4. El Mundo de A. Mi primera vez en un local swing
Fui a un local swinger por primera vez sin saber que encontraría y como se desarrollaría la noche.
- El Mundo de A. Mi primera vez en un local swinger.
Después de lo ocurrido con pastelero fue toda una sorpresa que fuese el quien me acercara por primera vez a un local liberal. Nunca mas quise follar con el y eso hizo que el lo deseara aun mas. La cosa fue asi:
Hacia poco que yo conocía la existencia de ese tipo de lugares, pero igual que supe que era bueno cumplir mis fantasías, también supe que seria bueno conocer esos sitios.
No tenia de hilo de donde poder tirar y fue pura casualidad que el pastelero estuviera liado con la novia del camarero de un local liberal y que ademas el padre del camarero fuera el jefe del local... aveces,los milagros ocurren.
Me invito. Iría el con su rollete y también irían unas amigas d ella. La única cosa que me echaba para atrás era pensar que el pastelero insistiera en follar conmigo, aunque eso tenia fácil solución, no es no y ademas el iba con su rollete. Pero hay que reconocer que aunque tengas las ideas claras, cuando llega el momento de la verdad te entran las dudas. Así que le dije que si decidía ir le avisaría cuando llegase la hora de salir de casa...
Es ridículo, pero yo ya sabia que ropa quería usar para mi primera vez en un sitio así. Algo rompedor, lo mas brutal de mi armario. Super sexy y elegante.
Me duche, me vestí y le avise que si iría, paso a buscarme con su coche y note esa mirada lasciva durante todo el trayecto.
Mi plan, era no tener plan. simplemente lo que surgiría según me sintiera, con la única premisa de no correr riesgos (lo cual es absurdo por que un local liberal creo que es uno de los lugares mas seguros donde una chica se puede desfogar en el mas amplio sentido de la palabra).
Las demás chicas ya esperaban en la puerta y en grupo nos dispusimos a entrar, Lo primero que llama la atención es lo mucho que se cuidan en camuflar la entrada, un edificio de lo mas normal, que pasa desapercibido para cualquier transeúnte.
Pero al abrir la puerta y dar apenas unos pasos la historia cambia por completo. Yo y alguna otra eramos novatas, así que cuando el que nos abrió la puerta, nos pregunto si conocíamos el local y las normas dijimos que no. El se llama Josu, a día de hoy aun mantengo su contacto. Un tipo peculiar como el solo. Super amable, risueño y desinhibido, con pleno afán de hacernos sentir agusto nos explico las normas básicas y procedió a mostrarnos el local.
Era un día en el que no había mucha gente, apenas unas parejas desperdigadas follando por cualquier rincón. Josu nos condujo por pasillos y habitaciones mas grandes, mas pequeñas, mas oscuras, mas equipadas, cada una diferente.... al llegar a la sala de lo que seria ambiente BDSM estaba claro que Josu buscaba una victima y fui yo. Me hizo colocarme en un columpio y logro sonrojarme pero yo intente mantener la compostura con los ojos como platos mirando una Cruz de San Andrés y algunos látigos que por allí habían.
La ultima sala me dejo tocada para el resto de la velada pero no por la sala, si no por lo que en ella vi. Había una pareja, el chico desenrredaba una cuerda, la hacia correr por sus manos como si la acariciara y la chica de rodillas sin hacer nada...solo estaba allí, tranquila, relajada. Me enamore de aquella escena inmediatamente, desee ser esa chica solo para ver como el seguía acariciando la cuerda y ver que pasaba después, pero Josu aun tenia que terminar de hacernos el tour. Una vez visto todo el local, nos cobijamos en la zona de discoteca.
Empezaron las charlas y risas pero de mi mente no se iba la imagen de aquel chico con las cuerdas. Quería saber quien era, que hacia exactamente y no podía quedarme con esa intriga. Así que sin mas lo pregunte y me explicaron que se llamaba Mark, que era cliente habitual y que en ocasiones hacia talleres de ataduras. Josu fue directo y me dijo que no dejara correr la oportunidad, si quería follar con el debía ir hasta el y hacérselo saber. "si esperas, puede ser tarde".
Aunque la idea me encantaba, lo vi como entrometerme y considere que esta vez me quedaría con las ganas pero no pensaba dejarlo correr.
No sabia muy bien como hacer para poder conocer a ese chico. Si no actuaba perdería la ocasión, se esfumaría y nunca mas sabría nada, pero tenia claro que no quería interrumpir. Así que solo se me ocurrió jugármela.
Le dije a Josu que si me haría el favor de darle un recado que consistía únicamente en decirle que me encanto la escena que vi y mi numero de teléfono. Matizar que no es mi costumbre ir dando mi teléfono, pero era mi única opción. Tenía la esperanza que tras recibir mi mensaje aquel chico sintiera un mínimo de curiosidad y decidiera escribirme. Josu acepto sin problemas. No estando contenta aun con el favor de Josu, decidí dejar el mismo recado en las dos barras del local. Tres personas quedaron encargadas de dar mi recado y yo confiaba en que al menos una lo hiciera.
Gracias Josu por cederme las fotos y dejar que la gente pueda conocer un local singwer sin necesidad de pisarlo.