2.- Mi hijo se sale con la suya
Hola, aquí está la segunda parte de mi historia, incluí diálogos como me habían pedido, aunque no los recuerdo al 100%, pero si recuerdo bastante, recuerden que esto paso hace 4 años aproximadamente, talves algunas partes quedaron muy cortas u otras largas, no lo sé, espero que les guste.
Han pasado unas semanas desde que hablé con mi hijo, nuestra relación se hizo muy distante, casi no nos hablamos, y nos evitábamos constantemente. Siempre hemos sido cercanos y unidos, pero ahora estábamos en una crisis, que a mi me afectaba mucho, siempre estábamos ahí el uno para el otro, pero ahora era distinto.
Él se veía muy enojado conmigo, sobretodo porque me tapaba más de la cuenta para no provocarlo, a veces me acercaba a él a hablarle del colegio y cosas de esa clase, y notaba que él tiraba una miraba a mis senos y ponía una mueca de molestia. Supongo que se molestaba porque ya no traía ese escote q le gustaba tanto.
Yo por mi parte apenas podía verlo a los ojos, aunque me esforzaba, pero se notaba en mi cara la incomodidad, miraba su bulto para ver si habría reacción, no podía evitar imaginarlo masturbandose por mi, imaginar su pene duro y como movía el cuero de su pico y mis calzones entre ello, eso aún no provocaba una reacción de excitación, pero no podía sacármelo de la cabeza. Cuando iba por la calle, y miraba a hijos con sus madres me preguntaba si ellos se excitaban con ellas. Estaba todo el tiempo en mi mente, incluso en las noches cuando me tocaba, que era a diario Tengo una colección de consoladores, y siempre varío el dia de uso que le doy a cada uno, pero hay uno que es mi favorito, que funciona a corriente, que me hizo olvidar a los hombres este último año. Me gusta usarlos siempre con una porno, y tenía ese pensamiento de comparar cada pene con el de mi hijo, no quería hacerlo, pero era algo más fuerte que yo. Además cuando estaba en pleno éxtasis miraba la puerta y me preguntaba si detrás estaría mi hijo con un oído apegado a la puerta y sacudiendo su gran pene escuchandome gemir. Cada vez que me colocaba ropa interior me preguntaba si él ya lo había frotado en su miembro.
Así pasaron las siguientes semanas, y lo que más me dolía era lo enfadado que estaba conmigo, empezó a irle más en la escuela, incluso me citaron por una pelea que tuvo, él no estaba bien, y era por mi culpa. No sabía qué hacer, así que sucumbí un poco a sus deseos, para sacarle una sonrisa y se sintiera más a gusto, volví a usar escotes en la casa, faldas cortas cuando hacía aseo y me agachaba para que me viera el culo, dejaba mi puerta entreabierta cuando me cambiaba de ropa, y todo esto fue aumentando de a poco, incluso hacía mis rutinas de yoga en el living con él, haciendo ciertas posturas provocadoras, notaba que con su celular me sacaba fotos y después se encerraba en el baño por varios minutos, yo disimulaba como si nada estuviera pasando. Él estaba a gusto, y por fin nos reíamos como antes.
Una de esas tardes después de comer, él volvió a sacar el tema, pero ahora con personalidad.
-Hijo: mamá tu me gustas mucho, lo sabes, es algo que no puedo evitar, enserio te amo!!!
ví su cara y volví a sentir pena por él, estaba sufriendo. Me amaba, y no solo como madre, sino como mujer.
-Yo: hijo te suplico, eso no es normal, y eso también lo sabes, no podemos hacer nada al respecto.
-Hijo: pero tu me amas mamá!!, porque no podríamos... Iba a decir algo, pero se detuvo.
¿podríamos hacer que?, me pregunté en mi mente... ¿el amor?, ¿tener sexo?, me quede congelada, lo miraba y no sabía qué decir, realmente estaba dispuesto a llegar a esas alturas?.
-Hijo: Esto es algo que no puedo controlar mamá, tu me gustas, te deseo, y no podré detenerme, aunque se ,lo digas a mi psicóloga!
-Yo: No le diré nada a nadie, nadie puede saber esto!. Aunque igual pensé que sería buena idea, pero recordé las fotos que me había sacado provocándolo, y este asunto se me podría ir de las manos.
- Hijo: por favor mamá!, déjame hacer algo más
-yo: que quieres hacer?!
-hijo: puedo tocarte un poco, (puse cara de indignación), solo un poco, eso haría que me calme, me ayudaría mucho mamá porfa!!!!
.-Yo: No!!, ¿cómo se ocurre algo así?. Soy tu madre!!
Golpeó la mesa y se fue hacia su habitación, nunca lo había visto tan enojado. ¿Qué estaba pasando?, ¿qué podía hacer?. Esa noche apenas dormí, solo estaba en mi mente las palabras de mi hijo, quería tener sexo conmigo, quería tocarme. Como lo veía yo, solo había 2 opciones; detenía esto hasta aquí, lo llevaría al psicologo a tratarse, pero perdería a mi hijo para siempre, me odiaría por el resto de su vida, y me vería en una depresión con el tiempo; o le cumplía sus fantasías….. elegí la segunda obción.
Le comuniqué mi decisión el viernes después de la cena, él se fue a su cuarto, y yo al mio, ya bañada me coloque un colaless fucsia con detalles, (no tan pequeño), pero sin duda resaltaba mis nalgas, una blusa color celeste (bastante sexy), tipo baby doll, que hacía notar mis grandes senos y resaltaba mi figura, me mire al espejo, para ver si estaba conciente de lo iba a pasar, me coloqué mi bata, y me dispuse a ir al cuarto de mi hijo.
Toco la puerta, y entro, el no sospecha nada, me siento al costado de su cama.
-Hijo: ¿qué pasa mamá?. Pregunta con un tono indiferente.
-Yo: yo…., pensé en lo que hablamos el otro día, y tome una decisión.
-Hijo: ¿y cual es?
En ese momento me levanto y dejo caer mi bata, su cara de asombro fue inmediata, no podía creerlo, su sonrisa era enorme, y le costaba pronunciar, eso me hizo sentir muy bien, estaba impactado con mi cuerpo. Me acerco hasta él y me inclino para estar a su altura (él estaba sentado en la cama, entre las sábanas), colocando mis tetas a pocos centímetros de su cara.
-Yo: Será solo tocar ¿ok?.... Él asintió ¿qué quieres tocarme hijo?, el no lo pensó 2 veces y respondió casi automático.
-Hijo: tus tetas!
-Yo: ¿te molesta si me acuesto contigo?
-Hijo: no.
Me acosté a su lado y empezó a masajear mis pechos por encima de mi blusa, mis pezones estaban duros...
-Hijo: ¿puedo tocar por debajo?. Haciendo referencia a mi blusa. Yo asiento y meto mis manos por debajo de la blusa tomando una teta con cada mano y subiendolas para que queden al aire libre. Él hace un pequeño gemido y su cara refleja la felicidad máxima!, yo me siento feliz por ello, me sentí mujer viendo como me deseaba, y me sentí madre, al ver lo feliz que era….
Luego, le dá un pequeño beso al costado de mi seno izquierdo, y me mira esperando mi reacción, yo no se lo reprocho y dejo que continúe, rápidamente repite el beso pero ahora en mi pezón, y de pronto comienza a chuparlo, parecía que quería tragarse todo mi pecho, mientras su otra mano aprieta mi teta derecha, esa imagen la encontré de cierta forma tierna, me hizo recordar cuando era un bebé, le sostenía su cabeza y bebía de mi leche, y ahora chupaba con la misma intensidad.
Luego ví entre sus piernas como algo extremadamente largo resaltaba…
-Yo: puedes masturbarte si quieres...., me miró, metió la mano derecha bajo su pijama y saco su pene, un enorme pedazo de carne venoso me quedo mirando, quede sorprendida al verlo tan de cerca, cómo era posible que tan solo con 17 años, tenga el miembro de un actor porno!!! pensé…. era morenito, perfectamente recto, tan grueso que apenas podría rodearlo con la mano y unos testículos dignos de ese tremendo pedazo de pico, tenía mucho vello púbico, supuse que solo lo reducía con tijeras. Comenzó a pajearse, sin dejar de chupar mi teta, estaba empapada en saliva, yo estaba ardiendo, con la respiración agitada y empezando a mojarme, resistiendome por un rato, luego sentí que tendría un gran orgasmo cuando mi hijo suelta un quejido y veo como sorpresivamente un gran chorro de semen sale disparado con brusquedad de su pene cayendo en mi blusa, era espeso y blanco me había manchado en una línea diagonal que partía en su pene y terminaba en mi seno derecho cerca de mi cuello ensuciando mi pelo, inmediatamente sale otro igual pero este cae en mi mentón manchando mi cuello, y dejando una línea entre mis tetas, él se retorcia y gemia sujetando su pene con fuerza, luego salen otros 3 chorros pero con menos intensidad que se posan en mi estómago, formando un gran río de semen, que empezaba a resbalar a mis costados.
Cuando él finalmente termina, me mira, y ve que estoy empapada.
Hijo: mamá lo siento, debí avisarte…..perdona!.... Me mira preocupado
yo: no te preocupes amor…..descansa , le digo.
Me levanto y voy directo a mi pieza, en el camino, siento como su semen empezaba a escurrir por mi cuerpo, por mis piernas, goteando al suelo. Al llegar a mi pieza, me miro en el espejo…. ya no era la misma mujer que se había mirado ahí mismo unos minutos atrás, y no solo porque estaba cubierta por el semen de mi propio hijo, algo cambió en mí, podía sentirlo, no sabría explicar lo que fue, y lo que pasó en ese momento.…pero de pronto me sentí una mujer super fuerte, decidida, muy caliente y sucia, sin desvestirme busqué rápidamente, casi desesperada mi consolador ,más grande y grueso. Baje un poco mi calzón, y aún de pie introduje uno de mis consoladores en mi vagina, me lo metí reiteradas veces y muy duro, hasta que me hice acabar ya tirada en el suelo.
Recuerdo haber estado cansadísima después de eso, me desvestí totalmente, tomé una toalla y comencé a limpiarme todo el semen que escurría por mi cuerpo, sumado a mis jugos que habían dejado todo mojado. No se porque pero no quería ir al baño y encontrarme con él, y con el cansancio que sentía, no quería pensar en nada y asi como estaba solo me fui directo a la cama, y dormí hasta tarde del día siguiente.