2 cita con Jose Manuel 3 parte
Seguimos narrando esos días de este verano
Tumbado en el sofá, a los pies de la cama, mirando a mi mujer entre los brazos de este tipo, no dejaba de preguntarme como podía mi perfecta mujer gozar tanto con él.
Estaba claro que además del rabazo, imagino que el instinto primitivo de hembra la hacía desearle, como si fueran animales y el fuera el gorila Alpha.
En esas estaba hasta que me dormí.
A las 09:00, me desperté, Jose Manuel estaba tumbado panza arriba roncando aún. Mi mujer no estaba, la sentí cacharrear en la cocina.
Bajé y nos abrazamos, besándonos.
- ¿Cómo estas cariño?, ¿lo estas gozando?, ¿alguna pega o algo? La pregunte.
Acercándose más a mí y con carita y gesto de niñita buena me respondió:
- NO mi amor, estoy muy bien, estoy gozando muchísimo, me encanta el rollo de este tío, es un toro y ver como estas tu todo el rato empalmado y la cara de vicio que tienes me pone más aún.
Estaba en pelotas, solo llevaba la camisa de Jose Manuel puesta encima abierta, me ponía verla así y me di cuenta que no era al único, ya que irrumpió Jose Manuel en la cocina apoyado en el quicio de la puerta diciendo:
- Así que te va mi rollo ¿no?, pues mira cómo se levanta tu toro.
Aparto la mano que hacía como de parapeto y nos mostró el rabo en plena erección.
- Como me pone verte con mi camisa así.
Se acerco a mi mujer y la beso con pasión, la subió al filo de la encimera, escupió un buen salivazo a la rajita de mi mujer y agarrándose el rabo se la fue clavando como si un cuchillo entrara en mantequilla.
Empezó a bombear como un animal, Mirian se agarró a su cuello para aguantar lo pollazos. Y sin mucho aguante este grito:
- Dios que coño más prieto, te lleno zorraaaa.
Y dando unas clavadas brutales hasta el fondo se vacío dentro de mi mujer.
Al sacársela manaban restos de leche y flujo vaginal de mi mujer que también se había pegado una buena corrida al sentir sus chorros dentro.
Mirian como siempre se arrodillo a limpiarle el pollon. El la miraba con lujuria, yo pajeandome no aguanté y también me corrí en mi mano.
Mi mujer insistía en la mamada quería más, quería ponérsela dura otra vez y seguir follando, pero Jose Manuel fue tajante:
- ¿Te acuerdas zorrita ayer que te dije que era tu día?, pues hoy es el mío. Que sea la última vez que te corres hoy sin que yo te de permiso. ¿Entendido?
Mi mujer arrodilla con la polla en la mano pegada a sus labios:
- Si señor, no me correré si no me da permiso y haré todo lo que me mande y diga sin titubear.
Jose Manuel la levantó del suelo y nos mandó a coger las cosas para la playa. Con la última declaración de mi mujer, resultado de su calentón puntual y de lo zorra que este cabron la volvía, había claudicado de nuevo a no tener voluntad sexual en las perversiones, fuesen las que fuesen, que a este se le pasaran por la cabeza.
Mientras mi mujer salía del aseo, Jose Manuel se me acercó en tono conciliador:
- ¿Como lo llevas macho? Bien por cómo te veo, ya lo estás viendo, no hay cosa que ella no me acepte, mientras sigamos así vamos de puta madre, no obstante, ya sabes si algo ves que nos pasamos nos los dices ¿ok?.
Y diciéndome esto me guiño un ojo, estaba claro que iba a hacer lo que le saliera de los huevos y si no me gustaba iba a dar igual.
Salimos de la casa, mi mujer iba delante, solo llevaba una camiseta larga mía sin nada debajo, Jose Manuel y yo atrás hablando un poco de cosas banales.
Al llegar a la playa tiramos hacia la derecha a la zona más naturista, en vez de a la orilla nos subimos para arriba y así evitar un poco a los paseantes y también la subida de la marea.
Montamos el chiringo con dos jarapas grandes y un pequeño contra techo para evitar si nos apetecía el sol y conservar un poco más el hielo de la neverita que Jose Manuel había traído.
Nos despelotamos los tres, teníamos bastante gente al rededor, apartados, pero bastante.
Mirian dio la crema a Jose Manuel y este de pie la embadurno sobándola bien por todas las partes incluido y coñito. Mi mujer empapada la corría una gota de flujo por el muslo.
Jose manuel la recogió con el dedo y se lo dio a chupar diciéndola:
- Como me gusta que seas tan puta y guarra ya me tienes otra vez ¨empalmao¨.
Mi mujer se dio la vuelta y le beso profundamente mientras la agarraba el tronco que ya estaba otra vez casi al 100x100.
Él se lo metió entre las piernas a modo de palo de escoba de bruja, el chapullon sobresalía por el culo de mi mujer.
Al cerrar las piernas, el inicio un mete y saca entre ellas, Mi mujer cerró los ojos se iba a correr, desde el polvo de la mañana estaba a 1000, Jose Manuel lo sabia y agarrándola un pezón con saña la dijo:
- Ojito zorra con no obedecer o lo vas a pasar muy mal.
Y apartándola de golpe la dio la vuelta y dándola un más que sonoro azote la dijo:
- Vete al agua, anda su zorra, a ver si te enfrías un poco, pero ven rápido.
Mirian obedeció y se fue a bañar. Los de alrededor la miraban, veían algo raro conmigo allí de espectador directo.
Me fijé que uno de los moros que venden por allí, no había quitado ojo de nosotros mientras enseñaba sus trapos a una pareja de al lado.
Cuando vio que mi mujer se iba al agua, se vino a hacia nosotros.
Le miramos diciéndole que no de lejos para que no perdiera el tiempo, pero con cara sonriente se nos acercó diciendo:
- Perdona amigo, pero tengo que decir una cosa, por favor no enfadéis conmigo, pero tengo que decir.
Nos miramos Jose Manuel y yo. Yo con cara de ¿qué dice? Y Jose Manuel con cara sonriente imaginándose algo.
No tenía mala pinta el tipo, iba con chilaba, de unos 30 años, con barba, pelo corto, cargado como un mulo de jarapas y toallas.
No era feo. Se le veía en forma.
- Venga, a ver qué vas a decir, pero ni te vamos a comprar nada, ni te vamos a cambiar a la mujer de este por cabras. Dijo de manera burlona Jose Manuel, lo que hizo que yo también diera una carcajada.
El moro hizo un gesto como diciendo ¿Cómo? , y luego me echo una sonrisa que no me gustó nada y soltó:
- Yo solo quería decir que yo muchos años en esta playa y que vosotros tenéis mucha suerte con mujer tan guapa, es la más extraña que necesita dos machos para ella, perdonar por favor si yo hablar así, pero es verdad.
El hijo de puta no se había cortado, sabia más o menos nuestro rollo, señal que no estaba vendiendo nada a los otros si no mirándonos a nosotros.
Jose Manuel se acercó a el de manera cómplice y le dijo:
- A ver morito, que estás diciendo, que es lo que tú te imaginas aquí… venga tranquilo, que crees tú que pasa aquí dime. Le dijo animándole a hablar en confianza.
Se hizo un silencio. Mirian irrumpió en el grupo, venia empapada con los pezones como piedras, saludo con un Holaaaa, y fue a coger una toalla. Jose Manuel se la quitó de las manos y cogiéndola de la muñeca la puso a mi lado enfrente de él y el moro.
Era la tentación de la carne en persona toda empapada allí de pie mirando atónita, pero excitada por la visita del tercero, fue a hacer un amago de pudor y poner una mano en su coñito, peor un SHHHHH EHH de Jose Manuel bastó para que entendiera que él la quería así.
El moro se la comía con los ojos, estaba flipando. Jose Manuel le saco del trance.
- Vamos coño que te he hecho una pregunta ¿contestas o te largas ya?
Sin quitarla ojo, dijo:
- Este es marido de ella como tú has dicho antes, que yo ya sabía antes también y tú eres macho de ella, porque marido con esa polla pequeña no da gusto a mujer tan buena y tú con polla como marroquí sí.
El Moro constaba una evidencia, yo desgraciadamente mirando como la miraba y con el morbo de tener a mi mujer desnuda delante de este tipo que la miraba tan suciamente y descarado, me estaba empalmando. El moro vio mi reacción sonrió y señalándomela miro a Jose Manuel y dijo:
- ¿ves amigo? Ni dura sirve para esta hembra.
Jose Manuel intervino:
- Que artista eres mamon, te has dado cuenta de toda la jugada en un minuto, pues ya ves, así es, este es el marido y ella es mi puta. Hace lo que yo quiero cuando quiero, como quiero y con quien quiero. ¿Nos es así esclava?
Mirian miro intensamente al moro y con tono directo contestó:
- Si mi amo, soy tuya y de quien tú quieras.
Mi mujer desde primera hora estaba con ganas de follar y esta situación de nuevo estaba claro que la ponía muchísimo y más viéndome a mi empalmado.
Jose Manuel puso su cara de cabron serio y dijo en tono fuerte:
Está claro colega que lo que quieres es follarla y le has echado pelotas al entrarnos jugándote dos ostias. Pero los tíos con cojones me gustan, así que te propongo lo siguiente:
primero nos enseñas la polla esa que dices que tenéis los marroquís y si es verdad, te dejo que la toques con un dedo el coño, pero solo con un dedo sin tocarla ni arrimarte más que con el dedo y si se corre igual te dejo follarla.
El moro flipaba, se le puso una sonrisa de oreja a oreja. Con palabras seguras dijo:
- Tu tranquilo jefe, yo sé que tu mandas aquí y yo sé que haciendo caso a ti a lo mejor me dejas a tu hembra un poco o quieres que te ayude a follarla más.
Sin más tiro los achiperres que le quedaban al suelo y sacándose la chilaba se quedó en pelotas completamente ya que no llevaba nada más.
No mentía el hijo de puta, un pollon circuncidado tan largo como el de Jose Manuel, pero algo más fino, en torno a 22 cm de polla de color negro oscura, más oscura que el resto de su piel, un abdomen marcado, muchas venas por todo el cuerpo incluido el rabo. Mirian se relamió, le gustaba el moro.
Este se acercó mirando lascivamente a mi mujer, apunto su mano derecha hacia el coño empapado de mi mujer. Este sonrió al notar tantísima humedad. Mirian se mordía el labio y con cara de sufrimiento miró a Jose Manuel para pedirle permiso para correrse. Este con un gesto serio se lo denegó.
El moro seguía muy suavemente con mucho mimo, mi mujer hacia terribles esfuerzos, sollozaba y se mordía muy fuerte los labios, pero el moro sabía lo que hacía, de repente la palmeo fuerte toda la raja, del tirón metió el dedo corazón hasta dentro y fuerte empezó a agitar toda la manos rozándola todas las partes del coño.
Mi mujer grito:
- Noooooo, por favor nooooooo, perdóname por favor perdonameeeeee.
Y a chorro vivo se corrió por las patas abajo salpicando todo lo que había a su alrededor.
El moro seguía fuerte viendo como ella no paraba de eyacular flujo y pis hasta que se le doblaron las piernas y cayo de rodillas ante él, que sonriendo feliz miro a Jose manuel diciéndole:
- Buena perra cristiana estas necesitan muchos machos jefe. Me llamo Hamid, por cierto.
Jose Manuel contesto:
- Muy Bien Hamid, veo que sabes. Yo soy Jose Manuel, pero si quieres jugar con nosotros para ti soy SEÑOR, y ella para ti es PERRA y su marido es Julio.
Mirian no quería levantar la mirada para mirar a Jose Manuel, pero estaba a escasos centímetros del pollon Hamid.
Jose Manuel prosiguió:
- Me has defraudado zorrita y lo sabes, y eso lleva un castigo, pensaba que eras solo mi zorra, pero cuando ves otro macho, tu coño se afloja y eso me dice no eres puta si no que eres puta en general, aunque yo sea tu amo, por lo tanto y como le has dado tu flujo a un extraño ahora aquí en la playa le vas a devolver el favor aquí al amigo Hamid.
A Hamid se le ilumino la cara, pero a mi zorra mujer más.
Jose Manuel prosiguió:
- ¿Quieres que te la coma o te la quieres follar?
Hamid levanto del suelo a Mirian y haciéndola girar sobre sí misma la magreo por todos sitios como el que soba género y dándole pollazos en la cadera contesto:
- Señor, yo muchos meses sin hembra, mi mujer en marruecos y yo no me toco, yo cuando follar necesito mucho tiempo por que correrme muchas veces sin para 4, 5 veces, mucha leche. Pero Señor si tú quieres yo vuelvo a la tarde y hago lo que me digas con la perra, ahora poco tiempo, yo tengo que entregar mercancía muy lejos.
Jose Manuel se quedó un rato pensativo, la jugada de Hamid le trastocó los planes inmediatos, así que se acercó a Mirian la puso de rodillas delante del moro y agarrándola del pelo la ordeno
- Abre la boca y cómesela, empléate a fondo zorra, que se corra rapidito a ver si es verdad lo de la leche o es un fantasma.
Mirian agarro el palo y se la comió entera, empezó a tragar rabo y a pajearle, el la agarraba del pelo para atragantarla se la clavaba hasta la tráquea, mirian escupía las babas que le provocaban ganas de vomitar.
El Moro grito algo en árabe y apartando a mi mujer empezó a escupir chorros y chorros en su cara y tetas. Era una fuente y con mucha presión. Las ultimas sacudidas se la volvió a meter en la boca y mi mujer obediente se recreó tragando y limpiando lo que quedaba dentro del pollon.
- Joder jefe que perra más buena tienes, por favor déjame que luego te ayude con ella mira que no miento mira mi polla.
Efectivamente el moro no mentía, el rabo seguía igual que el cemento no había bajado ni un milímetro.
Jose Manuel intervino: -
Zorra, vete al agua a enfriarte el coño y quitarte la leche. Mirian obedeció rauda.
Déjame tu móvil Hamid, me lo pienso y luego te digo algo, pero no es seguro ¿vale
Hamid suplico:
- Señor jefe, por favor toma, pero llámame por favor, yo hago caso a ti en todo lo que me digas con la puta, pero déjame ayudarte a follarla como una beba perra española.
Se vistió y se despidió cortésmente de nosotros. Al volver a la realidad, joder, la pareja de al lado no había perdido ojo de la movida y ella le estaba cascando un pajote al marido mientras este la hacia un dedo disimuladamente.
Mirian se recreaba en el agua, llevaba un calentón de cojones.
Cuando vino, decimos irnos a comer. Ya llegando a la zona de restaurantes, mirian se puso un pareo, para no dar tantísimo el cante, nosotros los bañadores, con las pollas morcillonas del calentón.
Durante la comida Jose manuel estuvo metiendo mano todo el rato a mi mujer y calentándola, tomamos vino y copas después de comer.
A las 18 nos fuimos para la casa, reímos mucho y guarreamos más.
La llevábamos en volandas por la calle, metiéndola mano los dos y morreándonos con ella, Jose Manuel, permitió bajar la tensión y dejarme participar para distender el ambiente.
Entramos en casa y nos sentamos en el jardín.
Jose Manuel trajo su maleta de juguetes.
Sacó un collar y esposas con un aro, una tita para unir eso y una mordaza con una bola.
Y poniéndose muy serio dijo:
- ¿Qué pensabas putita que se me iba a olvidar que me has dejado mal con el moro? Pues no cariño, ahora nos vamos a subir a echar la siesta, pero esta noche vas a sufrir por zorra, ven aquí.
Mirian puso cara de cordero degollado, se puso frente a él. Este de un tirón la quito el pareo dejándola en pelotas. Con un gesto la indicó que se pusiera de rodillas, así la puso el collar y la mordaza. La dio la vuelta y la puso las esposas, ato las dos cosas. La tumbo en la mesa. Me ordeno abrirla el culo. Cogió el plug anal, lo embadurno de Durex y se lo clavo sin piedad en el culito.
Se sentó dejando a mi mujer tumbada, y acercando el banco de jardín cogió los pies divinos de mi mujer y le dijo:
- Me encantan tus pies, tan cuidados y bien hechos, eres tan zorra que siempre me haces querer reventarte, y no me dejas disfrutar de otras cosas que me gustan de ti. Tócamela con los pies pajéame.
Mi mujer es experta en usarlos. Yo adoro los pies de mi mujer, se los grabo, me corro en ellos se los lamo y chupo, soy un fetichista de ellos, y acababa de descubrir que él también.
Mirian empezó a jugar con el pollon de Jose manuel, a este le encantaba. Había descubierto también una nueva habilidad de mi mujer.
La tienes bien enseñada so cabron, anda que me habíais dicho algo, joder que buena es esta zorra en todo. Dijo burlonamente.
Uf como sigas me corro y no es plan así puta. Increpó.
Se agarro el pollon y sin ninguna piedad se lo incrusto en el coño, la daba muy fuerte y al tiran de la cuerda la ahogaba.
- Como te corras tiro más fuerte, aguanta sin correrte hasta que yo te lo mande. Grito Jose Manuel.
Mirian sufría por aguantar el orgasmo y a la vez respiraba con dificultad por el collar y la bola, pero estaba claro que se correría sin querer de nuevo si no se concentraba.
Yo la miraba a los ojos y ella a mí, se le ponían blancos los cerraba, los abría como loca.
Hasta que el toro dijo: -
- Vamos zorraaaa córrete conmigo.
Y bramando de nuevo empezó a llenar a mi mujer de nuevo de leche mientras esta gritaba como podía disfrutando también un intensísimo orgasmo.
La leche corría por los muslos de mi mujer mezclados con flujos de todo tipo.
Ella se echó al suelo, él le quito la mordaza y como siempre Mirian hizo su labor.
Nada más acabar la volvió a poner la mordaza. La agarro del brazo y la llevo a la piscina.
Nunca la había visto así, esposada, inmóvil, con eso en la boca. La metió dentro, me pido esponja y jabón y allí mismo la lavó todo.
La saco del agua y nos subimos a la habitación. Allí la ordeno tumbarse. Íbamos a descansar para la noche y así hicimos. Él se tumbó con ella yo en mi sofá cama.
Vi como mi mujer cerraba los ojos con todo eso puesto, imagino intentando descansar.
Jose Manuel también intentaba dormir, mirándolos me dormí.
A las 22 me desperté. Mirian seguía en la cama, en el rato que me dormí, Jose Manuel le quito los trastos a mi mujer, que dormía plácidamente, no se si me perdí algo, pero si así fue, no hicieron ruido.
Me levante y me baje para abajo. Jose Manuel estaba tomándose una copa, hablaba por el móvil:
- Que siii joder tu subes la calle del Gran baba para arriba hasta el final y tuerces a la izquierda, la segunda casa de la derecha hay es, estaremos en el jardín tu pasa sin llamar, pero calladito y no aparezcas hasta la hora que te dicho, ¿entiendes?. Venga hasta luego.
Salí a la terraza, y nos saludamos. Me puso otra copa a mí. Llamó a mi mujer de una voz para que bajara. Mirian apareció al minuto.
- Venga que voy a preparar una barbacoa y cenamos aquí, hoy no salimos.
Los tres en pelotas, cenando, comimos bien y nos bebimos 3 botellas de vino y dos copas cada uno. Jose Manuel constantemente metiendo mano a mi mujer y morreándola con descaro a lo guarro, sobándola a gusto, calentándola. Ella también le metía mano, nos tenía con la polla dura todo el rato, estaba totalmente desinhibida por el alcohol.
De repente me dijo:
- Joder macho la verdad que mira que aguantas con la polla dura rato, esta vez lo vamos a hacer de otra forma.
Agarro a Mirian de la cintura, la puso frente a mí y la arrodillo.
- Cómele la polla a tu marido, quiero que se corra rápido y así disfrute más luego lo que te tengo preparado.
Mi mujer engullo mi polla, no tardé ni dos minutos en correrme en su boca.
Jose Manuel se rio diciendo:
- Joder no me extraña que me la tengas que entregar, vaya un flojo de los cojones que eres macho. Tráete las cosas de la habitación que esta puta ya ha estado suelta mucho rato
Subí a por las esposas etc. Cuando baje mi mujer estaba arrodillada mamándole el rabo. El la sujetaba la cabeza marcando el ritmo diciéndola:
- Así puta así, como te gusta comerte mi rabo, uno de verdad, vamos toda dentro así, vas a ser buena y vas a potarte bien con tu señor ¿verdad?, no vas a decir nada, pase lo que pase y haga lo que haga ¿verdad?.
Mi mujer asentía con la cabeza mientras no paraba de comer polla, pero el la paro y la dijo en voz alta DIMELO.
Mirian trago saliva y mirándole totalmente ida por el calentón tan brutal que tenía y la borrachera:
- Mi SEÑOR, soy tuya hazme lo quieras, yo solo quiero ser tuya y darte todo lo que tú quieras.
Se la volvió a meter en la boca acariciándola como a un perrillo y digo:
- Buena nena, ahora tómala toda putita, toma la leche de tu amo.
Y empezó a vaciarse en la boca de mi mujer que con dificultad tragaba esa cantidad de leche. Mirian se lo dejo limpio como siempre.
La puso de pie, el flujo la bajaba por la pierna abajo, su coño hinchado y rojo del calentón. La puso el collar y las esposas. La vendo los ojos.
Tendió una manta grande que había en la casa y encima las jarapas de la playa.
La puso de rodillas y la dijo:
- Ahora tu solo harás lo que yo te mande, solo obedecerás mi voz, te dejo que te corras cuanto quieras, pero ni un ay ni un mal gesto o saco una fusta y te doy con ella ¿entendido?
Mirian excitadísima por el morbazo sin saber que pasaría y todo lo demás respondió:
- Si mi SEÑOR solo tu voz.
Jose Manuel saco de su neceser una viagra y guiñándome el ojo se la tomo y me hizo un gesto de veras hoy.
Se acerco a Mirian, la daba a chupar su mano, la sobaba las tetas, jugaba con sus pezones, la quería caliente, muy caliente. En eso estábamos cuando por la puerta entró Hamid. Jose Manuel le hizo un gesto de que no hiciera ruido y de que no hablara.
Se acerco a él y le hablo oído. Hamid asintió. Se acerco a Mirian, allí de rodillas atada y vendada, tenia vía libre. Empezó por sus tetas, eran caricias bastas, las magreaba, la pellizcaba los pezones, haciéndola daño. Mi mujer cumplía sus ordenes no se quejaba, cuando le dolía se mordía los labios, cuando no suspiraba por que alguien la hiciera empezar a correrse.
Jose Manuel hizo un gesto para que Hamid se desnudara. Estaba empalmadisimo. Jose Manuel también, ya había hecho efecto la química, yo por suerte o desgracia también al verla así, ofrecida a un moro y un viejo gordo esperando la que la iban a dar esos dos cabrones con sus pollones.
Hamid se agarro el rabo y haciendo un gesto a Jose Manuel este ordeno a mi mujer:
- Abre la boca puta y mama como sabes.
El moro acerco solo la punta, y mi mujer se abalanzó sobre su rabo, ya sabia que no era el de Jose Manuel, pero chupo como posesa. El moro se iba a correr y no pudo aguantar callado:
- Señor, no aguanto tu puta chupa muy rico, ¿me corro señor?
Jose Manuel dio el juego del silencio por terminado diciéndole a mi mujer:
- Trágate toda la leche de Hamid que vea como tragan leche las zorras españolas.
El moro empezó a escupir pajeándose con cuidado para no echar nada fuera de la boca de mi mujer que con dificultad trago hasta la ultima gota engullendo todo lo que podía el oscuro y venoso rabo.
Como bien nos dijo, la polla de Hamid se mantenía igual de firme en la boca de mi mujer que seguía manado con ansia.
Jose Manuel intervino mandando al moro tumbarse boca arriba, ayudo a mi mujer a incorporarse, la coloco sobre el rabo de Hamid y la clavo. Mirian dijo un siiiiiii que se debió oír en todo El Palmar. -
- Cabalga putita mía, córrete como nunca lo hayas hecho.
Mi mujer empezó a vaciarse sobre la polla del moro que flipaba por como le estaba poniendo de flujo y el ritmo que llevaba, no dejándole ni marcar el ritmo de follaba, ella cabalgaba con toda su energía encanando orgasmo tras orgasmo. El moro no aguanto los envites de mi mujer y dijo:
- Señor esta perra hace que corra ya, ¿no pasa nada? ¿No se preña?
Jose Manuel dio una carcajada:
- Llénala tu tranquilo, aquí has venido a follártela por lo demás no te preocupes.
Y de nuevo Hamid se vacío por segunda vez en menos de 15 minutos en mi mujer, que esta como el mástil no cedía, tuvo un orgasmo de los muy intensos al notar el torrente de leche que el moro la había depositado dentro del coño y salía a borbotones mientras seguía cabalgando.
Jose Manuel se acercó por detrás, yo me cambié de ángulo. No me lo quería perder.
Empujo a mi mujer contra el pecho de Hamid, la saco el plug, y agarrándose el pollon entro a matar por el culito de mi mujer, que al sentirlo grito como si la estuvieran matando.
LA aventura no era fácil, Hamid no dejaba de meter y sacar lo que hacia que Jose Manuel tuviera dificultad.
- Abrázala cojones y clávasela entera y no te muevas.
Hamid abrazo fuerte a mi mujer y levanto la cadera del suelo para meterle toda su carne dentro. Jose Manuel abrió con las manazas el culo de mi mujer y echándose apoyándose en ellas entro hasta la empuñadora.
Mirian sollozaba y jadea, pero de nuevo me sorprendió, entre el sufrimiento de ir adaptándose a los dos pollones dentro, sobre todo al del viejo, Hamid la busco la boca para besarla de lado según la tenia y mi mujer se tiro a comerle y morrearle con deseo y desenfreno.
Jose Manuel vio la jugada y poniendo mala cara empezó a salir y entrar del culo dolorido de mi mujer.
Bufaba mientras la sodomizaba su sudor caía a chorros sobre mi mujer que se dejaba hacer, las embestidas de Jose Manuel nos le dejaban moverse así que seguían comiendo la boca como posesos.
Mi mujer empezó a gritar de nuevo:
- Mas por favor mas mi SEÑOR ROMPEME MASSS.
Y gritando de nuevo volvía correrse temblándola todo el cuerpo cayendo rendida encima de Hamid, que aprovecho para coger ritmo e ir al compas contrario de Jose Manuel cosa que de nuevo hizo a mi mujer reaccionar y decir:
- otra vez, otra vez, este es mejor, otra vez, así mi señor así folladme hijos de puta.
Se había desbocado, ahora era ella la quería marcar el ritmo, Jose Manuel la agarro las caderas y clavándosela entera se corrió entre bramidos. Hamid corrió la misma suerte y de nuevo inundo el coño de mi mujer mientras la comía la noca con ansia.
Jose Manuel se desclavo dejando un panorama desolador, el ano de mi mujer era un poema. Mirian se aparto a un lado de Hamid tumbada empapada en semen, flujo y sudores varios,
El moro estaba aún alucinado:
- Señor vaya perra mas buena, nunca he follado con una mujer así. Tan guapa tan buena y tan puta.
Jose Manuel no tenía muy buena cara, seguía con el pollon morcillón, aun con los síntomas de la viagra, yo la tenia que partía almendras y Hamid el muy cabron seguía empalmado como la primera vez.
Creo que ver a mi mujer a tope por primera vez le vino grande al estar entregada a otro.
- Vamos a darnos un bañito que aún queda noche Dijo, mientras le quitaba a mi mujer todos los complementos
Mirian se levantó dando un pico a Hamid y se fue para el agua, yo fui detrás. Hamid se puso en la orilla sentado con la polla como una piedra.
Jose Manuel hablaba con Mirian al oido, esta sonreía. Y en voz alta le contesto:
- Tu mandas mi señor si tu me los mandas yo obedezco.
Se salieron del agua, mi mujer se puso de rodillas y empezó a mamarle de nuevo el rabo, se en dos tragadas y chupadas ya estaba en máxima forma de nuevo.
Jose Manuel nos miró y dijo:
- Acercaros que nos la come a los tres a la vez.
Mi mujer era feliz allí de rodillas chupándonos las pollas le daban pollazos la hacían atragantarse, pero ella disfrutaba comiendo.
Jose Manuel se aparto un poco y la ordeno:
- Ven súbete encima.
Mirian se agarro de su cuello, la abrazo con sus piernas y se clavó en el mástil.
Cuando ya estuvo ensartada hasta el máximo, el abriéndola las cachas del culo del culo me ordeno:
- Julito sírvete, pero rapidito, que tu lechecita sirva de lubricante pata el rabo moro.
Me acoplé detrás y me hundí en le culo de mi mujer, el manejaba la situación, la dejaba inmóvil incrustada en su polla.
Mis metidas hacia efecto y con voz de niña buena Mirian dijo:
- Mi señor puedo correrme verdad, me dijiste que me dejabas por favor.
Con voz de padre consentidor la dijo:
- Claro que, si zorrita libérate, dándola un morreo mientras mi mujer decía un siiiiiii vaciándose sobre el mástil del viejo y chorreándole las piernas.
Yo me corrí con ella, al sacarla mi mujer apretó fuerte el ano y puso su mano para que no cayera nada, sabia que la que venia ahora no iba a ser tan fácil y quería tener cuanto más lubricante mejor.
Hamid no me dejo ni retirarme casi, cogió el palo, apunto y entro clavándose con ansia y diciendo:
Esto sí que me gusta, que estrecho es y como aprieta mi polla.
Yo no he follado nunca culo de mujer, este es primera vez y me gusta mas que coño, gracias SEÑOR jefe por déjame contigo.
Jose Manuel sonrió, Mirian se agarraba fuerte a su cuello, el moro estaba dándola muy duro, llegaba a sacarla entera y se la volvía clavar entera. Mirian empezaba a sentir que otra ola de orgasmos la venia. Y incumpliendo toda norma dijo:
- Jose por favor muéveme que me viene uno que me muero, mueve por favor Jose.
Jose Manuel entendió que ya no había juego, mi mujer era Mirian y él era Jose y había llegado el momento de dejar gozar a la hembra.
Empezó a moverla y a clavársela también con rabia y fuerza, por detrás Hamid hacia lo mismo.
Mirian grito un me viene con toda su fuerza y empezó a correrse como loca botando sobre Jose Manuel y con un brazo tratando de que Hamid la diera más.
Jose Manuel no aguanto mas y se vacío en lo mas hondo del coño de mi mujer.
Mirian se abrazó fuerte a él, recibiendo las embestidas de Hamid que no se corría.
Jose Manuel paro el polvo y bajo a Mirian y le dijo al moro:
- Venga dala, a ver si la revientas, que yo ya estoy fundido.
Jose Manuel se puso a mi lado agotado, a ver el espectáculo.
Hamid no se cortó, tenía vía libre, la apoyo contra la mesa con el culo en pompa y se la volvió a endiñar entera. Clavado la levanto el cuerpo y la digo,
- tócate perra, me gusta como hace tu cuerpo cuando te corres.
Y mi mujer recibiendo los pollazos del moro por el culo empezó a pajearse y como no podía ser de otra forma a correrse diciendo:
- Dios si más fuerte cabron más fuerte dame más.
Hamid se la clavaba de todas las formas posibles, por el culo, por el coño, volvía al culo, la sacudía sonoros y dolorosos azotes y agarrándola fuerte del pelo la giro la cara para buscar su boca, mi mujer saco la legua buscándole también y el mordiéndola la lengua dijo:
- Toma leche perra, disfruta de un macho marroquí.
Y clavándose hasta dentro y comiéndola la boca, en esa postura tan retorcida, se vacío dentro del culo de mi mujer, que al desclavarse se giró, se puso de rodillas y mirándole a los ojos con cara de muy zorra, le limpio la polla.
Jose Manuel volvió a hacer un gesto con la cabeza al ver eso, y dijo:
- Yo ya por hoy estoy servido. Me voy a la cama. ¿vosotros que hacéis?
Yo miré a mi mujer, y la dije con la cabeza un ¿Qué?. Y ella se levantándose dijo:
- Si yo creo que ya por hoy, ha estado bien, vámonos a la ducha y a la cama ¿no?
Hamid miró a Jose Manuel y me miro a mí como diciendo ¿y yo que hago?.
Jose Manuel dijo: -
- Hamid si queréis, por la hora que es que se quede en el salón, en el sofá y que mañana se vaya cuando le parezca.
Miré a Mirian a ver si me decía algo, asintió con la cabeza y le dije:
- Pues nada quédate esta noche y ya está, mañana cuando te parezca te vas y ya está.
Y así hicimos, nos fuimos duchando y hablando de todo un poco, ya si tanta tensión sexual nos metimos cada uno en nuestras camas.
(continuara)