321 y accion ii

Beth y sarilen a parte de su relacion laboral, se va gestando una emocional muy fuerte, pero beth es llamada para protagonizar una serie en otro pais. ¿podra el amor ser lo suficientemente fuerte entre ellas?

3,2,1 Y ACCIÓN

Eugenia

  • Muy bien chicas, y... ACCION!

Sarilen estaba con las manos apoyadas en la pared con la cabeza mirando hacia arriba para que el agua la diera de lleno en la cara, Beth se adentró en la ducha muy lentamente, observó sus desnudez y sus curvas desde atrás, poco a poco se acercó a ella permitiendo que el agua le diera a ella también, pasó una de sus manos por el vientre de Sarilen y tiró de ella hacia atrás, pegándola totalmente a su cuerpo, la morena posó sus labios en el cuello de Sarilen, ésta dejó caer el cuello hacia la izquierda para darle mas espacio, sus labios acariciaban su cuello con una suavidad infinita, Sarilen cerró los ojos y se dejó llevar por ese mundo de sensaciones, la mano de Beth se movía sutilmente por el vientre de la rubia, pequeños gemidos salían de la boca de Sarilen, la morena fue bajando sus besos hasta el hombro, el agua recorria sus cuerpos, con la ayuda de el agua para deslizarse mejor la mano de Beth fue subiendo hasta acariciar su pecho, a Sarilen le temblaron las piernas con ese leve contacto, para ella esto no era un simple rodaje, se estaba entregando a Beth, la rubia elevó uno de sus brazos y lo pasó por detrás de la cabeza de la morena, los dedos de Beth acariciaban el pezón de la rubia una y otra vez, muy lentamente Sarilen se giró quedando frente a frente, Sarilen pasó sus manos por la cintura de Beth pegándose mas a ella, no apartaron la vista ni un instantes de los ojos de la otra, Beth cogió una de las manos de la rubia y la llevó hasta sus labios para darle un suave beso, en ese momento Beth cerró los ojos saboreando de aquel momento, Sarilen sonrió y se inclinó hacia adelante para apoyar su cabeza en el pecho de la morena, esta le acarició la cabeza muy tiernamente, Sarilen no quería separarse de ella, de su cuerpo, sabía que en unos días ya no estaría, al tener esos pensamientos en la cabeza se aferró mas fuerte a Beth, la morena lo notó y la abrazó con la misma intensidad, Sarilen subió la vista para encontrarse con esos ojos azules y perderse en ellos, ambas se miraban con deseo, con pasión... con amor, la morena se agachó hasta juntar sus labios con los de la rubia, ambas se besaban apasionadamente, sus lenguas se acariciaban lentamente, ambas deseaban tanto este momento... por un momento ambas abrieron los ojos mientras sus lenguas aun danzaban, ver los ojos de cada una en ese momento las hizo estremecerse, la morena subió con su mano por toda su espalda en una caricia, hasta enredar sus dedos en el pelo dorado de Sarilen y presionar para hacer mas intenso el beso, sus bocas se abrieron hasta no poder mas, se devoraban la una a la otra, las caricias fueron aumentando, la morena giró a Sarilen para que se apoyara en la pared, con una de sus manos acarició el muslo de la rubia y le levantó la pierna metiéndose ella entre sus piernas, Sarilen quedó acorralada entre Beth y la pared, el agua caliente aumentaba el calor en su piel, Beth presionó con su centro el de la rubia, esta gimió pero fue callado por la boca de la morena, los cámaras y el director no perdían detalle.

  • Estas chicas... son puro fuego - dijo el director.

  • Ya lo creo... - el camararógrafo no se perdía nada.

Beth aumentó las acometidas, cada vez eras mas rápidas y mas profundas, Sarilen sentía que se iba a desmayar, ambas estaban a punto de llegar al clímax, el problema es que una vez llegaran no podían parar, tenían que continuar, cuando la morena empezó a besarla el cuello pudo oír un leve susurro en su oído.

  • Mas... - susurró la rubia con los ojos cerrados.

Beth estaba encantada de que la pidiera mas, aceleró al máximo las acometidas, Sarilen se abrazó fuertemente a ella, y ambas llegaron a la vez, casi no se tenían, pero a Beth no le quedó mas remedio que continuar hasta que oyera la voz del director, que no tardó mucho en aparecer, ambas se besaban con todo el amor que podían, hasta que la voz del director las hizo parar.

  • CORTEN!, bravo chicas, ha sido toma única, no hará falta repetir, podéis iros ya, volved mañana para ver que tal quedo y eso, hasta mañana!

El director ya se había ido, los cámaras de allí también, ambas quedaron solas, Beth aun no se había separado, el agua ya había dejado de mojar sus cuerpos, ambas se miraban con el mismo fuego en sus ojos, ambas tenían la respiración agitada, la voz de la rubia rompió el silencio.

  • Hace... frío... - dijo la rubia.

  • Claro... perdona.

Beth se apartó de ella y salió de la bañera, Sarilen la iba a seguir pero resbaló e iba a caerse pero Beth fue lo bastante rápida y la agarró antes de que eso ocurriera, la morena la abrazaba fuertemente, sus cuerpos estaba totalmente pegados, en ese preciso momento pasó uno de los colaboradores que había presenciado la escena anterior, al verlas se detuvo y sonriendo les dijo:

  • Chicas que el rodaje ya terminó - y se fue riéndose.

Ambas sonrojadas se fueron separando, tras una última mirada ambas cogieron sus batas y comenzaron a secarse, ambas ya estaban secas y vestidas, Beth esta a punto de irse, Sarilen aun estaba recogiendo unas cosas.

  • Tenía pensado... comer por ahí, te... te gustaría venir? - preguntó la morena con miedo a que la rechazara.

  • Bueno yo... si, vale, por qué no - dijo con una tímida sonrisa.

Ambas amigas ya estaba en un restaurante, no habían hablado mucho, las escenas de la ducha hacían presencia en la mente de cada una.

  • Bueno... y qué al final te decidiste a escribir algo? - preguntó la morena.

  • Si, ya empecé a escribir - dijo con una sonrisa.

  • Ya me lo enseñarás eh!

  • Claro, y tu qué, ya tienes la maleta y todo eso?

  • Que va, aun me queda todo por hacer, la verdad es que no tengo ganas de nada.

  • Bueno, si necesitas ayuda ya sabes donde estoy.

  • Claro - dijo sonriendo y perdiéndose en su mirada - Sarilen...

  • Dime.

  • Por qué te fuiste hoy asi de los vestuarios?

  • Es que... no, no me encontraba muy bien y...

  • Dime la verdad - dijo a la vez que la agarraba una mano.

  • Yo... - la rubia se empezó a poner muy nerviosa - bueno... solo que yo también te había hechado de menos...

  • Y por eso sales corriendo?

  • No quería que me vieras llorar - dijo sonrojándose.

  • Jajaja, esta bien, pero me dejaste muy preocupada que lo sepas.

  • Lo siento - y la regaló a la morena una de sus preciosas sonrisas.

  • No pasa nada, tranquila - la devolvió la sonrisa.

Ambas amigas ya estaban comiendo el postre, Beth una copa de chocolate con un montón de nata por encima y Sarilen se estaba comiendo un sorbete de limón.

  • Qué tal está tu helado? - preguntó la rubia.

  • Compruébalo tu misma.

La morena untó su cuchara en la copa y se la ofreció a la rubia que lo miraba con los ojos haciendo chiribitas, la rubia comió el contenido de la cuchara y lo saboreó.

  • Mmm, esta delicioso.

  • jajaja.

  • De qué te ries?

  • De nada... jajajaja.

  • Vamos dímelo - poniendo morritos.

  • Es que pareces una niña pequeña.

La rubia se sonrojó y bajó la vista hacia el suelo.

  • No lo puedo evitar.

  • Y no quiero que lo hagas.

  • Por qué?

  • Por que es una parte que... me encanta de ti - tímidamente la morena.

  • Gracias... - poniéndose aun mas roja - quieres un poco del mío?

  • Está bueno?

  • Mucho!

  • Entonces si - le sacó la lengua.

  • Jajaja, tu también pareces una niña sabes?

  • Yo?, que va... - dijo a la vez que ponía una postura de niña tímida.

  • Jajajaja, a mi también me gusta tu lado infantil.

  • Jajaja, gracias, - la guiñó un ojo.

La rubia de repente se puso la mano en la cabeza con cara de disgusto, de dolor.

  • Te pasa algo? - pregunto la morena preocupada al ver su expresión.

  • No es nada tranquila, solamente me duele un poco la cabeza.

  • Vamos, será mejor que ir a casa y que descanses.

  • Me parece bien, estoy algo cansada.

Ambas se fueron de allí con rumbo a casa, una vez que llegaron las dos entraron en casa de la rubia, fueron al salón y Beth la tumbó en el sofá.

  • Descansa aquí, iré a buscar aspirinas.

  • Vale, gracias.

La morena entró en la cocina y rebuscando por los armarios consiguió dar con ellas, las cogió junto con un vaso de agua, volvió a la sala y se lo hizo tomar a Sarilen.

  • Estas bien aquí o prefieres ir a la cama?

  • Preferiría ir a la cama - dijo cerrando a los ojos.

  • Muy bien.

La rubia se iba a levantar cuando sintió unos brazos fuertes que la levantaban, miró a la morena que con una sonrisa la calmó, la rubia pasó sus brazos por el cuello y pegando sus labios al oído de la morena la susurró.

  • Gracias...

La morena respondió con un beso en la cabeza, la llevó hasta la habitación dejándola en la cama, después la tapó con una manta.

  • Beth... tienes algo que hacer ahora?

  • No, ahora no tengo nada que hacer.

  • Te importaría... quedarte conmigo?

  • Claro que no.

La morena la sonrió y se tumbó a su lado, Sarilen la tapó con la manta.

  • Quiere algo mas la señorita? - preguntó con una sonrisa.

  • Bueno... ya que te ofreces un abrazo no vendría mal - dijo tímidamente.

  • Jajajaja, anda ven aquí.

La rubia se pegó a su cuerpo abandonándose entre los brazos de la morena, apoyó su cabeza en el pecho disfrutando de ese momento y de los latidos del corazón de su amada se quedó dormida. Beth se quedó dormida también con la persona que tanto amaba entre sus brazos, era una sensación única.

Ya eran las once de la noche, Beth empezó a despertarse poco a poco, sentía un peso encima suyo, abrió los ojos y lo primero que vió fue la sonrisa de Sarilen, estaba dormida pero sonriendo, la morena la apretó mas contra si sonrió ampliamente, estaba muy feliz, poco a poco la rubia se fue despertando, no quería abrir los ojos, estaba demasiado cómoda, pero una voz hizo que los abriera.

  • Haz dormid. bien?

  • Mmm, de maravilla, y tu?

  • Igual - dijo riendo.

  • Qué hora es?

  • Las once.

  • Vaya!, seguro que tu tienes cosas que hacer y yo aquí encima de ti.

  • Jajaja, tranquila, ya te dije que no tenia nada que hacer, lo que si tengo es hambre.

  • Yo también, quieres que pidamos una pizza?

  • Eso estaría genial.

  • Pues vamos!

Ambas amigas se levantaron y fueron al salón, mientras Sarilen pedía la pizza Beth miraba en la tele alguna película para ver. La pizza no tardó en llegar, ambas la comían y hablaban animadamente, comentaba la película que estaban viendo. Una vez que terminaron Beth iba a pasar a su casa ya.

  • Bueno, será mejor que me vaya y que tu descanses.

  • Bueno...

De repente se escuchó un gran trueno y con ello se fue la luz, ambas quedaron totalmente a oscuras.

  • Me quedo no? - dijo la morena divertida.

  • Por favor - dijo Sarilen en suplica casi.

  • Jajaja, pues vamos.

  • Muchas gracias.

Las dos volvieron a la habitación, y se metieron en la cama, nada mas tumbarse la rubia volvió a su posición actual, era como si fuera lo mas normal del mundo, Beth estaba asombrada, pero muy feliz, la encantaba dormir asi, cuando Sarilen se dio cuenta de lo que acababa de hacer intento levantarse de golpe.

  • Lo siento!, no se por qué...

La morena la agarró y la volvió a tumbar encima suyo, la abrazó y la calmó.

  • Tranquila, asi esta bien - y la dedicó una sonrisa.

  • Buenas noches Beth... - la rubia le dio un beso en la mejilla.

  • Buenas noches Sarilen...

Se quedaron profundamente dormidas, cada una abrazada el cuerpo de la otra, sus respiraciones iban al compás.

El amanecer llegó y con dos cuerpos abrazados, Sarilen ya estaba despierta, la morena seguía dormida, la rubia jugaba con una cadenita que llevaba Beth en su cuello, de vez en cuando hundía su nariz en el cuello de la morena para llenarse de ella.

  • Me haces cosquillas - dijo la voz de la morena.

La rubia sobresaltada se levantó un poco y se la quedó mirando.

  • Vaya!, te desperté?, perdona yo...

  • Jajaja, eres una ricura cuando te pones asi.

Ricura, sonaba tan bién saliendo de sus labios, la rubia la sonreía tímidamente, Beth no lo pudo evitar y la dió un beso en la punta de la nariz.

  • Me has dado un beso en la nariz - dijo la rubia divertida.

  • Por infeliz - la morena se empezó a reír.

  • Serás!

Ambas empezaron una batalla de cosquillas, tan pronto estaba una encima como estaba la otra, ahora estaba Beth encima de ella.

  • Para, para!

  • Te rindes???

  • Siii, siii, me rindo.

La morena se quitó de encima y empezó a reírse, las dos estaban boca arriba en la cama, sin darse cuanta ambas tenían agarrada la mano de la otra.

  • Dentro de poco tendré que irme, tengo que preparar las cosas.

  • Si quieres te ayudo.

  • Gracias.

  • Beth...

  • Dime.

  • Segura qué quieres irte?

  • Es lo que debo de hacer, por qué?

  • Porque yo no quiero...

  • No quieres que me vaya? - preguntó la morena sorprendida.

  • No... bueno... vamos no quiero que desaproveches esto... es solo que... te voy a echar mucho de menos - apretó el agarre de su mano.

  • Yo a ti también, pero te llamaré todos los días, seré tan pesada que cambiarás de número de teléfono - dijo riendo.

  • Nunca - dijo con el mismo tono - cuando te vayas... si se va la luz no tendré quién cuide de mi... - dijo tristemente.

  • Esté o no esté siempre cuidaré de ti me oyes?, cuando eso pase llámame por teléfono, da igual la hora que sea vale?

  • Vale...

La morena seguía notando la tristeza en la voz de Sarilen, pensó que tenía que animarla de alguna manera y pasar el mayor tiempo posible con ella, con un rápido movimiento se puso encima de la rubia, se sentó encima de su cadera y con una sonrisa juguetona le dijo...

  • A ver, qué quiere la princesa para desayunar?

La rubia sorprendida por el acto de la morena comenzó a reírse y a poner cara de niña caprichosa.

  • Pues quiero... unas tostadas con mermelada de melocotón, mantequilla y un zumo!

  • Si quieres te abanico también.

  • Pues ahora que lo dices....

  • Ni se te ocurra! - dijo la morena echándose encima de ella mientras le hacia cosquillas.

  • Jajajajaja, era una broma, una broma!

Ambas reían sin parar, a Beth le encanta hacerla reír, sabía que haciendo esto le cogería mucho mas cariño y la amaría con muchas mas intensidad.

La mañana pasó tranquila, Beth le hizo el desayuno prometido, ambas decidieron pasar el día juntas ya que no tenían nada que hacer, decidieron ir a un parque de atracciones, ambas acababan de llegar y estaban pensando en qué montarse.

  • Que tal si montamos ahí? - dijo la rubia señalando unos troncos de agua.

  • Quieres que nos mojemos ahora?

  • Claro!, será divertido.

  • No se...

  • Por favor!!!!! - la rubia se puso delante de ella haciendo que sus ojitos soltaran chispitas de compasión.

  • No dejarás de mirarme asi verdad?

  • Nop.

  • Esta bien, esta bien, tu ganas.

  • Vamos!

Beth siguió a la pequeña rubia que tiraba de su mano entusiasmada, el tronco era de cuatro pasajeros, asi que montaron ellas dos junto con una pareja, Sarilen se puso la primera y Beth se sentó detrás de ella.

  • Tu que vas la primera vas a salir chorreando jajajaja, dijo la morena riéndose con ganas.

  • Los dos primeros son los que mas se mojan - dijo divertida.

A la morena no le hizo gracia lo que acababa de escuchar.

  • Será una broma no?

  • No, para nada... jajajajaja.

  • Yo me bajo de....

De repente el tronco comenzó a moverse, a pocos centímetros estaba la cuesta arriba que tendrían que subir para bajar a gran velocidad.

  • Paren esto! - dijo la morena.

  • Jajajaja, es inútil, acaso tienes miedo?

  • No tengo miedo, pero la idea de mojarme no me hace gracia.

  • Solo es agua mujer.

El tronco comenzó a subir y eso quería decir que ya era hora de agarrarse.

  • Aquí no hay ni de donde agarrarse - se quejó la morena.

  • Agárrate a mi - dijo la rubia volviendo la vista para atrás.

  • Tu tienes una barra ahí delante para agarrarte verdad?

  • Mmm si, si.

  • Bueno... ya que tu te puedes agarrar al menos si me agarro a ti estaré mas segura que estar suelta...

  • Mmm... bueno... yo... yo no lo vería de ese modo.

El tronco ya estaba arriba, unos segundos mas y para abajo.

  • Por qué?

Sarilen solo se limitó a mirar hacia atrás y sonreírle, Beth pudo ver lo que significaba su cara.

  • No serás capaz...

El tronco ya se estaba inclinando cuando Beth vió como la rubia alzaba sus manos al cielo y gritaba cuando empezó a caer.

  • YUUUUUUUUUHUUUUUUUUUUU!!!!!!

  • NOOOOOOOOOO!!!!!!!

Gritó la morena a la vez que se aferraba a la cintura de la rubia pegando su cara en su espalda.

El tronco bajó a gran velocidad chocando con el agua, haciendo una ola que los empapaba a los cuatro, pero mas a las dos primeras como bien dijo Sarilen, Beth estaba con el corazón en la boca, la rubia no paraba de reirse.

  • Ha sido genial!, volvemos a subir? - Preguntó una vez salieron del tronco.

Beth aun se estaba secando, pero su cara lo dijo todo, Sarilen pensó en salir corriendo, pero en vez de eso se puso de puntillas y le dio un beso a la morena en la mejilla.

  • Vamos... ha sido divertido... no me lo negarás eh - dijo tímida mirando hacia abajo.

La morena no pudo mas al ver esa cara y se empezó a reír con fuerza, la risa fue contagiosa y la rubia comenzó a reirse también.

  • No... no te lo niego, ha sido muy emocionante.

  • Ja!, lo sabia - dijo orgullosa.

  • jajaja, anda vamos, ahora me toca a mi elegir atracción

  • te sigo!

Ambas estuvieron dos horas montándose en todo lo que veían, entre risas y bromas fueron a uno de los puestos y pidieron algo para comer

  • a ti que te apetece? - dijo la morena

  • mmm, una hamburguesa con patatas fritas

  • marchando! - dijo la morena sonriente - por favor, dos hamburguesas con patatas fritas

  • enseguida señorita - respondió el chico educadamente

  • gracias

ambas fueron a sentarse mientras se lo servían

  • uuff, estoy agotada y solo acabamos de empezar

  • eso es que ya estas vieja - dijo la rubia riendo

  • oye!, no soy tan vieja, es que seguir tu ritmo es difícil

  • ves? Vieja

  • ajajajaja, muy bien, veremos lo que aguantas tu, ahora aremos el recorrido que yo quiera, te parece bien?

  • Estupendo - dijo la rubia con una gran sonrisa

El chico fue hasta su mesa con las hamburguesas listas, una vez las dejo ambas se disponían a empezar a comer

  • mmm, estas deliciosas - dijo la rubia

  • la verdad es que si, de las mejores que he probado.

  • ya que tu eres la siguiente en dirigir la ruta no me hagas montar en nada que de vueltas... por tu bien

  • jajaja, lo tendré en cuenta

ambas se miraba y se sonreían, mas de una vez se pillaron mirándose disimuladamente, las dos se lo estaban pasando de maravilla y ninguna quería pensar en que pasaría los siguientes días.

  • será mejor que cuando acabemos de comer esto lo reposemos un poco - dijo la morena

  • me parece bien, a si de paso descanso un poco

  • vaya... pensé que yo era la única vieja

  • y lo eres, yo estoy cansada de comer, jajajaja

  • jajaja, pensé que de eso nunca te cansabas

la rubia puso cara de morritos y Beth no pudo evitar reír mas fuerte, le encantaba cuando ponía esa cara, una vez terminaron de comer fueron a hacer un poco la digestión, el parque tenia un apartado grande con mucho césped, la gente se tumbaba allí para descansar

  • quieres que descansemos un rato allí? - dijo la morena

  • claro, a si nos ponemos morenas

  • jajaja, anda vamos

ambas fueron a tumbarse al césped, la morena se tumbo boca arriba y cerro los ojos hasta que sintió una cabecita rubia en su hombro y una brazo rodeando su cintura, Beth la miro y la rubia se la devolvió con timidez

  • te... molesta?

  • Claro que no tonta - la morena la dio un beso en la frente y la abrazo

  • Sabes que siempre me quedo dormida entre tus brazos

  • Quieres que te suelte?

  • Ni se te ocurra - dijo riendo

  • Jajaja, si me duermo yo... no me despiertes

  • Que?

  • Jajajaaja, nada - dijo sonriente

  • Escucho tu corazón - dijo la rubia sonriente a la vez que cerraba los ojos

  • Si?, y que te dice?

  • Pum, pum

  • Quien es?

  • Jajaaja, muy graciosa

La morena sonrreia y sin darse cuenta empezó a acariciar la espalda de la rubia, Sarilen lo noto y se sentía muy relajada, las caricias de Beth eran de lo mas reconfortantes, la rubia se dejo llevar y sus labios comenzaron a moverse a la vez que empezó a hablar

  • mmm, estar a si es maravilloso

  • a si como? - pregunto igual de relajada

  • pues a si, entre los brazos de la persona que...

en ese momento se dio cuenta de lo que estuvo apunto de decir y se callo de golpe, pero no paso por desapercibido para la morena

  • la persona que? - dijo Beth

  • pues... la persona... la persona que me a traído al parque de atracciones, si, eso, jeje

la rubia pensó que con eso se avía librado, la morena sabia perfectamente que no era eso lo que iba a decir, pero dejo dejarlo correr, se veía a la rubia muy nerviosa

  • ah, pues si, si que es maravilloso venir conmigo

  • que modesta! - dijo dándola una pequeña palmadita en el vientre

  • jajaja, me lo vas a negar?

  • Mmm. No, no te lo voy a negar

Ambas quedaron en silencio, acomodada la una en el cuerpo de la otra, cerraron sus ojos y se llenaron de esa sensación, tras estar a si un rato ambas se levantaron para empezar la nueva ruta que elegiría Beth, tras montarse en muchas cosas de riesgo Beth decidió vengarse de la rubia entrando en la casa del terror

  • bien, y para finalizar mi ruta, entraremos allí - dijo señalando la casa

  • ah no!, de eso nada, yo no me pienso meter hay

  • claro que si!, este es mi recorrido y ya que yo monte en los troncos de agua ahora te toca a ti montar aquí - dijo sonriente.

  • sabes que me da miedo la oscuridad

  • tranquila, yo cuidare de ti

la morena paso el brazo por encima de sus hombros y la arrastro hasta la fila de la atracción, una vez llegaron el chico las pregunto sin querían ir con un grupo de ocho personas o solas, inmediatamente la rubia se adelanto a hablar

  • de ocho!, de ocho!

La morena la mirada divertida, paso su mano por delante de la rubia y la tapo la boca

  • preferimos ir solas... - dijo con una gran sonrisa

  • MmmMMmmMmMm - la rubia no podía hablar

  • Muy bien señoritas, pasen

Ambas entraron dentro de la casa, todo estaba muy oscuras, de repente una llama apareció delante de ellas, y un hombre encapuchado las empezó hablar

  • veo que solo sois dos... - su voz era fuerte y muy desagradable - el salir de aquí depende de las dos, tendréis que tomar decisiones juntas, no podeís correr, tampoco volver para atrás, no toquéis a ningunos de los seres que os esperan... y ellos tampoco os tocaran, en ningún momento no encendáis un mechero para alumbrar el camino, no perdáis de vista a vuestro compañero o... tal vez no lo volváis a ver - la rubia se agarro del abrazo de la morena con mucha fuerza, Beth aguantaba la risa como podía - si por cualquier cosa... una se pierde y por lo tanto pierde de vista a su compañero la otra no podrá avanzar hasta encontrar a su compañero, espero que os haya quedado claro, ahora os abriré la puerta... donde empezara vuestra pesadilla...

dijo el hombre a la vez que abrió la puerta, ambas se disponían a pasar, la rubia agarrando el brazo de la morena justo cuando iba a cruzar la puerta el hombre las hablo por ultima vez

  • vigilad bien vuestras espaldas... JAJAJAJAJAJA

en ese momento la rubia pego su espalda a la de la morena y enredo sus brazos con los de ella de tal manera que no pudieran separarlas

  • no me digas que vamos a ir a si todo el camino - dijo la morena riéndose

  • si es necesario si!, pero... yo... yo no pienso ir sabiendo que me pueden estar acechando por detrás.

  • jajaja, anda ven

la morena la cogió de la mano y comenzaron a caminar, todo estaba a oscuras, solo un poco de claridad se veía salir de una de las habitaciones

  • vamos a entrar - dijo la morena

  • tengo miedo... no me suelte Beth

  • no lo are, tranquila

agarradas de la mano entraron en la habitación, allí estaba una niña atada a una cama, llevaba un gran camisón largo, el pelo la tapaba la cara, ella no se movía, Beth y Sarilen entraron muy despacio, y se quedaron mirando

  • vaya... este sitio da realmente miedo

  • cállate quieres? - dijo la rubia temblando

  • ey, estas temblando

  • no puedo evitarlo... tengo mucho miedo

  • no tengas miedo, mira eso de hay no es mas que una muñeca

  • de verdad?

  • Si, tu te crees que hay iban a tener a alguien tumbado todo el día?

  • Pues la verdad no

  • Mira acércate y mírala las manos, se nota que es una muñeca

  • A ver...

La rubia se soltó de la mano de la morena, Beth se estaba tapando la boca con la mano para que no se la oyera reirse, sabia de sobra que era lo que iba a pasar, la rubia se puso a un lado de la cama , sus rodillas rozaban el borde de la cama, acercando mas su rostro para ver mejor las manos

  • vaya!, pues están muy bien echas, parecen reales

de repente la cama comenzó a moverse y la niña que estaba atada comenzó a tirar para el lado que estaba la rubia, su cara era espantosa, tenia brechas y cicatrices por toda la cara, en su boca avía sangre y los ojos los tenia blancos, inmediatamente la rubia comenzó a correr, la niña consiguió quitarse las cuerdas y empezó a perseguirla, ambas corrían alrededor de la cama, la pequeña iba gritando como loca y la niña la seguía haciendo ruidos extraños, Beth estaba doblada de la risa, hasta que vio que la cara de la pequeña se estaba poniendo pálida, la morena se puso en el camino de la rubia y esta se tiro a su brazos con desesperación, Beth la abrazo con fuerza y con una de sus manos le dijo a la niña que parara, ella lo entendió y volvió a la cama.

  • Hey tranquila, no pasa anda - dijo la morena tratando de a calmarla

  • déjame!, me has mentido - dijo tratando de separarse de ella

  • no, no, perdona, solo fue una broma - dijo apretándola mas y haciendo mas estrecho el abrazo

ambas seguían abrazadas, la chica que estaba en la cama miraba la escena

  • siento interrumpir tan mágico momento pero... detrás de vosotras viene mas gente a la que tengo que asustar y si os ven aquí abrazadas y a mi vestida de blanco pensaran que os estoy casando

ambas la miraron divertida y comenzaron a reirse

  • perdona, ya nos vamos - dijo la morena

  • perdona por a verte echo correr tanto jajajaja - dijo la chica - pero me he divertido

  • siento no poder decir lo mismo, pero gracias - dijo sonriéndola

las chicas salieron cogidas de la mano y siguieron haciendo el recorrido, a cada susto la rubia se tiraba a los brazos de la morena, esta ya estaba pensando que seria mas fácil cogerla en brazos y acabar de hacer a si el camino, ambas disfrutaban con el contacto, de repente mientras caminaban por la oscuridad Beth sintió como tiraban de ella hacia atrás y la separaban de la rubia

  • pero que... - la morena vio que era un bicho el que tiraba de ella, la rubia corrio y la agarro de la mano para tirar de ella

  • sueltala!, aquí dijeron que si no os tocábamos no nos tocaríais!

Al ver que no lograba soltar a Beth de ese tipo la rubia se acerco a el y le pego una patada en la espinilla y luego lo empujo haciéndolo caer al suelo, la rubia cogió a Beth de la mano y salieron de esa habitación corriendo

  • vaya... que fuerza - dijo la morena riendo - ya tengo guardaespaldas

  • jajaja, no te rías, mira lo que me hacen hacer los nervios

  • ahora estas nerviosa?

  • Si

  • Entonces será mejor que me vaya antes de que me atices a mi también - dijo divertida

  • Muy graciosa, no te quejes, encima que te salvado.

  • Yo no me quejo...

La morena le fue a dar un beso en la mejilla pero con la oscuridad no vio bien y posó sus labios en el cuello de la rubia, ambas se pararon, asi tal y como estaban, Sarilen se sintió en el cielo al sentir los labios de la morena en su cuello, eran tan suaves, tan delicados, un pequeño suspiro salió de su boca, la morena lo notó y presionó un poco mas sus labios, llenándose del perfume que desprendía la rubia, tras disfrutar de esa sensación la morena muy despacio se separó.

  • Yo... perdona... no era mi intención - dijo la morena.

  • Tranquila... no... pasa nada.

Ambas siguieron caminando hasta llegar al final y salir de allí, eso si, no si antes pasar por unos cuantos retos mas.

  • Por fin fuera!, no me lo puedo creer - dijo la rubia.

  • Jajaja, ha sido muy divertido.

  • Lo he pasado fatal - dijo la rubia apoyándose en una valla.

  • Quieres que volvamos a subir?

  • Noooo! - dijo mientras echaba a correr.

  • Jajaajaja, espera!

Ambas corrian a la vez que se iban riendo, pasaron el día allí, subiéndose en todas las atracciones, fue un día completo, ninguna de las dos olvidaría ese día, especialmente en el momento en que los labios de Beth se encontraron con el cuello de la rubia.

Una vez llegaron a casa, cada una estaba enfrente de la puerta de su casa.

  • Bueno... me lo he pasado estupendamente, gracias por este día Beth.

  • Yo también me lo he pasado muy bien - ambas sonrieron - oye... mañana por la tarde ya tendré que irme y... quería saber si tenías algo que hacer por la mañana...

  • Vaya... mañana tengo una entrevista por lo de el libro que he empezado y no se cuanto tiempo me llevara...

  • Ah... bueno, pues supongo que mejor nos despedimos hoy... - dijo mirándola atentamente.

  • Si...

Se miraron durante largo rato, perdiéndose por última vez en los ojos de la otra, al ver que ninguna hacia nada la morena decidió hablar.

  • Mmm, que tal... un brazo?

La rubia solo sonrió y ambas se acercaron para abrazarse, le rubia la rodeó por la cintura y hundió su cara en el cuello de la morena, el abrazo era estrecho, no parecía que ninguna tuviera intención de soltar a la otra, nunca antes ninguna de las dos se había sentido también en los brazos de alguien, tenían los ojos cerrados, querían disfrutar de ese momento hasta el último instante.

  • Te... voy a echar de menos... - dijo la morena.

  • Y yo a ti... - la rubia apretó mas su abrazo.

  • Cuídate mucho vale?, ya sabes que si necesitas algo solo tienes que llamarme.

  • Lo se... tu también...

  • Claro...

Ninguna dijo mas, solo se quedaron hay abrazadas durante un rato mas, poco a poco se fueron separando, ambas se miraban sonrientes... pero en sus sonrisas había tristeza, Beth le acarició la cara y manteniendo la mano allí se acercó a su rostro, el corazón de la rubia comenzó a latir con mas fuerza, la morena rozó los labios de la rubia con los suyos, solo fue un suave roce, pero fue lo bastante especial para hacer que a la rubia se la cayera el mundo encima, Beth aun estaba a pocos centímetros de sus labios, miraba atentamente a la rubia que aun tenía los ojos cerrados, la morena sonreía ampliamente, muy despacio la rubia los abrió encontrándose con esos ojos azules que la miraban sonrientes, Sarilen acarició la mano de Beth que aun tenía en su cara, tras una sonrisa la morena se fue alejando, sus manos estuvieron en contacto hasta que la distancia las separó por completo.

  • Hasta pronto... - dijo la morena.

  • Hasta pronto... - dijo la rubia con una leve sonrisa.

Cada una se metió en su piso, una parecía la sombra de la otra, ambas se apoyaron en su puerta a pensar en lo que acababa de pasar hace un momento, sonreían al recordar ese roce, pero morían de amor, solo deseaban estar la una con la otra.

a había pasado una semana, Beth empezó el rodaje de la nueva serie, le iba bastante bien, y no le faltaban proposiciones, pero ella solo podía pensar en una persona. Había hablado varias veces con ella por teléfono, hoy le tocaba hablar otra vez, era de noche y Beth estaba en su habitación, cuando marcó el teléfono de la rubia.

  • Si? - respondió Sarilen.

  • Hola rubia - dijo alegremente

  • Beth!, qué tal estas?

  • Pues bastante bien, y tu qué tal?

  • Bien también, con mucho trabajo.

  • Si?, con el libro?

  • En parte, es que me han llamado para interpretar un papel en una serie.

  • Vaya!, eso está muy bien, y de que harás?

  • Haré de novia del protagonista.

  • De novia?

A Beth no le hacía mucha gracia, mas bien ninguna.

  • Y... contiene escenas de sexo?

  • Bueno... creo que si hay alguna, por ahora son abrazos y besos, la verdad no me gusta mucho, el que hace de mi novio es el típico chico musculitos y presumido.

  • Odio ese tipo de hombres.

  • Yo también, bueno, y en la tuya hay?

  • De momento no me han dicho nada, algún beso si que hay, pero nada mas.

  • Bueno, seguro que tienes muchos pretendientes por allí eh.

Sarilen quería sonar lo mas natural posible, quería averiguar si andaba con alguien.

  • Lo cierto es que si, aquí hay muchos moscones.

  • Ten cuidado eh.

  • Claro mamá.

  • Jajaja, que graciosa.

  • Y tu qué?

  • Yo sigo igual, bueno, creo que le he gustado al que es mi novio en la serie, no me deja en paz.

  • Si es que no se puede estar tan buenas, jajaja.

  • Jajaja, cierto.

  • Bueno... se te ha vuelto a ir la luz?

  • Si.

  • Y como es que no me has llamado?

  • No quería molestarte y bueno... pensaba en ti y eso me ayudaba mucho - dijo tímidamente.

  • Me alegra de que pienses en mi, yo... también pienso en ti.

  • De verdad? - preguntó entusiasmada.

  • De verdad de la buena - dijo alegre.

  • Me alegro.