8/10/2011- dolor compartido

Esta es la tercera y ultima parte, me retiro de escribir pero no de leer las historias de l@s demas...almenos por ahora no quiero escribir. si quieren comentar estaria bien, siempre leo sus comentarios y trato de contestarlos.

Cuando vi a la mama de Daniela acercase, fue extraño obviamente la señora estaba destrozada y con mucha razón, me vio y no dijo nada solo abrió la puerta y me dejo entrar, la seguí hasta la sala, me senté y no dije nada, la señora se sentó a mi lado, no pude contener las lagrimas, de repente sentí un abrazo.

Era extraño yo debía de ser quien tratara de consolarla, después de un rato se aparto de mi y se seco las lagrimas con un pañuelo blanco, era curioso ese pañuelo era igual al que Daniela siempre llevaba consigo, ella se paro se dirigió a la cocina así que la seguí, saco una botella de coñac y sirvió dos copas, me dio una así que no dude en tomarla, sirvió de nuevo y se dirigió a la habitación de Daniela (era extraño subir esas escaleras, se me hacia ilógico, tuve tantos recuerdos que no me di cuenta que ya estaba en esa habitación), sentía que me desmallaría pero me pude contener, bebí la segunda copa de coñac que aun tenía en la mano, su habitación estaba tal cual la recordaba solo que esta vez tenía un silencio sepulcral, la señora me relato como encontraron con su esposo a Daniela, ella estaba en el escritorio que daba a la ventana, tenía un libro abierto al parecer decidió morir haciendo lo que más le gustaba hacer leer.

Una de sus manos tenía una hoja de bisturí, se había cortado el antebrazo de forma horizontal, su herida media aproximada mente 10 cm, por lo que su muerte fue rápida…

Vi que la señora se dejo caer al piso, aun se podían observar las manchas de sangre en la alfombra, me sentía impotente era una sensación de odio y amor, combinada con coraje, de repente abrace a la señora, pero al verme llorar, me pidió que regresara al día siguiente y que por favor me fuera, así que accedí, el padre de Daniela apareció y al ver a su esposa en el piso llorando se acostó a su lado y entre ambos se consolaron, yo no tenía nada más que hacer en esa casa así que me fui, sin antes dejar mi promesa de que regresaría al día siguiente…

Al llegar la tarde decidí ir a la vinatería así que invite a Ana, ella llego al poco rato de que le hable, seguía reclamándome el que no hubiera ido al funeral, honestamente escuche sus reclamos pero no dije palabra alguna, así que después de un rato opto por quedarse en silencio, de nuevo pedí una botella de vino con tres copas, bebimos después de un rato me dijo que se iba a ir de país así que esa sería la última vez que la vería, después de eso me dijo que ella y Daniela tenían una relación, me explico que el día que las vi peleando y llorando, había sido porque ella le había dicho que estaba enamorada de mi, Ana me dijo que le rogo para que siguieran juntas a lo cual Daniela no accedió, y por ello el distanciamiento que tuvieron, yo no daba crédito a lo que ella me decía…

Cuando dijo eso ella simplemente se paro, me dio un beso en la mejilla y se fue, me quede sudando frio de nuevo, las lagrimas se hicieron presentes, termine la botella y me dirigí a comer algo, ya hacía casi dos días que no comía, prácticamente mi cuerpo se había alimentado con puro alcohol.

Decidí ir a la casa de mis papas a dormir, al día siguiente muy temprano estaba de regreso en la casa de los padres de Daniela, la señora me recibió y me llevo de nuevo a la habitación de su hija, me pidió que agárrala lo que más quisiera, ya que todas sus cosas las donaría a la caridad, opte por llevarme dos cosas: un libro y una pequeña cigarrera. La señora me pidió que agarrara algo más pero, para ser honesta no pude, lo que más quería era el álbum de fotos, pero eso lo deje porque aunque yo la amaba, esos recuerdos yo los tenía en mi memoria, y la madre de Daniela podría recordar a su hija riendo y disfrutando de su vida aunque sea por fotos…

Después de estar en esa habitación por última vez, me entro una sensación de soledad, tristeza y felicidad, por los momentos vividos.

Salí de la habitación, la mama de Daniela me esperaba en la cocina, me informo que ella y su esposo se irían a otro estado de la republica así que esa era de nuevo otra despedida, le agradecí el que me dejara conservar algo de ella, me abrazo y me acompaño a la salida me despedí del padre de Daniela, de igual manera me abrazo y me dio un beso en la frente, con eso comprendí que jamás los vería de nuevo.

Ese fue el ultimo día que vi a sus padres, de Ana no se absolutamente nada, después de un mes regrese a la casa de campo me encontraba sola en esa casa, sentí una gran necesidad de ir a buscar mi libro favorito, pero no lo encontré, era extraño, la única persona que lo había tomado del estante en el que estaba era Daniela, se me hiso muy extraño pero recordé que aun tenía el libro que había tomado de su habitación, era una copia del libro que yo busque en mi pequeña biblioteca, cuando tome ese libro de su habitación nunca lo abrí, siempre lo llevaba conmigo, lo tenía en la guantera de mi auto, así que fui a buscarlo al carro y me dirigí a la biblioteca para leerlo, me senté y lo abrí, ese era mi libro Daniela se me lo había llevado…

En la última página había algo escrito:

-Ro: perdóname por llevarme tu libro pero al saber de tus planes de irte a estudiar lejos, quería tener algo de ti…

Se me salieron unas lagrimas de felicidad y de tristeza, ese día comprendí lo que me dijo, ¿te suicidarías por amor?...

Han pasado ya 8 meses desde que Daniela decidió terminar con su vida, hoy puedo decir que he conocido todo tipo de personas, pero ninguna marco mi vida como ella, siempre llevo conmigo su cigarrera en mi bolsa y nuestro libro siempre va en la guantera de mi coche.

He tenido relaciones con mujeres desde su partida pero Daniela es sin duda alguna la única persona de la que me he enamorado, nunca nos besamos mucho menos hicimos el amor, pero hay amores que van mas allá de lo sexual, con ella todo fue emocional…

Daniela se encargo de algo, de que nunca la olvidara.

Cada vez que yo cumpla años, ella ara un aniversario luctuoso.

Aun me duele su recuerdo, ya no tomo vino, aun me gusta salir a caminar e ir a los lugares que frecuentaba con ella, a veces voy a su casa está vacía pero llena de recuerdos…

Una vez al mes voy al cementerio a dejarle flores y a platicar con ella.

Mi verdadero nombre es Rocío, el seudónimo de Sophie lo tome porque ella me comento en repetidas ocasiones que ese era su nombre favorito…

Este es el final del la historia pero no de mi vida ni la de ella, ella al morir se llevo una parte de mi pero una parte de ella vive en mi.