2 cita con Jose manuel segunda parte

Continuamos el lio

Mirian y yo nos subimos al dormitorio, es el único que hay, es muy grande, tiene una cama grande de matrimonio y un sofá cama a los pies de esta.

La ducha esta a un lado, independiente, grande solo la separa cristal transparente del dormitorio, lo único apartado es la zona del lavabo y el WC.

Mirian se dio crema por todo el cuerpo, yo la ayude con mucho mimo:

-        ¿cómo estas cariño? ¿bien? la susurre al oído.

-        Como venia el puto cerdo este, me ha dejado echa polvo, pero joder como me gusta, me encanta que me folle así. Me contesto mi mujer mientras me besaba.

Mirian se dispuso a descansar en la cama, se puso una camiseta larga unas braguitas de algodón cómodas, quería dormir un poco, yo hice lo mismo, pero me tumbe en el sofá, estaba claro que cuando subiera Jose Manuel reclamaría su sitio.

Tardo un buen rato en subir, estuvo hablando por teléfono sobre trabajo.

Al entrar a la habitación Mirian ya dormía boca abajo y yo casi estaba, pero su voz en tona alto nos despertó a los dos.

- Pero bueno, ¿a que estas jugando bonita?, me estas vacilando? ¿O es que ya has tenido bastante y quieres que me largue?, porque si es así ahora mismo me largo.

Miré a mi mujer atónito, quería ver su reacción ante la amenaza. Mi mujer adormilada con cara de susto y disgusto:

-        Jose no por favor por que dices eso? Solo me he dormido un poquito, estaba rota.

El mamon sonrió por su poder, se acerco a la cama y ordeno a mi mujer levantarse frente a él, muy pegada.

- Como me gustas zorra, levanta los brazos, y no los bajes.

Mirian obedeció y de un tirón le saco la camiseta, dejando sus divinas tetas al aire. Me lanzo la camiseta.

Me ponía a mil ver a mi mujer así de entregada a ese tipo, ella con su cuerpazo y el chocando su barriga contra en divino vientre de mi mujer.

La miro a la cara con deseo y empezó a jugar con sus pezones y tetas. Al segundo sobeteo y retorcida de pezones, Mirian cerro los ojos, gimió y se mordió el labio.

ZASS un brutal azote en la cadera que la hizo gritar la trajo de nuevo a la realidad.

- Si te vuelvo a ver en casa con ropa se acaba la fiesta, ¿te estas enterando?

La dijo agarrándola de la cara.

De un tirón la arranco las braguitas y también me las tiro.

- Ni un puto trapo si yo no te lo digo, ¿está claro?

Mirian con carita de niña buena le contesto:

-        Si Jose, no volverá a pasar, perdóname, ¿qué quieres que haga para que me perdones?

Jose Manuel, se aparto de ella, se puso a mi lado y me paso el brazo por encima en plan colega.

- Julito, ya ves macho, cuanto más buenas están y más chungas y difíciles parecen mas zorras y perras son. Pues de momento, estos días ya no soy Jose para ti soy SEÑOR y solo me vas a decir eso pero en cualquier sitio y situación.

- Lo tienes claro?

Mirian asintió con la cabeza y dijo:

-        Si mi Señor solo le llamaré SEÑOR.

Orgulloso de su actuación, se acerco a mi mujer la morreo, y como el líder de la casa me dijo:

-        Vamos a dormir un rato que la noche es joven y quiero disfrutarla, por el despertador a las 21 nos bajamos a cenar y Dios dirá luego.

Así hice, el se tumbo en la cama con mi mujer que se echo en su pecho. Los dos desnudos, yo desde mi punto de vista veía la disparidad de cuerpos y era de bestial.

También observaba como el pollon flácido pero enorme estaba apoyado en uno huevos enormes, daba miedo.

Me tumbé y me quedé dormido.

Sonó el despertador del móvil. Al abrir el ojo me sorprendí. No estaban en la cama.

Me levanté a buscarlos. Estaban abajo en el salón. Toda la ropa de mi mujer desparramada por mesas y sofá, y Jose Manuel diciendo: esto me vale, esto sí, esto no. Y esto para esta noche.

Era un vestido negro de tirantes muy ceñido y corto, me Mirian se ponía con shorts debajo, por no enseñar nada.

Al verme dijo:

- A coño chaval, baja estoy viendo como voy a llevar estos días a mi perrita por ahí.

Según lo decía agarró a Mirian por la cintura y girando la cabeza la morreo. A lo que ella respondió, como buena chica, agarrándole la cabeza para intensificar más el beso.

Jose Manuel paró el morreo y cogió una de sus bolsas de viajes. Saco una caja con un plug vibrador grande, dos botes de Durex lubricante grandes, unas vendas para los ojos, cintas para atar, ropa tipo pantimedias sin zona intima una en blanco y otra en negro, esposas de tela y dos cajas de condones grandes. Venia preparado para la guerra.

Mi mujer se sonrojó y miraba con sorpresa todo el arsenal. Jose Manuel sonrió de nuevo con cara de cabron y dijo:

- Se que no me vas a defraudar y vas a portarte como quiero a que sí.

Mirian se acercó a él y tocándole el capullo de la polla que le colgaba con una mano y el culo con la otra mano, mirándola de cerca a los ojos le dijo:

-        Nunca mi señor vas a conocer a ninguna mujer que desee tanto ser tuya.

Me quede de piedra, me subió un escalofrió que me empalme al instante, como la ponía este hijo de puta de cerda. El la agarro de la cabeza y mirándome a mí a los ojos para que no perdiera detalle la morreo con ansia. Apretándola del hombro la puso de rodillas. No tuvo que decir nada, mi mujer se puso a comer pollote, que también estaba poniéndose a tono rápido.

Cuando ya tenia la polla al máximo, la levanto del brazo. Mirian chorreaba flujo por las piernas. La aparto un poco de él y metiéndola dos dedos en el coño se los dio a chupar, cosa que mi mujer hizo con ansia.

Aparto de un manotazo las cosas de la mesa y la tumbo boca abajo, abriéndola las piernas. Mirian estaba deseando que se la follara.

Pero se fue al sofá, cogió el lubricante y el plug, la echo un buen chorro en la raja del culo. Mirian al notar el frio se estremeció.

Jose Manuel ya la conocía bien, cualquier roce con su coñito y se hubiera corrido sin querer, pero el actuó.

- Te voy a clavar esto en el culo ábretelo y lo vas a llevar toda la noche hasta que yo te diga, como se te ocurra correrte se acaba para ti la noche, ¿te enteras?

Mirian le busco con la mirada:

- Si SEÑOR, no me voy a correr, haga lo que deba.

Me tenía alucinado, conociéndola no confiaba yo que cumpliera su palabra, pero ella misma, yo ya no pintaba nada, era una super peli porno para mi todo.

Encarrilo en bicho a su culito y poco a poco se lo clavo entero. Dio Un respingo al tragárselo. La base era rojo diamante con brillo y luz. Si se agachaba se iba a ver segurísimo.

La levanto, mi mujer se deshacía, necesitaba correrse. Él lo sabía.

Hizo un gesto de duda, y mirándola allí de pie con las manitas atrás, sus muslos mojados, los ojos vidriosos suplicando sexo con la mirada. La ordena:

- Abre las piernas anda su puta, que no quiero ser tan cabron. Las manitas quietas atrás y sin moverte.

Cogió el mando del plug y empezó a darle vibración. Mirian se estremecia en espasmos. Respiraba super profundo y gemía. Jose manuel acelero la vibracion al máximo, mi mujer suplicaba…por favor SEÑOR por favor….

Acercó su manaza al coñito de mi mujer y de forma bruta la frotó con toda la mano.

Mi mujer grito SSIIIIIIII que se oyó en todo el palmar y empezó a escupir chorros y chorros como hasta ahora nunca había visto empapándole la mano y el suelo, cayendo de rodillas tras el brutal orgasmo.

Jose manuel reía a carcajadas, mientras la daba a chupar la mano mojada. Ella lo hacia a conciencia. Estaba claro que quería más.

Pero serenamente se aparto de ella y dijo:

- Venga a la ducha zorra y a vestirse que nos vamos, maquíllate bien, con los ojos negros, los labios rojos y el pelo suelto, aunque cógete una goma por si acaso.

Sin ninguna dilación obedecimos. Yo me duché primero, y dejé el sitio para mi mujer. Esperé a ver como se vestía Jose Manuel para no desentonar.

Se puso una bermuda de vestir y una camisa de manga corta larga que le tapaba por debajo del paquete para disimular que iba sin ropa interior. Se le marcaba completamente el pedazo de carne. Yo me vestí similar.

Jose manuel se bajó para debajo de nuevo a hablar por teléfono.

Mirian salió de la ducha, impregnada de aceite corporal, se secó, tranquilamente se maquilló, se puso unos pendientes de aro grandes, que la quedan de muerte, con el secador se dio forma al pelazo. La miraba y se me caía la baba, que buena está mi mujer joder. Ella en su mundo, de vez en cuando me miraba y sonreía, se tocaba de vez en cuando el plug para notarlo ahí.

Se levanto y se enfundó el vestido. Simplemente bestial, Estaba salvaje. Se calzo unas sandalias altas de cuña de esparto que la levantan aun mas si cabe el culo.

Los pezones marcados y ajustado como un guante, le llegaba justo por debajo del culo mas 5 dedos, pero estaba claro que al andar se subiría.

Se agacho delaten de mí y me dijo:

-        ¿Se ve el aparato? Con cara de risa y golfa.

-        Claro que se, su puta madre menuda luz lleva. Respondí.

Los dos reímos y nos bajamos para abajo.

Jose Manuel flipó cuando la vio:

- Que guapas vas zorrita mía, así me gusta, que seas el centro de atención donde vayamos.

Y agarrándola de la cachas del culo se la arrimo y la morreo con ansia.

La cogió de la mano y como si fueran pareja, salimos de la casa.

Bajamos por la carretera hacia la playa, decidimos no ir muy lejos, justa al final de la calle esta uno de los sitios que mas nos gustan de allí, El Gran Baba.

Entramos, y nos sentamos en una mesa de fuera, no tienen luz por lo tanto la discreción estaba asegurada relativamente.

Pedimos unas cervezas y cosas para cenar de picoteo. Durante la cena hablamos de cosas, digamos normales, como relajando la situación y sintiéndonos cómodos. Mirian hacia esfuerzos de vez en cunado en bajarse el vestido o colocarse de posturas menos exhibicionistas, peor la resulta complicado.

Tras comer pedimos unas copas, el local se estaba llenando para la actuación de un famoso dj y la gente ya nos rodeaba.

Decimos levantarnos y acercarnos mas al espectáculo.

Jose Manuel le dijo algo a mi mujer al oído y esta se acerco a el de espaldas. En la abrazo por detrás y las manos de ella estaban sobándole el rabo.

La empezó a comer la oreja y el cuello. El un momento del juego, Jose Manuel me miró, saco del bolsillo el mando del plug y me guiño un ojo.

Al encenderlo, Mirian dio un respingo y puso cara de sorpresa, al lado teníamos un grupo de chicos y chicas, ellos no perdían detalle y se dieron cuenta, ellas también cuchicheaban, mirándonos.

Mi mujer ya estaba en trance, ya solo la preocupaba correrse y gozar.

Jose Manuel la agarro de la barbilla por detrás y la metió la lengua en la oreja diciéndola algo. A la vez vi como con su mano izquierda la agarraba de un pezón fuerte y como la derecha se hacia ido al coño de mi mujer.

Suerte que hacia mucho ruido de música y no se veía casi nada, porque al meterla mano delante, Mirian empezó a temblar y correrse por la pata abajo, mojando de nuevo el suelo y temblando de gusto.

La tuvo que sujetar para que no se cayera. La dio la vuelta y empezaron a morrearse con frenesí.

Todo el mundo de nuestro alrededor se había dado cuenta de lo que pasaba.

Cogió a mi mujer de la cintura y se la llevo a la zona de mesas de nuevo a un rincón que había quedado libre. Yo me quede en la distancia mirando.

Él se sentó, ella se puso encima morreándole. Me acerqué a menos distancia, no me lo quería perder. La hizo levantarse, vi como discretamente se sacaba el pollon y dándola la vuelta la hizo sentarse encima como si nada pasara. Así ensartada el abrió las piernas para disimular un poco más, pero la cara de mi mujer era lo que mas se chivaba de la situación.

No se movían, solo estaba clavada y debía tener el vibrador a toda pastilla.

Me puse a su lado enfrente para disimular. Mirian con los ojos cerrados, gimiendo, y Jose Manuel diciéndola:

-        Así puta quieta, siente bien mi rabo dentro y como estas abierta por los dos agujeros. Córrete todas las veces que quieras hoy es tu día.

Mirian encadenaba un orgasmo con otro, la puta vibración y estar llena de carne, delante de tanta gente la volvía loca.

Jose Manuel se cansó quería mas marcha, pero sinceramente era demasiado cantoso allí y nos jugamos que nos llamaran la atención.

La cogió de la mano y se acercó a mí y me dijo:

- Vamos a la playa justo enfrente, en 5 minutos te bajas tú, ¿que estos que han estado mirando crean que eres un mirón y si alguno al ver que nos sigues te dice algo que se venga contigo ok?

Asentí con la cabeza no me quedaba otra. Los vi salir guarreando y sobándola delante de todo el mundo, que miraban perplejos y se daban codazos.

Sali hacia la puerta mirando como bajaban para el mar. Como bien sabia el cabron tres de los chicos del grupo se me acercaron y uno dijo:

-        ¿No veas no? Como esta la perica. ¿Seguro que es una puta, no es normal que un pibón así este con gañan como ese no?

Solo atiné a decir:

-        NO sabría que decirte hay tanta gente rara, creo que se la va a follar en la playa yo voy para allá a verlo.

No tuve que decir más, me puse rumbo a la playa y los tres tíos detrás de mí.

Baje hacia la orilla del mar, había luna llena osea que se veía casi perfectamente dentro de lo que la noche.

Los vi como a 300 m de pie morreándose.

Me acerqué hasta poder apreciar bien todo, Julio me miró, ya sabía que estábamos allí.

La puso de espaldas a nosotros, la quito el vestido y la abrió el culo con las manos mientras la morreaba.

El plug se veía como si fuera la luz de un faro rojo. Los tíos fliparon:

-        ¿Ostia tío has visto? Lleva algo en el ojete, que hija de puta

Jose Manuel con la mano nos hizo un gesto que nos acercáramos más y que estuviéramos callados.

Cuando estábamos a tres metros, se puso detrás de mi mujer y saco una de las vendas de ojos del bolsillo. Se la puso. La puso de lado, para que viéramos el espectáculo.

Puso a Mirian de rodillas, y con voz autoritaria dijo:

-        ¿Ya sabes zorra lo que tienes que hacer verdad?

Mirian se arrodillo y le dijo:

-        Si mi señor, obedecerle y hacerle gozar.

Se quito los pantalones y mi mujer empezó a mamarle el rabo con ansia.

Oíamos el vibrador del culo, Mirian estaba en trance continuo.

Entonces Jose manuel nos hizo un gesto para nos pajearamos y nos acercáramos más.

Con las pollas fuera nos acercamos. Jose Manuel miró con detalle a los tres tipos, pero hizo un gesto de desaprobación mirándome, de primeras no le entendí.

Agarró a mi mujer de la cabeza para para que parara la mamada y la dijo:

-        Tenemos visita, les voy a dejar que te toquen las tetas y se corran en ellas.

La levanto del suelo, el se tumbo boca arriba, y en cuclillas hizo que Mirian se clavara en el dándole la espalda y abriendo las piernas. Mi mujer empezó a cabalgar,

El mas lanzado se puso delante de ella pajeándose, la empezó a sobar y pellizcar las tetas. Esto excito aun mas a Mirian que con voz dulce dijo:

-        ¿Señor por favor me deja correrme?

- Claro que si putita mía, te he dicho que hoy eres libre es tu noche.

El tipo no aguantó más al oír al oír esto y empezó a escupir leche mientras la estrujaba una teta. Momento que mi mujer aprovecho para de nuevo correrse por la pata abajo.

Los otros dos siguieron la misma suerte, dos o tres golpes de paja y se vaciaron salpicando las tetas de mi mujer, que para entonces ya no sabia las veces que se había corrido.

Los tíos se despidieron con un gesto de ok a Jose Manuel. Que levanto a mi mujer de pie y la dijo:

- Ahora me toca a mi

La puso a cuatro en el suelo. Sin miramiento saco el plug y me lo dio diciendo me mira:

Tenía superdilatado el culo. Apunto el pollon que estaba brutal de gordo y sin miramientos se lo clavo entero hasta chocar sus huevos con su coño.

Mirian dio un grito brutal y sollozo un poco quejándose, pero el no tuvo piedad.

Empezó un bombeo brutal agarrándola fuerte del pelo y tarando de ella para metérsela toda.

El no dejaba de vocear:

- Toma rabo cerda, que puta eres, como te gusta que te reviente con mi polla como te gusta que te rompa verdad?

Entre sollozos, gemidos jadeos mi mujer contestó:

-        Reviéntame cabron soy tuya y tu eres mi señor, pero follame siempre por favor, dame más dame más.

Julio aumentaba el ritmo y lo bajaba, quería disfrutarlo al máximo. Con una mano palmeaba el coño de Mirian, que se corría incondicionalmente y sin tregua, la leche de los tíos le escurría por los pezones hasta el suelo. Era de las cosas más morbosas que habíamos hecho hasta entonces, y lo mas morboso que los tíos se habían corrido encima de ella y ella no sabría ni quien eran ellos y nosotros íbamos para 15 días allí.

Julio arrecio las embestidas y dándola un último pollazo profundo buzo como un buey y empezó a escupir leche dentro del malogrado ano de mi mujer.

Con Mirian tumbada en la arena al haberse echado el encima Julio de desclavo y poniéndose de pie la con la polla empapada en semen, la dijo:

- ¡¡¡Vamos!!!

Como un resorte Mirian se dio cuenta que se había despistado y corriendo se arrodillo y le limpio la pola hasta que esta se quedó flácida.

Con Mirada indiferente Jose manuel me miro y haciendo un gesto a mi mujer la dijo:

- Anda pajeale tu y que se corra, pero solo le pajeas.

Mi mujer obedeció, se puso frente a mi y con la cara de estar echa polvo y agotadísima, me guiño un ojo y como un adolescente me corrí al segundo golpe.

Que hijo de puta pensé ya no me deja ni tocarla ni que me la come.

- Vamos al agua a darnos un baño, ordeno.

Y nos metimos a bañarnos a quitarnos el sudor la arena y refrescarnos.

Salimos del agua que estaba bastante fría.

Mirian no hablaba mucho estaba rendida. Nos vestimos y nos fuimos de nuevo para la zona del gran baba.

Jose manuel dio una vuelta mas de tuerca a su perversión.

-        Agarra a tu mujer de la cintura que vea todo el mundo que es tu mujer y tu estate cariñosa con él.

Subimos hacia el local agarrados como novios, entramos de nuevo, seguía lleno. Suerte que ni rastro de los tres tipos de las pajas, pero si había gente que nos había visto antes, sobre todo camareros.

Nos pusimos en la barra a tomar otra copa, Mirian y yo de frente y Jose Manuel detrás de Mirian. Con poco disimulo la metía mano, para que los del alrededor lo vieran.

Pedimos dos rondas de chupitos. Mirian a pesar del cansancio se estaba volviendo a poner caliente, por el efecto del zorreo y el alcohol, eran ya las 00:00 de la noche. Y el ambiente del local estaba bajando.

Jose Manuel dijo de irnos, así que sin mas nos pusimos rumbo a casa.

Nada mas llegar, a casa Nos duchamos y nos metimos en la cama, estábamos los tres destruidos completamente. (continuara)