2. Noche de cambio ( parada con Beatriz)
Tras una sesión de sexo con su amiga Carmen y el novio de esta, Jorge, con su compañera Beatriz, nuestro protagonista deja a la feliz pareja para llevar a Beatriz a su coche no sin antes echar un polvo de despedida.
Tras una noche de quedada con mis compañeras de clase Carmen y Beatriz y con el novio de Carmen, Jorge donde acabamos en casa de Carmen. Follandose Jorge a Beatriz y yo follandome a Carmen. Beatriz recibió la llamada de su novio y yo me ofrecí a llevarla al campus universitario para que recogiera su coche ( relato titulado “Noche de cambio ( casa de Carmen”)
Para lo que no leyeran el relato anterior “ Beatriz es una chica morena con el pelo liso con un flequillo, su cara es totalmente angelical con unos ojos rasgados negros así un toque egipcio de cleopatra, su cuerpo es delgado con una talla D de pecho pero un trasero hecho a medida, pequeño y redondito más de una vez le he dejado pasar delante mía para poder admirar ese trasero y además ella es consciente de que tiene un buen trasero ya que le gusta lucir ropa ceñida para resaltarlo, esta mujer tiene un novio apodado “el Fiti” por su costumbre de ir con la moto a toda pastillas, y trabajar en el telepizza, y su nombre es Fidel, yo lo conocía desde hacía 3 años.”
Nos montamos en el coche y reinó el silencio durante largo rato hasta que pasamos por un puesto de hamburguesas “ Tengo Hambre”· dijo Beatriz “Parara”, yo paré el coche y nos bajamos a comprar hamburguesas.
Yo me compré una completa junto con una coca cola, Beatriz sin embargo se pidió una con queso pero cogió varios sobres de mostaza y ketchup y un refresco de naranja. Volvimos al coche y seguimos la marcha hasta el campus universitario donde estaba aparcado su coche.
El aparcamiento de la facultad a esa hora estaba muy vacío, había pocos coches y todos separados los unos de los otros, por supuesto era noche de Viernes y ll gente universitaria había salido a celebrarlo pese a ello allí se encontraba “ El Bunker” era y es una sala de estudio enorme con mesas muy largas y muchas sillas donde los universitarios vamos a estudiar sobre todo en épocas de exámenes.
Paré el coche junto al coche de Beatriz, sacamos nuestras hamburguesas para cenar algo antes de despedirnos. Cenabamos y charlabamos de la clase de nuestra vida cosas insustanciales cuando a Bea se le cayó un poco de ketchup en la camisa que traía, si no han leído el relato anterior aclaro que Beatriz llevaba unas botas con tacón verde y un pantalón verde más ajustado que los tornillos de un submarino que marcaban sus delgadas piernas y su redondo trasero y una camisa blanca que cubría sus pechos. Yo instintivamente fui a limpiarla sin darme cuenta que debajo de la mancha se encontraba el pecho de Beatriz, paré de inmediato, parecía que el tiempo se había detenido, ella no se inmutó, se quedó callada, entonces mirándola a la cara le empecé a desabrochar uno a uno los botones de su camisa, ella mirándome a la cara dejó su hamburguesa en el salpicadero de mi coche al igual que su refresco y se quedó inmóvil delante mía. Mis dedos fueron desabrochando uno a uno los botones de su camisa y cuando estaban todos, aparté su camisa y dejé de mirarle a la cara. Me estuve fijando en su sujetador y en cómo sus pechos estaban dentro de él. Ella terminó de quitarse la camisa y desabrochó su sujetador, ahora tenía enfrente los pechos que hace un rato tenía Jorge en su boca, los pechos que solían deleitar Fidel su novio. Mirando fijamente a sus pechos posé mi mano sobre uno de ellos mientras que con la otra mano aprisionaba al otro. Su piel era blanquecina como un lechón y su pezón era suave y rosado. Acerqué mi boca a su boca y la besé. Ahora el tiempo iba más deprisa para ponerse en hora. Recuerdo que la bese y que ella me besó a mí luego me vienen flashes de que ella me quitara la camisa y se pusiera encima mío, creo que incluso sonó varias veces la bocina del coche antes de que yo echara el asiento para atrás. Debido a su peso, 60 kilos menos que yo, le fue sencillo a ella ponerse encima mía. y apoyé mis manos en su cintura para luego cogerle con cada mano un cacha de su culo, ese redondo y bien formado culito que tenía, ese culo que tantas noches en mi habitación había deseado tocar, ahora ese culo estaba bajo mi manos.
Estuvimos un largo rato besandonos y acariciandonos hasta que la estrechez del asiento del piloto y los ajustado que tenía ella el pantalón hizo que tuviéramos que parar. Los dos con la respiración entrecortada estuvimos recuperando el aliento fue cuando la miré y le dije “ Vamos al asiento de atrás” ella asintió con la cabeza. Apagué el motor y me vestí un poco para poder salir del coche y meterme en el asiento de atras no sin antes echarlo para adelante. Una vez dentro del coche me desprendí de mi camisa, zapatos, pantalón y de mis calzoncillos Bea esperó que estuviera totalmente desnudo para quitarse su ropa en la parte delantera y pasarse totalmente desnuda al asiento de atrás. Los primero que hicimos fue volver a besarnos y Bea colocó su manos en mi polla, primero la derecha y luego la izquierda mientras yo disfrutaba de su cuerpecito desnudo entre mis manos. Bea se sentó a mi lado y poco a poco fue bajando hacia mi polla y empezó a metersela en la boca mientras que con esa cara de niña buena que no ha roto un plato me miraba a los ojos, pese a la oscuridad del aparcamiento podía ver sus ojos lujuriosos mirarme directamente y excitarme más de lo que estaba. Beatriz sabía comerse una polla se metía entera en la boca y luego succionaba con su boca te daba un tirón placentero cuando lo hacía eso sin contar cuando rodeaba con sus labios tu glande y con su lengua jugaba a liarse con él.
La mamada de Beatriz había causado el efecto deseado por ella ya que mi ganas de follarmela habían aumentado. Le saqué la polla de la boca y me puse enmedio de los asientos trasero indicándole que se subiera con la piernas abiertas, gracias a su corta altura podía botar encima mía mientras que mi polla alojada dentro de su coño se humedecía con su flujos, nuestras respiraciones parecían una y eso me ponía más cachondo si se podía, con mi boca estaba dando cuenta de sus pechos, propinandole bocados en su pezones rosados. Bea tuvo un orgasmo, el cual me dejó empapado la entrepierna y manchón en la tapicería del coche que vería al día siguiente, yo seguía follandome a la novia de Fidel mientras que dejé de cogerla de la cintura y empecé a cogerle el culo dandole pellizco muy fuerte, ella en vez quejarse me pedía más entonces metí un dedo dentro de la boca de Beatriz para que me lo mojara después ese mismo dedo abriendo su nalgas lo introduje dentro de su ano. Bea pegó un respingo pero luego movió el culo para que ese dedo entra hasta el fondo de su culo. Estuve un buen rato moviendo mi dedo por su culo hasta que le susurré al oído “ date la vuelta “ ella me miró a los ojos se levantó y se dio la vuelta abriendo sus nalgas me indicó me hizo saber que pensábamos lo mismo. Su ano estaba bien lubricado pero aún así con mi saliva hice que mi polla pudiera resbalar dentro de su ano, poco a poco fue bajando su culo y mi polla fue desapareciendo dentro de él hasta que por fin mi polla estaba dentro de su trasero. Lo había deseado desde el primer día de clase, poder meter mi polla dentro de ese culito y ahora lo estaba realizando. Tras varios mete y saca suaves empecé a meterle la polla más rápido y más hondo chocando mis huevos muchas veces contra su coñito, ella se tocaba el coño y jadeaba ante mis embestidas.
Terminé corriéndome dentro de su culo y cuando se levantó puder ver la gran cantidad de semen mío que le salía del culo. Se sentó a mi lado aún desnuda puede observar su cuerpo desnudo a media luz, luego se vistió y se fue a su coche no sin antes darme las gracias por esa noche con un gran beso con lengua y todo.