807 días con ella

And i love her

Han pasado 5 años desde aquel día en el que te conocí, lo recuerdo perfectamente fue un 20.jun.2008. Antes habíamos hablado más nunca en persona, yo te invite a salir y tu aceptaste. Quedamos un sábado a las 5:00pm en alguna plaza de la ciudad. Llegue muy puntual pues no quería por ningún motivo hacerte esperar, tú en cambio llegaste 10 o 15 min tarde eso no lo recuerdo, porque en su momento no me importo, a quien le importaría de hecho esperarte una hora de retraso con tal de verte y pasar una tarde a tu lado? Ahora después de todos esos años incluso yo estaría dispuesta a esperar otros tantos años por el simple hecho de pasar una tarde como aquella contigo.

Aun en mi mente es bien clavada aquella imagen tuya al bajarte del taxi y tu mirada tratando de ubicarme entre la gente, había un grupo de niños jugando a la pelota y sin querer la lanzaron en tu dirección, tú con esa manera tan pausada de andar, te tomaste tu tiempo y la detuviste para luego con toda la delicadeza del mundo regresarla a ellos. Yo observe cada uno de tus movimientos y en ese momento o antes me di cuenta que ya te amaba.

Levantaste la cabeza, me viste al instante y caminaste hacia mí, llevabas una playera blanca y un pantalón azul que resaltaba bastante tu hermoso trasero, tu pelo corto medio peinado y unos tenis puma, bastante sencilla y sencillamente perfecta para mi… te confieso que no sabía qué hacer, así que me limite a esperar y me puse de pie para saludarte, fue un beso en la mejilla fugaz y nos sentamos en aquella banca. Yo saque un piercing de mi bolsillo y lo extendí hacia ti, me preguntaste que era eso y yo te dije que era para ti, me diste unas gracias tímidas y después nos quedamos en silencio.

Te pregunte que querías que hiciéramos, tu respondiste no sé, te di como opción el cine o un billar, agradecí al cielo pues si hubiéramos ido al cine no habríamos podido hablar mucho, así que tomamos un taxi y fuimos a un billar. Estaba cerrado y mis opciones se agotaron pues éramos personas que no salían mucho así que decidimos sentarnos y esperar, fue media hora en la que platicamos de cosas triviales, abrieron el billar y pasamos, te pregunte si sabias jugar y dijiste que maso pero que hacía tiempo no practicabas, pedimos micheladas y la tarde paso entre platica y juego.. Cuando me di cuenta me habías puesto una verdadera paliza, no reímos y nos sentamos pues el alcohol empezaba a hacer efecto. No podía dejar de verte, la manera tan sutil en como hacías todo, cada que tirabas la posición que tomabas y dejabas tu trasero a mi vista, era perfecto y yo estaba como idiota ideando una forma de hacerte mía ahí mismo. Obviamente no fue posible aunque ahí sobre la mesa de billar hubiera sido magnifico.

Tu jugabas con una pulsera que llevabas puesta en la mano izquierda y al moverla dejaste a mi vista unas cortadas, se alcanzaba a ver perfectamente que las habías hecho tú, no me atreví a preguntarte sobre eso, sentía que si debía saberlo tú misma me lo dirías cuando fuera el momento, nunca lo fue y ahora nunca lo sabré.

Pregunte la hora y eran las nueve, te dije que a qué hora tenías que regresar a tu casa y tú solo respondiste un rato más, acerque mi mano a la tuya y tú la tomaste y así nos quedamos un largo rato hasta que nos corrieron porque ya era tarde y tenían que cerrar, pagamos y salimos, en que momento paso todo ese tiempo, era maso la 1:00am bastante tarde para llegar a casa, no podía imaginar la manera en la que te regañarían, pues habías escapado de tu casa para poder salir conmigo, te propuse llevarte a tu casa y tu aceptaste, pensé que tomaríamos taxi, mas sin  embargo empezamos a caminar rumbo a tu casa, lloviznaba, era el escenario perfecto. Llegamos hasta un parque que normalmente esta cuidado por policías, ese día no estaban y nos metimos para cruzar por ahí, aun llevábamos nuestras bebidas y tu dijiste que ya no podías mas, la verdad es que ya estábamos ebrias, yo me tome de un trago lo poco que quedaba de la mía y te ayude con la tuya, quedándome con el ultimo hielo en mi boca y preguntaste si aun quedaba hielo, te conteste que el ultimo estaba en mi boca, entonces me acerque a ti y te bese, literalmente rompimos el hielo, al instante me correspondiste nos besamos por mucho tiempo, el alcohol en la cabeza nos llevó a hacer cosas extremas, te lleve contra un árbol y me quitaste la playera negra que llevaba puesta, yo te quite la tuya y así seguimos hasta quedar con los pantalones desabrochados entonces te dije te amo, te separaste de mí y preguntaste si estaba siendo sincera a lo que solo respondí con otro beso mucho más intenso, al tiempo te separaste de mí y me preguntaste si quería ser tu novia, te dije que si sin pensarlo, nos seguimos besando y pediste que paráramos pues necesitabas ir al baño, el único que había cerca era el que estaba justo en medio de ese parque solitario y oscuro… más sin embargo nos tomamos de la mano y caminamos por el sendero hasta aquel baño, entraste y después yo.

Nos quedamos sentadas sin saber la hora pues yo había dejado mi cel. en casa y tú no usabas uno, pero se veía que era bastante tarde, no dijimos nada solo nos seguimos besando hasta llegar al punto en el que yo me encontraba haciéndote oral, solo fue eso, después nos quedamos dormidas abrazadas y llovía fuerte, hacia frio y nos mojaba la brisa… salió el sol y tú te encontrabas recargada en mi hombro, la gente empezaba a llegar al parque para hacer sus ejercicios matutinos pero no nos veían, nos levantamos y te abrase, te dije que creía que alguien nos estaba mirando y tu dijiste que no me preocupara que por tu corte de pelo podrías pasar por hombre y me vería muy hetero yo, nos reímos y nos abrazamos más. Era hora de regresar a casa, dijiste que quedaba cerca así que caminamos y salimos a la colonia en donde vives, yo llevaba tu bolsa colgada de lado. No sabía que estábamos tan cerca de tu casa hasta que dijiste que el coche que se aproximaba lo conocías, pues claro, como no ibas a conocer el coche de tu padre, te pregunte que se suponía que yo hiciera, tu solo dijiste que corriera mientras me quitabas tu bolsa, como iba a correr dejándote ahí? Me quede a tu lado hasta que llego tu padre, se bajó eufórico de su coche y corrió a abrazarte, no sé qué tanto decía, te subiste diciéndome nos vemos y yo me quede ahí, camine un poco y tu padre me siguió, amenazándome con que si me volvía a acercar a ti no sé qué haría pues nunca termino la frase, lo que si es que se le notaba en su mirada desprecio y odio hacia mi persona, no me importo yo solo te mire quise decirte que no te preocuparas que estaba bien y hasta cierto punto lo comprendía, yo solo seguí caminando y tu última mirada termino de cautivar mi corazón.

Desde ese momento y para siempre decidí que mi corazón y mi alma entera te pertenecían, ahora ya no estás conmigo, no soy digna de tu presencia en mi vida, eso duele... Mas sin embargo estoy bien. Deseo toda la dicha y felicidad para ti hoy y siempre.

Te amo por la persona que fuiste cuando estuvimos juntas.

Pd. “si soy parte de tu leyenda, tu volverás algún día”