7 con la morenita de la vecindad

Conocí una linda morena con ojos claros y tuvimos un encuentro muy rico

. CON LA MORENITA DE LA VECINDAD DE CLZ DE LA CRUZ.

Cerca de la casa había una vecindad muy peculiar, ya que más bien parecía una quinta a la que podías pasar libremente, eran casitas separadas y en el centro había arboles frutales, tenía unos compañeros de escuela que vivían ahí y siempre de regreso pasábamos y nos subíamos a los árboles por alguna fruta y así fue como conocí a Luisa una chica morena de ojos verdes, delgada pero bien desarrollada y lo más atractivo aparte de sus ojos eran sus redondas y exhuberantes nalgas para su edad soportadas por dos hermosos pilares color cobre que eran sus piernas.

Un día estábamos cazando unos pájaros que se encontraban en la copa de un árbol con una malla asida a un tubo largo cuando escuché la voz de Lupita diciéndole a su abuela que los mangos ya estaban maduros, ella trataba de subir al árbol para cortarlos pero se resbalaba en su intento por subir.

Me ofrecí a ayudarle y recolecte una buena cesta, su abuela en agradecimiento me invitó un sándwich y un refresco y a partir de ahí seguido pasaba a visitarla, vivían las dos solas, nunca supe si era huérfana o porque vivía con su abuela, veíamos la tele o platicábamos afuera de su casa o en la sala y cuando nos aburríamos nos íbamos al parque. En una de ésas idas al parque volteamos al mismo tiempo quedando nuestros labios muy cerca y por impulso la besé, ella no se alejó así que continué besándola y separando sus labios con mi lengua enlace la mía a la suya y acariciaba su seno y cintura acercándola más a mí quedando recostados en el césped.

Puse mi mano en sus nalgas qué ricas las tenía macizas y bien levantaditas hacían la clásica pera, se las acaricié m poniendo mi dedo medio entre ellas pasándolo por su raja trasera desde el incio hasta llegar a gozar su vagina, la fui bajando hasta meterla bajo su vestido acariciando sus piernas directamente, ella detuvo mis avances y levantándose con las mejillas rojas me dijo: vámonos, llévame a mi casa por favor.

La llevé a su casa sin intercambiar palabras y me fui a la mía pensando que ya no querría saber de mí, afortunadamente no fue así ya que al siguiente día pasé a casa de mi compañero porque me invitó a comer ya que teníamos que hacer un trabajo en equipo, comimos y salimos un rato al patio y ahí se encontraba ella con su abuela tomando el fresco.

Me vio y sonriendo me dice: luego vienes? Hice mango con piquín

Si, cuando termine la tarea y me metí a la casa de mi compañero para terminar antes, hasta él se rió jajaja te gusta Luisa eeh, seguimos haciendo el trabajo, ya faltaba poco y me dice mi compañero, ya vete yo lo termino si no Luisa se va a desesperar, dejé lo que estaba haciendo cogí mi mochila y me fui a casa de Luisa.

Dejé mi mochila en la sala y me fui a la cocina después de saludar a su abuela, donde se encontraba Luisa, se me acercó con los platos de fruta y me dio un beso en los labios girándose después para salir de la cocina rozando con sus nalgas mi paquete, me le quedé viendo algo desconcertado por su actitud y sacándome la lengua me guiñó el ojo.

Me fui detrás de ella con una tremenda erección dentro de mi trusa que tuve que acomodar mi pene antes de sentarme, ella se quedó viendo a mi entrepierna y se fue por los vasos y refresco.

Al regresar puso los vasos en la mesa de centro y sirvió el refresco poniendo su mano sobre mi pierna muy cerca de mi erecto pene que levantaba ostensiblemente mi pantalón, ella viendo a su abuela paso su mano por mi pene apretándolo yo volteé a verla y sonriendo me dijo: como estás!!

Su abuela se levantó y se fue a una mecedora que tiene en la entrada de la casa donde de sienta a tejer, en cuanto su abuela salió nos abrazamos y comenzamos a acariciarnos, metí mi mano bajo su falda acariciando sus torneadas piernas, ella volvió a colocar su mano en mi pene apretándolo y diciendo porque estaba tan duro, le dije que se debía a la excitación que me provocaba estar con ella y comencé a besar su cuello y recorriendo con una mano su espalda y con la otra sus piernas hasta llegar a su vagina la cuál acaricié de arriba abajo sobre su pantaleta.

Seguimos acariciándonos así sentados, me desabroché el pantalón y bajándome el cierre liberé mi erecto miembro, ella lo cogió con sus manos y me lo acariciaba, le fui diciendo cómo debía hacerlo para darme placer y ella comenzó a acariciar mi escroto jugando entre sus dedos con mis testículos excitándome también, la hice levantarse y subiendo la falda de su vestido quedando sus duras y frondosas nalgas a mi vista cubiertas por sus pantaletitas, se la acaricié y besé para después jalarla hacia mí y rozando sus nalgas con mi grueso pene, ella comenzó a respirar entrecortadamente por el placer que le daba, se empinaba poniendo sus manos en la mesa de centro con lo que el roce en su vagina y culo era más frecuente.

Yo ya estaba muy caliente y con ganas de venirme, pero no quería hacerlo así sino dentro de ella, entonces la recosté en el sofá y levantando su falda hasta la cintura, besaba y lamía su ombligo mientras comenzaba a bajarle los calzones besando su vientre y recorriendo su monte de venus con mis labios conforme le bajaba su pantaleta, se las saqué por completo metiéndolas en mi bolsillo, comencé a meter mi lengua en su apretada vagina separando sus labios vaginales con mis dedos, y succionando su clítoris ella estaba tan excitada que emitió un gritito al sentir cómo succionaba su erecto clítoris.

Me levanté y fui a ver a su abuela, no la hubiera escuchado y nos sorprendiera, afortunadamente se había quedado dormida en su mecedora, me regresé a la sala y seguí dándole sexo oral hasta que de estremeció teniendo su primer orgasmo y cerrando sus piernas alrededor de mi cabeza y gimió y chilló al venirse y llenar mi boca y barbilla de sus fluidos diciendo: que me haces Eugenio, me meo…!!!

Yo seguí chupando y lamiendo su vagina y clítoris, ella quería retirarme pensando que se había orinado, viendo sus mejillas encendidas le pregunté: te gustó?

Ella me contestó sí… mucho

Quieres hacerlo?

Pero ahí está mi abuela… y ni se cómo se hace.

Ya se durmió, y bajándome los pantalones y la trusa, puse sus piernas en mis hombros para ya metérselo y poniendo su mano en mi estómago me dice: espera me va a doler mucho..

No, sólo un poco pero después vas a sentir mucho placer y puse mi pene en la entrada de su estrecha vagina y comencé a metérselo avanzando poco a poco dentro de su cálida cuevita.

Ella al sentirse penetrada levantó su cadera permitiendo que mi pene se hundiera más dentro de ella, comencé un mete y saca constante avanzando en cada embestida un poco más hasta metérselo por completo y entonces ya empecé a embestirla más profundamente sacando casi todo mi miembro para después volver a metérselo completamente, besaba sus senos que saqué de su vestido y brassier entreteniéndome en su pezón, ella jadeaba y gemía al sentir cómo entraba y salía mi pene, arañó mis brazos enterrándome sus uñas al tener un intenso orgasmo que la hizo gemir y chillar de placer aaahhh!!!

Seguí dándole duro, mis huevos chocaban constantemente contra sus nalgas plop plop mi pene se deslizaba libremente dentro de su mojada vagina gracias a su orgasmo hasta que sentí como se acercaba mi eyaculación y dándole tres fuertes embestidas más se lo saqué derramando toda mi eyaculación sobre su moreno vientre y piernas, para no correr el riesgo de embarazarla, el contraste de su piel morena y del blanco espeso de los espermas me excitaba aún más y pasando mi pene por sus piernas limpiándolo de las últimas gotas de semen.

Ella viendo el semen lo tomó con sus dedos y llevándolos a su nariz los olió preguntando que era… son mis espermas, es lo que sale del pene por la excitación y con lo que se hacen los niños, ella me miró intrigada y encogiéndose de hombros me dijo que se iba a lavar, yo me levanté y ayudándola la llevé al baño pues decía que no podía cerrar las piernas porque le ardía.

Cuando salió del baño entre yo a asearme y al no ver rastros de sangre, le pregunté si ya lo había hecho antes. Diciéndome que era la primera vez que lo hacía, años después supe que había hímenes perforados y de puerta de cantina que obviamente no sangran porque no hay un desgarre.

Tuve un par de encuentros más con ella pero esos los redactare después si hay peticiones al respecto.