuevo, entonces el brazo de Nico se mueve poniendo su mano sobre mi nalga empujándola contra él y me clavé totalmente dentro de su culo, besé su nuca y mordisqueé su hombro, giró su cara ofreciéndome una gran sonrisa y sus labios buscaron los míos, me gustó su calidez al tiempo que me sorprendió la forma de besarme, lo hacía con tanta intensidad y yo respondí al mismo deseo fundiéndonos en uno solo, mi verga creció de nuevo dentro de tan apretado culo, mi mano pasó sobre su pierna agarrándole su verga tan dura como la mía aunque un poco más grande y gruesa, me gustaba sentir su tacto, su palpitar al apretarla, mi dedo acariciaba el agujerito con gotas de placer acariciando su grueso capullo.

Estaba muy a gusto dentro del culo de Nico penetrándolo, pero le debía satisfacer también a él, siempre sería mi primer hombre, saqué mi verga de su culo y me tumbé boca abajo-como en algunas pelis gay- sobre la cama instándole a subirse sobre mi espalda y eso hizo, mojó su gruesa verga llenándola con saliva y escupió entre mis nalgas frotando sus dedos sobre mi agujero y lentamente fue metiéndolos dentro de mí ¡Joder, dolía un montón! Pero él continuaba metiendo sus dedos, parecía que lo había hecho mucho antes y el dolor fue a menos. Entonces noté su peso sobre mi espalda y su verga entrando con fuerza, enterré mi boca sobre la almohada mordiéndola para no gritar de dolor y mis manos también la apretaban con fuerza, notaba un dolor intenso y sus huevos contra los míos, estaba bien ensartado por su polla y la hacía palpitar dentro constantemente, poco a poco mi ano se fue relajando, besó mi nuca, mordisqueó mis hombros, al girar mi cara me besó con la misma intensidad que momentos antes, mientras sus manos separaban mis nalgas y empujaba de nuevo su verga, suspiré con fuerza, comenzó a follarme lento al principio, pero poco a poco con más ansiedad, me hizo levantar mi culo quedando apoyado sobre las rodillas, Nico sujetaba mis caderas mientras entraba y salía de mi culo ¡Que sensación de placer! Lentamente fue levantando mi cuerpo quedando ambos de rodillas, sus manos tan suaves acariciaban mi pecho y descendían hacia abajo, finalmente sujetó mi polla, que estaba atormentada de lujuria y placer, dura como una roca, su mano me masturbaba al mismo tiempo que me penetraba, por mi cuerpo recorrían escalofríos de tanto placer, quería que durara para siempre, pero Nico arremetía cada vez con más intensidad y gimiendo noté que me llenaba el culo con su semen, el calor del mismo hizo que yo soltara el mío mojándole la mano y parte de la sábana. Nos tumbamos sobre la cama muy juntos con su verga todavía clavada dentro de mí, giré la cara diciéndole: ¡Nico, perdóname, por haberte penetrado, sin pedírtelo! Él rio respondiendo: ¡Mike, perdóname por seguir con mi polla dentro de ti! Y ambos reímos.

Sacó su verga de mi culo, yo me puse boca arriba suspirando de placer, él de costado a mi lado mientras su mano se deslizaba sobre mi verga y los huevos acariciándolos, acto seguido sus dedos entraron dentro de mi dilatado ano, subió esos dedos chupándolos con deleite y volvió a meterlos de nuevo, mi cadera notaba su nueva erección, lo miré y él se encogió de hombros siempre sonriendo, movió su cuerpo poniéndose entre mis piernas separándolas mientras sus ojos me miraban sujetó su verga y la clavó de nuevo dentro de mí, gemí, gemí y gemí, lujuria y placer me llenaban, notaba su polla muy adentro y palpitando con fuerza, pero más excitante era ver su bonito rostro de viciosillo, que se acercaba al mío y lamía mis labios metiéndome la lengua dentro de mi boca, me absorbía, me devoraba, me quería, me sentí realmente amado mientras su polla me penetraba una y otra vez con suma insistencia, mi verga temblaba entre ambos cuerpos, notaba gotas de placer resbalando por mi capullo, levantó su cuerpo poniendo sus dos manos sobre mi polla frotándola como si fuera a sacar fuego ¡Que gusto! Luego la sujetó con fuerza y me masturbaba hasta notar su mano chocar contra mis huevos, yo cada vez gemía más y más, su otra mano metía sus dedos dentro de mi boca para acallarme y yo le chupaba los dedos, un escalofrío me recorrió de nuevo desde los dedos de los pies subiendo por las piernas hasta la rabadilla y mi polla estalló en grandes chorros de semen mojándonos a los dos, pero mi hermano menor continuó masturbándome al mismo tiempo que su verga volvía a llenarme el culo con su semen, su cuerpo temblaba del placentero esfuerzo, su cuerpo se deslizó sobre el mío y lo abracé con fuerza, nos miramos, nos besamos, apagué la luz-  habíamos estado casi 90 minutos- y nos dormimos.

Por la mañana me dolía todo el cuerpo, el culo me ardía había ido al baño a evacuar varias veces con diarrea, mi hermano se cachondeaba diciendo que era por su semen dentro de mi culo y se reía a placer, aunque él también tuvo que ir al baño por el mío en el suyo, al quedarse dormido sobre mis piernas abiertas como si fuera una rana boca arriba ahora las ingles me dolían bastante al caminar, al hacerlo parecía un viejo con artritis y eso me hizo sonreír, casi al instante recordé la noche de sexo con Nico.

Hemos ido hoy al colegio a recoger las notas- espero que ambos las tengamos buenas- nos encontraremos cerca de la salida exterior cerca del campo de atletismo, algunos compañeros y Sara me han entretenido demasiado y Nico me estará esperando mucho rato, cuando llego junto a la pista de atletismo veo que sale del otro extremo con un chico de mi edad, que le sujeta con la mano sobre el hombro, mi hermano va cabizbajo, el otro habla constantemente, acelero el paso y casi llegando junto a ellos oigo, que el mayor suelta: ¡No te lo tomes así…! Yo le grito: ¡Deja en paz a mi hermano y no  continúes haciéndole “bullying”! Nico comenzaba a hablar y le dije: ¡Tú calla, que sé cómo se comportan con los más jóvenes, a mí me pasó igual! El otro joven mirando a mi hermano se marchó tranquilamente, entonces miré a Nico preguntándole si estaba bien, él asintió con la cabeza, le pregunté por sus notas, respondió: ¡Bien! Suspiró añadiendo algo enfadado: ¡Pol, me ha defendido varias veces frente a otros de su edad, cuando tú no estabas!

-Yo dije: ¿Pol? Mientras giraba mi cara viendo como el joven se alejaba, pensé- el chaval está cachas- Y de lejos grite: ¡Gracias Pol y perdóname! Él levantó el brazo a modo de saludo y siguió su camino.

Nico dijo: ¡Se llama Paulo, pero quiere que le llame Pol! Giró su cara viendo cómo el otro se alejaba definitivamente y entonces sonrió diciendo: ¡Mike gracias, pero parecías un galgo afgano ladrándole a un rottweiler! Yo repliqué: ¡Y tú parecías un mini pinscher regodeándose! ¡Vamos que llegaremos tarde! Esa tarde nos íbamos los cuatro a la casa de nuestros tíos casi frente a la playa, yo recordaba del año anterior, que la casa era muy impresionante y con piscina, pero a principios de año la habían alquilado, comprando un edificio de tres plantas y un local debajo, que transformaron en bar musical, era una lástima no tener la piscina, pero la playa estaba muy cerca, solo se tiene que cruzar el Paseo Marítimo.

Nico ha estado todo el rato con los cascos puestos, me sentía ignorado, sus notas habían bajado un poco, las mías muy buenas pero los dos pasábamos de curso, yo pensando en eso no respondí a la pregunta de Troy, que la repitió de nuevo: ¿Te gustaría echar una mano en el tugurio? Yo respondí afirmativamente, metieron el coche en el parking del edificio y subimos al primer piso, nos dio dos llaves diciendo, que nosotros estaríamos en esa planta junto con el encargado del bar, el piso es bastante grande tres habitaciones con camas grandes, un baño completo, un aseo con ducha de chorros y un salón comedor que comunica con la cocina americana y un balcón que da a la calle por encima del local, muy moderno todo, elegante y un televisor de 60” además de varios mandos para juegos. Nico escogió una de las habitaciones más cercanas a la entrada, yo miré la siguiente al estar vacía dejé mis cosas allí, miré en la otra habitación abriendo con cuidado, tumbado sobre la cama un joven desnudo boca abajo descansando, pensé ¡Menudo cuerpo y que culo tan hermoso! Cierro de nuevo y recorro el resto del piso asomándome al balcón, por la calle pasa bastante gente, unos van a la playa y otros se marchan, es una calle de mucho paso. Entro de nuevo y voy a mi cuarto, al pasar por delante del aseo aparece un joven de unos 24 o 25 años con una toalla enrollada en su cintura, me mira y tiende su mano diciendo: ¡Soy Marc, el encargado del bar! Estrecho su mano y respondo: ¡Yo soy Mike y mi hermano menor Nico está en su cuarto! El joven no es especialmente guapo, pero tiene una sonrisa que rejuvenece su rostro dándole un aire interesante y muy juvenil, abre la puerta de su cuarto y tirando del pie del joven dormido dice: ¡Waldeck, es hora de vestirse! El joven durmiente gira su cara gruñendo ¡Por Dios que hermoso, su cara hace honor a su cuerpo! No salgo de mi asombro, el joven Waldeck se levanta sin pudor y pasando entre nosotros desnudo entra en el aseo, mientras Marc se está vistiendo, al poco aparece de nuevo Waldeck secándose la cabeza con la toalla, Marc me señala diciendo mi nombre, él me mira a los ojos estrechando la mano mientras su otra mano frota la toalla en su corto cabello, continua totalmente desnudo, por su cuerpo se deslizan gotas de agua y mirando hacia el suelo veo su verga relajada descansando sobre sus huevos debe medir unos 22 o 23 centímetros, entonces se percata de su desnudez y se cubre con la pequeña toalla, yo dije: ¡Ya no hace falta! Y sonrío, ellos también.

Minutos después Tony y Troy llaman a la puerta diciendo que nos esperan abajo en el local, mis nuevos conocidos bajan y yo llamo a Nico, está liado con el móvil y dice: ¡Voy a mear y te acompaño! Entra en el baño y su móvil suena la señal del wasap, aprieto el botón y leo: ¡Cary pronto nos veremos, besos! El mensaje era de Pol, dejé el móvil en el mismo sitio y salí a esperarlo junto a la puerta, cuando Nico apareció a  mi lado leía sonriente el mensaje, bajamos al bar de nuestros tíos. El bar estaba a tope de gente incluso la terrazas, la interior y la de la calle, la música era muy buena, en la barra tres camareros y dos sirviendo en cada terraza, además Marc el encargado, que también ayudaba donde hacía falta, todos llevaban pantaloncito corto y camiseta de tirantes, creo que de todos el más joven era Waldeck, la gran mayoría de clientes eran chicos de todas las edades, alguna que otra chica iba en algún grupo, Troy me preguntó: ¿Te atreverás a estar al pie del cañón, como ellos? Yo sonrojándome dije: ¡Necesitaré apoyo de ellos! Nico a nuestro lado dijo: ¡A mí me gustaría! Pero Troy dijo: ¡Eres demasiado joven, tu hermano puede pasar por algo mayor, por su estatura, aunque tú por el físico! Eso lo hizo feliz y dejó de refunfuñar, me acerqué a Marc preguntándole si les echaba una mano para practicar un poco, me hizo seguirle y del almacén tomamos unos barriles de cerveza llevándolos detrás de la barra, me enseñó a cambiarlos y a llenar bien las jarras y copas del líquido ambarino, me presentó a los tres camareros de la barra, uno era Diego de piel algo morena, cachas, venezolano con algo más de 20 años, después estaba Sergio con el cabello casi rapado, debía tener unos 27 o 28 con barbita muy arreglada y un poco de pluma, el otro era Roberto un poco entrado en carnes pero se movía con agilidad, el camarero de la terraza interior era Waldeck y de la exterior un joven rubito, Juanjo (JJ) que se desplazaba como una anguila entre la gente riendo y coqueteando con todos, la gente respondían a sus chanzas.

Estuve llenando cerveza una tras otra a medida que pasaban las comandas, ayudé a preparar bocadillos fríos e incluso a preparar algunas copas. A la hora de cerrar Marc, me dijo, que me fuera a dormir, que ellos recogerían todo, pero yo estaba sin sueño y decidí quedarme a echarles una mano, el local quedó limpio del todo y las cámaras llenas para el día siguiente, finalmente subimos al piso, Marc entró en su cuarto, yo fui al mío, pero al poco salí no podía dormir, estaba algo excitado por mi primer trabajo y tumbado sobre el sofá me encontré a Waldeck, que no dormía, le pregunte de forma inocente porque no dormía en la habitación de Marc, como a la tarde, entonces dijo, que se acostaba en mi cuarto, pero ahora dormiría allí, menos cuando Marc no estaba en el suyo entonces se echaba en su cama, yo le dije, que si le apetecía podía dormir en mi cama, que yo siendo tan delgado apenas me movía y sobraba cama de sobra, finalmente le convencí y nos retiramos a nuestro cuarto.

Al meterse en la cama Waldeck se quitó la toalla de su cintura diciendo: ¿No te molesta que me acueste desnudo? Yo respondí, que no tenía inconveniente, él añadió: ¡A mi verga no le gusta estar aprisionada por nada y es más saludable dormir desnudo! Cubrió su cuerpo con la sábana, yo hice lo mismo y ya dentro de la cama me quité el bóxer, le pregunté cómo hablaba tan bien el castellano y empezó comentando:

Cuando tenía pocos años unos familiares de mi padre iban a Roma a ver el Vaticano, insistieron en llevarme con ellos para ver al Santo Padre y mis padres accedieron, somos de un pequeño pueblo de Polonia, pero terminada la visita me encerraron en un cuarto pequeño con un colchón en el suelo diciéndoles a mis padres que me había extraviado y necesitaban algo de dinero para buscarme, pasados unos meses cuando ya no pudieron enviar más, comenzaron a usarme sexualmente abusando de mí constantemente y después venían clientes para lo mismo, así fui pasando de un lugar a otro terminando en Ibiza, allí me escapé camuflándome en un ferry que venía a la península escapándome de ellos, aquí conseguí trabajo en la construcción y la documentación, de esta manera aprendí bien el idioma, pero con la crisis, me quedé sin trabajo, haciendo autostop y andando con mi mochila terminé aquí, casi sin dinero y con hambre, seguí a la gente que bajaba del tren buscando en algunas papeleras por si habían tirado algo, finalmente pase por delante de las terrazas de los bares, en uno había en la mesa un trozo de bocadillo que se habían dejado, me acerqué para cogerlo y un joven del local se puso a mi lado me pregunto: ¿Tienes hambre? Yo respondí de manera afirmativa y me hizo pasar a la barra, me sirvió un refresco y un gran bocadillo, le dije, que no podía pagarlo, él me dijo que él me invitaba, me puso otro refresco y sacando dinero de su cartera lo puso en la caja, a continuación me ofreció trabajar en el bar sirviendo copas y dormir en un sofá en el piso de arriba, era Marc, nunca pidió nada a cambio y yo desde entonces me he esforzado en trabajar lo mejor que puedo para devolverle el favor y su confianza en mí, días después me dijo que había hablado con los dueños del local y accedían para hacerme un contrato de trabajo, así supe que él era el encargado y hoy he conocido a los jefes Tony y Troy que me han felicitado por el trabajo bien hecho.

Y ahora tú sin conocerme, me cedes un sitio en tu cama. Acercó su boca a la mía besándome los labios suavemente, me recordaba una gota de rocío sobre una rosa, entonces le pregunté: ¿Pudiste hablar con tus padres? Él contestó, que sí, pero no les contó lo de las violaciones y la práctica de sexo, solamente les informó, que los familiares querían sacarles el poco dinero a modo de estafa. Con suavidad Waldeck tiró de mi mano colocándola sobre su corazón, que latía con suma fuerza continuó tirando de la mano obligándome a poner mi desnudo cuerpo sobre el suyo y entonces dijo: ¿Y tú cómo llevas todo?

Entonces fui contándole, la entrada en el nuevo colegio, años atrás y los malos ratos pasados por mis compañeros      , concretamente el día que me pusieron de rodillas con la cabeza metida dentro de la taza del WC, la apretaban por el cogote y soltaban el agua de la cisterna, otros me sujetaban para que no me moviera, me bajaron el pantalón metiéndome el mango de la escobilla por el culo, causándome gran dolor y sangre, estuvieron bastante rato metiéndomelo, lo más horrible fue, que cuando se fueron dejándome tirado sobre la taza miré mis pantalones, que estaban llenos de semen, me había corrido con “aquello” metido en mi culo, para mí fue algo bochornoso. Luego le conté, que hacía un año que salía con Sara y que ella comenzó a meterme los dedos en el culo y cuando nos encontramos para recoger las notas, me dijo, que se iba a Londres de vacaciones y que lo nuestro se había terminado, que no le apetecía estar atada y quería divertirse más junto a sus amigas. Finalicé contándole lo ocurrido con mi hermano menor Nico y mis sospechas en su relación con el joven Pol.

Durante todo mi relato Waldeck acariciaba mi espalda, sus cálidas manos descendían hasta mis nalgas, ahora las masajeaba separando los cachetes mientras sus dedos acariciaban mi agujero de forma insistente, una de sus manos me separó un poco las piernas y entre ellas buscó su verga apoyándola sobre mis huevos mientras su verga se hinchaba cada vez más y más, la mía hacía rato que babeaba sobre el plano vientre del joven Waldeck, sus labios cerca de mi oreja decían: ¡Tú vida tampoco ha sido sencilla! Mordisqueó el lóbulo de la oreja y besó mi cuello, buscando después mis labios, sus besos primeros suaves después devoradores, mis sentidos estaban excitados al máximo, él movía su pelvis hacia arriba frotando su gran verga contra mis piernas y los dedos de sus manos continuaban abriendo mi ano que palpitaba de forma continuada, esos besos y sus dedos me daban tal placer que gemí y de mi verga salió semen mojando nuestros cuerpos, enterré mi cara entre el cuello y cabeza apesadumbrado por tan triste final, él levanto mi cara besándome los ojos y volvió a devorar mi boca, sobre mis huevos notaba el líquido seminal de su polla, que de forma acariciante rozaba mi ano, su mano la sujetaba frotándola con mi agujero. En una de mis palpitaciones apreté mi cuerpo sobre el capullo que fue entrando con dolor, separé mis piernas apoyándome sobre las rodillas levantando mi cuerpo mientras apoyaba mis manos sobre la cama, tal acción mientras empujaba mi culo sobre esa enormidad de verga que entró un poco más, yo me mordía los labios para no gritar ni gemir ante el dolor continué subiendo mi cuerpo hasta estar en vertical, sentado con parte de la verga dentro, tomando una bocanada de aire fui sentándome mientras mi culo se abría para recibir tan majestuosa polla, yo miraba los ojos de preocupación de Waldeck, intenté sonreír, pero el dolor era muy intenso, me separé un poco hacia arriba dejando caer definitivamente mi culo sobre la totalidad de la polla, mis huevos se apoyaban sobre el vientre de Waldeck, éste estiró sus manos cogiendo las mías cruzando nuestros dedos, ése gesto me daba fuerzas y lentamente fui cabalgando sobre su verga, él empujaba su pelvis hacía arriba clavándomela más al fondo.

Ahora ya no dolía tanto comenzaba a sentir placer, puse mis brazos hacía atrás apoyando las manos sobre sus fuertes muslos y dejando mi cuerpo algo más levantado, ahora él se movía con precisión y celeridad penetrándome con fuerza, mi verga estaba dura de nuevo, sus manos sobre mis caderas marcaban el ritmo de la cada vez más acelerada penetración, notaba su dura fuerza, él gemía yo también, con mis manos separé las nalgas clavándome su polla bien adentro y entonces mi polla estalló por segunda vez mojando su pecho con mi semen, mientras yo me corría, le dio tal placer, que notaba su semen entrar dentro de mi ano llenándome de verdadera satisfacción, los dos gemíamos de lujuria y yo trotaba sobre su verga sin importar el dolor, solamente el mutuo placer, él apoyó su mano sobre mi corazón, que latía desaforadamente y se llevó la mía sobre el suyo, que también palpitaba con fuerza, incliné mi cuerpo sobre el pecho de él y buscó mi boca, nos besamos con amor mirándonos a los ojos, por mi parte quería gritar ¡Te quiero! Pero mis labios de momento se negaban a decirlo en voz alta.

Nos tumbamos de costado para dormir unas horas, ya eran las 6 de la madrugada, creo que habían pasado 90 minutos de sexo, sujeté la verga de Waldeck enterrándola dentro de mi ano, él pasó sus brazos abrazándome mientras me besaba el lateral del cuello mientras susurraba: ¡Kocham cie! ¡Kocham cie! No sabía su significado pero debían ser palabras cariñosas por el tono de su voz, yo me encontraba bien entre sus brazos, como protegido de todo, su boca apartó el cabello de mi nuca y puso sus labios sobre mi parte trasera del cuello justo más atrás de mi oreja y comenzó a besarme con fuerza absorbiéndome, notaba su verga hinchándose de nuevo dentro de mí, crecía con intensidad parecía que me llegaba al estómago, yo gemía ante ese arranque de lujuria y apretaba mi ano palpitante mientras meneaba el culo como si fuera una batidora, él sacaba parte de su verga clavándola de nuevo, sus dedos frotaban y apretaban mis tetillas, Waldeck aceleraba cada vez más y gimiendo junto a mi oído llenó de nuevo mi culo con su semen, giré mi cara y nos besamos, su mano me masturbaba, pero le dije que parara ya que tenía que ir al baño con urgencia, besé sus labios y fui al WC.

Después de evacuar y ducharme miraba mi cuerpo en el gran espejo del baño y mirándome era consciente, que yo no tenía un hermoso cuerpo, demasiado delgado parecía una tabla de planchar, mi polla tampoco era imponente, más bien normalita, mi culo sí estaba duro y respingón, mi cara no estaba del todo mal, el cabello largo por debajo de mis hombros le daban un toque especial, me recogí el cabello para ver mi rostro sin tanto pelo y entonces vi un chupetón en el cuello detrás de mi oreja, con el cabello suelto no se veía, antes de salir pensé que no había en mí nada atractivo para que Waldeck se hubiera acostado conmigo, como diría mi hermano Nico ¡Siempre eres tan negativo!

Cuando volví, él estaba dormido me acurruqué a su lado y  me abrazó, me quedé como un tronco. Abrí los ojos soñolientos al notar el frescor de unos labios sobre mi frente, era Troy que me decía: ¡Nos vamos con Nico a la playa, descansad un poco más! Añadió: ¡Dejo unas cosas por prevención! Me froté los ojos mirando sobre la mesita de noche, allí había un montón de preservativos y una botella de lubricante junto a un kit de limpieza anal, sonreí, el sol entraba entre las ranuras de la persiana, apoyé la cabeza sobre la almohada quedándome dormido de nuevo, cuando desperté de nuevo el otro lado de la cama estaba vacío, me levanté y me di una ducha rápida, fui a la cocina y allí estaba Waldeck desayunando, me dijo que el mío estaba preparado se levantó poniéndomelo sobre la mesa, me senté y él me besó los labios diciendo: ¡Buenos días! Entonces entró Marc repitiendo ¡Buenos días! Se preparó un café con leche mirándonos soltó: ¡Me he perdido algo…! Nosotros dijimos: ¡Nooo, nada! Y soltamos una risotada. Ése día y los siguientes trabajé con ellos en el bar, pero salía antes de cerrar, Waldeck se acostaba conmigo y cada noche teníamos sexo, yo recordaba las pelis porno y hacía lo posible por complacerlo más, mi boca se dilataba tragándome su buen trabuco, también lamía su ano que le hacía gemir, lo mismo cuando era él quien me lo hacía a mí penetrándome después a placer, cambiando de posturas a veces algo increíbles, pero el placer  nos llegaba juntos, los besos eran ardientes y nuestros labios quedaban hinchados de tanto morreo. Nos levantábamos más temprano y acompañábamos a Nico, Tony y Troy a la playa tomando largas sesiones de sol y baños en el mar, a veces íbamos solamente con Nico.

Waldeck me comentó, que le parecía que Marc estaba encaprichado con alguno de nuestros tíos y observándoles a los tres juntos, pensé que mi compañero de cama tenía razón, Marc parecía embobado frente a ellos y por Waldeck y los otros camareros Marc nunca salía con nadie conocido, pero era muy bueno como encargado, rígido pero justo con todos y llevaba muy bien el local.

Algunos días más tarde nos encontrábamos en la playa, Waldeck, Nico y yo cuando apareció Pol con dos amigos más del colegio, a Nico se le encendieron los ojos, Pol dijo: ¡Hola chicos! Mirándole pregunté: ¿No ibais de acampada? Pol sonriendo dijo: ¡Sí, pero estamos en el camping de las afueras, pero allí hay muchas familias y nada de intimidad! En ese instante había llegado Tony con Troy y oyendo el último comentario dijo: ¡Podrías quedaros a dormir en el piso, hay sitio de sobra! Yo me extrañé ante tal proposición, pero no hice ningún comentario, Waldeck me miró sonriendo ligeramente, tendieron sus toallas junto a las nuestras, les presentamos a todos y entraron en el agua, Nico fue tras ellos, en el mar jugaban cómodamente como críos, los otros amigos eran Rubén y Mario, siempre estaban con Pol, eran de mi clase, entre ellos siempre había una complicidad o sería algo más, eso me preguntaba mentalmente, me extrañaba que Waldeck estuviera constantemente pendiente de mí teniendo a todos esos jóvenes fuertes, vigorosos de cuerpos esculturales embutidos en bañadores de competición marcando buenas pollas, a mí me llamaban la atención, pero él apenas los miraba. Al mediodía los chicos con Pol y Nico fueron al camping a recoger sus bártulos y después aparecieron en el bar, subieron al piso superior con Marc y Nico. Era sábado y por la coche el local estaba a tope, yo ayudé fuera de la barra recogiendo copas, jarras y platos, para lavarlos después, era tal la faena que también servía copas.

Una de las veces llevé bebidas a nuestros amigos sentados a una mesa algo apartada, mientras ponía las bebidas, Mario acariciaba mi trasero de forma sexual moviendo su dedo frotándome la nalga y Rubén puso su mano sobre mi muslo de forma acariciante, debían estar bebidos o fumados, ya que en el cole apenas me dirigían la palabra, pero esos toqueteos me producían una excitación inusual, me hacía sentir atractivo sexualmente, al volver a la barra Waldeck comentó: ¡No me gusta que te metan mano, aunque sea de broma, eso te rebaja! Yo sabía a lo que se refería, que no me tratasen como a un chico fácil o chico de la calle.

Esa noche Pol se acostó en la cama de Nico, Mario y Rubén en la cama que usaba habitualmente Marc, éste dormía en el piso de arriba con Troy y Tony. Cuando subió Waldeck se tumbó a mi lado, parecía agotado acaricié su pecho, me sonrió mi mano fue bajando se forma acariciante y abarqué su enorme verga, que fue creciendo ante la presión de mi mano, mi boca succionó su tetilla y fui descendiendo mojando su cuerpo con mi lengua, al llegar mi boca junto a su entrepierna soplé sobre su vello púbico enterrando mi nariz sobre esa zona oliendo su aroma varonil, me excitaba enormemente su aroma, me puse entre sus piernas y mientras sujetaba su polla mi lengua se paseaba por sus huevos y los chupaba uno tras otro oliendo su entrepierna, la verga cimbreaba entre mis dedos con fuerza mi boca se puso sobre su capullo, potente, terso y suave entre mis labios, él soltó un gemido y lentamente fui chupando con pasión a continuación bajaba mi cabeza tragándome poco a poco su polla, cada vez encontraba la manera de tragármela casi entera, mi campanilla rozaba su glande suave, mi otra mano acariciaba mi verga mientras él acariciaba mi cabello apretándome con suavidad la cabeza sobre su verga ¡Qué delicia! Levanté sus piernas dejando su agujero frente a mi boca, fui pasando mi lengua por encima dejando un reguero de saliva, mordisqueaba a su alrededor, ahora sus dos manos apretaban mi cabeza forzándome a chuparle esa zona con más intensidad, notaba su ano palpitante, se contraía cada vez más rápido, entonces me llegó su voz suplicante ¡Fóllame Mike, por favor penétrame, fóllame! El tono de su voz me enardecía, iba a coger un preservativo, pero me detuvo diciéndome: ¡Quiero que sea sin nada, quiero sentir tu polla dentro!

Incorporando mi cuerpo comencé a penetrarlo, gimió y yo también, mis manos sujetaron sus tobillos mientras mi verga lo traspasaba una y otra vez ¡Era la primera vez que lo penetraba, que placer! Doble mi estrecho cuerpo sobre su polla, que él tenía en su mano y mientras lo follaba chupaba parte de su verga, tan dura, tan tiesa ahora debía medir cerca de los 27 centímetros, Waldeck movía su culo contra mi polla mientras yo succionaba con fuerza la suya, oía sus gemidos y su cuerpo dio una sacudida al tiempo que derramaba su semen entre mis labios, al notar su sabor apreté mi verga en su culo derramando mi semilla en su interior, mi verga temblaba dentro soltando mi semen y yo me tragaba los restos del suyo dejando su verga limpia. Cuando salí de su interior agaché mi cara chupando su ano penetrado lamiendo mi propio semen, su ano se abría y cerraba sacando todo mi semen mientras metía mi lengua dentro de su ano, después me tumbé sobre su cuerpo buscando su boca, nos fundimos en un sabroso beso compartiendo mi semen mientras nos devorábamos la boca uno al otro.

Mientras descansábamos oíamos ruidos y cuchicheos en las otras dos habitaciones, entonces le dije a Waldeck: ¿Crees que Marc se acostará con Tony y Troy? Mi compañero dijo: ¡Marc es muy discreto y tímido en eso, no se…! Miró la hora soltando: ¡Hora y media, casi 90 minutos!

Continuará.