36°

Ese día hacía mucho calor, me había juntado con Luís para ir al cine, éramos amigos desde hace mucho. El rondaba los 26 y yo 21, a menudo nos relatábamos los encuentros carnales que teníamos con distintas parejas, conversábamos cantidad, nos reíamos de las posiciones que se nos ocurrían, de las palabras que usábamos y nos aconsejábamos, nunca se nos había pasado por la cabeza tener algo, preferíamos ser amigos, aunque a mi, debo reconocerlo se me había pasado por la cabeza numerosas veces, a menudo me masturbaba pensando en él.

Ese día hacía mucho calor, me había juntado con Luís para ir al cine, éramos amigos desde hace mucho. El rondaba los 26 y yo 21, a menudo nos relatábamos los encuentros carnales que teníamos con distintas parejas, conversábamos cantidad, nos reíamos de las posiciones que se nos ocurrían, de las palabras que usábamos y nos aconsejábamos, nunca se nos había pasado por la cabeza tener algo, preferíamos ser amigos, aunque a mi, debo reconocerlo se me había pasado por la cabeza numerosas veces, a menudo me masturbaba pensando en él. La peli, comenzaba a las 6. Eran recién las 2, así q nos fuimos a un pub por unos traguitos, y matar el calor, iniciamos con unas coronas, la emprendimos con su ex, que lo había pateado por otro espécimen con más plata, ya nos habíamos bebido como 4 cervezas cada uno. La llamamos a su cel, y le echamos ene puteadas: bencinera de mierda, arribista y la conchet

Así fue transcurriendo la hora. Hasta q le acaricié la mejilla, fue un impulso, nunca he sido de esas minas que andan abrazando a los amigos, o dándoles cariñitos, pero creo fruto de las chelas me bajo el amor, jejej!! o la calentura, y con solo ese roce, me sentí abrumada.

Luego de eso, me miró con sus ojos negros pene trantes, jejee, noté que bajó la mirada hacia mi escote, me dio algo de plancha, pero me recuperé rápidamente. Media más menos 1.78, más bien gordito, con esa poncherita cervecera característica del "buena mesa y poca vergüenza", lo que más me gustaba era su piel, de un color canela irresistible, pelo ondulado corto pero bondadoso y unas sugerentes cejas, me preguntaba para mis adentros interiores introspectivos –si su pene sería de similar tono. Se levantó al baño, se dispuso detrás mío y desplegó sus manos en mis hombros, susurrándome al oído –ya vuelvo. Ufff. Eso bastó para sentirme segura bueno y las chelitas, al regresar me tocó el pelo y se sentó. Luego le dije –Por qué mejor no nos vamos a otra parte, ya no quiero ir al cine el accedió.

Como hacía tanto calor, pasamos al super y compramos unas chelas, bebidas y una bolsa de hielo. Compramos el diario, pa’ cachar moteles, y nos fuimos, el taxi nos dejó en la entrada. La habitación tenía una cama en forma de corazón, unas sillitas y un pequeño sofá.

Nos recostamos en la cama, fumamos unos puchos, tomamos algo de cerveza, luego le dije me voy a bañar, me preguntó si me acompañaba, le dije que no, por que no me había depilado, así que lo hice, luego salí solo cubierta con la toalla y mis pantaletas, y me recosté en la cama, se acercó, me tomó de la cintura, tratando de besarme, pero esquivé sus labios, le dije que se fuera a bañar, (caliente pero limpia y digna jejjeje!!).

Cuando salió, envuelto en la toalla, se veía estupendo, con gotitas aún en el pelo y en el cuerpo, que con la luz resplandecían se sentó junto a mí, apagó la luz de la pequeña lámpara sobre la mesita, con lo cual una tenue luz iluminaba.

Comenzó a tocar mis pies, lo que me dio cosquillas, luego subió por mi rodilla izquierda, se detuvo ahí y la besó, sacando la lengua, formando círculos con la saliva, -pensé menos mal que me depilé jejeej!!. Continuó subiendo, ahora con sus manos me tocaba los muslos, se sentía tan bien, desprendió mi toalla, acariciando mis caderas rodeándolas con sus brazos. Le dije –espera, acuéstate boca a bajo, me senté sobre sus piernas; como siempre llevo crema en mi bolso, deposité lo suficiente para frotarla por su espalda.

En eso recordé el hielo, esparcí delicadamente la crema, pero firme, enseguida los cubitos, exquisita combinación de la crema y el témpano, le froté los hombros permitiéndome tener una visión panorámica de su amplia espalda, le desprendí de la toalla, sentándome más atrás, intervine sus muslos suaves y duros como roca, la piel brillaba, llegué hasta sus pies luego subí, y me recosté sobre su espalda, mis pechos estaban turgentes al igual que mis pezones, fruto del pequeño iceberg y la excitación, comencé a deslizarme sobre él de arriba abajo, sentía entre mis piernas leves convulsiones de mi clítoris debido al roce y al imaginarme lo que acontecería después, al bajar metí mi mano entre sus piernas, debido a esto apretó sus muslos, le dije no te preocupes, relájate, no te voy a meter el dedo, busqué su mástil y lo froté, también yo, me frotaba sobre él, estaba enorme, duro y suave; efecto del hielo en mi manos, cuando subía, lo besaba en los hombros frente, y leves toques con mi lengua en su boca, luego no aguantó más y se dio vuelta, me quería tocar, no lo permití tome sus manos antes que me tocara y las puse a los costados, le dije –que no le estaba permitido tocarme-jugando a la posesión, aún no me quitaba las pantaletas, derramé más crema y tomé hielo, sentada frente a él y le comencé a friccionar su abdomen, brazos, introduje un hielo en mi boca, levante mi cola, deslizándolo desde su ombligo hasta su boca, mis pechos palparon todo su vientre, me detuve en su boca jugando con el hielo, otra vez me quería palpar, no lo permití, enseguida descendí mi lengua granizada en sus tetillas, causó leves escalofríos y risitas, me deslicé aún más, sentía su sexo rígido y pétreo sobre mis calzones, los que ya estaban empapados de crema hielo y mis flujos, pequeños quejidos emergían de su boca , caí aún más, manipulando su falo erguido, empinado y arterial, en escasas ocasiones lo había percibido así, con la loción en mis manos, lúbrico, sicalíptico, se me hacía agua la boca, aún me quedaba un trozo de hielo en mi boca, con la cumbre de mi lengua tenté su punta, suministrándole leves golpecitos escarchaditos, a lo cual él respondió con un gemido más penetrante, di golpecitos por todo su pene, desde el glande hasta sus bolsas, que estaban que detonaban, restregué el hielo en mis senos, él me iba a manosear, no se lo permití, lo tenté con mis pezones gélidos y turgentes, podía ver como miraba la punta de mis pezones en la punta de su pene.( enternecedora escena no!!jejje!!). Luego lo miré y le pregunté si le gustaba, a lo cuál él respondió –que le encantaba que se sentía en el paraíso.

Pronto abrí mi boca y me lo clavé entero, alcanzándome casi hasta la faringe, subí lentamente pero con presión hasta coger su glande, comprimiendo con mis labios y bañándolo con mi lengua, no lo quería liberar, con sacudidas de arriba abajo, con mi mano estrujaba sus huevos, inmediatamente sentí sus jadeos ahogados y agitados, lamí nuevamente el cubito de hielo en mi lengua, esparciéndola por sus bolas con más intensidad los fui chupando, tragándomelos uno por uno, con mis manos friccionaba su pene, volví a introducirlo en mi boca, mordiéndolo suavemente, disfrutándolo, era enorme, me lo metía y me lo sacaba, él acariciaba mi pelo, presagié que se venía y me distancié, le dije que ahora me toca a mi, me tomo con fuerza y me tumbo boca abajo, hizo prácticamente lo mismo, tomándose el tiempo en mis pies, mis muslos mi culo, me lo estrujaba amasaba tan bien, el hielo y la crema hacían estragos, mi cabeza estaba en blanco, depositó su cuerpo sobre mi y balanceándose podía sentir su sexo en mis piernas y en mi culo, masajeó mis brazos mi espalda, luego me volteó, hielo en mi boca, en mis pechos, mis pezones ya no daban más me los chupó con un hielo en su boca ahí estuvo como 5 minutos, tocándomelos, besándomelos, pellizcándomelos, mordiéndomelos, me hacía vibrar, a la vez que su falo rozaba mi vientre, mi entrepierna.

No me permitía tocarlo, me levantó la cola y de un tirón sacó mis calzas, abrió mis piernas, palpando mis pliegues, tomó su miembro con la mano y me lo deslizaba por las piernas, muslos, ombligo, vientre, vulva, abrió un poco, mis labios frotándolo dentro mmmhooo!!!!, me hizo gemir!! ya no resistía, era demasiado, quería sentirlo dentro, que me penetrara con fuerza y profundo, se metió un hielo a la boca, bajando desde mis pezones a mi ombligo, mi entrepierna, me sorprendí cuando puso el hielo dentro, me preguntó si me dolía le dije que no- entre dientesy tragando saliva , me metió un dedo luego otro, estás mojadísima-acotó, los metía y los sacaba con la punta de su lengua rozó mis labios menores, mayores hasta llegar a mi clítoris, el cuál envolvió en sus labios y succionó, moviendo su cabeza, me tenía que estallaba, pero me contuve, (me se controlar, poder mental jejjeü!) luego solo con su lengua, me abrió con sus dedos separando las paredes deslizándola de arriba abajo.

Me incorporé me tomo, nos paramos me subió sobre sus piernas, mis brazoz rodeaban su cuello y me procedió a cabalgar, cada apuntalada q me daba me hacía gritar, tan gordo grande y duro, no lo toleraba, pero no oponía resistencia, me sostenía y me mantenía fuerte, lo podía sentir en mi vientre; al instante me condujo al sillón, aún su virilidad dentro, me senté sobre él, manipulaba mis pechos pellizcándolos y mordiéndolos, le permití entrar solo la cabeza luego hasta la mitad, luego entero, tomo mis caderas, haciéndome subir y bajar nos mirábamos en todo momento, vía como su falo entraba y salía por completo, los movimientos fueron más duros, rápidos, me embestía como un animal, tomo mis manos, yo arqueaba mis ancas para sentirlo más, me estiré hacía atrás, mi pelo suelto volaba, el sudor, el roce era incontrolable, me dijo que no aguantaba más y se vino, sentí como su semen recorría todo mi coño, lo que me excito aún más, aún lo sentía dentro comencé a contornearme aún más, moviendo mis caderas el tocaba mis pechos y los besaba, de arriba abajo, me presionaba contra él, ya voy a explotar, ohhhhhhhhhhhh!!!! Y culminé, convulsionándome entera, espasmos desde mi cabeza, mi clitoris of course, a mis pies, mi cuerpo se contraía, aún me tocaba y me miraba, me dijo que escena más maravillosa, luego me abrazó. Fumamos tomamos, nos fuimos a la cama.

Pasaron como 5 minutos, jugaba con su verga, comenzó a ponerse dura nuevamente, empezó a tocar mi coño, aún mojado por mis jugos y los de él, lo que me excitaba a más no poder, se abalanzó sobre mi, tomo mis caderas y ubicó, mis pies sobre sus hombros y me la comenzó a enterrar sin piedad, me afiliaba hasta el fondo yo lo miraba y él a mi, al instante nos paramos iba al baño, me tomo por detrás, sentí su sexo en mi culo, me agaché un poco y me lo metió por mi coño, entraba y salía, mientras tocaba con una mano mi clitoris y con la otra mis pechos aún turgentes y parados.

Rápidamente se sentó en el borde de la cama, yo de espaldas a él subía y bajaba apoyada con mis manos en la cama, él tomaba mis caderas ayudándome, lo miraba hacia atrás, sus ojos clavados en mi culo, frotaba mis pechos y mis pezones, sus ojos estaban clavados en las curvas de mis caderas y como su falo entraba y salía, me dijo me vas hacer correrme otra vez, yo seguí no me importó, y se vino de nuevo, su semen recorría todo mi culo y mi vulva, al instante con sus dedos frotaba mi clitoris lleno de los jugos de ambos, su mano parecía nadar ahí. me tocaba los pezones, las caderas, yo me movía con todo para llegar, luego me corrí, beso mi cuello, por detrás, me volteó otro beso, con más presión.