7 contra 1

Era Viernes y un grupo de amigos y una amiga estaban reunidos en el parque, ya que el resto de amigas estaban de viaje de fin de curso. La chica se llamaba Laura, tenía 15 años y medía 1.63, era morena y con ojos marrones, muy guapa. Los otros chicos se llamaban Luis, Pablo, Ernesto, Pedro, Jaime, Carlos y Eric. - Puff, qué aburrido es estar sóla con chicos. Dijo Laura - Pues si tanto te aburres te puedes ir, chica. Añadió Pedro Uno de los chicos, Jaime, recordó que sus padres salían ese mismo día de cena con sus amigos, así que lo comentó al grupo - Oye, esta noche podéis veniros todos a mi casa porque mis padres se van de fiesta! A todo el grupo le pareció bien la idea, y Laura también aceptó. Por la noche, ya en casa de Jaime, se reunieron las 8 personas. – Voy a poner una peli. Dijo Jaime Estaban todos sentados en el sofá, y Laura se encontraba en el centro del grupo de chicos. Jaime le dio al play, y una película porno apareció en el televisor. Tranquilamente, Jaime la dejó y se sentó en el sofá. Laura no dijo nada, pero se pudo ver cómo se sonrojó ligeramente. En la película, 4 tíos se ponían alrededor de una chica y todos se corrían en su cara. – Madre mía, quien pudiera ser uno de esos 4 tíos. Comentó Carlos – Sí, ojalá pudiera hacer algo así. Añadió Eric – Laura, no tienes agallas a soportar la corrida de los 7. Propuso Pedro - ja, ja, ja. ¿Pero cómo flipáis? Dijo laura. – Va, tía, no se lo vamos a decir a nadie. Dijeron todos. – Me parece una locura, pero bien. Contestó la chica Todos se quedaron con la boca abierta. – Ah, una cosa, pero nada de follar, eh? Todavía soy virgen. Advirtió laura. Los chicos aceptaron, pero se quedaron parados, sin atreverse a dar el primer paso. Pedro no aguantó más y se sacó la polla del pantalón y se la acercó a Laura, entre risas.Esta empezó a pajearla lentamente. Los demás fueron atreviéndose y enseguida todos los chicos tenían los pantalones completamente bajados. Hicieron un círculo con la chica en el centro y ésta empezó a pajearlos a todos. – Por favor, chúpamela. Rogó Jaime Laura se metió la polla en la boca y empezó a mamársela. Los chicos no dejaban de sobarla, le quitaron la camiseta y los pantalones sin que Laura mostrara la menor resistencia. Uno de los chicos la acostó, le bajó las bragas y empezó a comerle el coño. Laura estaba en la gloria y parecía que los ruegos anteriores de que no fuera penetrada no se iban a cumplir. Al rato, Jaime dejó de chuparle el coño, y entre dos la cogieron y la pusieron encima del sofá. Luis se puso debajo y le metió la polla por el coño. Laura empezó a saltar mientras pajeaba dos pollas más y Eric empezó a meterle un dedo en el culo. Qué delicia, la chica no ofrecía la menor resistencia, podían hacer de ella lo que quisieran. – Chicos, no sé lo digais a nadie, pero esto es una maravilla. Dijo Laura. Eric, con tres dedos en el culo, se los sacó y le clavó la polla en el culo. Laura estaba siendo doblemente penetrada. Así estuvieron un rato, cambiando de chicos de vez en cuando. Pedro, que le estaba dando por el culo a Laura, ya no aguantaba más, sacó la polla del culo de Laura y empezó a hacerse una paja en su cara hasta que se corrió. Se le corrió en la frente y bastante semen se le quedó en el pelo, La chica, al sentir la corrida en su frente estalló a reír y pedía mas semen en su rostro. Hicieron de nuevo el círculo y todos empezaban a correrse en su cara mientras otro chico se follaba a la chica. Ahora era el turno de Jaime, que se cascó una paja delante de la carita de Laura hasta que se corrió. Le llenó la mejilla derecha de dos chorros de semen, cayéndole algo también en la nariz y en una oreja. Gotas de semen caían le la cara de la chica a sus hombros y a sus pechos, y todavía quedaban cinco chicos más por correrse. Eric fue el siguiente, Laura empezó a comerle la polla a Eric y éste se le corrió dentro de la boca, pero al sacársela siguió lanzando chorros contra su única mejilla limpia y contra su frente. Luis y Carlos se corrieron a la vez en la cara de la chica, tenia toda la cara empapada, era un espectáculo verla, tenía los ojos medio cerrados, de tanta corrida que tenía en ellos, le colgaban pegajos de semen de las orejas la frente y sus mejillas estaban completamente llenas. Ernesto se cascó una paja detrás de ella y se le corrió en el pelo, y Pablo, por último, decició correrse dentro de su culo. Cuando todos acabaron, se quedaron observando a la chica abobados, y esta parecía tener un poco de vergüenza, no dejaba de reír y enseguida se fue al cuarto de baño a lavarse. FIN