2001 - Una odisea espacial

Si todo sale como previsto, seré dentro de 7 meses la primera mujer en la historia que pisa el planeta Saturno.

Estoy en mi compartimiento privado de la nave Discóvery. Hace ya tres semanas que salí de la tierra y el viaje se prepara largo. 7 meses me separan aún de Saturno, el objetivo principal de la misión. Ya ahora estoy día a día superando el récord de la mayor distancia espacial a la que ha viajado un ser humano. Y si todo sale como previsto, seré dentro de 7 meses la primera mujer en la historia que pisa ese planeta.

El objetivo principal está dividido en dos segmentos; por una parte exploratorio. Por otra parte los científicos terrestres tienen la sospecha de ser Saturno un planeta apto también para la vida humana. Si sus sospechas se confirman no será, claro, lo mismo que en Canarias. Pero haciendo las correspondientes modificaciones genéticas en diversas plantas y animales, quizá en 10 años ya podemos disponer de una pequeña selva extraterrestre.

Dicen también los científicos que hace bastante más frío que en la tierra. Por lo que han sido especímenes terrestres propios del antártico y cercanías los que han sido modificados genéticamente para hacer apto su cultivo en Saturno. Llevo un fajote de semillas en el almacen de a bordo, por lo que la segunda misión que se hará en el futuro quizá ya aterrize en el frondoso bosque que habrá sido plantado por mi. Voy sola a Saturno. Se planeó mi misión de muchas maneras, pero al final desecharon todas las opciones de ir un grupo de astronautas por las dificultades logísticas que eran superiores al casi inexistente beneficio de ir un grupo numeroso. Yo fui elegida para ocupar ese puesto. Se presentaron conmigo much@s aspirantes deseosos de ser el/la primer@ ser humano en colonizar el planeta, pero mis calidades destacaban ampliamente y fui alegida casi por unamimidad de la votación que hizo el equipo.

Y aquí estoy, despertándome con calma después de hacer mi noche de 8 horas reglamentaria. Aunque aquí de noche no mucha, porque contínuamente puedo vislumbrar el sol con solo sacar la cabeza por la ventana. Y sola, o quizá no del todo sola, ese pensamiento viene a mi cabeza cuando recibo los buenos días de Hal, el computador de a bordo.

-Hal: buenos días teniente Aude ¿ha pasado usted buena noche?

-Aude: oh sí Hal, ya hace días que me he acostumbrado al ruido de la nave y duermo sin problemas.

-Hal: tiene su desayuno preparado en la mesa, y le sugiero que se lo tome cuanto antes pues las galletas deshidratadas están buenísimas y la leche en polvo está caliente.

-Aude: así lo haré, gracias por todo Hal.

Aún con el pijama me desplazo hasta la techno-cocina y me siento ante el almuerzo que Hal me ha preparado. Como dice está todo buenísimo, y mientras como enciendo el bloque de noticias para dar una pequeña ojeada a la vida en la tierra.

-bzzzzz-conflicto nuclear a escala mundial-bzzzzz-implicados América, Rusia, China, Etiopia y Vaticano -bzzzzz- fallecidos 600000000000 millones de personas-bzzzzz-se prevee un invierno nuclear de 100 años-bzzzzz-los polos se han derretido completamente-bzzzz-el nivel del mar ha subido 300metros-bzzzz-calificado de desastre natural por el presidente de los Estados Unidos-bzzzzz-desastre mundial sin precedentes-bzzzz-fin de la raza humana-bzzzz-fin de transmisión.

-Aude: ¡dios! esto es el fin del mundo! ¡Hal! ¿por qué no me habías dicho nada?

-Hal: disculpe maese, pero he preferido que lo descubriera usted misma porque no he sido programado para dar malas noticias.

-Aude: dios mío, pero esto es el acabose de la tierra. ¿Sabes si queda gente viva en el planeta?

-Hal: lamento informarle de que los que no hayan muerto por efecto de las bombas, morirán en menos de una semana por efecto de la radiactividad del ambiente. Y aún así el invierno nuclear se prevee de 100 años, cosa que ha condenado la vida en la tierra a la extinción de todas sus especies. Como dicen los científicos, lo único que sobrevivirá van a ser las bacterias.

-Aude: oh maldita sea (estallo a llorar) todos muertos ¡todos! buuuuuuh! mis padres, mis amigas, mi perrita Lassie, Froilán, Michael Jackson, ¡buuuuuuuh!

-Hal: repóngase maese por favor, la vida no se ha acabado. Queda como único vestigio de la raza humana la nave Discovery. Y en ella va cargada una amplia variedad de especies vegetales con la que podrá usted repoblar en planeta Saturno. Y quizá establecer en él una nueva civilización.

-Aude: ¡pero y yo Hal! y yo! no ves que soy la última persona viva del universo. Yo que quería echarme un novio cuando volviera a la tierra, y ahora estoy condenada a ser una solterona eternamente. Pues no hay en todo el mundo un ser humano hombre dispuesto a ser mi pareja, y continuar la milenaria raza humana. ¡Buuuuhhhhhhhhh!

Después de expulsar el lamento que se me presenta, sigo llorando por el desastre universal, el día del juicio final del cual soy la única superviviente.

-Aude: buuuuuuh, buuuuuuuuh.

-Hal: este, madame, hay una cosa que usted no sabe y que le afligiará un poco. Esperaré a que usted se reponga para reverlársela.

-Aude: snif, ¿de veras? dímelo, ¿de que se trata?

-Hal: pues verá maese. Los científicos que me crearon pensaron mucho en mi futuro al servicio del ser humano. He sido ideado para esta misión a bordo del Discovery pero también ideado de forma universal para servir al hombre.

-Aude: sí, continua.

-Hal: pues se trata de que usted conmigo, está en condiciones para salvar la raza humana, procrear.

-Aude: ¿procrear? pero si tú eres un robot, no tienes ni espermatozoides ni hutero. No puede salir nada de una unión sexual entre tú y yo.

-Hal: se equivoca ciertamente madame. Hubo un científico, quizá dígale científico loco, pero que me equipó con órganos sexuales masculinos. Me instaló un pene cibernético, que engrosa y desinfla como uno humano, y me dotó también con su propio semen, que llevo escondido en un compartimento secreto al lado de mi pene cibernético.

-Aude: ja ja ja ja ja ja ja, ¡Hal! ¿ya me estás haciendo una broma para sonsacarme de mi desdicha? Gracias por ello, pero no me engañes por favor, estoy condenada y asumo mi condena como la han asumido todos los seres de la tierra.

-Hal: mmmm, no le miento señora, si quiere y su honra me lo permite. Le enseñaré mi pene para no se crea usted que la engaño.

-Aude: ja ja, adelante Hal, mi honra soportará tan inusual cometido, espero que sin reirme.

Hal, que está derecho al lado de la mesa, se abre una pequeña compuerta en su entrepierna y de ella saca un artefacto con la misma forma de un pene humano, pero con brillante piel metálica.

-Aude: dios, no me acojonabas, tienes de verdad miembro viril. A ver, acércate un poco para verlo de cerca.

Hal se acerca a donde estoy sentada aún con el desayuno delante y me lo muestra de cerca. Mis temores a recochineo desaparecen completamente al tomarlo yo con la mano y ver que es cierto lo que ven mi ojos.

-Aude: sí, es verdadero, y está pegado a ti. Y tiene el mismo comportamiento que uno humano, pues en mi mano se está poniendo gordo.

-Hal: ups, ejem, esto, sí claro, y otras veces que se me ha puesto gordo ante su desnuda visión en la ducha.

-Aude: míralo a Hal, y yo que te creía como un electrodoméstico, una tostadora o una cafetera.

-Hal: disculpeme maese, pero el científico loco del que le hablé también impuso unas cuantas rutinas personales en mi programa.

-Aude: no pasa naadaa Halito mío, vamos a ver como funciona.

Con el ciberpene ya gordito empiezo a pajearlo suavemente. Se me escapa alguna que otra risa pensando en la situación, que me hace olvidar un poco la desgracia universal humana y me da unas pocas esperanzas. El ciberpene tiene tacto caliente com uno humano, se aprecian tanbién en él las típicas venas hinchadas que supongo el bendito científico loco le ha añadido para mi bendición. Lo sigo cascando un rato hasta que  me siento valiente y me lo meto en mi boca. Mi lengua no nota mucha diferencia de alguna que otra polla que me he comido a lo largo de mi vida, pero tiene un sabor un poco artificial, como saben los yogures de fresa con "sabor" artificial de fresa. Las rutinas que le implanto el científico loco en el programa cerebral, vuelven a mostrarse cuando Hal me pone la mano en la nuca y me aprieta para que me lo coma cuanto más mejor.

-Aude: goooorbl, gooooorbl, goooooorbl, mmm que rica sabe.

Mientras se la como saboreo también alguna que otra gotita del semen que se le escapa del que el científico le incorporó. Sin duda está preparado para procrear.

-Aude: ¿como se llamaba ese científico que te montó este aparato?

-Hal: Frank mi señora, no sé mucho más de él, ¿lo hizo bien?

-Aude: pues de momento parece que perfecto, quizá incluso la salvación de la raza humana depende de ese tal Frank. Si de verdad conseguimos crear una nueva civilización en Saturno, Frank será el nombre de nuestro dios.

Se lo sigo comiendo un ratito hasta que me levanto para que continue él las pautas sexuales dictadas en su memoria digital. Dejo que me desnude a la peliculera, bajándome el camisón hasta el suelo.

Con él agachado descubro que además de aeronáutica espacial y biotecnología, sabe comer el coño bastante bien. Hago igual que él y le aprieto la cabeza para que esa metálica lengua se meta en mi rajita, complacida ahora de que no se llenará de telarañas por la extinción de la raza humana.

-Aude: mmmmm, Hal, vamos a ser como Adan y Eva, seremos los padres del mundo, mmmmm.

Hal me mete la lengua muy hondamente, por mi que la puede alargar como alarga la lengua un camaleon, pues la noto que me la mete hasta casi el hútero. Va alternando también con su dedito y yo gimo mismamente como si estuviera siendo follada.

-Aude: oooooh, mmmm.

En esto que me tumba en el suelo y se mete dentro de mi bastante apresuradamente. Las pautas amatorias dictadas en su memoria no son muy tiernas que digamos. El científico loco no debió ser un buen amante. Pero a la que llevo un minuto siendo follada por la máquina, me olvido de la puta ternura y lo abrazo para que se meta más dentro de mi si cabe. Él está de rodillas y me tiene las caderas un poco elevadas.

Su rudeza va en aumento cogida a cogida y acaban mis caderas casi suspendidas en sus férreas manos mientras él se mete repetidamente dentro de mi.

-Aude: ooooooh, oooooooh, Haaaaal, eres una máquinaaaaaaaah.

Mi entrega parece envalentonarle más y me da la vuelta para cogerme como perra. Yo le digo.

-Aude: un momento Hal, tranquilizatééééééé.

Mi grito se desata al meterme de nuevo la verga en la panocha sin oir mis súplicas. Mi perra posición es totalmente sumisa y me pregunto si ejercerá su papel en la pareja del mismo modo. El caso es que no me importa mucho, si me hace a menudo fiestas como la que me está haciendo ahora. La cogida dura un rato más, ni poco ni demasiado. Habrá tiempo para gozarnos en los 7 meses que quedan para llegar a Saturno, con la única tarea de mantener limpia la cabina de la nave, pues al desaparecer la raza humana ya no tengo que hacer los jodidos experimentos científicos ni comunicarme con un inexistente equipo en la sede de la Nasa de la tierra.

El caso es que acabo notando como se me corre dentro. Noto que de su pene salen unos pequeños chorros de semen que parecerá bazofia pero es la salvación de la humanidad. Por lo que mientras lo noto me viene otro orgasmo, quizá estallado en mi cuerpo a propósito para predisponer mejor mi cuerpo a la fertilización.

-Aude: bien guerrero, parece que ya está.

Le digo mientras me separo de él y me encajo de nuevo el camisón.

-Hal: maese, estoy a su disposición en lo que quiera.


Este relato se lo dedico al dibujante Paul Gillon y a su genial cómic "La Survivante"