5 Horas de diferencia 3
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En fin, ahora solo me tenía que preocupar de deshacer mis dos maletas…no se para que tanta maleta y tanta ropa si al final siempre me termino poniendo lo mismo..
Después de desordenar y ordenar todo siempre con los consejos de mi madre de “esto así” y “esto asá” se nos hizo la hora de la cena.
Cenamos en un ambiente mitad cargado por las miradas de reproche que me tiraba mi abuelo y mitad ameno por lo bien que me trataba mi abuela, era un amor de mujer, que me consentía, me cuidaba y me daba cariño, a día de hoy aun lo hace.
Después de cenar decidí bajar al cyber que había a media calle así hablaba con mi gente de España y después de mucho renegar con mi madre al final accedió a que lo hiciera. Cuando llegué y me conecté al “nada conocido” Messenger vi que no había nadie, y quien quedaba estaba como ausente….mierda! la diferencia horaria! Claro, allí son las 3, que idiota….en esas estaba cuando vi que tenía una invitación..mmmm…”fradero”…y tu quien eres?
Pao – hola, quien eres?
Fradero al aceptar se cambio el nombre…Franca…hasta en la sopa iba a tener a esta mujer?
Franca – tu prima favorita jajaja donde estas?
Pao – en el cyber de debajo de casa, como tienes mi msn?
Franca – por tu Face ^^ te molesta?
Pao – no, solo me extraña…
Franca – soy tu prima, no sé qué tiene de extraño que quiera hablar con vos por acá
No es lo mismo hablar cara a cara que por el msn, parece que siempre tienes las palabras adecuadas para ser más valiente de lo que personalmente serias y yo no me quedé corta en aquella conversación.
Pao –tu el dicho de “cuanto más prima mas se te arrima” lo conoces bien no?
Franca – por que pensás eso?
Pao – no sé, será que no te siento como prima después de cómo me provocas….
Franca – yo? Jajajaja si yo no te hice nada! Jajajaja B-)
Pao – por que aun no hice nada YO
Franca – jajajajaja tan valiente sos?
Pao – tú sigue…
Franca – ok, seguiré jajajaj
Franca aparece como desconectado, si quieres de……
Pero que cojones! Me está vacilando con todo el descaro del mundo!! Pero como coño me voy a liar con mi prima…puede ser un escandalazo en la familia! Me van a meter presa!....aunque tampoco es que me vaya a casar con ella, ni mucho menos, ufffff! Que jaleo…
Mandé un par de emails a mi gente y volví a casa. Ya el sueño me estaba volviendo a ganar y solo eran las 11 de la noche, con lo nocturna que soy yo…me acosté y sé que lo último que pensé fue “es mi prima, no puedo hacer nada, no puedo sentir nada, no hay opción”
Mama – Pao……Paaoo…..Paaooo……PAAAAAAOOOOOO!
Yo – Que! Coño! Qué pasa????? – pegue un bote de la cama que casi me quedo incrustada en el techo – tú te crees que son formas de despertar a una hija?- me volví a acostar y me tapé hasta arriba, como si eso fuera a esconderme de mi madre….
Mama – Llevo media hora llamándote y tu ni caso, que quieres que haga?
Yo – Ya podrías ser más tierna coño, que casi me da un infarto!
Mama – Déjate el drama anda, despierta que nos vamos con la abuela a comprar
Yo – Que hora es?
Mama – las 8:30
Yo – Joder mama! Si a esta hora no están ni las calles puestas! Que es sábado!!!! Déjame dormir por un día, solo uno!!
Mama – Que no, tienes que moverte, a tu abuelo no le gusta que la gente en su casa se despierte a las tantas- y me quitó las mantas
Yo – Pues esta noche como salgo con Franca me voy a dormir con ella, que seguro mañana te da el puntazo y me despiertas a las 8 para ir a comprar churros, coño! – salté de la cama y me fui derechita al baño a ducharme, como odio que me despierten a gritos, con lo tierna que me despierto yo siempre.
Fuimos a comprar al súper, yo paseando el carro y ellas dando vueltas y más vueltas. Opté por hacérmelo fácil y mirar al personal que rondaba por allí a aquellas horas. Entre mirada y mirada, como estaba aun medio zombi, no me di cuenta de una morenaza que había en la caja hasta que fuimos a pagar…madre de dios como está la niña! Para “toma pan y moja”! ya estaba maquinando que decirle cuando mi querido ángel del hombro derecho me soltó el sermón habitual…. “viniste relajada, así que sigue así, además, tu abuela está delante, compórtate!”. Me limité a mirarla disimuladamente…y cuál fue mi sorpresa cuando me vino a la mente la imagen de Franca, sus ojos, su boca, sus…no! Eso sí que no! Prohibido pensar en ella! Sacudí la cabeza para desechar esos pensamientos pero poco conseguí.
Yo – Mama, me voy a tomar el aire, estoy agobiada
Mama – Ya estas poniendo escusas para no llevar la compra? Pues de eso nada, ven aquí y agárrate esas bolsas
Yo – ¬¬
Para una vez que no era por librarme de hacer algo…
A la vuelta paré en una tienda de móviles y me compre una Sim, así estaría localizada si me iba por ahí y mi vieja no se preocuparía.
El día pasó rápido ayudando a mi abuela y mi madre en casa. Cuando estaban a punto de dar las 8 agarré mi mochila con la ropa para cambiarme y me fui a casa de mi tita, no sin antes llevarme un sermón de todos sobre la seguridad, la juventud, la violencia, el alcohol y mil polladas mas….como si yo no supiera lo que es salir por una ciudad de fiesta…
Llegué y toque el timbre. Mi tita me abrió y me dijo que tenía que salir a comprar noseque a nosedonde (como presto atención a las cosas ehhh!) y que Franca estaba estudiando en su cuarto.
Después de entrar y saludar a Neru, que lindísimo ese perro, me fui al cuarto de mi querida prima que estaba en el mismo pasillo de entrada. Cold Play sonaba de fondo y ella, puesta en su escritorio, dibujaba algo.
Yo – Hola primita, que haces? – le dije por detrás, noté como al empezar a hablarle la piel de la nuca se le erizaba.
Franca – Un proyecto para clase - noté que algo cambio, se quedó quieta, yo seguía muy cerca de ella. Notaba su respiración en ascenso, yo seguía sin moverme, solo disfrutando de ese aroma a Hugo Boss que me empezaba a volver loca. Mi mente volaba, no quería que nada rompiera ese momento. Sabía que ella notaba mi cercanía. Levante una mano y le rocé el cuello. Bajó la cabeza instintivamente aceptando mi caricia sin mediar palabra…y como todo momento dulce pero prohibido algo tenía que interrumpir para que las dos volviéramos a la realidad, en este caso fue mi nuevo móvil que empezó a sonar como loco…mierda!
Cuando vi en la pantalla “Pesadilla” solté todo lo que se me pudo imaginar en ese momento…
Yo – Dime querida MADRE! –para entonces ya estaba en la otra punta de la habitación, mirando a Franca y ella medio girada mirándome a mí con ese rubor en las mejillas que la hacía tan atractiva.
Mama – Te has llevado el DNI?
Yo – Para eso me llamas? Joder mama, claro, no suelo ir indocumentada por la vida, que pasa? Que al venir a Argentina de 24 años he bajado a 12 o qué?
Mama – No digas tonterías, que se que eres una despistada.
Yo – Algo más mama? – que tía mas pesada.
Mama – Pórtate bien eh! Y no bebas! Que te conozco y …- no la dejé seguir
Yo – Si mama, lo que tu digas, venga hasta luego adiós – y colgué, que “hincha pelotas”.
En fin, siempre algo tenía que joder las situaciones buenas, ahora no sabía si meterme debajo de su cama, que estaba contra el suelo, o quedarme allí mirando a cualquier parte menos a ella. Sentía su mirada y teniendo en cuenta que hacia un minuto estaba en el momento más tierno de mi vida ahora, sin saber porque, me daba vergüenza lo que había pasado…
Franca – Cenaste? – bien, rompe el hielo porque seguro estas como yo…
Yo – No, que me vas a hacer? De cena digo..- tierra trágame de nuevo…
Franca se quedó mirándome y yo volví a apartar la mirada – te parece pizza?
Yo – Por mi perfecto, voy al baño.
Me fui de aquella tensión que no aguantaba a echarme un poco de agua fresca en la cara, a mis 24 años nunca me había puesto nerviosa una mujer y ahora, para ser el mayor de mis males, me ponía nerviosa mi prima…bueno, nerviosa no, gilipollas…esa es la palabra.
Mi tita volvió para aliviar tensiones y como si no hubiera pasado nada nos pusimos las tres manos a la obra o más bien manos a la masa a hacer las pizzas. Cenamos entre bromas y risas, me encantaba estar en aquella casa que siempre olía a algún incienso, rustica y acogedora me daba la sensación de no estar en una casa, sino en un chillout.
Se iba acercando la hora de salir y yo me puse a ducharme y vestirme. Para mi descontento esta vez nadie entro al baño y nadie interrumpió mi ducha. Terminé, me vestí y le cedí el turno a ella.
Pasó un buen rato dentro de aquel pequeño baño mientras yo seguía charlando con mi tía y por inercia, cuando se abrió la puerta mire…
Pantalón negro de talle bajo ajustado en la cintura y de pata ancha que marcaba sus caderas, camiseta de tirantes también negra con un escote que dejaba poco a la imaginación, pelo recogido de una forma rara que dejaba caer un mechón tapándole una parte de la cara, sutilmente pintada…se me hizo la boca agua a la vez que mi entrepierna! Solo me faltaba que de mis oídos empezara a salir vapor en plan locomotora! Cada vez me gustaba más, cada vez me encantaba más, cada ver me enamoraba más…no, eso no, aun no…o sí? Qué locura…
Franca – Paola te encontrás bien?
Paola – Si si! – dije en un tono 10 veces más alto de lo normal descubriéndome totalmente y ella lo notó y me iluminó con una de sus sonrisas picaras.
Franca – Vamos? Ya es la 1, vamos en taxi mejor, aunque saldrá un poco caro…no me gusta andar a esta hora en colectivo
Paola – No importa, vamos – me levanté y la seguí.
En la esquina de la calle paramos a uno, le dio la dirección y nos dirigimos hacia donde estaba el “boliche”. Tardamos un rato pero llegamos. En la puerta ya había jaleo, gente bebiendo, hablando, otros discutiendo y sin darle mayor importancia pagamos y entramos.
La música rujia en esa grandísima discoteca que me dejó con la boca abierta. Tres pisos comunicados entre sí por un gran patio central techado. Luces, bafles y gente, gente por todos lados.
Franca – Te gusta? – dijo acercándose demasiado como para que la escusa fuera la música y no pude hacer otra cosa, por inercia, que agarrarla por la cintura.
Yo – Me encanta, esto está de muerte – se separó un poco y me miró. Necesitaba un ron a la voz de “yá” – vamos a tomarnos algo.
Empezamos a beber mientras hablábamos y bailábamos. Yo notaba que ella era el centro de muchas miradas pero tenía la seguridad que esa noche ella no se fijaría en nadie que no fuera yo y ni yo en nadie que no fuera ella.
Tonteábamos cada vez más por la falta de vergüenza que nos daba el estar bebiendo, yo cada vez más valiente, ella cada vez menos cortada. Una copa, dos, tres y cada vez más cerca. Yo no pensaba, solo sabía que en breve le iba a partir la boca de un beso, me moría por hacerlo.
Empezó a sonar una de mis canciones favoritas, de Javi Reina I Can't Stop y se me empezó a ir la cabeza. Bailábamos, nos rozábamos, cada vez más cerca, cada vez con menos vergüenza, cada vez con más ganas, hasta que en pleno subidón de la canción, cuando ya no importaba nada, cuando ya no nos importaba nada…
Capullo – Che! Ustedes son tortas? – dijo gritando con un pedo que no se aguantaba ni él.
Yo – Me cago en tu….- Franca me apartó justo cuando le iba a dar una que no iba a querer dos. Porque el mundo se ponía en contra mía? Yo quería ese beso! Y ahora, por culpa del flipado este se me ha ido el pedo, el calentón y hasta las ganas de estar aquí…
Franca – Déjalo, está en pedo, no merece la pena.
Yo – Pena? Pena es lo que da…uff- la miré y se estaba riendo, tanto que me lo contagió – de que te ríes?
Franca – Sos protectora eh! Jajajaja – y me abrazó para bajar la tensión que tenía en el cuerpo, es que le hubiera soltado un sopapo del 15 al capullo ese!
Yo – Es que jode que me jodan el momento, o a ti no?
Solo se volvió a reír, que hermosa se veía así. No volvimos a tener otro momento como ese. Debo admitir que aunque me moría de ganas por besarla, estaba muy a gusto con su compañía. Intentaba hacerla reír a cada rato y lo conseguía poniéndome más feliz de lo que ya estaba. La noche se consumió rápido y decidimos, a eso de las 6, volver a casa.
Al llegar me di una ducha rápida ya que no soporto acostarme con todo ese olor a tabaco y si, fumo, pero una cosa no quita la otra. Cuando ya estaba yo con mi chándal viejo para dormir le pregunté donde lo haría y lo más tranquila del mundo me dijo:
Franca – Conmigo, te parece?
Yo – Por mi encantada – Estas tú que pego ojo en toda la noche, o mejor, en toda la mañana teniéndote al lado…
Subimos al altillo donde tenía su cama, se acostó en el lado más alejado a la puerta y yo al otro. Apagó la luz y para mi sorpresa se acercó a mí, se acomodó, me abrazó y poco a poco noté como su respiración se iba calmando hasta quedarse dormida. Mi cabeza iba y venía en mil pensamientos, en mil sentimientos. La luz del día ya hacía rato asomaba por la ventana cuando cerré los ojos y, sintiéndola tan cerca, tan mía, me quedé durmiendo.