(7) susy
Susy le cumple su fantasía a Quique y Yara es usada como terapia para un trío.
(7) Susy.
Quique entró de mal humor contándome que ninguna de las chicas de su oficina había querido hacer un trío, que también había invitado a desayunar a la secretaria de la puta de mi madre, pero que ella como respuesta le había dado una bofetada.
Yo muerta de la risa, le dije que se conformara con Carlota y le conté mis avances con ella.
SUSY: Ahora lo que procede es engatusarla para meterla en nuestra cama.
QUIQUE: ¿Cómo? Le decimos: ¿venga Carlota, encuérese que nos la vamos a coger?
SUSY: No seas bruto. Déjamelo a mí.
Después de comer, le dije a Carlota que necesitaba hablar con ella en nuestra habitación, ella nerviosa, solo asintió con la cabeza. Le pedí a Quique que fuera a su estudio a trabajar y que después de media hora volviera a la habitación dispuesto a cogernos, así lo hizo, llegó Carlota y le pedí que tomáramos un baño juntas, ella tenía miedo de que el patrón fuera a descubrirnos, le dije que Quique solo llegaría cuando yo lo llamara porque estaba muy ocupado en su estudio con unos papeles de la empresa, no sé si me creyó, pero el caso es que entramos las dos desnudas a la ducha, le di un jabón y yo tomé otro, ya con los cuerpos mojados le empecé a enjabonar la espalda y sus nalgas mientras ella me acariciaba mi cuquita y mis tetas, en medio de todo aquello le pedí que me besara y la niña acercó su boca a la mía y metió su lengua dentro de mi boca, yo se la chupaba y le pasaba el jabón en medio de las nalgas deteniéndome en su hoyito trasero, ella dio un respingo.
SUSY: ¿Nunca te han dado por el culo?
CARLOTA: No seño, dice mi mamá que por ahí solo se caga.
SUSY: Pues tu mamá ha de ser una señora muy anticuada, dime ¿Te gusta sentir mi dedito dentro de tu culito?
CARLOTA: Se siente raro.
SUSY: Pero ¿Te gusta? Dime la verdad.
CARLOTA: Sí, un poquito.
SUSY: Méteme un dedito tú a mi… ah… así… que rico… ahora sácalo y mételo… ah…
CARLOTA: ¿Cómo si fuera una verga?
SUSY: Exacto, como si fuera una verga… ay… dame más…
CARLOTA: Ay, seño, que rico siento… ay… sí…
SUSY: Y ahora vas a sentir más rico… ¿Sientes mis dos deditos en tu panochita y otro en tu culito?
CARLOTA: Hum… sí, seño, siento bien rico… ¿Le puedo hacer lo mismo?
SUSY: No preguntes, tu hazme lo que quieras… así, mi niña… que ricos mueves tus deditos dentro de mí… ah… así… frótame tus tetas en las mías… ay… sí… más, dame más… que ricos pechitos tienes… ven, sequémonos y vamos a la cama…
CARLOTA: Ay, seño, tengo miedo… yo nunca había hecho esto…
SUSY: Pero te gusta… hoy vas a disfrutar como nunca.
Nos secamos la una a la otra y le pedí que se sentara en mi cara para chuparle su heridita, ella complaciente lo hizo, yo jugueteaba con toda mi lengua por sus dos orificios y la pobre temblaba de gusto, le metí un dedo en su cuquita, otro en su culito y con mi boca me prendí de su clítoris, con la otra mano le sobaba sus pezoncitos… estaba tan caliente la niña que se sentó en toda mi cara y casi me ahoga.
En eso entró Quique y la vio de frente, brincando sobre mi cara, se asustó y tomó una colcha para taparse, toda histérica empezó a pedir disculpas, que ella solo hacía lo que la patroncita quería, que no le fuera a quitar su trabajo.
QUIQUE: Si te portas bien con nosotros, no solo no te voy a quitar tu trabajo, sino te lo voy a subir al doble.
CARLOTA: Gracias, patrón…
SUSY: Ya viste, Carlota, hasta premio sacaste… ahora, ven, ayúdame a desnudar a tu patrón, así quítale la camisa mientras yo le voy quitando el pantalón… así… muy bien… ahora yo le quito los calcetines… bien… y te dejo el honor de quitarle su bóxer… vamos, anímate, que el patrón no muerde.
La niña se hincó y con mucha timidez metió sus dedos dentro del elástico del bóxer, lo fue bajando hasta sus tobillos hasta sacarlos.
SUSY: Ya viste, Carlota, está dormida… como que necesita una rica chupada.
CARLOTA: Ay, seño, no… ¿cómo quiere que se la chupe si es mi patrón?
SUSY: ¿Y si él te lo ordenara?
CARLOTA: Pues no sé… tal vez… tendría que hacerlo…
QUIQUE: Nunca te ordenaría nada que tú no quieras hacer.
CARLOTA: Gracias, patrón.
SUSY: Pero antes me dijiste que tu novio la tiene chiquita, si vieras como se le pone de grande cuando se la mamo… ¿Quieres probar?
CARLOTA: No sé, seño… yo…
SUSY: ¿Y si te lo ordeno yo, lo harías?
CARLOTA: Pues… creo que sí, patroncita.
SUSY: Pues te ordeno que le mames la verga.
Carlota se hincó en medio de las piernas de Quique y le lamió el glande, le ordené que se la metiera toda a la boca, Quique trabó los ojos, le pregunté qué pasaba y me dijo que no sabía, pero que esa niña hacía maravillas con su lengua, hasta yo me di cuenta como le fue creciendo la verga, al extremo que ya no le cabía toda, cuando por fin se la sacó, dio una respirada como si se estuviera ahogando y Quique tenía la verga hinchada y le cabeceaba muy rico.
Era mi turno de mamarle la verga, entonces le ordené a Carlota que le mamara el culo, otra vez puso resistencia, la tomé de la greña y le estampé la cara en el culo de Quique, este volvió a trabar los ojos y sabía por qué, esa niña movía la lengua como serpiente, yo sentí delicioso cuando me mamó la pepa, así que entendía lo que Quique estaba sintiendo en su culo.
Me aferré a su verga… nos hemos de haber visto como actores porno profesionales, Quique parado en medio de la cama y nosotras mamando verga y culo, que rico… Quique se movía de atrás para adelante como si me estuviera cogiendo por la cuca, entendí que quería más… le dije a Carlota que le metiera un dedo en el culo, otra vez se resistió… la tomé de la boca con violencia, metí tres dedos de su mano en su boca, le ordené que se los chupara bien y yo misma agarré un dedo de ella y se lo metí por el culo a Quique, este bufó como animal herido, yo regresé a chuparle los huevos mientras le pajeaba la verga, luego le pedí a Carlota que le metiera dos dedos, seguramente lo hizo porque Quique echó el culo para atrás, lo teníamos al borde del orgasmo, entonces fue Quique quien le pidió que le metiera tres dedos, ella lo hizo, yo me prendí de su verga y los pocos segundos me llenó la boca de leche, tomé del pelo a Carlota y le ordené que abriera la boca, luego dejé caer el semen en su lengua y le dije que se tragara la leche de su patrón.
Quique estaba realizado, pero cansado, se sentó en el banco de mi marquesa y me pidió que quería vernos juntas hasta hacer la tijerita, Carlota pregunto que qué era eso, le dije que le iba a encantar. Le pedí que hiciéramos un 69, pero la pobre ignorante no sabía que le estaba pidiendo, le pregunté si sabía escribir números y me dijo que solo hasta el diez, le dije que con eso era suficiente, le pregunté que como era un seis, ella lo dibujó en el aire con la mano, le dije que se acostara boca arriba y que ella sería el seis, le volví a preguntar que cómo era el nueve, hizo lo mismo, le dije, ya ves, un seis es un nueve al revés, así que yo seré el nueve y me acuesto encima de ti y así podremos mamarnos juntas las cuquitas.
La agarré de las nalgas y empecé a pasar mi lengua de su cuca a su culo, ella hacía lo mismo que yo le hacía, luego le metí la lengua en su panocha, ella también me lo hizo y ahí estaba, esa lengua serpenteante haciendo estragos en mi abertura, yo intenté hacerle lo mismo pero mi lengua no alcanzó nunca la velocidad con que ella la movía, nos metimos un dedito dentro de nuestros culos y me prendí de su clítoris, ella hizo lo mismo y a los pocos segundos pude sentir su venida en mi cara como si se estuviera orinando, tuve que pararme para no ahogarme… ella me pidió perdón y le dije, está bien, fue muy rico, pero como no lo esperaba casi me asfixias. Carlota corrió al baño y me secó la cara con una toalla. Quique se moría de la risa con su mano sobándose la verga.
Le pedí a Carlota que trajera algo de beber, wiski, ella fue por la botella y tres vasos, entonces Quique le preguntó si le gustaba esa bebida, ella bajó la vista y no contestó, al fin dijo que ella tomaría agua, que perdonara, Quique sirvió wiski en los tres vasos
QUIQUE: Salud, por que esta sea la noche del principio de nuestra perdición.
CARLOTA: La mía seguro que sí, patrón.
Y se bebió el wiski de un solo trago, las caras que hizo nos dieron mucha risa. Luego Quique me dijo que si me acordaba las dos fantasías que tenía, yo le contesté que se las cumpliría, primero la tijerita y luego la lluvia dorada, la pobre Carlota no entendía una palabra.
Le pregunté a Carlota como es una tijera, ella abrió los dedos, índice y anular y me mostró la mano, le dije que estaba en lo correcto, que sus dedos simulaban sus piernas abiertas, entonces yo hice lo mismo con mi mano y entrelacé mis dedos con los suyos… ella se quedó un momento pensando y luego asustada dijo:
CARLOTA: Ya entendí, la tijerita es juntar mis patas con sus piernas para juntar nuestras rajas.
SUSY: Exactamente, mi niña, veo que eres una buena alumna.
CARLOTA: ¿Y para qué vamos a hacer eso?
SUSY: Primero porque tu patrón tiene ganas de verme hacerlo con otra mujer y segundo porque sé que nos va a gustar.
Así que acosté boca abajo a Carlota crucé mis piernas con las de ella y empezamos a frotarnos las cuquitas mientras nos amasábamos las tetas, ella gemía por el placer aprendido y yo no me quedaba atrás, movía el culo en círculos para frotarnos los clítoris con ganas, en eso se para Quique y nos pone la verga cerca de nuestras bocas, así que como fieras hambrientas nos tiramos a devorarle la verga, sin dejar de chocar nuestras cucas, una frente a la otra, ella le chupaba la pija y yo le lamía los huevos, en eso la niña suelta un gemido profundo y me empapó la cuca con sus abundantes jugos.
Ahora fue Carlota quien nos sirvió wiski, ella se sirvió medio vaso, puro, y se bebió de un solo trago, sus caras eran un poema, se sirvió otro y para adentro, eso niña nos tenía sorprendidos, luego de un rato le pedí a Quique que quería ver como se cogía a la niña, ella estaba dispuesta a todo después de los tragos, así que la acostó boca arriba puso sus piernas en sus hombros y le ensartó la verga hasta el fondo, ella gimió de placer, yo me senté en su cara para que me mamara la panocha y con esa lengua mágica me hizo venirme de inmediato.
Entonces Quique le dio vuelta a la niña y me pidió que la lubricara, yo metí mi boca entre sus nalgas y me dediqué a chuparle el culo y a abrírselo con los dedos, luego le mamé la pija, la puse justo en la entrada de su culo, ella brincó, pero yo me senté en su espalda inmovilizándola, Quique le metió la cabeza y ella pegó un enorme grito de dolor, luego se la fue metiendo poco a poco hasta que ya no vi ni un milímetro de verga, le dije a Quique que no se moviera, ella dejó de llorar y Quique empezó a entrar y a salir de manera lenta, la cara de Carlota cambió de una cara arrugada por el dolor a una sonrisa de pura satisfacción, entonces sí empezaron a coger, se oía como la pelvis de Quique chocaba con el culo de Carlota y ese sonido tan rico… era como si chapotearan en el agua, Carlota se vino en medio de gritos, pero Quique seguía dándole duro, seguramente después del orgasmo, el culo le ardía y se empezó a quejar nuevamente, yo me fui atrás de ellos, primero le lamía las nalgas a Carlota y subía por los huevos de Quique, cuando vi su culo fruncido, me mojé tres dedos y se los ensarté sin compasión, Quique volvió a Bufar y como máquina atormentaba el culito de la niña, a esa misma velocidad, yo le trababa los dedos hasta el fondo de su culo, por fin se escuchó un alarido de animal herido y Quique descargo su leche en el culo de Carlota.
Seguimos tomando tragos y le preguntamos a Carlota que cómo le había parecido la experiencia, ella tímida decía que había aprendido muchas cosas ricas esa noche, pero lo que más le gustó fue ser cogida por el culo, que ella no sabía que se podía sentir tanto por ahí, que sentía como el doble de placer que por la cuca. Quique me hizo señas y los invité a tomar un baño para quitarnos todos los flujos, ya en la ducha le dije a Carlota que nos acostáramos sobre los azulejos, que por fin iba a probar la lluvia dorada, ella no entendía nada, pero lo hizo, en eso Quique se para en medio de las dos y nos empieza a mear, para mi sorpresa, Carlota abrió la boca y se tragaba la meada, yo solo alcancé a que me meara las tetas, sentí rico sus orines calientes, yo me embadurné el cuerpo con sus meados y luego acostamos a Quique, le pregunté a Carlota por qué había abierto la boca y dijo que eso le encantaba a su novio, pero que no sabía que se llamaba lluvia dorada, entonces nos abrimos de piernas sobre Quique y soltamos toda nuestra meada sobre su verga, su pecho y su boca, lo dejamos empapado de meados. Ella dijo como descubriendo el agua azucarada, que los meados eran dorados… seguramente porque tomamos wiski, Los dos nos reímos de su ocurrencia. Luego nos bañamos a conciencia y desde ese día Carlota se ha vuelto nuestro juguete sexual.
Estaba impresionada viendo a Bob abrirme la puerta, completamente desnudo y en la cama había una chica acostada también desnuda.
YO: ¡¿Quién es ella? ¡¿Qué significa esto?! ¡¿Por qué me tratas como a una cualquiera?! ¡¡¿Ella es tu novia?!!
BOB: Vamos, siéntate y relájate… ella no es mi novia… es… es la chica de quien te hablé en el avión…
ELLA: Soy la ninfómana… no se asuste que no se lo voy a quitar.
YO: Ni siquiera se atreva a dirigirme la palabra… Bob, quiero hablar contigo a solas.
BOB: Imposible, Yara… siento que te pierdo y no tuve más remedio que ir a pedirle consejo a…
ELLA: No le digas mi nombre, para doña Yara me llamaré puta, así puede decirme: PUTA y a mucho orgullo.
Yo lloraba desconsoladamente sobre el sofá sin saber que decir.
BOB: Le conté a…
ELLA: Puta.
BOB: Le conté a Puta nuestro caso y ella me dijo que lo que tú necesitas es algo extremo, para que te haga salir de tu angustia y por fin te decidas a vivir conmigo.
YO: Estás loco.
BOB: Déjame explicarte… no sé cómo decirte esto… para que me entiendas… mira…
ELLA: ¡O hacemos un trío o aquí se acabó todo!
YO: Están locos, son unos degenerados enfermos.
Me levanté dispuesta a irme, pero Bob me tomó de los hombros y me aventó a la cama.
BOB: Hoy fui con…
ELLA: Puta.
BOB: Hoy por la mañana fui con Puta a la oficina de Quique, vi a Susy y les presenté a… Puta como mi novia argentina.
YO: Dime que es una broma.
ELLA: Nada de bromas, doña Yara, si quiere saber más, díganos ¿Va a hacer ese trío?... o puede salir por esa puerta, tenga la seguridad que nadie la va a detener.
Yo me volví a levantar, Bob intentó detenerme, pero la puta esa se lo impidió, es más, ella misma me abrió la puerta, yo salí desesperada hacia el ascensor, esperé unos segundos y cuando la puerta se abrió… me quedé parada, como una idiota mientras la puerta se cerraba… no podía quedarme con la duda, tenía que saber cómo reaccionó Susy, ¿qué pasó? No tuve más remedio que volver a la habitación del hotel.
Toqué la puerta y ella la abrió y le sonrió a Bob, como diciéndole: ya ves, yo tenía razón.
ELLA: Pase Yara y hágame el favor de desnudarse.
Yo volví a ver a Bob y con una seña me dijo que lo hiciera… me sentía humillada por esa puta, pero era eso o no sabría nunca lo que había pasado en esa oficina, lentamente me fui desnudando, Bob tenía la mirada en el piso y ella me miraba el cuerpo, pero sin mucho interés, como si esto lo hubiera vivido muchas veces.
ELLA: Ahora les voy a decir lo que deben hacer, Bob acuéstate en la cama boca arriba, usted, Yara, le va a mamar la verga hincada, mientras Bob le cuenta todo lo ocurrido y yo le voy a mamar la cuca, para distraerla de malos pensamientos, como irse, dejar para siempre a Bob o agredirnos, así que póngase flojita y cooperando, mire que esto lo hago por el bien de los dos.
Como dos autómatas hicimos lo que esa mujer nos dijo, yo me aferré a esa verga tan deseada y me la metí a la boca, aún no estaba parada, en eso siento los labios de esa puta rozando mi cuca, un golpe eléctrico invadió todo mi cuerpo y mamaba esa verga con más ganas, en pocos segundos sentí como le crecía en mi boca, y ella atrás mío haciendo maravillas con mis nalgas, me las abría y metía su lengua en mi culo, mientras con sus dedos estimulaba mi punto G y mi clítoris, sin querer le estaba cumpliendo su fantasía a Bob, estaba haciendo un trío y no sabía ni como llegué a vivir esta experiencia. Bob empezó a hablar y…
BOB: Como te decía, llegamos a la oficina de Quique, al oír mi voz, salió Susy echa una furia, Quique le tapó la boca para que dejara de proferir insultos y para que no se me tirara encima a matarme… ay, mi amor… como extrañaba esa boquita mamándome la verga… así… que rico… eres única…
YO: Sigue… sigue contándome…
ELLA: ¿Y yo? ¿Quieren que me vaya?
BOB: NO, por favor, no te vayas… a no ser que Yara lo quiera.
YO: … Siga… no me puedo quejar… su idea dio resultado… la calentura me hizo olvidar que quería asesinarlos… siga… siga así… métame la lengua en el culo y los deditos en mi cuca… así… que rico… que rico es que me masturben mientras te mamo la verga y es una mujer… ay… sigue, sigue contándome.
BOB: Entonces les dije que la mujer que me acompañaba era mi novia argentina, Susy trató de zafarse, pero Quique la tenía bien agarrada de la cintura, todo estaba saliendo a pedir de boca, pero el barullo era tal que todos los empleados nos rodearon, uno de los empleados dijo que ella no era argentina, que era una ninfómana que él se había cogido, yo creí que todo se había arruinado…
YO: ¿Qué pasó entonces?
ELLA: Yo solté una carcajada y les dije que era verdad, que Bob no tenía novia, sino amante y que no era precisamente yo, si no Yara, tu madre.
Susy enloqueció y empezó a patalear, hubo necesidad que otro empleado la tomara de las piernas, Susy sacó sapos y culebras por la boca, nos dijo que lo sabía todo, que su madre era una puta y Bob un maldito mentiroso… todo ocurrió de prisa, salimos de la oficina y yo improvisé este plan, hacer un trío… y creo que está dando resultado, porque le señora mueve el culo mejor que yo, y eso ya es mucho decir.
Yara corrió al baño, no sabíamos si tenía ganas de orinar o se estaba escapando de la realidad, ya nos estábamos preocupando porque tardó mucho en salir.
YO: Déjenme poner en orden mis ideas… si Susy ya sabe lo nuestro no habrá forma de que me perdone.
BOB: Exactamente.
ELLA: Así que ahora nada les impide ser felices.
YO: No sé, es mucha información que tengo que procesar…
BOB: ¿Te puedo pedir un favor? Cuando vayas a tu cama lo procesas… pero por ahora cúmpleme mi fantasía… las quiero ver juntas… por… favor… bueno… si no quieres… lo entiendo…
Fui por mi ropa, la coloqué a un lado de la cama y cuando iba a empezar a vestirme, un demonio me atravesó la cabeza y con su cola me excitó la cuca, entonces le dije a ella que me besara… y ahí se desató un tsunami sexual de máxima categoría, nos besamos como dos putas posesas, con su experiencia me calentó de inmediato, me tocó y me lamió las tetas como ningún hombre lo hubiera hecho antes, me besó las orejas, el cuello y bajó hasta mis muslos, me tiraba su aliento sobre mi sexo y yo ávida por sentir su lengua subía las caderas, pero ella sabía cómo excitar a una mujer y yo era su víctima indefensa, entonces le agarré la cabeza y le hundí su cara entre mis piernas, ella se carcajeaba en mi cuca y yo temblaba de placer.
Luego en venganza, ella me tomó de la cabeza y me obligó a lamerle la hendidura, yo nunca había hecho eso, pero debo confesar que el calor que salía de su abertura y verla tan húmeda y rosadita me excitó al máximo, así que aunque ella no me hubiera obligado… yo hundí mi lengua en esa cuca que tantas vergas había recibido y me dediqué a darle placer, cuando estaba por venirse, metió sus piernas dentro de las mía y sentí su sapo caliente en el mío, qué sensación más deliciosa, ella se movía como un remolino y se vino en mi cuca a chorros, yo le reclamé que no me había dado tiempo para terminar, ella me dijo que lo había hecho intencionalmente, que ahora me podía quitar las ganas con Bob.
Como una fiera salvaje, acosté a Bob a media cama y lo cabalgué con ganas, sentía su verga golpeando mi útero, era como si quisiera tragármelo todo por la cuca, ella se colocó atrás de nosotros y cuando sentí su lengua lamiéndome el culo exploté como una puta degenerada, ese había sido el mejor orgasmo de mi vida, al destrabarnos… no sé por qué lo hice… pero lo di a ella un beso con lengua y le di una cariñosa nalgadita, le dije: Gracias… y salí de nuevo al baño, detrás de mí vino Bob… fue tan tierno, tan amoroso, tan lindo… me llenó de besos bajo el agua y para mi sorpresa me agradeció el haberle cumplido su fantasía… estaba llorando, le dije que no era para tanto… él sonrió y besándome la boca dijo que lloraba porque por fin sentía que éramos libres y podíamos consumar nuestro amor sin restricciones.
Cuando salimos esa mujer ya no estaba, Bob sonrió y me dijo que esa puta sabía más de psicología que Edmund Freud, yo afirme con la cabeza, no sé por qué ilógica razón el sexo domina nuestra vida… Salimos abrazados y realizados prometiéndonos felicidad, pero ya en la soledad de mi habitación… me encantaba la idea de vivir con Bob, que me diera esa verga querida todas las noches, pero también pensaba que esa misma verga había desflorado a mi hija y esa idea me atormentaba, no sabía que hacer, así que decidí meterme a la cama y que Morfeo me tomara en sus brazos.
CONTINUARÁ…