40€ por oler un tanga mío usado

Me pone que un desconocido quiera pagarme.

Nunca había hecho esto.

Pero esta mañana me he metido a un chat, por puro aburrimiento.

Tengo 27 años y actualmente estoy en paro. Mi bandeja de entrada no tenía ninguna oferta de trabajo esta mañana.

Total, que acabo en el primer chat de mierda que me encuentro.

De todas las ventanas diciéndome chorradas, me ha entrado un tío de mi ciudad, más mayor que yo, muy educadamente.

Preguntándome si me importaría venderle unas bragas mías usadas para olerlas. Que me pagaría 40 euros. Que quería pajearse mientras las olía.

Uf, reconozco que la situación me ha puesto cerda. Muy cerda.

Le he acabado dando mi skype. Para hablar mejor.

Me pide por favor si pudiera ser un tanga, que le gustaría notar también un poco la zona del culete.

Sé que quiere oler esa parte del hilo que roza con el ano.

Yo empezaba a notar mis fluidos humedeciendo mi coño. ¿Tan mojada estoy ya?

Apostaría lo que fuera; a este pervertido le fliparía el olor de mi ropa interior incluso si no me hubiera limpiado al cagar.

Le digo que nunca he hecho esto. Que me vendría bien el dinerillo y que la situación es muy morbosa.

Que me pone muy cerda, que lo haría.

Me contesta que quedamos en una cafetería, primero me da el dinero, y yo entro al baño a quitarme el tanga.

Salgo, se lo doy, y tan felices.

Parece sencillo. Y es un dinero fácil. Y se me están mojando los labios del coño de pensar que alguien quiere pagar para oler mis flujos.

Me dice que si me puede hacer una pregunta íntima. Le digo que sí. Me viene con que cómo lo tengo.

Le cuento que ahora hay pelito, muy poco. Me gusta dejarme una rallita por encima, que todo lo demás bien rasuradito. Pero eso va creciendo.

Me ofrece más dinero, si yo le dejo oler mi coño. Le contesto que igual más adelante.

Joder, me pone cachonda que quieras olfatear mis bragas. No me importaría que vinieses a olerme el coño ahora mismo.

Estoy mojadísima. No puedo parar de lubricar. Mi coño resbala.

Ni sé quién eres, ni te conozco. No te he visto ni en foto. Pero quieres pagarme por oler mi coño.

Te dejaría que me olieras el coño, te dejaría que me olieras el culo. Todo. Quedarme desnuda a cuatro patas para ti, que me olieras lo que quisieras.

Debo de estar loca. O insoportablemente cerda. Cuando tenía novio no hacía estas cosas.

Pero me gusta la idea que quieran pagar por mi olor.

Me pregunta si tengo juguetitos de algún tipo. Estoy segura que me va a pedir que los use con el tanga para impregnarlo bien con mis fluidos.

Tengo un maravilloso satisfyer y un huevito vibrador, que solía usar con mando a distancia. Hasta que el mando dejó de funcionar.

Le pongo al día con mis juguetes y efectivamente, me pide que use esta noche el satisfyer.

Que mañana quiere toda la tela babosa. Totalmente mojada.

Hemos quedado que yo esta noche antes de dormir, me daré una ducha y me pondré el primer tanga que pille.

Cogeré mi satisyer y me correré mínimo tres o cuatro veces en menos de quince minutos. Y dejaré mi tanga bien mojado.

Dormiré con él y volveré a masturbarme cuando despierte. Durante todo el día haré la marcha que tenga que hacer hasta que quedemos.

Pero eso es ya otra historia...

Me llamo María. He comentado antes que tengo 27. A todo esto, es el primer relato que escribo y publico.

Seguramente mi segundo relato sea para contaros qué tal me ha ido, porque pienso quedar de verdad.

Quería dejar constancia de algunas de mis andanzas sexuales. Iré escribiendo y publicando según la marcha, el tiempo que tenga, lo cachonda que esté.

A ver qué pasa. Mojaré mucho mi tanguita pensando que me leéis.

Todos los consejos y críticas serán bienvenidos.