23 cms. me llenaron
Soy una mujer casada de 46 años que disfruta del sexo; deseo compartir con Ustedes mi experiencia real con un amigo (ahora) cuya dotación me ha llevado a las estrellas.
MAYO 2 DE 2005
Nos encantan los tríos el exhibicionismo, las infidelidades y las orgías, en realidad a ella los hombres de cualquier edad que sepan lo que quieren, que sean cultos, no necesariamente unos Adonis, pero tampoco feos, que me traten con cariño y la seduzcan mediante una buena conversación inteligente, sus buenas maneras y por supuesto las caricias; mientras a mi me gustan las mujeres delgadas como CARLA, y ver a mi esposa mientras folla con uno o muchos machos bien vergones.
Desde hace bastante tiempo habíamos estado buscando un hombre con un miembro muy grande para que le hiciera hacer el amor a CARLA; lo buscamos bares swinger, por Internet, entre los amigos y en los clasificados pero no había sido posible hallarlo, hasta que por fin encontramos uno que si bien no tiene los 25 centímetros de largo que queríamos gozar, si tiene unos 23 cms, el es Daniel un moreno, alto, delgado, culto, con quien tuvimos una primera experiencia el pasado 9 de abril.
Así que en razón a lo placentero de nuestra experiencia anterior con él, decidimos invitarlo a nuestro apartamento hoy, quedó de llegar hacia las seis y media de la tarde, lo cual efectivamente cumplió, pero por motivo del torrencial aguacero que caía a esa hora, llegó empapado, por lo cual le sugerí que se quitara esa ropa, quedando en calzoncillos y se puso un saco de nuestro hijo; Daniel se veía muy chistoso con semejante atuendo sentado en la sala mientras conversábamos,
La velada comenzó con una muy agradable conversación sobre muchos temas, mientras nos tomábamos unos aguardientes, CARLA, Daniel y yo conversamos muy amenamente durante bastante tiempo mientras que el se secaba y la temperatura del ambiente iba subiendo poco a poco, como a las 9 de la noche, CARLA se levantó al baño, pero de allí regresó con una bata negra transparente, aunque se veía muy bien, le pedí que se pusiera una pijama blanca corta, lo cual hizo, luego se sentó al lado de él en el sofá y por supuesto Daniel en retribución a la bata transparente se había desnudado completamente, mostrando su gigantesca verga, continuamos hablando pero esta vez, tanto CARLA como Daniel se acariciaban excitándose mutuamente; mi esposa tomó el miembro en su mano, la cual se veía bastante pequeña en comparación con el tamaño de la verga, mientras yo tomaba un gran número de fotos;
Daniel empezó por besar los pezones y cuello de CARLA y luego paso sus manos a sus muslos, y un rato después estas llegaron a su vulva, donde le acariciaba el clítoris, y estando ella con gran excitación le propuso pasar a la alcoba en donde se metió entre las piernas de mi mujer para besarla en su vulva con su boca o con sus manos hasta que la hizo explotar en muchos increíble orgasmos;
Cambiando de posición se colocaron en un 69 para que ambos pudieran disfrutar de un sexo oral;
Se notaba que no entraba mucho en su boca el miembro de Daniel por su grosor, pero también que lo estaba disfrutando mucho por lo duro, tibio, un poco húmedo y de buen sabor, así CARLA tuvo no uno sino varios orgasmos lleno de oleadas de calor y placer;
luego tomó su cabeza entre sus manos y lo hizo levantar para recostarse ella boca arriba en la cama nuestra y levantando las piernas lo atrajo hacía su cuerpo, tomando el miembro en su mano lo colocó entre los labios de su vulva, los cuales se abrieron para rodear el glande inmenso de ese pene como si fuera un beso, entonces Daniel empezó poco a poco a penetrarla hasta logra enfundar su verga con la vagina mientras mi esposa gemía en cada centímetro que entraba;
Ella lo sentía caliente, grueso, excitante y le daba gran placer el tenerlo dentro de su cuerpo, lo que exteriorizaba con gran cantidad de gemidos y palabras por parte de CARLA, estaba muy húmedo y entraba a presión pero con suavidad; él al principio se movía muy despacio arriba y abajo para que ella se fuera acostumbrando, luego aumentó la velocidad, haciendo que cada 5 o 6 bombeos se detenía un poco disminuyendo la velocidad y sacando casi toda su verga para luego hundírsela hasta el fondo, lo cual le producía mucho placer a CARLA y por lo tanto ella se corrió un gran número de veces;
luego que descansó un poco pero con su virilidad dentro de su concha, comenzó de nuevo Daniel un rápido bombeo mientras CARLA le pedía que se corriera con ella al tiempo, en esta ocasión tampoco le había pedido que se pusiera un preservativo, por lo cual creo que no se trató de un olvido, sino del deseo de sentir la piel contra su piel y la humedad cuando la llenase de semen con su eyaculación, lo cual lograron momentos después entre gemidos y bramidos mutuos, indicando gran satisfacción para ambos.
Luego yo me retiré a la sala y por espacio de cerca de 30 minutos estuve allí mientras los dos amantes descansaban de su esfuerzo en semejante polvazo que habían tenido.
Más tarde CARLA me contó que no volvieron a hacer el amor debido al cansancio y a que a Daniel se le había hecho tarde y por lo tanto podía tener problemas con su esposa.
Luego que ellos descansaron un largo rato, el se vistió y se fue, como nosotros estábamos bastante excitados por esta experiencia, nos dimos gusto follando, pero sin mucha violencia, por cuanto CARLA tenía su coño y vulva adoloridos por el tamaño de esa verga, mi esposa cree que esos 23 cms de Daniel son su tamaño adecuado, pero en lo personal creo que desea comerse unos 28 cms en realidad.
Esta es la primera vez que tomamos fotos y las colocamos en estos relatos.