4 horas sin ti (7)

Comenzó a sentir calor por todo su cuerpo, su respiración se aceleraba poco a poco, sabía que era lo que necesitaba, y comenzó a bajar su mano poco a poco hasta su sexo, notó que estaba muy mojado, metió las manos por sus bragas y comenzó a...

CAPITULO 6

Una Guarida

02.43 AM

La noche pasaba lenta, hacía muchísimo calor, pero fuera estaba lloviendo.

-¡Déjame! - Gritaba Tom a Celia.

-Nada, no me escucha. -Le decía a Sofía mientras se sentaba a su lado en la cama.

-Vale, pero esta que se valla de aquí. -Respondió señalando a Sara que estaba sentada en una silla dentro de la habitación.

-Si claro ¿y donde la metemos? ¿Con Rosa? -Le dijo.

-Que no hubiera abierto la boca. -Dijo sin siquiera mirarla.

-Yo creo que voy a intentar hablar con Tom a ver si arreglo algo. - Decía Sara mientras se levantaba y abría la puerta.

-Eso, corre con Tom. Ve a su cuarto y acuestate con él, lo estas deseando. - Dijo Sofía sin mirarla a la cara.

Sara salió de la habitación.

Celia se puso de pié corriendo para salir junto a ella.

-Sara, ¿voy a dar una vuelta a ver si esta todo normal y eso mientras tú hablas con Sofía? -Le preguntó.

-No, Sofía es cosa tuya Celia. -Respondió.

-No Sara, como te dije ayer...

-Celia, no, deja de intentarlo, no voy a tener nada mas con ella.

-Le aras daño... Cada vez que te vea con el... -Adivirtió.

-Me da igual, yo necesitaba ser sincera, lo he sido, ahora no quiero saber más nada de ella, así que haz el favor de irte para adentro con ella y hacerla feliz.

-Está bien. -Dijo mientras bajaba la cabeza y se metía en la habitación.

-Sofía... Sara no quiere saber nada de ti. - Le dijo decaída mientras se tumbaba al lado de ella.

-Mejor... -Le respondió abrazándola.

-¿Mejor para quién?

-Para ti... -Dijo mientras se acercaba para besarla, pero la paró.

-No, yo quiero que tú seas feliz, te quiero muchísimo, y quiero que seamos felices las dos, que te quede claro que a mi también me gusta Sara y que si se presenta la ocasión me liare con ella y a ser posible me acostaré con ella. No puedo tener una relación cerrada, pienso que sí, me encanta estar contigo y cerca tuya, pero que si alguna vez aparece alguien con quien también me guste estar lo aré o a quien quiera besar o...

Sofía le cerró la boca con un beso.

-Vale, una relación abierta, lo que tu quieras. Te quiero. - Le dijo mientras volvía a besarla.

- Y yo. - Le respondió mientras Sofía se montaba encima de ella.

Sofía comenzó a acariciar el cuerpo de Celia la que respondió con una sonrisa.

-¿Terminando lo que aquel día empezamos? –Preguntó Celia mientras la tiraba y se sentaba encima de ella.

-Aquella noche en la playa… - Respondió Sofía sonriendo mientras le soltaba el sujetador.

-No me lo recuerdes… Tuvimos que irnos de allí en un mal momento por culpa de cierta persona…

-Antes de eso echamos un muy buen rato… - Comenzó a quitarle la camiseta.Tú y yo, solas, tumbadas en la arena, besándonos, acariciándonos… - Le decía mientras la besaba por donde podía.

-Como no te calles no me hago responsable de mis actos. –Le dijo recostándola de nuevo en la cama.

-Eso mismo es lo que busco… -La tiró en la cama y volvió a colocarse encima suya y a besarle el cuello.

-Como se te ocurra volver a parar como aquella vez, te amarro y no te suelto hasta que me canse de estar contigo metida en la cama, ¿Vale? –Le preguntó Celia con una sonrisa dibujada en la cara.

Sofía la miró dudosa y se sentó encima de ella.

-Y si te amarro yo a ti ¿qué?

-No te dejaré.Advirtió.

-Eso tengo que verlo.

Mientras tanto.

-Tom, abre por favor. –Suplicaba Sara mas no obtenía respuesta.

De pronto una puerta a su espalda se abrió.

-Valla, valla, valla pero mira a quien tenemos por aquí.

Sara se dio la vuelta asustada, era Rosa y no tramaba nada bueno.

-Mira bonita, yo tu no me volvía a acercar a Sofía.Amenazó Rosa.

-No tengo pensamientos de hacerlo.Respondió.

-Por eso mismo… Acabará conmigo.

-¿Contigo? Lo dudo mucho, esta con Celia.

-Ya… Pasa.

Tras unos momentos de duda Sara paso a la habitación de Rosa.

-Siéntate.Le dijo Rosa mientras esta se sentaba en la cama.

-¿Qué pasa? ¿Qué quieres que haga y porqué? –Respondió mientras se sentaba.

De pronto se comenzaron a escuchar gemidos por el auricular de un walkie talkie. Sara se quedó de piedra y miró incredula a Rosa.

-Te explico estas dos, están echando un polvazo impresionante.

-Ya, ya se nota… ¿Y qué? ¿Que haces escuchandolas?

-¿No te duele? –Preguntó acercándose a Sara.

-¿El qué?

-Escucharlo, escuchar que no está contigo, que sé que es lo que estas deseando en estos momentos.

-No, ni me duele ni lo quiero.Resoplo Sara.

-Ya claro, necesito que me ayudes, necesito que te líes con Celia y me dejes vía libre con Sofía.

-¿Estás loca? No, ni de coña, si quieres via con Sofía te la buscas tu, a mi no me metas aquí en medio.

-Te has metido tu solita.

Los gemidos de la habitación de al lado se hacían más fuertes por momentos, tanto que se escuchaban incluso sin el aparato.

-Yo no sé tú pero me encantaría estar ahora mismo ahí al lado. A ser posible con las dos… Si fuera tú no dejaba escapar ese momento.

-Lo tuyo no es normal eh Rosa.

-Toma, me bajo al sofá porque como me quede aquí acabare haciendo algo de lo que posiblemente me arrepienta.

-Pues diles que paren, ah no, que les has pinchado el walkie, como se enteren... -Amenazó Sara.

-No, es que esta estropeado, y no hace falta darle al boton para hablar, aunque si le doy yo a este y hablo se corta y me escuchan. -Rosa le dio el walkie a Sara para acto seguido irse. Sara lo dudó unos instantes pero acabo por meterse en la cama e intentar dormir.

Comenzaba a sentirse muy incómoda con la situación, se echó en la cama para intentar dormir, más los gemidos no la dejaban. Comenzó a sentir calor por todo su cuerpo, su respiración se aceleraba poco a poco, sabía que era lo que necesitaba, y comenzó a bajar su mano poco a poco hasta su sexo, notó que estaba muy mojado, metió las manos por sus bragas y comenzó a acariciar su clitoris haciendo circulos, comenzó a soltar suaves gemidos, el cuerpo comenzó a pedirle más y decidió complacerse metiendose dos de sus dedos, comenzó a moverlos suavemente, más, conforme las escuchaba lo hacía con mas rapidez, sus gemidos comenzaron a escucharse más y más fuertes, decidió prestar mas atención a los gemidos de la habitación de al lado, haciendo esto no tardó nada en llegar a un ardiente orgasmo. Una vez terminó seguía con algo ahí, un calor que ella misma no era capaz de apagar, algo le decía que entrase en aquella habitación pero por otro lado algo mas fuerte la tenía allí inmóvil y recostada, miró el walkie y se dispuso a hablar por él a la línea de la habitación de al lado.

-Celia, Sofía, no es por interrumpiros pero podéis bajar el tono un poco. Cambio. -Dijo entrecortadamente por el aparato.

“-Contéstale - Se escuchó decir a Celia.

-No

-Pues suéltame y déjame que conteste. -Insistió.

-No, tú te callas que no te puedes mover, que le den, aparte ella tiene ya su fiesta montada, ¿No la has escuchado?”

Saber que Sara las escuchaba las ponía peor, y comenzaron a gemir mucho mas fuerte por la excitación.

Sara se enfadó y decidió interrumpir entrando en la habitación. Puso rumbo a ella cuando de pronto, una extraña criatura se quedo inmóvil frente a ella delante de la puerta de la habitación de Celia y Sofía.

-Mierda. –Susurró, no llevaba arma alguna encima.

La criatura le saltó y Sara gritó mientras luchaba con todas sus fuerzas por quitársela de encima.

-¿Qué ha sido eso? –Preguntó Celia con la respiración entrecortada apunto de llegar.

Sofía comenzó a subir dandole besos por donde pasaba, una vez llegó a su boca la besó suavemente, mientras le introducía tres dedos.

Celia se estremeció al sentirla dentro. Y comenzó a mover mas salvajemente la cadera.

-No es nada, relájate, estas apunto. - Le dijo Sofía con voz sensual.

Celia comenzó a arquear todo su cuerpo para acabar llegando a un profundo e intenso orgasmo, Sofía en cuanto lo notó la besó para que el ruido fuera menor.

Los gritos no cesaban Sara consiguió pegarle una patada lo suficientemente fuerte para estamparlo contra la pared lo que hizo a la criatura hacer un ruido estremecedor y que volviera a saltar contra ella pero esta vez, sacando las uñas.

-No puede ser. –Susurró Sofía mientras se colaba su ropa interior y la camisa, cogió la pistola de encima de la mesilla y corrió a abrir la puerta para nuevamente vaciar el cargador en la cabeza del bicho que estaba frente a su puerta con Sara debajo presa de un ataque de nervios.

Aquella cosa cayó encima de Sara supuestamente muerto.

-¿Me puedes soltar? –Preguntó Celia desde dentro de la habitación. Sofía la miró y se dispuso a entrar.

Sara la miró al andar bastante ligera de ropa, se sonrojó. Quería evitar hablarle pero no podía tener esa criatura encima.

-Espera, ayúdame por favor.Pidió.

Sofía resoplo y tiró del brazo de aquel extraño bicho para quitárselo de encima.

-Disuélvelo anda, y haz algo bien por una vez. –Le dijo, la hizo sentirse mal.

Sofía entro mientras Sara disolvía la cosa, para soltar a Celia, una vez la hubo soltado se medio vistió y salió.

-¿Por dónde ha entrado? –Le preguntó Celia a Sara mientras se abrochaba el pantalón.

-No sé, estaba aquí en vuestra puerta, creo que iba a entrar pero me vio.

-Podría habernos matado… Pasa anda…

-¿Y Sofía?

-Ni caso, tu pasa.

Pasaron.

-¿Otra vez? A ver Sara que no entiendes de la frase… -Celia se fue para ella y la besó para callarle la boca.

-Creo que mejor me voy… - Dijo mientras se daba la vuelta.

Celia la agarró por el brazo y negó con la cabeza, sonrió y le pego un tirón para besarla a ella. Celia pego su cuerpo todo lo que pudo contra el de Sara, la cual se dejó llevar sin poner pegas.

-¿Qué? Venga ya tía… -Se quejó nuevamente Sofía mientras le pegaba un tirón a Celia.– Fuera. –Le ordenó a Sara.

Celia la besó y la empujó a la cama a la vez que agarraba a Sara por el brazo para que no se fuera. Y volvió a besarla apasionadamente, solo que esta vez Sara comenzó a cogerle el culo a Celia y a desabrocharle el botón del pantalón.

-¿Qué cojones haces? –Dispuso Sofía mientras las separaba.Ya puedes estar saliendo de aquí.

-Sofía… - Decía Celia mientras la empujaba suavemente para sentarla en la cama.

Volvió a darse la vuelta para seguir besando a Sara y quitarle la camiseta de un tirón.

-Venga ya, esto si que no.Dijo, y le pegó un tirón a Sara para echarla.Fuera de aquí.

Celia se volvió a acercar a Sara, para agarrarla por la cintura pegarse a ella y decirle:

-¿Quieres irte? O por el contrario prefieres quedarte aquí conmigo.Acto seguido de estas palabras Sara la besó.

-Me quedo, si le molesta, que se valla. No hay otra… - Dijo sonriéndole.

Celia empujó a Sara contra la puerta y pegó su cuerpo nuevamente con el de ella.

-Bueno pues dejadme salir. –Resoplo Sofía colorada como un tomate.

-Sofía, ¿Qué es lo que no quieres? ¿Qué yo la bese a ella o que ella me bese a mi?

Sofía tiró de Celia y comenzó a besarla.

-No, no, ¿tú no te ibas? –Le preguntó Sara separándolas.

-No, ahora no me apetece irme, vete tú.

-No, si te quedas es cosa tuya, yo voy a lo mío.

-Y yo a lo mío.

-Y yo a las dos.Añadió Celia cogiendo de un puñado a Sofía para pegarla contra Sara que estaba en la puerta aún, para después comenzar a besarla por el cuello.

Sofía estiro las manos contra la pared para separarse lo máximo posible de la cara de Sara, aunque Celia no la ayudaba en ello, y con sus besos ponía la situación peor. Sofía opto por bajar la cabeza.

-No, mírala a la cara, si no quieres besarla no la beses, pero la miras, acabaréis cayendo.

-Celia por favor no es mejor en nosotras en la intimidad…

-No, yo de aquí no me voy, a parte Celia no quiere que me valla.

-Ni se te ocurra valla, si ella quiere irse que se valla.

-No quiero irme.

-Bien… -Dijo Sara mientras la cogía y la ponía contra la puerta a ella. – Si no te quieres ir acepta la situación, yo no aguanto más. – Terminó de decir y comenzó a besarla por el cuello.

Celia se quedo unos segundos mirando la situación. Sara comenzó a desabrocharle la camisa a Sofía y a meterle las manos por debajo, mientras su boca se acercaba a la suya.

-Tú misma Sofía, todavía puedes irte. –Le dijo Sara a unos centímetros de su boca.

-Sigo enfadada contigo. –Comenzó a decir Sofía y le sonrió. Celia bajó la mano hasta la pierna de Sofía ya que no llevaba pantalones.Joder… Que conste que estoy enfadada eh…

-Bien.Decía sonriendo Sara. - Pero hazlo ya.

-Joder, si ya lo estás haciendo tu.Decía mientras su respiración se aceleraba poco a poco.

-Eso no, bésame. -Suplicó Sara.

Sofía la miró y le dio un ardiente beso para seguido de él tirarla en la cama.

-Joder, como me pone.Suspiró Celia mientras se acercaba a ellas para besarlas.

Unos fuertes golpes provenientes de la puerta metálica comenzaron a sonar. Las tres se miraron dubitativas.

-Sigo enfadada eh. –Decía Sofía mientras se colaba el pantalón.

-Vale, lo que tú digas.Respondía Sara sonriendole mientras se terminaba de vestir.

-Con lo bien que estábamos.Reprochó Celia mientras les daba una pistola a cada una.Vamos.

-Oh mierda, la mía no tiene balas, id tirando.Ordeno Sofía.

-Ve tu, yo la esperare, no sería lo suyo dejarla sola y sin munición.Dijo Sara, a lo que Celia asintió con la cabeza y se fue.

-Vete… - Le dijo Sofía.

-No, que vale que sigues enfadada pero joder, esto es una situación límite esos golpes no han sonado nada bien, es mas no me hace ni chispa de gracia que dejen de sonar así como así.

Una extraña criatura interrumpió la situación entrando por la puerta. Sara empuñó la pistola y apuntó con ella para disparar más tampoco tenía balas, miró a Sofía y esta se alarmó pero de pronto de la nada surgió un disparo el cual le dió en la cabeza y la criatura cayó desplomado al suelo.

Dos chicas entrarón a la habitación.

-Estais bi.... ¿Sofía? - Preguntó la mas alta.

-¿Raquel? - Preguntó incredula.

-Dios mio... -Dijo mientras se abalanzaba Raquel al cuello de Sofía para abrazarla. - ¿Es...Estas Bien? - Preguntó mientras le apartaba el pelo de la cara y la miraba con miedo y ternura.

Sofía asintió y la volvió a abrazar fuertemente. Al cabo de pocos segundos que para ellas fueron eternos Sara se les acercó.

Raquel era una chica impresionante, era algo más alta que Sofía, no tanto como Sara. Tenía los ojos grandes y color miel a juego con su pelo caoba, relucía un su flequillo peinado hacia un lado.

-Sofía... Tenemos que irnos a buscar a los demás... -Interrumpió Sara haciendo que estas se separasen.

-Oh... Claro... -Decía mientras intentaba limpiar un par de lágrimas que cayeron por su rostro más Raquel no la dejó y se las limpió ella con sus dedos.

-Raquel, ella es Sara, Sara ella es Raquel... -Presentó Sofía.

-Oh... Encantada. - Dijo amablemente Sara. -¿Y ella quien es?

Sofía miró a la otra chica.

-Ella es Laura, una amiga... -Presentó Raquel, la chica se acercó a ellas.

-Hola... -Susurró.

-¿Una amiga? -Preguntó Sofía sonriendole con picardia.

Raquel y Laura se miraron y rieron.

-Si, es solo una amiga... -Afirmó Raquel. - Marchemonos de aquí... Pueden volver en cualquier momento.