7. ¿Qué Pasaría Si…? – Noche de Hombres.

Dos amigos, solos en casa... afianzando su amistad de nuevo.

NdA: ¡Hola de nuevo! Estoy publicando un poco más temprano de lo esperado y las razones de esto las explicare al final del capítulo. Ahora sin más que decir... Continuamos.

---*---

Solo nos recibieron las muchachas que cuidan la casa, me recibieron amablemente tomando nuestros bolsos y llevándolos a la habitación de Arturo, que comparada con la de Luís, todo era igual, a excepción de que todos los muebles eran de madera oscura, resaltando una gran cama matrimonial en el centro y las paredes eran blancas completamente pulcras al estilo moderno.

  • Amigo... en serio necesito bañarme – decía ya entrando a la habitación.

  • Jajajaja... ¿Bañarte? Lo que vas a hacer es masturbarte en mi baño...

  • Por dios chamo... deja de pensar tanto en sexo jajajaja.

  • Ya va... ya va... ¿Quién es el que estaba excitado en el carro?

  • Pues... eso ya paso. Olvídalo.

  • Mmm y en ¿Quién coño pensab...?... ahhh... – mi amigo me empezaba a mirar raro – te excitaste luego de... de estar con Luís...

  • ...

  • ... ¡AAAYYY VALE! – ahora su semblante había cambiado a la burla y señalándome.

  • ¿Qué dices?... ¿Qué te pasa?

  • ... Ehhh Drew, ¿Tú eres gay?

  • ¡Por dios que dices!... T-Tu... tu estas demente – estaba nervioso, molesto, confundido... no sabía que pensar.

  • Cálmate, pero responde ¿Eres gay?... te gusta... ¿Luís?

  • ¿Qué?... ¡No!

  • Porque desde hace tiempo se la pasan mucho juntos y...

  • ¡Claro que no imbécil! Y será mejor que no sigas con esto o me voy de aquí.

  • Ya Andrew... ya, disculpa, no te vayas – lo miré un poco molesto y empecé a quitarme el uniforme deportivo.

  • Dame una toalla.

  • ...

  • Por favor.

Me termine de quitar la ropa quedando desnudo ante él por unos segundos y fui a su baño. Estaba molesto, bueno, en realidad confundido... sabía que Luís me atraía un poco... pero admitirlo en voz alta, o que el propio Arturo insinuase que soy gay... me molestaba, no, me arrechaba demasiado. Yo... no era eso, o no quería... – maldición... no se... – las chicas me gustaban eso si lo sabía y estaba seguro de eso.

Pasaba el jabón por todo mi cuerpo, hasta llegar a mi pene, sobándolo un poco, no iba a masturbarme, no con Arturo allí criticándome, termine mi ducha bastante rápido sin pensar en nada. Cuando por fin salí del baño, seguía un poco molesto, Arturo estaba acostado en la cama viendo televisión y solo llevaba una toalla, lo ignoré viendo un short rojo y una camiseta negra encima de su cama y comencé a secarme en silencio, mi amigo solo se levanto de la cama y entro al baño, tomé de su desodorante y comencé a vestirme.

Cuando ya estuve listo me senté en la cama, a ver la televisión, pero no había nada que ver, o y no quería ver nada, luego me levante a su escritorio, pase por su librero, por su ventana y me quede mirando un rato el paisaje.

  • Drew... – me sorprendí un poco, ya que no lo había escuchado salir del baño – disculpa, yo hablé sin pensar... sabes cómo soy yo – escuchaba su suave susurro.

  • Aja Arturo...

  • ...

  • Solo no vuelvas a repetirlo. Yo NO soy gay.

  • Ok... ya entendí.

Mi amigo ya se estaba quitando la toalla y se comenzaba a secar. Era ya bastante natural que nos viésemos desnudos ya que teníamos que hacerlo en las duchas del colegio o en el club donde jugábamos futbol, además de que siempre lo hacíamos desde niños, así que no había problemas con respecto a ese tema, no me preocupó excitarme en ese momento viéndolo, estaba demasiado molesto para pensar en pajas, mamadas o sexo ahora. Cuando ya estuvo vestido con una camiseta blanca y un short verde bajamos a almorzar aún en silencio.

Ya en el comedor mientras una de las chicas de servicio me servía un buen plato de estofado de cordero con patatas y ensalada, Arturo me hizo una pregunta que me dejo frio...

  • Oye Drew... mmm y ¿Dónde está Tony?

  • ... ¡MIERDA, TONY!... ¡Tony, Arturo... Tony no sabía que yo venía para acá... son las 3:30 pm, seguro sigue en el colegio!

  • Ya... ya cálmate... vamos llámalo – tomé su celular y llame al de él rápidamente.

Cuando estaba marcando mi corazón estaba latiendo demasiado rápido, a cada repicar que escuchaba mi nivel de desesperación aumentaba cuando escuche su voz calmada sentí un alivio gigante – ¿Cómo pude olvidarme de mi pequeño hermano de 9 años? – recostándome en el sillón hasta que escuche su voz del otro lado del teléfono.

- ¿Hello?

  • ¿Tony? hermanito...

- Si... ¿Qué pasa Andy?

  • ¡Dios!... hermanito ¿Dónde estás?... ¿Sigues en el colegio?... ya te voy a buscar. Disculpa, discúlpame.

- Pero ¿De qué estás hablando Andy?... yo estoy en casa de Nico, ¿no recuerdas?

  • Espera... ¿Qué?

- ... Andy te dije en la mañana que iba a ir a casa de Nico a hacer un trabajo – fuck ... me sentí un idiota... era cierto mi hermano me había dicho eso hacia unas horas - ¿Andy?... ¿escuchaste?

  • Ahhh... si, se me olvido... disculpa, Tony... igual, que bueno que estas bien.

- Si...

  • Yo estoy en casa de Arturo, le aviso a papá luego.

- ¿Y qué haces allá?

  • Cosas de grandes... Jajaja...

- ¡Bueno!... ¡pues yo hago cosas de pequeños aquí!

  • Jajajaja, que bueno. Bueno hermano, nos vemos mañana.

- De acuerdo, nos vemos. Te quiero Andy.

  • Y yo a ti... – colgué el teléfono y de nuevo respiré tranquilo.

Le dije a Arturo donde se encontraba mi hermanito el también sonrió por el alivio de que se encontraba sano y salvo, también riéndose por olvidar algo tan importante como mi propio hermano. Regresamos al mesón y empezar a comer, las muchachas de servicio luego de servirnos la comida se estaban preparando para irse y dejarnos finalmente solos hasta muy entrada la noche, cuando sus padres por fin llegaran.

---*---

  • ¿Qué hacemos Arturo? – le dije a mi amigo un poco serio, ya terminando de comer.

  • Joder... sigues molesto.

  • No vale...

  • ¿Seguro?

  • Mmm... si... bueno, es que no entiendo que hago aquí.

  • Pues pasar tiempo conmigo...

Ambos nos levantamos de la mesa dejando los platos allí para luego caminar hasta el salón principal y nos sentamos en uno de los sillones de cuero negro frente al televisor de plasma gigante.

  • ¿Qué dices?, siempre estamos juntos.

  • Claro que no... hace bastante tiempo que no estamos juntos, desde que empezamos 8vo...

  • Pues...

  • Antes era todo diferente, estábamos en el colegio todo el tiempo juntos, venías a mi casa todos los días, pero luego todo cambio.

  • Ya... por Luís... – lo descifré rápido, ya entendía por donde venía la cosa – Arturo... nada ha cambiado.

  • Por supuesto que sí, llegó Luís y... Afff sabes qué, olvídalo – dijo haciendo un gesto con su mano.

  • No... no Arturo... termina lo que ibas a decir, ya estamos hablando de esto.

  • Pues... que eso... desde que Luís llego, tú y yo nos hemos ido separando... cuando llegó al colegio, pues yo estuve con él porque no conocía a nadie, luego ustedes se pelearon y entonces ambos tenían que estar separados o seguramente se matarían y yo tenía que estar con Luís...

  • Yo no te obligue a elegir bandos... – le interrumpí en su monólogo.

  • Da igual Andrew... el caso es que por esa peleíta suya nos separamos aún mas, o hablaba con Luís, o contigo, jamás podíamos tener una conversación los tres juntos... ¡TENIA QUE ESPECIFICAR A QUIEN LE HABLABA! ... ¡ESTABA HARTO!

  • Pues ya Arturo... ya... ya paso amigo.

  • ...

  • Es verdad... a mí tampoco me gustaba... pero todo mejoró.

Creo que mi amigo necesitaba desahogarse así que deje que terminara de hablar para luego calmarlo.

  • Cuando se reconciliaron... bueno. En realidad, cuando se hicieron panas creí que todo estaría mejor para todos ya podríamos estar juntos de nuevo, pero vinieron ustedes y ¡Que sorpresa!... se hicieron mejores amigos dejándome de nuevo solo.

  • Arturo... amigo, eso no es así. Tú sabes que eres mi mejor amigo. Por dios nos conocemos desde niños.

  • Sí, pero eso cambio...

  • ...

  • También me molestaba en la forma en que me hablabas, del como me insultabas, tu no eras de esa forma conmigo, me tratabas como un cualquiera, pensaba que te estaba perdiendo...

Después de tantos años, mentiría si dijera que Arturo es un idiota superficial que no tenia sentimientos... mi amigo podía ser la persona más fría del mundo con alguien si se lo proponía, pero cuando estaba con nosotros a solas, era completamente diferente, y ese lado sensible salía a flote, Manuel y yo éramos los únicos que sabíamos cómo era Arturo realmente, que me dijera que sentía que perdía nuestra amistad fue un duro golpe para mí, no quería dejarlo de lado, esa jamás fue mi idea.

  • Artie... amigo, en serio perdóname con eso, tu sabes cómo soy yo, si, algunas veces exploto y digo cosas que no quiero, hoy te mande a la mierda.

  • ¡Aja...!

  • Pero lo dije sin pensar, yo no... “quiero que te vayas a la mierda” – le dije haciendo comillas con mis manos.

  • Deberías dejar de decir esas cosas Drew. Esas vainas duelen.

  • Perdóname Arturo... no lo volveré a hacer... te lo prometo.

  • Jaja... – reía con un suave susurro – ok... está bien.

  • Te quiero...

  • Jaja... ya deja las cursilerías – decía volviendo a ser el mismo de antes.

  • Jajaja ok. Y bueno... regresando a lo otro... el que llegase Luís... si, tienes razón, cambiaron las cosas, pero... o sea... no puedes echarle la culpa de todo a él... yo lo hice y me di cuenta de que estuvo mal.

  • Y entonces ¿Quién tiene la culpa?

  • Yo fui el que inicio todo amigo... lo lamento.

  • ...

  • No debí alejarme de ti, solo que pensaba que si estabas con Luís, tu y yo no podíamos estar juntos. Y te digo... ya pasó, ahora todo es como antes... mejor dicho, todo es mejor que antes.

  • ... Bueno, si, tienes razón, pero aún siento que alguien debería tener la culpa de que nos alejáramos – me decía mi amigo con una cara un poco infantil haciendo un leve puchero.

  • Jajajaja pues... nadie. Nadie la tiene Arturo, nadie tiene la culpa de nada, porque nada ha pasado, estas haciéndote ideas locas.

  • ¿Ideas locas? Jajaja.

  • Si amigo – le dije con una sonrisa, para que no se lo tomase a mal – te repito ya paso todo.

Ahora si entendía el por qué de su invitación y la “noche de hombres”.

  • Sí, ya paso todo... ya lo entiendo... ya ya ya... pero no vamos a olvidar... que Luís va a estar presente siempre.

  • También, pero ahora todos somos amigos, los tres somos amigos, no tienes por qué estar celoso si estoy con él un rato.

  • ¿Celoso, yo?

  • Arturo... acabas de hacerme tremenda escena de celos. Pareces una cuaima... Jajajajajaja.

  • Jajajajajaja... claro que no.

  • Claro que si... de hecho, yo creía que estabas bien con todo esto. Me esperaba esa escena de Manuel que es el más sentimental de los tres.

  • Pues... yo he hablado con él, y nos sentimos igual.

  • Jajajaja ok... ya hablaré con él luego... bueno, ya estás bien, ¿no?

  • Si... ya estoy bien.

  • ¿Se acabaron los celos?

  • Que no son celos joder...

  • Jajajajajaja... ya Arturo... di la verdad.

  • ¡Bueno, si, estaba celoso de que perdía a mi mejor amigo!

  • Que no me estabas perdiendo imbécil – me monte a horcadas encima de él y le di un beso en la frente para abrazarlo muy fuerte, evitando que se escapara de mi agarre.

  • Jajaja... déjame.

  • Jajajaja... somos unas nenas.

  • De las peores...

  • Mmm... entonces, ¿Empezamos esta noche de hombres...?

Al estar yo encima de él, de su excelente cuerpo, ver su bello rostro viendo sus profundos ojos azules, hacia que mi corazón palpitara muy rápido, sentía amor por Arturo, pero era un amor diferente al que sentía por Luís... o incluso Miguel, para mí, el amor que sentía por mi amigo era muy parecido al que le expresaba a Matty y Tony... Arturo es mi mejor amigo, o mejor dicho, es el hermano de otra madre. Y sabia que él sentía lo mismo, por mi, si no... ¿Por qué me hizo esa escena de celos?

  • Ufff sí. Vamos, tengo una botella que quiero que pruebes.

  • Jajajaja. Arturo hoy es Miércoles... ¿vamos a tomar hoy?

  • ¡... EHHH CLARO!

  • Aja... y ¿mañana?

  • ¿Qué pasa?

  • ... Mañana tenemos clases Arturo.

  • ¡No vamos!... ¡Doch!

  • Jajajajajaja... está bien.

  • Ufff... soy una mala influencia para ti.

  • ¡Jajajajajaja... lo sé!

---*---

Empezamos nuestra verdadera tarde-noche de hombres con una botella de vodka Smirnoff. Empecé a tomar justamente al terminar 7mo grado en una pequeña reunión donde el hermano de Arturo, Aquiles, nos regalo una botella y nos enseñó a tomar sin “ volvernos mierda ” rápidamente, hasta preparo unos “tragos especiales”... que al final terminaron siendo un mix de vodka con jugo de naranja, granadina y hielo para diluirlo todo. Igualmente nos emocionaba que por fin ya estábamos tomando alcohol.

  • Jajaja en verdad lo estamos haciendo – decía ya recibiendo mí trago.

  • ¿Qué cosa?

  • Pues... ¡estamos tomando un miércoles!

  • Jajajaja... si... oye... mejor no tomamos.

  • ¿Qué dices? – le di un gran sorbo a mi bebida – ya empezamos, no te arrepientas ahora.

  • Jajajajajaja... estaba bromeando, yo nunca me arrepiento de nada jajajaja. Vamos al salón.

Ya en el salón, lo primero que hicimos fue sacar las cartas UNO y jugar un par de partidas, pero al estar solo los dos, nos dimos cuenta que cualquier juego de cartas entre dos personas era un poco aburrido. Encontramos un Jenga y ese juego si podíamos entretenernos entre los dos, más si luego de un par de horas, ambos estando un poquito ebrios, nuestros movimientos no eran muy certeros, destrozando la torre unas cuantas veces.

  • Jajajajaja... Arturo, soy malo en este juego.

  • Claro que no... ehhh...

  • ¿Qué?

  • Jajajaja... se me olvido lo que te iba a decir.

  • Jajaja... estas borracho.

  • Claro que no... jajaja mira – Arturo se apoyo en una pierna y se tocó la nariz con un dedo quedándose unos segundos en perfecto equilibrio – ves... ahora tú.

  • Jajajaja... – hice lo mismo pero no pude mantenerme.

  • ¡JAJAJAJAJA!... NO AGUANTAS NADA.

- Estoy algo bor-rrachio amigosh... Arturito te quiero muchoteee – le decía imitando a algunos borrachos que había visto cuando era más pequeño.

  • ¡JAJAJAJAJAJA!.... ¡NO PUEDE SER... ESTAS BORRACHO!

- Si... seño... yo como que esrtoe... es-to... que ando mareao hermano... – ahora caminaba un poco extraño sumando mi actuación.

  • Jajaja... – mi amigo borró su sonrisa – Oye Drew ¿estás bien? – me dijo mi amigo preocupado.

  • Ehhh... si... ¿Por qué?... jajajaja estaba actuando.

  • ¡Ahhh ya! Jajajajajaja... caí como un idiota.

  • Jajajaja... es que tú, eres un idiota.

  • ¡Oye!

  • Jajajaja.

  • Hey y hablando de idiotas... Manuel me dijo que estas vacaciones estuvo con una chica allá en España.

  • ¿En serio?... mmm define: “estuvo”.

  • Jajajaja... bueno, me dijo que lo hicieron...

  • ¿En serio?... ¿Manuel?... ¿Nuestro Manuelito ya no es virgen...? – no podía creer eso.

  • Jajajaja coño, no se... yo no le creo, él es muy inocente para andar metiendo la verga en algún lado.

  • Jajajajajaja... pienso igual.

  • ¿Y tú nunca te vas a coger a Cintia?

  • Joder Arturo... claro que no... ella es mi mejor amiga. Es como nuestra hermana...

  • ¡ Mía no es!

  • Jajajaja... bueno, es mi hermana.

  • ¿Hermanos que se besan?...

  • Jajaja... Buenooo.

  • Por dios, ustedes parecen novios.

  • Jajajaja. Sí, dentro de poco seremos novios, yo lo sé... y seguro me terminare casando con mi ragazza ... y cojiéndola salvajemente todas la noches... pero ahora, no... jajaja... soy muy joven para andar perdiendo la virginidad.

  • No como este papacito... – decía sobándose el paquete.

  • Jajajaja – me quede pensando por un momento – Mmm... Arturo... ¿tú eres virgen?

  • Jajajaja...

  • Responde pues.

  • Algo... jajajaja la metí un día cuando estaba en el estudio con unos amigos del modelaje.

  • ¡Paja!

  • Jajajaja... en serio.

  • Deja la estupidez Arturo, cuenta mas... dime como fue – le dije bastante emocionado.

  • Jajajajajaja... de acuerdo.

Me contó de cómo, él al ser el menor en su grupo de amigos de modelaje – un grupo de 5 chicos y chicas incluidos – una noche le explicaban cómo hacerle el amor a una mujer. Que una de ellas, Victoria, lo estimulaba en los vestuarios hasta que estuvo completamente erecto y Yuri, el mayor y novio de Victoria le daba indicaciones de que debía hacerle a la chica, acariciar sus tetas, besarla en el cuello, etc.

  • ¿Y la penetraste?

  • Si... pero muy poco... Yuri se desnudó luego y me apartó de ella y se la empezó a coger frente a todos.

  • Mmm...

  • ¿Qué piensas?

  • Es que... no sé, creo que me mientes.

  • Jajajaja... claro que no, en verdad... aunque bueno, fue un poco incomodo.

  • ¿Incomodo?

  • Si Drew... al principio me gustaba como Vicky me tocaba y me excitaba... pero luego cuando estuvimos los dos desnudos... mientras los demás miraban... jajaja... mmm s-sentía que no debíamos estar haciendo eso.

  • Mmm ya...

  • Y la manera en que me miraba Yuri y los demás chicos... como si quisieran... – se quedo callado por unos momentos – olvídalo. ¿Sí?... hablemos de otra cosa.

  • Mmm Artie.

  • Olvídalo.

  • No, Artie... mira... si por casualidad ellos quieren volverlo a hacer... no lo hagas ¿de acuerdo?

No creo que sea buena idea, podrían hacerte algo que tú no quieres hacer.

  • Si, descuida... ya lo había pensado Drew.

---*---

Nos quedamos callados unos momentos más, y cambiamos el tema, de que Carlos y Henrique habían entrado a clases de baile donde practicaban de todo, salsa, vals, ballet, hip-hop y otras más. Nos relajamos bastante olvidando finalmente el otro tema.

Recibimos la llamada de los padres de Arturo de que no llegarían a cenar esta noche dando una muy elaborada excusa, diciendo que no iban a dormir en casa por “X” razón y que pidiera cualquier cosa para cenar, sus padres se “preocuparon” porque pensaban que se quedaría solo en casa hasta que les dijo que yo me quedaría esa noche, en ese momento me recordé que no había llamado a mi padre para decirle que estaba en casa de Arturo, así que lo llamé a su oficina deseando que no se molestara mucho por los cambios de planes.

Para mi sorpresa, amablemente me dijo que me portara bien, aunque con una advertencia de que si volvía a pasar esta situación, me olvidara de que tenía amigos, cuando le dije eso a Arturo nos quedamos en silencio para luego soltar una gran carcajada y lanzarnos al gran sofá de cuero quedándonos así por un largo rato. Vimos que nos quedaba poco en la botella de vodka y con una sonrisa un poco cómplice entre ambos, nos la tomábamos directo del pico a pequeños tragos.

  • Mmm pásame la botella Drew – me decía mientras sentía su suave caricia en mi cabeza.

  • Toma – vi que le daba un pequeño sorbo y luego yo hice lo mismo, sintiendo ese ligero calor en mi garganta.

El estaba acostado en el sofá y yo sentado en la alfombra mientras mi cabeza se apoyaba en su pecho, cerré mis ojos para sentir mejor como acariciaba mi cabeza mientras no pensaba en nada. De nuevo el silencio formo parte de nosotros hasta que sentí su voz un tanto apagada.

  • Recuerdas que te llamé gay...

  • Mmm... si.

  • Perdóname.

  • Ya lo había hecho.

  • Gracias...

  • ¿Qué pasa? – me voltee a mirarlo.

  • Yo... quiero confesarte algo.

  • Ok... y ¿Qué es?

  • Mmm...

  • ¿Artie?... tu...

  • No... bueno, mmm no sé – me respondió adivinando mi pregunta.

No lo podía creer... mi amigo Arturo Duarte, el chico mas mujeriego – con sus 3 novias –, machista, homofóbico, estaba confundido igual que yo... la mirada que tenía en ese momento era la de alguien que estaba haciendo una operación matemática demasiado complicada, para luego terminar mirándome profundamente.

  • Artie...

  • Yo tampoco soy gay...

  • Mmm ok.

  • Pero si... a ver... te lo voy a decir, pero es un secreto Drew... no se lo cuentes a nadie, ni siquiera a Manuel...

  • Ok... de acuerdo amigo.

  • Drew, confió en ti – asentí con mi cabeza y ambos nos sentamos en el sofá, de piernas cruzadas, mirándonos, esperando saber ese secreto – no sé cómo empezar... imagino que te diste cuenta que entre Ulises y yo pasaba algo... diferente.

  • Mmm si... me di cuenta. Se supone que hay límites entre jefe y empleado.

  • Si... bueno... ese límite que dices, entre Ulises y yo ya no existe... – me quede callado esperando a que continuara – desde un principio él si me trataba como debía ser, con un respeto mutuo... pero luego de un tiempo, le decía que se relajara, que mientras mis padres no se enteraran, podría ser “normal” conmigo, él lo acepto bastante bien.

  • Aja...

  • Luego de un tiempo, se volvió más agradable todo, hubo más confianza, pasábamos un buen momento cuando me llevaba, incluso nos quedábamos en la camioneta hasta tarde hablando, hablábamos de todos los temas, hasta hablamos de sexo... me contaba historias de su vida, de cómo conocía mujeres, se las llevaba a la cama, todo... todo... sin perder ni un detalle... algunas veces cuando terminaba de hablarme terminábamos con tremenda erección...

  • Ok... – trataba de hablar poco para que él no se distrajera del tema.

  • Aja... y en una de esas, creo que sobrepasamos el limite... yo estaba demasiado excitado, no creía que podría llegar hasta mi habitación para masturbarme, se lo dije... y él me respondió que lo hiciera allí mismo, que no había problema.

  • ¿Cómo?... Arturo... ¿tu?

  • Si... me saque la verga frente a él y me masturbe como un demente, pensando en lo que me había contado... tenía los ojos cerrados, y luego mire a Ulises mientras lo hacía, ninguno de los dos decía nada... yo solo me masturbaba mirándolo y él me miraba en silencio... dure poco. Cuando iba a acabar me revolví en el asiento mientras temblaba, soltando mi leche en el tablero de la camioneta... – no podía creer lo que me contaba Arturo.

  • ... y ¿Qué te dijo Ulises?

  • “Buena corrida, campeón”... jajaja... vi que él tenía aún su verga dura y le pregunte si se haría una paja como yo... me dijo que no, que el descargaba en casa. Iba a limpiar el tablero, pero me dijo que él lo hacía luego. Me baje de la camioneta y entre a casa.

  • ...

  • Luego de eso lo volví a hacer unas cuentas veces más... hasta una tarde él se me unió y nos la jalamos juntos...

  • ¿En serio?

  • Aja... allí... de nuevo pasamos los limites Drew... toque su pene y él, el mío. Nos masturbamos juntos hasta dejar la camioneta embarrada llena de leche...

  • Jajaja... – Arturo esperaba otra reacción mía, no una risa – Oye... está bien experimentar... los hombres experimentan juntos... créeme.

  • También lo besé – me dijo ya con la cara roja como un tomate.

  • Ok – me quedé serio de nuevo, en verdad alucinaba como mi mejor amigo había pasado por lo mismo que yo.

  • Yo... no soy gay, pero debo admitir... que me gusto Drew... me gusto besarlo... Pfff demonios... ¡NO QUIERO SER GAY!

  • Artie... Artie, tranquilo... mira, escucha, te voy a decir algo que mi hermano me dijo cuando me sentía igual que tu, presta atención: tú, eres tú y ya, eso es lo que importa... nada más...

  • Yo soy yo... – me repetía lento.

  • Y eso es lo que importa, amigo.

  • Mmm... ¿tú te sentías igual que yo?

  • S-si... escucha Artie, tú me contaste un secreto... y ahora yo hare lo mismo contigo...

Le relate a mi amigo lo que me paso con Miguel desde el inicio... era la primera persona en realidad que le contaba la verdad de lo que había pasado entre Miguel y yo. No perdí detalles tampoco. Necesitaba confesarme hasta lo último que había sucedido entre nosotros de cómo luego de entrar a su cuarto miraba su paquete con deseo, el sentir su gran y gorda verga detrás de mí, para luego comenzar a masturbarnos mirando esa película porno, aumentando mi deseo de tocar su verga y masturbarnos juntos, metiéndome su verga en mi boca, para terminar en un delicioso 69 yo entregando mi culo y chupando su verga mientras él hacía lo propio conmigo llegando al clímax acabando ambos en mi pecho desnudo y dándonos un tierno beso.

Cuando termine de relatar lo ocurrido... la cara de Arturo era un poema, yo sentía miedo, excitación hasta unas míseras ganas de llorar por recordar todo lo que había pasado.

  • Bueno... Artie... di algo. No te quedes así callado.

  • Chupaste una verga... – me dijo por fin dejando la boca abierta.

  • Aja...

  • Y t-te lamieron el c-culo...

  • Mmm si, también.

  • Que loco...

  • Si, lo fue. No me odies Artie.

  • No... no lo hago Drew... pero no puedo creer que hicieras eso... nunca en mi vida me hubiese imaginado que te gustase hacer eso.

  • Pues lo mismo digo de ti jajaja.

  • Y a los 12 años... eras un chamito.

  • Bueno, fue el año pasado, antes de entrar a clases.

  • Y... ¿Aún lo sigues viendo?

  • Si... su hijo Joel es mi ahijado ahora... lo veo una vez al mes.

  • Genial, es extraño, pero genial Andrew.

  • Jajaja gracias.

  • Y ahora viene la pregunta difícil. ¿Eres gay?... o mejor... ¿Somos gays? Jajajajajaja.

  • Jajajaja... en verdad Artie, no lo sé. Igual también nos gustan las mujeres, a ti OBVIAMENTE te siguen gustando las mujeres.

  • ¡Sí!... obvio me encantan.

  • Entonces, dejemos esa pregunta sin responder.

  • Jajajaja... si.

  • ...

  • ... Aunque me gustaría responderla algún día. Y no sentirme mal con la respuesta.

  • Te entiendo, por lo menos... ya sé que no estoy solo, que puedo hablar con alguien de esto.

  • ...

  • ¿Verdad?... ¿Podemos?

  • Si... si podemos.

  • Jajajajajaja, no estamos solos amigo.

  • No, no lo estamos.

Luego de esa confesión, nos dimos cuenta ya la botella estaba vacía y eran más o menos las 8:00 pm,  cuando fuimos al comedor, un poco tambaleantes y tomándonos por los hombros, nos encontramos con los platos sucios aún en la mesa, fuimos a la cocina a lavarlos para luego, pedir comida china y a la media hora ya estábamos comiendo – o por lo menos haciendo el intento – mientras veíamos televisión en el salón.

---*---

  • Mmm... estoy lleno, o no se... no quiero comer nada...

  • Sí, yo tengo algo de nauseas Artie.

  • ¿Mucho licor? Jajaja.

  • Aja...

  • Vamos a guardar esto. Y lo comemos mañana.

Nos volvimos a levantar un poco lento. Me sentía extraño, no había probado ni un bocado de la comida china, sería mejor meterla al refrigerador y luego comerla en la mañana. Ya estando en la cocina me di cuenta que si no fuese por el sonido del televisor la casa estaría en completo silencio.

  • Oye Artie... la casa se siente sola.

  • Si... un poco.

  • ¿Y es así cuando tus padres no vienen a casa?

  • Mmm... aja.

  • ¿Y no te sientes solo?

  • Mmm algunas veces...

  • ¿Cómo haces?

  • Pues... me aguanto – decía guardando todo.

  • ...

  • Jajaja... o llamo a Aquiles para que venga y se quede o me voy a su apartamento.

  • Mmm ya.

  • Pero como estas aquí no me siento solo jajajaja.

  • Si... jajaja, pero mira, si tus padres vuelven a hacer eso. Llámame. Así vengo para acá o si no vienes a mi casa.

  • Si... buen plan.

  • Vamos a ver la televisión.

Íbamos pasando los canales. RCTV, Venevisión, Televen... Warner, AXN, Universal – ¡DIOS, NO HAY NADA QUE VER! –. Hasta que por fin, en FOX estaban pasando una maratón de “Los Simpsons” ... Era lo único bueno que podíamos ver en la televisión, ambos disfrutábamos bastante riendo de cada estupidez que hacían. Así estuvimos hasta llego la media noche, allí mi amigo me sorprendió con lo que dijo.

  • Drew... te tengo una sorpresa.

  • ¿Qué cosa?

  • Mira esto – tomó el control y en un par de toques, desbloqueo todos los canales.

  • ¿Tienes todos los canales?

  • Aja... todos amigo... – los fue pasando hasta que llego al que quería.

  • ... jajaja... desbloqueaste los canales porno.

  • Si, papá los tenía desde hace años. Mi hermano me dio el código de desbloqueo.

Nos quedamos con una sonrisa picara viendo como una pareja tenía sexo salvajemente, en estas pornos al igual que en los DVD’s se veían los penes y vaginas explícitamente... simplemente perfecto. Ahora nos quedamos en silencio viendo todo. Que delicia era ver esos cuerpos sudorosos tocándose mientras ambos gemían por el placer. Me di cuenta que mi verga estaba despertando de nuevo, también recordé que el día de hoy no le había dado el placer que necesitaba o simplemente había dejado a medias todo. Mi amigo tenía la mano encima de su short masajeando un poco su paquete que iba aumentando su tamaño.

Era la primera vez que estábamos haciendo esto, los dos juntos viendo una porno, solos en su casa, había escuchado que los chicos de 5to Año lo hacían, se reunían en grupo y se hacían pajas, hasta mas... – hubo un rumor de que los encontraron en los baños del colegio y fueron suspendidos, aunque al fin y al cabo todo termino siendo un rumor – estando los dos en el sillón de cuero la temperatura iba en aumento a medida de que se sumaban más personajes a la escena.

  • ... Esto va a terminar en una tremenda orgia.

  • Jajajaja... si... como que la fiesta tenía que acabar así.

  • Jajajaja.

Y así eran... en la escena estaban 6 parejas – todos ellos buenísimos y de toda raza – sentados en una gran sala algunas parejas se tocaban entre ellas o disfrutaban intercambiándose complaciendo a sus machos, yo en realidad ya no estaba pendiente de ellos, si no de mi amigo de sus brazos tensionados y estaba sudando un poco al igual que yo...

  • Artie... estoy caliente.

  • Jajajaja... yo también Drew – ambos nos quitamos las camisetas y las lanzamos por allí.

  • ¿Qué tal si llegan tus padres?

  • Pfff... créeme que ellos no van a llegar, he pasado fines de semanas solos desde que empezamos las clases.

  • Joder... tuviste que llamarme – le dije sobándome el paquete completamente erecto.

  • Jajajaja... ok, mírate... tocándote la verga y diciéndome que te llame, eres un puto jajajaja.

  • Jajaja... algo, y lo mejor de todo, te cobro barato por ser amigos.

Ambos reíamos por mi comentario disfrutando del momento, me arriesgue un poco y me acerque a él esperando a que no me rechazara, vi una media sonrisa y ahora él fue quien se acerco a mí en un solo movimiento.

  • Joder Artie, te dije estoy caliente – le insinué un poco inocente.

  • Jajaja ya se – puso su mano en mi paquete y me lo apretó.

  • Ahhh... o-oye... ¿Qué haces?

  • Jajajaja jugando... ¡Vamos!... ya sabemos lo que va a pasar aquí.

  • .... Mmm jajaja.

  • Mmm... haz lo mismo.

  • O-ok – estaba nervioso y caliente, pero quería llegar a mas – ¿Qué tal?

  • Bien bi-en...

El siguiente paso fue demasiado rápido para mí, Arturo quedó completamente desnudo mostrándome su cuerpo con su mirada arrogante. Yo hice exactamente lo mismo mirándolo de igual forma.

  • Joder Artie... que buen cuerpo tienes.

  • Jajajaja lo sé. Tienes que venirte al gym conmigo.

  • Claro que lo haré...

Mire su pene completamente erecto era un poco largo, grueso, blanco, completamente descapuchado con un glande un poco brillante y rosáceo, marcando unas pequeñas venas en el. Alargue mi mano para por fin poder tocar la verga de mi amigo.

  • ¡¿Qué haces?! – me dijo con mirada de pánico.

  • Ehhh... yo... y-yo creía que... y-yo...

  • Jajajajajaja... es broma... vamos, si quieres toca.

Lo mire un poco molesto por su broma, pero luego volví a alargar mi mano y él se acerco mas a mí, tome su pene con un fuerte agarre haciendo que su verga palpitara en mi mano, el respondió a mi toque de excelente forma soltando un delicioso suspiro y echando su cabeza hacia atrás, sentía un pequeño Déjà vu ... recordando que todas las pajas he tenido con alguien se escuchaban los gemidos de la película porno que tenia puesta... – jajaja, al parecer era un ingrediente indispensable para disfrutar del momento –.

  • Mmm... oye Artie... tócame a mí también...

  • Mmm ok – su mano se posó en mi pene y lo acaricio de igual fuerza.

  • Ahhh... que rico.

  • Ven, vamos a sentarnos y seguir viendo la peli.

Nos sentamos pegados el uno al otro... la confianza que teníamos luego de confesarnos había subido a niveles impensables... tenía mi mano en su verga acariciándola de arriba abajo sin parar siguiendo ese mismo ritmo lento, Arturo dejaba el tronco para concentrarse en mis bolas y apretarlas haciendo que se me escaparan risas nerviosas y los temblores en mi cuerpo aumentaran. Su mano iba un poco más abajo y abría mis piernas dándole más acceso hacia donde él quería llegar.

Deje su pene para acariciar sus fuertes piernas gracias al futbol y el gimnasio, pero mi pene también necesitaba atención y las manos de mi amigo no parecían querer satisfacerme en esa parte así que tome mi trozo para masturbarlo como a mí me encantaba.

  • ...Dios que rico.

  • Jajajaja... oye... pero dejaste de tocarme.

  • Jajaja... tú no me estas ayudando... tu quieres llegar a otra parte...

  • Bueno bueno... cada quien se toca su verga.

La escena sexual que veíamos era una completa orgia de todos con todos, se veían manos, pies, tetas, bolas, coños, en un sinfín de posiciones, ya no sabía a quién ver hasta que centre mi atención a un hombre musculoso que sentado en un sillón con su verga en alto, me encantaba como la blandía como una espada haciendo que... dos chicas empezaran a comérsela haciendo al macho gemir de placer. Mire a mi amigo sonriéndole mientras él se masturbaba y se acariciaba el pecho... ahora otro macho le ofreció la verga a una de las chicas que estaba con el primero, esta acepto solicita y el hombre empezaba a penetrarla por la boca.

Mi amigo y yo gemíamos de placer al ver lo que pasaba, por mi parte deseando hacer eso con alguna chica – o chico – y para aumentar aún más el calor y hacer volar nuestra imaginación un chico junto a otra chica le hacían sexo oral al primer macho.

  • Joder... – decía Arturo en un suave susurro.

  • Lo sé...

¡Dios! Como extrañaba chupar un pene, la verga de Arturo babeaba ya el líquido pre seminal dejándolo completamente brillando al igual que el mío, abrí mis piernas y sobe mis bolas gimiendo de placer, me revolvía tomando mi pene y agitándolo contra mi mano – Si... me encantaba hacer eso, sentir ese choque me nublaba los sentidos – sentí un movimiento un poco brusco a mi lado y me quede putamente sorprendido, fueron varias cosas, alguien entre mis piernas, me retiraban las manos de mi pene y bolas bruscamente, un par de lamidas y para terminar una boca caliente se encerrara en mi pene. No puedo creerlo, una cabeza rubia en mi entrepierna... Arturo Duarte me estaba chupando la verga.

- ¡Oh God!

  • Mmm... amigo...

  • No puedo creerlo... mmm...

Chupaba mí pene bastante bien, sintiendo su cálida boca y su lengua enrollando la cabeza de mí pene – ¿Cómo hacia eso? –... yo no lo hice cuando estuve con Migue... abría más mis piernas dejando más acceso esperando a que entendiera para que pudiese seguir haciendo su buen trabajo.

  • Mmm ahhh.... A-Arturo... dios... que rico.

  • Jajaja... ¿Qué tal si tú y yo experimentamos juntos...? – me dijo alejándose de mí y mirándome profundamente.

  • Mmm ¿Quieres jugar Rey ? – le dije recordando su apodo en el futbol, nos quedamos así un momento y me acerque a él para darle un corto y suave beso.

  • ¿Eso por qué fue?...

  • Mmm no se... jajaja ¿Quieres seguir?

  • Mmm si...

Nos seguimos besando un poco, unos suaves picos para que luego él se alejara, acomodándose mejor entre mis piernas y volviendo a su trabajo. Que placer me daba cuando Arturo se metió mi pene en su boca, lo mamaba con mucha energía, sentía su lengua recorrer toda mi verga y el calor del interior de su boca, gemía al sentir lo que estaba haciendo, tome su cabeza acariciando sus pequeños rizos para indicarle un leve ritmo.

  • Artie amigo... ahhh... ¡Siii!

Estuvimos así por unos pocos minutos hasta que con un poco de fuerza, se soltó de mi agarre y me dio una última chupada sonriéndome pícaramente, el Arturo amable de hace unas horas había desaparecido, ahora volvía a ser el mismo tonto con complejo de superioridad de antes...

  • Oye... tu no vas a ser el único que va a disfrutar – me decía levantándose, sosteniendo su pene y agitándolo frente a mi cara.

  • Jajaja... Ahhh ¿El machote quiere que se la chupe?

  • Pues... si. Vamos amigo, te toca.

  • Jajaja dale...

Ahora cambiamos las posiciones dejando a mi amigo en el sillón bruscamente y abriéndole las piernas, me acomodé en el suelo de rodillas, mientras él me miraba maravillado, el tamaño de su pene era normal para su edad, como unos 16 cm, tenía poco vello en la entrepierna, lo tome con mi mano dándole unas suaves caricias para luego pasarlo por mis mejillas un poco y luego por la comisura de mi boca aumentando nuestro morbo. Le di una larga lamida probándolo completamente, su sabor me gusto, toda su verga estaba caliente, me metí el glande un poco y probé el liquido transparente que salía, era de un sabor un poco amargo – jajaja... de nuevo no me gustó ese sabor – pero no me importó, lo importante era darle placer a mi amigo sin importar lo que pasara. Pase por sus bolas metiéndome una y dándole una fuerte chupada haciendo que Arturo suspirara bastante fuerte.

  • ¡AHHH COÑO MALDITO!

  • M               mm... ¿Qué?

  • ¡SIGUE! – me dijo autoritario.

Tomando mi espalda acariciándola, sentí unos suaves besos en mis hombros haciendo que me sonrojara bastante mientras me metía su pene de nuevo en la boca empezando la faena subiendo y bajando rápidamente, Arturo me tomo del cuello guiándome un poco brusco.

  • Mmm ya va coño Artie... no seas tan brusco.

  • Jajaja... perdóname... es que lo haces riquísimo cabrón.

  • Jajaja... bueno... pero déjame hacerlo a mí.

  • Pfff... como quieras... tú mandas.

Volvía a lamer su pene desde la base a la punta mientras Artie suspiraba mirándome tiernamente traté de meterme sus dos bolas mamándolas intensamente lográndolo al final y haciéndolo un par de veces mas... me volví juguetón y aprovechado la dureza de su pene lo masturbaba jalándolo y cuando lo soltaba rebotaba con su pelvis, abrí mi boca y me clavé su pene sintiendo rápidamente como me tomaba de la cabeza y moviendo su pelvis un poco para que finalmente el chico penetrara mi boca. Arturo se acostó en el sillón y yo me subí a él disfrutando de nuevo de su verga. Era un momento de máximo placer, para que ambos experimentáramos, hice algo que quería hacer desde hace tiempo y que no pude hacerle a Miguel – por obvias razones – fui lento pero preciso, coloque mis manos en su pelvis para que parase sus movimientos, y me iba tragando esa verga poco a poco, cada centímetro que entraba de esa verga caliente en mi boca me sentía orgulloso de poder hacerlo hasta que finalmente su vello hizo contacto conmigo raspándome un poco en la nariz.

  • ¡Dios que bien lo haces!

  • Mmm...

  • ¡Si... sigue... sigue!... ¡AHHH! Cuanto te quiero Andy.

  • ... Mmm y yo a ti –le respondí sacándolo de nuevo para volver a metérmelo de nuevo lentamente.

  • Espera... espera.

  • ¿Qué? – le dije sacando su trozo de mi boca.

  • No estamos cómodos.

  • No, no lo estamos.

  • Vamos al cuarto.

Nos levantamos del sofá y Arturo volvió a colocar el código de bloqueo, mientras yo tomaba nuestra ropa para no dejar “pistas” de lo que estábamos haciendo. Subimos las escaleras rápidamente a la par haciendo que nuestras duras vergas bailaran un poco. Cuando entramos, dejamos las luces apagadas, cerramos la puerta con seguro, mientras yo lanzaba nuestros shorts y camisetas por allí. Mi amigo se lanzo en la cama con las piernas abiertas y sonriéndome, una pequeña luz se colaba por la ventana, yo hice lo mismo montándome en la cama y caminando a gatas. Pase por su pene aspirando su aroma de macho, seguí subiendo bajo su atenta mirada y me acosté encima de él.  Nos quedamos quietos mirándonos a los ojos bastante serios, yo me acerque para darle un beso, fue algo seco al principio, de nuevo repetidos picos  hasta que todo se volvió más profundo mi mano fue a su rostro acariciándolo un poco, mientras la otra iba por su brazo apretando sus músculos, sentí luego sus manos un tanto tímidas por mi espalda acariciándome lentamente hasta bajar a mis nalgas, pasé mi lengua por sus labios penetrando un poco, tratando de que entrara para invadir su ser. En ese momento el se detuvo y me aparto lentamente.

  • ... N-No espera D-Drew, n-no estoy listo para esto.

  • Mmm... ¿                De qué hablas?

  • Pues besarte... s-somos amigos.

  • ... – Me quede en silencio y lo mire con incredulidad, es decir, sentía pánico de solo besarme y ¿hace media hora me chupaba la verga como un demonio? A pesar de la oscuridad y que él no podía ver mi expresión, mi amigo ya entendía el porqué de mi silencio.

  • Escucha... sé que es complicado... pero no puedo besarte así – se apoyo sobre sus codos y yo termine levantándome y arrodillándome entre sus piernas para que luego él encendiera una de sus lámparas de noche – solo lo he hecho con chicas, novias. No quiero pensar que tú eres mi n-novio.

  • Ya... está bien.

No lo deje continuar con sus tontos pensamientos y baje por su pecho de nuevo, llegue a su pene para masturbarlo un poco, ya que su erección había bajado, me lo metí en la boca para excitarlo de nuevo lográndolo en pocos minutos.

  • Esto si está bien, ¿no? – le dije secamente.

  • ¡Sí!... ¡AHHH!

Estaba un poco molesto porque no quería besarme, pero que me tragara su pene le alegraba un montón. Mi amigo era un tremendo cabrón. Chupaba con un poco de fuerza ya notando su líquido pre seminal con bastante abundancia...

  • Ya va... para Andy para...

  • ... ¿Qué pasa?

  • Que ya iba a acabar...

  • Pues yo no – le mostré mi pene blandiéndolo un poco frente a él – chúpamela Artie...

  • Vale...

Iba a levantarse, pero lo obligue a acostarse de nuevo y me monte a horcadas en su pecho, tenia cierto pánico en su mirada pero no me importo, le acerque mi pene a sus labios acariciándolos y luego mi dura mirada se relajo para que el también lo hiciera. Se termino de meter mi pene para sentir su calor de nuevo en mí ser. Gemía sintiendo esa gran chupada que me estaba dando, como quería a mi amigo en ese momento, ambos nos revolvíamos en la cama compartiendo el momento y se me ocurrió la mejor idea para terminar esta noche de hombres...  me aleje de él mientras me miraba con confusión por la corta chupada que me estaba dando. Me coloque de la mejor forma para que entendiera como tenía que terminar todo, un perfecto 69, me trague su pene de nuevo y finalmente mi amigo entendió que ambos nos podíamos dar placer al mismo tiempo como en las películas.

  • Somos peores que los de 5to Año...

  • Jajajaja Drew, eso era mentira.

  • Bueno... sigamos, que lo nuestro es verdad.

  • Si... ok.

Era un placer que sigo sin explicar... desde Miguel que no me sentía de esa manera, una sensación que hacía que sintiera que estaba en la gloria del sexo, por mi mente no pasaba nada solo me dejaba llevar sintiendo como su trozo de carne palpitaba dentro de mi boca y el mío hacia lo propio respondiendo al placer que me daba Arturo.

  • Somos unos maricones... ¡Ahhh!

  • ¡Sí!... sigue Artie... te quiero... t-te quiero...

Él continuaba lamiendo mi verga desde el glande hasta mis huevos, cada vez mi verga estaba mas y mas hinchada, cada lamida era una sensación inexplicable – lo repito, no quería que acabara esto, deseaba que fuese eterno – era más fuerte a cada momento, por mi parte casi no podía dejar de chupar la verga de Artie que si mi sentido no me engañaba estaba un poco más grande y totalmente recta, ya no me entraba completa, solo chupaba su glande y con mi lengua lamia el tronco adorándolo. Pasaron varios minutos más, no recuerdo cuanto exactamente en aquel 69 – el alcohol simplemente terminó de volverme mierda –, sentía como sobaba mis nalgas y las apretaba mientras movía mi pelvis tratando de penetrar su boca ya no pude mas, mi mente se nublo del placer, por un momento no supe donde estaba o lo que hacía, no pude avisarle a mi amigo y me vine en su boca.

  • ¡AHHH... AHHH!.... ¡AHHH!

  • ¡COÑO DREW!... QUE ASCO.

  • ¡AYYY ARTIE AHHH!

Mi amigo no me decepciono tampoco. Obviamente saco mi pene de su boca llena de leche, pero me siguió pajeando logrando que mi éxtasis ya llegara a su límite. Después de eso me acosté boca arriba mirando hacia el techo respirando agitado, sudando y hasta con lágrimas en los ojos. Arturo seguía caliente, excitado y lleno de mi semen en su cara y pecho. Su mirada era un poco desquiciada.

  • ¿Qué... – no podía hablar – qué pasa?

  • ¡Voy a acabar! – masturbándose rápidamente y con una fuerza apretando su verga logrando que su glande se viera de un color ardiente.

  • Dale... pero apunta a otro lado.

  • No jodas... ¡Abre la boca!

  • ¿QUÉ?

  • Me llenaste la boca de leche... ¡vamos abre!

Me trate de levantar pero ya estaba cansado y mareado, así que solo logre arrastrarme por la cama. Arturo se monto encima de mí impidiendo otro movimiento de mi parte.

  • ¡Ohhh Andy!... te quiero te quiero... ¡AHHH!

No quería decepcionarlo, abrí mis labios un poco y cerré mis ojos esperando cuando acabase finalmente. El primer chorro de leche caliente fue directo y certero, entro en mi boca la cual cerré instantáneamente probando su esencia – de nuevo... simplemente asqueroso –. Otro trallazo me llego en la cara luego otro... y otro llenándome mi pecho, la habitación además del olor a semen se escuchaban esos gemidos tan masculinos de mi amigo, tremendo macho al fin y al cabo.

  • ¡AHHH!.... ¡AH! ¡AH! ¡Ahhh!

Se acostó encima de mí y yo lo abrace fusionando nuestras leches. El sueño venia a nosotros quedándonos en un silencio reconfortante, le acariciaba la espalda pero ya me estaba quedando sin energías.

  • Mmm... ¿nos bañamos? – le pregunte en un susurro.

  • Joder... no... no quiero moverme más... mañana.

  • Bueno.

Nos volvimos a acomodar lentamente uno junto al otro en la cama.

  • ¿Qué te pareció esta... noche de hombres?

  • Perfecta.

  • Jajaja... ¿Quién creería... que terminaría así?

  • Jaja... nadie... ni yo lo hubiese imaginado...

  • Tengo tu leche en todas partes.

  • Pues estamos igual.

Nos quedamos callados un momento más reflexionando todo desde que llegamos a casa. Recordé algo que me había dicho Miguel y que era bastante necesario aclarar.

  • Mira... esto entre tú y yo... es secreto. Nadie...

  • Ya... yo sé, no soy pendejo. Esta mierda se queda entre nosotros.

  • Así lo pasaremos mejor...

  • Ahhh es que se va a repetir.

  • De bolas... jajaja... cuando te dejen solo de nuevo, lo repetimos.

  • Mmm... ¡Genial!

  • Te quiero Artie.

  • Y yo a ti Andy.

  • Andy... hace tiempo que no me decías así.

  • Y tú que no me llamabas Artie.

  • Jajajaja... ya volvimos a ser los de antes.

  • Si... soy... ahhh – me decía bostezando – muy feliz.

  • Y yo igual.

  • Buenas noches.

  • B-Buenas...

No termine de contestar, la oscuridad llego a mí llevándome a un profundo sueño al lado de mi mejor amigo...

---*---

NdA: Bueno muchachos esto es todo por ahora... ahora les aclaro algo, de nuevo ¡LEAN BIEN!... Me voy de viaje de nuevo... pero a trabajar por dos meses, no sé cómo será todo, si me dará tiempo o no para escribir, imagino que si... pero bueno, allá me las arreglaré en mis ratos libres, les aviso desde ahora para que por así decirlo de mala manera y un poco chocante... “NO ANDEN MOLESTANDO CON EL SIGUIENTE CAPITULO” jajajaja. Lo que si les digo es que la historia continua... el capitulo 8 está mas o menos empezado y en algún momento lo subiré, o siguiendo mis propios consejos, esperar un poco y escribir un poco más para poder publicar más calmado el 8, 9 y 10. Así que bueno. Nos leemos luego, espero ¡COMENTARIOS Y VALORACIONES!

¡Un abrazo a todos!