4 días en la montaña
Juani, se que te gusto desde hace mucho, y había pensado en invitarte este fin de semana de 4 días a la montaña,
Juani, se que te gusto desde hace mucho, y había pensado en invitarte este fin de semana de 4 días a la montaña, aprovechando que hace ya algo de calor, que te parece? Muy bien, quedamos a las 8 debajo de mi casa, quiero que me sorprendas con ese luga de montaña, sol, y lago. Al dia siguiente a las 8 de la mañana te espero en mi descapotable, toco el claxon del coche y sales con una camiseta transparente de tirantes, sujetador sin tirantes, blanco, minifada de cuero muy flexible y un tanga que se adivina rosa palo. salimos a la carretera de montaña, aunque bastante ancha para camiones y coches. Mis ojos se van a tus pechos, tus muslos, al principio de tus piernas donde aparece el tanga sigilosamente. Mi mano derecha se posa en tu muslo izquierdo, para ver como reaccionas. No lo haces, lo cual entiendo me dá via libre, arriesgo y subo a la goma del tanga de tu pierna, se asoma algún pelito, por lo que intuyo que no te has rasurado. Intento meter el pelito dentro del tanga, y cuando me doy cuenta lo apartas para enseñarme toda la mata, ...oigo que dices algo como entre dientes, que al principio no entiendo...¡¡ fóllame con tus dedos !!, y te meto dos dedos de un tiron, aprovechando que estás muy humeda, hasta el punto que has mojado el tanga, la darte cuenta, levantas el culete, en señal de que te ayude a sacarte el tanga, al ayudarte, nos pasa un camión que intuye el espectáculo, le enseño el tanga en mi mano y te pones tan roja que mas bien es arcoiris. Te reto a que te dejes la falda levantada o te la quites, y optas por lo segundo, casi se me salen los ojos de las cuencas, vamos jugando con todos los camiones, incluso a punto de provocar algún accidente.
Por fin llegamos a la casa, dejamos las bolsas de viaje, con poca ropa, ya sabes que a mí me gusta el nudismo y tú estas dispuesta a intentarlo por eso casi no has traido ropa.
Te enseño que hay un lago detrás de la casa, te desnudas sin ningún pudor, pues ya te ví el coño bien visto, y saboreado de mis dedos. Me desnudo y me meto en el agua, no me ves pero de repente te agarro de la cintura para no perder la noción espacial y juego con tu coño y mi lengua. De repente un líquido blanquecino y algo espeso, aunque no mucho por culpa del agua, inunda mi boca si es que no la había inundado ya el agua del lago. Subo a superficie y nos besamos por largo tiempo, hasta que decides sumergirte, y meterte mi pene en la boca, jugando con la boca y los labios a lo largo y ancho de mi pene duro como una estaca, hasta que me corro en tu boca de tal forma que tienes que salir a toser para no ahogarte, por la cantidad de esperma.
Descansamos un poco nos vamos a la orilla, nos acariciamos pero estamos exhaustos, ya no hay reacción sexual posible, por ahora, tomamos el sol hasta dormirnos.
Nos vamos a la cabaña que tenemos alquilada y allí te pido que no te vistas, me gusta verte desnuda, yo también lo estoy. Te ayudo a preparar la cena mientras incluyo alguna zurra en el culo, algún beso, y alguna caricia en tus pechos duros, tiesos, mientras tu coño se humedece hasta el punto de que te baja la corrida por las piernas aunque no hago caso, eso será esta noche, en todas las posiciones del kamasutra, incluso si lo permites con poco de sado al nivel que permitas.