6 pollas en 5 días (2)

Entre el sudor que mi cuerpo expulsaba y el de Mario me desplome sobre él con una respiración agitada por aquel evento de sexo tan fabuloso que ocurrió

6 Pollas en 5 días (2)

Continuando con el relato antes contado. Me dispuse a llegar a mi casa, y para ser sincero, la sesión de sexo que tuve horas antes en ves de aplacar mis ansias, las incremento de forma drástica, provocando un par de masturbadas más y la conexión nuevamente al chat en busca de algo para calmar mi hambre sexual.

Después de ducharme y cenar me senté y conocí varias personas pero ninguna me llamo la atención hasta que hable con Mario, el un hombre un tanto mas maduro que el anterior, de 45 años si mal no recuerdo, contextura gruesa (Regordete) de piel moreno con unas entradas algo notorias e increíblemente velludo de pecho, ojos canela que contrastaban con su piel, algo mas bajo de lo que estoy acostumbrado pero igual me llamaba mucho la atención y para mi buena suerte ambos sentimos atracción uno por el otro (no puedo negar que me encanta un oso) y cuadramos vernos en persona al día siguiente, tomarnos un café y dependiendo del feeling que se pueda establecer cara a cara, practicaríamos lo que ambos deseábamos.

A la mañana siguiente me dispuse a dirigirme al sitio pautado para encontrarme con Mario y entablar una conversación la cual deseaba terminase en sexo. Ya llegado la hora, entro vestido con una camisa manga larga color verde con tres botones abiertos, insinuado unos cuantos vellos que provenían de su pecho, pantalón de vestir que permitía marcar tanto la figura curva de su pene y bolas como un trasero levantado y apetecible para mi boca.

Conversamos de todo, pero ciertamente ya estaba cansado de hablar (mi cuerpo pedía más acción) y la situación no me la brindaba, fue cuando entre una de sus conversas me atreví a preguntar:

Yo: Mi pana ¿te gusté? Porque tu a mi si… y mucho

Mario: ¿En serio te gusto? Porque tú me encantas chamito pero tenía como pena decírtelo .

Yo: Jejeje, no vale pena son cuatro letras. Y cuéntame ¿te gusto para algo más que solo sentir pena?

Mario: ¿Tú qué crees?

Yo: Que tienes tantas ganas de hacerlo conmigo como yo contigo. ¿No?

Mario: Así mismo, pero tengo un problema, no tengo un sitio a donde llevarte, si deseas ir a un hotel no tengo problema .

No soy chico de ir a hoteles, la verdad los detesto y prefiero otros sitios más seguros y cómodos para mí. Fue así que recordé un sitio donde tenía ganas de hacerlo desde hace mucho tiempo y sin dudarlo le plantee a Mario la opción.

Yo: Bueno tengo un lugar algo mas atrevido y diría yo que más seguro que un cuarto de hotel, pero no se que tan dispuesto estés. (la cara de Mario fue miedo con confusión).

Mario: A ver, ¿qué sitio es ese?

Yo: es el cuarto de maquinas de los ascensores de mi edificio.

Mario: ¿Me hablas en serio?

Yo: Tan en serio como que tengo ganas de tirar de lo lindo contigo, ten tranquilidad, además si llegase el caso de que nos descubran quien tendría líos soy yo, no tu, ya que el edificio es donde vivo

Mis palabras fueron tranquilizantes para Mario el cual acepto llegar ir conmigo al sitio pautado por mi, durante el camino hablamos muy poco pero al llegar al mi edificio me dijo que estaba muy nervioso y no sabia si lo lograría. Para demostrarle confianza le dije que subiésemos al sitio, y si a el no le parecía pues nos iríamos y no pasaría nada.

Acepto mi propuesta y se dirigió conmigo al cuarto de maquinas, una vez dentro procure de cerrar la puerta y lo invite a subir otras escaleras para llegar al sitio ya mencionado. Una vez arriba el lo inspeccionó pero no emitía palabra alguna, no sabía que pasaba por su cabeza así que me dispuse a actuar y fue cuando lo abrace de espalda besando tu cuello de forma muy tierna susurrando:

Yo: me gustas mucho, y quiero sentir tu piel con la mía .

Mario: que rico chamito, tu también me gustas pero me da miedo hacerlo aquí .

Yo: tranquilo, no va a suceder nada malo. Al contrario pasaremos un momento muy rico .

Fue cuando baje mis manos hacia su bulto y le di un masaje lo suficientemente sensual como para despertar a su amigo, el cual podía palpar con toda la tranquilidad del mundo sobre su pantalón de lino. Así estuve un rato largo masajeando esa polla y cambiándola de lugar dentro de su pantalón, apretándola fuerte por el tronco y acariciando suavemente por donde se situaban las bolas, hasta que abrí el broche del mismo y metí mi mano izquierda por la abertura.

Ya dentro me encontré con un bóxer verde oliva impregnado de precum en una zona mas o menos amplia. Seguidamente desabotone el pantalón junto con la correa y los baje hasta el nivel de las piernas, aquel espectáculo de visión era única, para ser regordete tenía piernas muy bellas, tan marcadas que deseaba comérmelas, sus muslos tonificados al igual que sus pantorrillas, de un color recién playero unido con la morena pigmentación de su piel y una capa de vellos cortos que cubría todo hasta disiparse en la parte alta de sus pies. Mientras yo lo observaba Mario atinaba a decir:

Mario : ¿Te gusta lo que vez nene?

Yo: mucho, quiero lamerte todo y sentirte todas tus partes.

Mario: Vamos precioso ¿por qué no me limpias la manchita del bóxer?

Yo: ¿seguro?

Mario: Si vamos amor come, pasa esa rica lengua por mi bulto… anda ven

Lo propine un gran beso con la habilidad salvaje lingual que me caracteriza y descendí hasta llegar a su pelvis, tomándolo de sus glúteos lo atraje hacia mis fauces y observe que su pene era mucho mas pequeño del chico con quien lo hice el día anterior pero si mas grueso. Así mismo inicie una sesión de lengua en vaivén que recorría todo el glande forrado por la delicado tela de bóxer, entre gemidos y trances eróticos Mario movilizaba mi cabeza a medida que yo absorbía la mayor cantidad de precum posible, pero mi excitación era mucho mayor, y rápidamente baje el bóxer hasta donde reposaban aquellos pantalones de vestir que me emocionaron tanto cuando los vi. De allí salto una linda y deliciosa verga de unos 15 o 16cm de largo por 12cm de circunferencia inclinada modernamente al lado derecho de su cuerpo, con un dolor marrón oscuro, mucho más que la piel de Mario, y un glande o cabeza violeta proporcional a su polla, pero brillante por el precum que lo cubría, bajo el delicioso tronco habían unas bolas que no eran tan grandes, pero las mismas guindaban del escroto de tal forma que supuse que sería muy sencillo comerse ambas mientras le otorgaba placer a mi acompañante sexual. Asumo yo que se afeitaba toda la zona de los testículos y la pelvis, porque sus vellos eran mucho mas bajos que los del resto de su cuerpo

Fue así que dirigí mi nariz hacia su entre pierna izquierda oliendo ese olor a macho que desprendía mi oso, rutina que practique del otro hasta acercarme mi boca a sus deliciosas bolas, engullendo primero una succionándola como un bebe deseoso de su biberón y después logrando introducir la otra velozmente hasta dominar todo su escroto. Entre mis movimientos de succión y los gemidos de Mario, hilos de saliva emanaban de mis labios mientras Mario desabotonaba su camisa mostrando un abdomen algo grande con tetillas moradas y apretaditas.

Lamía y lamía, mientras Mario pellizcaba sus tetillas hasta donde me detuvo porque esta a punto de correrse. Fue cuando me dijo:

Mario: te quiero coger carajito, desnúdate anda .

Yo: claro, pero yo te quiero coger a ti primero .

Mario: OK amor pero desnúdate quiero verte desnudito .

Mientras me desnudaba Mario se quitaba lo que le quedaba de ropa quedando solamente con sus calcetines negros, nos abrazamos estocando nuestras pollas mientras mi precum se impregnaban del suyo y viceversa. Le pedí que subiese una pierna en uno de los muros sobre relieve de la habitación para tener mayor comodidad. Obedeció mis órdenes al instante mientras yo me sentaba debajo y apreciaba el panorama (que hombre tan velludo pensé) fue cuando volví a comerme sus bolas las cuales ya se estaban mucho mas blandas por mi tratamiento salival aplicado momentos antes, y recorrí un camino de bello hasta llegar a la comisura de sus glúteos. Donde utilice mis dedos como separadores permitiendo un fácil camino a mi lengua para poder llegar a su ano, el cual era oscuro diría que marrón oscuro (el mío es rosado y por eso la comparación) y dirigí mi lengua al mismo. La primera sensación fue un calor intenso proveniente de su ano lo que me indujo a pasar mi lengua de forma amplia por todo el reborde del mismo, cosa que lo excito tanto que no dejaba de pellizcarse ambas tetillas. Yo por mi parte continuaba lamiendo cada vez más, proyectando mayor fuerza en la entrada de la misma tratando de penetrar aquel culito ya maduro pero que gozaría mi pene por un buen rato. Cada vez me intensificaba más y más, dando lugar a mordiscos en vez de lamidas y chupetones ocasionales como queriendo extraer algo de sus profundidades.

Mario solo gemía de placer y me pidió realizar un 69, el cual acepte gustosamente acostándome boca arriba y el sobre mi. La posición quedo tan perfecta que mi pene daba justo en su cara y su ano abierto por la situación daba directo a mi boca. Y un frenesí dio paso a la lujuria mientras el preparaba mi pene con su saliva y yo dilataba cada vez mas ese pequeño culito moradito que me comería. Me lamía la cabeza mientras masajeaba mi tronco con una habilidad mejor que la mía tanto que le pedí parar porque temía correrme, fue cuando inicio una succión desesperada a mis bolas que me arrancaron varios gemidos de placer, mientras que yo ya lograba introducir dos dedos en ese canal humedecido le pedí ponerse en cuatro y alzar su trasero. Fue así que ambos nos pusimos de pie y Mario adopto la posición que le sugerí.

La imagen de Mario en cuatro con el culo levantado me excito mucho y rápidamente me coloque un preservativo y escupí un par de veces para lubricar mas mi tronco, después me apoye sobre Mario masajeando su ano con la cabeza de mi pene, como quien dice tanteando hasta que me pedía que se lo metiese y poco a poco me apoyaba mas y mas hasta que me permitió el paso y me glande entro de una sola sentada, sacando un grito de Mario, y a su vez una presión que ahorcaba mi miembro. Pero el momento era único, yo sobre aquel oso cogiendo era algo avasallante. Poco a poco introduje el resto de mi pene hasta que mis bolas chocaron con sus manos y mi pelvis sonó contra sus nalgas.

Mario sudaba incesantemente, una por la presión que hacia mi miembro en su cuerpo y por la posición, pero aproveche y lo abrace lamiendo el sudor proveniente de su nuca y mordisqueando sus orejas mientras su ojete se acostumbraba al miembro en su interior. Mario me dijo que no le dolía y yo inicie el acostumbrado mete y saca lento pero estocando su culo por completo, me gusta sentir que mi polla va a explotar cuando cojo. Mario mencionaba una y otra vez:

Mario: chamo que guevo tan rico te mandas, dame mas duro anda papi, levántame .

Mario: Que rico… que rico

Normalmente cuando soy activo y estoy en eso no hablo mucho, solo me dedico a propinar y propinarme placer pero sus palabras me excitaban tanto que mis embestidas aceleraban chasqueando mi pelvis cada vez que chocaba con las nalgas. La sensación era increíble así que me puse de pie flexionando mis piernas, sujetándome de sus caderas y empujando su culo a mi miembro con mucha fuerza.

Yo: uff que rico marico, tienes un culo hiper estrecho, me tienes loco…. OHHH si… si… si

Mario: vamos papi dame tu lechita… quiero sentirte anda vamos

Yo: voy amor voy… AHHHHHH, si vamos muévete mas anda quiero comerte todito

Mario: vamos Luis dame tu leche coño que rico reviéntame el culo

Ese intercambio de palabras me puse muy mal, y sentí como mis bolas se encogieron y mi pene se hincho mucho más

Yo: me vengo pendejo… vamos siente mi leche maricon

Yo: ahhh… ahhhh…. Si… que rico… siente mi leche chamo… OHHH

Mario: si papi lo siento que rico… dame mas anda meneate mientras acabas

Entre el sudor que mi cuerpo expulsaba y el de Mario me desplome sobre él con una respiración agitada por aquel evento de sexo tan fabuloso que ocurrió… pero la cuestión no había quedado allí… mi pene flácido salio por si solo de su ano y pude notar que había acabado bastante, en comparación a otras veces, y sangre por todo el borde del condón, al parecer le rompí el culo a Mario

Ambos nos acostamos en el piso cansado y note que el pene de Mario seguía erecto por completo y tomándolo con mis panas le di una paja suave ordeñando para obtener mi premio, pero el sutilmente me dijo:

Mario: quiero acabar pero en tu culo .

Fue cuando estando yo boca arriba se puse de pie y me abrió las piernas en forma de una gran V, (como soy muy alto, mis piernas blancas y velludas en esa posición me dieron mucho morbo que mi pene despertó nuevamente), me flexiono en una especie de posición de yoga que mi ano quedo totalmente expuesto y escupió gran cantidad de saliva en el mismo masajeando con sus dedos mi entrada y el liquido lubricante que usaría conmigo. Sentía como abría mi ano buscando introducía los dedos hasta que uno cedió y el otro le siguió de forma casi inmediata, una vez dentro los abría en forma de tijera para abrir mas mi culo, cosa que me irritaba pero el deseo era mayor y no armaba alboroto alguno

Se coloco un condón y me pidió que lo mamase y llenase de saliva. Mis succiones eran rápidas tanto que sentí varias arqueadas en mi garganta por el grosor del pene y la respiración era dificultosa, pero el poder tener esa pollita en mi boca valía la pena. Cuando la había ensalivado lo suficiente volvimos a la posición anterior y me estaco de un solo golpe, cosa que me produjo un gran dolor y varias lágrimas pero logre aguantar el grito. El se acostó sobre mi abrazándome diciendo que era para saber que ahora era de su propiedad (sobre todo yo Jejeje)

En medio de mis lágrimas y mi dolor decía:

Mario: tranquilo bebe, ya va a pasar, lo tienes todo dentro solo deja que te dilates mas

Yo: me duele mucho, no se si lo aguante.

Mario: tranquilo amor respira profundo deja que se amolde tu culito a mi

Varios minutos después el dolor fue cediendo y cuando noto mi tranquilidad inicio embestidas leves, para abrir mas aun mi canal. Que sensación tan extraordinaria, por una parte Mario arrodillado penetrándome con fuerza y masajeando mis tetillas y por el otro yo con las piernas bien abiertas sudando como un cerdo recibiendo cada segundo una embestida de aquel oso cogedor que tenía bajo mi dominio.

Mario me pidió cambiar de posición sin sacar su pene y como pudimos el logro sentarse y yo colocar mis pies de tal forma que al pararme lograr sentarme de una vez sobre el. Y así lo hicimos, ahora la escena era Mario sentado en el piso con las piernas en A mientras yo estaba sentado en su polla con las piernas flexionadas, y procedí a cabalgarlo rápidamente, ya por la dilatación que tenía no sentía dolor alguno, me subía y bajaba de su verga una y otra vez, al punto que pude notar como los dedos de sus pies se retorcían y los gemidos que escapaban de su boca eran cada vez mas fuerte, el me tome de la cintura y acompañando mis movimientos decía:

Mario: me vengo amor... AHHH… voy a acabar

Yo: vamos cabron, dame un tu leche, ¿no querías es? Dámela anda uff

Mario: si… si… tómala niño hartita leche para tu culito

Yo: AHHH SIII OHHH vamos si dámela… dámela… vuélveme loco

Cuando sentí su líquido correr entre el condón y calentar mis paredes anales la paja que me realizaba logro una segunda venida de mi parte que le mancho los vellos de su abdomen… así mismo descansamos un rato, nos limpiamos lo mas que pudimos y al vestirnos nos besábamos apasionadamente, por la satisfacción que ambos sentíamos por lo ocurrido

Fue mucho mejor esta follada que la de ayer era la única idea que rondaba mi cabeza, y deseaba repetirla nuevamente pero Mario no podía por asuntos de trabajo al día siguiente, así que una vez mas contacte con un nuevo amigo para calmar mis ansias sexuales

Pero no fue solo una… sino dos pollas en un mismo día

Continuará