(8 y final) SUSY
De cómo la vida de todos los personajes llega a su fin de manera inesperada.
(8 y final) SUSY.
Pasaron los días y Carlota cada vez era más puta, al extremo que nos llevó a presentar a su novio, quizás con la intención de que lo metiéramos a nuestros juegos sexuales, pero el muchacho estaba muy feíto y tuve que mentirle diciéndole que al patrón no le gustaba compartir con otros hombres. Esa noche me dijo Quique que ya había llegado su amigo Julio y que mañana lo había invitado a cenar, yo pegué un brinco de felicidad, le dije que esta noche ni siquiera dormiríamos juntos, que había que concentrarse en la noche de mañana, que seguramente Julio le iba a partir el culo en dos, él dijo: Dios te oiga.
Después que el personal de servicio dejara todo preparado, les di la noche libre, Carlota no se quería ir, pero le puse un billete gordo en la mano y sonriendo me dio una nalgada y también se fue. Yo lucía un vestidito casual muy corto y a Quique le aconsejé que se pusiera unas bermudas con una playera, así parecería que la cena no era tan formal, a las ocho en punto, tocaron el timbre, le dije a Quique que se fuera para arriba, que yo abriría, el pobre lo vi subiendo las escaleras muerto de nervios.
SUSY: Hola, tú debes ser Julio, mucho gusto, pasa adelante.
JULIO: Pero que bella niña y que cuerpo, por Dios, ese viejo degenerado se sacó la lotería contigo.
SUSY: Gracias, eres todo un Don Juan.
JULIO: Toma, les traje unos patés y quesos para acompañarlos con estas botellas de vino.
SUSY: Vienes dispuesto a emborracharnos… y saber con qué intenciones…
JULIO: Las peores, tenlo por seguro… ¿Y ese viejo decrépito dónde está?
SUSY: ¡Quique! ¡Tú amigo Julio acaba de llegar!
Realmente para su edad, Julio era un hombre muy atractivo, medía como uno ochenta, buen cuerpo, barba y cabellos plateados y una sonrisa que mataba… Quique bajó las gradas con una enorme sonrisa y le dijo a Julio que no estaba invitado a una boda si no a una cenita informal, porque traía un traje beige impecable, Julio soltó una carcajada sonora y lo abrazó golpeándole la espalda, era tan rudo que parecía que estaba peleando, yo serví los quesos y patés en un azafate, luego Quique descorchó el vino y sacó tres copas… brindamos por esta nueva amistad entre los tres, ellos se pusieron al día mientras yo calentaba la cena en el horno, al volver ya se habían terminado la primer botella, los invité a la mesa y Julio se quitó la corbata y el saco, se arremangó la camisa para estar más a tono con nosotros y pude ver sus brazos y el inicio de su pecho muy velludo.
Quique se sentó a la cabecera y nosotros a su lado, Julio nos contó que nunca se había casado porque las mujeres como chingamos, ellos celebraron la broma, yo le pregunté si tenía novia, me dijo que solo tenía amantes para pasar el rato… de pronto siento su pie descalzo en medio de mis piernas, lo vi directo a los ojos, con cara amarga:
SUSY: Mi amor, tu amigo Julio me acaba de meter su pie en medio de mis piernas.
QUIQUE: ¡¿Cómo?!
JULIO: No es cierto… ja ja ja… bueno, sí… solo era una broma… no se enojen… perdón, Quiquito.
SUSY: Quique, nada de Quiquito, ¿Qué? Usas diminutivos para… ¿Te crees mejor que él? ¡Muy macho me resulto el Julito!
QUIQUE: Ya, déjalo, no es para tanto.
JULIO: De verdad, perdón compadre…
QUIQUE: No hay nada que perdonar, quien no te conozca que te compre… ja ja ja…
JULIO: Y también te pido perdón, Susy…
SUSY: Susana para ti.
QUIQUE: Ya está bien, dejémonos de amargarnos la vida, abramos otra botella de vino…
Yo me levanté, traje la botella y el sacacorchos, me la puse en medio de las piernas y saqué el corcho viendo a los ojos al agresor, Julio solo sonreía como un idiota, serví dos copas y le puse la botella a Julio junto a la suya. Julio sonrió nervioso y se sirvió vino… hubo una pausa que cortaba el aire… entonces dije
SUSY: Por la igualdad de género.
QUIQUE: Querrás decir por la igualdad de sexos… tú no eres satín, Julio no es seda ni yo gabardina… ja ja ja
Si la primera pausa fue incómoda, esta atravesaba los límites… Quique para romper el hielo le preguntó a su amigo que con quien andaba, Julio tartamudeando dijo que con una rubia despampanante, yo solté una risita y Julio sacó de su cartera una foto de la rubia y sí, era cierto, era despampanante, Quique lo felicitó por salir con una mujer tan bella, nos dijo que era sueca, pero que no era nada serio, que ella tenía dos hijos y que él no estaba para mantener a nadie.
Esa fue la cena más incómoda de mi vida, Quique hacía malos chistes, Julio lo celebraba de manera hipócrita y yo estaba que explotaba de la furia, por fin terminamos de cenar y dije que cada quien llevara sus platos al fregadero, todos lo hicimos, y al volver a la sala, Quique puso música relajante, seguramente para aplacar a la fiera, o sea, yo… Julio sacó otra botella y un frasquito con aceitunas… por más que luchó por abrirlo no pudo, se lo dio a Quique, yo se lo quité de las manos, le di unos cuantos golpes a la tapadera con el sacacorchos y voila, la tapa se abrió.
Mi plan estaba transcurriendo mejor de lo que pensaba, ya tenía a Julio a mis expensas, me senté al lado de Quique en el sofá y crucé las piernas, Julio enfrente en el sillón, me las miró con descaro.
SUSY: Siempre eres así de descarado para verle las piernas a la mujer de tu amigo.
JULIO: ¡Siempre! Si no te gusta ve a cambiarte, perdón compadre, pero su mujercita es una fiera.
QUIQUE: No saben cuánto lamento que no se hayan caído bien.
JULIO: Es culpa mía, compadre, me sobrepasé, pero Susy… perdón, Susana no me perdona… ¿Hay alguna forma en que me disculpes?
SUSY: Sí la hay…
Me puse de pie, me quité el zapato y le metí el pie entre las piernas.
SUSY: ¿Algún problema?
JULIO: No, ninguno… por mí puedes hacerlo las veces que quieras.
QUIQUE: Bravo, por fin firmaron la pipa de la paz.
SUSY: La pipa no se firma, querido, se fuma.
JULIO: Eso Susana, te vengaste y con creces, ja ja ja.
Entonces me volví a sentar a la par de Quique y crucé la pierna con toda la intención que se me subiera el vestido tanto, como para que Julio me viera los calzones.
QUIQUE: ¿Verdad qué es tremenda? Ja ja ja
JULIO: Esa es la palabra justa: tremenda… perdón, Susana, pero no quiero ofenderte… me estás enseñando de más… y ahora que ya hicimos las pases no quiero que encuentres otro pretexto para pelear conmigo.
SUSY: ¿Te parece que enseño de más, Enrique?
QUIQUE: No, mi amor, sería de más si no llevaras calzón.
SUSY: ¿Ves?... ¿Te gusta lo que ves?
JULIO: Pues ya no sé qué contestarte, si digo que no, te vas a enojar y si digo la verdad, también.
SUSY: ¿Entonces te gustan mis piernas?
JULIO: Están preciosas… perdón, Quiquito… perdón, perdón, Quique… Enrique… Don Enrique… Patrón…
QUIQUE: Ja ja ja.
SUSY: ¿Sabes? Me gusta que le digas patrón, ¿Puedes decirle así el resto de la noche?
JULIO: Estoy para complacerlos… Susana y patrón…
SUSY: Gracias, Julito… No te molesta, ¿verdad?
JULIO: No, para nada, Julito está bien.
SUSY: Bien, ya que todos estamos de acuerdo… sacaré una botella de wiski… como que el vino es para nenas ¿verdad?
QUIQUE: Gracias, amor, nosotros preferimos el wiski.
JULIO: Yo seguiré tomando vino, gracias… como la nena que soy, ja ja ja…
Luego de aceptar todas mis ofensas, cambié la música y puse salsa, los invité a bailar, sabiendo que a Quique no le gusta bailar, Julio se levantó como todo un caballero, con un gesto elegante me tomó de la mano y empezamos a bailar muy pegaditos, el muy cabrón bailaba muy bien, después de varias piezas:
SUSY: ¿Sabes, amor? La nena me restregó su pene parado en mi panza.
QUIQUE: No empieces de nuevo, Susy, ¿Para qué lo provocas?
JULIO: Perdón Qui… Patrón… Está visto que a Susana no le caigo bien… Creo que lo mejor es que me vaya…
QUIQUE: ¿Ya ves lo que lograste? Mi mejor amigo de la infancia se quiere ir… y todo por tu culpa.
SUSY: ¿Qué puedo hacer para que te quedes?
JULIO: No sé… solo deja de agredirme…
SUSY: ¿Solo eso?... me disculparías si me quito mi vestidito bailándote…
JULIO: El que se va a enojar entonces es mi comp… mi patrón…
SUSY: ¿Te enojaría, amor, que me quede en ropa interior? Es que tengo mucho calor.
QUIQUE: Tú sabes que esas cosas entre nosotros ya las superamos.
JULIO: ¿Qué? ¿Son swingers?
QUIQUE: No, claro que no.
SUSY: ¿Y si lo fuéramos?
JULIO: Pues sería una de mis fantasías no cumplidas, he hecho tríos con mujeres, pero nunca con una chica y su macho viéndonos…
SUSY: Pues no lo desees tanto porque se te puede cumplir.
Diciendo esto les bailé lo más sensual que pude, me fui quitando el vestido poco a poco hasta dejarlo tirado en el piso, Julio abrió la boca al verme sin sujetador, yo me hice la tonta y pedí disculpas, dije que no me acordaba que las llevaba al aire, me senté al lado de Quique y puse mi mano sobre su verga, Julio preguntó si también lo podía tocar a él, yo con una sonrisa afirmé, rápidamente se puso a mi lado, le dije que todo lo que yo hacía, primero debería hacerlo él, como que no entendió, entonces le dije que si quería que le tocara la verga, él debería tocársela primero a Quique, Julio se levantó dispuesto a irse, pero yo lo agarré de la bragueta y le manoseé la pija, se sentó… y yo con una risa pícara le dije si le estaba gustando que lo pajeara, Julio me dijo que sí, que mucho, entonces agarré su mano y se la puse en la bragueta de Quique, Julio quitó la mano y yo también, entonces resignado le agarró la verga a Quique y yo volví a masturbarlo con mi mano.
QUIQUE: Que rico me tocas la verga , compadre, sigue, sigue así…
JULIO: ¿Qué tengo que hacer para que te quites tu calzón?
SUSY: Ya lo sabes… desnuda primero a Quique.
Puse de pie a Quique y Julio en un dos por tres lo desnudó, entonces de manera sensual me fui quitando mi calzoncito dándoles la espalda para que se degustaran viendo mis dos orificios.
SUSY: ¿Qué más se te antoja?
JULIO: Quiero mamarte la panochita, pero no me gustaría mamarle la verga a mi… patrón.
SUSY: Eso no depende de mí… para que veas que no soy tan mala… ¿Amor, tú serías capaz de mamarle la verga a la nena, con tal de que Julio me de placer con su boquita en mi dulce papayita?
QUIQUE: Tú sabes que soy tu esclavo y por ti hago cualquier sacrificio.
SUSY: ¿Ves? Somos muy buenos contigo… ¿Quieres?... Desnúdate.
JULIO: No sé… yo no soy maricón… pero, bueno… con tal de probar tu cuquita soy capaz de cualquier cosa, vamos a hacerlo…
SUSY: No tan de prisa, vengan, hagamos un trencito circular.
JULIO: ¿Cómo es eso?
SUSY: Muy fácil, hacemos un triángulo acostados de ladito en la cama, Quique te mama la verga, tú me chupas mi cuquita y yo le mamó la verga a Quique, de esa manera todos disfrutamos.
Julio se veía azorado pero muy caliente, así que entre remilgos hizo lo que les propuse, Julio me devoraba la pepa con maestría, se veía que tenía mucha experiencia mamando cucas, Quique estaba en otro mundo, tenía los ojos cerrado y se atragantaba la boca de verga, yo se la chupaba, pero estaba más pendiente de ver a Quique tragar verga que en otra cosa.
SUSY: Bien, suficiente… ¿Algo más señorita?
JULIO: Pues… me gustaría cogerte por la panocha… pero el precio es muy alto… soy virgen de atrás y así quiero permanecer hasta mi muerte.
SUSY: Bueno, pero todo tiene arreglo… para que gocemos los tres… yo me acuesto boca arriba para que Quique me coja por la panochita y si tú también me la quieres meter, antes te tendrás que coger a Quique por el culo… ¿Te atreves? ¿O es mucho sacrificio para ti?... mira que a tu edad no tendrás muchas oportunidades de chingarte una cuquita de 18 años… mira que mojadita la tengo…
JULIO: ¿Usted que dice, comp… patrón? Me deja que me lo coja…
QUIQUE: Yo por Susy estoy dispuesto a cumplirle todos sus caprichitos.
Viejos maricones, como si no supiera que tanto rodeo era para llegar a este momento… así que me abrí de piernas y recibí gustosa la verga de Quique, este dejó de moverse esperando ser penetrado, en un instante vi como abrió los ojos y una sonrisa se dibujó en su rostro, señal inequívoca de que Julio le estaba jodiendo el culo, realmente fue muy rico como me entraba toda la verga de Quique debido a los fuertes puyones que Julio le acometía a su culo… en ese momento pensé en Carlota, no sé por qué… luego de que conseguí mi orgasmo, quité a Quique de encima y me dispuse a recibir la verga de Julio, pero no se la había visto bien, que buena verga, se la tomé con la mano y se la mamé un buen rato, luego le dije, que esa mamada no tenía condiciones, me abrí de piernas y Julio me cogió delicioso, que rico se movía ese cabrón, entonces jalé a Quique y le mamé la verga… Quién iba a decirme que meses atrás era una niña virgen y ahora me había convertido en toda una puta degenerada… cuando sentí que Julio estaba a punto de terminar, lo aventé por allá y el pobre se quedó con ganas de acabar…
SUSY: ¿Algo más que se les ofrezca a los señores?
JULIO: Dame el culo… y no me vayas a decir que primero se lo tengo que dar a… al patrón… porque ya te dije que con eso no transo…
SUSY: …Lástima… con lo que me gusta que me den por el culo… pero bueno… le tendré que pedir a Quique que me lo chingue, para que te mueras de la envidia… ¿Tanto sacrificio se supone que te den una cogidita?... o ¿será que no estás tan seguro de tu sexualidad?
JULIO: Para nada, yo soy macho y bien macho… a ver… ponte de perrita que te voy a joder ese culito delicioso que tienes…
SUSY: Con mucho gusto… pero antes tienes que dejarte que tu patrón te empalme su pija en tu culo.
Y así lo hicieron, Julio se acostó de ladito y Quique atrás de él, le zampó la verga por su culito de macho virgen, Julio pegó un sonoro grito y balbuceó cualquier cantidad de obscenidades, yo para acallarlo, me acomodé y le ofrecí las nalgas, en medio de llantos e improperios, se agarró la pija y me la introdujo en el culo, yo también proferí un alarido de dolor, sin duda era la verga más grande que había profanado mi culo… después de semejante cogedera me dieron ganas de ir al baño… los dejé cogiendo y corrí al inodoro a mear y defecar por la gran cogida recibida, me ardía la cuca y el culo, así que me metí a la ducha a disfrutar del agua caliente, sentí como su efecto aliviaba mis dolores, me sentí muy satisfecha de haber logrado la fantasía de Quique, él había sido muy bueno conmigo en los peores momentos y esa era mi forma de retribuirle todos sus apoyos, aunque mi culo estuviera irritado por una semana.
Al apagar la ducha pude oír las voces de mis amantes maricones:
QUIQUE: Así… así, papito… dame verga… más, más fuerte… destrózame el culo… párteme en dos… no sabes cómo extrañaba tu verga…
JULIO: Y yo tu culito, putita rica… todos estos años no he hecho otra cosa que coger con mujeres, pero con cada una pensaba que eran tus nalgas las que me cogía… que rico culo tienes, más apretadito que todas las putas que me dieron el culo…
QUIQUE: Y tú también lo tienes muy rico y apretadito… me encantó cogerte… pero más me gusta que me cojas… así, papi… entiérrame toda la verga… siempre seré tu puta para que vengas a violarme el culo ¿Quieres?
JULIO: Sí, mamita, quiero que siempre seas mi putita, quiero que siempre me pidas verga y te chingue ese culito tan delicioso que tienes, pero también quiero sentir lo mismo que tú…
QUIQUE: ¿Quieres que te vuelva a coger?... Ven, mamita… sácame la verga y para ese culito… así putita… ¿Sientes cómo te va entrando mi verga?... ay que rico… déjame masturbarte el pito… que rico joderte el culo mientras te jalo tu deliciosa pija…
JULIO: Así, papito… así… hasta dentro… que rica verga tienes… así, que rico me chingas el culo… dame, dame más verga… destrózame mi culito virgen… ay… no sé qué es más rico si cogerte o que me cojas…
QUIQUE: Pues para fortuna nuestra podemos hacer las dos cosas, un rato me coges tú y otro rato te cojo yo… ay, amor… estoy a punto de terminar…
JULIO: Yo también… ven… hagamos un 69… quiero celebrar nuestro reencuentro tomándonos nuestras lechitas… ven dame tu verga… ay que rica la tienes… me encanta tus venas en mi lengua…
QUIQUE: Ay, y tu pija es la más grande que he visto en mi vida… eso, amor, oblígame a tragarme toda tu verga… ay… ya, mi amor… me vengo… al que rico acabarte en la boca… trágatela toda… gulp… agh… ah… que venida me regalaste, se ve que tenías los huevos llenos… que rico, mi vida… eres mi sueño…
Y poco a poco se fueron quedando dormidos, yo salí sigilosa, tomé mi ropa y me fui a dormir al cuarto de Carlota.
A la semana de haber hecho el trío con Puta ¿sabré alguna vez su nombre? Cité a Bob a mi casa y le preparé una deliciosa cena, con velas, champagne y música romántica, él llegó vestido casual, como es su costumbre, venía con un jeans desteñido y roto, tenis sin calcetines, una camisa blanca con rayitas azules, de fuera, como la usan los jóvenes actualmente y una chaqueta azul eléctrico que lo hacía ver muy guapo, en cambio yo estaba con un vestido muy elegante que me llegaba arriba de las rodillas, unos tacones altísimos que realzan mi figura y estaba peinada y maquillada como para ir a una fiesta:
BOB: Wau… pero que belleza de mujer, pero si pareces una princesa…
YO: Y tú, mi príncipe con los pantalones rotos… otro se vería como un pordiosero, pero tú pareces de la nobleza.
BOB: Bueno, basta de tanto piropo, creí que ya no me llamarías, vamos al grano, ¿Qué decidiste?
YO: Perdona que no te haya llamado antes, pero quería estar segura… y mi respuesta es SÍ, quiero ser tu mujer, quiero que vivamos juntos sin restricciones, quiero dormir siempre a tu lado y amanecer con tus caricias.
BOB: Me haces el hombre más feliz del mundo.
Y nos besamos como novios recién empezados… me corrió todo el pinta labios, pero no me importaba, todo tenía solución… me limpié la boca con una servilleta y cenamos en armonía dándonos de comer cada quien en la boca, fue la cena más dulce que jamás soñé… luego bailamos boleros viejos mexicanos como: Si nos dejan… esa canción era un presagio para nuestra felicidad… Bésame, bésame mucho… sentía que todas las canciones fueron inspiradas en nuestro amor… Delirio… y tantas otras más… mientras bailábamos me decía que esa semana sin verme había sido una tortura lenta, yo le decía que había sentido lo mismo… pero ahora que estaba segura no había paso atrás, ya era su mujer por convicción, nada ni nadie en el mundo lograría separarnos.
Bob me acarició las nalgas y bajó para meterse dentro de mi vestido, mientras me bajaba mi tanga me pidió que siguiera bailando, yo lo complacía como si bailara con él en un ladrillo, en eso siento su deliciosa boca lamer mi cuquita, ay que delicia, tenía una semana esperando este momento y él como adivinándolo me mamó mi pusita… me abría y cerraba las nalgas, que caricia más deliciosa… yo seguía moviéndome pero me empezaron a temblar las piernas cuando en un acto de contorcionismo, su lengua se apoderó de mi culo, nunca podré negarme a que me chupe el culo, es tan delicioso… al mismo tiempo me metió dos dedos en la panocha y los movía tan rico que estimuló mi punto G y le chorreé la cara con mis jugos… este hombre estaba loco y me tenía loca a mí también… jamás soñé que a mis cuarenta y pico de años pudiera disfrutar de un muchacho tan joven y con una verga tan rica.
Me llevó en brazos hasta mi cama… se desnudó y yo me tiré como leona hambrienta sobre mi presa: su verga, su verga hermosa, la que me tenía “envergada”, jamás pensé que una se podría enamorar de una verga, pero yo estaba totalmente entregada a los placeres de esa verga… nada más que no se le ocurriera pedirme el culo porque entonces sí íbamos a tener problemas… pensé que mientras le mamaba la pija, era mejor dejarlo todo claro para evitarnos conflictos posteriores:
YO: Tengo algunas cositas que pedirte antes de vivir juntos.
BOB: Yo también, empieza tú primero.
YO: Bueno… no quiero molestarte, pero… pero nunca más pienso darte el culo… me duele mucho… espero me entiendas.
BOB: De acuerdo, creo que puedo vivir sin eso.
YO: Gracias, ahora tú.
BOB: No quiero más tríos, ni con mujeres, ni mucho menos con hombres… te quiero solo para mí.
YO: Concedido, yo tampoco quiero más tríos… aunque si te diste cuenta, tu amiga la ninfómana, jamás te tocó.
BOB: Claro que me di cuenta, era parte de su estrategia, los dos estábamos desnudos para causarte un shock, para desequilibrarte, para confundirte, pero ella y yo no hicimos nada, ella es muy astuta, solo te dio placer a ti y funcionó… ok. No más tríos… ahora te toca a ti.
YO: Por ningún motivo quiero escuchar el nombre de la nena entre nosotros dos.
BOB: Concedido, esa era una de las cosas que yo también iba a pedirte, ahora yo… por ningún motivo quiero escuchar el nombre se ese viejo de mierda con el cual te ibas a casar.
YO: Más que concedido, yo tampoco quiero ni tengo motivos para recordarlo. Y de mi parte esas son todas mis peticiones.
BOB: Entonces estamos a mano… yo tampoco tengo nada más que pedirte.
Hicimos una pausa y… aproveché y le lamí el frenillo, con ternura, como si fuera de cristal y se fuera a romper entre mis labios, Bob se agarró de las colchas y en un largo suspiro me llenó la boca de leche… yo subí a su boca y lo besé… no sé si alguna vez él haya probado su propia leche, pero me encanto su gesto de dejarse que le metiera la lengua llena de leche hasta dentro de su boca… era justo… no sé cuántas veces él me besó con mis jugos en su boca… estábamos empapados en sudor, así que nos dimos un baño refrescante, tierno, acariciándonos mutuamente, pero sin violencia, era como tocar el paraíso con las manos…
Nos secamos el cuerpo el uno al otro, con dulzura, con delicadeza, con amor… luego me llevó a la cama y me dijo que esa noche quería hacerme el amor, que ya tendríamos tiempo de coger… exactamente eso mismo quería yo, ese hombre me leía hasta la mente, no cabía la menor duda de que nuestra felicidad apenas empezaba.
Tenía tanto tiempo de no hacer el amor, todo con Bob era salvaje, lenguaje sucio, arañazos, bofetadas, nalgadas, haladas de cabello, labios partidos, en fin… pero sabía que ese mismo hombre de Cromañón, también podía se dulce como nuestra primera vez en Argentina… empezó a besar cada rincón de mi cuerpo, yo me dejé hacer y solo cerraba los ojos en silencio para recibir sus caricias, como dice Arjona, me besó hasta la sombra, luego yo hice lo mismo con él, no proferimos ninguna palabra que distrajera nuestro encanto, me sentía como en una danza de amor, flotaba, no pensaba, solo sentía…
Entonces me vio a los ojos y me dijo el te amo más sincero que jamás me habían dicho en mi vida, sé que le salió del corazón, es más, no recuerdo si alguna vez me había dicho: te amo, yo lo besé y en sus labios le dije: yo también te amo y para siempre… de pronto sentí como la cabeza de su miembro jugaba en mi vagina, era deliciosa esa sensación de querer sentirme penetrada, pero al mismo tiempo no lo hacía… por fin lo hizo y se quedó adentro, como esperando no sé qué… yo desconcertada, no dije nada, no quería romper la magia de ese instante… instintivamente empecé a apretar su miembro con mis músculos vaginales, eso le encantó, porque sin sacarla y meterla, empezó a cabecear en mi interior, esa caricia mutua de nuestros sexos hizo que nos pusiéramos febriles, el cabeceaba más seguido y yo le apretaba el miembro como succionándolo con la boca, a los pocos momentos los dos terminamos en un orgasmos delicioso, diferente, pero muy intenso… Bob me puso de cucharita, me volvió a penetrar y así nos quedamos dormidos como dos eternos enamorados…
Así pasaron algunos meses, Julio no había dicho nada, pero había regresado al país porque estaba en quiebra y Quique amoroso, lo recibió en su casa, es más, me desplazó de su cama… pasé algunas noches con Carlota, pero yo no soy lesbiana, era una bi curiosa, una hetero flexible, a mí me gusta saborear una cuquita, pero si me ponen a elegir, siempre voy a preferir una buena verga… y no es que Quique no me prestara atención, le ofreció a Julio dormir en el cuarto de huéspedes, pero yo al ver cómo se necesitaban, dejé su cama por voluntad propia… ¿Qué me hizo tomar esa decisión? Yo dormía con Quique, pero como hermanitos y me di cuenta que con cualquier pretexto se buscaban para coger, entonces decidí que no era justo para ellos, hace una semana abandoné su cama y llamé a mi papá, era la última posibilidad que tenía en mi vida… acá nada me retenía, ya no tenía mamá, Quique estaba enamorado de Julio… no tenía nada, nada aquí que me retuviera, así que hice mis maletas, me despedí de Carlota con una abrazo fraterno, pero la muy puta me agarró la cuca y me dijo que me iba a extrañar, luego me despedí de Quique, me deseó lo mejor y me besó la frente, a Julio no lo vi, yo hubiera hecho lo mismo, se escondió para evitar confrontarme, yo también preferí que así lo hiciera, pedí u Uber y me llevó al aeropuerto…
Después de pasar todos los controles, maldito sea ese 11 de septiembre, ahora viajar es una verdadera tortura… como tenía mucho tiempo me fui a tomar un café, cuál sería mi sorpresa, cuando vi acercarse a mi mesa a Boby, mi reacción fue incierta, no sabía si levantarme y salir corriendo a mi gate o esperar lo incierto… él se sentó a mi mesa y me saludó como un viejo amigo, al fin de cuentas ya había pasado como un año de nuestra ruptura y para ser honesta, lo recordaba poco… fue muy incómodo
BOBY: De antemano te pido disculpas por acercarme, pero te juro que lo hago como una despedida para siempre.
SUSY: No me digas que vas a New York, porque esa sería una sincronía como la de Argentina con la puta de mi madre.
BOBY: No, voy a Buenos Aires para siempre.
SUSY: ¿Por qué para siempre? ¿No ibas a vivir con mi madre?
BOBY: Tú los has dicho, iba, pero al contarle a mis padres que Yara era tu madre, pusieron el grito en el cielo, me amenazaron con desheredarme y no tuve más remedio que dejarla, mis padres te amaban a ti.
SUSY: Lo siento.
BOBY: Ahora estoy condenado al exilio, debo vivir en Buenos Aires y rehacer mi vida allá, soy muy ruin, primero por no luchar por nuestro amor y segundo porque ante la cruda realidad de perderte, tampoco supe cómo luchar por el amor de Yara.
SUSY: Somos unos fracasados, todos perdedores, somos basura humana, no merecemos ser felices…
BOBY: Te dejo, mi vuelo sale pronto.
Me beso la frente, como un padre abnegado, lo vi irse por última vez en mi vida, ese hombre que me había quitado la virginidad, huía a un futuro incierto buscando su comodidad económica, ¿En qué nos habíamos convertido? El amor pasaba a segundo plano, ahora se sacrificaba la felicidad por el confort… pero yo por qué pensaba eso, no era mejor que Boby, yo también huía de mi triste realidad, al final del día somos seres egoístas que solo buscamos sobrevivir es este mundo de fieras.
SUSY: ¿Aló?... ¿Mamita?
YO; Mi nena linda, que bueno escucharte.
SUSY: Por favor no digas nada ¿puede ser? Solo escúchame, por favor.
YO: Di, mi amor, te escucho.
SUSY: Por favor no me interrumpas.
YO: Te lo prometo, mi nena.
SUSY: Te llamo porque me despido para siempre… me voy a buscar una nueva vida al lado de mi padre… sé que nada de lo que pasó fue culpa tuya… ni mía… ni siquiera de Boby… el destino nos jugó una mala pasada imperdonable… y ahora debemos escondernos cómo animales heridos de muerte… adiós mamita querida… hasta nunca.
El sonido del aeropuerto me convocó a mi gate… subí al avión que me conduciría a la ciudad donde todos quieren vivir… menos yo…. ¿Qué sería de la vida de Boby?... ¿Cómo le iría a mi puta madre?... pero lo peor… ¿Qué pasaría con mi vida?
Con esa incertidumbre, el avión despegó hacia una dimensión desconocida.
Lo que mal empieza… mal termina.
FIN.