(7) la viuda

Hoy me toca vengarme de dos putas con problemas de zoofilia, sus maridos me dan una tremenda cogida.

(7) LA VIUDA.

A estas alturas de mi vida, Silvio ya casi vivía conmigo, me cogía a diario y me mantenía satisfecha y con una gran sonrisa. Cambió su clínica a la que era de mi marido, era una especie de venganza después de su muerte, que su peor enemigo ocupara la que fue su clínica y le llenara los hoyos a la que fue su mujer. Una noche estuvo a punto de descubrir los frasquitos con el semen de mis seis amantes hasta la fecha. Andrés, Dimas, Rafael, Estuardo, Elmer, Enrique y Silvio, me percaté que a su frasquito le había puesto la letra C de Camilo, pero lo cambié por la S de Silvio, como lo llamaba desde que descubrí su segundo nombre y los guardé bajo llave.

Una mañana recibo una invitación al matrimonio de Andrés y Sofía, la ceremonia fue preciosa y ellos me pidieron que de regalo querían mi cuerpo, hacer un trío, les repetí que a mí no me gustan las mujeres, pero les dije que, si querían hacer algo loco, les mandaba a tres auténticos degenerados para que volvieran loca a Sofía, pero Andrés tuvo miedo que le pasara lo mismo que con Vilma y declinó mi propuesta, lo cierto es que con muchos esfuerzos pusieron un pequeño gimnasio, contrataron a la hermana de Vilma para que lo administrara y rápidamente la volvieron su puta, esa venganza no me la esperaba, pero me alegré por ellos.

También supe que Dimas y Rafael vivían juntos, por fin habían salido del closet y eran pareja. Ya llevaba cuatro víctimas saldadas, ahora iba por María, Mercedes y Mirta, las tres hermanitas putas, de los maridos que me dieron la mejor cogida de mi vida, nunca había probado tener tres vergas para mi solita y hasta me habían dado un gran baño de lluvia dorada, no cabía duda que de aquella respetable dama que era cuando estaba casada, no quedaba nada, ahora le daba las nalgas a todos aquellos que me permitieran llevar a cabo mi tan ansiada venganza y eso me había convertido en una gran puta y estaba feliz de serlo, coger sin remordimientos, ni sentimientos de culpa, es lo más rico que le puede pasar a una mujer.

Ahora mi objetivo eran los esposos de Gladis y Antonia, volví al informe que me había hecho Silvio y busqué en la laptop de Héctor, había infinidad de carpetas, pero una solo tenía dos letras: GA, indudable, eran Gladis y Antonia, abrí el archivo y que sorpresita me llevé, ellas se conocían desde la primaria y habían llegado al consultorio de mi marido por problemas de zoofilia. Busqué más información y encontré varias fotos de ellas cogiendo con perros, pero las más asqueantes fueron unas donde Gladis le agarraba la verga a un pony y se la metía en la cuchara a su amiga, luego Antonia hacía lo mismo solo que se la metía por el culo a Gladis, lo patético era que terminaban con sus orificios sangrantes y les gustaba. ¿Pero que les pasaba a estas mujeres? ¿Cómo podían sentir placer cogiendo con animales? Pero lo más enfermo fue ver un vídeo donde ellas cogían con un pastor alemán y MI MARIDO, se turnaban las vergas de esos dos animales, esto ya era el colmo, una cosa es que tu marido te sea infiel y otra descubrir que pasé casada tantos años con un hombre tan hipócrita, vomité y vomité, el mundo está podrido.

Al día siguiente me dirigí a la iglesia PARE DE SUFRIR, donde los esposos de este par de cuñadas, eran los pastores, lamentablemente no estaban, me recibió un muchacho que se hacía llamar Nacho, me dijo que los pastores venían por las noches, así que regresé y me atendió Mario, un señor casi enano y panzón, feo como una polvo con eyaculador precoz, pero eso sí, se veía que tenía mucho dinero, tenía un Rolex que le ha de haber costado una fortuna, eso justificaba por qué su esposa Gladis era tan bonita, puta, pero buena. Me contó que, con su hermanastro, Víctor, habían fundado la iglesia salvando muchas almas, me invitó a ser parte de ella, le dije que me gustaría conocerla primero, así que asistí durante más de un mes y ya casi éramos amigos los tres.

Mario era muy confianzudo conmigo, con cualquier pretexto me abrazaba o me sobaba, en cambio Víctor era un señor normal y muy conservador, muy respetuoso. Un día le pregunté a Mario por qué su hermanastro era así y me dijo que era medio raro, yo creí que era gay, pero me aclaró que no, que su comportamiento lo había llevado a casi separarse de su esposa Antonia, parecía que no le cumplía… eso justificaba la putería de meterse con animales…

Una noche, después del servicio, me invitó a tomar un vino a su oficina, me percaté que tenía un sofá inmenso, parecía una cama, él se dio cuenta y me confesó que a veces traía a sus feligresas para que lo satisficieran sexualmente, porque su esposa casi no se acostaba con él… pensé: claro, después de probar vergas inmensas de animales, la suya le ha de quedar chiquita… luego de tomarnos una botella de vino, sacó otra y le dije que si me quería emborrachar, pícaro me dijo que sí, pero que yo era muy guapa y nunca me fijaría en un hombre como él.

YO: ¿Sabes lo que es el morbo?

MARIO: Claro, Alicia, es lo que siento por ti.

YO: No, eso lo sientes por cualquier mujer y se llama deseo, el morbo lo tengo yo.

MARIO: No te entiendo.

YO: Si no te ofendes, te explico.

MARIO: Di lo que quieras, con todas las bromas que he tenido que soportar por mi poca estatura, ya estoy acostumbrado.

YO: ¿Te gusto?

MARIO: ¿Y a quién no? Eres preciosa y te caes de buena.

YO: Gracias, he tenido suerte con los hombres últimamente desde que me quedé viuda, pero soy una mujer decente y no me he dado permiso de acostarme con otro hombre.

MARIO: ¿Qué tiene que ver eso con tu morbo?

YO: Que podría tener al hombre que quisiera.

MARIO: Eso no lo pongo en duda.

YO: Pero mi morbo es…

MARIO: Habla, no me dejes con la duda.

YO: Tú sabes que no eres un hombre atractivo.

MARIO: ¿No me digas que te gustaría acostarte conmigo?

YO: …ya voy a cumplir seis meses de viuda y… tú sabes… las mujeres tenemos necesidades… y sé que te gusto, que me deseas, que te gustaría coge…

MARIO: ¿Cogerte? Pues me encantaría, mira, yo sé que mi mujer se casó conmigo por interés, no precisamente por mi belleza (Ríe), las mujeres que traigo son sirvientas o muchachas muy humildes, pero tenerte a ti no se me hubiera ocurrido ni en mis más locos delirios… ahora comprendo, acostarte con un hombre feo y enano te da morbo.

YO: ¿Viste la película: “La chica 10” con Bo Derek?

MARIO: Claro, ella era muy linda y él como yo, enano y feo.

YO: Pues eso es morbo, acostarte con un hombre que no te gusta, con el perdón, pero que tiene curiosidad de saber cómo es en la cama… o en el sofá (Río), además de que eres un hombre casado y pastor, eso me prende. ¡Eso es morbo!

MARIO: Pues es la mejor ofensa que me han hecho, podemos empezar con un beso…

YO: No, quiero tener mis cinco sentidos en alerta, prefiero venir mañana y seré tuya de la forma que quieras.

MARIO: Van a ser las veinticuatro horas más largas de mi vida, va a ser como un sueño acostarme con una dama tan distinguida.

YO: Pero que manía tienen los hombres de acostarse con damas, yo quiero que me trates como a una cualquiera, es más, págame como si fuera tu puta.

MARIO: ¡¿De verdad?! Eso sería más rico aún, ¿Cuánto me cobras?

YO: Lo que quieras, lo importante no es la cantidad, sino sentirme puta.

MARIO: De acuerdo, te espero mañana.

Me despidió con una nalgada. Mi plan se había echado a andar, ahora solo me faltaba ver como calentaba a Víctor, no debería tener problemas, hasta el momento ningún hombre se había resistido a saborear mi culo.

Tenía curiosidad de saber cómo les iba a Enrique a Estuardo y a Elmer con sus cuñadas, así que los llamé por separado y les pregunté si ya se las habían cogido, los tres me pidieron mucha discreción, y me confesaron que ya les habían dado mucha pija, que se mantenían con la verga parada cogiéndose a sus esposas y luego a sus cuñadas. Los tres, por separado, me pidieron que repitiéramos la orgía de la vez pasada, les puse como condición que me mandaran fotos y vídeos cuando se cogían a sus cuñadas, también los tres me preguntaron que para qué las quería, les dije que me daba morbo verlos con la hermana de su esposa, el caso es que todos me dijeron que sí, que les diera unos días y tendría mi material pornográfico en mi correo electrónico, aún no sabía cómo utilizar ese material, pero ya se me ocurriría algo. Lo mejor fue que me contaron que la otra semana tendrían noticias sobre la demanda que le tenía a la aseguradora, donde debía heredar un millón de dólares, de Héctor.

Silvio me sorprendió con un hermoso arreglo de flores y se puso de rodillas para ofrecerme el anillo de compromiso, yo lo acepté feliz, pero realmente no quería volver a casarme, así que le di largas, quería que pusiéramos la fecha, pero le dije que luego de vengarme de todas las amantes de Héctor, lo haría, a Silvio no le gustó para nada en la mujer que me estaba convirtiendo, me acusó de haber matado a esas dos pobres mujeres, me hice la ofendida y le aclaré que ellas solas lo hicieron, en su angustia, se dejaron atropellar, no muy convencido me dijo que no lo volviera a hacer, se lo prometí agarrándole la verga… no hay mejor receta que tocarle la verga a un hombre, se les olvida todo, solo piensan con esa cabeza, le mamé la paloma y me inundó la garganta de lechita fresca. Me preocupaba que Silvio estuviera tan enamorado de mí, sería terrible que se enterara que le estaba proponiendo matrimonio a una puta, bueno, ya vería cómo salir de este aprieto.

Me arreglé lo mejor que pude para asistir a mi cita con Mario, pero estaba Víctor y estaba muy molesto, luego de saludarlos les dije que si necesitaban privacidad yo volvería en otro momento, Víctor me dijo que me quedara, que tal vez por haber sido la esposa del psiquiatra de su esposa lo entendería.

MARIO: ¿Tu esposa iba al psiquiatra?

VÍCTOR: Y la tuya también.

MARIO: No sabía, se lo voy a comentar más noche. ¿Y por qué iban?

VÍCTOR: Lo acabo de averiguar, las muy degeneradas, se metían con animales, perros, ponis y hasta con un burro.

MARIO: ¡No te creo! Yo me hubiera dado cuenta.

VÍCTOR: Piensa lo que quieras…

MARIO: Si fuera cierto ¿Por qué crees que lo hacían?

VÍCTOR: En tu caso, no sé, pero en el mío… por respeto a Alicia no te lo puedo contar.

YO: Por mí no te preocupes, no sabes la cantidad de horrores que me contó mi esposo, así que no creo que tu caso me asuste.

VÍCTOR: Gracias, Alicia, es tan increíble que creo que sí te vas a asustar… resulta que cuando nos casamos, no habíamos tenido relaciones sexuales… y en la noche de bodas mi mujer se asustó porque tengo el pene muy grande, no sabes el tormento que es vivir así… el caso es que con el tiempo ella se fue acostumbrando a mi tamaño, hasta que dejé de lastimarla. Y aquí viene lo terrible, encontré un video donde las dos se están cogiendo a un burro, ¿No es terrible?

MARIO: No puede ser, ¿Estás seguro que era mi mujer?

VÍCTOR: (Nos enseña el vídeo) Miren… estoy desesperado, realmente no sé qué hacer.

MARIO: Es ella… ¡¡¡que puta!!!… yo me divorcio y tu deberías hacer lo mismo… lo que no entiendo es… tu mujer se buscó en los animales un pene más grande porque el tuyo ya no la llenaba, pero ¿La mía? La mía es pequeña.

VÍCTOR: ¡Son cómplices desde niñas! Lo que hace una lo hace la otra.

MARIO: Con qué razón hace tiempo que no se deja tocar.

YO: Pues no sé cómo ayudar… creo que mejor los dejo para que busquen una solución.

MARIO: De ninguna manera, hoy en la mañana le conté a Víctor sobre nuestra cita, espero no te moleste, pero como dijiste que querías ser tratada como puta, los dos estamos dispuestos a pagarte lo que quieras.

YO: Pero si tienen un problema enorme que resolver… ¿y están pensando en sexo?

VÍCTOR: Los hombres nunca dejamos de pensar en sexo y con lo enojado que estoy, estaría dispuesto a pagarte lo que pidas.

MARIO: ¿Te bastarían cinco mil dólares de cada uno?

YO: Me ofenden como mujer, pero me halagan como puta. Acepto.

VÍCTOR: ¿Y cómo le hacemos? ¿Vamos por turnos o cómo?

YO: Yo haré lo que ustedes quieran, para eso me pagan esa enorme cantidad.

Realmente me pude haber ido, mi venganza no era necesaria, ya ellos se habían encargado de descubrir a sus esposas y seguramente las dejarían arruinadas, pero ya estaba ahí, y realmente tenía mucho morbo… Mario se sacó la verguita y me pidió que se la mamara, lo senté en el sofá y me recosté para chupar la pija más chiquita que me había llevado a la boca, era tan pequeña que me la metí hasta los pelos y ni siquiera se acercaba a mi garganta, mientras tanto Víctor metió su mano en medio de mis piernas y me tocaba las nalgas, me moría de ganas de verle la verga, esta noche iba a ser de contrastes, me iban a meter la verga más chiquita y la más grande, ojalá la aguantara y no me fuera a lastimar, pero con la experiencia que había adquirido, seguramente iba a disfrutar de esa enorme paloma.

Víctor me pidió que les hiciera un striptease, yo gustosa me saqué la pijita de la boca, pusieron jazz y empecé a bailarles, me encanta ver la cara de idiotas que ponen los hombres cuando me desnudo poco a poco delante de ellos, era grotesco ver a Mario pajearse su pitito, en cambio a Víctor le iba creciendo la anaconda dentro del pantalón de una manera deliciosa, a mí se me hacían agua mis dos bocas, cuando quedé en ropa interior me pidieron que no me fuera a quitar los tacones, así que desabroché lentamente mi sostén y dejé libres mis redondas tetas, ellos aplaudieron, me acerqué poniéndoselas muy cerca, pero cuando trataban de tocarme, me alejaba, luego me puse de espaldas a ellos, me fui bajando mi hilo y lo bajé hasta los tobillos sin doblar las rodillas, de esa manera tenían una vista perfecta de mi cuca y de mi culo, abrí las piernas y separé mis nalgas, ellos gritaron llenos de deseo.

Cuando me di cuenta, tenía a Mario comiéndome el culo, lo que la naturaleza no le dio de verga, se lo dio de lengua, porque sentía que me escarbaba muy adentro, que rico, movía su lengua como si fueran dedos, la sentía tan profunda que tuve miedo que llegara hasta mi caca, no sé si lo hizo, pero no protestó. Víctor se encargó de mamarme los pezones, que rico sentir cuatro manos y dos bocas dándome placer… y todavía me pagaban… creo que en otra vida he de haber sido hombre, porque yo estaría dispuesta a pagar con tal que me hicieran sentir tanta calentura.

Luego Mario se colocó para mamarme la raja, con esa lengua me hacía ver las estrellas, Víctor se pasó para atrás y me chupaba el culo, que delicia sentir dos lenguas en mis hoyos más sensibles, desde la perspectiva que tenía, pude ver la gran panza de Mario, su cabeza pelona y su verguita que más parecía un clítoris hinchado, pero mamaba tan rico que cerré los ojos y me vine como una cerda. Ellos aplaudieron mi orgasmo y por fin vi como Víctor se desnudaba ¡QUE VERGA!, casi era del tamaño de mi antebrazo, con qué razón la puta de su mujer buscó un burro.

Ellos quería cogerme, pero tenía mis orificios muy sensibles, así que les propuse darles una buena mamada, que me terminaran en la boca y que así el segundo polvo me hicieran todo lo que quisieran, Víctor me preguntó si me podía dar por atrás, con mucho miedo le dije que por lo menos lo íbamos a intentar, que no creía que me entrara, pero con lubricante y paciencia era posible, ellos se sentaron en el sofá, yo me tendí sobre sus cuerpos desnudos y Mario se encargó de puyarme los hoyos, mientras yo le mamaba esa vergota a Víctor, empecé lamiéndole la cabeza, le pasaba la lengua por todo el tronco, era inmenso, luego me entretuve en sus grandes bolas, tal parecía que estaban llenas de leche, por fin abrí la boca y me metí su anaconda, poco a poco me la fui metiendo, cuando sentí que me llegó a la garganta, con mis manos pude notar que apenas le mamaba la mitad de la paloma y me sentía atragantada de verga.

De pronto siento como Mario me mete la verga por la panocha, casi no la sentía, le dije que se pusiera condón, él corrió a su escritorio y sacó una tira con muchos preservativos, era innegable que cogía mucho, nadie tiene 36 preservativos en su escritorio, se lo puso y empezó a cogerme, yo hacía sonidos de placer, Mario creyó que era por él, yo estaba alucinada con la verga de Víctor, la chupaba, la lamía, la besaba y la mamaba, que buena verga tenía este cabrón, por muy buena mamadora que fuera, esa verga sí me sacó lágrimas y tosí como una tísica, pero no me importaba, por nada del mundo quería dejar de mamar ese monstro de carne, sentía cómo me cabeceaba la pija en la boca, Víctor se empezó a pajear y me inundó la boca de mucha leche, al mismo tiempo Mario pujó y se vino en el preservativo, yo con la boca llena de semen, me dirigí al baño, me llevé el preservativo de Mario y lo vacié en su respectivo frasquito, luego escupí el semen de Víctor en el otro y casi se llena de semen, que rico, ya les había sacado la leche a ocho hombres diferentes… y los que me faltaban.

Cuando salí, Mario se estaba tomando una pastilla de viagra, al verse sorprendido, nos contó que cogía a diario y que sin la pastillita azul, ya no se le paraba, nos reímos de su confesión y Víctor me cargó sobre sus hombros y me llevó al sofá, se sentó y me pidió que lo cabalgara, con mucho cuidado agarré su anaconda, puse su cabeza en la entrada de mi pusa mojada y me fui sentando poco a poco, es que encima de larga la tenía muy gruesa, cuando sentí que me llegaba hasta los ovarios, hice mi mano para atrás para ver cuanta verga me había comido y faltaba de tragarme una buena cantidad, empecé a moverme despacio, me dolía la cuca, pero al mismo tiempo quería más.

MARIO: No sabes las ganas que tengo de cogerte por el culo.

YO: Hazlo, papi, pero ten cuidado, que siento que la pija de Víctor me va a salir por la boca.

VÍCTOR: Que caliente tienes la vagina.

MARIO: Trátala como puta, a ella le gusta, nada de vagina: panocha, cuca, cuchara, dile lo que quieras.

VÍCTOR: ¿Es verdad, Alicia?

YO: Sí, mi macho vergón, me cansé de ser una dama, cuando estoy ensartada en una verga como la tuya me sale lo puta, así que trátame como a una perra sucia callejera.

VÍCTOR: Que rico, tenía tiempo que ninguna putita se tragaba tanta verga como tú, muévete más… si logras meterte toda mi verga te pago el doble.

MARIO: No creo que lo logre, si lo haces yo también te pago el doble.

YO: Méteme la verga en el culo, Mario, a ver si así me calientan tanto que pueda lograr rebotar sobre los pelos de Víctor.

MARIO: Ay, que apretadito tienes el culito…agh… que rico… ay mamita… nunca soñé en chimarme un culote como el tuyo…

VÍCTOR: Así, Alicia, que rico coges… así… rebota más… ya casi siento tus nalgas en mis huevos… un poquito más, cabrona, ensártate toda mi verga… ay… eres una puta… te la comiste toda…

YO: Para que vean que lo que pagan bien vale la pena… ay… que verga, por Dios… cásate conmigo Víctor… que rico… te mantendría cogiéndome todo el día… uf… me falta el aire… siento que me va a reventar el corazón…

MARIO: Lo que te va a reventar es la panocha, hija de puta… mueve ese culo, así… que rico…

YO: Me van a matar, par de cabrones, me tienen sudorosa y muy caliente… nalguéame, Mario… ay… así… más duro… déjame las nalgas coloradas… ayyyy… más duro… no te detengas por mis gritos, me gusta que me usen, que me traten mal, gócenme cabrones, que yo estoy disfrutando de sus vegas.

VÍCTOR: Déjame probar tu culo, putita, desde que te vi, se me antojaron esas nalgotas.

YO: Pero ten cuidado, mi rey, que no quiero pasar la vergüenza de cagarme delante de ustedes.

VÍCTOR: Ven, yo me voy a sentar, ponte de espaldas a mí… así, mamita… ahora te lleno el culo de lubricante… eso… ya se te va aflojando el culo… ahora te voy a coger… ya te entró la cabeza… ¿Te gusta?

YO: Ayyyyyyyyyyy… despacio, cabrón… me estás partiendo el culo en dos, ayyyyyy… espérate, no te muevas… déjame acostumbrarme… ayyyyy… no, no puedo… sácamela por favor…

VÍCTOR: Te pago el doble si dejas que te meta toda la pija.

YO: No-se-tra-ta-de-di-ne-ro-si-no-de-mi-po-bre-cu-lo…

VÍCTOR: Mario, métele la verga por la panocha, si antes funcionó, no tiene por qué no hacerlo ahora.

MARIO: Que rica te ves ensartada por semejante verga, la mía ni la vas a sentir, pero como te estamos pagando, me vale mierda… ay que rica cuchara tiene esta puta, ya te trabé toda la verga ¿La sientes?

YO: Con la atorado que tengo el culo, tu verga me parece un roble… ay… así… poco a poquito… ay… despacito… muévete, Mario… tu no, Víctor… déjame que yo mueva el culo a mi antojo… cuando deje de dolerme te pediré más verga… si es que me deja de doler… ay… yo creí que coger era lo más rico del mundo… pero esto es pura tortura china… ayyyy…

VÍCTOR: Así, pedazo de mierda… así… ya te entró más de la mitad… eso es más de lo que me aguantan otras putas… sigue… que rico… siéntate más… ya te falta poquito para sentir tus nalgas en mis huevos… así… que tremenda puta eres… asiiiiii… ya te la comiste toda, puta cabrona… ahora mueve ese culo.

YO: Sí, papito… me duele, pero empiezo a disfrutar… así… denme verga, cabrones… sin piedad, malditos, hijos de puta… así… verguéenme como la puta que soy… sángrame el culo, Víctor… házmelo mierda… que rico siento… púyenme los hoyos, maricones hijueputas… así… asiiiiiiii… siento que me van a reventar por dentro, siento que sus vergas se van a juntar piel con piel de la gran chimada que me están dando… fuerte… denme verga… una buena puta querían… pues denme verga… sáquenme la mierda… ayyyyyyyyyyyyy… que riiicoooooooooooo.

MARIO: Me vengo, me veeengoooo… puta que rica panoooochaaaaaaaaa.

VÍCTOR: Así, puta… así… que rico mueves el culo… ay que rico así… en círculos… ya… me vengo… me explota la verga otra vez… que rico… yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.

YO: Dame más, hijueputa… no me vayas a dejar así… más… maaaas… dame verga cabrón… ya… más fuerte… rómpeme el culo… ya… me estoy viniendo… que rico es venirse por el cuuuloooooooooooooo, ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy.

Salí de la iglesia con $30,000.00 y el culo sangrado, apenas si podía caminar, mañana tendría que ir donde el doctor, me dolía tanto que tuve que quitarme los tacones para caminar, al legar a mi casa me metí al yacusi para aliviar mi culo, solo sentí que se me cerró, pero el dolor interno no se quitaba, esa noche ni siquiera comí, tenía miedo hasta de cagar, me puse un Kotex para evitar el sangrado... pero valió la pena, tenía dos víctimas menos de que preocuparme.

A la mañana siguiente me llamó Víctor, para decirme que estaban en problemas serios, que un juez que va a la iglesia, le había contado que sus esposas estaban preparando una demanda de divorcio, le dije que no entendía, él me explicó que Mario y él se habían cogido a una estudiantes menores de edad y que ellas los habían filmado sin darse cuenta y lo peor, era que la demanda los iba a dejar en la calle y desprestigiados, la iglesia ya no sería una opción, le dije que me dejara buscar una opción y que lo llamaría en breve.

Afortunadamente, mi amado Silvio estaba entretenido decorando su consultorio y averiguando quienes eran las otras dos amantes de Héctor, sino, no sé qué excusa lo hubiera dado para no cogerme… de pronto me vino una idea extraordinaria, puse NETFLIX y busque un capítulo de Revenge… ¡Claro! Esa era la solución para joder a ese par de putas…

CONTINUARÁ…