(2) Perra extranjera en celo y preñada

Quería quedar cargada y tener una camada de gran danés creciendo en mi vientre...

Segunda parte de "Rusa dominada, abotonada y casi descubierta"

Al Otro día desperté aún en el piso y el perro durmiendo en un rincón de mi habitación. Y comencé a idear algo para explicar porque el perro estaba ahí conmigo. No sería tan difícil, pues mis padres compartían la misma simpátia por los animales. Así que lo único que hice fue recoger el dildo y meterme a la ducha.

La mañana transcurrió sin problema, a mis papás les comenté la verdad… Hasta cierto punto: Que el perro lo había encontrado en la calle y lo metí a la casa para alimentarlo y darle agua y que me pareció buena idea que pasará la noche ahí conmigo para no abandonarlo a su suerte. Estuvieron de acuerdo pero me insistieron en que debía encontrar a su dueño:

  • Es un ejemplar magnífico y de raza pura, comento papá muy entusiasmado

  • Y además muy educado, decía mamá mientras acariciaba su cabeza y levantaba su placa para leerla Veamos, este grandulon tiene nombre y un número de contacto en caso de que se pierda. Seguramente extrañas a tu familia verdad Rino

Fue hasta ese momento que descubrí su nombre pues mis papás si sabían hablar español. Llamaron por teléfono ellos para contactar al dueño de Rino sin embargo después de varios intentos se dieron por vencidos pues nadie les respondió. Finalmente, enviaron un mensaje de texto esperando obtener respuesta alguna por ahí en algún momento del día

  • Seguiremos insistiendo desde la oficina y en cuanto tengamos respuesta te avisaremos para acordar los detalles de la entrega de Rino decía papá mientras se dirigía a la puerta con mamá para ir al trabajo.

  • Nos vemos más tarde Nat, cuida bien de Rino alcanzó a decir mamá antes de salir.

Yo asentí sintiendo un poco de tristeza pues mi amante canino me dejaría muy pronto. Mientras terminaba el desayuno, mis papás salieron de casa y yo comencé a hacer los deberes hogareños de limpieza mientras Rino seguía durmiendo plácidamente pero ahora en el jardín: Debe estar agotado por la cogida de anoche pensé pícaramente.

Y entonces se me ocurrió que antes de que se fuera de mi lado debía aprovechar una vez más su deliciosa verga… Pero está vez si iba a ser la despedida sería algo especial.

Así que me apresure a terminar mis deberes mientras ideaba mi velada con Rino la cual seguramente le gustaría mucho.

Terminé de todas mis obligaciones y tuve que volver a ducharme pues el calor hizo que sudara descomunalmente. Pero antes de meterme a bañar, decidí alimentar a Rino pues ya era hora de su comida. Saque las últimas salchichas del paquete y un recipiente con agua y se las lleve al patio; Rino se levantó de inmediato al verme y corrió hacía a mi muy emocionado. Brincaba de un lado a otro pues sabía que era hora de comer.

  • Toma nené le dije mientras le dejaba los platos en el pasto del jardín. El calor era sofocante y Rino también lo sentía pues se abalanzo como loco sobre el agua y se la acabo en pocos minutos.

  • Vaya que estabas sediento le dije mientras le acariciaba la cabeza. Te traeré más, le decía inútilmente pues sabía que no entendía mi idioma.

Al momento de que comenzaba a levantarme Rino empezó a olfatear mi entrepierna buscando mi cuevita pues seguramente aún percibía el aroma de mis feromonas mezcladas con su semen de anoche.

  • Rino, para ya. El postre vendrá después de que me duche, tengo algo especial preparado para ti…

Sin embargo seguía olfateando tratando de hacer a un lado mi short deportivo que apenas me cubría por debajo de las nalgas. Comenzaba a sentir su nariz húmeda tocando mi cuevita pues no llevaba ropa interior y la única barrera que separaba mi sexo de él era ese short diminuto.

  • Para ya!!! Le dije jadeando y levantándome rápidamente. El perro se echó para atrás viéndome fijamente con cara de deseo. El postre viene después, espera un rato y toma fuerzas Rino si? Te traeré más agua por lo pronto.

Di media vuelta y oi qu comenzaba a comer las salchicha pero mi vista dio un rápido paseo a su miembro que comenzaba a asomarse producto del olfateo a mi rajita. Me calenté de inmediato pero me apresure a servirle agua y salir corriendo a ducharme para pasar lo que quedaba de la tarde con el.

Asi que me subí rápidamente a mi habitación, me metí al baño y mientras esperaba a que el agua se calentará me desnudaba lentamente pensando en la ropa que me pondría para mí amante: Tenía un minivestido ajustado rojo que resaltaba mis voluptuosas nalgas y dejaba ver mis pechos por el pronunciado escote el cual se ataba a mi cuello por la parte de atrás. Debajo usaría lencería negra la cual constaba de una tanga de encaje, mi liguero y mis medias negras favoritas… Toda una femme fatale. De pronto, Una sensación de descarga proveniente de mi vagina me desvío mi pensamiento: Sentí como escurría el semen de la noche anterior por mi muslo derecho, lentamente; mi útero lo había conservado muy bien por más de medio día. Eso me calentó muchísimo y más me entusiasme en lo que pasaría en unos momentos más…

Me apresure a bañar y salí rápidamente a vestirme para la ocasión, mire el reloj que marcaba las 2 de la tarde; tenía tiempo de sobra para cogerme a Rino antes de que llegaran mis padres. Me vestí mientras me admiraba frente a mi espejo Wow, pero que guarra me veo! Me decía a mi misma mientras terminaba de abrochar el liguero a mis medias.

El toque final a mi look fueron mis zapatillas negras y un poco de perfume

  • Estoy lista para mí cita dije en voz alta mientras me acomodaba el cabello rubio que brillaba más de lo normal.

Salí de la habitación y fui por Rino al patio, estaba nerviosa mientras me acercaba a la puerta. El sonido de mis tacones me excitaba por algún motivo desconocido. El perro estaba corriendo persiguiendo a los pájaros que bajaban al pasto.

  • Rino, mi amor le grité. El perro al escuchar mi voz se dirigió corriendo muy feliz y entusiasmado

  • Ven Rino, le dije mientras lo acariciaba. Tú y yo vamos a tener una tarde espectacular.

El perro parecía entender pues comenzó a brincar a mi alrededor. Le puse su cadena y caminamos por mi patio como si se tratara de un paseo de novios. Al terminar, noté que el perro estaba más ansioso.

  • Tranquilo chico, sé que mueres de ganas de tener de nuevo a tu perra… La vas a tener pronto.

Aún con la cadena, lo metí a la casa y lo lleve a mi habitación. Cerré la puerta con seguro, le quite la cadena y su collar de picos que llevaba puesto.

  • A tu perrita le hace falta un detalle más. Y me dispuse a ponerme en mi cuello el collar de Rino. Me quedaba grande pero me hacía sentir completamente como una perra en celo.

Rino ya no aguantaba pues se me abalanzo y comenzó a querer lamerme mi entrepierna.

  • Tranquilo amor, le decía mientras lo apartaba. Deja que tu perrita se prepare.

Comencé a deshacer el nudo del cuello de mi vestido y me lo quité lentamente dejando al descubierto primero mis pecho que se sintieron liberados de la ajustada tela. El vestido cayó al piso y quedé únicamente con mi lencería sin sostén y mis zapatillas.

Rino coloco su cabeza debajo de mi entrepierna y comenzó a lamerme por encima:

  • Eso es, buen chico, prepara a tu hembra para que la cojas fuerte le dije mientras llenaba de su saliva mi tanga

La hice a un lado para que pudiera lamerme mejor y no tarde en comenzar a gemir muy jadear como loca. Me prendía el sonido que hacía al mover su lengua como el sonido de cuando toma agua.

  • Ahhhhhh asiii asiiii Rino no pares. Me estaba lamiendo aún de pie, así que para mayor comodidad mía, coloque una torre de 3 almohadas en el piso y me senté sobre ellas. Rino volvió a abalanzarse rápidamente y continúo con su trabajo.

  • Eso amor, méteme más tu lengua. Le decía mientras apretaba su cabeza con mis manos. No aguante mucho más y el primer orgasmo llegó,

  • Ahhhhhhhh ahhhhhhhh siiiiiiiiii uffffffff gemía como loca mientras perdía control de mis piernas que temblaban alrededor de la cabeza del gran danés. De mi vagina sentía que fluía un gran río de mis jugos y Rino estaba feliz bebiendo cada gota.

Lo aparte un poco pero me costó trabajo pues quería seguir bebiendo de mi delicioso néctar. Quería que me cogiera ya, estaba muy caliente y quería sentir ahora sus fluidos dentro de mí.

  • Ven amor, es hora de que dejes cargada a tu perra en celo le decía mientras me abría de piernas sobre las almohadas dejando a la vista todo mi depilado coño ya brillante por la saliva del Danés, acerqué a Rino sobre mí. Me costaba algo de trabajo pues pesaba mucho.

Pero Rino pareció entender y comenzó a acercarse haciendo movimientos pélvicos: Quería penetrar ya a su hembra.

Yo no quise que me cogiera en 4, quería abrazarlo y sentirlo frente a mi y también sabía que en esa posición es más fácil quedar embarazada, al menos entre los humanos. Dentro de mi calentura, quería ser preñada por ese hermoso macho y al menos me imaginaría que estábamos teniendo sexo para lograr ese fin: Tener una camada de cachorritos gran danés:

  • Ven Rino, tu y yo vamos a hacer unos hermosos cachorritos está tarde… Estoy en celo y me vas a coger hasta que me dejes embarazada!

Como podrán recordar de mi historia anterior, estaba en mis días más fértiles. Así que mi fantasía estúpida era ocasiónada en parte por mi organismo.

Así que se acercó más ya con su miembro completamente desenfundado y brotando liquido como una manguera; como si entendiera lo que acaba de decirle. Lo dirigí con mi mano y me ensartó la verga de un solo golpe.

  • Ahhhhhh RINO!!!!!! Sentí que me partió en dos, se movía como loco. Cómo pude lo aprisione con mis piernas mientras me aferraba con mis brazos a su cuello.

  • Ahhh ahhhhh si Rino así así cógeme cógeme… Más duro perro hijo de puta así así así.

Gritaba y gemía sin parar, vociferando guarradas cada tanto sin importarme nada ya que la casa estaba sola. Sentí otro orgasmo llegar justo al sentir que su bola comenzaba a chocar con mis labios vaginales.

  • Ahhhhhh esto…. Estoooo essss delici auuuu auuuuuu ufffff delicioso ahhhhh Rino!

Le gritaba mientras comenzaba a sentir su bola entrar y salir rápidamente por las embestidas brutales.

  • Va…vamos amor… Mete…Méteme ya tu ahhhh bola. Abotoname!!!!! Quiero que…. Ahhhh ahhh ahhhh me dejes preñada. Quiero….que….uffgg ouch ouch la bola comenzaba a quedarse dentro….quiero que me termines de hacer tu perra y me dejes cargada….La bola se terminó de atascar. Quedé completamente abotonada con Rino.

  • Essssso Rino mi amoooor, le susurraba entre jadeos aún con mis piernas entrelazadas a su lomo sintiendo cada chorro de su caliente semen golpear mi cervix. Sentía la presión de su nudo en mis paredes vaginales rozando mi punto G y haciendo temblar mientras terminaba en otro delicioso orgasmo.

  • Así amor así así, quiero tener mi útero lleno de tu camada de cachorritos le decía mientras me acariciaba mi vientre y observaba como no quedaba nada de su gran verga a la vista.

Estaba abotonada en posición de misionero, voltee a mirar al espejo y la vista era espectacular: Rino encima de mí me cubría por completo, su musculoso cuerpo se veía prodigioso, yo estaba empapada en sudor y mi cabello rubio caía de forma natural por detrás de mi cabeza. Veía como temblaban mis piernas por todo el placer que sentía y noté que ambas medias estaban desgarradas y mi muslo izquierdo mostraba un gran rasguño profundo que comenzaba a arderme un poco. Rino parecía no inmutarse entonces decidí empezar a apretarle su pene enorme con mis paredes vaginales para ordeñarlo más y el perro comenzó a lanzar pequeños chillidos: Estaba teniendo un orgasmo.

Sentí que su leche me inundaba más y sentía como escurría por mis nalgas y caía en la almohada. Estuvimos abotonados así por más de 15 minutos cuando empecé a sentir sus jalones. Me jalaba hacia el con cada estirada:

  • Rinoo, me vas a desgarrar la vagina!!! Para ya!!! Desabotóname despacio, si??? Ya me dejaste preñada, ten cuidado!!!! Le grité desesperada con lágrimas en los ojos y entre sollozos pues me estaba ocasionando mucho dolor. Se escuchaba el aire salir de mi vagina con cada jalón y el sonido húmedo típico del abotonamiento por los chorros que salían de mi, combinados con mi llanto. Pero era inútil, el perro no entendía mi lenguaje. Yo trataba de hacer fuerza con mis dos brazos sostenidos sobre el piso para que no me hablara, pero fue peor resultado pues me dolía más hacer resistencia, recuerdo muy bien que apretaba mis ojos con lágrimas con mucha fueza y mordí tanto mi labio derecho que me salió un poco de sangre.

Al poco rato salió por completo con el “PLOP” que se escuchó por toda la habitación seguido de un río blanquesino con un ligero color rojo de nuestros fluidos mezclados; Rino me había lastimado mi vagina con su enorme pene. Debo contarles que mi vagina es muy estrecha quizá por genética, pero me lo han dicho muchas veces, así que una verga de 30 Cm de largo y gruesa es mucho para mí… Inmediatamente mi cuarto se llenó de olor a sexo. Rino se hizo a un lado y su verga saltaba en grandes espasmos, observé que estaba completamente blanquesina de un néctar viscoso que escurría lentamente por todo el tronco y caia al piso obsenamente. Me quedé un momento con las piernas abiertas, sobando mis labios vaginales que me ardían un poco, el semen salía en pequeños hilitos, seguía sollozando y estaba un poco molesta porque me había lastimado y me provocó un poco de llanto. Pero después de unos momentos, me reincorpore, Lo tome rápidamente y comencé a darle una mamada como desesperada, quería limpiarle toda su hermosa verga. Rino se quedó estático y yo sentía como me seguía inundado ahora la garganta con su semen. Su verga tenía un sabor salado y metálico por la mezcla de fluidos pero a mí me excito mucho eso.

Una vez que termine de chuparle su herramienta, pensé “Si quisiera quedar embarazada debería quedarme un rato acostada” así que me acosté con mi cadera sobre las almohadas y levanté mis piernas al aire para asegurarme que su semen restante ya no escapara y fuera absorbido por mi cervix para que sus espermas llegarán a mi óvulo. Y así, en esa posición, comencé ahora a tocarme pues seguía caliente. Tuve un par de orgasmos más antes de subir a la cama y voltear a ver a Rino: Estaba en un rincón lamiendo su pene y le dije.

  • Rino, dejaste a tu perra en celo cargada, lo sé. Le decía mientras me acariciaba mi vientre plano con ambas manos. Rino, solo volteo un segundo y siguió con su faena.

Algo curioso es que, si bien las mujeres no podemos embarazarnos y tener perritos o cualquier otra especie que no sea humana, es un hecho demostrado que la fecundación SI puede llegar a ocurrir, sin embargo por la incompatibilidad genética, las células que se dividieron es desechado a los pocos días de haber ocurrido… Así que lo interesante es que al otro día tuve las típicas náuseas matutinas de las mujeres embarazadas y vomité un par de veces durante el día, lo cual me hizo muy feliz pues sabía que al final Rino probablemente había logrado embarazarme aunque sea por un par unas horas ...

PS. Este es casi el final de la historia, iba a ponerla toda junta pero iba a ser muy larga. Si quieren que publique la última historia de mi affair con Rino, háganmelo saber o si quieren que comience a relatarles mis experiencias variadas que he tenido. Besos.