8/octubre/2011

8 de octubre 2011, la noche que tanto espere porque al día siguiente se festejaría mi cumpleaños número 19, esa noche me dormí algo tarde de la emoción no pude conciliar el sueño, cuando por fin pude a eso de las 4 de la mañana mi celular suena, pero no fue por una felicitación de cumpleaños o porque alguien me quisiera dar buenas noticias, esto fue completamente diferente, era Ana, una amiga de la preparatoria que no veía ya desde hace casi 2 años, me llamo para informarme que Daniela (mi amor secreto de la prepa) se había suicidado, al parecer se suicido porque esa misma noche sus padres se enteraron de su sexualidad, después de tanto tiempo sin verla y sin saber de ella, empecé a recordar cosas, cosas que en su momento marcaron mi vida pero que por alguna extraña razón decidí olvidar… ella era hija única, una chica inteligente por demás la mejor de la clase aunque insistía en pasar desapercibida, todo aquel que la conocía sabía que era una persona brillante independientemente que era físicamente atractiva, ella era de esas personas que se sienten incomprendidas que tenían pocos amigos porque no todos comprendían su mundo o al menos no se tomaban la molestia de quererla comprender, la primera vez que la vi, ella se acerco a mí, y es raro porque como ya comente antes, ella nunca fue de las personas que inician una conversación, en esa ocasión platicamos toda la mañana, decidimos no entrar a clases porque la plática que ella te hacía era increíble, entretenida con un humor negro y sarcástico, que a decir verdad yo si comparto, hable con ella de todo, en lo personal yo ya tenía mis dudas en cuanto a mi sexualidad, en esas épocas nunca le comente a algún conocido o familiar, incluso tocar el tema de la homosexualidad con mis amigos me incomodaba, para mí era más fácil platicar con desconocidos de esos temas porque sabía que no los vería ya nunca más, ese día terminamos la plática porque mi papa me marco al celular, ya era tarde sin darme cuenta el tiempo se fue rapidísimo… ella y yo decidimos irnos caminando de la escuela al parque solo para continuar la charla que teníamos, al llegar al parque nos despedimos, como toda adolecente con un beso en la mejilla. Al llegar a mi casa, me duche para distraerme de lo que ella había significado para mi, al poco rato sonó mi teléfono, era ella sin darme cuenta la invite a la casa de mis padres que tienen a las afueras de la ciudad una casa pequeña pero es una casa llena de recuerdos, en fin ella acepto…

Asi que para el fin de semana nos quedamos a dormir en esa pequeña casa, fue extraño era como si fuera parte de mi, ella se sentía muy cómoda conmigo, eso se notaba, nos reíamos de todo, la casa daba a las orillas de un pequeño lago, así que esa noche decidimos salir a nadar, después de tanto nadar y de divertirnos a nuestra manera, ella me hablo de su sexualidad según ella era una persona heterosexual pero que tenia ciertas dudas, yo la verdad no le tome mucha importancia porque ni yo sabía lo que quería, en fin decidimos tomar clandestinamente una botella de tequila que tenía mi papa (aunque para ser honestos, mi padre no se daría cuenta si una le faltara, ya que el tiene bastantes, para esas ocasiones especiales), en fin empezamos a beber, seguíamos conversando hasta que la noche nos gano, bueno mejor dicho hasta que el alcohol nos tiro, a la mañana siguiente fue extraño, desperté en mi cama (realmente no recuerdo como llegue a ese lugar), la busque por todas partes, ella estaba en la biblioteca, sosteniendo mi libro favorito, es extraño ese libro pasa desapercibido siempre que hay visitas, se dio cuenta que la veía y empezó a leer mi parte favorita, era increíble nunca vi a alguien que tuviera tanta pasión por leer lo que a mi gusto era el mejor libro que hasta esas épocas había leído, cuando dejo de leer me dijo:

Daniela: curioso, ¿no?, este es mi libro favorito, nunca había encontrado a alguien que como yo compartiera el gusto de leer y mucho menos este tipo de lectura, bueno no a esta edad…pero lo más curioso es que este libro habla del suicidio, Ro (así me decía) dime ¿te suicidarías por amor?, todos juzgamos mal a las personas que lo hacen, dicen que son cobardes y que son personas que solo piensan en su dolor, pero no hay cosa más trágica que vivir en un mundo que no comprendes y aunque te esfuerzas en comprenderlo, sientes que no es para ti, sonara raro pero quizás los cobardes son los que los juzgan… bueno esa es mi opinión.