3 fotos
Me gusta jugar. En realidad, nos gusta jugar. No solo a mí. También a ella. Y nos gusta jugar sin reglas, pero con imaginación. Nos inventamos un nuevo juego. Muy simple. Te mando fotos y haces una historia con ella.
Me gusta jugar. En realidad, nos gusta jugar. No solo a mí. También a ella. Y nos gusta jugar sin reglas, pero con imaginación. Nos inventamos un nuevo juego. Muy simple. Te mando fotos y haces una historia con ella.
La primera foto era totalmente vestida. De espaldas. Él sabía que su parte favorita del cuerpo es su culo. Y lo vio con unos jeans ajustados que resaltaban su deseo de asaltarle. Se imaginó desabrochando su botón delantero y metiendo la mano de forma salvaje buscando su sexo mientras la bajaba el pantalón. La apoyaba en una pared mientras la metía el dedo por delante y mientras la cueva se llenaba de humedad y gemidos. Con el pantalón y la ropa interior bajada procedió a rozar su pene sobre su culo. Él sabía que ella no tenía experiencia en el sexo anal. Y eso lo daba aún más morbo. Decidió penetrar su vagina por detrás. De forma agresiva, con impulsos salvajes. Quería que le notara totalmente dentro. Mientras su vagina lubricaba, uso el líquido para empezar a rozar muy suave y despacito el ano con su dedo corazón . Los gemidos de placer aumentaron con la expectación. Quería que fuera ella quien le pidiera que la penetrara por el culo. Y él, estaba dispuesto a hacerlo…
La segunda foto era de sus pechos con ropa interior. El escote era un camino a descubrir. Se imaginó quitándole el sujetador despacito. Se imaginó imaginándose el color de sus pezones. El tamaño de sus pezones. La erección de sus pezones. Quería agarrarlos. Quería chuparlos. Quería morderlos. Quería llenarlos de semen y luego masajearla con su líquido. Quería más. Quería penetrar su pene en el escote mientras cada embestida le acercaba cada vez más a la boca.
La tercera foto era de sus pechos totalmente desnudos. Eran grandes. Eran hermosos. Los pezones eran grandes y rosas. Y estaban duros. En esta ocasión, lo primero que pensó es que le dolía el pene de la erección tan grande y dura que tenía. Notó como la punta del pene salía de su ropa interior por el enorme tamaño que había alcanzado. Notó que estaba muy húmedo. Empezó a tocarse el pene con la punta de los dedos muy suavemente masajeándoselo con el lubricante natural que no paraba de salirse. Se imagino que las manos y los dedos no eran suyos, que eran los de ella. Seguía mirando la foto mientras empezaba a masturbarse. Estaba tan excitado que no recordó el detalle de no tener nada para limpiarse cuando alcanzara el orgasmo. Empezó a pensar en que estaba agarrando los pezones con la boca a la vez que los masajeaba con la punta de la lengua. Fue aumentando el ritmo de su masturbación mientras recordaba la serie de las tres fotos. Se escuchó respirando de forma acelerada mientras gemía. Le dolían de placer los testículos. Quería ser chupado mientras se masturbaba. Volvió a pensar en su culo y en las cosas que haría con él. En sus tetas y en el tiempo infinito que estaría dispuesto a estar con ellos. Pensó en su boca abierta mientras esperaba su semen. Quería que supiera como sabía. Quería ver su boca abierta llena de semen antes de tragárselo y pedir más. Quería ver su cuerpo entero.
Y se corrió. La descarga eléctrica le derrotó. Salió un primer chorro salvaje que le llegó hasta el cuello. Y luego otros dos que le dejaron manchado toda la cintura.
Cuando parecía que estaba relajándose, se imaginó recibiendo más imágenes. La reacción fue inmediata. Su pene volvió a ponerse totalmente rojo y duro. Y con ganas de seguir masturbándose viendo nuevas fotos...