2. Anécdotas… Un Poco Subidas De Tono.

Andrew: Su Segunda Paja // Luego de su experiencia con su hermano mayor, el deseo de repetirlo es intenso... luego de un gran día en DiverXity las ganas de masturbarse de nuevo salen a flote, pero... el final de esta parte ninguno se lo espera... menos Andrew.

NdA: Muchas gracias por leer y comentar el capitulo pasado, lo aprecio mucho, geniales los correos que recibí sumado a los consejos para mejorar el relato, si me piden respuesta gustoso lo hago, como dije antes si tienen preguntas pueden escribirme a mi correo o agregarme al Facebook disfruto conectarme con los lectores.

Ahora si… comenzamos.

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Martes 4, septiembre de 2001.

… ¡Vaya…! Acabo de masturbarme… y con ¡MI HERMANO!... fue algo genial, e intenso, después de que mi corazón no dejaba de latir tan rápido y mi cuerpo se estremecía con el toque de Matty… ahora me siento tan relajado en este momento… me pregunto ¿Cómo se sentirá él?... ¿Qué estará pensando? Lo que hicimos habrá estado… ¿bien?...

  • Mathew…

  • ¿Sí?...

  • ¿Cómo te sientes?

  • Mmm hasta ahora… un poco pegajoso… jajajaja – es verdad también me sentía así, el semen de ambos lo teníamos en nuestro pecho mientras nos abrazábamos, me levante y me senté de nuevo en sus piernas – qué tal si nos damos una buena ducha… generalmente uso el Kleenex de mi mesa de noche, pero… mejor nos duchamos.

  • ¿Juntos?...

  • Mmm claro, o ¿quieres ducharte en el “baño sagrado” de los viejos?

Y así era… para mamá que entremos a su baño equivalía a un castigo de “sin postre, sin T.V, sin consola, sin futbol, sin piscina” ¡por una semana!, aunque fue algo que nos buscamos Matty yo al entrar una vez y llenar la tina y gastar todas sus sales aromáticas, sus shampoos y acondicionadores, jabones de baño, incluso sus cremas de belleza, el resultado: fue un baño lleno de espuma de muchos colores manchando todo a su alrededor, incluso el techo, grave error que nos costó muy caro hace años.

  • No no, para nada… vamos – me levante de sus piernas y me di cuenta del dolor que tenía en las mías me estremecí ya que las tenía un poco dormidas. Algo en mi interior no me dejaba pensar claramente aun, y me inquietaba bastante saber la verdad – oye Matty, lo que hicimos… esta ¿bien?...

  • … Bueno… generalmente, dos hombres no se hacen la paja juntos, digamos que lo hacen para experimentar, y experimentar es bueno… esta noche tu y yo experimentamos, tu aprendiste a masturbarte y yo… bueno… ehhh te ayude a masturbarte Jajaja, ¿entiendes?

  • Si… - dije con la mirada baja.

  • Hey hey… no te aflijas, mientras mamá y papá no lo sepan todo está bien… es un secreto entre nosotros, ahora vamos a ducharnos.

Me paso su brazo por los hombros y fuimos directamente al baño, me sentía más tranquilo y más cuando el agua empezó a caer sobre nosotros y a quitarnos la suciedad que teníamos encima veía a mi hermano tallarse su pecho y yo hacía lo mismo – si… lo que hicimos no estuvo mal… es más, le pediré que mañana en la noche lo hagamos de nuevo… - me emocione bastante por lo que acababa de pensar, y una sonrisa se me escapó de pronto.

  • ¿Qué pasa, por qué sonríes así?

  • No… por nada, es que estoy feliz.

  • Jajajaja me alegro – decía mi hermano sobando sus bolas de nuevo, yo lo imite en ese movimiento, tomo un poco de shampoo y me lo echo en la cabeza – vamos a bañarnos de nuevo, es mejor así podremos dormir más cómodos.

  • Dale…

Seguimos en lo nuestro, ver a mi hermano cubierto de espuma y algunas veces acariciando su miembro me hacia volar mi imaginación, mi pene empezaba a ponerse un poco duro, cosa que no podía tapar, así que le di la espalda a mi hermano viendo hacia las baldosas del baño.

  • Mmm… apúrate Andy que no quiero que te enfermes – dándome una nalgada.

  • ¡Oye! Jajaja... – dije con un tono de falso enfado.

  • ¿Qué?...  – me respondió burlonamente – jajajaja.

  • No me des nalgadas, ya estoy grande para eso… - me di la vuelta para enfrentarlo, y evitar que me diese otra nalgada.

  • Si… - afirmo tocándome el pene que ya tenía una leve erección, estaba morcillón – y también estas grande para esto Jajaja… - empezó a friccionar mi pene un poco, mis rodillas flaquearon, y me sostuve de su pecho, mi única respuesta fue  tomar su pene y hacerlo mismo - ¡oye, oye! Jajaja.

Mientras lo hacíamos nuestros penes ya estaban completamente erectos. Nos quedamos quietos un rato mirándonos, el único ruido que se escuchaba era el agua de la ducha correr, mi hermano soltó mi pene con una leve caricia, lo que origino que gimiera muy bajo.

  • Ahhh – mis piernas volvieron a flaquear y solté el pene de mi hermano de la misma forma y me sostuve fuertemente a él – estoy caliente de nuevo… pero no quiero hacer nada, estoy cansado – me dijo cerca de mi hombro.

  • Sí, yo también, tengo mucho sueño.

Mathew cerró la llave de la ducha y salimos, nos empezamos a secar entre nosotros, nuestras erecciones habían bajado, él estaba en lo cierto ninguno de los dos tenía ganas de hacer nada más. Era claro que iba a dormir como un bebé esta noche. Fuimos al cuarto a recoger la ropa que había dejado en el piso, cuando mi hermano se coloco el bóxer y yo me acomodaba mi camiseta Tony toco la puerta, tenia lagrimas en sus ojos.

  • Tony… peque ¿qué paso? – Matty fue directo a abrazarlo y cargarlo en sus brazos.

  • Tuve una p-pesadilla… y m-mamá no está… ¡QUIERO A MAMÁ! ¡LA EXTRAÑO MUCHO!

  • Yaaa yaaa… shhh.

  • Tony aquí estamos nosotros, no estás solo, yo también extraño a mamá y papá pero sé que cuando regresen volverá a ser todo como antes, siempre es así ¿recuerdas? – yo siempre trataba de consolar a mi hermano pequeño con esas palabras, pero sé que había una sola forma para que dejase de llorar.

  • Siii… pero los extraño mucho.

  • Mmm ya se… ¿por qué no vamos a la cocina y picamos la torta de chocolate que nos dejó la Sra. Teresa?

  • ¡Mmm!... ¡Sí, que rico! – ¡AJA!... siempre funcionaba.

Bajamos a la cocina y picamos tres pedazos de torta de chocolate con cubierta de chocolate rellena de chocolate y además con chispas… de chocolate, como nos encanta a todos. Después de una segunda ración a petición del público subimos a las habitaciones.

  • ¿Quieres que duerma contigo?

  • Si, gracias Andy…

  • Bueno yo en verdad estoy que caigo… buena noches enanos, Andy… gracias – decía picándome un ojo y cerrando la puerta rápido.

  • … Gracias a ti… - le respondí por lo bajo. Entre a la habitación de Tony y vi que una pelota de Pokémon iba directo a la pared - ¿qué paso vale, que te hizo la pokebola?

  • Nada… estoy molesto.

  • ¿Y ahora qué? – dije volteando los ojos.

  • Es que… es que no puedo vencer a Lance… ¡ya van 100 veces y no puedo pasar la Liga! – decía, exagerando.

Me lancé en la cama y vi que tenía su GameBoy Advance encendido, presione el botón de “start” y tecle hasta llegar a lo que quería.

  • ¿Pero cómo vas a vencerlo si no tienes Pokémon tipo hielo?, los tipo dragón son débiles contra el hielo, necesitas tal vez a un Lapras y que sepa rayo de hielo y ventisca – lo dije sin pensar… – en verdad debería dejar esta niñería de Pokémon.

  • Mmm ¿en serio?... y ¿Dónde lo consigo?

  • … Bueno, tienes mi GameBoy por aquí guardado… allí yo tenía un Lapras intercámbialo y ya.

  • Ok ok, si si… gracias Andy.

  • Anda ya métete a la cama que vamos a dormir, recuerda que mañana vamos a DiverXity.

Tony no puso queja y se acostó y me abrazo, yo mismo nos arrope con la sabana, pensando en que mañana haría un buen día, hasta podríamos ir al cine, y si las cosas salen bien, la noche también prometía un buen final como hoy.

---*---

… Estaba en la habitación de Matty en su cama… abría mis ojos y me sorprendí por lo que vi, la imagen de Sabrina, la novia de mi hermano, desnuda gateando hacia mí, con su piel morena sus enormes pechos y sus ojos oscuros y su pelo rizado, me di cuenta también que yo estaba desnudo… aunque… no era mi cuerpo, “yo” ahora era más grande y mi pene erecto, enorme y más desarrollado, hice lo que más deseaba la empecé a besar y a acariciar su cuerpo, mi mano iba directamente hacia su vagina, pero luego algo la aparto de mi bruscamente.

- No no no hermanito… ella es mía -  Matty estaba detrás de ella tomándola por los pelos y comenzó a besarla con fiereza, pegándose por detrás y tomando sus tetas con sus manos y apretándolas, estaba usándola como él quería.

- Y-yo también quiero – estaba muy nervioso viendo a mi hermano en esa faceta de macho quería saber hasta donde quería llegar.

- Si… ¿quieres?... mmm dale putita, complace a mi hermanito, se lo merece… nos lo merecemos…

La agachó un poco haciendo que Sabrina empezara a descender por mi pecho hasta llegar a mi pene el cual empezó a chupar haciéndome gemir de sobremanera solamente tenía la cabeza de mi pene dentro de su boca mientras que con sus manos me masturbaba y acariciaba mis bolas, en ese momento Matty penetro a Sabrina y comenzó a cojerla salvajemente, nuestras miradas se conectaban y sonreímos con malicia, coloque mis manos detrás de mi cabeza y disfrutar del momento para que luego, Matty levantase a su novia y comenzase a acostarse encima de mi… el peso de sus cuerpos me provocaba mas excitación, me apoye en mis codos y veía su bello rostro acercarse a mí, nos dimos un corto beso, y luego ella beso a Matty.

Tener a mi hermano penetrando a su novia encima de mi era una sensación demasiado fuerte sentía una presión en mi pecho que no podía calmar, esa presión aumento cuando Matty dejo de besar a Sabrina y se acerco a mi… me beso calmadamente, quería gritar para liberar todo lo que sentía, pronto me di cuenta que Sabrina ya no estaba, solo estábamos él y yo besándonos y acariciando nuestros cuerpos desnudos, comenzó a besar mi cuello, yo sonreía y moví mi cabeza para darle más acceso a el, hice lo mismo, desesperado besaba y mordía su clavícula haciéndolo estremecerse, pasaba mis manos por su espalda, de un momento a otro rodábamos por la cama estaba encima de él acariciando su pene haciéndole una paja intensa, mientras él apretaba mi culo, gemíamos felices, deje su pene por un momento y fui subiendo tocando su pecho… sus hombros… su cuello… hasta finalmente acariciar suavemente su rostro y darle otro beso mas.

- Te quiero mucho Matty…

- Y yo a ti enano – me beso de nuevo.

Un fuerte abrazo nos llenaba empezamos a reírnos y a rodar por la cama hasta que…

  • …¡Hay mierda!... ¿q-que paso? – de repente estaba en el suelo, pero no en el cuarto de Matty, si no en el de Tony... – fue un sueño… ¡auch! – aun seguía con la cara en el frio suelo.

  • Andy… ¿estás bien?... te pegaste muy duro… - me preguntó mi hermanito asomado desde la cama.

  • Ammm… sí, creo que estoy bien… ¡auch!... – en verdad me dolía el cuello, me senté en el piso y empecé a sobarme un poco… - que sueño… Ufff que intenso, pero eso que soñé… no debe estar bien, los hermanos no hacen eso – pensé tratando de recordar lo que había soñado hace unos segundos…

  • Oye Andy… ¡ya pase la Liga!, ¡por fin vencí a Lance! – me dijo Tony con una sonrisa victoriosa.

  • Hey que bueno, felicidades… Mmm… voy al baño.

Mi entusiasmo por la “victoria” de mi hermano no podía con la sensación de confusión que sentía para ese momento sumado al terrible dolor de cuello que tenía por la caída – simplemente patético cayéndome de la cama ¿Qué tenia, 3 años? – fui directo al baño para encontrarme con el pene de Matty siendo sacudido y guardado en su bóxer.

  • ¡Buenos días enano! – me saludaba felizmente mi hermano pasando su mano por mi cabeza despeinándome aun mas – ¿Qué te pasa? Y esa cara ¿te duele algo?

  • Me caí de la cama de Tony… y me duele el cuello.

  • ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!... ¿TE CAISTE DE LA CAMA?... ¡SI ERES BEBÉ! Jajajajajaja – mi cara seria y el hecho de que me estuviera sobando el cuello fue lo que hizo que Matty se preocupara por mi – bueno bueno, tranquilo, déjame ver qué puedo hacer – abrió un estante que teníamos en el baño y busco en el botiquín lo que necesitaba – … Mmm… esto y esto – me dio una pastilla que reconocí rápidamente que era para el dolor muscular y saco el Dencorub – déjame a mi – empezó a echar la crema en todo el cuello dándome un suave masaje que agradecí bastante… papá estaba equivocado completamente, Mathew es un buen chico, serio y responsable – ¿ya mejor?

  • Si… gracias – le respondí con una leve sonrisa, la cual él contestó también.

  • Bueno, baja y tómate esa pastilla y esta noche antes de dormir te tomas otra, solo si te sigue doliendo.

  • De acuerdo Doctor Mathew jajajaja.

Bajamos al comedor y saludamos a Sra. Teresa y a su hija Rosita que ya nos tenían el desayuno en la mesa.

  • ¡Tony baja, a desayunar!

  • Mmm… Andy no grites en la mesa, Rosita podrías ayudar a bajar a Tony.

  • Si, por supuesto, joven – dijo solicita la chica y subió las escaleras.

Mientras esperábamos que Tony se dignase a bajar, estuvimos hablando con la Sra. Teresa de cómo hicieron hoy para llegar hasta la casa, que en el metro, en la mañana eran unos salvajes – nada como ustedes jóvenes – había dicho la Sra. Teresa, aunque internamente siempre he pensado que su trabajo también incluía adularnos un poco, era triste, pero cierto. Cuando por fin Tony bajo empezamos a comer los huevos con bacon y pan tostado.

  • Buen provecho – dijimos los 5 al mismo tiempo.

  • Vamos a ir a DiverXity, ¿no? … ¡LO PROMETISTE!

  • Tony no grites en la mesa… y anoche te dije que si iríamos, pero son… las 8:00 am… todo está cerrado a esta hora… iremos después de almorzar.

  • Ammm… podríamos ir al cine también, quiero ver “Scary Movie 2” ya algunos chicos la vieron, me dijeron que estaba buena…

  • Mmm no se… recuerda que el peque también va… no creo que sea una película para niños.

  • ¡Pero es una comedia! Y lo sabes… - dije, en verdad quería ver esa película, casi me orino de la risa con la primera.

  • Andy… seguramente habrán escenas no aptas para niños de 6 años… aunque sea una comedia.

  • Yo quiero ir al cine también… - mi sonrisa de victoria fue perfecta, sabía que hablar en la mesa con Tony del cine haría que se cumpliese más rápido mi capricho, ya que si le decía que no… bueno todo iba a terminar mal.

  • No vamos a ir al cine, no hay dinero – mentía.

  • ¿Dónde hay?

  • No hay… come y calla… - corto Matty molesto por plantarle esa idea a mi hermanito en su cabeza.

Unas lágrimas asomaron en los ojos de Tony y me moleste por cómo le hablo… aunque en realidad todo era mi culpa… - bien hecho Andrew – me culpe mentalmente.

  • Discúlpate… – dije serio.

  • Come y calla… – fue la respuesta de Matty, para ese momento la Sra. Teresa y Rosita se fueron rápido del comedor, no les gustaba andar cerca cuando habían discusiones de ningún tipo.

  • No seas así conmigo, discúlpate con el peque… míralo como esta – a decir verdad, Tony había hecho lo que le dijo Matty, siguió comiendo en silencio, pero aun lloraba, el fuerte sonido de sus cubiertos sonando contra el plato, fue lo que nos hizo respingar de miedo, lo que siguió fue a mi hermano taparse la cara con una mano.

  • … peque… no llores, la película que quiere ver Andrew es de miedo, Scary es miedo… do you remember?, esas películas no me gustan, me dan pesadillas, a él si porque es un masoquista – decía señalándome – no quise hablarte así, discúlpame ¿sí? – Matty se levanto y se puso de rodillas cerca de él limpiando su mejilla.

- Yes… i remember... – contesto mi hermanito en perfecto inglés – y Andy es “ maskista ”… pero si vamos a DiverXity, ¿no?

  • Claro… y vamos a comprar muchas galletas, de esas que te gustan… Jajaja

No podía hacer otra cosa más que sonreír, ya todo se soluciono, y al parecer era un “maskista”… jajajaja igual, trataría de convencer luego a Matty sin la compañía de Tony obviamente… y le diría a Richard, Arturo y Manuel… también para ir a verla.

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Luego del desayuno no paso nada interesante, estuve viendo televisión un rato en la sala mientras veía como Rosita hacia la limpieza de la casa, cuando por fin estuvo el almuerzo listo, comí solo un poco – ya que no me gusta salir con el estomago lleno de casa – me prepare para ir al Sambil, me puse un simple jean y una franela Adidas unicolor azul y finalmente mis zapatos deportivos Nike blancos, Tony – ayudado por Matty claro – se vistió con un mono deportivo y una franela verde con una imagen de un ninja y los mismos zapatos Nike. Y Matty estaba vestido con un jean negro y una camisa blanca y líneas grises y unos mocasines negros, además de que tuvo el detalle de colocarse una colonia “Bottled” de Hugo Boss.

  • ¿Y esa colonia?...  – pregunte rápido.

  • Mmm… uno tiene que oler bien, ¿no crees? – dijo pensándolo un poco y echándome también a mí.

  • Oye oye…

  • Jajajaja, ven Tony, así vas a oler rico… – le echo unos toques a mi hermanito.

  • Jajajaj me mojaste.

  • Jajajaja pero en serio, ¿por qué la colonia?, es raro que te la pongas.

  • Mmm… bueno ya… le dije a Sabrina para ir… jajajaja y quiero verme… y oler bien, no les molesta ¿verdad?...  – decía con una sonrisa de disculpa… cuando escuche su nombre recordé mi sueño y me sonroje bastante, pude disimular muy poco mi sorpresa.

  • No, ella es buena conmigo.

  • Si… ok, que venga – dije con la mirada baja.

  • Es que no quiero estar con ustedes dos solo en ese centro comercial. Sabes que es demasiado grande. Y se pueden perder… si va ella cada uno vigila a uno – allí estaba, serio y responsable de nuevo, pensé de mala gana.

  • No pasa nada… que venga – no entendía por qué no se conformaba con mi respuesta.

  • Bueno… Tony ponte el suéter que vamos tarde – el peque se puso un pequeño suéter verde con líneas negras, y salió corriendo a la entrada.

---*---

Era una suerte que Sabrina viviera a unas cuantas calles de nuestra casa, salimos a buscarla, pero cuando llegamos aun se estaba peinando y dándole más volumen a su pelo – jajajaja era muy divertido ver como movía su cabeza de un lado para otro para peinarse – cuando estuvo lista, le dio un beso a Matty y luego un gran abrazo a Tony yo mientras la saludaba desde lejos, no entendía por qué yo actuaba así y si mi hermano lo notó no dijo nada – tal vez eran… ¿celos? –… ella también era muy buena conmigo, hasta me saludaba y se quedaba hablando conmigo un rato en algunos recreos.

La mejor idea para trasportarnos hacia el centro comercial fue irnos en taxi, fue rápido y seguro. Al llegar fuimos paseando un rato viendo entre los escaparates de algunas pocas tiendas – ya que la mayoría aun estaban en remodelación con el anuncio de que iban a abrir pronto –. Vi un par de zapatos que me gustaban bastante, pero al no estar papá aquí no pude comprarlos y me quede con las ganas de usarlos. Sabrina se paraba de tienda en tienda viendo algunas camisas, pantalones y hasta bolsos – nos reíamos bastante del detalle de que posara igual que los maniquíes – pensando cómo se vería con ellos puestos.

Subimos hasta un nivel más y llegamos a un acuario disfrutando de los peces que habían allí, me aburría un poco ya quería llegar a DiverXity y jugar en las maquinitas, pero Tony veía esto como el mejor paseo de su vida pegando la cara al vidrio y asustándose por el mini-tiburón que se acerco a él.

Por fin llegamos a nuestro destino, pagando la entrada y recargando la tarjeta de cada uno a 5.000 Bs. me separe un rato de ellos tres y fui a cambiar el dinero de la tarjeta, necesitaba fichas.

Subí a mi juego favorito de carreras, un chico moreno, un poco alto y pelón se monto al mismo tiempo que yo y me miro con desafío, empezamos a correr y al poco tiempo le pedí la revancha, el chico era bueno pero quería demostrarle que yo lo era más, otros chicos se quedaron viendo alrededor gritando apoyando a cada uno, finalmente gane la segunda… - la tercera es la vencida -  le dije rápido. El acepto y propuso competir en una de las pistas más difíciles y con más curvas, lo repito el desgraciado era bueno, pero también un tramposo a la segunda curva, choco mi carro haciendo salirme del camino... – maldito – pero igualmente cuando iba llegando a la meta su volante fallo dando vueltas por la vía, y como resultado una victoria “limpia” para mí – jajajaja eso fue un golpe de suerte – le dije, el chico golpeo su volante con furia y luego me miro me prepare por si se me lanzaba encima pero luego empezó a reírse – si… que ladilla – me respondió, al final fuimos juntos hacia otro juego, al parecer había encontrado alguien para competir hoy, jugábamos en cada juego que había, mesa de hockey, básquet, bolos, golpeábamos a los castores, pinball etc. Al final juntamos entre los dos como 70 tickets, cuando fuimos a cambiarlos fue una decepción ya que nos lo intercambiaron por unos inútiles – y dolorosos – colmillos de vampiro.

  • Jajajajaja que patético, ¿cuándo nos ganaremos unos de esos video juegos? – empezó a decir mi “amigo”.

  • ¿O uno de esos peluches gigantes?

  • Necesitan por lo menos unos 1500 tickets para el video juego, lo siento – nos decía la que despachaba el mostrador aunque su cara para nada era de lastima.

  • Bueno… tengo que irme ya, un placer ehhh…

  • Andrew… - dije tendiendo mi mano – jajajaja.

  • Jajajaja, soy Mauro.

  • Un placer… bueno nos veremos.

  • Jajaja claro, algún día.

Sabrina llego colocando sus manos en mis hombros.

  • ¿Quién era?

  • Ehhh Mauro… lo conocí aquí.

  • Que bueno. Matty te busca, vamos a subirnos al gusanito.

  • Jajajaja ok, vamos.

Salimos a la terraza, cuando llegamos ya Tony estaba impaciente por montarse. ¡Era genial!, siempre amé las montañas rusas, incluso una vez, más pequeño aun cuando fui a “Bimbolandia” y por una falla eléctrica me quede atascado una hora… aun así fue divertido  lo que nunca me ha gustado son las ruedas de la fortuna subir y bajar en circulo… – no es lo mío, me aburro bastante – fuimos al inicio de la cola y nos subimos al carro. Matty y Tony se fueron al frente mientras Sabrina y yo nos colocamos detrás de ellos. Ambos estábamos un poco nerviosos, pero por distintas razones, trate de olvidar mi sueño de nuevo y me concentre de disfrutar del paseo, cada curva y bajada que hacia gritaba feliz levantando mis brazos, al igual que mi hermanos, ella no se veía muy bien que digamos, cuando bajamos del gusanito los tres estábamos muy felices pero, una Sabrina pálida se sentó en la banca.

  • Amor… ¿estás bien?

  • Si… si… solo necesito aire…

  • Creo que subirnos ahora a el pulpo no es una buena idea entonces – ella peló los ojos rápidamente y yo no pude aguantar la risa.

  • ¡Jajajajaja!

Tony salió corriendo soltando la mano de Matty, yo rápidamente fui tras él para alcanzarlo.

  • Ufff… ¡Oye peque! No te sueltes así.

  • ¡Quiero chicle! – me decía señalando una maquina de una bola gigante trasparente con amarillo sostenida por un tubo de igual de transparente, en su interior se venía diferentes peloticas de colores.

  • Ehhh eso no es chicle, son peloticas, mira – inserté dos monedas que aun me quedaban y gire la perilla dos veces. Y la pelotica de goma azul con blanco bajo rodando y dando vueltas por el tubo hasta que salió por abajo, cuando tome la pelota la bote un par de veces, se la di – no te la metas en la boca.

  • Ok… cool

  • la boto otra vez y se la metió en el bolsillo.

  • Coño Tony no te me sueltes así… no me gusta – llegaba Matty con una Sabrina ahora de vuelta con su color natural.

- Sorry...

Sabrina se alejo un poco señalando la máquina de peluches, era obvio que Matty iba a demostrar sus “habilidades” para sacar uno de la maquina, lo que me sorprendió fue que no saco uno… si no siete peluches donde uno que parecía un dragón se lo dio a Tony, y a mí me dio un perrito negro que lo coloqué en mi hombro, y Sabrina tomo los otros cinco: una carita feliz, un corazón, una gota de agua y dos osos idénticos.

  • Bueno son las 5:00 pm ya, ¿Qué hacemos?... – dije viendo mi reloj.

  • ¡Galletas, galletas! – casi se me olvidaban… teníamos que comprar las galletas que prometimos.

  • ¿Galletas? – pregunto Sabrina extrañada.

  • Si… se lo prometí a Tony… las de “chip-a-cookie” son sus favoritas jajajaja.

  • ¡¡¡Ayyy, siii!!! Son buenísimas, mis favoritas son las de “festival”... ¡vamos TONY!... ¡VAMOS!

Bajamos al nivel de la feria que estaba full, Matty subió a Tony a sus hombros, para evitar que se le escapara de nuevo y mantenerlo seguro, cuando por fin llegamos al puesto de galletas gastamos casi 30.000 Bs. comprando las que nos gustaban a cada uno. Decidimos que lo mejor sería llegar a casa y comerlas allí. Así que salimos del centro comercial que estaba a reventar y tomamos otro taxi para ir a casa.

Por fin llegamos justo a las 6:00 pm por la cola que había, yo me sentía un poco cansado pero igualmente nos sentamos en la sala para hablar del día de hoy – bueno, lo menos que hicimos fue eso – Tony subió rápido con una bolsa de galletas a jugar mientras yo veía un poco de televisión. Al poco tiempo me di cuenta que en la sala se dejaron de escuchar voces y me di la vuelta para ver a Matty comiéndose a Sabrina a besos.

  • Ehhh yo los dejo solos – dije levantándome rápidamente.

  • No no… ya son las 6:30 pm, y debo irme – respondía Sabrina recordando donde estaba y limpiándose el labio.

  • Te acompaño, no te vas a ir sola.

Matty fue a llevar a su novia a casa, mientras yo en mi habitación acostado en mi cama empecé de nuevo a sentir esa sensación de ¿celos?, no estuve tranquilo hasta que escuche de nuevo la puerta cerrarse, 7:20 pm… - su casa queda a 10 min de la nuestra – pensé molesto.

  • Te tardaste… - dije con cierto tono de molestia.

  • Bueno… jajajaja tenía que hacerlo, tú me entiendes… - respondió picándome el ojo – Tony vamos, tienes que bañarte y luego cenar.

  • ¡Voy!

No pude hacer otra cosa más que suspirar cansado. Como la noche anterior mis dos hermanos se bañaron juntos mientras yo veía un poco de televisión, luego fue mi turno, estaba realmente cansado, la única cosa que hacia quedarme despierto era proponerle de nuevo a Matty otra rica paja. Esta vez los tres cenamos con ganas un rico pasticho de carne, que estaba buenísimo. Tampoco hubo pegas por parte de Tony cuando lo mandaron a acostarse, cuando toco la almohada se quedo dormido al instante. Bajamos a la sala y Matty se sentó en el sillón mientras yo hacía lo mismo, pero luego me acosté apoyando mi cabeza en sus piernas, al poco rato sentía como acariciaba mi cabeza suavemente haciendo que el sueño empezara a ganarme, mientras cerraba los ojos escuche su voz a lo lejos.

  • Vamos enano a la cama… que ya estas babeando mi pierna…

  • Mmm – decía moviendo mi cabeza sobre el paquete de Matty.

  • Hey… Hey, no sigas, jajajaja que después se me para.

  • Bueno… que se te pare jajajaja.

  • Que. ¿Acaso quieres repetir lo de anoche? – me quede en silencio un momento.

  • … ¿Podemos?

  • Mmm… - ahora fue el que se quedo en silencio – no se…

  • Es que anoche me gusto mucho, porque aprendí contigo… ¿podemos?

  • Coño… es que Andy… Mmm  - siguió en silencio un poco mirándome.

  • Quiero hacerlo – le dije con una sonrisa picara, hasta me atreví a ir más allá y le acaricie su paquete.

  • Jajajaja estas juguetón hermanito… Mmm, que rico – gemía cerrando los ojos y cabeceando un poco – está bien subamos.

Cuando escuche el gemido de Matty sentía que mi pene empezaba a babear un poco en el short que llevaba, mi corazón empezó a ir más rápido y sentía una presión en mi pecho, cuando me levanté para subir a su cuarto veía claramente el pene erecto de mi hermano, se veía incluso más grande que anoche.

  • Bueno… ya sabes cómo empezar jajajajaja – entendí lo que me quería decir, y me quite el short rápidamente quedando con la camiseta puesta frente a él – vaya hermanito… como que te creció la verga… Jajaja estoy orgulloso.

  • Jajaja gracias – baje mi mirada y en efecto mi pene se veía más grande que anoche, mi cabeza estaba roja y la punta tenía un liquido un poco blancuzco – ahora quítate el bóxer.

  • Mmm como digas hermanito – su pene salió rápido rebotando contra su pelvis y luego mirando hacia mi erguido – ahhh si… que rico. Vamos, ven.

Me acerque a él y tomé su pene empezando a pajearlo lento, mi hermano gemía de nuevo echando su cabeza hacia atrás, Matty con una de sus manos y la colocó en mi cintura atrayéndome más a él y con la otra empezó a tocar mis bolas y un poco debajo de ellas, cuando empezó a pajearme con el mismo ritmo lento que yo lo hacía, no pude evitar que mis rodillas flaquearan y pegara mi frente a su pecho.

  • Que rico…

  • Mmm si… déjame a mi… - quito mi mano de su pene y los unió ambos en un fuerte apretón.

  • Ahhh... – allí sí que no pude mas y mis manos fueron a sus hombros sosteniéndome completamente de él y mirando hacia abajo, viendo como nos pajeaba a ambos, era clara la diferencia en el tamaño de penes, pero no me mortificaba por eso, en realidad me sentía en el cielo, y no quería terminar.

  • Ven siéntate aquí como anoche – decía acostándose primero, y yo montándome en sus piernas y pegando nuestras duras vergas.

  • Sigue como ahorita…

  • ¿Cómo… así?... – volvió a tocar ambos penes y lo único que pude hacer fue poner mis manos en su pecho y apretar sus tetilla, la sonrisa de mi hermano se volvía más grande aun.

- Yeahhh!… - suspiraba profundamente, deseando que no parara.

- Do you like it? – me dijo en un tono de voz muy bajo que me hacía erizar la piel.

  • Siii… sabes que si…

Seguimos en un silencio donde solo se escuchaba unos pequeños gemidos…

  • Andy… me hacía falta… Sabrina me dejo caliente... – Matty dejo de pajearnos a ambos y siguió él solo.

  • No hables de ella… ahorita no.

  • ¿celoso? – me miraba serio pero sin dejar su paja.

  • Si… cállate… – me aleje de él mientras lo miraba con el ceño fruncido, tomé mi pene para darme tan rápido como podía y cerré mis ojos.

  • Hey… no te molestes… es mi novia.

  • Cállate – seguía dándome más rápido, hasta que sentí como me agarraba mi muñeca bruscamente haciendo que dejara de pajearme.

  • Me callo entonces… pero déjame a mí.

Volvía de nuevo a pajearnos juntos, solo necesitaba una mano mientras que la otra acariciaba mi cuerpo, de nuevo la excitación aumentó y mis manos volvían a su pecho. Me recosté completamente y mi frente llego a su barbilla, sentí su mano por mi espalda y luego bajando hasta mis nalgas – el sueño… que rico – fue lo único que pude pensar en ese momento, mi mente se nublo, y al parecer la de mi hermano también ya que me subía mas hasta que mi cabeza estuvo a su nivel, nos miramos un rato y mi único deseo fue besarlo, el toque de su mano con nuestros penes no nos hacía pensar así que roce mis labios con los suyos, él no rechazo el beso más bien se volvió un poco profundo, su mano libre apretaba con más fuerza mi nalga, sentí algo húmedo tocar mis labios y los abrí para dar paso a su lengua que explorara mi boca…  fueron pocos los minutos de ese intenso beso y no pude mas, estalle con 2 chorros de semen salpicando nuestros pechos, unos segundos después Mathew terminaba de la misma forma sintiendo que unas cuantas gotas calientes llegaron a mi cuello…

  • Matty… que cool

Al escuchar mi voz su cuerpo se tenso y se levanto de pronto – conmigo en el proceso – me tomó de los hombros y se me quedo mirando por unos segundos hasta que por fin habló.

  • Bájate…

  • Ok… - lo hice igual de lento que la vez pasada, mis piernas cosquilleaban, y me acosté a su lado respirando agitadamente, él se quedo mirándome un largo rato hasta que recuperé el aliento… - ¿Qué pasa?

  • Esto… e-esto no va a suceder de nuevo… -dijo mirándome para luego acostarse y voltearse evitando mi mirada.

  • P-pero… ¿Por qué?... – me senté rápido –  esto estuvo bien… tu lo dijiste anoche – me sentía un poco confundido con su actitud.

  • Ya te dije… que esto no va a volver a pasar... – se volteo rápido mirándome – esto es de maricones… y mi hermanito no va a ser maricón – se volteo de nuevo dándome la espalda.

“Maricones… Maricón…” – escuchar esas palabras me dieron un mal sabor de boca y mas luego de hacer lo que hice con Matty, pero lo que me dolía era escucharlo de su propia boca, no sabía que pensar, y un dolor de cabeza empezó a nacer en mi, estaba confundido y no sabía qué hacer allí sentado en la cama cubierto de mi semen y del hermano que ahora me daba la espalda, lo único que pude hacer fue levantarme con la mirada baja y caminar lento hacia la puerta.

  • Buenas noches…

Pero no recibí ninguna respuesta, un dolor en mi pecho se sumó a las otras sensaciones que sentía en ese momento.

  • Matty… te quiero… – tardo un poco en contestar hasta pensé que no lo haría, cuando escuche su voz un tanto apagada pude respirar “tranquilo”.

  • Yo igual…

Salí de su cuarto y fui directo al baño, me quite la camiseta sucia que llevaba y abrí la ducha, vi como el agua arrastraba toda la suciedad de mi cuerpo, no me talle ni nada… solo me quede allí debajo del agua un largo rato, pensaba que iba a llorar… pero no lo hice, eran tantas cosas que pasaban por mi mente en ese momento que llorar no venía al caso, cuando por fin salí, me sequé con lentitud para ir a mi cuarto de nuevo, me acosté en mi cama desnudo y me arrope con la sabana, mi último pensamiento consiente antes de que el cansancio me ganara fue… – No debo ser maricón… – cayendo en un profundo sueño.

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NdA: Bueno… ahora vamos a hacer un salto en el tiempo. Como dije antes, estas son Anécdotas de mi vida… si vamos día a día… nunca terminaremos ni llegaremos al presente que es mi meta jajajaja.

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Saludos.