(2) Me encanta ser PUTA.
Espío a mi mamá con su amante y me entero que ellos también me vieron con el mío.
(2) Me encanta ser PUTA.
Tuvo tanto éxito este relato, que le escribí a mi amiga la autora para seguir la historia y ella estuvo de acuerdo. Me mandó algunos comentarios que sus lectores hicieron y me encantaron, que rico que algunos me quieran dar su verga. Todo lo que pasó en la primera parte es absolutamente real, pero ahora habrá un poco de fantasía de la escritora, porque, como comprenderán, no puedo coger con una verga diferente cada semana, ya que ella publica los lunes, aunque, confieso que me encantaría tener una verga nueva cada semana, que digo cada semana, que rico sería tener una verga distinta cada día, soy puta, pero de closet y no quiero agarrar mala fama en el pueblo, porque aquí te quema más la gente que el sol… además, lo rico es hacerlo a escondidas, no pararme en una esquina para que cualquiera me levante, eso no lo quiero porque no deseo decepcionar a mi mamá y menos a mi adorada hijita, me encanta ser PUTA, porque me gusta mucho la verga, no porque quiera vivir del sudor de mis nalgas… mi amiga me hizo varias preguntas sobre mi mamá y Jaime, me dijo que con el material que le di, ya tiene para escribir la segunda parte sin inventarse casi nada.
Hay algo que me tiene alterada, como mi marido ya casi no me coge, me entraron dudas de que, si él tendrá otra, me metí a internet y encontré a un brujo que me dio su número de cuenta para que le depositara, luego me conecté con él, le hice la consulta, tiró las cartas y me dijo que efectivamente Luis tenía otra, eso me puso muy triste, ya no lo amo como antes, pero no me gustaría que nos separáramos, más por la nena que por mí. Pero ahí no termina la cosa, el brujo se comunicó conmigo y me advirtió que si no le depositaba cinco mil pesos le podía pasar algo malo a mi nena, lo único que se me ocurrió en ese momento fue bloquearlo.
Como no sabía qué hacer se lo conté a mi amiga escritora, ella no cree en esas cosas, le dije que tenía miedo, entonces me aconsejó que se lo contara a mi mamá y a mi marido, para que ese cabrón se diera cuenta que no estaba sola y que Luis le diera un susto… se lo agradecí, pero no he hecho nada, solo espero que el brujo no vuelva a aparecer, lo que sí hice fue hackearle su página de Facebook a mi marido, leí algunos mensajes con otras viejas, pero nada comprometedor… en esas cavilaciones andaba cuando llegó mi mamá:
NILDA: Ya no aguanto a ese viejo cabrón de tu padrastro, dale que dale con que me quiere meter a la cama.
YO: Pero si es tu marido, eso es normal.
NILDA: Que normal va a ser… solo me pone eufórica y cuando llegamos a la cama, ni con el himno nacional se le para.
YO: Pues estamos iguales, porque a Luis sí se le para, pero solo aguanta como cinco minutos y me deja eufórica, como tú dices… ¿Y qué pasó con Jaime, ya te lo comiste?
NILDA: Deja de preguntarme esas cosas, una hija no debe hablar esas cochinadas con su madre.
YO: Ay, mamá, pero bien que nos gustan esas cochinadas.
NILDA: Pues sí, pero…
YO: Cuéntame, yo te cuento casi todas mis cosas.
NILDA: “Casi”, ay cabrona, saber que porquerías andas haciendo y yo sin saberlo.
YO: Igual que tú, mejor dicho, igual que todo el mundo, nadie le cuenta todo a nadie, todos tenemos secretos, yo no te estoy pidiendo que me cuentes cosas que no quieres, solo, cómo te va con Jaime.
NILDA: Pues… anoche me quiso besar, pero no me dejé.
YO: Pero ¿Por qué? Sí está guapo y tú ya tienes tiempo sin paloma.
NILDA: ¡Bitty! Respétame… ya me hiciste reír… pero tienes razón… ya ni recuerdo cuando fue la última vez que Ignacio me dio para mis dulces.
YO: Ya vez… ¿No te gusta el sexo?
NILDA: Claro que sí, a todas las mujeres sanas nos gusta… ¿Por qué estás tan afanada en que me busque un hombre?
YO: Porque siempre andas de mal carácter y eso solo una buena revolcada te lo quita.
NILDA: Igual que tú, si Luis no te tiene bien atendida, ahí está Hugo para que se masturben por la computadora… no entiendo a la juventud de hoy… tocarse frente a una pantalla.
YO: Ay, mamá… pero cuéntame, piensas acostarte con Jaime ¿Sí o no?
NILDA: Que te importa… cambiando de tema, hay te acuerdas que mañana debes llevar a la nena al pediatra.
YO: Sí, tenemos cita a las cuatro y luego voy a la casa de mi suegra, así que Luis pasará por nosotras y cenamos todos juntos.
Estaba decidido, mi siguiente verga iba a ser la de Jaime, ya que a mí mamá no le interesaba, a ver si yo le gustaba a él, porque me lleva 13 años, pero está tan rico… morenote, como a mí me gustan. Tenía que hacer un plan para insinuármele, aunque a los hombres con que me ponga una blusa escotada ya andan de calientes proponiendo cogerme y no es que yo sea una escultura, soy promedio, hasta estrías tengo por el embarazo, pero eso nos importa a nosotras las mujeres, un hombre ve un par de tetas como las mías y se me avientan encima… mañana que vaya al pediatra me voy a llevar la blusa más escotada que tengo y si la suerte me acompaña, ojalá mire a Jaime y él me mire, como somos vecinos no es difícil encontrármelo.
Al día siguiente me llamó Jorge, me preguntó si tenía tiempo para ir a coger, pero le dije que no podía, que de hecho iba saliendo con la nena para el pediatra, dijo que, si podía mañana, le dije que sí, que yo lo llamaba al salir del pediatra, colgué y de inmediato entró otra llamada, era la secretaria del pediatra diciéndome que lamentablemente tenía que cancelarme por no sé qué asuntos del pediatra, dijo que me cambiaba la cita para la otra semana a la misma hora, como estaba cerca de la casa de mi suegra, me fui para allá, la nena es feliz con ella, juegan como niñas las dos.
En eso estaba cuando me llama Hugo para preguntarme si estaba sola en mi casa, le pregunté por qué y me dijo que tenía ganas de cogerme, le dije que estaba donde mi suegra, pero que iba a ver si podía zafarme, que yo lo llamaba cuando estuviera en mi casa, hablé con mi suegra y me dijo que si tenía que hacer, que no tuviera pena, que Luis pasaría por la nena y él me la llevaría, así que salí de prisa para mi casa, me da mucho morbo coger con Hugo, he de confesar que me encanta que me coja pensando en mi mamá.
Al llegar a mi casa oí ruidos, que raro, mi mamá todavía debería estar en la estética, Ignacio y mi marido llegan hasta la noche, entré sin hacer bulla pensando que tal vez eran ladrones, pero afortunadamente no… eran mi mamá y Jaime:
NILDA: ¿No te vio entrar nadie? ¿Estás seguro?
JAIME: Segurísimo, tuve que esperar como media hora porque doña Tencha no se quitaba de la ventana, ¿Y tú? ¿Estás segura que no va a venir Bitty?
NILDA: Muy segura, se fue donde su suegra y regresa hasta la noche… estoy muy nerviosa… no sé ni por qué me dejé convencer de que nos viéramos a solas… hasta la estética tuve que cerrar… ay, no sé si luego me voy a arrepentir de esto.
JAIME: Nilda, ya sé que te parezco muy joven para ti, pero solo me llevas ocho años.
NILDA: A nosotras las mujeres esas cosas sí nos importan… es como que si tú te acostaras con Bitty…
JAIME: Ni lo digas, ella es una mocosa, en cambio tú eres toda una Diosa.
NILDA: Ay Jaime, las cosas que me dices.
JAIME: Ven, dame esa boquita tan rica y bésame.
NILDA: No, después del beso te pones intenso y de ahí no hay quien te pare las manos.
JAIME: ¿Pero te gusta?
NILDA: …no lo voy a negar… pero… no quiero que cada vez que nos veamos sea solo para tener sexo,
JAIME: Pues no sé qué otra cosa pudiéramos hacer, primero: tenemos que escondernos para vernos, segundo: los dos estamos casados, y tercero: los dos tenemos hijos… ¿Para qué otra cosa nos podríamos ver?
En eso me entraron unas ganas locas de orinar, así que con mucho cuidado me fui al baño, en eso me entra un mensaje de Pablo, mi cuñado, diciéndome que, si tenía tiempo mañana, que me quería ver… “ver”, pensé, este me quiere coger, lo bueno es que yo también… le escribí diciéndole que sí, que nos viéramos mañana… en eso me di cuenta que ya había quedado con Jorge, le dije que le escribía más tarde para ponernos de acuerdo. En eso se me atravesó una idea perversa, que rico sería que me cogieran los tres el mismo día, al fin de cuentas ya me habían revisado el DIU… me encanta que me la metan sin condón… pero ya tendría tiempo de organizarme, de momento me daba mucho morbo ver coger a mi mamá con Jaime, pero que decepción, seguían platicando sentados en la cama, donde duerme con Ignacio, igual que yo con Hugo, ¿Por qué será tan rico hacer esas cosas? En eso me entra un mensaje de Hugo, que ya estaba afuera, le dije que estaba con mi mamá y que más tarde lo llamaba para quedar a qué hora nos veríamos mañana. Me asomé sigilosa a la puerta entreabierta:
NILDA: …para decirte que, con el papá de mis hijos, hacíamos el amor, el desnudo y yo vestida.
JAIME: No te creo.
NILDA: Te lo juro, yo nunca disfruté del sexo con él.
JAIME: ¿Y con don Nacho?
NILDA: ¿Por qué me preguntas esas cosas?
JAIME: ¿También haces el amor vestida?
NILDA: Te voy a contar, pero por favor, no se lo digas a nadie… cuando conocí a Ignacio, él ya era un viejo para mí... quítame esa mano de las piernas, o no te sigo contando… gracias… el caso es que era un viejo, pero eso sí, muy potente… él me enseñó a ser mujer…
JAIME: ¿Qué te enseñó?
NILDA: ¿No pretenderás que te cuente mis intimidades?
JAIME: ¿Te besaba el cuello así…?
NILDA: Ay, Jaime, déjame, mira que puede venir Bitty… ay… no… no…
JAIME: ¿Y te metía la lengua en las orejas así?
NILDA: Ay, papito… no sigas… no… mira que… puedo perder la razón… ay… no… no, papi… no… no, por favor… ay…
JAIME: ¿Y te tocaba los pechos así?... ¿Te gusta?
NILDA: Claro que me gusta, pero… no… ay no… me tienes perdida… ay…
JAIME: ¿Y te desnudaba así?... que rica estás…
NILDA: No me quites la blusa… ay… no, para, Jaime, por favor, mira que… el brassier, no… ay… ay… hum… no me chupes los pezones, papi… me vas a volver loca… no, no… ¿qué haces? ¡No!... la falda, no… Jaime… no, por favor… mira que puede venir alguien… uf… agh…
JAIME: ¿Y te tocaba las nalgas así?
NILDA: ¡No!... no me bajes el calzón… ay papito… no… no sigas por favor… ay… me da pena que me veas desnuda…
JAIME: Pero si es la tercera vez que te veo desnuda… ¿Y te tocaba así?
NILDA: ay… no me toques mi cosita que… que me pierdo… ay… papito… papi… me tienes agitada… no… no, por favor… no sigas… ay, Jaime… no me metas el dedito… ay, papi… estoy muy mojadita… no… no sigas… ay, papi… no me metas dos dedos… no…
JAIME: Pero si solo uno te metí… ah, ya entendí, tú dices no, para que yo entienda que sí, ahora sí te voy a meter dos deditos… ¿Te gusta?
NILDA: Sí… si me gusta, pero… no… no me toques el trasero… no, por favor, no… bésame, Jaime… bésame… así… ay… no… sí… que rico me besas… ¿Qué haces?... no Jaime, eso no… papi…
JAIME: ¿Y te chupaba tu cosita así?
NILDA: Me vas a matar de placer, papito… ay… que rico… pero no… así… no… más… no, no sigas… sí… que rica lengua… ¿Por qué paras?... ay, no… no te desnudes… quédate como la otra vez… no…
JAIME: La otra vez fue necesario… así que Hugo te quiere coger…
NILDA: Ay, papi… que cosota tienes… fue incorrecto espiar a Bitty…
JAIME: Pero fue muy rico como Hugo se cogía a Bitty pensando en ti, mientras yo te cogía.
¡Qué vergüenza!, así que mi mamá y Jaime nos habían visto, igual que yo lo hacía con ellos, lástima que no dejé entrar a Hugo para que me cogiera viéndolos coger… y no era su primera vez, mi mamá me había engañado ayer… así que yo era una “mocosa” para Jaime… esto es enfermo… que las dos nos espiemos viéndonos coger, es enfermo, eso no lo hace ninguna madre con su hija… pero yo estaba tan caliente viendo como Jaime le mamaba la cuca a mi mamá… y pensar que de ese hoyo tan chiquito habíamos salidos mis hermanitos y yo… que rica se veía mi mamá tocándose esas grandes tetas… que rico era verlos mientras me metía dos dedos por la cuca y otro dentro del culo… ¡y esa verga!… se me hicieron agua mis dos bocas:
NILDA: Ay, no, papi… en el clítoris no… lo tengo muy sensible… ay, no… que rico me chupas, pero no… ay… papito… no te quiero ensuciar la boca con mis jugos… papito… no… eso no… no me metas tus dedos… ay… que mojada tengo mi cosita… esa lengua me va a matar… ay… no… más… sigue… no… el clítoris no…
JAIME: Ay, Nilda, que rica te sabe la panochita… se parece a la de Bitty… depiladita y bien cerradita…
NILDA: Ay… no… si… que rico… eres un degenerado igual que Hugo… ay… no me compares con mi propia… ay… hija… uf… agh… ay, no, ¿Qué estás haciendo? No, por favor, no… ay…
JAIME: Solo lamo tu culito… ¿Así te lo hacía don Nacho?
NILDA: Sí… así me lo hacía… pero él… ay… es mi marido… no… es muy pronto, papi… no… mi traserito no… mejor sigue por adelante… por favor… saca tu lengua de mi trasero… por favor… así… que rico… por adelante me gusta más… no… sí… que rico me chupas mi cosita… así… ay no…sí… que rico… me vengo… ay papito… me vengo en tu boca… ayyyyyyyyyyyyyy… que rico ¡Qué bárbaro eres! Mírate la cara toda mojada, que pena… uf… me dejaste muerta… ay…
JAIME: Es la primera vez que explotas en mi boca, que rico. Ahora cumple tu promesa.
NILDA: No, papi, es muy pronto para chupártela… no, no por favor… no…
JAIME: Bitty se la mamó a Hugo y era su primera vez… mámamela por favor… mira como me tienes…
NILDA: Yo si quiero… pero dame tiempo… Bitty lo hizo porque la juventud de ahora no tiene límites… ay, no, papi… no me la acerques a la boca… ay no… la tentación es mucha… papito… no, por favor, no… ay que rico te huele… ay… mejor solo te masturbo… ¿Sí?... ¿Te gusta cómo lo hago?...
JAIME: Sí, me gusta mucho, pero, pélame la verga.
NILDA: ¿Qué es eso?
JAIME: Que bajes el pellejito hasta que aparezca la cabeza de la pija…
NILDA: ¿Así, papi? Ya se te ve tu cabecita toda mojada. ¿Te gusta?
JAIME: Me pajeas delicioso… agh, que rico… pero necesito que me la mames… por favor mami… solo un ratito…
NILDA: Pero solo un ratito… agh… te huele a macho… ay… no… que rico pene… me encanta pasarte la lengua por la cabecita… ay… uf… y que ricos testículos tienes… ay… que rico chupártelos… ay… espérame, que se me fue un pelo agggggh… ya… mejor te sigo lamiendo la cabecita…
JAIME: No, mami, métete mi verga a la boca… ¡Mámamela!
NILDA: No seas tan obsceno, respétame… huy que cosota tienes… no me va a caber… bueno… lo voy a hacer… pero no creas que soy experta… espero no desilusionarte…
JAIME: Así, mami… que rico me chupas la cabeza… sigue… más… sigue metiéndotela… más adentro… más… trágatela toda… toda…
NILDA: Aghj… no puedo… ya te dije que no me cabe… la tienes muy grande... me ahogas… mira, ya me sacaste hasta las lágrimas…
JAIME: Prueba, mami, hazlo como Bitty se la chupó a Hugo, ella sí se la tragaba hasta los pelos.
NILDA: Pero la de Hugo es más chiquita que la tuya.
JAIME: ¿Con eso me quieres decir que a Hugo sí se la mamarías toda?
NILDA: No seas tan lujurioso, yo nunca me metería con ese chico… además las jovencitas de hoy tienen más experiencia que las viejas como yo ¿No crees?
JAIME: La Juventud de ahora lo prueban todo desde el principio… pero por favor no te digas vieja, vieja doña Tencha que ya tiene como sesenta años… tú, estás para comerte.
NILDA: Ya sé que quisiste decir otra cosa… no… ¿qué estás haciendo?... no… no papi… no…
JAIME: Hazme una rusa… házmela por favor…
NILDA: ¿Qué es eso?
JAIME: Esto que estamos haciendo… apriétate los pechos mientras yo me masturbo en medio de ellos… así… ay que rico…
NILDA: Esto nunca lo había hecho…
JAIME: ¿Te gusta?
NILDA: No sé… ay… no… más me gusta verte la cara… se nota que a ti te encanta… no… eres un degenerado sexual… no… ya… ya, por favor… no…
JAIME: Chúpamela un poquito… así, mami… así, que rico… la hago para atrás… abre la boquita, así… la hago para adelante… uf, así mami, que rica lengua tienes… uf… que rica rusa…
NILDA: Ay, no, que bárbaro, me vas a convertir en una mujer de la calle…
JAIME: Brincos diera porque fueras mi puta.
NILDA: ¡Jaime!... no me digas esas cosas… no, por favor… trátame como a la dama que soy… dime una cosa… ¿Por qué a los hombres les gusta que les digan que una es su prostituta?
JAIME: Esa pregunta te la voy a contestar en un segundo… abre las piernas… así mamita… que rica se te ve la cuquita mojadita y brillosa… Ay, que rico… tenía tantas ganas de metértela… lámete los pezones… así… ahora el otro… huy, me tienes muy caliente…
NIDIA: Ay… no… que rico siento… sí… dame… dame más… no… no, papi… ya no… eso de chuparme los pezones… ay… tampoco lo había hecho… no… no me la metas… no… ay… si… cuéntame pues… ay, no… toda no…
¿Por qué…? Ay… la siento hasta el ombligo… ay… no… ¿Por qué los hombres les gusta que una…?... Ay… la tienes muy grande…
JAIME: Que rico te mueves, mami… a los hombres nos gusta que nuestras mujeres nos digan que son nuestras putas… uf… porque… nos encanta que nos hablen sucio… que nos digan cochinadas… que gocen mientras nos las cogemos… por eso… me encantaría… que rica panochita… ay… me encantaría que un día fueras mi puta…
NIDIA: Eso jamás.
JAIME: ¿Entonces porque te mueves más cada vez que te digo puta?... así, Nidia… mueve ese culo… así… que rico…
NIDIA: …no… no me gusta… no… ay… que me digas eso… no… y no sé por qué me muevo más… ay… no… si… ay, no sé… que rico… ay, no me la metas toda… es que la tienes muy gruesa… ay… me duele… no… la tienes tan gruesa como la de Luis.
JAIME: ¡¿Ya te cogiste a tu yerno?!
NIDIA: No, bruto… ay… ¿Cómo crees?... ay… que rico… no… si… toda… métemela toda… no… es que Bitty… ay… que rico… es que ella me cuenta… ay, no… si… me cuenta como la tiene su marido… ay… más… más… la quiero toda… adentro… hasta adentro… no… lléname mi cosita… no… ay…
JAIME: Que rica estás… así… mueve el culito así… yo creí que estaba con una familia perversa… uf… tenía muchas ganas de cogerte… así… muévete más… ay… ¿Te gusta cómo te cojo?... ¿Te gusta mi verga?
NIDIA: Nooooooooooo, ay… no… dame más… ay, si, que rico… me voy a venir, ya, yaaa, estoy acabandooooooooooooooooooooooooo…
JAIME: Que rico te viniste… tengo la verga empapada de tus jugos… ahora viene el plato fuerte.
NIDIA: Que plato fuerte ni que nada… ay… sácamela… ay… me dejaste muerta… estoy agotada… no… no… ¿Qué estás haciendo?
JAIME: Te la quiero meter por el culito.
NIDIA: ¡No!, y ese NO, es de verdad, no, Jaime, por ahí no.
JAIME: No me digas que don Nacho no te ha dado por atrás.
NIDIA: Sí, pero él es mi marido y hace mucho que ni siquiera me da por adelante, no Jaime, eso no.
JAIME: Está bien, pero prométeme que la próxima vez me vas a dejar que te rompa el culo.
NIDIA: Eres un vulgar… no sé porque dudas de mis promesas… hoy te la chupé como te lo había prometido… así qué si hay próxima vez, te dejaré metérmela por atrás.
JAIME: Seguro habrá una próxima vez, aunque tenga que violarte… pero no me puedes dejar así… déjame terminar en tu boca.
NIDIA: No, Jaime, eso tampoco, ni a mi marido se lo he permitido, mejor te masturbo y te vienes en mis pechos, eso sí me gusta, ven colócate aquí… así papi… dame ese pene delicioso… ¿Te gusta cómo te masturbo?
JAIME: Me encanta, apriétame duro la verga con tu mano… así... chúpame las bolas… que rico me lo haces… pajéame más duro… más rápido… así… que rico… más… más… me vengo… me vengo mi putaaaaaaaaaaaaaaaaa.
NIDIA: Eres un patán… mira como me dejaste los pechos… empapados de leche calientita… bueno, es hora de que te vayas…
JAIME: Gracias, mami… me encantó que fueras mi puta.
NIDIA: Adiós, patán… mi patancito favorito.
Me metí rápidamente al baño para que no me vieran, jalé mi cepillo de pelo y me metí el mango por la cuca y mi cepillo de dientes por el culo, estaba tan caliente que bastaron unos cuantos puyones y me vine de una manera deliciosa… en eso me di cuenta que seguramente mi mamá se iba a bañar, así que salí presurosa a la calle oliendo a sexo, me escondí y vi salir a Jaime como si fuera un ladrón, como ya era hora de que mi marido y mi hija regresaran, los esperé para que mi mamá creyera que venía con ellos.
Mientras esperaba fantaseé con la verga de Jaime, que rica la tenía y además la plática me había puesto muy caliente… no sabía si meterme con Jaime, solo para demostrarle que no era una “mocosa” o si respetar que mi madre solo tenía una verga y yo cuatro, que golosa y puta me sentí. Bueno, tenía que planificar el día de mañana, llamé a Pablo, mi cuñado, y le dije que llegara a la casa a las 10 de la mañana, eso me daría tiempo para que Hugo me almorzara y Jorge me refaccionara… al rato apareció mi marido con mi hija, me preguntó por qué la había dejado con mi suegra, le dije que me llamaron de la clínica del pediatra para recoger el informe de la semana pasada, afortunadamente no me lo pidió, porque no hubiera sabido que decirle.
Cuando entramos mi mamá estaba recién bañada y con un humor de ángeles, hasta mi marido le preguntó que la tenía tan contenta y la muy mentirosa le dijo que hoy había sido un día bueno en la estética. Al terminar de cenar, acosté a la nena y me bañe, apestaba a mi cuca y culo, que bueno que nadie se dio cuenta, en eso entra Luis a ducharse conmigo, como cosa rara, traía la pija bien parada, lástima que dure tan poco, porque sería mi verga preferida, nos enjabonamos juntos, mientras lo hacíamos me contó que estaba molesto porque le habían hackeado su página de Facebook, le dije que lo entendía porque a mí hace unas semanas atrás también me la habían hackeado, claro, yo sabía que había sido él… Luis me pasaba la mano enjabonada por toda la raya de mi cuca hasta mi culo y yo con una mano le pajeaba la pija y con la otra le sobaba los huevos, no hubo besos ni caricias, ¿Así serán todos los matrimonios que llevan año y medio de casados?... me dio la vuelta de una manera brusca, me metió los dedos en el culo y luego me lo taladró con su gruesa verga, yo quería decirle cosas sucias, pero nunca lo había hecho con él, así que me mordí el labio inferior y a los pocos minutos me lleno de leche… me dejó caliente como siempre… esta cogida no la tenía planificada, así que, si todo salía bien, al final de la tarde de mañana, me habría cogido cuatro vergas diferentes en menos de 24 horas… Me encanta ser PUTA.