24/7 entregada a su Ama
Una mujer sumisa las 24 horas durante los 7 días de la semana atiende a todas las apetencias de la que considera su dueña y a la que le da todo el placer posible
24/7 entregada a su Ama
Caminando en la niebla, se tambaleaba sobre sus talones volviendo a casa después del trabajo... Había estado despierta hasta avanzada la madrugada, siendo follada y enculada… La incómoda posición en la que su Ama la dejó atada le había hecho difícil poder apenas dormir un poco.
Recordaba la forma muy dolorosa, en que la había atado las manos y los brazos a la espalda… Los pies muy estirados detrás de ella, de modo que casi le tocaban la cabeza, que estaba arqueada hacia atrás con su largo pelo rubio, enrollado y atado a sus tobillo… Atado tan fuerte, que sintió como si fuera ser arrancado de su cuero cabelludo.
Entre el doloroso estiramiento de sus músculos y el dolor de su cuero cabelludo, le resultó imposible dormir porque todo era sufrimiento... Por supuesto, las contusiones, cortes y ronchas que adornan su cuerpo desnudo tampoco ayudaron a ello, especialmente los de sus gordas tetas, que estaban soportando todo el peso de su cuerpo.
Y, por supuesto, tampoco ayudó que no le hubiera quitado los alfileres clavados en sus tetas y en su culo antes de dejarla así por la noche… No estaba segura de si su Ama se había olvidado o los había dejado allí intencionalmente.
Soportar todo ese dolor era terrible, pero también estaba su frustración sexual… Su Ama se había corrido seis veces esa noche y ella esperaba que le diera permiso para correrse al menos una sola vez pero, por desgracia, el permiso para correrse no llego.
Y así permaneció allí, desnuda, fría, dolorida y cachonda hasta que la fatiga la hizo finalmente caer en el sopor de un ligero sueño que apenas duró una o dos horas.
Se despertó con el dolor punzante de una polla de goma abriéndole el culo… Su Ama la había atado con las piernas muy separadas con el fin de tener fácil acceso también a su ano.
Le golpeó, con fuerza, su culo magullado mientras le dilataba su ano con un gran doble díldo, agarrando su culo pinchado con alfileres y golpeándolo con sus manos.
El balanceo que le produjo la enculada que le estaba dando, hizo más presión sobre sus ubres y el dolor en su cuero cabelludo empeoró cuando agarró un puñado de su pelo y comenzó a usarlo para atraerla hacia ella y así meterle más profundamente ese doble dildo que su Ama llevaba atado y también metido en su coño.
Ella sabía que una buena esclava, se concentra en darle todo el placer posible a su Ama y ella apretó su culo alrededor de esa enorme polla de goma, a pesar de que le incrementaba el dolor.
Escuchó a su Ama murmurar y gruñir una serie de obscenidades hacia ella, como: ‘puta zorra’, ‘coño de mierda sin valor’, ‘pedazo de mierda horrible’, etc., todo lo cual ella lo reconocia con un ‘ Sí, Ama’ entre sus jadeos llenos de dolor… Después de unos diez minutos, su Ama se corrió de forma salvaje... Sin ceremonias, se dio la vuelta y le puso la polla de goma en la cara… Ella, obediente, y sin dudarlo, comenzó a lamer y chupar para limpiarla de flujos y mierda.
Cuando terminó, le agradeció por usarla… Su Ama le sonrió y le abofeteó la cara varias veces antes de escupir en ella… Sin palabras, volvió a su cálida y acogedora cama, dejándola sin correrse y más dolorida.
Su despertar matutino fue una bofetada en la cara y una corta frase:
- “Despierta, perra.”
Normalmente era ella quien la despertaba lamiéndole el coño, pero como ahora estaba atada, no pudo hacerlo... La vio, de nuevo, con el doble díldo puesto y a una señal, abrió la boca y su Ama se lo metió hasta la garganta… Luego, comenzó una brutal follada usando su pelo como asa para hacer mover la cabeza a su perra esclava.
Ella se esforzó por complacerla envolviendo su larga lengua alrededor de esa gran polla de goma, lamiéndola mientras su Ama se la hundía hasta la garganta cortándole el aire.
Esta follada en la boca duro al menos diez minutos... Su Ama la follaba duro y le gritaba que no vomitara, cada vez que ella comenzaba a ahogarse… Su cara estaba sonrojada y sus labios se volvían azules por la falta de oxígeno… Sus ojos sobresalían y grandes gotas de baba le caían por la barbilla hasta sus grandes tetas... Finalmente con un grito, su Ama, se corrió... Se había corrido con el doble díldo, follándole la boca.
Cuando se recuperó, su Ama le dijo que abriera la boca… Y, abriéndose bien de piernas, colocó su coño directamente pegada a ella... Una corriente tórrida y caliente de orina comenzó a llenar su boca… La orina se acumulaba en el fondo de su garganta y tragó tan rápido como pudo… Trató de tragarlo todo, porque sabía que tendría que lamer lo que derramara… Pero su Ama viendo que se lo tragaba todo, se apartó y orinó lo último sobre su rostro.
Luego la desató bruscamente y sacó los alfileres ensangrentados de su cuerpo.
“Lame los restos de mi orina, y luego te espero en la ducha.''
“Sí, Ama.”
Rápidamente se dejó caer sobre sus manos y rodillas y lamió los restos de la orina de su Ama… Después se fue al baño.
Allí lavó con delicadeza a su Ama y luego ésta le permitió lavarse, mientras le escogía su ropa… Al salir de la ducha, la hizo subir a la báscula para control de su peso.
‘ 55 kilos… Maldita sea’ , pensó… Tampoco podría comer hoy.
Su Ama le gustaba que su ‘ coño ’ estuviera delgada y sólo le permitía comer cuando pesaba 50 kilos o menos.
Su ropa para ese día consistía en una falda corta y una blusa ajustada sin sujetador, medias y zapatos con tacones de aguja de 8 cm... Era un día fresco de otoño y este atuendo, no haría mucho para mantenerla abrigada en su camino al trabajo y su regreso a casa.
También le había metido un gran tapón anal y le puso pimienta por fuera, para que poco a poco le irritase el ano y tuviera más molestias.
Ella se peinó, se puso el lápiz labial y el rímel de ojos.
Rápidamente bajó las escaleras y en un tiempo récord le preparó su desayuno… Más tarde, como siempre, iría la criada y prepararía la comida y limpiaría la casa.
Una vez que supo que su Ama estaba satisfecha con su desayuno, le permitió irse y comenzó su caminata al trabajo... Le dolían mucho los pies y estaba segura de que tendría algunas ampollas… Eran sólo un par de kilómetros caminando hasta su trabajo, pero con tacones de aguja, tuvo que ir, con dolor, a paso rápido para llegar a la hora.
En el trabajo, le dolían los pies y las pantorrillas por estar todo el día con esos zapatos de tacón de aguja alto… Además estaba aturdida por la falta de sueño y comida... Aun así, cuando terminó, se apresuró a ir a casa, sabiendo que tenía tareas que hacer.
“Ya estoy en casa, Ama”, dijo cuando llegó.
“Ven aquí, perra.”
“Un segundo, que me estoy desnudando, Ama”, le contestó.
Ella entró en el salón y se arrodilló a su lado... La vio que estaba sentada en un sillón mirando un torneo de patinaje... Probablemente había estado allí la mayor parte del día.
“Tráeme un refresco de limón y unas papas, ‘ coño ’.''
“Sí, Ama.”
Rápidamente fue a la cocina, cogió el refresco de limón, un vaso, un poco de hielo y un cuenco lleno de papas… Las colocó en una bandeja y se apresuró a volver hacia donde estaba su Ama… Colocó la bandeja junto a ella y se arrodilló en silencio.
Su Ama chasqueó los dedos y señaló sus pies y ella rápidamente gateo hasta situarse de frente y dobló su espalda… Su Ama colocó sus pesadas piernas sobre su espalda y comenzó a comer papas fritas, beber refresco y mirar la tele… Más tarde le dijo:
“Ves a prepararme la cena... Quiero un par de chuletas de cerdo con un huevo frito”
“Sí, Ama.''
Una hora después ella se arrodilló junto a su Ama mientras comía… Le criticó su cena y ella prestó mucha atención para poder corregir cualquier error... Cuando terminó, le dijo que limpiara la cocina y luego fuera al sótano... Ella sabía que, de nuevo, la iba a azotar.
Desnuda como estaba, se dirigió al sótano… Su Ama estaba sentada también desnuda, mirando un video de s & m.
Ella se arrodilló a sus pies.
“Me adoras, puta.”
“Sí, Ama.''
Sin que le dijera nada, ella comenzó a lamer las plantas de los pies de su Ama, chupando cada dedo individualmente y, más tarde, subió por sus piernas... Pasó un tiempo extra en su entrepierna lamiendo su coño y luego, su culo... Luego, continuó subiendo por su cuerpo y con su lengua la lamió por todos lados.
Su Ama le ordenó que volviera a lamerle su coño, pero sin utilizar las manos… Ella se las puso detrás de la espalda y comenzó a lamer bien todo su coño hasta que escuchó un grito de placer y un temblor de su cuerpo, aviso claro de que su Ama se había corrido.
Cuando su Ama se recuperó, la cogió del pelo y la arrastró por el sótano y la ató a una cruz de madera que había en la pared… Luego seleccionó un bastón colgado y golpeó su cuerpo con él, apareciendo nuevos moretones y ronchas a lo largo de su espalda, muslos y culo… Su pálida piel mostró las marcas de los golpes, rápidamente.
Luego la giró y le dio un primer bastonazo de frente al que siguieron muchos más... Ella, lloró y gritó cuando su Ama la golpeó cada vez más fuerte, disfrutando de su dolor… A ella le gustaba sufrir por su Ama... Sabía que más se calentaba, cuanto más la hacía sufrir.
Lloró y gritó cuando su Ama la golpeó sin descanso... El dolor se volvió casi insoportable, pero nunca le suplicó que se detuviera.
Cuando sus muslos, su estómago y sus tetas quedaron marcados a su gusto, la desató de la cruz y la arrastró nuevamente por el pelo hasta su cama.
Arrojándola de espalda sobre la cama, su Ama ató sus piernas dolorosamente separadas a ambos lados del cabezal de la cama… Y lo mismo hizo con sus brazos.
Luego se insertó una parte del grueso dildo en su coño y le metió con fuerza la otra parte del dildo que colgaba tieso entre sus piernas y se la folló.
Ella, tras ser golpeada y ahora follada con dureza, le agradecía continuamente por permitirle servirla… Su Ama, pensando sólo en su placer, la folló dura y egoístamente en una variedad de posiciones, todas ellas incómodas o dolorosas para la esclava.
Las manos de su Ama le agarraron su carne dejando dolorosas marcas y contusiones, mientras la follaba... Y ella se esforzaba por complacerla haciendo todo lo posible para que tuviera el mayor placer posible.
En su quinta follada la tenía colocada a su perra esclava, de rodillas, con las manos esposadas detrás de la espalda y la cara pegada a la cama... Una de las manos de su Ama estaba alrededor de la parte posterior de su cuello y la otra cogiéndole su culo hinchado… La folló sádicamente muy fuerte... En un momento de complacencia, le dijo:
“Puedes correrte cuando yo me corra, zorra.”
“Sí, Ama… Gracias, Ama… Gracias.”
Cuando su Ama se corrió al follarla con el doble dildo, le mordió el hombro dejándole la marca del mordisco… Y ella también se corrió.
Su Ama, agotada de tantas corrida, se derrumbó sobre ella y su pesado cuerpo la inmovilizó en la cama... Cuando finalmente se apartó, ella corrió hacia su polla de goma y la limpió con su boca.
“Gracias por usarme, Ama… Y por permitirme correrme… Espero haberte complacido, Ama.”
“Estuviste bien esta noche, perra, pero espero que lo hagas mejor.”
“Sí, Ama… Lo haré lo mejor posible para que disfrute más, Ama.”
“’ Coño ’, esta noche puedes dormir en mi cama.”
“Gracias, Ama.”
Cuando se acostó, ella acurrucó su cabeza contra su pecho y se sintió feliz, recordando que mañana la despertaría lamiéndole su coño.
“Te amo, Ama… Estoy orgullosa y feliz de ser tuya.”
“Yo también te quiero, ‘ coño ’… Y me gusta mucho azotarte… Ver como soportas los golpes, me calienta muchísimo.”
F I N