(4) la viuda.
Un enemigo de mi marido me coge, me vengo de mi primera víctima y estoy a punto de hacer un trío con dos desconocidos.
(4) LA VIUDA.
Llegó el día en que el Colegio de Psiquiatría le haría un homenaje post morten a Héctor, me puse mi traje de luto más elegante, pero con una falda muy tallada que hacía resaltar mi trasero, luego de los actos protocolarios me invitaron al escenario a recibir una plaqueta en honor de mi degenerado marido y di unas palabras que conmovieron a toda la audiencia, había mucha gente, pero mis ojos buscaban entre la muchedumbre a Lorena, la vi con otra señora muy guapa, la gente pasaba felicitándome en fila, yo me sentí igual que en el velorio, de pronto Lorena y su marido me felicitaron, luego pasó la otra señora que luego supe que se llamaba Isabel, también con su marido, luego de la larga fila de felicitaciones, las dos parejas me llevaron a la mesa donde se servía un refrigerio, el marido de Lorena se llamaba Dimas y el de Isabel: Rafael.
Los dos señores fueron muy atentos conmigo, hasta me pidieron mi número telefónico, no vi nada anormal en que lo hicieran y se los di, mientras sus esposas se secreteaban no sé que cosas, en un momento que me levanté al baño, me percaté que los señores fijaban su vista en mis nalgas, por primera vez en mi vida, las moví más de la cuenta, ¿Desabrida yo? Ya te enterarás en la mujerzuela que me voy a convertir, Héctor, desde el infierno te vas a cocinar las entrañas te puro coraje, HDP.
Al llegar a casa fui de nuevo a revisar los archivos y mi intuición me llevó a otro que se titulaba “antier”, al abrirlo se me paralizó la sangre, no podía creer lo que mis ojos veían, Héctor estaba con Lorena y con Silvia EN MI CAMA… ¿Pero qué clase de pervertido era mi marido?:.. ellas se chupaban sus sexos, que cosa más asquerosa, luego Héctor las penetraba por turnos, también había un vídeo donde se burlaban de mí, eso encendió aún más mi coraje y sed de venganza, en eso tocaron el timbre y la mucama me dijo que un señor me esperaba en la sala:
YO: Hola, Camilo, que milagro, no te esperaba.
CAMILO: No quise ir al homenaje porque pensé que no se lo merecía, pero a ti si quería verte… ¿Cómo has estado?
YO: Pues gracias a ti, muy ocupada tratando de vengarme.
CAMILO: ¿De Vilma?
YO: No sé si contarte…
CAMILO: Hazlo por favor… y si puedo ayudarte en algo…
YO: Ok… ¡descubrí que Héctor tubo 10 amantes! No me vayas a preguntar como lo descubrí porque no pienso decírtelo.
CAMILO: Lo siento, tu no te lo merecías, Héctor era un…
YO: Lo sé, ¿Para qué querías verme?
CAMILO: La última vez creo que te ofendí y venía a pedirte disculpas.
YO: No sé si hubiera sido mejor quedarme en la ignorancia… pero ahora que sé la verdad, no me queda más que vengarme…
CAMILO: ¿Cómo te puedo ayudar?
YO: No sé… tal vez… ayúdame a investigar a las otras siete amantes, porque ya descubrí tres… aquí en esta lap top hay información suficiente para que le sigas el rastro, pero vas a tener que trabajar aquí, porque por nada del mundo me voy a desprender de esa información.
CAMILO: Yo feliz, eso quiere decir que tendré que pasar mucho tiempo contigo… no me mal interpretes… me queda claro que solo me ves como a un amigo.
YO: Ok. Para empezar necesito que averigües como le va a Vilma con el Psiquiatra que me alquiló la clínica, creo que se llama Lester. Te espero mañana para empezar nuestro plan de venganza.
Al irse Camilo llamé a Sofía para ver como le iba con Andrés y me contó que tenía novio y que Andrés era muy buen instructor pero que no le gustaba en lo absoluto.
Al día siguiente llegó Camilo y me narró que Vilma era amante de Lester, que él le había puesto un apartamento, mi plan no estaba funcionando ¿Por qué será que cuando estoy furiosa tengo ganas de sexo? Empecé a ver a Camilo con otros ojos, lo peor es que él se dio cuenta, me tomó de la mano:
CAMILO: Sé que es muy pronto para que reconsideres mi proposición…
YO: Nunca me has propuesto nada.
CAMILO: Es cierto, pero tú bien sabes que siempre te he amado.
YO: Esa no es una propuesta.
CAMILO: ¿Te quieres casar conmigo?
YO: Vas muy rápido, ¿No te parece? Que tal si antes nos vamos conociendo.
Me tomó de sorpresa y me besó la boca, yo me abandoné a ese beso, dejé que me metiera la lengua y se la chupé, de inmediato me tomó los senos con ambas manos, yo me prendí de su cuello, eso le dio valor y bajó su mano a estrujarme las nalgas de una manera deliciosa, sin decir palabra le saqué el pene del pantalón y se lo jalé, llevándolo a mi habitación, al no más llegar, me tiró a la cama y me chupó mi cosita, que cosa más deliciosa, yo lo acomodé para hacer un 69, recordando los placeres que me había enseñado Andrés, su pene era normal pero muy grueso, en eso me dieron ganas de ir al baño.
En el botiquín encontré un frasquito como los que Héctor usaba para guardar el fluido vaginal de sus amantes, pensé que yo debía hacer lo mismo, así que luego de orinar me fui directo a chupar su pene, el frasquito lo puse sobre la mesita de noche, Camilo me agarró de las nalgas y quedé boca arriba, él metió sus brazos entre mis piernas y las hizo para atrás, quedé totalmente expuesta y muy abierta para él, ahí aprendí una nueva sensación, Camilo pasaba la lengua de mi cosita a mi ano, yo lo fruncía de lo rico que sentía, luego me abrió las nalgas y me metió la lengua… que cosa más asquerosamente deliciosa…
CAMILO: No sabes las veces que soñé con hacerte el amor, te amo.
YO: De momento no quiero que pienses en amor, no quiero ser tu novia, ni tu esposa, solo quiero ser tu amante, quiero que me enseñes a ser una mujer muy sexual, que me hables y me obligues a sacar lo mujerzuela que hay en mí.
CAMILO: Pero yo te amo, no podría tratarte como a una cualquiera.
YO: Entonces vístete y vete.
CAMILO: No, está bien, dime que es exactamente lo que quieres que haga.
YO: ¡Que me trates como a una puta!
CAMILO: …trataré… pero luego no te vayas a molestar conmigo.
YO: ¡Hazlo!
CAMILO: …mámame.
YO: ¿Qué quieres que te mame?
CAMILO: ¡LA VERGA!... ¿Eso quieres?
YO: ¡ESO! Oblígame a decir obscenidades, sométeme, hazme sentir usada, como si fuera tu objeto de placer.
CAMILO: ¿Te puedo decir: puta?
YO: No puedes, ¡debes!
CAMILO: Que rico me mamas la verga, putita, así, síguemela mamando… uf… que rica panocha tienes… me gusta el sabor de tus jugos…
YO: Que rico…
CAMILO: ¿Qué rico, qué?
YO: Siento rico como me mamas.
CAMILO: ¿Cómo te mamo, qué?
YO: Mi cosita.
CAMILO: No se llama cosita… dime los nombres que sabes.
YO: …me gusta que me mames mi vagina… mi pan… mi cuca… mi pepa… mi papaya… mi coño… mi panocha… mi raja… ¡MI PUSA!
CAMILO: Eso es, puta, te voy a sacar a la ramera que llevas dentro, cabrona.
YO: Así, que rico sentí que me dijeras cabrona, maltrátame más.
CAMILO: Te voy a coger, puta de mierda.
YO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Sí… así!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
CAMILO: Ábrete, que te voy a pegar una buena chimada, ¿eres mi puta?
YO: Sí, papi, seré lo que tú quieras.
CAMILO: ¿Dime que eres?
YO: Soy una puta… soy tu puta… ven cógeme… te necesito.
CAMILO: ¿Qué necesitas?
YO: ¡VERGA! ¡NECESITO TU VERGA!
CAMILO: Ruégame, puta de mierda.
YO: Así, papito, así quiero que me trates, méteme la verga, por favor… ay… así… que me duela… que gruesa tienes la verga…
CAMILO: Te voy a partir el chocho en dos, cuando acabe contigo no vas a poder caminar de la gran culiada que te voy a dar.
YO: Sí, papi, hazme sufrir… ay que rico me coges… métemela toda…
CAMILO: Que rico meterte un dedo en el culo mientras te chimo… también te voy a partir el culo en dos.
YO: No, mi rey, vamos despacio, tu dedo me encanta dentro de mi culo mientras me trabas la verga en mi pepa, pero tu pija en mi culo todavía no estoy preparada.
CAMILO: Está bien, puta, pero más adelante me lo tienes que dar.
YO: Te lo prometo, mi macho… así… púyame más… creo que me voy a venir… vente conmigo, papito… no tengas miedo… no puedo tener hijos… báñame la cuca de leche… vente conmigo por favor… ya …yaaaaaaaa…
CAMILO: Mueve ese culo… así, puta de mierda… que rico… apriétame la pija… ya… que riicoooo… me vengooooooooooo… a la puta…
Por la calentura me olvidé de guardar su semen en el frasquito, pero Camilo aún era joven y de seguro me echaría otro polvo, yo quedé desmadejada, pero muy satisfecha, ¿qué estaba haciendo con mi vida? Pasé 21 años con un mismo hombre y ahora desde su muerte, ya había probado dos vergas diferentes, y las que me faltaban, quería ser la mejor puta de todas, que los hombres enloquecieran conmigo y creo que iba por buen camino.
Camilo sudaba como deportista de alto rendimiento, así que nos fuimos a dar una ducha, no sin antes llevarme mi frasquito… ahí recordé los primeros fajes que tuve con Andrés… Camilo me enjabonó toda, que rico era sentir su mano recorrer el centro de mi cuerpo, yo abría más las piernas para que fuera de mi cuca a mi culo, uf, que rico… en eso me hinca… era delicioso sentir el agua caliente cayendo sobre nuestros cuerpos desnudos, mientras le daba una buena mamada de verga, en eso sus movimientos fueron más salvajes y se vino en mi boca, tuve que tragar unos chorros de semen, luego hice como que iba a vomitar y eché el resto de leche en el frasquito, lo guardé en el botiquín.
Camilo quería más, pero yo estaba acabada, deshilachada y con la cuchara dolida, así que lo despedí y le prometí que mañana tendría a su puta dispuesta a coger de nuevo. Revisé la cámara oculta y pude comprobar que tenía grabadas las cogidas con Andrés y Camilo, luego rotule mi frasquito como lo hacía el hijo de puta de mi marido, le puse la letra C y la fecha, luego fui por otro frasquito, eché un poco del semen de Camilo en él, y le puse la letra A de Andrés, con la fecha en que me cogió, sé que Héctor no se iba a enterar, pero a mí me dio mucho morbo hacer lo que hacía mi marido, tal vez pensaba, que al hacerme daño yo, se lo hacía a él… que tonta.
Así pasó una semana, donde Camilo me cogía a diario y yo seguía negándole el culo, tenía miedo. Lo bueno fue que Camilo descubrió a dos nuevas amantes: Gladis y Antonia. Llamé a Andrés para preguntarle cómo le iba y me contó que Vilma volvió a ser la mujer caliente que antes era y que Sofía era preciosa pero que no le hacía caso, lo que me sorprendió fue que Andrés quería volver a cogerme, lo pensé un minuto y se me ocurrió una idea genial, le dije que sí, pero que no fuera en mi casa, lo cité al apartamento que Lester le había comprado a Vilma, le dije que me esperara en al baño, desnudo, porque le tenía una sorpresa.
Le pedí a Camilo que llevara un cerrajero al apartamento de Guido y que le sacara una copia de la llave, me dijo que eso era delito y que lo podían meter a la cárcel, entonces me hice la ofendida y le cerré las piernas, no tubo más remedio que cumplir con mi pedido, ya con la llave en la mano, llamé a Andrés y se la di, la cita sería para hoy en la tarde.
Al medio día me llama por teléfono un señor que se llamaba Dimas, me dijo que nos habíamos conocido en el homenaje a mi marido, que su mujer, Lorena, le había pedido que la acompañara junto a sus amigos Rafael y Silvia, le dije que los recordaba, me pidieron una cita, les pregunté el motivo, ellos me dijeron que sus esposas habían sido pacientes de mi marido y quería hablar conmigo, les dije que estaba bien, pero que no sabía como ayudarlos, ya que yo no sabía nada del trabajo de Héctor, los cité por la tarde.
Llegaron a la hora fijada, Dimas era un hombre muy guapo, digno de la belleza de Lorena, ahora Rafael era un viejo pelón y panzón, estaba claro que Isabel se había casado con él por su dinero. Los invité a pasar y les ofrecí algo de beber, ellos tomaron Wiskis y yo vino, me solicitaron si podía mostrarles los files de sus mujeres, les dije que eso no era ético y que no podía hacerlo, ellos me dijeron que no sabían que hacer con el problema de sus esposas, que si conocía algún otro prestigioso psiquiatra, les conté que conocía a casi todos sus compañeros.
YO: ¿Y cuál es le problema, si se puede saber?
DIMAS: Nos da pena contárselo a usted, es una dama y creo que no está bien contarle semejante cosa.
YO: ¿Tan grave es?
RAFAEL: Sí, señora, no es digno de que lo escuchen sus oídos.
YO: Pero si no soy una niña, entiendo que no quieran contarme porque de todas maneras no sabría que hacer con esa información.
DIMAS: Por nosotros no hay ningún problema en contarle, solo espero que no se vaya a asustar.
YO: Cuenten.
RAFAEL: Nuestras esposas son amigas desde el colegio y cuando nos casamos Dimas y yo nos hicimos mejores amigos.
YO: No veo dónde está lo terrible.
DIMAS: Vivimos en un edificio donde nuestros apartamentos son vecinos.
RAFAEL: Eso hizo que se acrecentara nuestra amistad.
DIMAS: Al grado que… rompimos los límites.
YO: ¿A qué límites se refieren?
DIMAS: … pues… nos intercambiamos las esposas.
YO: ¡No lo puedo creer! ¿Y sigue siendo amigos?
DIMAS: Sí, el problema es que nuestras esposas se convirtieron en unas verdaderas ninfómanas, por eso las mandamos con el doctor.
YO: ¿Y ustedes porque no fueron también?
RAFAEL: Nosotros no lo necesitamos, los hombres ya somos promiscuos desde que nacemos.
YO: No estoy de acuerdo, pero respeto. ¿Y cómo saben que sus esposas son ninfómanas?
RAFAEL: Porque al principio pasaba una vez al mes, luego una vez a la semana, pero en el último tiempo, lo hacíamos casi todos los días.
YO: Reconozco que para mis parámetros eso no es normal, pero para los de ustedes sí, no veo dónde está el problema.
DIMAS: Creemos que nuestras esposas también lo hacen fuera del matrimonio y eso sí nos preocupa.
YO: Entiendo. Perdóneme la curiosidad… pero… que sienten de ver a sus esposas en brazos de otro.
RAFAEL: Nos excita.
YO: De verdad que no los entiendo.
DIMAS: Y es normal, porque a las mujeres les cuesta más entrar en el tema, nosotros al principio empezamos con un trío, con otro amigo mío.
RAFAEL: No se asuste, por favor, se lo advertimos.
YO: Tienen razón, es que no puedo imaginarme en medio de dos hombres.
DIMAS: Eso decía mi mujer al principio, y ahora…
RAFAEL: Discúlpeme Alicia, ¿La puedo llamar por su nombre?
YO: Por favor.
RAFAEL: Dimas tiene razón, las mujeres al principio se escandalizan, pero una vez lo prueban ya no saben parar.
DIMAS: Perdónenos, Alicia, no queremos causarle problemas.
YO: Si no me los causan… estoy asombrada… y un poco…
DIMAS: ¿Excitada? No se avergüence, es normal.
YO: ¿Cómo va a ser normal que una mujer como yo que solo conoció a un solo hombre se excite con el tema de los tríos?
RAFAEL: De acuerdo, no es normal, pero el cuerpo responde distinto que la mente y los prejuicios morales.
YO: Tiene razón, pienso que eso es una degeneración, pero…
DIMAS: Perdóneme que le pregunte ¿Está húmeda?
RAFAEL: Deja de preguntar indiscreciones, ya bastante hizo Alicia con escucharnos.
YO: …sí … estoy mojada… y no me gusta sentir esto…
DIMAS: Yo también estoy excitado, ¿Se me nota?
YO: A los dos se les nota y mucho.
RAFAEL: En el supuesto que le gustaran los tríos ¿Qué sería lo primero que se la antojaría?
DIMAS: Ahora fuiste tú el que rompió sus límites.
YO: No, por favor, no me traten como a una estúpida, estoy cansada de serlo… quiero cambiar… quiero ser como sus esposas.
RAFAEL: Entonces conteste lo que le pregunte, ¿Qué se le antojaría?
DIMAS: Vamos, acá no va a pasar nada que usted no quiera.
YO: Lo sé… pero puede venir la mucama… vamos a la habitación de visitas y ahí les contestaré.
Legamos y me senté en la cama, ellos lo hicieron en la salita que tengo acomodada en esa habitación.
RAFA: ¿Qué le gustaría hacer?
YO: ¿Puedo ser sincera?
DIMAS: Todo lo que quiera.
YO: …pues lo primero es… me gustaría verlas…
DIMAS: Nosotros no tenemos ningún problema, nos las hemos visto tantas veces ¿Quiere que se la enseñe?
YO: No sé…
RAFAEL: Yo también me la saco… ¿Qué le parecen?
YO: No se qué decir… nunca había tenido dos penes para mí solita.
DIMAS: Bueno ese es el primer paso, ¿Quiere tocárnoslas?
YO: Me da pena, no los conozco y ya los tengo semidesnudos, ¿Qué van a pensar de mí?
RAFAEL: Que es una mujer espectacular, que tiene un cuerpo muy tentador.
DIMAS: Que esas manos y esa boquita han de hacer maravillas.
YO: Me dejan sin palabras.
DIMAS: No queremos palabras, queremos que nos masturbe… atrévase, Alicia, mire como nos tiene… así que rico sentir sus manos en nuestras…
RAFAEL: Cuidado con las palabras que estamos frente a una dama.
YO: Ya no quiero ser una dama, por serlo siempre me ven la cara de idiota, quiero ser una cualquiera.
DIMAS: Entonces mámenos la verga… así… que rica lengua… métase las dos pijas a la boca... ahg… así… tráguese las dos… uf.
RAFAEL: Que buena mamadora resultó esta puta.
YO: Sí trátenme como que si me estuvieran pagando.
DIMAS: Que buena cogida le vamos a dar a esta puta cabrona.
RAFAEL: Chúpeme los huevos también.
YO: ¿Lo hago bien?
DIMAS: Muy bien, si hasta parece una puta profesional.
YO: Enséñenme a serlo.
RAFAEL: Después de la severenda cogida que le vamos a dar, va a pedir más y nosotros vamos a estar aquí para darle su ración de VERGA.
YO: ¿Qué más? ¿Qué más me van a enseñar?
DIMAS: Le vamos a dar pija por la cuca y por el culo.
YO: ¿Pero eso ha de doler mucho?
RAFAEL: Siga mamando… ay que rico… al principio le va a doler… pero cuando le sembremos las dos vergas en sus orificios, va a llorar pero de placer.
YO: Sí, eso quiero, que me hagan sentir deseada, que les guste mi cuerpo, que soy buena para satisfacerlos, quiero ser toda una puta.
DIMAS: Entonces desnudémonos, que le vamos a enseñar a ser la mejor puta de todas.
En eso suena mi teléfono, les pido disculpas y me meto al baño.
YO: ¿Aló?
ANDRÉS: ¿Por qué me hizo esto?
YO: Porque no te mereces a esa puta como esposa.
ANDRÉS: Cometí una locura.
YO: ¡¿Qué hiciste?!
ANDRÉS: Pues hice lo que usted me dijo, me desnudé en el baño… en eso los oí entrar, no supe que hacer, así que mientras me vestía lo oí excitarse, entre abrí la puerta y los vi cogiendo, me puse como loco y agarré a Vilma del pelo, ella gritaba y Lester salió corriendo con su ropa en la mano, la insulté, la cacheteé, le pegué tan duro que la mandé al hospital con dos costillas rotas y la cara desfigurada.
YO: ¿Dónde estás?
ANDRÉS: En la cárcel.
YO: No te preocupes, mañana te llego a sacar.
ANDRÉS: ¿Hasta mañana?
YO: Sí, Andrés, en este momento me es imposible, tengo entre manos un negocio que no puede esperar.
ANDRÉS: Está bien, gracias, hasta mañana.
Mi primera víctima estaba saldada, ahora iba por Lorena y por Isabel y para empezar me iba a comer a sus maridos, estaba muy nerviosa, Nunca imaginé hacer un trío y menos con dos desconocidos, pero mi cuerpo me pedía guerra.
YO: ¿En que nos quedamos?
CONTINUARA…