25 líneas dulcemente apasionadas - por Alesandra

Eres preciosa, tienes luz en el rostro, una mirada encendida, que dilata mis pupilas con el objeto de que quepas por el ancho de su diámetro hasta absorberte. Boca carnosa, ojos azabache, y suntuosas formas.

Suave, aterciopelada, con una pelusilla por los brazos que al rozarla se convierte en blanditas espinas que me producen escalofríos. Como la piel de tus senos fina, delicada, blanquecina. El tacto punzante de tus pezones se clava en mi entrepierna hasta que salta como un resorte.

Hueles a vainilla, como un helado, a bizcocho!!! La punta de mi nariz se pierde en tu vientre y se sumerge en las profundidades de tu intimidad, inspiro y aprieto fuerte los labios para evitar la tentación de mezclarme. En tu cuello esta tu aroma de amor, y en tu sexo, el de pasión desenfrenada

Sabes a miel. Dulce. Ese sabor que se queda en la punta de la lengua y estimula cada papila gustativa hasta conseguir que mi boca se convierta en un manantial de humedad que rebosa por las comisuras de mis labios...

Suenas sensual, tus palabras hacen cosquillas en la zona más erógena de mi cerebro, patalea, se retuerce y divierte con tu juego. Un sonido armonioso, que me muero por escuchar si me dejas el disfrute al completo de tu cuerpo.

Te veo, te escucho, te toco, te saboreo y te huelo... pero no es suficiente.. Cinco sentidos? Esos me saben a poco, se quedan pequeños en ti. Te giro, te beso. Mis manos no abarcan tanto placer... de la cadera me agarro, abro paso a mi sexo, me prestas tu cueva, cálida. Me cedes tus besos. Susurras pasión. Te miro en silencio. Observo tus gestos; Te arqueas, me gritas, arañas mi espalda y te cojo del pelo. Caderas unidas danzan al compás... Inspiro tu olor, toco el sudor, gritas el climax, y expulso el deseo...

Te beso, te huelo... Miel y vainilla, terciopelo en mis dedos... sonidos de amor cuando susurras "te quiero".