9. Anécdotas… – Quinceañeros.

Describiendo la vida de estos chicos a una edad muy especial...

NdA: ¡¡¡HOLA MUCHACHOS!!! Como le prometí a los que preguntaron... aquí está la novena parte, quiero dedicarle este capítulo a una personita muy especial que está cumpliendo años hoy... él sabe quién es... y si por casualidad alguien más cumple éste día... (((25 de septiembre))) pues también se lo dedico, Jajajajajaja...

Panita para ti.

PS. Disculpen lo largo del capítulo, al final explicare algo importante.

---*---

Sábado 25, septiembre de 2004.

El sol estaba cayendo mostrando en el cielo ese tono dorado y las nubes en ese especial color anaranjado. Era la final... estaba dándolo por el todo y teníamos que ganar este partido. Era un duelo bastante salvaje, habíamos perdido dos jugadores, a Giancarlo por una fuerte lesión en la rodilla y también sangrando por la nariz y a Richie que estaba sentado en la banca maldiciendo a todo el equipo contrario por la carta roja que había sacado el árbitro expulsándolo del partido. Yo estaba con el cabello mojado y todo mi cuerpo empapado por el sudor y cojeaba un poco, Robert me había hecho una zancadilla y el desgraciado de Mario se había abalanzado sobre mí, me había quedado en la grama haciendo un poco de actuación, pero el árbitro no había cobrado la falta.

  • ¡Vamos vamos vamos!... ¡VAMOS MUCHACHOS! – gritaba el entrenador.

Di una rápida mirada a las gradas para ver a mis hermanos con la mirada atenta sobre mí, también dos pares de ojos verdes que hicieron que me distrajera un poco... regresé mi mirada hacia el partido intentando concentrarme de nuevo.

Habíamos hecho un esfuerzo increíble para llegar hasta la final, aunque hay que admitir ambos equipos se lo merecían. Mi – nuestro – uniforme era bastante simple y llamativo, la camisa Adidas blanca con detalles en negro , short negro de la misma marca y medias hasta las rodillas color blanco – aunque para ese momento, blanco, no estaban –, y para terminar todos habíamos hecho un trato y comprar los mismos zapatos de futbol color verde fluorescente. El equipo contrario llevaban más el estilo del Barcelona FC , ya que se habían comprado el uniforme original, camisa rayada a rojo y azul y short azul marino – que para mí era todo lo contrario... poco originales – ya faltaba poco para que todo acabara.

La pelota fue en mi dirección y pude robarla, me estaba acercando a la portería y poder lograr al menos un gol, mi tobillo estaba matándome pero me quejaría luego. Otto, un chico del equipo contrario, moreno, de ojos oscuros junto con Mario – que pienso no había descrito antes, es un chamo rubio y de ojos grises –, se abalanzaban sobre mí... mi única opción era tirar al arco y esperar tener suerte...

  • Ufff vamos... – me alentaba.

  • ¡¡¡OTTO!!! ¡Que no llegue que no llegue!

  • ¡YA SÉ MARIO!... ¡¡¡YA SÉ!!!

  • ¡DALE ANDREW! – escuche gritar en las gradas.

Le di a la pelota con todas mis fuerzas... y se escucho el grito de la multitud.

  • ¡JAJA! ¡POSTE!

  • ¡¡¡COÑOE’ LA MADRE!!!

Había fallado por poco y la pelota había rebotado en el poste del arco. Me quedé paralizado pero luego caí – me empujaron – al piso... Mario de nuevo hacia de las suyas mientras Richie estaba junto al entrenador gritando todas las groserías posibles.

  • Carajo chamo deja el pique con Drew...

  • Mírenlo pues... ha llegado Luís a salvar a su noviecito...

  • Ayyy si... y tu celoso pendejo – me estaba levantando mientras veía como Mario con su cara roja de rabia se abalanzaba sobre Luís.

  • ¡Serás maricón! – gritaba mientras le daba un puñetazo a Luís en la cara.

Cuando logré reaccionar completamente los dos estaban en el suelo mientras todos iban a socorrer – o mejor dicho unirse – a la pelea. Yo trababa junto con Manuel separar a Luís de Mario, cuando lo hice, Arturo llego de la nada y con un derechazo dejó en el suelo a Mario.

  • ¡Para que aprendas a lanzar golpes, imbécil! – le había dicho molesto mientras el silbato del árbitro nos aturdía a todos.

  • ¿Qué demonios ocurre aquí? Si esto continua, ¡se cancela la final!

  • ¡Empezó el idiota ese! – decía uno de nuestros compañeros.

  • ¡Sí!, y será mejor que cobre bien las faltas, arbitro... ya estamos cansados de que favorezca al otro equipo.

  • ... Arturo cállate – le dije cerca de él.

El árbitro no dejo ese comentario pasar y le saco tarjeta amarilla a Arturo... todos empezamos a protestar hasta que ambos entrenadores llegaron a calmarnos y entre ellos empezar una calurosa discusión con los árbitros mientras ambos equipos se separaban.

  • Luís, ¿estás bien?

  • Si Drew... – mientras se tocaba la mandíbula – no pasa nada... ese imbécil no sabe pegar.

  • Pero si sabe embestir.

  • Jajaja...

  • ¡Coño estoy arrecho con este partido! – Arturo se acercaba molesto apretando los puños.

  • Yo igual Arturo... esos árbitros están comprados.

  • Y entonces ¿Qué hacemos Drew?

  • ... Nada... jugar lo mejor que podamos...

  • Vamos... el juego está 1-2 si nos esforzamos lo único que podemos hacer es empatar y jugar la vuelta la siguiente semana... – analizaba Luís.

  • A mí me está matando el tobillo – les dije a mis amigos mientras me apoyaba en el hombro de Arturo.

  • ¿Puedes caminar?...

  • Si, Luís... algo, pero creo que no podré hacer mucho.

  • ¡Vamos nenas!... que si no le ponemos empeño ¡nos jodemos! – Arturo se apartó de mí corriendo en dirección a la pelota haciéndome trastabillar y casi caer al suelo.

  • ¡MIREN PENDEJOS!... – gritaba Richie desde la banca - ¡O SE CONCENTRAN O LES PARTO LA MADRE A TODOS!

  • Jajajaja... Richard esta arrecho...

  • Demasiado – le respondía a Luís con una media sonrisa.

Los entrenadores volvieron a su lugar y los árbitros a las esquinas volviendo a escucharse el silbato de nuevo. Saque de meta para el otro equipo. Luís se separo de mí y yo empecé a correr, el dolor no me dejo dar ni tres pasos y me mantuve quieto.

La pelota iba para todos lados, las reglas se habían ido al carajo, todos trataban de obtener la pelota, yo aparentaba seguirla pero no podía correr, caminaba rápido suspirando y apretando los dientes por el dolor. Quedaba menos de un minuto para que se acabara el partido, la pelota salió por uno de los laterales pero ignoraron eso y siguieron jugando. Mario y Otto estaban que ardían, eran una pareja imparable arrasando con todos a su paso, en el momento en que ellos dos tuvieron la pelota a sus pies lo supe, fueron en línea recta a la portería, iba a evitar que siguieran, pero un golpe del hombro de Otto me hizo dar vuelta y perder el equilibrio hasta caer sentado en el suelo – al parecer comenzamos a jugar rugby o futbol americano – y luego de unos segundos más se escuchaba a la multitud gritar.

  • ¡¡¡GOOOLLL!!!

- FUCK... – me lamentaba desde el suelo mientras veía a los dos pendejos abrazarse y celebrar la victoria para seguir con el sonido del silbato dando por finalizado el partido.

  • ¡¡¡NO NO NOOO!!! – gemía uno de mis compañeros de equipo.

Era demasiado lamentable... tanto trabajo para nada... un piche segundo lugar, siempre he pensado – o lo he escuchado en algún lugar – que el segundo lugar es el primero en perder... mis ánimos se fueron al carajo mientras me levantaba y caminaba lentamente hacia donde se estaban reuniendo mis panas. Desde donde estaba, podía divisar a mis hermanos bajando de las gradas y alejándose...

- ¿Estarán decepcionados? – pensé – no... debe ser que Matty está acompañando a Tony al baño... sí, eso debe ser.

  • Somos una mierda...

  • Si, esto fue un tremendo fiasco...

  • Bueno muchachos... acérquense... Andrew, Joaquín... coño Richard, deja las niñerías, acérquense – nos llamaba el entrenador bastante tranquilo – lo que paso hoy... bueno... esta de mas decir que dieron lo mejor y...

  • Claro que dimos lo mejor, y mire como estamos entrenador. Por culpa de esos comprados de mierda terminamos perdiendo – decía Artie interrumpiendo y suspirando agotado.

  • Ya basta Arturo... escuchen, los árbitros no estaban comprados, yo veía todo desde aquí y ellos tomaron las decisiones correctas, sé que se hicieron la vista gorda algunas veces, Andrew – dijo mirándome – pero también reclame las obvias... como el caso de Giancarlo y los defendí cuanto pude. El caso es muchachos que a pesar del resultado, estoy orgulloso de ustedes, hicieron lo mejor y espero que continúen siendo parte de mi equipo el siguiente año. En verdad les doy las gracias por el apoyo mutuo en esta temporada.

El discurso del entrenador termino en un aplauso grupal olvidándonos completamente del otro equipo, para luego separarnos, algunos se quedaron en la banca bastante sentimentales mientras yo me acercaba a las gradas cojeando lentamente, escuche unos suaves aplausos de algunos familiares y amigos de nuestro equipo dándome apoyo mientras me sonrojaba por esa atención hasta que me acerqué a esos ojos verdes que me miraban intensamente mientras cargaba a un pequeño en sus brazos.

  • Hola...

  • Hola panita... qué bien jugaste hoy – dijo acariciando mi cabeza suavemente, tratando de peinarme y luego por mi mejilla.

  • Jajaja... Migue... perdimos, yo quería... que me vieses ganar – le dije con un semblante triste.

  • Bueno, ya será para la próxima Drew.

Luego de un tiempo, Miguel estaba frente a mí con mi ahijado de dos añitos en brazos, era genial verlo de nuevo en su fase paterna, estaba vestido de forma casual, una polo color amarillo, un blue jean desteñido y unos zapatos deportivos blancos, mi pequeño ahijado físicamente era idéntico a Miguel, moreno de piel, si, pero de un tono más claro y los mismos ojos brillantes de mi compadre, el peque estaba vestido con una franelita color azul y un mono negro con sus zapatos blancos.

  • ¿Cómo está el peque de la casa? – dije estirando los brazos para tomarlo.

  • Hola .

  • Hola peque... ¿Cómo estás? – le saludaba mientras le daba un besito.

  • Tengu suenooo...

  • Jajajaja... yo también, estoy cansado, ¿me viste jugar?

  • ¡Siii!... quero quero juga.

  • Jajajaja, si papito, pronto vas a jugar – intervenía Miguel.

  • Migue... ¿y mis hermanos? – ahora empezaba a mover al peque meciéndolo un poco.

  • Ahhh, Mathew fue a llevar a Anthony al baño.

  • Ya... eso pensé.

  • Jajaja... mojadooo ...

  • Yaaa... ya sé, jajaja vamos – dije mientras lo pasaba a brazos de Miguel – vuelve con papi.

  • Ven aquí papito... y tú Drew... ¿estás bien?... sigues cojeando...

  • Si... bueno... en verdad no sé, duele un poco.

  • Mmm... bueno cuando llegues a casa que Mathew te de un buen masaje y te tomas un relajante... si te sigue doliendo ve al medico...

  • Claro...

  • ¿ mal?

  • Jajaja... nooo, peque, estoy bien.

  • ¡OYE DREW!

Los tres volteamos para ver a Richie llegando con dos bolsos deportivos negros en su hombro.

  • Toma pendejo... ya nos vamos todos.

  • ¿En serio? – ya el campo estaba casi vacio... no me pude despedir de Luís... ni de los otros chicos, claro – Ya... gracias bro.

  • ¿Estás bien?

  • Sí, me duele el tobillo, pero estaré bien... ¿Y tú? Sigues...

  • Sí man, sigo arrech... – se detuvo mirando hacia atrás viendo al pequeño Joel para luego verme a mí – sigo molesto, ese Mario me las va a pagar.

  • Descuida... tengo un plan, te lo cuento luego.

  • Ehhh Drew, ¿te puedo preguntar algo? – dijo colocando su mano en mi hombro y acercándome a él.

  • ¿Qué pasa Richie?

  • Ese chamo... – dijo mirando a Miguel – ¿No es tu vecino? Sabes... el de la otra vez.

  • Ahhh... si.

  • ¿Y ese pequeño?

  • Es su hijo – le respondía en susurros.

  • Ahhh... ya, bueno, nos vemos en los Quinces de Selena.

  • Sí, claro, nos vemos allá... – le decía mientras se alejaba – ya sabes, te cuento luego que haremos con Mario.

Por supuesto que tenía un plan para vengarme de Mario... esto no se quedaba así, me había jodido en todos los partidos y esta última derrota tenía claro lo que iba... no, lo que íbamos a hacer todos.

  • ¿Mario? – escuche a mis espaldas.

  • Ehhh si Migue... el chamo rubio que cayó encima de mi...

  • Ahhh sí, yo lo vi.

El pequeño Joe se estaba quedando dormido...

  • Y... ¿Dayana? – le preguntaba mientras avanzábamos lentamente para sentarnos en las ya solitarias gradas.

  • Está en la casa... sabes que no le gusta el futbol.

  • Si... jajajaja... es una lástima – dije con un poco de sarcasmo... sarcasmo que Miguel no notó.

  • Disculpa por llegar tarde... Joel no quería vestirse. No hasta que le dije que te iba a ver.

  • Jajajaja... es un travieso, lo que si es que no supe a qué hora llegaste... creo que antes de terminar el primer tiempo. ¿No?

  • Si... justamente... – me dijo sonriéndome... – Te ves bien Drew...

  • Tu también Migue... tú te ves genial.

A pesar de que veía a Miguel más o menos seguido – una vez al mes, generalmente – esa tarde ya con el sol ocultándose, su luz hacia que su rostro se viera excelente... me encantaba como se dejaba un poco de vello haciéndolo ver un poco más maduro y su sonrisa hacia que mi cuerpo comenzara a vibrar... levanto una de sus manos para luego pasarla por mi mejilla dándome otra caricia mas...

  • Te extraño... Andrew – iba a quitar su mano pero yo no lo dejé.

  • Migue... y yo a ti...

Escuchamos un silbido de alguien y rápidamente quito la mano causándome un poco de molestia. Mis hermanos estaban llegando con un helado cada uno. Mathew estaba vestido con un pantalón, camisa y chaqueta de cuero, todo en color negro, en cambio Tony iba con una sudadera verde fluorescente con el símbolo de la paz en azul, unos blue jeans y zapatos deportivos azules.

  • Perdieron... lo siento Andy.

  • Está bien Tony... ya para la próxima ganaremos.

  • ¿Cómo estás del tobillo? – preguntaba Matty.

  • Mmm no sé... me duele para caminar...

  • Pfff... debe ser un esguince.

  • Ayyy nooo...

  • Mejor vayamos al médico, no quiero problemas en casa.

  • Si Drew... es mejor que vayas al médico hoy y saber que tienes – me decía Miguel.

La relación de mis hermanos con Miguel era bastante buena, Mathew trataba a Miguel como si fuera un buen amigo de la infancia y lo ayudaba bastante, aunque algunas veces se trataban con bastante cordialidad estando frente a Dayana. Y mi hermanito Tony no sabía exactamente “¿Quién era Miguel?” él simplemente pensaba que era un amigo de Mathew y que Joel era su hijo, nada más, no sabía nada del asunto padrino/ahijado que me unía a Miguel.

  • Bueno, está bien... que ladilla... espero que no sea nada.

  • Vamos Andrew, deja las niñerías, vámonos de una vez.

  • Si... ya Joel se quedó dormido – respondió Miguel y en efecto... el peque estaba en la novena nube.

Fuimos caminando pero el dolor se me hizo insoportable así que Matty se ofreció a llevarme de caballito hasta llegar al estacionamiento mientras Tony llevaba mi bolso, era bastante penoso pero el dolor en mi tobillo simplemente no me dejaba caminar. Cuando por fin llegamos a la camioneta y al carro de Miguel – que estaba estacionado al lado – colocó a Joel en el interior y le abrocho el seguro de su silla. Cuando llego el momento de despedirme de Miguel, rápidamente fui a darle un corto abrazo sintiendo su aroma, mientras mis hermanos solo le daban un apretón de manos.

Salimos del estacionamiento del club para ir a la clínica de un amigo de Matty, llegamos rápido a pesar de la cola que nos agarró cerca de Altamira. Cuando llegamos, el amigo de Matty – un hombre de unos 29 años que tenía poco de haberse graduado de la UCV – nos recibió amablemente a pesar que eran las 6:00 pm, era bastante bueno en lo que hacía ya que con solo verme me confirmo que no era un esguince – aunque solo para asegurarse hizo que me hicieran unas radiografías – y que el que me doliera tanto el tobillo era porque la “herida” estaba bastante reciente, me hizo un masaje mientras hablaba con mi hermano dándole una “clase magistral” – según había dicho él – y Tony estaba sentado en una de las sillas de visitante leyendo uno de sus libros de Harry Potter .

Ya para finalizar el día, no regresamos a casa si no que fuimos al apartamento de Matty para bañarnos, cambiarnos de ropa a algo más cómodo, cenar y hablar un rato pasando tiempo entre hermanos, que mucha falta nos hacía. Recibí un mensaje de Luís, un poco molesto donde me reclamaba no haberme despedido de él, yo simplemente sonreía por eso y le respondí con una simple carita feliz para terminar apagando mi celular. Entre bromas y risas dieron más de las 12:00 de la madrugada y finalmente cansados los tres fuimos a la cama, Mathew entro a su habitación y Tony y yo en la nuestra, algo que me gustaba de dormir con Tony es que automáticamente él me abrazaba muy fuerte sumado a un “te quiero” y yo le respondía de la misma forma terminando ambos desmayados por el sueño hasta el siguiente día.

---*---

Ya el lunes en la mañana nos sentíamos un poco más repuestos estando en el salón de clases, aunque seguíamos un poco deprimidos después de perder el partido.

  • Luís... no entiendo esta vaina...

  • Jajajaja... que pendejo eres... es demasiado fácil.

  • Pues tendrás que ayudarme.

  • Tranquilo.

  • ¡Pero bueno vale!... Ustedes muchachitos, ¿van a seguir hablando? – nos hablaba un poco exasperado nuestro profesor de química.

  • Profesor no estamos haciendo nada... – le respondí secamente.

Bartolomé Zuloaga... si, recuerdo ese nombre perfectamente, porque ese viejito me jodió mi 9° grado, ese año se había sumado la física y la química a mi vida... pero tengo que admitir claramente, la química era lo peor. Zuloaga era ya un señor mayor pero demasiado activo para sus 70 años, de piel clara o pálida... aunque yo diría un poco ¿amarilla?, de estatura mediana y delgado, aunque tenía esa pancita que tienen todos los ancianos, profesor de química avanzada – vamos, que hablaba, escupía, respiraba y exhalaba QUÍMICA PURA –.

  • Martínez... Broon ...

  • Brown... profesor, Brown – le interrumpía por su “error” en la pronunciación.

  • Aja... tú, el gringo.

  • ... Jajajajajaja... – todos los demás reían mientras yo comenzaba a molestarme.

  • Deberían prestar atención. Broon . Ya raspaste el primer parcial. Y con 04... qué vergüenza, ni su hermano tuvo notas tan deplorables conmigo. Y usted Martínez, deje las malas juntas, que el 18 que se sacó en el primer parcial va a decaer si sigue con su amiguito.

Yo simplemente lo ignoré, cosa que Luís no podía hacer... Se había quedado en silencio mirando al profesor de una forma indescifrable, y es que aunque la mitad del salón raspara con 01 el parcial de Zuloaga, siempre terminaba criticándome a mí, yo era ese conejillo de india para sus burlas... más sencillo de explicar. Era el Timmy Turner del Prof. Crocker.

Estábamos estudiando la tabla periódica y la formación de los elementos. “El agua, son dos partículas de Hidrógeno y una de Oxígeno”... hacíamos ejercicios también para equilibrar – o mejor dicho, balancear – las ecuaciones... Óxido Nitroso, Clorhidrato de Metano, Cloruro de Hidrogeno, todos esos elementos con nombres que no entendía ni papa... Los gases nobles donde el profesor nos enseñó una cancioncita para aprenderlos.  Afff en fin, esas cosas.

Y los laboratorios, era lo peor, la muerte en vida, no podías entrar al laboratorio de química, si no tenías la bata – algo que para mí era una ventaja ya que algunos jueves “la olvidaba en casa” –... aunque hubo una vez que el profesor me dejo entrar, pero fue una “trampa”... habían unos tubos de ensayo en el mesón y medíamos el nivel de ácidos que contenía cada sustancia. El profesor nos había dicho que ninguna sustancia era peligrosa y que si no le creían, que lo probáramos por nuestra cuenta, ninguno se había hecho el valiente así que el mismo profesor al azar – en realidad, no –, me había elegido. Tomé uno de los tubos y derramé un chorrito en mi muñeca, al principio lo sentí como agua, pero luego de un par de minutos empecé a sentir una irritación que hacía que mi piel se tornara de un color rojizo. Me levante del asiento rápidamente y fui a lavarme haciendo una escena mientras todos me miraban. Le reclamé al profesor lo que pasaba y el asombrado dijo que se había equivocado con los frascos al llenar los tubos de ensayo... había colocado un leve acido en una de las muestras y que no pasaba nada, “esa sustancia no era peligrosa para el ser humano” había dicho.

Al finalizar el día los muchachos me dijeron que hablara con el director Linares, pero yo sabía cómo acabaría eso, le darían la razón al profesor y seguramente llamarían a mi padre por tan seria acusación. Así que di por terminado el asunto, total... mi piel ya había vuelto a su color natural.

  • Ayyy ya Luís... no le pares.

  • No debería burlarse así de ti – había dicho volviendo su mirada al cuaderno.

  • Ya... no me molesta... tanto.

  • Igual. No me gusta que se metan contigo...

  • Gracias Luís -  le dije colocando mi mano en su hombro y apretando un poco para luego recibir una sonrisa de él.

  • De nada Drew.

De nuevo recordaba que estaba en el salón con “mi profesor favorito”, así que quite la mano rápido evitando otro problema con ese viejito. Al terminar la clase y esperando a que el profesor saliera del salón, Selena se levantaba bastante emocionada y se subía a una mesa ayudada por Manuel.

  • ¡Muchachos! – dijo elevando un tono de voz, parándose firme y haciendo que sus pechos se vieran un poco mas grandes –... ¡OIGAN! – su voz se elevó mas viendo que nadie la escuchaba.

  • ¿Qué pasa Selena?... deja de hacer de payasa.

  • Iván... ¡CALLATE!... ¡VOY A HACER UN ANUNCIO! – dijo la muy diva.

  • Bueno... pues hazlo – se escuchó una voz en el fondo del salón.

  • Ok ok... como ustedes saben mi cumpleaños, era este 25... pero por cuestiones de salón no pudimos reservarlo para esa fecha... Solo quería confirmarles que éste sábado 2 vamos a celebrarlo en el Eurobuilding ... ¡TODOS ESTAN INVITADOS!... así que, en resumen. Mismo lugar misma hora... y obvio... ¡DIFERENTE DÍA! Gracias por su atención... Ahhh si... muchachos, traje y corbata. Y chicas... un lindo vestido... pero no taaan lindo, porque es MI NOCHE “ BITCHAS ” jajajaja ¡Los quiero a todos! – una risa después de ese comentario inicio mientras se bajaba de la mesa.

Todos estábamos al tanto de su anuncio desde hace semanas, pero no faltaba un pendejo que se le olvidara todo.

Mientras Selena – con su suave voz de niña fresa – hablaba sobre su fiesta, no podía dejar de ver a Luís, me había hecho un par – de cientos – de pajas pensando en él, aunque había que admitir que Artie también las protagonizaba, pero obviamente el personaje principal de todo en este momento era Luís, ya que en verdad deseaba “algo” con él, no sabía qué, pero el que estuviera cerca de mí todo el rato, no era suficiente. Y es que el trato que teníamos entre los dos rebasaba el cariño de amigos, incluso el de mejores amigos. Había explicado ese cariño antes... no era como el que le expresaba a mis hermanos, ni a Manuel o Arturo... se acercaba bastante a lo que le expresaba a Miguel.

  • Ufff ya quiero que sea sábado – les había dicho a todos después de detener mis pensamientos.

  • Y yo... ¡Ayyy hermoso! – mientras sentía su abrazo – tienes que conseguir una corbata del mismo color a mi vestido.

  • Ehhh Ragazza... mi corbata ya esta elegida. Es verde, como mis ojos jajajaja.

  • ...

  • ¿Qué? – le dije esperando a que me reclamara.

  • Hermoso... tu corbata no es verde. Es ROJA, como mi vestido ¿estamos claros?

  • Mi Ragazza ... estas hablando como mafiosa de nuevo.

  • Jajajajajaja... perdón hermoso, mi papá me pego ese habito – mientras sentía su beso – pero... eres mi pareja, mi esposito y tu corbata tiene que ser ROJA.

  • Pero Cinty... yo no tengo corbata roja...

  • Yo te la presto Drew – me decía Luís viendo a Cintia un poco serio.

  • Ayyy... Luisito... ¿Por qué me miras así?

  • Ahhh... no no por nada Cintia jajaja.

  • Y tu Luís... ¿Cuál vas a usar? – le pregunte un poco curioso.

  • Pues... tú y yo hacemos un intercambio, te doy la roja y tú me das la verde...

  • Ahhh bueno, trato, por mi está bien.

  • Y por mi igual... que bello eres Luisito... haciendo quedar bien a mi hermoso conmigo jajajaja...

  • Sí, bueno... no es por nada – de nuevo tenía esa mirada seria.

  • Y bueno... – me decía alguien mientras sentía un peso por detrás – ¿No te sientes raro Drew?

  • Raro... Ayyy ¿Por qué? Ahhh... y podrías quitarte Artie... Cinty... mi madre no parió mueble...

  • Bueno disculpa... usted también señorita, quítese de mi amigo.

  • Pssst... – dijo mi Cinty, haciendo un sonido despectivo – es contigo, bruto.

  • Dijo los dos Cintia... olvídalo, aja Drew, te decía porque vas a unos quince años... y sigues teniendo catorce jajaja – dijo con voz burlona.

  • Ayyy por dios... ¿y los Quince de Ángela?... ¿y los de Carla?.... esos no cuentan, pendejo.

  • Jajajaja... coño Drew... quería hacerte conversación...

  • Bueno... pero no hables pendejadas.

Había cumplido los 14 años el 25 de agosto, y bueno para esa fecha aún me sentía bastante mal por lo que había ocurrido con el maldito de Marco. Igualmente disfrute mi cumpleaños en casa bastante relajado con algunos amigos que no se habían ido de viaje y recibiendo más que todo dinero de su parte, con la excusa de que “no sabían que regalarme” lo cual agradecí gustosamente ya que con lo que me dieron, pude ahorrar y pagar una cuarta parte – el resto lo pago mi padre a regañadientes – de una chaqueta de cuero como la que tenia Mathew. También supe que mis hermanos estuvieron hablando, pero al final, Matty me dijo que el peque no tenía absolutamente nada y que no me siguiera preocupando, lo que si hice fue mantenerlo cerca en todo mi cumpleaños haciéndolo a él el centro de atención mientras jugaba con todos...

Luego de eso comenzó la época de los quince años, con las chicas llamando a casa invitándome a su fiesta. Habían sido impresionantes a ese par que había ido, en salones de fiesta en “Las Mercedes” y en “La Lagunita”, con todo lo que habían planeado, lo único malo era que habían demasiados adultos y los meseros no nos servían alcohol – cosa que Selena dijo que si harían esta vez – para esas fiestas lo único que nos habían dado era una copa de champagne para brindar por la quinceañera y eso fue todo, morir con refrescos.

  • Ya vas a empezar a tratarme mal de nuevo... – dijo Arturo fingiendo tristeza.

  • ... Que idiota eres – le había respondido.

  • Si... me tratas mal. Mejor me voy con Luisito... él me trata bien.

  • Aléjate Artie... jajajaja – le decía mientras lo apartaba de un empujón – ya ya ya... carajo jajajaja déjame... Drew aléjalo de mí...

Ambos empezaron a correr por el salón hasta que salieron al pasillo olvidándonos de ellos por un momento.

  • ... Déjalos que jueguen entre ellos hermoso.

  • Si ya se... jajajaja... después andan diciendo que el inmaduro soy yo.

  • ¡Selena! ¡Ven! – dijo mi hermosa ignorando mi comentario.

  • ¿Qué pasa Cinty?

  • ¿Cómo va la fiesta? – le preguntó ahora mientras yo pasaba mi brazo por su cintura pegando mas nuestros cuerpos.

  • Ayyy ya todo está listo ¿verdad mi Manu?

  • Si... ya todo está preparado – dijo Manuel abrazando a Selena.

  • Pero mírate vale... esa sonrisa no se te quita de la cara – le dije a Manuel bastante contento de que ellos se hicieran pareja.

  • Jajajaja... ya basta Drew, que me sonrojo.

  • Jajajajajaja... te amo Manu...

  • Y yo a ti preciosa...

  • ... Yo quisiera que alguien me amara así – dijo Cintia triste.

  • Ehhh.... entonces yo estoy pintado en la pared, ¿no?

  • Nunca te he escuchado decirlo... – mientras lo decía cruzaba sus brazos y miraba al techo, clara posición de malcriada.

  • ... Cintia... Ragazza ... ¡TE AMO!

  • ¡Y YO TAMBIEN TE AMO! – mientras me abrazaba para luego darnos cuenta que Manuel y Selena nos miraban con burla – Ahhh si, jajaja... y cuéntanos... ¿Cómo va a ser la entrada? Amiga.

  • Nooo eso no se dice... quiero que sea sorpresa. Lo único que deben saber es que el tema será: Hollywood.

  • Ayyy más fino.

  • Y... habrá alcohol ¿no? – le pregunte, solo para confirmar.

  • Drew... si eres alcohólico – decía Manuel bastante serio.

  • Ayyy Manuel... ¡si tú fuiste el que se emborrachó en mi cumpleaños!

  • ¡ANDREW! Shhh... – Selena lo miró molesta.

  • Eso no me lo habías dicho Manuel... Pero si, lo prometo – dijo separándose de mi amigo – Los meseros le van a servir lo que ustedes quieran... espero que ninguno se emborrache... porque les juro que no les hablo mas... como a alguien que tengo al lado...

  • Mi preciosa... disculpa.

  • ¡Shhh! – dijo callándolo.

  • Jajajaja... por nosotros no hay problema. ¿Verdad, Ragazza ?

  • Claro que no... yo no bebo... mucho. Jajajajajaja.

  • Bueno... eso espero... ya quiero que empiece todo... les va a encantar lo juro – dijo alejándose.

  • Andrew coño, haber si te callas... Preciosa... disculpa – dijo Manuel persiguiendo a su chica.

Selena se fue a hablar con Carlos y Henrique, parecían un poco sospechosos esos tres planeando algo. A los pocos minutos de haberse ido Cinty y yo empezamos a hacer el tonto actuando como novios de nuevo para que luego  entrasen corriendo Artie y Luis al salón, Luis de nuevo miro a Cintia un poco molesto, pero no supe la razón ya que la profesora Laura estaba entrando para dar inicio a la clase.

Me separe de mi Ragazza y fui a sentarme en mi puesto, al momento en que Luis se sentó a mi lado, le di un golpe en el hombro mientras me miraba molesto, yo lo único que pude hacer fue sonreírle y picarle el ojo cambiando su semblante y respondiendo de la misma forma.

---*---

  • Cariño... ¿ya estás listo? – preguntaba mi madre entrando a mi habitación.

  • ¡¡¡MAMÁ!!!

  • Ayyy... disculpa.

Mi madre salió de nuevo y cerrando la puerta. Era imposible tener privacidad con ella en la casa, en ese momento acababa de encontrarme ¡desnudo en mi habitación! – bueno, desnudo no, estaba colocándome un bóxer blanco pero, seguramente pudo haber visto algo – pero así era ella, entraba como loca por su casa... – bueno, era su casa –.

  • ¡Mamá!... toca antes de entrar...

  • Deberías estar vestido ya, ya son las 9:00 pm.

  • Ya puedes entrar – le decía colocándome la camisa blanca – Nadie está ha llegado aún... es temprano.

  • Tu padre te está esperando abajo Andy...

  • Mier... – dije por lo bajo y apurándome un poco colocándome un pantalón negro.

  • ¿Qué dijiste?

  • Nada mamá... nada.

  • Pues el que nada no se ahoga – dijo saliendo de mi habitación – muévela.

  • ¡Voy! – le respondí volteando los ojos por su respuesta.

Ya era sábado 2 de octubre. Y estaba preparándome para ir a los quinces de Selena. Iba a ir vestido bastante simple para esa fiesta, aunque debía admitir que para los hombres no era posible resaltar en unos quince años – a menos que llevaras no se... un traje en blanco jajaja – llevaba una camisa abotonada blanca y pulcra, un pantalón y zapatos de vestir negro – bastante elegantes – y sumado a mi blazer daban una combinación casi perfecta, busque la cortaba roja que me había dado Luís y me la coloque encima viéndome en el espejo... algo no andaba bien en mi atuendo... por más que me mirara estaba vestido demasiado simple, así que se me ocurrió una idea.

  • Si... eso haré – me hablé a la nada.

Me quite el blazer, busque rápido en mi closet y la encontré, me quite la camisa blanca que llevaba y me coloque una camisa negra que me había comprando mi madre hace poco, cuando me vi de nuevo en el espejo vestido completamente de negro, fue perfecto.

- ¡Oh Yeah!... just perfect.

Me coloqué un poco de colonia Hugo Boss y baje las escaleras a prisa viendo que ya eran pasadas las 9:00 pm – seguramente mi madre me había mentido diciendo que era tarde para que me apresurara – cuando mi padre me vio se levanto del sillón con una sonrisa.

- Wow... papá sonríe... seguramente hice algo bien – pensé.

Mi padre se coloco frente a mí, llevaba su ropa de oficina, una camisa blanca, con una corbata rayada de dos colores crema claro y oscuro, un pantalón de vestir crema y zapatos de vestir café oscuro. Hizo una rápida mirada por mi cuerpo y vio que llevaba la corbata roja en mi mano y la tomo rápidamente.

  • Andrew... debes aprender a colocarte la corbata...

  • Disculpa.

  • Está bien – unos pocos movimientos y ya estaba anudada – ready... perfect.

- I know, jajaja.

Tony estaba en el sillón viendo una película, pero se distrajo unos segundos para verme y sonreírme, volviendo su vista al televisor nuevamente.

  • Pero, no entiendo – me dijo mi padre borrando su sonrisa y frunciendo el seño – ibas a colocarte la camisa blanca ¿no es así?

  • Si papá... pero cambie de opinión... no se... me veía muy simple, como un banquero o algo.

  • ... Ahhh ¿es que los banqueros son simples?

  • Ehhh... no no no... disculpa papá... no quise decir eso – recordando su profesión de economista.

  • Jajajaja... tranquilo Andrew, yo entiendo. Cuando uno comienza a trabajar en un banco se debe vestir con camisa blanca y corbata roja, es cuestión de estatus.

  • Ayyy Joseph, déjalo tranquilo... – mi madre me miro de arriba abajo sonriendo con aprobación – ves – le dijo golpeando el brazo de mi padre – te dije que esa camisa le iba a quedar perfecta.

  • Martha... yo no he dicho lo contrario – dijo mi padre suspirando – bueno, vámonos.

  • Cuídate mucho mi amor...

  • Si mamá...

  • Y no vayas a beber demasiado...

  • Si mamá...

  • Y le dices lo mismo a Richard.

  • Si mamá – le dije ya cansándome.

  • Andrew, ya.

  • Si papá – respondiendo de forma seria y un poco asustado.

Mi hermano se levanto rápido para despedirme con un abrazo y luego mi madre. Salimos de casa y nos montamos en la camioneta. El camino lo hicimos en silencio viendo como mi padre conducía bastante concentrado hasta que cerca de las mercedes encontramos un poco de cola y mi padre comenzó a hablarme.

  • Le dices a Richard que no quiero que llegue borracho a casa.

  • Si papá.

  • En verdad, no quiero escenas.

  • Lo sé.

  • Lo mismo para ti, Andrew.

  • No beberé.

  • No te digo que no bebas... no soy idiota, eres joven, vas a una fiesta, vas a tomar alcohol... solo te digo que tengas moderación y pienses lo que haces.

  • Entiendo papá.

  • Bueno.

Estuvimos en silencio otro rato hasta que llego un mensaje a mi celular: “Muchachos... si no han llegado... prepárense para posar... a las 10:00 inicia el show. XOXO Selena”. Me reí por lo que decía, aunque no entendía lo que pasaba, segundos después me llego otro mensaje: “Hermoso... te espero en la alfombra roja... TENEMOS QUE ENTRAR JUNTOS, LOVE YOU”. Cintia con sus ocurrencias, aunque... ahora que lo pensaba bien algo debía estar pasando en la entrada para que me llegaran esos mensajes. Mi padre me preguntó sobre los mensajes y le explique lo que pensaba.

  • En la entrada del hotel no debe pasar nada. Por allí pasa mucha gente que no está relacionada con la fiesta, debe ser en la entrada del salón.

  • Sí... tienes razón papá.

Cuando llegamos, como mi padre dijo no pasaba nada importante, algunos carros dejando gente, pude notar que un par de chicos del colegio estaban entrando al hotel. Vi la hora, 9:45 pm, aún no había empezado el “show”, me despedí de mi padre con un beso y un abrazo y me baje de la camioneta.

  • Me llamas cuando quieras que venga a buscarte.

  • Claro, gracias papá.

  • Andrew – me llamo mi padre antes de que cerrara la puerta.

  • ¿Sí?

  • Ya sabes.

  • Sí papá.

Era obvia su advertencia, no había más que decir, así que con una sonrisa cerré la puerta y me aleje un poco viendo como arrancaba la camioneta alejándose de la entrada. Di la vuelta y entre al hotel, algunas personas estaban en la entrada y me vieron de pie a cabeza, eran hombres más o menos mayores, rondando los 40 años así que no les preste atención y seguí mi curso hacia la recepción.

  • Disculpe, buenas noches.

  • Si joven, ¿Qué desea? – dijo la recepcionista.

  • Ehhh... la fiesta de Selena Solórzano.

  • Ya. Por ese pasillo, a la derecha.

  • Muchas gracias.

Llegue rápidamente y cuando gire me tope con un grupo de chicos, personal del hotel y una puerta de cristal que tenia la foto de Selena con un vestido rojo bastante sexy con el mensaje de “Bienvenidos a Hollywood”. Entre ellos estaba mi Ragazza hermosa, como siempre, con el vestido rojo que me había dicho, que le llegaba hasta las rodillas y tenía unos detalles en dorado, con su largo pelo rubio tostado recogido completamente y maquillada en dorado resaltando sus ojos color miel y sus labios pintados color rojo brillante. El vestido era perfecto ya que resaltaba sus atributos que no pude dejar de ver hasta que estuve frente a ella.

  • Hermoso... ojos aquí, arriba – me dijo señalando sus ojos.

  • Disculpa mi hermosa Ragazza ... no puedo evitarlo.

  • Jajajaja... tú te ves guapísimo... todo en negro, misterioso... y esa corbata roja... SEXY jajajaja.

  • Jajajajajaja.

  • Podríamos aprovechar y nos casamos.

  • Cuando desees hermosa – le dije besándola en la boca – hoy, tu y yo... somos novios.

  • Jajajajajaja... Siii, que emoción.

  • Pero... ¿Por qué esperamos aquí?

  • Ahhh... es que es por turno.

  • ¿Por turno?

  • Si – me dijo jalándome hasta la entrada – Ian, ya llego Andrew, me toca.

  • Ahhh no, Cintia – respondía el chico molesto junto a su novia.

  • ¿AH NO QUÉ?... Yo llegue primero... yo le aparté el puesto a mi hermoso y ahora me toca entrar. ¿ESTAMOS CLAROS? – le dijo en un tono amenazante.

  • Ehhh... si ya, disculpa Cintia, Andrew – dijo Ian nervioso.

- Ragazza ... mafiosa – me acerque a Cintia y la abrace por la cintura llegando a la puerta de cristal.

  • Si... jajaja... lo hice apropósito – respondió por lo bajo.

  • Buenas noches. Las invitaciones por favor – dijo uno de los trabajadores del hotel.

  • Si, tome – dije mientras él tomaba las dos invitaciones.

Las revisó y nos vio a los dos de arriba abajo, le dio las invitaciones a una de las chicas que estaba con él para que luego dos chicas aparecieran desde uno de los cuartos con dos cadenas de oro.

  • Estas cadenas les permitirán entrar por si alguna razón deben salir del salón y desean regresar – decía mecánicamente el chico mientras ellas nos colocaban dichas cadenas en la muñeca.

- Mr. Andrew Brown.

- Signorina Cintia Di Battista.

- Welcome to Hollywood.

- Benvenuti a Hollywood.

  • Wooow... – escuchamos a los chicos sorprendiéndose detrás de nosotros y las chicas asintieron con la cabeza retirándose de vuelta a su puesto.

  • Jajaja... perfecto inglés.

  • Perfecto italiano – dijo estando de acuerdo mi hermosa.

  • Bueno, pueden pasar y... – decía mientras abría las puertas dobles de cristal – prepárense para las fotos.

Unos deslumbrantes flashes de cámaras empezaron a cegarnos en un gran pasillo con una alfombra roja y en una de las paredes había unos grandes pendones con algunos logotipos de marcas importantes como Universal, 20 Century FOX, Paramount Pictures, Warner Bros; etc. mientrasque del otro lado estaban unos 30 chicos aproximadamente separados por unas vallas de metal, vestidos de negro gritándonos que posáramos llamando nuestra atención, actuando como paparazzi.

  • Wow... que emocionante.

  • Si... verdad.

  • ¡VAMOS MUCHACHOS! ¡VAMOS! – decía uno de los paparazzi.

  • ¡POR AQUÍ POR AQUÍ!

  • ¡SON ELLOS!... ¡SON ELLOS! – gritaba otro emocionado.

  • Ayyy hermoso... me siento una súper estrella.

  • Jajajaja... y yo un Rock Star .

  • ¡VAMOS PAREJITA! ¡UN BESO PARA LAS CAMARAS!

  • ¡SÍ, BESENSE!

  • ¿Qué dices hermosa?...

  • Ayyy... sí, bésame.

La tome entre mis brazos y le dí un beso bastante profundo mientras las cámaras se posaban sobre nosotros, un par de silbidos se escucharon mientras me alejaba de ella para luego seguir sonriendo abrazados y terminar de pasar por la alfombra roja.

Cuando entramos al salón fue un cambio de ambiente bastante radical. Techos altos, telas rojas, blancas y doradas en todas las paredes. Habían dos cosas que resaltaban en el lugar, primero, una gran araña de cristal iluminaba todo el lugar y debajo de ella 1 bola de disco giraba dando un gran ambiente en iluminación y segundo, una estatuilla dorada de El Oscar en el centro del escenario iluminado por un par de luces en la base. Las luces estaban tenues, para dar un ambiente un tanto tranquilo para lo que iba a suceder dentro de poco.

  • Se ve hermoso... – me dijo mi Ragazza con ojos bastante ilusionados.

  • Sí... lo sé.

  • ¡Mira!... ¡allí estamos!

  • ¿Ah?... ¿Cómo?

  • Allá... en esa pantalla.

En efecto, en una gran pantalla se proyectaba las fotos de la alfombra roja que nos habíamos tomado hace unos segundos. Por mi mente solo pensaba en una cosa – ¡Sooo Cool! – era demasiado arrecho todo... ésta fiesta iba a ser increíble de todas las formas posibles.

  • Me encanta... me veo...

  • Ejem... – le interrumpí.

  • Claro... nos vemos hermosos – se corrigió.

  • Eso es obvio.

Después de mi comentario, Arturo, Richie y Luís se acercaron a nosotros con semblantes bastante interesantes...

  • Hooolaaa vaaaleee... miren a la parejita en la gran pantalla – escuchaba como decía mi amigo mientras se montaba encima de mi... de nuevo.

  • Ahhh... Arturo por favor... el traje...

  • Jajajaja... ya disculpa. Es verdad, es muy temprano para que se nos arruine la pinta – decía señalándome como estaba vestido, un simple blazer y pantalón negro, pero iba contrario a mi estilo, tenia camisa roja y corbata negra.

  • Arturo por favor... ¡Compórtate! – dijo Cintia autoritaria.

  • Ya... tú a mí no me mandas hermosa... – le dijo amenazante – pero... te lo perdonaré. Solo te pido un favor  cuñadita, cuídame a mi Andy que lo quiero muchooo...

  • Ayyy Arturo por dios... que gay.

  • ¡Richie cállateee!... ¡¡¡Ayyy Arturito!!! – dijo mi Ragazza emocionada, mientras yo me sonrojaba un poco por lo que había dicho mi amigo – quieres a Andrew... no puedo creerlo.

  • Claro que lo quiero... y soy lo suficientemente macho para admitirlo... – Richie y Luis se miraron, pero luego apartaron la vista rápidamente apenados.

  • Eres un imbécil – había respondido Richie por su ataque.

  • Ayyy Arturito... eres un hermoso como mi Andrew.

  • Jajaja... bueno, ya... Olviden el tema – decía arto, ya que estaba bastante rojo por toda la escena.

  • Si si si... además, tú ni me caes bien... no eres suficiente mujer para mi Andy – dijo Arturo con suficiencia.

  • ¿Cómo que no?

  • Bueno, ¡BASTA!... cállense... jajajaja están diciendo demasiadas pendejadas.

Arturo y Cintia me miraron pero siguieron discutiendo, yo simplemente negué con la cabeza y me fui alejando lentamente de espaldas hasta que me tope con alguien.

  • Ahhh... disculpa – dije sin mirarlo a la cara, el chico siguió sin importar lo que le dije.

  • Como el primer día... siempre distraído.

  • Ahhh coño Luís... jajajaja, bueno... – dije recordando – ése que no te fija por dónde va.

  • Tú fuiste quien... – dijo confundido para luego cambiar su semblante – ahhh... jajaja idiota.

  • No entiendo – había dicho Richie que nos había seguido.

  • Olvídalo – le había respondido Luís – chiste interno.

  • Ahhh no, chistes internos conmigo, no.

  • Bueno, es que así fue como conocí a Luis – le dije rememorando ese momento.

  • Ahhh si, cuando lo odiabas a muerte.

  • Si... jajajaja.

  • Verdad que sí, me odiabas Andrew.

  • Sí, pero ya no, así que no te preocupes – Richie nos miro extraños pero luego negó con la cabeza.

  • Miren... allá está el maldito de Mario... – ese idiota estaba del otro lado del salón, Selena lo había invitado porque lo conocía desde pequeños.

  • Descuida Richie, que esta noche nos vengamos de él.

  • Y ¿Cómo?... – preguntó Luís.

  • Ya se me ocurrirá algo – les dije a los dos.

  • Oye Drew, me quedo contigo, ¿no?

Richard en ese momento se veía muy bien también, el traje hacia que se viera diferente – el uniforme del colegio engaña – vestido con un blazer y pantalón azul marino, camisa azul muy clara y para resaltar su atuendo, tenía una corbata color naranja calabaza, sumado a los pendientes de diamante que llevaba, de nuevo, haciéndolo lucir como un chico malo.

  • Claro Richie...

  • Ahhh bueno, solo confirmaba... ya sabes que mi mamá se volvería loca si me tengo que regresar en la madrugada para la casa.

  • Tranquilo... te vienes conmigo y te quedas hasta el lunes si quieres...

  • Qué te pasa... jajajaja... no quiero abusar.

  • No lo haces... aunque – le dije haciendo una pausa –... la única regla que tienes, bueno, que tenemos... es no llegar borrachos... mi padre no quiere escenas.

  • Ahhh no no nooo, no quiero problemas con tu papá... Que miedo... Pfff descuida que ni voy a tomar.

  • Pajuo... podemos tomar, solo que con calma, nada de exagerar.

  • Mmm bueno, dale – dijo no muy convencido.

Me centre de nuevo en Luís que se veía... muy... muy bien con traje, imponente – sumado a que seguía siendo más alto que yo –, elegante, cuando me vio de nuevo me dio una mirada profunda quedándonos en silencio aspire un poco de su colonia y me embriago un poco.

  • Te queda bien... me gusta – le decía acomodando un poco la corbata verde botella que le había prestado junto a su camisa verde agua.

  • Gracias... y a ti igual... te ves bien de negro... aunque... te habría quedado mejor ésta corbata que la roja.

  • Si... ya sé, pero tengo que complacer a mi Ragazza .

  • Mmm... – Luís volteo alejando la mirada de mi molesto.

  • ¿Por qué estas molesto?

  • No... no. Por nada.

  • Luis... dime, ¿Qué pasa?

  • Que no me pasa nada pendejo...

  • Bueno... no te creo, pero qué coño.

Pasé mi mano por su hombro, bajando por su brazo y apretando un poco sobre el blazer que llevaba, terminando con una sonrisa de su parte, de nuevo recordé la presencia de Richie que nos estaba mirando muy raro, pero no dijo nada alejándose con Arturo y Cintia que seguían discutiendo, por unos segundos pensé que sospechaba algo... pero me respondí a mi mismo que no había nada que sospechar ya que entre Luís y yo no pasaba nada, luego de eso me sentí triste pero cambie mi semblante dándome cuenta de algo.

  • Oye, ¿has visto a Manuel, Carlos y Henrique? – le pregunté quitando mi mano de su brazo con otra caricia.

  • Mmm no, aunque Manuel debe estar con Selena para hacer su entrada.

  • Ahhh verdad... aunque no creo... porque... el papá de ella es militar, ¿no?

  • Sí, creo que sí.

  • Entonces su entrada es con su papá... con otros militares, los sables y eso. ¿Sabes?

  • Coño, que arrecha esa entrada.

  • Sí, ya sé, oye... pero es extraño lo de Carlos y Henrique – dije regresando a mi pregunta –... andan en una nota extraña... ya no se juntan con nosotros y cuando estamos hablando sobre hoy, dicen que se tienen que ir...

No logramos seguir con la conversación porque un sonido bastante fuerte del sistema de sonido llamo nuestra atención. Nos quedamos en silencio unos segundos hasta que una voz desde el escenario se escucho en todo el recinto, todas las luces, la pantalla, incluso la gran araña de cristal se apagaron.

  • ¡HOLA HOLA HOLA!... ¡BUENAS NOCHES A TODOS LOS QUE ESTAN PRESENTES!... ¡SON EXACTAMENTE LAS 10:00 PM Y NUESTRA QUINCEAÑERA ESTA LISTA PARA INICIAR EL SHOW! – decía el DJ, un tipo alto, rubio con dreadlocks, estaba vestido bastante casual con una camisa blanca casi abierta y con las mangas recogidas, un jean y botas negras, y llevaba puesto unos lentes oscuros y unos audífonos gigantes, el tipo parecía bastante animado.

Un aplauso colectivo inicio en todo el salón mientras nos acercábamos de nuevo a Arturo y Cintia. Unos reflectores se encendieron y luego se enfocaron en unas puertas dobles de color blanco que no había notado que estaban allí.

  • ...Ahora le voy a pedir a los invitados cercanos a las puertas se retiren por favor ya que nuestra estrella esta por entrar...

El personal del hotel fue despejando la entrada y luego haciendo un camino al centro del salón.

  • Muy bien... muchas gracias a todos los invitados y al personal del hotel por cooperar... – el DJ recibía instrucciones por un woki toki excelente... ¡MUY BIEN SEÑORES!... ¡PREPARENSE!... ¡RECIBAN CON UN APLAUSO A NUESTRA ANFITRIONA Y QUINCEAÑERA, SELENA SOLÓRZANO!

Todos nos emocionamos mirando cómo se abrían las puertas lentamente de forma automática. Pero luego... nada, no había nadie en la entrada, mi Ragazza y yo nos miramos extrañados hasta que un grito nos asusto.

  • ¡ATENCION!... ¡FIR! – luego se escucharon unos gritos inentendibles – ¡DE FRENTE!... ¡MAR!

Luego de esas órdenes todos se quedaron en silencio para que luego una marcha militar se empezase a escuchar, después de unos segundos entraron marchando dos filas de militares vestidos con su “traje de gala” color blanco con sables en sus manos. Siguieron marchando hasta que todos salieron y se colocaron en posición.

  • DEMOS LA BIENVENIDA A NUESTRA QUINCEAÑERA... UN APLAUSO PARA SELENA SOLÓRZANO – dijo de nuevo el DJ pero con un tono de voz más serio.

Los aplausos llegaron y con ellos, Selena junto a su padre entraron en el salón, su padre, vestido del mismo modo que los demás militares pero en su uniforme resaltaban como 50 medallas al honor representando el rango que tenía y Selena iba vestida con un típico vestido de princesa color blanco, al estilo de Cenicienta con su pelo negro recogido y maquillada resaltando sus ojos achinados castaños. Al momento en que la pareja estuvo frente a las dos columnas de militares, ellos sacaron sus sables y los empuñaron, formando un arco por donde podían pasar ellos fácilmente. Padre e hija pasaron con una amplia sonrisa por esos arcos... me sentía bastante emocionado de ver esa entrada, era genial.

Cuando terminaron de cruzar, el padre, con una voz bastante potente dio sus órdenes y los militares bajaron sus sables despacio y se fueron retirando del salón.

  • ¡¡¡DEMOS OTRO MERECIDO APLAUSO A LA CUMPLEAÑERA!!! – volvió a decir el DJ más animado – ahora el Teniente Coronel Julio Solórzano, acompañara a su hija en su primer baile como quinceañera.

De nuevo padre e hija bailaron pocos minutos el vals mientras todos veíamos la hermosa escena, luego el DJ un poco burlón llamo al novio de la cumpleañera ya que, “no podía dejar a su chica con su padre toda la noche”... todos reímos por ese comentario hasta que vimos que Manuel salía de la nada vestido de traje color negro, con una camisa rosa pastel, una corbata fucsia y con una rosa en la mano, el padre dejo a Selena en el centro del salón con un abrazo para que luego le diera un fuerte apretón al novio de su hija, después de Manuel, el DJ comenzó a llamar a sus tíos, primos, amigos, etc.

  • Te ves hermosa Selena...

  • Ayyy... gracias Andrew – me había dicho con una gran sonrisa.

Luego de mi paso Arturo, aunque ellos habían tenido una corta relación – junto a dos chicas mas – eran amigos que se veían todo el tiempo en el colegio, ignorarse era imposible, así que luego de ese momento incomodo en el vals terminaron sonriendo para que luego, Cintia se lanzara corriendo a la pista para bailar con su amiga, ambas se abrazaron y comenzaron a saltar felices para después bailar abrazadas sumadas a la risa del público.

Cuando ellas terminaron de bailar todos empezaron a aplaudir a la cumpleañera. Me sentí muy conmovido ya que Cintia estaba llorando un poco aplaudiendo y gritando fuerte a su amiga. Uno de los personales del hotel le dio un micrófono a Selena para que pudiera hablar con nosotros.

  • ¡¡¡HOLA A TODOS!!! MUCHAS... MUCHAS GRACIAS POR VENIR Y COMPARTIR ESTE MOMENTO CONMIGO – decía emocionada y a punto de llorar – Y BUENO... COMO PODRAN VER, EN ESTE MOMENTO NO ESTAN EN CARACAS... NOOO, USTEDES EN ESTE MOMENTO SE ENCUENTRAN EN HOLLYWOOD, EN MI HOLLYWOOD... Y ESO SIGNIFICA... – hizo una pausa para luego mirar al DJ que le respondió asintiendo con la cabeza, de repente jalo una parte del vestido y lo arranco girando para revelar que llevaba unos jeans estrechos color negro con escarcha plateada sumado a una botas negras bastante sexys, unos segundos después seguido de exclamaciones del público, se quito también la parte de arriba del vestido quedando solo con una camisa de tirantes negros y finalmente se soltara el moño liberando su melena oscura – ¡¡¡QUE AQUÍ MANDO YO BITCHAS!!!

Todos empezamos a reír para luego comenzarle a aplaudir de nuevo, comenzó a sonar Toxic de Britney Spears para que ella comenzara a cantar su propia versión, junto a unos bailarines que salieron entre el público.

  • ¡NO PUEDE SER NO PUEDE SER! – dijo Cintia emocionada.

  • ¡Jajajajajaja!

  • ¡Wow que arrecho! – había dicho Richie.

  • ¡Te amo mi preciosa! – escuchaba a Manuel gritar.

  • Mira mira... – me dijo Luís tomándome de un brazo – Carlos y Henrique... están allí, ¡están bailando!

  • ¡Nooo! – le respondí señalándolos.

Esa era la razón por la que estaban tan misteriosos, había hablado con Arturo antes sobre que esos locos se habían inscrito en clases de baile, para ese momento pensaba que era una pésima idea, pero verlos bailar junto con Selena una coreografía bastante elaborada hacia que me tragara las palabras... no podía creer que esos pendejos bailaran tan bien, y hasta se veían muy sexys haciendo todos esos movimientos junto con Selena cantando – admitiendo que tenía una buena voz y también buena pronunciación – y bailando junto a dos chicos mas.

- … ¡Don’t you know that you’re toxic...! – Terminó cantando Selena.

  • ¡Wow!… ¡Selena! – dije sorprendido.

La presentación terminó con ella siendo adorada por los 4 chicos tocando todo su cuerpo de forma muy provocativa y un aplauso de la multitud, lo repito, estos Quinceaños estaban siendo impresionantes, y lo mejor de todo es que la noche apenas empezaba...

  • ¡GRACIAS, GRACIAS A TODOS¡... ¡MUCHAS GRACIAS!... y papá... ya puedes abrir los ojos jajajaja – dijo Selena un poco bromista con su padre, el militar que estaba un poco reacio a ver a su hija actuar de esa forma.

Luego de ese comentario los chicos dieron las gracias y salieron de la pista, Selena fue con sus padres mientras el DJ comenzó a colocar música para ambientar el salón.

  • Verga no puedo creerlo... se lució – dijo Richie alucinado.

  • ¿Verdad que si?... Ayyy quiero hacer algo igual para mis 16... – dijo Cintia.

  • Querrás decir los 15 Ragazza – le corregí.

  • No hermoso... ¿no recuerdas? – me dijo extrañada – te lo dije hace como un mes.

  • ...

  • Hermoso... estábamos hablando eso en el colegio... sabes...

  • Sí... – apoyó Luís.

  • ¿Tú también estabas?

  • Claro... pendejo... estábamos hablando que mi mamá estaba planeando unos 15 años de mi prima...

Claro... bueno, en verdad no estaba claro, si recordaba esa parte que me había dicho Luís. Pero con respecto a los 16 de Cintia... nada... no entendía qué me pasaba... ¿Ahora le prestaba más atención a Luís en vez de a mi Ragazza ?, yo ya estaba planeando un regalo muy especial para esa fiesta.

  • ¿Ya recuerdas? – me pregunto Cintia interrumpiendo mis pensamientos.

  • Ehhh si, si claro – mentía.

  • ¡Manuel por favor no te comportes como niño!

  • ¡Vete al carajo Arturo!... ¡Tuviste tu oportunidad y la arruinaste! – decía Manuel alejándose molesto en dirección a Selena.

  • Oye... ¿Qué pasa? – le pregunté a un Arturo bastante rojo.

  • Nada... dije unas cosas y el idiota de Manuel se molesto.

  • ¿Qué cosas?

  • Sobre... Selena... Selena y yo... y Selena y él... no sé.

  • ¿Qué cosas Arturito? – volvió a preguntar Cintia.

  • Cosas Cintia, COSAS... déjenme en paz – terminó por decir alejándose hacia el bar.

  • Sí, déjenlo en paz – dijo Richie de la nada.

Todos lo miramos extrañados hasta que volvió a hablar.

  • Mmm... es que Arturo... mierda... – dijo callándose.

  • Richard, ya abriste la boca. Termina de decir lo que ibas a contarnos – dijo Luís impaciente.

  • Bueno... ya, es que Arturo está celoso.

  • ¿Por quién? – volvió a preguntar Luís.

  • ...

  • ¿Manuel y Selena?... pero si el mismo Arturo termino con ella – dijo Cintia molesta.

  • Bueno pues... es que ahora la quiere de vuelta.

  • ¡QUE IMBÉCIL!

  • Ya Ragazza ... déjalo en paz, no es nuestro problema... eso es entre ellos tres.

  • ¡Pues que se joda!... Selena y Manuel son muy felices... y el imbécil ese no va a joderle la vida a mi amiga.

  • Hermosa... esas palabras – le reprendí con burla mientras ella me volteaba los ojos ignorándome.

  • ¡Jajajajajaja!.... Cintia, Drew tiene razón... – dijo Luis colocando su mano en mi hombro – ese no es nuestro peo – terminando por mirarme.

  • Sí, bueno... igual – Richie nos miraba de nuevo un poco extraño – no se enteraron por mí.

Dejamos el tema para más tarde ya que los protagonistas del chisme se habían esfumado por un momento, la fiesta siguió con la llegada de Selena – con su ropa oscura y muy pegada – felicitándola con la excelente actuación que hizo, yo hice bastante énfasis en que sabia cantar y además de que tenía una excelente pronunciación.

  • Obvio... después de tantos videos y escuchar Toxic todos los días, tenía que aprender algo – me había respondido.

No le dijimos absolutamente nada sobre el por qué Manuel estaba molesto ni el por qué Arturo ya estaba en el bar con un trago en la mano. Cuando terminó de saludarnos, avisó que iba a cambiarse y ponerse algo más cómodo, luego de eso Carlos y Henrique aparecieron con sus trajes puestos, cada uno fue felicitado por guardar el secreto tan bien y por haber bailado tan genial, de forma muy profesional.

  • Bueno... tuvimos mucha ayuda de ese par de chamos – dijo Henrique señalando a dos chicos cerca del DJ – sin ellos no hubiésemos logrado nada.

  • Son unos instructores excelentes – había completado Carlos.

Más tarde Selena llego al gran salón con un vestido plateado, todo el mundo volvió a aplaudirle – ¡Vaya!, si aplaudí esa noche jajajaja – y todos los meseros fueron repartiendo copas con champagne para que brindáramos por la cumpleañera.

  • MUY BIEN DAMAS Y CABALLEROS... A LA UNA... DOS... Y TRES... – dijo el DJ luego de bajar la música un poco.

  • ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, SELENA! – seguido de muchos gritos y aplausos.

  • MI RELOJ... y mi jefe... – dijo en un susurro – DICEN QUE YA SON EXACTAMENTE LAS 11:30 Y ASI QUE SELENA, VEN Y SUBE AL ESCENARIO QUE TENEMOS UNA SORPRESA PARA TI...

Todos nosotros nos acercamos al escenario esperando el anuncio del DJ.

  • Ayyy ¿Qué será? – dijo Cintia emocionada.

  • Ufff... un carro – Luís parecía bastante ilusionado...

  • Claro... estoy en una fiesta de millonarios, es de esperarse... – dijo Richie con una sonrisa boba en la cara.

  • Jajajajajaja... ¿un carro?... no creo.... ni que estuviésemos en MTV.

  • Si verdad... jajaja, un carro... que pensaba – respondió Luis pasándome su brazo por mis hombros.

  • MUY BIEN SELENA HERMOSA COLÓCATE CERCA DE MI... OHHH YA VA... QUE EL NOVIO NO SE PONGA CELOSO... JAJAJAJA – todos reían de nuevo... ese DJ sí que sabía animar la fiesta – MI JEFE... tu padre – dijo susurrando – TE HIZO UN REGALO MUY ESPECIAL... SELENA... ¿QUÉ ES LO QUE MAS QUIERES EN ESTA VIDA?

  • Mmm... pues... ¡UN CARRO!

  • NO NO NO... JAJAJAJA... TIENES QUE SER MÁS REALISTA MI QUERIDA AMIGA... DEJAME PONERLO MAS SENCILLO...

  • Jajajaja... ok ok.

  • HACE UNAS SEMANAS... FUISTE A RECORDLAND A COMPRAR UN CD MUY ESPECIAL... ¿VERDAD JEFE? – el papá de Selena asintió por unos momentos con una sonrisa.

  • Bueno si... jajajaja... – dijo por un micrófono que le habían dado.

  • ...

  • ¡NO PUEDE SER!... ¡AHHH! – grito.

  • ¿CUÁL CD COMPRASTE? SELENA – continúo el DJ sin inmutarse.

  • Pues el de Calle Ciega ...

  • ¿ESE ES TU GRUPO FAVORITO?

  • ¡¡¡PUES SI!!!

  • ¡¡¡PUES ENTONCES SALÚDALOS SELENA PORQUE ESTÁN AQUÍ POR TI!!!

Los cinco hombres salieron detrás del escenario con una sonrisa... estaban vestidos realmente sexys – si, lo admito... los comía con la mirada en ese momento – todos con jean desteñidos bastante pegados resaltando su paquete que parecía querer salir de su prisión, y su pelo en punta bastante engominado, uno de los chicos tenía una camiseta de tirantes casi trasparente dejando su ver su pecho definido claramente, el “Chino” fue el primero en abrazar a Selena y ella no lo dejo escapar fácilmente.

  • ¡¡¡NOOO QUE CELOS!!! – dijo Cintia, yo no podía estar más de acuerdo con ella.

Los chicos empezaron a cantar “Feliz Cumpleaños” y terminaron rodeando a la chica para darle un beso cada uno – el papá en ese momento, imagino que debía de estar cerrando los ojos ignorando lo que ocurría en el escenario – luego empezaron a dar su pequeño concierto, canciones donde incitaban al sexo pero disfrazadas con frases de amor y bastante bailables, todos nosotros comenzamos a disfrutar, pero la que más lo hizo fue Selena cambiando de pajera a cada rato con cada uno de los cinco integrantes.

Cuando terminaron su concierto los chicos se quedaron un rato mas con los fans – chicas obviamente – mientras nosotros los chicos fuimos al bar y nos sirvieran unos buenos tragos.

La medianoche llego y con ella la “Hora Loca” disfrutando el momento entre todos empezamos a bailar juntos en una “olla”, el DJ colocó reggaetón mientras intercambiábamos pajeras entre todos, cada par que pasaban disfrutaban “perreandose” de la forma más sexy – claro, de una forma más sana que en la actualidad – recuerdo que Luís estaba en el centro con una chica bailando y una mano me empujó quedando en el centro, para unirme a ellos bailando, no dejábamos escapar a la chica mientras todos nos animaban, pero, la chica logro escapar de nosotros y nos dejó en el centro de la olla solos.

  • ¡PERO BUENO BAILEN PUES!... ¡NO SEAN CORTANOTA! – había dicho Arturo divertido.

Me anime bastante, Luís y yo comenzamos a bailar los dos bastante pegados sintiendo nuestros cuerpos mientras los demás no podían dejar de reír.

  • Si las chicas lo hacen... ¿Por qué nosotros no? – me había dicho Luis por sobre la música.

  • Claro...

Me di la vuelta y comencé a entregarme a Luís dándole la espalda, mi culo estaba cerca de su pene y me restregué un poco – solo unos segundos, sintiendo algo grande entre sus piernas – para luego separarme, trate de ver su entrepierna, pero no me dejo ya que luego él mismo hizo lo mismo volteándose y entregándose a mi sorprendiéndome para seguir bailando acompañado de la risa de todos. Desde lejos pude notar algo que dentro de mi hizo sentirme bastante incomodo, Richie me miraba... molesto, muy molesto con un cubalibre en sus manos... unas chicas tomadas de la mano se acercaron a nosotros y comenzaron a bailar también haciendo menos incomoda la escena para que después dos chicos más nos sustituyeran... me aleje de la olla bastante sudado y cansado, Manuel me recibió con una cerveza en la mano que acepte gustoso, quería preguntarle que le ocurría a Richie pero no pude hacer mucho porque un grito me distrajo.

  • ¡MALDITO HIJO DE PERRA!

Voltee rápido y pude ver que dos chicos eran el centro de atención de un pequeño grupo, Arturo estaba agachado sosteniéndose con sus rodillas y con la cabeza gacha, Mario estaba sorprendido viendo sus pantalones llenos de... llenos de una gran y asquerosa mancha de vomito. Arturo había vomitado encima de Mario – ¡Excelente! – no tuve que planear nada... La perfecta venganza contra Mario, el chico estaba tan furioso que le dio una patada en la cara a Arturo dejándolo en el piso con la nariz sangrando, yo rápidamente solté la botella que tenía en la mano estrellándose contra el piso y le di un brutal golpe directo en la quijada dejándolo en el suelo. Fui a ayudar a Arturo que en ese momento no dejaba de tocarse la cara.

  • ¿¡QUE COÑO PASA AQUÍ!? – dijo Selena con dos hombres fortachones detrás – por dios... Arturito...

  • Fue Mario – dije rápido culpándolo a él.

  • ¡SEGURIDAD!... ¡SAQUEN A ESE CHICO DE AQUÍ!... ¡NO LO QUIERO MAS EN MI FIESTA!

Los guardias rápidamente tomaron a Mario por los hombros y lo sacaron del salón, seguido de unos imbéciles empezaron a aplaudir como si esto fuera una película adolescente.

  • Selena... está sangrando... – le dije preocupado.

  • Ya... yo le ayudo – dijo Manuel ayudándome a levantarlo.

  • Gracias.

Unos trabajadores del hotel se llevaron a Arturo a la enfermería perdiéndose por las puertas.

  • Buen golpe... jajajaja.

  • Jajajajajaja... se lo merecía ese pendejo – le contesté a Manuel –... espero que Arturo este bien.

  • Aja...

  • Oye... amigo, no te molestes, seguro lo que te dijo...

  • Ya olvídalo... somos panas y lo conozco, él siempre quiere algo cuando le es inalcanzable... igual no estoy molesto con él.

  • Pero yo creía que...

  • No no... jajajaja... – me interrumpió – bueno, estaba molesto pero ya lo perdone... aunque... no le digas nada.

  • Jajajajajaja... está bien que bueno... mira marico, me estoy meando, ya vengo.

  • Jajaja... dale.

Fui rápidamente pasando entre la gente y escuchando el reggaetón sonar bastante fuerte, había tomado demasiado y no había ido al baño desde que salí de casa, cuando por fin pude encontrarlo, empujando a una pajera que no dejaba de “besarse apasionadamente” abrí la puerta encontrándome una alegre sorpresa en el centro del baño.

- Luís... – dije nervioso.

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NdA: Bueno muchachos... una aclaratoria final, el capitulo quedo bastante... bastante... EXTREMADAMENTE LARGO... (((DETALLES, DETALLES))) seguramente los que manejan la pagina habrían puesto 150 min de lectura, POR ESO HE DECIDIDO CORTARLO AQUÍ – ustedes saben, para dejarlos en ascuas por un rato jajajaja –... pero descuiden, al decir que corté el capitulo ya pueden concluir que la segunda parte está terminada... y en efecto, ya lo está... esperaré a que hayan unos cuantos comentarios y valoraciones para publicarlo, así que... ¡DEPENDE DE USTEDES O SI NO, NO PUBLICO NADA! 5 comentarios como mínimo, no pido nada... no soy taaan malo.

Vale aclarar también que en este capítulo no hubo nada de sexo, lo cual me disculpo – con una mayoría – de esta comunidad y prometiendo algo bueno para la segunda parte...

Baños... Luís y yo... mmm... mejor no digo más...

Me despido con todos. ¡Un abrazo! Y recuerden... VALORACIONES Y COMENTARIOS JAJAJA.